Partida Rol por web

Con horro contemplo la inmensa mole que se acerca corriendo hacia mí, cargando con la lanza, su cara solo refleja odio y ansia de sangre. Intentar para su golpe, sería una invitación directa a cenar con la muerte, lo único que puedo hacer es tratar de esquivarlo. Con esa idea salto hacia los arbustos esquivando el certero golpe de lanza, trato de moverme lo más rápido que puedo, pero parece que el golpe me va a alcanzar. En un último intento desesperado por esquivar el golpe, uso mi magia, recito apresuradamente las palabas en latín, y convoco una ráfaga de viento para que me arrastre hacia los arbustos.

Aun con todo, el dragón consigue evitarme. Vuelve a ascender y picar para intentar destrozarme con sus garras, pero soy perro viejo en estas lides y cuando pasa esquivo el ataque y aprovecho el momento nuevamente para clavarle la lanza en un flanco. Esta vez no pienso soltarla y si me arrastra ya veré qué puedo hacer en el aire para no dejarme caer.

Con horro contemplo la inmensa mole que se acerca corriendo hacia mí, cargando con la lanza, su cara solo refleja odio y ansia de sangre. Intentar para su golpe, sería una invitación directa a cenar con la muerte, lo único que puedo hacer es tratar de esquivarlo. Con esa idea salto hacia los arbustos esquivando el certero golpe de lanza, trato de moverme lo más rápido que puedo, pero parece que el golpe me va a alcanzar.

El guerrero enmascardo trata de golpear al dragon pero en el aire eso una estupidez, el dragon tiene todas la de ganar y seria imposible golpearlo aunque quisiera, la lanza pasa cerca de su cuerpo pero este hace un giro terrible y agiatando sus alas envia al guerrero contra el suelo, este cae sin sufrir daño alguno, pero cuando se quiere dar cuenta una bola de fuego sale de la oca del dragon hacia el.

Las flechas arrojadas me mantienen en alerta, trato de observar de donde proceden, puesto que disparar contra el reptil será imposible, ahora que se encuentra atentó de algunos posibles disparos.

-Flecha de mi  arco, vuela veloz y certerá que mi mano os guie a un blanco perfecto- el joven arquero dedica una oración a su flecha y vuelve a disparar sobre el ojo del reptil, al menos así ayudará al otro a acabar con este, aunque duda quien de los dos se encuentra en que bando.

Una nueva flecha sale volando de una zona alejada del parque, esta se calva en el rostro del dragon haciendo que este emita un grito ensordecedor.

A pesar de lo grande que es admiro su rapidez y agilidad para evitar mis golpes. Sin duda por algo se convirtió en un servant - pude golpearle la primera vez porque se confió en que no le pudiera dañar, pero ahora es demasiado consciente de ello y pone empeño en evitar mis ataques.

Me arrojo a un lado y doy un par de volteretas alejándome del punto de impacto de la nueva esfera ígnea que vuelve a calcinar otra zona del paseo.

Me doy la vuelta a tiempo de ver como una nueva flecha se clava en la cabeza del monstruo. - un buen momento para atacar donde más le duela.

Me dirijo nuevamente hacia él y salto para intentar clavar la lanza en su cuello.

Empieza a brotar sangre del ojo del dragon quien parece completamente enloquecido, da un grito tan fuerte que absolutamente todos en el parque tienen que taparse los odio y dejar de moverse durante un instante, es imposible hacer nada mientras este grita de esa forma, su furia es palpable y desde luego parece enfadado pero tambien confundido, empieza a lanzar una terrible llamarada pero no hacia su oponente, si no hacia el parque en general, trata de incendiarlo todo.

-Flecha mia, vuela veloz y certera, que el mal perezca y el bien prevalezca- el joven arquero decidió que este combate habia durado demasiado, concentrandose decidió realizar un disparo sumamente dificil, por lo que deseaba con todo su corazón fuera lso mas acertado, el blanco era el corazón del dragón su fuente de vida segun las antiguas leyendas, antes de que el fuego le diera alcance intentaría matar a la bestia si fallaba, debía regresar con su amo, había hecho una promesa que no pensaba romper otra vez.