Partida Rol por web

Llego a la puerta de casa sin demasiados problemas.

Menos mal que no nos hemos encontrado con esos servants.

Abro la puerta de casa y dejo pasar a assasin primero, luego entro yo en casa.

Será mejor que te quedes en el comedor mientras yo busco algo que pueda ser de utilidad.

Me dirijo corriendo hasta la biblioteca.

A ver... ¿que libro puede serme útil?

Hey, hijo! - escuchas a tu espalda - ¿a qué vienen esas prisas? ¿tan concentrado estás en tus clases que ya ni hablas con tu padre? 

Notas una mano en el hombro y su aliento hiede a alcohol - Hijo, ven... dame un abrazo, he venido a verte. He podido escaparme unos días de mi trabajo

Escucho una voz que me resulta terriblemente familiar, la voz procede detrás de mi.

Maldición, ahora no. No sabia que habia vuelto, tengo que deshacerme de él rápido.

Cuando noto la mano en el hombro me giro y lanzo un suspiro de resignación.

No sabia que habias vuelto ja, ja. Me alegra ver que estás bien.

¿Qué puedo hacer para escaquearme?

Intento esperar tranquilo, pero esperar no es mi fuerte y decido ir en busca de kazuki para apremiarle.

Vamos kazuki, no tenemos todo el día.

Grito antes de salir del comedor y dirigirme al encuentro de mi master. Una vez lo encuentro veo que está con otra persona, sorprendido dirijo mi mirada en busca de la de kazuki.

¿Y ahora que?

¿Esta es forma de hablar a tu padre, tras tanto tiempo? no seas tímido - dice tras llevarle cogido por el brazo hasta la cocina - Cuéntame... qué tal los estudios? ya ha caído alguna moza? sabes que tu madre y yo nos conocimos en la universidad...

Me quedo paralizado cuando veo aparecer a assasin, justo cuando iba a reaccionar mi padre reacciona antes y me lleva hasta la cocina.

¿No ha visto ni ha escuchado a assasin o no lo ha querido ver?

Lanzo una sonrisa un poco forzada a mi padre mientras me agarra del brazo.

Odio esto, nunca me ha gustado tener un padre tan...tan...bueno... así.

Será mejor que le siga el juego.

Assasin, quedate en mi habitación y ni se te ocurra moverte. 

Los estudios me van bien, no podia esperar menos de mi mismo. Sí papá, me has contado lo de mamá muchas veces y respecto al tema de la novia.

Una imagen de una chica en el hospital pasa por mi mente y hace que me sonroje sólo de recordarla. Carraspeo antes de seguir hablando.

Ejem, sabes que no me interesan las chicas.

 Tras mirara al chico y darse cuenta de su repentino sonrojo se sonríe - Oh... vaya, parece que hay alguna a la que has echado el ojo... menos mal! ¡empezaba a pensar que no te interesarías por ellas nunca! - le zarandea un momento, feliz.

Vamos, dime quien es ella y cómo es...

Niego con la cabeza y las manos.

No, no, no hay nadie.

Después bajo la cabeza y sigo hablando.

No hay nada entre nosotros, pero si hubiera una chica seria con mucho carácter.

 Bueno, y ¿qué hay del resto? - cambia de tema viendo que por ahí no parece haber salida. - ¿Llevas bien los estudios? escuché que el instituto ha suspendido las clases durante unos días... ¿qué pasó?

Levanto una mano y doy una mirada a mis uñas, hablo como si lo del instituto no fuera conmigo.

Extrañamente hubo un gran incendio y tuvimos que evacuar, no han encontrado victimas mortales.

Aunque dos personas siguen desaparecidas y sólo assasin sabe donde estan.

He venido para recoger unos libros, me voy a quedar en casa de un amigo unos dias. Estudiaremos un poco para avanzar materia.

 Supongo que no seguirás jugando con esas tonterías de tu abuelo* ¿no? - comenta mientras se mesa la barba incipiente - no me gustaría descubrir que tu amigo y tú intentáis buscar fantasmas o algo por el estilo en alguna casa abandonada... - luego se ríe al imaginar la escena.

Entonces al menos me darás la dirección y un teléfono... estaré por aquí unos días. 

Niego con la cabeza rápidamente al escuchar las palabras de mi padre.

No tengo mucho tiempo como para perderlo buscando fantasmas.

Saco de mi bolsillo una libreta y le doy la dirección que tenia apuntada a mi padre.

Es un templo, así que no le he preguntado el teléfono porque dudo que tengan.

 Ah bien... - mira la dirección y se rasca un momento la nuca - ¿no habrá un dojo en ese templo, verdad? - deja la nota en un bolsillo - me suena bastante... creo que tu abuelo y yo lo visitamos una vez...

¿Un dojo?

Me rasco la barbilla mientras pienso.

Me parece que sí, aunque sabes que el ejercicio físico no es lo mio. Así que no creo que lo utilice.

Debo darme un poco de prisa.

Si me disculpas debo coger unos cuantos libros de la biblioteca, ahora vuelvo para despedirme.

Sin esperar respuesta me dirijo rápidamente hacia la biblioteca y empiezo a buscar libros que puedan serme de utilidad.

 Mientras tú te diriges a la biblioteca* le escuchas dirigirse al pasillo donde tenéis el teléfono - debe venir en la guía el teléfono... veamos...

 Encuentras un arcón con algunos libros de magia de los que parece puedes sacar provecho. Por suerte tu abuelo siempre ha sido una persona seria y organizada, al contrario que tu padre.

Buscando por la biblioteca encuentro un viejo arcón, lo encuentro y lo abro.

Son libros de magia, debe haberlos puestos aquí mi abuelo.

Doy una ojeada a los libros y acabo cogiendo dos libros.

Creo que con esto bastará.

Cojo algún libro más de la biblioteca, esta vez es de historia para intentar disimular ante mi padre.

A quien quiero engañar, con lo agudo que es mi padre no creo que se deje engañar.