Partida Rol por web

Monor-R-Ojo-3 aparece en escena con una sonrisa más grande y brillante aún que la de Monor-R-ojo 2.

-Woooow, como moooola mi amoooooto-dice emocionado al ver aquellas peazo motos-y en rojo, mi color favorito. ¡Gracias oh, loado ordenador!.

Emocionado, Monor intenta encaramarse a una de ellas de un salto.

Saliendo por la compuerta con una sonrisa de oreja a oreja, veo que unas relucientes motos nos están esperando para llevarnos a nuestro destino. Admirándolas, me acerco a ellas:

- ¡Oh, alabado sea el Ordenador! ¡Un vehículo motorizado! -y mirando a Monor-R-OJO, le digo más sonriente aún- Sí señor, Monor, ese es el nombre correcto: amoto. Que alguna gente no lo pronuncia bien -a continuación, vuelvo a mirar a la motocicleta- ¡Qué bien pensado por el Ordenador, por cierto!: fui conductor de amotos en mis tiempos mozos. Veamos qué tal se manejan estos bichos -digo, mientras me intento subir al vehículo con algo de dificultad debido a mi artritis. 

Pisto-R-ABO-5 es el ultimo en reaccionar, al parecer el ordenador en su sabiduría ha hecho a cada uno de sus clones un poquito más lento que el anterior, pero con más amor. Aún con la parsimonia que lleva en el cuerpo, se muestra sonriente y en su mente se imagina el viento acariciando su cara y con la boca abierta para comerse los mosquitos que el ordenador pondrá en medio.

- A ver como iba esto… - Se sienta en la moto con la esperanza de que realmente lo lleve a su destino. Comprueba que en su bolsillo sigue el anillo que el ordenador le confió al morir su anterior clon.

Super-R-ABO y Pisto-R-ABO resbalan de la moto ya que ésta sale despedida antes de poder reaccionar. Caen de culo al suelo y se levantan sin problemas.

Mono-R-OJO queda aturdido tras una peazohostia contra un poste tras salir disparado sin el cinturón de seguridad y escurrirse de la moto. 

Viejet-R-ABO coge un poco de velocidad con la moto y se resbala también, pero da una voltereta magistral y cae de pie, con la cadera recolocada. Con un sonoro CRAC se recoloca la cadera y está como nuevo.

Las motos al cabo de cinco segundos vuelven de nuevo a sus puestos. 

El ordenador se impacienta.- Por favor, dejen de perder el tiempo y acudan a la misión, o tendré que zapearos por judíomasónicoscomunistas. Cojan las motos para tal efecto. No olviden abrocharse el cinturón.- Acto seguido vuelve a reinar el silencio.

Pisto-R-ABO-5 mira a un lado y otro, esperando que nadie hubiera visto el accidente, después, decidido a sujetarse con todas sus fuerzas a la moto vuelve a intentarlo.

Ouch, ouch, ouch, yuhuu!

Tras la acrobacia se me ha quedado la cadera como la de un jovencito, así que animado por ello me monto otra vez en la moto y me ajusto el cinturón para estar bien sujeto. 

- Jeh, ¡vamos, muchachos! -digo con decisión y alegría.

Y tras 10 caídas, a cada cual más estrepitosa, mi cadera (y el resto de mi magullado cuerpo octogenario) vuelve a estar hecha un cascajo pero a salvo.

¡Aaah! ¡Fallo mío! ¡Es que había que ponerse el cinturón! - dije entre "risas". - Vale, ahora si que no tendré problemas. - dije mientras volvía a subirme a la moto, preparado para llegar a mi destino en un plis-plas.

Montarse en una moto d'esas y llegar al destino era un poco misión imposible. Más que nada porque tal cual poníais el culo en ella salía despedida, y al no estar abrochado el cinturón salíais despedidos u os caíais de la moto.

Por poner un ejemplo, Super-R-ABO lo intentó 11 veces. Las primeras veces eran solo pequeños batacazos, pero las 8 últimas se iba partiendo con cada caída una parte del cuerpo, hasta que le tocó el cuello. Fue el fin de la existencia de este clon.

Viejet-R-ABO no tenía el cuerpo para muchos trotes. De hecho solo cayó tres veces... antes de morir. A la tercera su cadera salió despedida a tal velocidad que cuando impactó con ese muro de metal se convirtió en un puzzle. Al menos divirtió a los aburridos esclarecedores que intentaban montar su cuerpo como distracción. Claro que estos no duraron mucho por no ser felices y aburrirse.

Mono-R-OJO duró un batacazo más que Viejet-R-ABO. No estaba hecho para trotes este hombre, no era de la raza aria, en sus huesos ponía (MADE IN VENEZUELA). El ordenador se cabreó un poco al descubrir esto, pero como él es extremadamente e infinitamente bueno no se lo tendría en cuenta a sus posteriores clones (jajajaja seguro que no).

El único que llegó bien al SID fue Pisto-R-ABO, no puedo decir que llegó entero, ya que en las varias caídas de este esclarecedor se quedó con las dos piernas rotas. De hecho tenía que moverse con los brazos cual serpiente. Pero había llegado.

Veo a los esclarecedores llegar al SID y me alegro cual judio ario-raza-suprema.- Hombre, por fin habéis llegado, ya era hora. Llevamos esperándoles dos días. Bueno, da igual.- Acto seguido hace un gesto para que los esclarecedores le sigan.- Debéis elegir un artefacto diferente cada uno. Os lo voy a presentar.- Digo frotándome las manos.

a) Modulador sicopositrónico.- Los esclarecedores ven una especie de barril enganchado a lo que parece un hilo y un robot abajo, metiendo la cabeza en el barril.- Sirve para experimentar con los robots, es muy divertido.

b) Cepillo de dientes ultrasónico.- Es un arma de doble filo. Te lava los dientes y te los deja reluciente, y por este agujerito hay una micropistoláser. Para misiones muy excitantes.- Asiento con la cabeza y se me cae el sombrero de lo enérgicamente que la agito. Luego me pongo el sombrero y continúo hasta el próximo objeto sonriente.

c) Reproducción de plástico de un humanoide mujer. No es más que una especie de muñeca, la encontramos fuera, es entrañable. Supongo que se usaba antes para entretener a los robots, o algo así.- Acto seguido muestro todas las partes de la muñeca. Los esclarecedores pueden ver que es una muñeca normal y corriente, tiene una anilla en la espalda.

d) Un transistor. No hemos logrado hacer que funcione. A ver si vosotros lo podéis hacer funcionar. 

Miro a los entusiasmados esclarecedores.- ¿Y bien? ¿Qué elegís cada uno?.- Me froto las manos y me encojo de hombros.

Pisto-R-ABO-5 no puede sino sonreír por qué finalmente ha llegado a su destino. Si bien con las piernas rotas, ha visto como algunos clones morían en el intento, por lo que su sonrisa es sincera y enorme. 

Siendo consciente de cuánto tarda en moverse ahora, cuando presenta el primer objeto comienza a moverse hasta el. - Yo escojo esto. - Se mueve despacio y se acerca con cautela, observando pero sin tocar. - ¿Cual es el próximo paso de nuestra misión? - Habla sin volverse, fascinado por el objeto que ahora le pertenece.

Me agacho para hablar con el singular esclarecedor que se arrastra cual serpiente sionista. Sonriendo le contesto.- Estos objetos se tienen que probar aquí, es parte de vuestra misión el probar el material experimental.- Acto seguido me pongo erguido y observo a estos pasmarotes.- ¡Vamos! ¡No tenemos todo el día! el ordenador necesita vuestra ayuda.- Y me froto las manos.

¡Oh, por supuesto! - dije con alegría desmesurada. - ¡Me encantará probar estos objetos!

Me dirigí inmediatamente a esa mujer de plástico. Creía recordar que se le llamaba "muñeca hinchable", pero eso eran rumores, así que no osé a decir nada.
 

A ver, veamos cómo funciona esto... -dije mientras agarraba la muñeca y la movía de un lado a otro. -¡Sí, creo que funciona adecuadamente! ¡Me la llevo!

Había ignorado intencionadamente la anilla que salía de su espalda. Por algún motivo, pensaba que esa anilla no debía ser tocada hasta algún momento en el futuro. Serviría mejor al ordenador si actuaba así, si. Eso creía.

Hago una señal a Pisto-R-ABO para que trastee sin problemas el cacharro.- Necesito que trastees el cacharro y que veamos cómo modifica al enfermo robot.- Acto seguido asiento con la cabeza para que proceda y pulse el botón de "start". Luego se gira a Super-R-ABO y dice sorprendido.- ¡Mira! ¡Ahí tiene una anilla! ¿La has probado?.- dice sonriendo al amable esclarecedor. 

Ahora me dirijo hacia los demás.- ¡Vaya! no os decidís... bueno, si tardáis mucho yo os diré qué podéis probar. ¡Seguro que os divertís probando! El ordenador es nuestro amigo.

- ¡Vaya, vaya! ¡cosas GRATIS! -comento cada vez más ilusionado mientras me acerco a los objetos restantes- El cepillo de dientes me vendría genial para mi dentadura postiza, pero igual esa micropistoláser me deja alguna mancha en el sucedáneo de esmalte. Por tanto... ¡te elijo a ti, transistor que no funciona! -digo alegremente.

Al coger el objeto, lo examino por todas partes por si hay un botón de encendido*. A continuación, lo dejo con delicadeza en su sitio, y le doy un par de golpes como si de una televisión vieja se tratase (claro, que yo no sé lo que es una televisión vieja, saber eso es traición).

- ¡Dichosa... -<golpe>- ...tecnología... -<gople>- ...complicada! -<golpe> digo muy falsamente feliz.

Miro asintiendo con la cabeza a Viejet-R-ABO.- Nosotros no hemos logrado hacer funcionar este antiguo transistor. A ver si alguien es capaz de averiguar qué le pasa. Seguro que el ordenador le recompensa gratamente.- Digo frotándome las manos y arqueando las cejas. Una gota de sudor cae por mi cara.

El ordenador habla.- Esclarecedor Viejet-R-ABO, ¿Tu sorpresa insinúa que todo en el complejo NO es gratis? ¡Todo es gratis!.- La comunicación se corta.- Si vuelvo a escuchar semejante barbaridad mandaré a que te zapeen.- Ahora sí se corta de verdad la comunicación.