Partida Rol por web

EL murmullo de las personas a vuestro alrededor se extiende por todos lados, como la respiración suave de un animal dormido. A estas horas, en esta parte de la ciudad, es fácil sentirse solo incluso en medio de un montón de gente. Para algunos, el sentirse anónimos entre la enorme masa de gente que se dirige hacia bares o lugares de ocio, vuelve pasando por aquí o, simplemente, camina disfrutando de las luces, el sonido y la sensación de sentirse parte de una multitud, es un bálsamo en el que el ruido blanco les permite centrar su mente. Para otros, especialmente los menos familiarizados con el país, probablemente es un curioso espectáculo de aparente caos en el que, empero, todos parecen conocer su sitio.

Entre el flujo de gente, un grupo de jovenes, de edad más o menos ubicable como estudiantes de secundaria, se va reuniendo a las puertas de uno de los bares de karaoke locales...

Había comprendido las palabras de Amato y por respeto a estas, no le había vuelvo a peguntar el resto del camino, hasta la casa de la chica, que era una casa bastante grande, de aspecto campirano pero que estaba sola. Shizuka entraría en ella, buscando las llaves en su  bolso y saludó a su mamá, o mejor dicho la foto que había de ella en la mesa de arrimo que estaba apostada en el recibidor.

Shzuka le pidió a Amato que esperara en la sala de estar y que iría a cambiarse de ropa,  al poco, bajó vestida de blanco, y fue a la cocina en donde le cocinó algo a Amato, especial para él, diciéndole que seguramente moría de hambre. La joven se movía como pez en el agua en la cocina y al final le hizo un delicioso arroz agridulce, y salmón con especies. Al terminar de comer partirían al Karoke, ella le pidió a Amato que esperara afuera un poco mientras hablaba con el amigo de su padre, pero antes le envió a todos un mensaje con la dirección del karaoke para que no se perdieran.

Tardó solo quince minutos, y salió del local, dando algunos saltitos, y viendo que habían llegado algunos de los chicos.

- umm tengo todo listo, podremos usarla todo lo que queramos,  - les dice sonriendo, invitándolos con la manito para que entren al local de Karaokes.

En cuanto Shizuka les hizo señales para que entraran Kaori acudió a la llamada, estaba ilusionada con ese plan, en EEUU siempre había deseado ir a un karaoke pero allí no era bien visto, si querías hacer tarde de karaoke era indispensable montar un escenario en tu jardín con luces y hielo seco; Katy incluso llamaba a la MTV.

Al pasar por el lado de la chica la ojeó de cabeza a pies, a diferencia de ella que seguía vistiendo el uniforme, Shizuka se había cambiado de ropa y le quedaba realmente bien, algo que Kaori no aprobó en absoluto e hizo una mueca crítica.

Gracias por la invitación le agradeció sinceramente pero procurando n parecer tan sincera.

Al entrar en la sala vio que había sofás alrededor de la tarima que cumplía la función de escenario, y sin pensárselo dos veces se dejó caer bien en medio.

A la salida del colegio, Fausto junto a Kaori y Satoru se logró colar entre los estudiantes que se marchaban a casa sin levantar sospechas. No vio a sus compañeros por ninguna parte, pero era difícil encontrarlos entre la multitud de estudiantes. Se despidió de Kaori y Satoru, diciendo que pasaría por departamento antes. 

Fausto se dirigió rápidamente a su casa, mientras se terminaba los últimos dos cigarrillos que le quedaban en el paquete, con media sonrisa. Llegó a su departamento, una construcción bastante moderna de tres pisos. Subió al segundo y entró a su piso, un lugar bastante amplio, de colores claros y muebles de diseño. Saludó distraídamente a Keiko y se encerró en su habitación, donde se desvistió y se dio una rápida ducha, para quitarse aquel aroma extraño mezcla de perfume de hombre, de chica y de cigarrillos.

Se vistió con una camiseta blanca ajustada y que marcaba su cuerpo musculoso, con una camisa encima. Vestía unos jeans ajustados y zapatillas anchas. Del estilo que solían tener los adolescentes estadounidenses, típicos consumistas y seguidores de modas.

Llegó al local de karaoke con sus imprescindibles gafas de sol y una gran sonrisa en su rostro. Saludó a Kaori y a Shizuka extendiendo los brazos con optimismo.

- Hello girls! - Las saludó, mientras bajaba su gafas de sol un poco por su nariz y examinaba a Shizuka - Bonito vestido, si fuese más corto... - Volvió a subir sus gafas reprimiendo aquellos pensamientos. Por el momento.

- ¿Entramos? - Preguntó, pero Kaori ya se había adelantado. Miró a Shizuka con una media sonrisa - Ven, vamos...

Entró al lugar y lo examinó con la cabeza bien alta, sin quitarse sus gafas. Localizó a Kaori en los sillones y acompañó a Shizuka allí, en donde se sentó y esperó al resto, pero preparado para disparar hacia la barra cuando tuviera la menor oportunidad.

Las gratas compañías siempre hacen más amigable el camino, y antes de que me diera cuenta llegamos a su casa, era bastante grande y tenía un estilo al que no estaba muy habituado de ver, de donde venía aunque, todas eran muy lujosas todas simplemente eran  iguales, frías y depresivas aunque fueran bastantes modernas.

Al entrar ella saludo una fotografía de una mujer, supuse que quizás era su madre, ya que era demasiado joven y tenía un gran parecido a Shizuka, o ¿quizás su hermana?. No me atreví a preguntar en ese momento, a veces ese tipo de preguntas suelen ser incomodas o traen algo de nostalgia, me di cuenta que yo no era el único que había perdido a un ser muy querido, dudo que las circunstancias sean parecidas, la mía claramente si contara su historia no tendría ninguna comparación con nada, aun me afecta bastante pensar en ello, a pesar de que han pasado casi diez años desde que sucedió...

Entramos en el interior y me hizo esperar algunos minutos para cambiarse, así que mientras esperaba observe un poco el lugar sentado desde  la butaca, todo era muy bonito y muy bien decorado, tanto el exterior como el interior tenían el mismo estilo, el ambiente era agradable y acogedor, daba la extraña sensación de ser bienvenido.

Finalmente cuando baja, me quede algo helado, segundo día y ya podía verla vestir de una forma diferente que no fuera su uniforme, se veía bastante linda y ese vestido resaltaba bastante sus ojos para mi mala suerte algo que me ponía nervioso, agradeci la invitación aunque de una forma bastante torpe. Nuevamente me dijo que me esperara que me prepararía algo,
-¿Para mi?.- cuando siento un agradable aroma proveniente de la cocina me vino un pequeño dolor en el estómago recordando que no había comido casi nada ese día, y cuando salió con ese hermoso plato no dude ni segundo en abalanzarme sobre él, eso sí pronto recordé que no era bien visto comer con tanta exageración, así que me modere un poco, no mucho, porque igual tenia hambre, estaba todo bastante delicioso, hacía mucho que no comía algo recién preparado, además, que estaba preparada por Shizuka, eso le daba un sabor incluso mucho mejor, le hice saber todo eso pero no sé si me comprendió hablando con la boca llena de arroz. A final salimos camino hacia el karaoke, aunque en el camino siempre me mantuve atento a cualquier movimiento alrededor, por suerte llegamos bien y no tuve que armar ninguna clase de escándalo.

*** Fuimos los primeros en llegar, mientras me pidió que esperara afuera me distraje en una tienda de antigüedades, había un gran piano de cola que me trajo muchos recuerdos de mi madre, aunque nostálgicos, quise recordar los buenos, en especial una melodía que había compuesto mí. En ese instante llegaron casi juntos  Kaori  y Fausto pero a pesar de estar cerca no parecieron notar mi presencia cuando les salude a la distancia.

-¿que acaso era invisible?... Me acerque y  carraspee fuerte cuando Fausto caminaba hacia el interior llevándose a Shizuka consigo.

-Coff, coff,….. Ejemmmm!!...

Tras salir del colegio Satoru dio unas vueltas por la ciudad esperando se haga la hora, realmente no tenia muchas ganas de ir al karaoke, no se le dan bien esos lugares, pero menos ganas tenia de volver a casa aun, ademas ya había dicho que iría y no es una persona que rompa su palabra, así que solo paseo por allí hasta la hora indicada.

Llego a aquel lugar y parecía que no era el primero bien, aquí estamos... Buenas saluda a los allí presente con una sonrisa, era la primera vez que iba a un lugar así y mas con tanta gente. Examino un poco el lugar, una tarima, sillones y una pequeña mesa, un lugar con privacidad, bueno, al menos solo seremos nosotros piensa mientras se dirige a uno de los sillones cerca de Kaori y Fauso.

Había comprado las cosas que le hacían falta para las clases más rápido de lo esperado, aunque en más de una ocasión se perdió por el camino... Por suerte, y aunque le costaba hacerse entender, las personas con las que se había cruzado eran muy amables y le indicaban el camino. 

Finalmente, y con una mano sujetando las bolsas delante de ella, saca el teléfono con la otra y ve el mensaje que habían mandado. Por suerte habían indicado la dirección. No estaba muy segura de los karaokes que podrían haber.

Sara no acostumbraba a ir a karaokes, cuando era pequeña si fue a alguno, pero por cumpleaños de alguna amiga, hasta que lo cerraron. Ahora simplemente tenía a la ducha impresionada. 

Tras preguntar de nuevo direcciones, dar vueltas por la misma calle una y otra vez y volver al punto del que había partido... llega a la puerta del lugar sin saber bien si entrar o no. Ni siquiera se había podido cambiar de ropa para la ocasión... 

Tras pasar un par de minutos delante de la puerta sin decidirse a entrar o no como una idiota decide entrar. Mira a su alrededor sin saber bien hacia dónde dirigirse, pero cuando da una vista general ve que ya ha llegado la mayoría de ellos. Sonríe algo nerviosa apretando las asas de las bolsas entre sus manos -esto... hola... al final... terminar pronto- levanta las bolsas para dar a entender a lo que se refería y se acerca hacia donde se encuentran.

Shizuka estaba bastante adorable con ese vestido blanco, y Kaori, para su sorpresa y suerte, también iba con el uniforme del centro. Se acerca hacia Shizuka y le da un beso en la mejilla con cariño -sentir no avisar... you're so beautiful Shizuka-chan- sonríe entrecerrando los ojos, deja las bolsas a un lado y se sienta en el suelo ignorando los sillones. 

Cuando Fausto estaba a punto de entrar con Shizuka, escucha a alguien carraspear fuerte. Se detiene en seco y gira para encontrarse a Amato junto a ellos ¿Acababa de llegar o no lo había visto? Fausto se encogió de hombros y le sonrió al chico, saludándolo.

-Hello Ryuma! No te había visto - Exclamó mientras lo saludaba. Entró al lugar para encontrarse con Kaori en los sillones. A los pocos minutos llegaron Satoru y Sara, con bolsas de compras. Los saludó a ambos - ¿Donde está Daisuke? - Se preguntó en silencio, esperaba a que los acompañara, pero había parecido bastante desanimado en el día. Se encogió de hombros y se levantó de los sillones - Voy a la barra ¿Alguien querer algo? Yo invito... - Propone con una sonrisa. Fausto podía ser bastante derrochón siempre que veía la oportunidad.

- "Hola chicos... perdonar el retraso." - Daisuke entró casi exhausto con pinta de haberse pegado una buena caminata. Vestía con unos pantalones piratas, una camiseta hawaiana y una camisa blanca de manga corta encima. 

- "Perdonar pero por más que esperaba a Kaito no llegaba a la hora acordada así que decidí venirme solo." - Dije recuperando el aliento. Estaban todos allí, shizuka llevaba un bonito vestido blanco que llamaba la atención, mientras que Kaori y Sara llevaban el uniforme del colegio. Aunque no era un problema, les quedaban bien a las dos igualmente. Satoru y Amato se encontraban en el lugar también y me decidí a saludar a todos con la mano y una sonrisa.

- "¿Oye y Fausto?" - Pregunté y me señalaron en la barra, donde se encontraba pidiendo bebidas, así que decidí acompañarle un momento. - "Ahora vengo chicos."

Así daisuke salió para ir a saludarlo.

- "Hola fausto-kun. Acabo de llegar. He tenido un problemilla pero al final he logrado venir. ¿Como está el ambiente?" - Cuando vi al camarero cerca le pedí un refrigerio para mí también.

En un principio del día se había complicado algunos asuntos deprimiéndose bastante, pero desde que hablo con Shizuka se encontraba relajado y con  más ánimos.

- Hi Fausto, está bien, no te preocupes me había quedado un poco atrás.- Responde con una gran sonrisa, algo raro en el si lo habían conocido un poco antes, saluda a Kaori que ya se encontraba en el interior con un gesto de manos manteniendo la distancia,  a  Satoru y ha Daisuke que entraba bastante agitado.

-Llegamos recién.- Le comenta cuando le saluda y le indica donde se encontraba Fausto en la barra, la única que omitió saludar fue a Sara que la dejo para el final, pero como se encontraba de buen humor se acerco a ella, aunque se sorprende verla sentada en el suelo, bueno ya tenía una imagen de ella pero de ahí a eso.

-"Como los perros saben cuál es su lugar". se acerca a ella con ese pensamiento en la cabeza, 

-Hi Sara!.- se arrodilla para quedar a su altura con una sonrisa hacia ella.-  Aunque eres primitiva te han enseñado bien, pero no deberías sentarte en el suelo, hay muchos sillones y...   Le dice en tono simpático, pero sus palabras daban mucho que decir.

Un hombre alto los salió a encontrar en la entrada del local y saludó a Shizuka, ella hizo una reverencia para él, y luego lo siguieron hacia la sala que les tenía reservada, comentando que hacia poco habían remodelado, y que Shizuka no conocía como estaba todo, también le dijo que esperaba a su padre y a Tamara, pero Shizuka apenas hizo referencia a aquella invitación, más bien se molestó por la mención de ellos dos.

Los hizo entrar en una sala bastante simple, sillones y un televisor, en donde todos se juntaron y hasta acomodaron, pero algo le susurró al oído a Shizuka que  se quedó mirando por la puerta, incluso recibió a Sara que al fin pudo llegar, y la saludó con un beso en la mejilla que hizo que la chica se sonrojara, no tan acostumbrada a aquellas muestras de afecto.

- gra.. gracias.. ´pero no es para tanto...- dijo una apenada Shizuka, con la mano en su nuca,  y sonrojada, pero cuando Fausto ofreció cosas para beber, ella abrió sus ojos y le dijo que no aún, de hecho ni siquiera estaba la música puesta.

A los pocos minutos de la llegada de Sara, entra de nuevo el dueño y les dice a todos que la sala vip se había desocupado y que ahora podían ir, y lo siguieron por un corredor lleno de poster de cantantes  en especial del j-pop y de animé, hasta una sala que al abrirse mostraría de la remodelación que el dueño le había dicho a la chica.

El lugar estaba lleno de luces, con un aspecto casi de pub, por lo que Shizuka sabía, era hermoso, y todos entraron, al poco una chica de cabello rubio entró y dejó refrescos y bocadillos para comer, cortesía de la casa, dijo el dueño, y salieron, la música comenzó a sonar y con una tablet podían escoger el repertorio.

- espero que les guste - dijo Shizuka aun cohibida en la entrada del local, había sido la última en entrar y los mirada aún de pie.

-Hey! Hello friend! - Fausto le sonríe y se aproxima a darle un abrazo amistoso a Daisuke a modo de saludo. - Pensé que no vendrías - Gira para ver que el grupo es trasladado a otra habitación, lo que parecía ser una sala VIP - Wow, Shizuka si que tiene c-contactos... - Luego se coloca delante de la barra, donde el barman le deja una bandeja de varios vasos de zumos. Fausto toma uno de zumo de naranja y mete una mano en su bolsillo. Se asegura de que el barman esté dado vuelta y saca una petaca plateada y reluciente de su bolsillo. Le guiña el ojo a Daisuke.

-Can you keep a secret? – Sonríe con malicia mientras le agrega el contenido de la licorera al zumo – Asegurará la diversión… ¿Bebes? – Fausto le extiende la petaca a Daisuke, ofreciéndole con un gesto travieso, para que le agregue a su zumo también.

- "Me gusta tu estilo, Fausto-kun." - Dije sonriendo. - "Aquí la gente es mas cortada a la hora de beber, pero... que demonios." - Cogí la petaca y le eché a mi refrigerio.

Mira seria e inflando un moflete a Amato y a sus palabras. Había llegado de buen humor, pero ya empezaba... 

Haciendo como que buscaba algo en su bolso, lo cambia de sitio, dándole "sin querer" al chico, haciendo que trastabille y caiga al suelo de culo -vaaayaa... I'm sorry- dice con cierta ironía una sonrisa sarcástica apenas perceptible. 

Llega tras ella Daisuke, al que saluda moviendo la mano y una sonrisa de niña buena, entonces llega un hombre que los dirige hacia la sala reservada. 

-Wooouh- abre los ojos como si fueran platos y mira el lugar como si hubiese entrado a un universo paralelo o algo por el estilo. Miraba todo como si lo viese por primera vez, y realmente así era. Era su primera vez en un karaoke así. 

Se queda parada sin saber lo que hacer, aunque sí que se acerca un poco a Daisuke -se te ve mejor- sonríe cerrando los ojos. Y era verdad, esa misma mañana incluso había pensado que estaba con fiebre, y habría apostado a que no iría al karaoke. Aunque también se refería al vestuario, tenía un estilo personalizado.

Vuelve su vista hacia los bocadillos y se mete uno en la boca, el primero que pilla, para su sorpresa de queso, y comienza a toquetear la tablet buscando alguna canción para cantar a voz de pronto, aunque más que para cantarla sola quería cantarla con los demás para darle ambiente al lugar. 

Fausto sonríe ampliamente al ver que Daisuke se unía a su juego. Sabía que los japoneses no eran realmente muy amantes del alcohol, y temía que su amigo también sea igual. Le guiña el ojo mientras recibe de vuelta su licorera, al ver que aún le sobraba contenido, decide echarlo sobre unos vasos más, dejando dos sin alcohol. Le guiña el ojo, como un gesto cómplice de que guardara el secreto.

-You only live once. Let's go... - Dice mientras sujeta firmemente la bandeja de plástico con los zumos y se dirige a la sala VIP 

-Hello friends! - Fausto irrumpe en la sala VIP con una gran sonrisa en su rostro y con una bandeja de plástico con varios vasos de zumo de naranja. Detrás de él se encuentra Daisuke con otro vaso de zumo más entre sus manos.

Deja la bandeja de plástico negra sobre la mesa ratonera que se encuentra en el medio de la sala y se desliza rápidamente entre los sillones junto a Kaori, deslizando su brazo en el respaldo, casi abrazando a la chica, mientras toma un aperitivo y su vaso de zumo. - Beban, los compré para ustedes... - Dice con media sonrisa. Gira su rostro para dar con el oído de Kaori, mientras susurra algo en inglés y en voz muy baja.

Vuelve a la normalidad e invita a Daisuke a sentarse a su lado, mientras mira con una sonrisa a Sara dando su espectáculo. Aunque no tenía ni la menor idea de qué canción se trataba.

-Anda, bebe. - Propuso juguetonamente en inglés, susurrando demasiado cerca en su oído - Algunos traen sorpresa, pero no te preocupes, nada de lo que no hayas probado antes. Creo...

Dirige su mano a su bolsillo lentamente, para que Kaori pueda observar lo que estaba haciendo. Tira de la tela del jean un poco dejando revelar la superficie reluciente de una licorera. Fausto vuelve a esconderla y aparta su rostro del oído de Kaori, con una sonrisa.