Partida Rol por web

Fervor de Buenos Aires (VLM)

El doctor

Cargando editor
17/06/2018, 02:18
Dr. Franco Noble

Cuando la espalda de David chocó contra el pecho desnudo de Franco, el Giovanni llevó sus manos al cinturón del La Sombra y lo desprendió, liberando su pantalón que comenzaba a caer lentamente. Entretanto una extraña sensación envolvía su cuerpo, como si una fuerza invisible quisiese atravesar su piel desde varios frentes. El mutuo juego de dominio continuaba, mientras Franco se abría paso hacia David, éste quería entrar en su interior de un modo diferente, tan inesperado como fascinante. El temor a lo desconocido volvía a aparecer, ambos estaban viviendo nuevas experiencias, pero no era momento de dudas, cruzar la barrera de lo prohibido era algo que en ese momento los deleitaba a los dos por igual.

Sintió el abrazo invisible de David, de modos irracionales e impredecibles, el propio cuerpo del joven parecía desvanecerse por momentos. Él dio un paso adelante, sintiendo el frío cuerpo del La Sombra ceder ante su presión, una sensación que llevó al Giovanni a abandonarse a la propuesta -Muéstrame el abismo- le susurró al oído, mientras sentía como su cuerpo perdía fuerzas ante la invasiva presencia que lo abrazaba - Seamos uno... y vayamos más lejos - dijo con una voz que no ocultaba el placer que estaba sintiendo al sentir el cuerpo del La Sombra fundirse con el suyo.

Notas de juego

Disculpa la demora, Gamo, estoy medio corto de tiempo. Quedó un poco breve (pero no menos intenso por eso XD), es que no se bien cuanto del cuerpo de David siente Franco y cuanto esta desvanecido, ni tampoco de que forma entra en el Giovanni las sombras del La Sombra, así que te dejo esa descripción a ti ;)

 

Cargando editor
03/07/2018, 01:50
David Burton-Miller

La mayoría de las tradiciones religiosas predicaban un abismo de fuego y dolor, destino inevitable que aquellas almas que no obedeciesen la doctrina gobernante, lugares de castigo y condena ideados para el controlar por medio del miedo. Pero el verdadero Abismo era diferente; un reino de oscuridad y frío que sólo resultaba agobiante para seres que, dependientes de la luz y el calor, no llegaban a comprender su belleza y poder.

Franco buscaba obtener placer carnal y emocional, ambos satisfactorios pero efímeros. Por mi parte buscaba mostrarle el deleite de abandonarse a lo desconocido, la libertad de moverse sin fronteras. Por eso sonreí con malevolencia al escucharlo rendirse a mi propuesta apresándolo fuertemente con los tentáculos que recorrían su piel y lo atraje hasta que nada nos separaba. No... Lejos no... Cerca.. Más cerca... Mi voz no poseía ya rasgos humanos, era simplemente la vibración de una sombra. Aunque su cuerpo entraba en el mío, en ocasiones no había nada a su alrededor.

Él instintivamente quería marcar un rítmico vaivén pero sus intentos se veían frustrados debido a la naturaleza del espacio en el que se adentraba; a pesar de la cercanía de nuestros cuerpos cada una de sus embestidas le llevaba a mayor profundidad, contradiciendo las leyes naturales y reafirmando así que él, o al menos una parte de su cuerpo, se encontraba en un espacio más allá de lo comprensible.

Yo podía sentir como él se debilitaba a cada instante, pues el Abismo no da, sólo toma para sí. Al igual que un mortal, incapaz de resistirse al Beso del vástago, entrega voluntariamente toda su sangre, Franco obsequiaba sin saberlo toda su Vitae al Abismo. Pronto sólo quedaría un cascarón seco, y su esencia estaría atrapada para siempre en la vasta oscuridad del vacío infinito. Sólo debía dejarle deleitarse unos momentos más y él dejaría de existir... Pero no era eso lo que deseaba esa noche, pues aún en la cumbre el éxtasis yo era Amo de mi Disciplina, no su esclavo.

Ladeé mi cabeza para exponer mi cuello a su boca. Aliméntate... Susurró una sombra en su oído, fue sólo una invitación, no más que una sugerencia, pero sólo un instante después nuevamente sentí sus colmillos perforar mi piel pues la oscuridad se caracteriza por resultar irresistible para el débil y, aunque Franco difícilmente puede ser llamado así, Ella ya había tomado mucho de él.

Y fue gracias al regreso de su propia vitae, luego de ser ofrendada al Abismo, que Franco pudo recuperar la fuerza necesaria para morir brevemente, envuelto en un sudario de sombras.

Cargando editor
11/07/2018, 15:51
Dr. Franco Noble

Franco estaba ciego, de placer y de hecho. El resto de sus sentidos le daba indicios de una imagen que su cerebro no podía procesar, algo de la realidad no encajaba en el mundo que conocía. Olía la piel de David al recorrer su cuello, saboreaba su sudor, sentía los músculos de su torso mientras lo abrazaba y oía el jadeo de su respiración, exploraba por medio de la carne los misterios del abismo. Pero algo inexplicable sucedía, se sentía envuelto en todas direcciones, sentía como el cuerpo del La Sombra se desvanecía por momentos, y un frío infernal los invadía, era la puerta del abismo, su primera vez con un hombre y su primera vez en el reino de las sombras. 

Placer por lo prohibido, por lo desconocido. Franco estaba en un éxtasis inexplicable, su cuerpo experimentaba sensaciones que nunca había sentido, su mente exploraba conocimientos que ningún Giovanni jamás había conocido, su corazón latía con fuerza en la cercanía de su amigo, ahora unido por un vínculo sanguíneo a él, y su alma se sumergía en las tinieblas, un mundo nuevo que parecía devorarlo. Sus fuerzas lo abandonaban poco a poco mientras tomaba consciencia que no estaba con David, sino dentro de David, ambos eran uno en más sentidos de los que hubiese imaginado. La muerte se acercaba lentamente, una sensación que el Giovanni conocía pero David tal vez no, un nuevo misterio se sumaba entre ellos, el temor y el placer se habían fusionado.

La voz de su compañero retumbó en su cabeza como un eco lejano desde otra dimensión. Aliméntate. Su boca buscó a ciegas la piel del joven, que se desvanecía y se materializaba de modo intermitente, y tras unos instantes clavó sus colmillos y bebió. En ese momento, al placer que ya sentía le sumó el éxtasis del beso, y el interior del Giovanni pareció explotar, mientras la vitae del La Sombra empapaba sus labios. Bebió lo suficiente para recuperarse, luego extendió sus brazos a sus costados y alzó su cabeza, como si estuviese crucificado - Tu turno - dijo, inmóvil. La oscuridad disimulaba la palidez de su piel, pero su cuerpo se tornó frío, un leve hedor a descomposición lo abrazaba mientras el reino del nigromante acudía a su llamado*. La muerte se unía a Franco de un modo incomprensible, las puertas de ambos abismos estaban abiertas, ahora era el La Sombra quien tenía frente a él algo nuevo, algo que ni su sire hubiese comprendido - Bebe y muere conmigo - dijo con una voz ajena, de ultratumba, mientras el frío aliento se condensaba en el aire.

Notas de juego

* Frío de ultratumba (una aplicación diferente de la disciplina XD, Franco está fusionado a las sombras y David a la muerte... linda imagen XD)

Gamo, mil disculpas por la demora

Cargando editor
16/07/2018, 01:38
David Burton-Miller

Desde mi conversión había descubierto todo un mundo de sensaciones nuevas, aterradoras y oscuras pero no por eso menos fascinantes. Más esa noche finalmente tenía la oportunidad de explorar una frontera que nunca había podido explorar: la muerte.

Mi sire me abrazó mientras yo esta inconsciente así que recordaba cómo había muerto. En un momento era un mortal envuelto en sombras y al siguiente un vástago sediento capaz de asesinar sin pensar. Jamás tuve ocasión de sentir mi cuerpo cruzar la barrera entre la vida la muerte, no agonicé lentamente mientras reflexionaba sobre mis errores, ni me reí delirante de los miedos y terrores que me hubiesen detenido.

Bebía de mortales para mantener la imitación de vida que me permitía moverme, siempre con el temor a sufrir la Muerte Definitiva antes de lograr trascender y ser uno con la Oscuridad, mi diosa. Era eso lo que me impulsaba a alimentarme, mi deseo de existir hasta lograr mi meta, y fue precisamente eso lo que me empujó a beber de Franco.

Mi Sire me enseñó que jamás debía beber de un muerto pues su sangre me arrastraría y, aunque había descubierto que eso sólo era otra de las mentiras con las que él buscaba controlarme, la verdad era que detestaba alimentarme de algo diferente a sangre fresca; más lo que el Giovanni me ofrecía esa noche estaba más allá del simple gusto. Era la oportunidad de nutrirme con Vitae muerta.

Con la misma rapidez que la oscuridad invade una habitación cuando la luz se apaga, me giré y abracé al cadáver en que Franco se había convertido, ansioso de tener un puente entre nuestros reinos. Supuse que debido al estado en que se encontraba su carne, Franco no sentiría dolor o placer por lo que aproveché para mostrarle como un verdadero Amo se alimentaba.

Extendí nuevamente los tentáculos sombríos hacia él pero a diferencia de la vez anterior, estos no buscaron debilitarlo por medio del contacto sino que abrirse paso en su carne. Su boca y ojos se llenaron de oscuridad, así como cada vía posible de su cuerpo, incluyendo los orificios dejados previamente por mis mordiscos. Allí donde la oscuridad encontrase vitae, comenzaría a absorberla lentamente. Aunque era la forma más placentera que conocía para alimentarme, rara vez lo hacía así pues al no otorgar el éxtasis del Beso resultaba doloroso para la víctima, y la reservaba para ocasiones especiales.

Saboreaba el flujo de vitae, controlado sólo por mi voluntad y limitado al mínimo necesario para disfrutarlo. Notaba cómo la Muerte y el Abismo se unían, podía percibir movimientos en la oscuridad circundante y como se extendía para alcanzar las manos espectrales que se elevaban desde el otro lado del velo. Si ambas lograban encontrarse se unirían en un abrazo que podría  arrastrarnos a todos, sumiéndonos por siempre en un lugar más allá de la creación, en un punto inalcanzable en medio del vacío. Un Reino nuevo de Oscuridad y Muerte.. La revelación de esa verdad provocó en mi mente un destello eufórico que me arrebató por un instante, haciéndome retroceder unos pasos y replegando todas las sombras a mi interior. Durante ese breve instante la habitación brilló, no por presencia de luz sino por ausencia de oscuridad. Luego regresó la negrura, pero esta no tenía ya nada de sobrenatural.

Debí apoyarme en uno de los muebles mientras recuperaba el control total sobre mi ser. Sin duda hay muchos camino al clímax..

Notas de juego

Ya puedes encender la luz ;)

Cargando editor
26/07/2018, 20:25
Director

Exilio*

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.
¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?
Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.

Notas de juego

*Alejandra Pizarnik (1958): «Las aventuras perdidas».

Cargando editor
27/07/2018, 14:32
Dr. Franco Noble

El cuerpo muerto y semidesnudo de Franco era rodeado y atravesado de muchas maneras por la incorpórea presencia de David, quien bebía del néctar doblemente peligroso de los vástagos y de los muertos. La sangre sellaba una unión que iba más allá de sus cuerpos, mas allá del mundo conocido e incluso mas allá de los límites que ambos habían conocido. El más sacrílego de los rituales había tenido lugar en la noche de Buenos Aires, en un sótano de Recoleta, donde dos hombres muy especiales desafiaron el orden que dioses y demonios habían establecido tiempo atrás.

Dos hombres que compartían una amistad y un respeto mutuo, ambos sedientos de conocimiento y dispuestos a ir hasta los límites de lo conocido para obtenerlo. Dos vástagos que compartían su lealtad hacia una Príncipe Toreador que había ascendido gracias a una alianza con ellos, dos miembros distinguidos del Consejo que la Torre tenía en la ciudad, aún siendo un La Sombra y un Giovanni. Habían cruzado el límite que muchos vástagos no se atreven, y bebido mutuamente de su sangre, habían ido más lejos de lo que otros hombres se animaron y disfrutaron del placer de sus cuerpos, pero su comunión no terminaba allí. Cada uno tenía las llaves de un abismo que comprendía, y en medio de una antinatural oscuridad dentro de una bóveda de muerte, inmersos en el éxtasis del sexo y la sangre, las puertas de ambos mundos estuvieron a su alcance y se abrieron. Fueron dioses por solo un segundo, un privilegio que estaba vedado incluso para los antiguos.

Fueron también demonios, la impronta del Baali en la vitae del Giovanni era tan fuerte como la de los Cappadocio lo había sido en la de sus ancestros, y ahora se sumaba la del La Sombra. Los cuerpos de ambos contenían la alquimia de la oscuridad dentro de ellos, y se convertían en lo más profano que la estirpe había generado. El sello de lo prohibido atraía la mirada de un tercer abismo, uno infernal y demoníaco del cual ellos apenas habían oído hablar, pero que los observaba en silencio, contemplándolos como hijos recién nacidos.

Ese instante significó toda una vida para Franco, pues compensaba con intensidad su corta duración. Luego de eso todo era gris, incluso los placeres para los sentidos en los que Franco se deleitaba para recordar su humanidad ya no tenían el mismo encanto. Que es la humanidad? Que es el vampirismo? Que es la divinidad? se preguntaba la nueva criatura que yacía semidesnuda en un cuerpo muerto.

David se había apartado, ni lo veía ni lo sentía cerca. Franco comenzó a vestirse, sus ropas estaban húmedas, empapadas de sangre, sudor y de la evidencia de un éxtasis que no había podido controlar en el momento de mayor placer. Su cuerpo recobraba su aspecto poco a poco, regresando del dominio de la muerte. El silencio y la oscuridad terrenal de su refugio lo amparaba como en tantas ocasiones mientras terminaba de vestirse. Sabía que otros lo observaban, David, Nicanor, y casi una decena de espíritus que él mismo había convocado. Todos ellos ya no lo miraban igual, su sacrilegio lo había ubicado en un codiciado lugar que solo compartía con David. La imagen del Pegaso y el Unicornio se vino a su mente, criaturas míticas que dominaban el aire y la superficie, destinadas a reinar sobre humanos y cainitas por igual. Pero las profundidades no respondían a ellos, ese lugar era un reino de sombras y de muerte, pero esa noche sus señores acababan de nacer.

Notas de juego

Bueno, la frutilla del postre para cerrar esta etapa. Volvemos cuando prendamos la luz (en un par de meses XD). Un placer, Gamo, ha sido un gusto esta escena. (me da miedo lo que hemos creado... Franco y David me asustan más que el Pontífice XD)

Muy bueno tu detalle para el cierre, Queen ;)

Cargando editor
27/07/2018, 18:27
David Burton-Miller

Notas de juego

Brutal la escena, amigo.

Pecaré por "falta de humildad" pero de verdad que nos quedó genial. Que se prepare el Buenos Aires Nocturno, pues se está gestando algo más peligroso que Gorgo (tanto trabajo exterminándola y creamos algo peor).

De verdad envidio la capacidad de Queen para encontrar las canciones idóneas para complementar.


PD: Tendré que esperar para saber cual era el motivo original de la bajada al sótano. :P

Cargando editor
28/07/2018, 00:24
Director

 

Fin de la escena

 

Notas de juego

Creo que hacer la banda sonoras de las películas es mi vocación frustrada ;)

Hasta la vuelta :)