Partida Rol por web

Trabia...

Una lugar hermoso y letal por igual. 

La nieve crea una postal permanente que baña con su manto todo lo que hay sobre la región, igualándolo todo.

Mientras que el frío esa esa larga y fina cuchilla de hielo que amenaza la garganta de cualquiera que ose pisar esas tierras.

De nuevo, una estampa que pone los pelos de punta, se mire, por donde se mire...

Y sin embargo, en esta misma postal, situado entre montañas y árboles, un único edificio despunta en la imagen...

El Jardín de Trabia.

Hogar de los aclamados y temidos Seeds: un cuerpo de soldados de élite capaces de combatir practicamente a cualquier contigente. Una posición muy deseada entre los pobladores de estas y otras tierras, aunque también, muy difícil de conseguir.

Sin embargo, parece que hoy haya suerte para algún afortunado.

Apenas quedan diez minutos para que sea la hora establecida y ya hay algunos jóvenes esperando.

¿Más de los esperados? ¿Menos? Quien sabe...

Uno de los más destacados es un joven que facilmente podría llegar a los dos metros de altura.

Lleva una armadura que le cubre parte del cuerpo y ropas ligeras. En su mano izquierda porta un gran escudo, en su derecha una maza, mientras que a su espalda lleva una espada.

Aunque, lo que más destaca de él, son sus profundos ojos y su melena rubia, dejando la duda si será del Yelmo o del casco.

En contraposición a esto, hay una joven que parece ser la más joven del grupo, al menos en apariencia. Lleva una larga gabardina, pero bajo ella, se ve que lleva un precioso vestido blanco y amarillo. 

Sin embargo, a pesar de su edad, de su poco más que metro y medio o de su mirada perdida, lo que más llama la atención de la pequeña es que lleva un paraguas. No se la ve ningún arma más encima, ni que pueda tener oculta, ni nada parecido. Solo lleva un paraguas con el que se cubre de las ráfagas de viento que a veces la sacuden.

Otro de los futuros candidatos es un joven de unos 17 años aproximadamente.

Vestido y cubierto por varias capas de tela y una capucha, siendo ropas claramente invernales y de la zona. 

Porta un arco a la espalda, un carcaj repleto de flechas y dos espadas cortas. Por su cara, no parece tener ganas de hacer amigos.

Una mujer es otra de los aspirantes. De unos veinte años, con ropas claramente de la zona y ligeras punturas en su rostro. De rostro pensativo y calmado. Observa todo con sumo detenimientos, sobre todo al resto de participantes. ¿Midiéndoles? Quien sabe...

Como única arma parece que lleva una sencilla lanza.

Otra aspirante es una mujer que, a pesar de llevar una capa por encima, se la ve que está pasando frío. 

Tiene varias joyas, como en la cabeza, pendientes o colgantes, y por su expresión y su porte, se diría que está bien enseñada. Se mantiene distante, algo alejada, pero sin ser demasiado llamativo.

La última joven que llama tu atención es muy parecida al hombre del escudo: ropas de invierno, cálidas, pelo claro y cara de pocos amigos.

También lleva una semi-armadura, pero esta lleva una hacha a dos manos. 

El último de los aspirantes es un joven de cabello azulado y ropas que no están del todo adaptadas a estas temperaturas.

Sin duda sus ropas son de calidad y esto lo corrobora su espada, la cual, veis en su empuñadura, que no es del todo "habitual", sino que tiene una forma muy determinada y significativa, diferenciándola de todas las demás.

A parte de estos, hay más candidatos, pero todos ellos se igualan en una cosa: esperan.

Solo quedan 10 minutos para que comience el examen...

¿Están todos preparados?

Caminando en dirección al jardín, Serenith veía a los aspirantes, no le preocupaba especialmente, siempre y cuando hubiera sitio para ella.

Siempre existía la posibilidad de que le rechazaran, pero prefería jugársela de inicio y probar de entrar en ese jardín, con fama de ser el menos estricto, que jugar a los soldaditos y probar a escalar entre millones de soldados en el ejercito, era una apuesta apresurada ante una tal vez más segura pero demasiado lenta para su gusto.

Caminando cual orangután posando de vez en cuando sus enormes brazos en el suelo, sentía que el hecho de tener que pasar una prueba ante una de las famosas seeds que lucharon contra la bruja años atrás era una tomadura de pelo, tal vez hubiera sido más apropiado viajar al jardín de Balamb, si esa maldita revista se tomara en serio su trabajo, hubiera informado con tiempo.

No le gustaban demasiado las sorpresas, y Balamb por lo que había leído, era la única en mantener un método de entrada desde hacía unos años, ahora estudiar los métodos de Trabia, jardín que antaño acogió a Selphie, había resultado ser un sinsentido. Pues esa Quistis tenía cierta fama de amable, pero también de estricta.

Hoy era el gran dia, estaba muy nervioso por todo el asunto de la prueba y esperaba que todos los meses de entrenamiento que habia realizado sirviesen minimamente para poder pasar la prueba, la suerte que tenia era que contaba con alguna "ventaja" de antemano ya que dudaba que fuera posible que muchos de aquellos candidatos tuvieran un GF.

Con algo nerviosismo me acerqué a los candidatos, no queria llamar la atención pese a mis ropas, habia muchisima gente y muchos parecian muy bien preparados.

---*No te pongas nervioso*- digo interiormente-*Has entrenado duro, ya veras como lo consigues...*

Entre los 20 candidatos que os encontrabais allí se puede palpar perfectamente el nerviosismo y la tensión. Todos queréis entrar en le jardín, aunque sabéis que no todos podrán entrar...

Justo cuando pasan los diez minutos, veis como dos personas salen del jardín.

A uno de ellos la reconocéis de inmediato.

Quistis Trepe. Según la revista Timber Maniacs es la jefa de estudios del jardín. Trasladada desde Balamb desde hace poco... Va vestida con una uniforme de color blanco y lleva un látigo en la cadera derecha.

La otra persona es un hombre. Va vestido con una armadura algo... Peculiar... Más parecida a la que se usa en cuentos y fantasías que en la vida real. Sobre uno de sus hombros porta una gran espada bastarda de aspecto también peculiar. 

-Bienvenidos a todos.

Saluda ella mientras todos los candidatos se empiezan a arremolinar a su alrededor.

- En primer lugar felicidades por presentaros al examen. Siempre es agradable que hay jóvenes dispuestos a seguir sus metas y sus ideales. Aunque me temo que a veces una idea puede ser más letal que un arma. La prueba que vais a realizar puede ser peligrosa para vosotros, e incluso letal en algunos casos si no tomáis las precauciones adecuadas. 

Mientras habla, veis como aparecen dos pequeños autobuses desde el jardín.

- De manera que los que esteis dispuestos a correr estos riesgos pueden subir a los autobuses.

Un examen letal,... en fin, no tenía mucho más que perder, casi avalanzándose tan ponto terminaba de hablar, se acercó sin la menor duda a uno de los autobuses. Ya no había vuelta atrás... miró a Quistis y agachó su rostro a modo de saludo, y aunque tal vez bajo su capucha no fue vista, se dio por conforme.

Uuufff...una prueba mortal...cada vez me gustaba menos...contemplé como los aspirantes comenzaban a subir con decisión al bus, ya habia subido una decena de ellos y todavia no me habia movido ni un centimetro del sitio.

---Quizas sea lo mejor...no estoy hecho para es...- mis pensamientos son irrimpidos por un golpe a mis espaldas y es 

entonces cuando veo a mi pequeño amigo.

---Oh, Mum, estaba mirando que...- no puedo  seguir hablando ya que Mum me pega un empujón hacia el bus mientras emite los sonidos caracteristicos de su raza- Ufff... vale, vale, lo pillo, podemos hacerlo ...

Tras un último instante de duda me subo al bus e ignorando las miradas de los aspirantes hacia mi amigo me siento en un asiento libre.

---Luego no te quejes de lo que pase ¿eh?Puede que salgamos heridos de esto, así que no quiero protestas luego- digo mientras Mum levanta la garra en señal de conformidad y se sienta a mi lado.

Lo que por fuera parece un autobús de colegio normal y corriente, al entrar veis que es completamente diferente.

Por dentro es mucho más grande que por fuera, habiendo perfectamente sitio para todos los aspirantes. Todos los cristales están tintados, de manera que, desde el interior, no puedes ver lo que hay fuera. Y, por último, el asiento del conductor está separado del resto, de manera que no podéis ver quien conduce. A parte de la puerta por la que está entrando la gente, tiene otra puerta en la parte de atrás del autobús. 

De forma ordenada vais entrando y escogiendo un sitio donde sentaros. 

Por ahora todos los aspirantes guardan silencio. Parece que todos han venido solos, aunque el chico con el Moomba llama la atención por encima del resto, ya que es el único que parece animado para mantener una conversación. 

Y una vez subís todos, notáis como el autobús se pone en marcha, aunque no podéis ver quien conduce ni hacia donde. Solo notáis que es un trayecto con algunos baches, de manera que seguramente os esteis internando en el bosque... 

La chica solo esperaba sentada deseando llegar a donde tocara, y ningún presente al examen le llamaba demasiado la atención, excepto uno. Ignorando al acompañante del bichito naranja, se dirigió hacia el directamente - vaya, un mumba, encantada pequeñin, me llamo Serenith, te pareces bastante a uno de los tuyos que vive con un artesano cerca de mi casa, en Fishermans Horizon, aunque el esta más gordito que tu...

---Se llama Mum...- fue lo único que respondí,estaba algo pálido por todo lo que iba a pasar y le preocupaba mucho no poder ver a donde nos llevaban, habia tratado de mirar un poco a traves de los cristales tintados pero era inutil, sea deonde sea que fueran no querian que supiesemos el camino, quizas fuera una prueba de supervivencia y habia que regresar al jardín....

La niña pequeña con el paraguas, al ver al pequeño Moomba, sonríe.

Revisa uno de los bolsillos de su gabardina y, cuando la saca, exclama:

- ¡Uh! ¡Aún me quedan!

Extiende la mano con la palma hacia arriba y muestra unos pocos caramelos de fresa.

- ¿Quieres? - Pregunta mirando al moomba.

Mientras todo esto ocurre, el resto de candidatos parece que miran divertidos a la niña.

En apenas quince minutos de trayecto, notáis que el autobús se detiene.

Al ver a la chica dándole caramelos no dijo nada, no era asunto suyo, aunque esos pequeñines tendían a ser demasiado confiados - antes de ofrecer estaría bien que le mostraras que no son malos cogiendo uno tu, pero en fin, sea donde sea que íbamos, hemos llegado. apoyando sus grandes brazos en dos reposacabezas vacíos, se subió a uno de los asientos y caminó colgada de una d las barras en el techo.

Para bien o para mal, le gustaba estar siempre preparada para todo. Y aun así miró esa niña, casi parecían dos caras de una moneda, ella rubia tranquila y de aspecto delicado y vestida de blanco con detalles dorados, y ella de pelo cano, nerviosa y de tendencia brusca, vestida de negro y con detalles plateados, el sol y la luna, y aun así les unía algo, a ambas parecía gustarles los animales, o por lo menos aquel moomba.

El Moomba exclama excitado mientras coge con sus grandes manos el caramelo y comienza a comerselo entusiasmado.

---Guardate alguno de los caramelos que luego no comeras...- digo riendo al ver el entusiasmo de Mum, al cabo de un rato el bus se para, siento que el temor me invade de nuevo pese a ello me levanto con los demas-Vamos, Mum.

Me uno junto con el resto de estudiantes y salgo del autobus.

La chica mira algo sorprendida a la otra niña de pelo blanco.

- ¿Malos? - Pregunta mientras coge uno de los caramelos. - Mamá dice que si comes muchos caramelos te pones malo... Pero creo que no tengo tantos caramelos para dar dolor de tripa. ¿No crees?

Mira de nuevo al moomba y ambos empiezan a masticar los caramelos.

- El mío es de naranja, ¿el tuyo? - Pregunta al pequeño felino rojizo.

A pesar de que el autobús se ha detenido, la única que se ha movido es Serenith.

El resto permanecen sentados esperando.

Colocada al frente de la puerta, se dejó caer ante esta. Y alzó sus brazos para cubrirse, por si les dejaban en un fuego cruzado, había oído que en Gaalbadia alguna vez lo habían hecho, y a falta de saber que les había preparado Quistis, prefería ser precabida.l

Al ver a la pequeña Serinth adoptar esa actitud defensiva delante de la puerta, varios de los aspirantes se ponen en pie y desenfundan, preparándose.

Aunque, por ahora, nadie parece moverse hacia la puerta.

El subito despliegue de armas hizo que casi pegase un bote en mi asiento.

---¿que ocurre? ¿que está pasando?- digo levantandome de mi asiento e intentando ir a la salida para ver el exterior y hacerme una idea de lo que ocurria

- cuando abran las puertas lo sabremos, solo que no se que tipo de examen hará quistis, y me preparo por si al igual que algún examen de galbadia, nos fueran a dejar en fuego cruzado.

Con tanta arma floja se sintió con la obligación de aclarar su pose, aun se volverían paranoicos por una aptitud prudente,...

A pesar de la postura de combate de Serenith, Wander se levanta para ver lo que ocurre.

Tal vez movido por la curiosidad del lugar a donde les han llevado o por el simple aburrimiento, se acerca a la puerta para echar un vistazo al exterior.

Pero, cuando coge el "picaporte" para abrir la puerta... Esta está cerrada. 

Al ver que la maneta del autocar no cede, sin dejar su posición defensiva de lado pregunta a los demás - ¿Alguien puede picar al cristal del conductor? Esto no se abre...

---Pues... no sé sí nos hará caso- comento mientras me acerco al cristal tintado tratando de ver como minimo la silueta del conductor o algo-¿Quizas esto forme ya parte del examen ?