Partida Rol por web

Salvo por el detalle de que no entendía por qué el jefe recibía el título de príncipe y no rey, el cual era mucho más adecuado teniendo en cuenta las analogías, se podía decir que si, que estaba entendiendo lo que me decía. Del mismo modo, eso me hacía preguntarme algo que necesitaba preguntar.

- Por supuesto. Únicamente no me cuadra la terminología, pero eso es un detalle menor y también uno que no puedo alterar, pero nuevamente tengo una pregunta - le advierto antes de formularla - Si lo de esa silla en el consejo sale adelante, ¿sería únicamente para gente como Polilla y María o, por ejemplo, yo también podría postularme?

Podía sonar atrevido, pero eso dependía del marco que querrían darle, porque bien podía continuar siendo exclusivo de vampiros o también permitir el acceso a gente bajo su influencia.

Despejo su frente, mirándola con cierta expresión paternal ante tal ingenuidad.

-Solo los vástagos pueden sentarse en el Consejo. Los “ghouls” como vos, ni siquiera pueden entrar a los Elíseos sin permiso…  Tanto progresismo como para que participen en el gobierno, es demasiado pedir. Tal vez en mil años pueda proponerse, pero no abrigaría muchas esperanzas.

Su vista se desvió hacia la ciudad. La noche porteña era inmensa, ciertamente. Pero la vista parecía algo pequeña desde un simple tercer piso, comparado a lo que quería decir.

-Claro, eso en cuanto al gobierno de los Vástagos. No hay ninguna razón para que un ghoul no se convierta en un político importante, empresario exitoso o estrella mediática; es decir alguien con mucho peso en la sociedad humana. De hecho, puede ser muy conveniente tanto para el ghoul como para el dormitor, según el caso. ¿Te ves sentada en alguna de las Cámaras o en el Consejo deliberante porteño? +sonrió a medias, evaluándola de reojo.

Me comí las palabras para no decir lo primero que me había venido a la cabeza, porque no podía preguntarle que si estaba loco ¿verdad? Aunque seguro que mis ojos y un nuevo sonrojo revelaron la pregunta.

- Eso es muy complicado Facundo y eso al margen de manipulaciones de todo tipo, además hay que valer para ello y yo, reconozcámoslo, no estoy hecha para la política - al menos no ahora - Primero necesitaría estudiar ciencias políticas, afiliarme a un partido, subir en su escalafón - empezaba a sentir vértigo - y finalmente acudir a unas elecciones y ser elegida.

Resultaba un trayecto demasiado largo para empezar ahora mismo de cero, por eso lo descartaba como si fuera una broma del vampiro.

- Pero si tanto te interesa, supongo que en el mejor de los casos podría dejarte y comenzar a salir con alguno que ya lleve media carrera.

Bromeo, pues jamás se me pasaría por la cabeza dejarlo.

Entrecierra los ojos ligeramente, meneando la cabeza. Ciertamente, era una ternura de ingenuidad.

-Querida, los estudios no importan y las afiliaciones son cosas de chasquear los dedos para arreglarlas…  En cuanto a las elecciones, no las gana el mas preparado ni el mejor candidato, sino el que mejor se vende,… y tu linda carita podría venderse muy bien con mi financiación. Lo que si es cierto es que estas algo joven y verde, pero eso puede arreglarse también con un poco de tiempo. No obstante, tranquila; ya tengo un diputado en la nomina y a unos cuantos funcionarios debajo en las posiciones que me sirven. No necesito más, por el momento.

Bebió otro sorbo, restando importancia al tema con un leve gesto.

-Nos distraemos del tema. Lo que nos interesa son los cargos de los vástagos, asi que volvamos a ello. Esa que mencione antes es la estructura principal. Pero de la misma se desprenden otros puestos, cada uno con su importancia. El primero que mencionaría es el mío, claro, la Arpía…+un deje de satisfacción le hizo esbozar una mueca casi igual a una sonrisa, pero infinitamente mas perversa+ Quien se ocupa de distribuir los rumores, llevar el control de los favores, y vigilar la reputación de los vástagos del principado. Si tuviera que comparar seria como el “cuarto poder” del periodismo; la información, la opinión popular, la imagen.

-En contraposición esta la Sheriff, que representaría a la Policía, y por ende a parte del Poder Judicial. Ella es la encargada de investigar los crímenes de la Estirpe y dar caza a los culpables, proteger al Principado, etc. Un puesto que va en paralelo es el Azote, que seria algo así como Gendarmería; es un cargo violento, dado que debe cuidar las fronteras de invasiones o peligros extranjeros, o dar caza a los vástagos ilegales, como los “caitiff”. Aunque esto último se supone que ha cambiado en las noches recientes… Igual que pasa con las personas, suelen chocar en el tema jurisdiccional; sumado a los riesgos que ya corren... no los envidio en lo absoluto. +asevero con sinceridad.

Mientras hablaba, aproveché para llevarme la copa a los labios y fantasear brevemente con que era su sangre lo que yo también bebía. No le daba importancia a la política, ya tenía suficiente con la familia, pero eso no significaba que antes o después tuviera que liarme con ella, aparte de que parecía útil conocer quién ostentaba alguno de esos cargos que mencionaba.

- Así que soy la secretaria del director del periódico, solo que creo que me libraré de llevarte el café todas las mañanas - bromeo devolviendo la copa a su sitio - Me gustaría conocerlos a ambos, quizás así pueda evitar que me consideren un objetivo de cruzarme con ellos.

Era un paso básico, porque si conocía a aquellos que podían causarme problemas, era más provable que los viera venir si hacía que bordeara sus leyes ¿No?

Finalmente la Toreador relajó su cuerpo apoyándose en el sofá mientras bebía de su copa. Se habían entendido, quizás mas de lo que creían.

Cita:

Los ojos de la Toreador se avivaron. Seguramente podremos hacer algo al respecto... Se escapó de su boca por lo bajo.

Escuchó todo el relato de Franco, con cara ahora preocupada. Esas balas podrían realmente ponerlos en serio peligro. Debían ser paradas de una forma u otra. - Hágalo Doctor, quiero hablar con ella. Le ofrezco a Rosa un salvoconducto para una reunión secreta en el Elíseo. Tiene mi palabra que podrá retirarse sana y salva cuando quiera.

-Es posible que se presente la oportunidad cuando estés con Polilla, pero no debería ser el caso; nuestros negocios van por lados diferentes. Además, basta con que digas para quien trabajas y tendrian que consultarme antes de hacerte nada…

Meneo la cabeza; ciertamente había un pequeño riesgo ahí, pero ¿que era la vida sin emociones? O la no vida, para lo que contaba. En todo caso, no era tan importante.

-Continuemos. En la parte inferior de la escalera por así decirlo está los Guardianes de Eliseos. La señorita Latour, que ya conociste, es una. +alzo una ceja sin decir mas. Después de todo, los gemidos y gritos que le había sacado a la Toreador seguramente se escucharan abajo+ Ellos vigilan estos santuarios, los organizan, se encargan de la agenda social de los mismos y de mantener el orden y el decoro, imponiendo las normas por la fuerza si es necesario para asegurar la paz.

-Por ultimo, hay puestos no tradicionales o sin designar. Por ejemplo, el sheriff o el azote suelen tener ayudantes para sus tareas. Igual los guardianes. Esta gente no tiene un titulo propio, pero gozan de la confianza de alguien que si, asi que tienen su importancia. De los otros, y especialmente de la gente que conoces, rescataría al Doctor Noble. El es ahora Administrador, un puesto nuevo que viene a ser “Guardián de todos los elíseos”.  Como lo vas a ver con cierta frecuencia es importante lo tengas en mente.

Por lo visto había muchos más vampiros de lo que una podía imaginarse, de lo contrario no serían suficientes para ocupar tantos puestos, pero por otro lado, resaltaba lo bien que sabían esconderse y pasar desapercibidos... y eso intuía que entraba dentro de las competencias de Facundo como director del periódico. En cualquier caso, sería mejor dejar de admirarlo o podría molestarse si llegaba a perder el hilo de la conversación.

- ¿Eso quiere decir que hay varios elíseos? ¿Y cómo lo voy a ver con frecuencia si se supone que no tengo permiso para entrar?

Hago las dos preguntas prácticamente seguidas, básicamente para no olvidarme ninguna de ellas y demostrar que tenía toda mi atención.

Tamborilea los dedos sobre el apoyabrazos del asiento, pensativamente.

-Sos mi secretaria; si te necesito en alguno de esos sitios vas a entrar. Es cuestión de permiso y eso se consigue fácilmente.  +murmuro con calma.

Seguidamente alzo la diestra, y procedió a enumerar despacio.

-Respecto a cuantos son, hay varios, si. De los edificios importantes de la ciudad, obviamente conocerás el Teatro Colón, el Museo de Bellas Artes y el Palacio Barolo. Desde luego, me agrada mas el ultimo aunque tanga un aire tan anticuado; pero los otros dos son recintos Toreador y...  +deja la frase en el aire. Es difícil describir la sensación de incomodidad ante tanta banalidad sin entrar en el terreno del insulto. El arte podía ser un buen negocio, una inversión de fondos, pero la apreciación de sus encantos no iba mucho con el alma de Facundo.

-También hay edificios particulares o históricos, que sin ser elíseos oficiales se rigen por las mismas leyes. La Jabonería de Vieytes, que le pertenece a la propia María Malena y el bar de Frank’s, de don Matías, el primogénito Malkavian.  Pueden surgir otros con el tiempo; es un derecho de la Princesa designarlos.  

Tomo la copa y bebió lo que quedaba con gesto lento. Podía sentir el amanecer no tan distante y el sueño llegando con él.

-Por esta noche, yo diría que es suficiente… ¿Quedo alguna duda en el tintero?

La verdad es que si, aunque no una pregunta propiamente dicha, sino más bien una petición muy necesaria, más a
un teniendo en cuenta lo que me jugaba si en verdad iba a tener que relacionarme con más vampiros.

- ¿Podrías pedirla mañana mismo? Preferiría que todos supieran que estoy contigo, sólo por seguridad.

Le pido intentando permanecer tranquila, pero ya sabiendo lo poco que sabía de su mundo, tenía que admitir que me sentiría más tranquila de contar con esa detalle "oficial".

-Podría, pero todavía no. +se sincero, mientras lentamente se incorporaba.+ Tengo mas cosas que hablar con el doctor Noble y prefiero hacerlo todo de una vez en ese momento. Igualmente no va a ser dentro de mucho… en realidad, bastante pronto. Relájate.

Ciertamente era un encuentro que no iba a postergar demasiado. En cuanto tuviera la información preparada y compilada, tendría que reunirse con el Administrador.

Le tendió la mano a Sofía para ayudarla a levantarse, un gesto cortes pero firme pese a la suavidad con que lo ejecutaba.

-¿Vamos? Es hora de descansar, para los dos.

El Giovanni asintió en silencio a la mención de colaborar en dar solución a la supremacía de Ernestina, la ayuda de la Príncipe no podía ser directa, claro, pero sería vital para lograr sus propósitos. Tendría en cuenta esa sugerencia para más adelante. Luego escuchó la respuesta acerca de la Ventrue - Un Eliseo será peligroso, hay una caza de sangre sobre ella y suspenderla sería sospechoso. Te ofrezco hacer esto en las sombras, María Malena. Me pondré en contacto con ella y buscaré un lugar seguro y discreto para que hablen. Te mantendré informado - dijo, convencido de comenzar cuanto antes con el contacto.

- Como Administrador, además de supervisar los Eliseos y de ser asistente tuyo y de la Senescal, y tu alfil consejero, sería adecuado también trabajar en la administración del Principado. Esos temas burocráticos y secundarios para tu liderazgo, pero necesarios, de los cuales puedes prescindir de ocuparte. Sin embargo, quiero consensuar contigo todas esas decisiones, y la primera es acerca de Julieta*, deseas disponer de ella como secretaria o prefieres que sea César? Creo que la experiencia de esta Toreador durante los dos últimos años nos puede ser de utilidad, me gustaría darle un puesto dentro de la administración - preguntó como última inquietud, aguardando su opinión. 

- Puedo ayudarte en algo más? - concluyó, abierto a escuchar alguna otra petición de la Príncipe. 

El encuentro con Rosa sería algo importante. Necesitaban información del Sabbat, y quizás la Ventrue podría dárselas a cambio de salvar su cuello. Asintió a las palabras de Franco en cuanto a organizar el encuentro.

- Perfecto Doctor, donde a usted le parezca, y lo mas pronto posible. Era un tema inquietante que debería ser solucionado pronto.

- Julieta tendrá un lugar en la administración. Quizás pueda ser Guardiana, se lo merece. Antes tengo que solucionar unos temas con ella, pero sin dudas tendrá su lugar. El puesto de Secretario quedará para... para mi futuro Chiquillo. Sonrió extrañamente. Una sonrisa un poco indescriptible, entre contenta y juguetona.

Franco asintió ante la urgencia de la Príncipe de contactar a Rosa, era un tema al que le daría prioridad, si aún estaba en Buenos Aires la encontraría. Luego se sintió a gusto con la consideración sobre Julieta, de algún modo se merecía ser tenida en cuenta en aquella gestión. Sobre la mención de su futuro chiquillo, sonrió con complicidad - Un gran privilegio tendrá este caballero, ser el chiquillo de la Príncipe de Buenos Aires, habrá nacido en lo más alto y con la mejor madre que se puede tener - dijo, y elevó su copa de vitae/malbec para brindar con ella - Me encargaré que tenga todo lo necesario para ser el mejor secretario que puedas tener -

- María Malena, tu reino recién comienza y espero no tenga fin. Cuenta con la ayuda de este amigo leal para llevar a Buenos Aires a su más alto esplendor, aún mayor del que fuimos testigos hace un siglo atrás. Tendrás tu entrada de honor muy pronto en el Teatro Colón, me encargaré de organizarlo con la colaboración de los Toreador, ya que cuento con la bendición de su Primogénita - sonrió al nombrarla, María Malena concentraba en ese momento más poder que la propia Alexandria - Hablaré con el resto del Consejo para acordar los temas burocráticos de esta gestión y te pondré al tanto de cualquier novedad sobre la Ventrue. Llámame por cualquier cosa que necesites, regresaré en unos días con novedades - le dijo y se puso de pie. La tomó de los hombros y besó sus dos mejillas, y luego se despidió de la soberana de Buenos Aires. 

La primer reunión oficial había sido ya jugosa. Las palabras de Franco respecto a su futuro Chiquillo la hincharon un poco de orgullo. Se preguntaba que se sentiría en el momento de ser Sire de alguien. No todo el mundo podía experimentar ese tipo de conexión entre seres.

Alzó su copa para brindar con el Doctor Noble. - Que así sea!!