Partida Rol por web

- ¡Oh! ¡Claro! ¡No la había visto! - digo, sonriendo falsamente. -"Vaya, éste maldito me ha pillado. Pues como sea una trampa se va a enterar". -¡Camarada Bacter-I-OO! - le digo sonriente mientras me acerco a paso rápido hacia él, tanto que podría decirse que voy corriendo. - Voy a necesitar su ayuda para probar éste aparato. -digo mientras coloco la muñeca hinchable entre sus brazos, sin darle tiempo a reaccionar. - ¡Veamos qué ocurre si tiramos de la anilla! - digo finalmente, agarrando la anilla y pegándole un fuerte tirón.

Pisto-R-ABO no necesita que se lo digan dos veces, como si dieran el pistoletazo de salida pulsa el botón emocionado para descubrir como reacciona el robot. Se queda plantado en el lugar, y aunque tratase de separarse tampoco es que sea demasiado rápido ahora mismo, además, confía en el ordenador, el ordenador solo quiere lo mejor para Pisto-R-ABO.

-Pues yo, encantado de tener otro arma con la que combatir el comunismo. Y si además me sirve para mejorar mi higiene personal, tanto mejor. Por tanto, me quedo el cepillo de dientes-pistola.

Mono-R-ojo 3 coge el cepillo de dientes y con un malabarismo lo hace girar en el aire a fin de metérselo en el bolsillo delantero de su camisa. 

- Excelente, Mono-R-OJO pero no se te olvide que tienes que probarlo aquí y ahora. Órdenes del gran Ordenador.- Acto seguido hago un gesto positivo con las dos manos, como diciendo "ok".

Mono-R-ojo prueba primero el cepillo.

-¿Tiene un poco de pasta de dientes?. ¿No?. Bueno, para la prueba dará igual.

Se da una buena cepillada tal como muestran los videos de instrucción del servicio de higiene y control de enfermedades.

Bacter-I-OO acude se queda mirando la muñeca con cara de sorpresa e intrigado mientras el esclarecedor tira del aro. Se escucha una voz dentro de la muñeca decir.- Soy Adamasi y te quiero mucho.- No parece ocurrir nada más.- Qué muñeca más mona.- Dice Bacter-I-OO.- ¡Habla como nosotros! ¡Genial Esclarecedor! ¡Puedes quedártela si quieres como regalo por asumir el riesgo!.

Parece que Viejet-R-ABO no se lleva bien con el transistor.- Ya déjalo.- Dice el sionista.- Tranquilízate e inténtalo de nuevo. Vosotros podéis ayudarles esclarecedores.- Dice guiñando el ojo para que su amigo no se ponga triste.

Pisto-R-ABO da al botón y establece una frecuencia. El robot comienza a temblar y todas sus partes se ponen rígidas.- Genial camarada, has paralizado al robot. Gracias por probar este novedoso artilugio.- Dice mientras da una palmadita al tonel de metal y comienza a soltar un polvo exagerado.- AAAAACHÍS. Disculpen. Tengo alergia a las muñecas JAJAJAJA.- Acto seguido mira a los esclarecedores para que rían.

Mono-R-OJO le da al botón de encendido y el cepillo comienza a vibrar bruscamente. Finalmente deja los dientes blanquísimos a Mono-R-OJO.- Vaya, nadie diría que eres negro, digo... ario oscuro. Tienes una sonrisa más blanca que la misma nieve artificial. Es estupendo este artilugio. Para tí.- Se lo da con generosidad a Mono-R-OJO.- Los demás a los que no les he dado nada dejad las cosas por aquí.- Señala un lugar de la sala.- Y podéis iros.- Gracias.-

De repente escucháis como si un robotanque entrara en la sala, es un estruendo muy fuerte. Los técnicos del SID salen corriendo por la puerta de emergencia.- ¡SOCORROOOO!.- Gritan algunos infelices. De repente os dais cuenta de qué produce esa infelicidad. Un Mamut  Animal con dos grandes cuernos que salen de su boca y una nariz gigante como la de aquel héroe llamado "Pinoc-H-OO" gigante ha entrado a trompazos rompiendo la pared metálica y está arremetiendo contra todas las mesas y todos los artilugios. Por suerte está fuera de vuestro alcance y no parece fijarse en vosotros. El profesor Bacter-I-OO grita.- NOOOOO, ¡MI LABORATORIO! ¡QUÉ FELIZ SOYYYY!.- Tiene miedo pero es feliz. También corre para salvar su vida.

Recuerdo a los esclarecedores que no vuelvan a perder el anillo, es importante para la paz y estabilidad del complejo alfa. Tampoco hay que examinarlo ni tocarlo en exceso, podría revelar información no deseada por el ordenador.- Los esclarecedores se miran sus bolsillos. El anillo está en el bolsillo de Pisto-R-ABO.- Información de última hora: Un animal muy pequeño se ha colado en el área del SID. Parece ser un extraño cruce entre Pinoc-H-OO y otro ser desconocido. El animal no ha ocasionado desperfecto alguno.

¡WOOO! ¡YA VEO! ¡Ningún desperfecto en absoluto, no señor! - digo mientras pongo pies en polvorosa. - ¡Vamos chicos, dejad a ese simpático animalito en paz y continuémos la misión. -digo mientras me dirijo a la salida más próxima opuesta al mamut. A la vez que corro, busco en mis bolsillos... - ¿No había una granada por aquí? - pienso, como intentando recordar algo que había olvidado.

Mono-R-Ojo sale de la habitación satisfecho con su nuevo artilugio, mientras acababa de cepillarse los dientes. Difícilmente podían ser más blancos y brillantes, pero aquel cosquilleo se le hacía agradable. 

Y de nuevo salió a los pasillos del Complejo Alfa. 

Me dispongo a trastear con el transistor pero he de admitirlo: no tengo ni idea de estos cachivaches. Por suerte, Bacter-I-OO me anima a seguir cacharreando y yo le sonrío muy contento. "Qué majo es, él sí que sabe tratar a una persona de mi edad. ¡Ains, aún quedan jóvenes educados!", suspiro mentalmente de manera alegre.

Y me dispongo a echarle otro ojo al transistor, pero entonces... 

- ¡Por el ordenador bendito! -exclamó horrorizado al ver como ese bicho gigantesco se carga todo el laboratorio de Bacter-I-OO con sus patazas. En el último momento me doy cuenta de que soy tan feliz con esa dantesca escena que se me había olvidado demostrarlo, así que pongo una enorme sonrisa en mis labios- ¡Salgamos de aquí, camaradas! -y corro para salvar mi vida.

Todos salen finalmente del lugar. Super-R-ABO opta por despreciar el maravilloso regalo que el científico le hace. Además tira una granada hacia atrás. No obstante no parece ser necesaria esa granada pues tras salir del complejo hay una gran explosión que deja fritos a los de dentro del SID. La muñeca acaba de explotar. Después de esa gran explosión la granada que tira Super-R-ABO suena como un pedo. El pobre Pisto-R-ABO hace lo que puede por sobrevivir pero debido a que solo puede correr reptando explota en mil pedazos con el SID cuando estaba justamente en la puerta... mala suerte.

Los esclarecedores son impulsados por la onda expansivas. Finalmente todo se queda en la calma.

Levantándome con un poco de dificultad, me sacudo un poco el polvo de mi uniforme de esclarecedor, cosa que hace que se me meta por la nariz y toso un poco. Unas toses más fuertes le siguen, hasta casi echar un pulmón por la garganta. "Ains, quien me mandaría a mí fumar de joven. Si, cuando era joven, mi pelotón y yo no nos hubiéramos fumado esos puros que incautamos a unos malditos bolcheviques, mis pulmones serían más felices". Pero ya no había solución para eso.

La explosión del SID lo ha dejado todo lleno de escombros y mis compañeros yacen tirados, tal y como estaba yo hace unos instantes.

- ¡Amigos! ¿estáis bien? -pregunto aparentando felicidad y acercándome a ayudarles.

Monor-R-Ojo-3 se atraganta con el cepillo de dientes en la caída y tiene una arcada y cae de bruces tosiendo.

Se levanta limpiándose el uniforme con el propio cepillo. "Si es que sirve para todo, ¡qué maravilla!"

-Tsk, tsk. Mala suerte, amigo. Una cosa que me dejaron bien claro en el curso de esclarecedor es que con las granadas no se juega. "Quien con granadas juega, sin dientes se queda", decía el profe. Bueno, que no decaiga, la muerte de nuestro compañero no ha sido más que un sano ejemplo de selección natural. Hay mucho que celebrar. 

Monor se dio la vuelta para mirar lo que quedaba del edificio del SID. Con un poco de suerte la granada se había cargado a PINOCHOO.

Acabé rebotando a trompicones por el suelo. "¡Maldito complejo de mala muerte!" -me lamentaba. -"¿Es que no hay una sola persona cuerda en este lugar?" - pensaba mientras me daba cuenta de lo afortunado que había sido de que la muñeca no hubiera explotado en la cara. Aunque sentía haber desperdiciado una granada... la munición no abundaba por aquellos lares.

Me levanté, sacudiéndome el polvo y miré al resto. "Vaya, parece que casi todos nos hemos salvado, que ya es tener bastante suerte" - pensaba mientras echaba un vistazo al resto de mis compañeros. -Bueno, chicos. -dije con una media sonrisa. - Parece que el "inofensivo" animalito del SID se ha calmado al fin. Ya va siendo hora de que continuemos la misión, ¿no? -decía mientras buscaba con la mirada a uno de nuestros camaradas. - ¿Dónde está Pist-O-R-ABO? - dije finalmente. - Era él quien tenía el anillo, por tanto es él quien debe guiarnos hacia la muer... estooo, hacia Dest-I-NO. -decía, mientras me preguntaba dónde demonios estaba ese dichoso lugar.

Solamente queda el animal tumbado, inerte, lo demás está totalmente pulverizado.

El Gran Ordenador hace acto de presencia, y dice con voz amable.- ¿Quién ha sido el responsable de la demolición del SID?.- Acto seguido espera una respuesta de los esclarecedores.

-Oh, mi querido ordenador, he visto como Supe-R-Abo 5 arrojó un artefacto explosivo hacia el interior, justo antes de que el edificio saltase en pedazos. Debió ser eso. Pero el traidor ha sufrido su justo castigo.

Mono-R-Ojo sonríe enseñando dos filas de dientes perfectamente blancos. 

¡En absoluto! - exclamé con una forzada sonrisa. - Lo único que hice fue lanzar una granada hacia Bacter-I-OO para intentar detenerlo. ¡Fue él quien hizo explotar el complejo! Parece que no confiaba en el ordenador, porque parecía querer acabar con el inofensivo animalito, creyéndolo una amenaza. - miré a Mono-R-OJO. - Espero que te abstengas en el futuro de acusar de traidor a un seguidor tan aférrimo del ordenador como yo. - dije.