Partida Rol por web

El enorme sujeto sonrio, tal como pensaba, mas contendientes se sumaban. Inclinandose ligeramente comenzo a correr hacia un costado. Queria buscar un lugar mas alto por el cual ver quienes peleaban. Antes de irse dijo.

-Ire a ver, mis futuros enemigos esta cerca- sus pasos eran largos y elasticos, acostumbrados a cubrir largas distancias para luchar, entrenado por años y fogueados por mil combates. Hacia mucho que estaba muerto, sentir ese hormigueo otra vez, era casi una droga. Solo que ahora no sentia lo mismo, antes protegia algo, ahora....

Despues del flechazo una nueva persona aparece en escena, es muy alta mas incluso que el que ya estaba peleando y parece musculoso, luce una armadura extraña y se acerca sin desefundar sus armas ni nada, no se pone frente al dragon sencillamente se para a cierta distancia y observa la escena, esperando a ver que ocurre en la batalla.

Bonito combate, ¿puedes darme algo más de información sobre el dragón? digo a mi sirviente pero de forma distraída sin alzar la voz, mientras busco un lugar alejado, seguro y recogido para presenciar la batalla; sin ser visto ni correr peligro. Por ahora no entraremos en combate, interferir en un duelo es un acto deshonroso, así que sigue oculto mi fiel sirviente. Busco con la mirada, si hay alguna persona más en el parque. Si hay dos sirvientes tiene que haber dos másteres, habrá que buscarlos. Supongo que el de la flecha sea otro sirviente.

¿Crees que me asustan esos ruidos que haces? Será mejor que te pongas serio o no vas a salir con vida de ésta. - Le anuncio una vez me quito el atontamiento de haber recibido semejante impacto de sonido.

El dragon esta furioso tanto por la aparicion del nuevo como por la flecha que se le a calvado en la cara, aunque parece que no le duele nada en absoluto, entonces mira al hombre que lo desafia y le lanza una bola de fuego no demasiado acertada.

Habiendo nuevos enemigos en el área, coloco el cuchillo en su funda y mantengo la lanza entre las manos, esperando las acciones de los demás. Sobre todo del Dragón.

Agilmente evado la bola de fuego: doy una voltereta, reboto y me cuelgo de una de las farolas gracias al impulso. Observo sin un ápice de temor cómo calcina el lugar donde ha impactado.

Tendrás que hacer algo mejor que eso... 

-"Por ahora solo se que es un Servant, igual que el otro, pero sus clases...son algo que no conozco...es demasiado extraño y no te preocupes, me mantendre oculto..."-

La bestia se enfurece muchisimo ante la forma en la que el hombre de la mascara de hierro le esquiva, emite un fuerte rugido, aunque no tan potente como el de antes y empeiza a volar aunque no se eleva demasido, solo lo suficiente como para poder moverse libremente por el aire, ignora por completo al sujeto que acaba de aparecer y ni siquiera le preocupa aquella extraña flecha tiene sus ojos en el primer hombre aquel que le desafia pensando que es mas poderoso que el.

En un momento se lanza volando con furia para dar un mordisco al hombre, quiere arrancarla un brazo lo primero, destrozarlo lentamente para devorarlo y disfrutar de su carne.

De entre los arboles vuelven a salir flechas, esta vez no es una sola si no 9 felchas dirigidas por igual a cada uno de los 3 servant que ahora combaten.

Dificultad 50 para esquivarlas, en caso de que impacten daño 70

Tras la máscara sonrío. El dragón se lanza al ataque tal y como esperaba que hiciera: en el momento que carga contra mí dispuesto a destrozarme con su poderosa mandíbula salto desde lo alto de la farola, sujeto la lanza con una mano y me dispongo a caer sobre el monstruo.

Mientras vuelo por el aire varios proyectiles salen disparados hacia mí pero consigo girar sobre mí mismo con lo que mi centro de gravedad cambia al igual que el tamaño del blanco al que estaba disparando y las flechas pasan de largo.

Debido a que el monstruo es veloz, o a que he tenido que cambiar mi posición y forma de aterrizar, mi ataque no es todo lo preciso que deseo y en vez de golpear entre las escamas, impacto cerca de uno de los bordes de una de ellas. Se clava pero no causa ningún daño.*

Las flechas surcan el aire como pajaros heridos, gimientes y mortales. El servant observaba tranquilo como se acercaban, una de ellas le da en el hombro, pero este ni pestañea. Se la arranca con un movimiento estudiado, sin efectuar mas daño del que ya hay. Observa donde vinieron las flechas..

-Si eso quieres...- Un escudo redondo pararece en su brazo, sin adornos, lleno de golpes y marcas. En su otra mano una lanza de aspecto lugubre, sencilla pero eficaz. Ningua de sus armas podria llamarse como bella o admirable, pero generan una intranquilidad y miedo que se aferra al alma y entumece el cuerpo.

Con paso rapido comienza a acercarse a su nuevo objetivo. Ese arquero tendra algo a lo que disparar...