Partida Rol por web

Firefly: El Vuelo del Orfeo

Chap. 1: En la negra inmensidad

Cargando editor
24/10/2010, 01:35
Julian Crautchin

|Conjunta Julian-Master| |Taberna|

Julian: Vuelvo a colocarme la chaqueta mientras me acerco al hombre. Bueno, a él y a los dos tios que lleva a los lados. ¿Así se me veía cuando llevaba a Kratos conmigo? No, seguramente pareceríamos algo muchísimo peor. Matones o... No sé. Pero nada bueno.
Mi propio pensamiento me hace cierta gracia pero me centro rápido en ponerme serio para tratar con él y ver en qué consiste ese trabajo que nos ha ofrecido.
- ¿Cisne dorado? - pregunto enganchando mis dedos pulgares en mi cinturón.

Master: Los dos tipos enormes miran a Julian con fiereza pero una delgada mano enguantada les frena. Lo primero que sorprende de la persona que están salvaguardando es que no es exactamente lo "esperado". Para empezar, es una mujer. Para acabar, va demasiado elegantemente vestida como para ser alguien de los Bajos Fondos, más bien parece una de esas mujeres elegantes de Londinum...
 -Capitán Crautchin, supongo...- responde con voz dulce la mujer. Debe tener unos 40 años, el cabello de un rubio dorado enmarca perfectamente su rostro, con unas hondas perfectas.

Julian: Disimulo mi expresión de sorpresa cuando veo a la mujer. No, no me lo esperaba pero tampoco me disgusta. Lo que me extraña es que parezca... No sé. Como esas mujeres que nuestra 'Embajadora' recibe entre sus piernas. Con el suficiente dinero para pagar una nave propia que lleve la mercancía que quiera y no tener que recurrir a una tripulación como la nuestra. Y no porque no valore a mi tripulación, que la valoro; es que me huele mal, muy mal. Pero esperaré a charlar con ella. Tampoco pierdo nada, o eso creo.
- Julian Crautchin - asiento con la cabeza y le sonrío - Habíamos concertado una cita - hago un gesto con la mano invitándola a una de las mesas - ¿Nos sentamos?

Master: La mujer sonrie a Julian y le sigue para sentarse en la mesa que él señala.
-Por supuesto- responde ésta. Mira con cierto desdén y asco a la mesa y a la silla, saca un pañuelo del bolsillo de su elegante chaqueta y limpia el asiento con sumo cuidado. Se sienta procurando no tocar la mesa. Cierra los ojos por unos segundos; desde luego le causa verdadera repugnancia a aquel sitio.
-He oído que tiene una nave rápida y una tripulación "fiable". ¿Es eso cierto, Sr... Crautchin?- inicia ésta la etapa de la negociación.

Julian: - Tan cierto como que este sitio no es un lugar apto para una señorita - le respondo y sonrío antes de asentir con la cabeza - Tengo una nave perfectamente preparada para llevar cualquier mercancía a cualquier sitio en un tiempo adecuado. Y tengo una tripulación lo suficientemente fiable como para considerarles mi familia - pido al camarero una nueva botella de sake y un nuevo vaso, ya que lo anterior me lo había dejado en la mesa donde Dariel e Ian continuaban su conversación - Lo que me pregunto, señorita... - hago un gesto con la mano para indicarle que ni siquiera se ha presentado antes de continuar - Es cómo alguien como usted puede necesitar a una tripulación como la mía estando claro que tiene recursos para algo mejor. ¿O tal vez es solo fachada lo suyo? Porque es lo único lógico que se me ocurre.

Master: La mujer se queda mirando a Julian mientras éste responde, sin perder la compostura. Cuando éste termina se saca con cuidado un guante.
-Señora Amanda Hong. Por favor, llevo casada 20 años. No soy Señorita- contesta educadamente, con una leve sonrisa. Se saca el otro guante con la misma elegancia y delicadeza con que se ha sacado el primero -A veces, a la gente como yo, no nos gusta que el resto del universo se inmiscuya en mis asuntos, Capitán Crautchin. ¿O es que acaso una dama no tiene derecho a tener su propia privacidad?- vuelve a sonreir con elegancia.

Julian: - Disculpe, pero una vez recuerdo que una mujer de su edad me atizó una bofetada por llamarla 'señora' y no 'señorita' - le sonrío - Así que tengo excusa para tratar a una mujer de 'señorita' hasta que se me diga lo contrario, como ha hecho usted, Amanda - ahora que puedo llamarla por su nombre me siento algo mas cómodo - Y estoy de acuerdo en eso último que ha dicho; toda persona tiene derecho a tener su privacidad - hago un ligero gesto con mi cabeza, sin llegar a ser una reverencia, para indicarle que estoy de acuerdo con sus palabras.

Master: Amanda Hong enarca levemente la ceja con el tuteo, debido a su alta educación no dice nada acerca de esa falta de respeto por llamarla por su nombre de pila y se recuerda a sí misma que está ahí para hacer negocios. "Es un chico joven..." se dice a si misma, para disculpar ese desliz por su parte.
-Está bien, aclarado ese punto, hablemos de negocios, Capitán. Yo tengo algo que debe ser llevado y usted tiene un medio para hacerlo. ¿Qué va a ser?

Julian: - Claro, hablemos de negocios - acepto invitándola con las manos a qué me explique mas sobre nuestro trato - Al fin y al cabo, la Orpheus es una nave de transporte - sonrío - Si no aceptara transportar cosas ¿de qué iba a vivir?

Master: Amanda Hong ladea ligeramente la cabeza, su cabello dorado roza su piel.
-Son 6 cajas, libres de impuestos, de tamaño mediano. Y dos pasajes. Uno para mi y otro para mi acompañante- expone claramente.

Julian: Asiento con la cabeza. ¡Dos pasajes también! ¡Genial! Con otros dos pasajeros que capten los demás, ya nos iría bien.
- Oh, bien... Sin problema. ¿A dónde tenemos que desplazarles? - pregunto ahora.

Master: Amanda sonrie complacida con la respuesta de Julian. Apoya sus manos en el regazo porque se niega a tocar la mesa en modo alguno.
-A Whitefall. Mi cliente reside en Creekstone, una pequeña ciudad en el planeta Whitefall. Es allí donde nos dirigiremos- sonríe fríamente.

Julian: - Whitefall - asiento intentando calcular cuánto podríamos tardar en llegar, aunque eso siempre es relativo pues nunca sabes si puede haber algún contratiempo o fallo en la nave - Seguramente tengamos algún cliente mas así que no puedo darle un margen exacto de lo que tardaremos en dejarla en Whitefall, pero puedo darle un precio razonable - bebo un vaso de sake antes de continuar - Tanto usted como su acompañante deberán pagar mil doscientos créditos al mes por el pasaje. Y por la carga... - hago que me lo pienso pero ya tenía el precio pensado desde hacía un rato - Dos mil doscientos al mes. Obviamente, yo pondré todos los medios posibles para no alargar demasiado el viaje - mentira. Estaba claro que lo ideal de esto era alargarlo para ganar mas dinero pero, aún así, tampoco iba a pasarme. Por otra parte, aquella mujer tenía pinta de tener dinero para eso y mas.

Master: Amanda se queda pensativa, mientras escucha su oferta. Tiene una ligera idea de a cuanto estaba Whitefall, en el sistema Blue Sun, pero tenía unas instrucciones claras.
-1.000 por pasaje y 2000 por la carga- dice con firmeza.

Julian: Sonrío mirándola. Joder, siempre igual. Y por mas que intentaba adaptarme a ello, no acababa de hacerlo.
- ¿Tiene usted idea de lo que cuesta mantener una nave como la Orpheus y a la tripulación, señora Hong? - le digo y apreto los labios - Mil doscientos es lo mínimo que cobro por pasaje siempre... Pero puedo dejárselo en mil cien. Por otra parte, lo de la carga... Supongo que también puedo bajárselo a dos mil cien pero menos... - la miro y cojo aire suspirando - Creo que es un precio razonable.

Master: Amanda se queda en silencio unos segundos, tomándose su tiempo, antes de responder.
 -How. 1100 por pasaje y 2100 por la carga. Me parece un precio justo. Tenemos un trato, Capitán Crautchin. ¿Cuándo puedo mandar a mis hombres que facturen la carga en su nave?- parece bastante satisfecha con el trato y la firmeza de Julian.

Julian: Sonrío también satisfecho por el trato con la señora Hong y lo celebro alzando el vasito de sake delante de ella antes de beber otro mas. Ahora sí que debería dejar la botella, ya he bebido suficiente
- Pues ahora mis chicos están metidos en trabajos varios así que ¿qué tal si vienen a última hora del día? Así yo ya estaré allí y podré encargarme de ello - le sonrío.

Master: La Sra. Hong le devuelve la sonrisa a Julian y coge el vasito de sake, lo olisquea con cara de "por Dios ¡¿qué demonios es esto?!".
-Jing Chai. Entonces quedamos a última hora de esta tarde. Ningún problema. Mis hombres y yo estaremos a la hora acordada. Kampei!- brinda, antes de tragarse con algo de cara de asco el licor. Está pensando seriamente en lavarse la boca con desinfectante nada más llegar a casa... Tras eso se levanta dispuesta a marcharse -Nos vemos Capitán Crautchin. Joo How Rin con esos otros asuntos- se despide la mujer rubia, con un leve gesto de cabeza.

Julian: Me levanto para despedir a Amanda, ahora sí, haciendo una leve reverencia con mi cuerpo, aunque nada exagerado. Simplemente por tener un poco de educación. A veces, solo a veces, me gustaba dejar ver que tengo educación si es que me apetece. Otras veces... Sencillamente lo que prefiero es dar la hostia sin preguntar.

Entonces, me giro pensando si volver con Dariel o salir para ver qué tal les va a los demás con la captura de clientes. Bueno... Primero me tomaría otro par de vasos de sake mas para celebrar el negocio que acabo de hacer.

 

Cargando editor
24/10/2010, 14:40
Natalie Hong
Sólo para el director

Tras su saludo, cariñoso pero distante, le devolví el saludo sin demostrar el más mínimo afecto, deduje que no sería apropiado.

-Bien, padre. ¿De qué asunto se trata? –dije yendo al grano, cuanto menos tiempo estuviese en aquel lugar mejor.

Al ver la manera en que comenzó me quedó claro que se trataba de algo muy importante, sin duda no me había citado allí para un asunto banal, algo se traía entre manos y me implicaba a mí directamente.

- Si, Huang-Shi hizo un buen trabajo. No des más vueltas padre, soy toda oídos. –me impacienta cuando me quiere decir algo tan importante y da vueltas para suavizarlas o simplemente porque no sabe por donde empezar, soy su hija si pero ya soy bastante madura y lo sabe, puedo afrontar lo que sea.

Cargando editor
24/10/2010, 18:39
Steve Carson

Cerca de la entrada de la Orpheus

Había una vez un rastafari y una rubia al lado de una Firefly. Si la historia de mi vida hubiera empezado en ese mismo instante, ese hubiera sido el perfecto y realista principio. Ya me lo imaginaba. Sonaría una musiquilla de violín épica, de esas que auguran una gran hora llena de acción y frases célebres. Sería entonces cuando aparecerían un montón de ninjas, yo me pondría en guardia y, junto a mi fiel mascota Kratos Syn, azote del 'verso entero, acabaríamos con todos ellos y con los feds que vinieran detrás.

Joder, Steve, basta. Es imposible que te aburras tanto.

Miro alrededor. Unos cuantos comerciantes, varios grandes propietarios, algunas prostituas rondando. Burgueses y gente de dudosa reputación; o una mezcla de los dos, a veces. Quizá podría escaparme un ratito sin que Kratos se diera cuenta. Al fin y al cabo, Ivy había desaparecido por el camino opuesto al que nosotros nos mostrábamos. Tan solo tengo que entretener un poco a Kratos, y...

Seguiría con mi plan de huida hacia algo de diversión cuando un tipo demasiado alto, demasiado delgado y con demasiada pinta de mantis religiosa se nos planta delante con cara de sabelotodo. Uhm.

- ¡Mío! -grito, antes de que Kratos se lo apropie y me quite la poca diversión que podré tener durante todo el día- Tenemos una gran superioridad. Alcance largo y potencia media, sir. Todo lo que una nave necesita para un apacible viaje.

Vale. Ahora es el momento en el que sonríes, Steve.

Y, en el momento indicado, esbozo una sonrisa de oreja a oreja. Incluso puedo llegar a escuchar el clinc y ver el brillo que desprenden mis dientes.

Cargando editor
24/10/2010, 20:53
Ashton Kaplan

Ashton: Mira con detenimiento a la mujer bajita de cabello rubio, sopesando por un par de minutos la respuesta que le da a sus primeras preguntas.
 -Y qué entiende usted por alcance largo y potencia media, Srta....?- empieza éste con su voz nasal -Porqué exactamente usted quien es? - se cruza de brazos y pone cara de cínico.

Steve: La sonrisa se esfuma. Me cruzo de brazos y, mirándolo desde abajo, asumo que me ha tocado un cerebrito tocapelotas. Se lo tendría que haber dejado a Kratos; aunque bueno, seguramente él lo hubiera despachado con algún gruñido. Puta mala suerte que tengo.
- Soy la mecánica de la Orpheus, la Firefly que tiene ante sus ojos. Créame, es lo mejor que encontrará por aquí, sir.

Ashton: Suelta un Ja! por lo bajo y mira desde arriba a Steve.
 -Y porque es la mejor según usted, Srta. Mecánica de la Orpheus? El modelo de nave Firefly es uno de los más comunes en nuestro lado del Universo, así que, qué le induce a hacer ese tipo de afirmación?- levanta una mano y apoya su mentón en esta, esperando una respuesta, como si estuviera en medio de algún debate filosófico-científico.

Steve: Me lo quedo mirando unos segundos con algo que está entre la sorpresa y el tedio. Mi cabeza se desplaza unos grados hacia la derecha, preguntándome si seguir el método Kratos y echarlo a patadas o hacer feliz al Capi y después pedirle tabaco y comida a cambio. Opto por lo segundo.
- También soy la mejor mecánica de por aquí, así que eso libra a la nave de averías innecesarias y paradas igualmente estúpidas -explico.

Ashton: -Ajá- hace un gesto afirmativo con la cabeza -Que puntuación tiene en medidas de seguridad y mantenimiento...- continua con su interrogatorio. Desde luego, se está tomando su tiempo para decidir si le interesa o no esta nave -respecto a sus competidoras? Y no me diga que de 10 porque probablemente sea mentira- finaliza.

Cargando editor
24/10/2010, 22:15
Steve Carson

Steve: - También sea probablemente mentira cuando digo que estoy encantada de tenerlo aquí, pero lo hago -espeto, con una sonrisilla malvada-. Pero lo que sí que es verdad es que esta Firefly es lo mejor que encontrará en este planetucho.

Ashton: Pone cara de disgusto y ofendido ante los improperios de Steve.
-Es usted tremendamente ofensiva, Srta! Espero que al menos el pasaje sea a un precio asequible o le diré a todo el mundo lo mal que tratan a sus clientes- se vuelve a cruzar de brazos.

Steve: ¡Ofensiva, dice! ¡Tendrá cojones! Qué será lo siguiente, ¿pedirme mientras alza el dedo meñique, sujetando una taza de te, que tiene algo entre sus perlados dientes? ¿Pero qué puta broma es esta?

- Mil trescientos para usted, sir. El descuento viene de mi mano -le guiño un ojo.

Ashton: Está a punto de replicar algo respecto al comentario de Steve, cuando se lo piensa mejor y se queda con la boca abierta unos segundos. Luego la cierra y pone un gesto extraño.

-Me pondría eso por escrito?- hace un gesto con los dedos de la mano derecha, con refuerzo a su pregunta.

Steve: Frunzo el ceño.

- ¿El qué? ¿El precio?

Ashton: Lanza una mirada de condescencia hacia Steve.

-Nooo, que está encantada de que sea su pasajerooo- responde éste -Pues claro que es el precio! que va a ser si nóoo- afirma éste, como si estuviera hablando con una niña pequeña o alguien retarded -Y también puede añadir de pasada un certificado acreditando que la nave es segura -vuelve a hacer el mismo gesto con los dedos- Cree que podrá hacer eso por mí, gentil mecánica?- finaliza éste.

Steve: - Ohhh, claroooo, gentil... -imito su forma de hablar, pero rebajo el tono de voz mientras me giro para dirigirme a la nave- bah. Gilipollas -susurro-. ¡Sígame, sir! No me gustaría que se perdiera y acabara cayéndose por alguna escalera -termino diciendo, falsamente alegre y jovial. Vaya viajecito me iba a tocar.

 

Cargando editor
25/10/2010, 20:23
James Hong

James Hong se deleita unos segundos más con el cigarro y la belleza de su hija Natalie, mientras ordena sus ideas para exponerlas del modo más breve y claro posible.

-Tu madre nos engaña- aplasta el cigarro con rabia contra el cenicero de cristal que hay en un lado de la mesa de formica y pvc -Y nos toma por idiotas. Quiero que la mates- la mandibula se le tensa por unos momentos, antes de conseguir proseguir con el tema.

-Tu madre te ha pedido que la acompañes a un viaje a Whitefall. Quiero...- hace una pequeña pausa de apenas dos segundos interminables -Que muera en ese viaje. Que parezca un accidente. Puedes achacarselo a la tripulación que haya contratado tu madre. Pero sobretodo, que Parezca un Accidente.

Hace un gesto con la mano para llamar a uno de sus chicos y le pide que le sirvan un vasito y una botella de licor de arroz. Cuando el mismo chico le sirve el líquido en el vasito, James lo coge y se lo bebe de un trago.

-Te ha quedado claro?- deja el vaso vacío con un golpe seco en la mesa y hace el mismo gesto de nuevo con la mano para que le sirvan de nuevo.
-Quieres algo para beber mi princesita?- le ofrece con gentileza, con una sonrisa, como si no le acabara de decir que asesinara a la mujer que la trajo al mundo.

Cargando editor
25/10/2010, 21:22
Natalie Hong
Sólo para el director

Tras un breve silencio, me suelta una bomba, ¿Cómo que quiere que mate a mi madre? ¿Qué es eso de que mi madre nos ha engañado? ¿Se tratará de una broma? No, mi padre nunca bromea, no ha parecido una broma en absoluto, su cara dice todo el odio que parece sentir en estos momentos, ya le había visto esa cara antes, recuerdo haberle visto la tensión en su rostro en innumerables ocasiones. En mi mente surgen una cantidad inmensa de dudas y preguntas, me pide que mate a mi madre como si me pidiera que sacara a “Tobby*” de paseo. Siento tristeza, euforia, odio, desprecio por los dos, alegría en parte por la satisfacción que me produce el hecho de que mi padre me encargue un trabajo, orgullo de mi misma, etc. Pero mi cara no dice nada, mi expresión es de indiferencia, me enseñaron a no expresar mis emociones, en ocasiones pueden ser contraproducentes. Tan solo me mantengo inmóvil y en silencio un par de segundos.

Sin duda he de acatar la orden de mi padre, si algo tengo claro es su poder, si la quiere muerta, la matará, medios le sobran, si no lo hago yo otro lo hará. Pero quizás pueda aprovechar la situación.

- Si por favor, un ron con hielo y un chorrito de limón. – Hago una pausa para que me lo sirvan y poder darle un trago.

- De acuerdo. –Respondo.– Parecerá un accidente. Pero antes de cerrar el trato completamente, querría aclarar dos cosas, la primera, me gustaría saber en qué nos engañó, quiero saber porqué se merece que la mate, unos motivos de peso me ayudarán a realizar el trabajo con mayor precisión y de forma más concienzuda. Y la segunda y no menos importante, tu y yo sabemos padre, que las cosas no se hacen por amor al arte, así que, ¿qué obtendré a cambio de llevar a cabo el lo que me pides?. –Me horroriza pensar que se trata de matar a mi madre, pero en estos momentos tengo que ser fría, además no me viene mal deshacerme de ella, siempre anda metiéndose en mis asuntos y ya me tiene un poco harta.

 

Notas de juego

*Tobby era la mascota de una niña protagonista de una serie de dibujos que Natalie Hong veía cuando era pequeña, no se sabía que tipo de animal era, aun así era monísimo.

Cargando editor
25/10/2010, 23:31
Julian Crautchin

[Conjunta Julian-Cassia] [Alrededores-Nave Orpheus]

Julian: Tras otro par de vasos de sake me obligo a salir de allí. Porque sé lo que pasa en una taberna como aquella cuando has cerrado un buen trato con una cliente importante y no quiero acabar con otro tatuaje. Maldito Dariel.
Así que termino dejando a mi piloto con nuestro nuevo tripulante y salgo para vigilar qué tal le va al resto con lo de captar clientes. Miedo me da lo que pueda encontrarme.

Es justo cuando llego a los alrededores de la nave buscando a mis chicos con la mirada, que veo a Cassia salir de la Orpheus.
- Vaya, nuestra 'Embajadora' deleitará al planeta Persephone con su presencia - sonrío.

Cassia: No quedaba nadie dentro de la nave, así que imaginaba que estarían todos fuera buscando pasajeros. Es algo que siempre les cuesta un poco de trabajo: sus habilidades sociales...Bueno, dejan un poco que desear.

De hecho ahí estaban frente a la nave Kratos y Steve, vestidos de sabe-Buda-qué...Y Julian, regresando.
-No tan deprisa, capitán.-le sonrío sarcástica, bajando unos pasos la rampa para encontrarme con él.-Estaba buscando a Ivy, pero-le repaso sutilmente con la mirada.-supongo que tu también me sirves.

Julian: Alzo las cejas cuando me repasa con la mirada y me dice que 'supone que yo también le valgo'. ¿Cómo se 'supone'? ¡Soy el Capitán!
- Oye, si quieres seguir buscando a Ivy yo no digo nada ¿eh? - le respondo encogiéndome de hombros - No me gusta ser el segundo plato de nadie - ladeo mi sonrisa.

Cassia: -Oh, kuh ai...No te pongas celoso.-suspiro con una sonrisa divertida, entrelazando mis dedos.-No, en serio; entremos.-le indico con la cabeza que vayamos al interior de la Orpheus.
-Tengo un trabajo para hoy.-le informo, girándome hacia él cuando llegamos al centro de la bahía de carga.-Toda la noche; volveré por la mañana temprano.

Julian: - Celoso, ya... - murmuro poniendo los ojos en blanco antes de seguirla dentro de la nave - ¿Para eso me haces entrar? Ya esperaba que tuvieras trabajo, en el momento que vinimos a Persephone sabía que te hacía un favor - aparto mi chaqueta con las manos y engancho los pulgares en el cinturón - Bien ¿qué esperas? ¿Que te de permiso? ¿Que te desee suerte? - la miro - ¿Que rece porque tengas una noche llena de orgasmos...?

Cassia: Frunzo el cejo ligeramente cuando se lleva los pulgares al cinturón, dedicándole después una mirada suspicaz.
-Hombre, sería un detalle por tu parte que te preocuparas por mi trabajo, así como yo me preocupo por el tuyo...-encojo los hombros, llevándome una mano al pendiente derecho para jugar con él.-Pero como tus gestos caballerosos son un evento único cada década, iré al grano. No solo lo informo para que no os vayáis sin mí.-aprieto los labios un momento.-Si es posible, ¿podrías asegurarte de que haya alguien en el puente durante la noche? Voy a llevarme un comunicador.

Julian: - ¿Por algún motivo en especial? ¿Hay algún problema con el cliente? - pregunto poniéndome ahora un poco mas serio. Siempre se va, vuelve, y no sabemos nada de ella hasta que está aquí así que me parece raro que pida que alguien esté en la nave por si ella usa su comunicador.

Cassia: Niego con la cabeza en un movimiento suave, mirándole después con seriedad.
-Espero que no; quizá no sea nada. Pero tengo un mal presentimiento y quiero cubrirme bien las espaldas.-le explico lo más superficialmente que puedo.-Puedes tomarlo como un favor; te lo deberé.

Julian: - Oh, me deberás un favor... - río con malicia, aunque estoy bromeando - No te preocupes - termino por asentir - Yo estaré en el puente a la noche. Me cogeré una botella de sake y... Ya sabes, me emborracharé mientras tú tienes sexo - bromeo de nuevo - Tampoco está tan mal.

Cassia: -Jing chai; sheh sheh.-le agradezco, suspirando hondamente y sonriéndole después.-No te pases con el sake, capitán.-me acerco un poco a él para olerle.-Ya hueles un poco.

Julian: - Solo lo justo para celebrar un buen negocio que he hecho - le respondo - Pensaba pasarme la noche en la taberna emborrachándome y pegando a alguien pero tendré que pasármela en el puente de mandos; no vengas con exigencias, 'Embajadora'.

Cassia: -No me serías de gran utilidad si el sake te tumbara en el asiento, ¿no?-alzo una ceja con media sonrisa.-Gohn shi por el buen negocio, a todo ésto.

Julian: - Oh, no te preocupes - alzo las manos - Intentaré que el sake no me tumbe. Obligaré a alguien a estar conmigo en el puente de mandos y así compartiremos el sake - río - En fin, Joo How Rin con tu cliente. Nos vemos mañana.

Cassia: Le agradezco su deseo con un toque de cabeza.
-Comportaos en mi ausencia.-bromeo, riendo antes de retirarme para subir las escaleras y volver a mi lanzadera.
Una vez ahí le envío el mensaje que había acordado mandar a Franklin Meyers, informándole de la zona del puerto donde está la nave, y que me avise antes de llegar para que pueda salir a su encuentro.
 

Cargando editor
26/10/2010, 20:25
James Hong

La respuesta fría y pensada de Natalie arrancan una leve sonrisa de satisfacción a James Hong. Se siente tremendamente satisfecho viendo lo bien que ha críado y educado a su princesita. Está complacido con la frialdad y la calma con que se ha tomado la orden y el acatamiento total a su mando. Por supuesto que esperaba que le pidiera algo a cambio, no la había educado en vano!

-Tiene un amante, desde hace dos años, uno de tus tutores privados, la muy arpia se creía que no me iba a enterar...- la tensión vuelve a su mandibula -Tengo buenos oídos y mejores ojos- sentencia éste como toda explicación -Pero tan cerca de las fuerzas de seguridad de la Alianza no puedo... arreglar el problema, no sin hundir a nuestra hermosa y floreciente familia en el lodo de la deshonra familiar si salise a la luz pública- cierra los ojos por unos segundos, tratando de tomar el control, sólo lo delata un muy leve gesto de dolor, ante semejante traición. Se masajea unos segundos el puente de la nariz, antes de volver a abrir los ojos de nuevo.

-Además, nos ha robado dinero, pretende darselo a su amante para fugarse juntos a los planetas del Borde. Sabes que supone eso verdad mi pequeña princesa?- clava la mirada en los ojos de Natalie, esperando una respuesta afirmativa de ella.

Pocos segundos después reanuda su discurso.

-Qué quieres a cambio? Estoy seguro de que ya tienes algo en mente al respecto...- esta vez parece mucho más calmado y tranquilo.

Uno de los chicos de James trae la bebida a Natalie. Pero no es exactamente lo que ella ha pedido... Trae una bandeja llena con una tetera pequeña, dos tazas, una botella de licor amarillento y una etiqueta en chino decorada con florecitas rosas y dos vasitos de cerámica pintada.

-Lo siento no tenemos ron, tendrás que conformarte con licor de flores o té de jazmin. No deberías beber esas porquerias de las empresas anglo-americanas- finaliza James, mientras sirve dos tazas de té humeante y llena dos vasitos de licor de flores.

Cargando editor
26/10/2010, 21:36
Natalie Hong
Sólo para el director

Asiento levemente a cada momento mostrando así una especie de sumisión hacia él. De nunca me gustó interrumpirle, creo que odia que lo hagan.

Espero con impaciencia la bebida que pedí, cómo se puede tardar tanto, no es que me encante el alcohol pero en momentos como este necesito un trago.

Trato de asimilar lo que mi padre me cuenta, seguro que el tutor del que habla es Liang, aunque no estoy segura, no me imagino a Amanda con él. Pero lo que más me asombra, es que robe a papa para fugarse con él, puedo llegar a entender una aventura con quien sea, hasta entendería que recurriese a una acompañante para satisfacer ciertos deseos y necesidades, que está claro mi padre no le proporciona. Odio que Amanda pretenda evadirse de todo lo que tengo que aguantar yo, no le basta con follarse a otro, no, pretende huir de todo, huir de las reglas y normas que tanto me dijo que cumpliera y obedeciera. Además seguro que el viaje es una escusa para tramar algo, llegar a un acuerdo con alguien, y me utiliza a mí para disimular y ocultarlo. A cada momento que pasa siento más desprecio por ella. Aun intentando controlarme, en mi rostro se empieza a dibujar una expresión de odio y rencor.

- A cambio padre, te pediría cierta libertad personal, quisiera ser más independiente, rodearme de personas que yo elija o busque, también te pediría poder en el negocio familiar, disponer de algo a mi cargo, que yo administrase y manejase independientemente de ti… -Llega un hombre con una bandeja llena, se ve que no tienen ron, ya lo imaginaba pero por pedir. No me gustan las bebidas chinas, son asquerosas pero tendré que conformarme con lo que haya. Qué poco me gusta que Padre llame porquerías a las empresas anglo-americanas, pero peor me sienta que me diga que debo o no debo de beber. Bebo un sorbo del licor de flores, buag!! Repugnante como imaginaba.

Finalizo con una ultima petición a mi padre.

- Ah!! se me olvidaba, para realizar el trabajo que me encargas he de pedirte total y absoluta libertad de acción, entiendo que deba parecer un acidente pero dejame a mi que lo haga a mi manera...

Cargando editor
27/10/2010, 14:55
Ian Green

[Taberna]

Al séptimo vaso de sake he perdido ya la cuenta, así como el desagrado por el sabor fuerte a madera de la bebida. No voy borracho, ni mucho menos, pero sí comienzo a estar algo contentillo. La cabeza me dá alguna que otra vuelta, sin duda alguna, fruto de la mezcla del sake y el porro.

- Bueno... -Sentencio, después de beberme otro vaso-. Voy a buscar mis cosas -Me pongo en pie-. ¿Te importaría... acompañarme? No sé dónde está la nave, y no me sentiría muy seguro buscándola con mis cosas en la mano. Y menos yo sólo.

Salgo de la taberna y comienzo a caminar por las tranquilas calles de Persephone. Me saco del bolsillo izquierdo una pitillera y, ¡voilá! Saco un porrazo -ya hecho- de maría de la buena, cultivada en Londinum por mí mismo. Me lo llevo a los labios y lo enciendo, dando una larga calada.

- ¿Quieres? -Le ofrezco-. Es de las mejores. Cultivo propio. Todo buen doctor debería conocer las recetas de la maría, ya que puede curar más de una herida o problema.

Llegamos a un local, parecido a una tienda. Allí hay un chico de más o menos nuestra edad.

- Un buen conocido -Le informo al piloto. Saludo al dependiente y le doy un par de monedas "por las molestias". Tras cogerlo, me trae todas mis pertenencias: un maletín y diversas cajas con contenido vario-. Bueno, habrá que ponerse en marcha, ¿no?

Cargando editor
27/10/2010, 18:17
Dariel M. Lefay

 [Taberna-Calles de Persephone]

Tras marcharse Julian a por nuestro próximo cliente al que desplumar en breve, yo me quedo con el "buen" doctor. Me bebo con calma un par de vasos más de sake mientras Ian se mete al menos 7 seguidos, sin apenas respirar, entre toma y toma. Me sorprendo de que sea capaz de mantenerse en pie cuando se levanta de la silla, diciendo que tiene que ir a por sus cosas y que le acompañe.

Iba a soltarle un "No soy tu mula, doctorcito" cuando me lo pienso mejor, "Si le ayudo a llevar sus cosas tal vez tenga la oportunidad de cotillear entre sus cosas, sólo para asegurarme de que todo está correcto, que no es un infiltrado...", me digo a mi mismo mentalmente. Así que le sigo sin protestar.

-Claro, no queremos que te pierdas antes de empezar- sonrío levemente. Le acompaño por las calles de Persephone, mirando a mi alrededor con algo de aburrimiento. Enarco una ceja cuando me ofrece un porro.

-Ma Fuhn... Debería ser más discreto con eso, doc, las calles están llenas de mirones...- le advierto. Realmente, si es un infiltrado o es un actorazo o es un médico drogata de verdad...

"No sé que es peor, pero como Jules se entere... Jao Gao!".

Por unos segundos pienso en declinar su oferta, ya que mi política es no "comerse" los beneficios nunca (algo que "aprendí" de Badger y de mi estancia en la Academia de Vuelo, aunque de vez en cuando me gusta "enajenarme" un rato) pero al final me lo pienso mejor, el último viaje ha sido muy estressante y tenso y necesito relajarme un poco, ni que sea un par de horillas, así que lo cojo y me lo enciendo. Le doy una profunda calada y suelto el humo con calma.

-Buena mercancia, Doc, propia eh? Se nota... No sabe como la de Greenleaf- le doy una segunda calada, sólo espero que no nos pillen o el doctorcito se va a quedar aquí con sus cosas porque yo pienso salir por patas!

"No debería haber dejado a Ivy sola con aquellos dos..." me lamento por mi mala decisión.

Finalmente llegamos a una tienda, en cuyo interior uno de los dependientes, o el dueño, a saber, le da sus cosas, un montón de cajas con contenido misterioso. Enarco una ceja al ver todo aquello.

-No esperarás que te lleve yo sólo todo eso no?- respondo, algo inquisitivo. Me quedo pensativo apenas unos segundos antes de añadir -Y en caso de que lo hiciera... qué me darás a cambio?- esbozo una sonrisa encantadora, una de las pocas veces que lo hago.

Cargando editor
27/10/2010, 18:44
James Hong

James Hong escucha con parsimonia y calma todo lo que su princesita tiene que decirle y valora sus peticiones mentalmente a medida que Natalie va exponiéndolas.

-Me parece bien, ya es hora de que entres en el negocio familiar, no en vano algún día todo esto- hace un gesto con las manos y la vista, para abarcar su universo personal, las calles de Persephone -será tuyo y debes aprender a manejarlo.

James siempre había pensado que casaría a su hijita con Chen, su segundo al mando, un chico listo y con talento, pero tras lo pasado con su mujer, ya no creía que fuera tan buena idea y "al fin y al cabo nadie es lo bastante bueno para mi pequeña, ni siquiera Chen".

-Acerca de con qué podrás empezar, bueno, eso lo hablaremos cuando vuelvas, lo tendré preparado para ti. Pero ya sabes que yo soy el Jefe, no puedo cederte ni una parte del negocio sin que yo esté por encima- expone éste- Eso es innegociable. No te preocupes, aún así tendrás tu pedacito de jardín personal- finaliza, zanjando el "tema", dando a entender que no pensaba ceder más allá de eso. Más, no es algo que Natalie no supiera ya de antemano...

Desaprueba la cara de asco que pone su hija cuando se bebe el licor de flores, con su sabor dulzón, bajando como fuego por la garganta. Éste se bebe el contenido de su vasito de un solo trago y luego sirve un poco de té humeante para los dos. Le pone una taza calentita delante de Natalie y coge la otra taza para sí. Olisquea placenteramente el té y hace un pequeño gesto ritual, antes de empezar a tomarselo. Tras eso bebe un pequeño sorbo.

-Delicioso. Bebe- le señala la taza de té. Tras beber un par de sorbos más, responde a la última de las peticiones de Natalie.

-Ningún problema, tienes entera libertad para cumplir el objetivo, lo único que pido es que parezca eso, un accidente, me da completamente igual como lo realices.

Cargando editor
27/10/2010, 19:54
Natalie Hong
Sólo para el director

No me gustó como sonó lo de “lo hablaremos cuando vuelvas… Pero ya sabes que yo soy el Jefe, no puedo cederte ni una parte del negocio sin que yo esté por encima.” Es algo que ya me imaginaba claro, pero no lo que yo quería, así nunca podré hacer lo que yo quiera. No podré tener mi propia “empresa”. Bueno ya encontraré la manera de conseguirlo.

- No hay problema Padre, a la vuelta de mi accidentado viaje con mamá llegaremos a algún acuerdo, tu eres quien manda. –Le digo dándole la razón y haciéndole ver que tengo muy clara la jerarquía familiar, ahora no voy a exigirle más, sería un error por mi parte.

Ahora me pide que beba del té, nunca me han gustado los Tes, pero no me queda otra, llevo toda mi vida tomándolos por obligación ahora no será menos. Además huele bien tiene un aroma cálido y seguramente que suavice la garganta, después de haber bebido el licor de flores, muy dulce pero fuerte a la vez.

- Cierto, es delicioso.-Eso agradaría a mi padre, continuo. –Perfecto todo aclarado.-Miro a mi alrededor, por unos momentos había olvidado el lugar donde me encontraba, aquel tipo de la mesa de al lado seguía mirándome de vez en cuando y el ambiente parecía estar más cargado por momentos. Sólo tenía ganas de salir de allí. -¿Queda algo más que deba saber? Madre estará buscándome. Debería localizarla.

Cargando editor
27/10/2010, 21:59
Ian Green

[Calles de Persephone]

Me quedo en silencio, pensando. Hombre... Tampoco son muchas cajas, aunque sí reconozco que son pesadas.

- Bueno... Había pensado que si tenéis alguna mula mecánica en la Nave no iría mal... -Murmuro, como quien no quiere la cosa-. Aún así, tampoco son tantas cajas. Mira, si me ayudas... -Rebusco en una de las cajas hasta que la encuentro. Saco otra caja de su interior y se lo enseño a Dariel, cerrando de nuevo antes de que se le caigan las babas. Sí. Fruta fresca. Tres manzanas, una pera, dos fresas y un melocotón-. ¿Qué te parece? ¿Crees que merece la pena el esfuerzo? -Esbozo una leve sonrisa.

Sé muy bien que la fruta fresca en la periféria es muy poco común. Pese que para mí es algo normal (¡Ni siquiera me gustan las fresas!), para todos los demás es un bien que no disfrutan a menudo.

Cargando editor
28/10/2010, 01:50
Ivy LeFay

[En las calles de Persephone, junto a la Orpheus]

Al acabar de limpiarme los lagrimones que caían por mi cara por culpa del ataque de risa, vi que donde antes no había nadie, ahora sí. Di un pequeño salto hacia atrás por el susto. Joder, que avise o algo, ¿no?

- ¡Por supuesto que conozco al capitán! -Un tipo arrogante al que le tienen que regalar de una puta vez unos tirantes para que deje de sujetarse el pantalón con los dedos. Es simpático, casi como un hermano, pero en algunas ocasiones le tiraría abajo en medio de un despegue.- Un gran tipo que nos trata a todos como si fuéramos su familia -sonrío. Cuando le escuché balbucear, solté un pequeño "awwwwwwwww" mental y me acerqué de nuevo a él sonriendo amablemente.

- Así es y no solo navego, si no que a veces también soy la que se encarga de ello, ¡soy la co-piloto!, Le aseguro que en ninguna otra nave estará tan cómodo y seguro como en esta -Le miro de arriba a abajo, buscando cualquier cosa que me haga arrepentirme de meterlo en la nave, pero no parece que encuentre nada, al menos a simple vista.- ¿Quiere que haga algo para convencerle de que es con nosotros con quien debe viajar? Dígalo y yo le complaceré.

Sabía de sobra que aquello acababa de sonar mal, pero bah, que le den. Si eso le espanta pues adiós y muy buenas, y si no... ya se vería. Me habría gustado poder acabar pronto y/o escaquearme para ir a beber con Ian, pero si otros motivos de peso (como por ejemplo enseñarle las instalaciones de la nave a un futuro pasajero) me lo impedían... no podía hacer nada en contra de ello.

Cargando editor
29/10/2010, 20:21
Ian Green

[IAN-DARIEL: Calles de Persephone]

Dariel: "En serio, éste me ha visto cara de mula de carga? Soy piloto, no estibador!" protesto mentalmente para mis adentros. Le miro de reojo unos segundos, algo cínicamente, ante la mención de que son pocos bartulos.

- Tenemos una mula en la Orpheus, no hay problema - respondo ante su insinuación. Le oigo protestar algo por lo bajo y de repente saca una cajita con algo en su interior. Me quedo parado al ver su contenido. "Fruta fresca..."

- Toh Shung, te ayudaré a cargar las malditas cajas, pero a cambio quiero esas dos fresas y el melocotón! - dejo claro el punto de negociación. "Ivy se pondrá cachonda nada más ver las fresas, seguro!" me río por dentro.  -De todos modos, no podemos hacer entrar la mula por estas calles tan estrechas, no está hecha para estos espacios reducidos... habrá que hacer varios viajes para acercarlo todo al muelle y allí ya recogerlo todo con la mula.

Ian: Asiento con la cabeza. No está mal. Que por un par de piezas de fruta se pueda comprar a la gente es interesante. Sonrío.

- No hay problema. ¿No puede llamar a alguno de la tripulación para que venga con la mula y, de paso, ayude con las cajas? -Miro hacia las cajas. Me dá pereza sólo de pensar en tener que llevarlas yo-. Una pieza de fruta más para ti y para quien ayude -Digo rápidamente, antes de que diga que no-.

Dariel: Me quedo pensativo unos momentos. Afirmo con la cabeza.

- De acuerdo, me voy a buscar la mula a la nave y a K para que nos ayude a cargar todo esto. En seguida vuelvo -Respondo ante su propuesta de comprar nuestros favores físicos.

Salgo de la tienda y cruzo con relativa rapidez las calles que nos separan del muelle. En pocos minutos estoy en la entrada de la Orpheus, donde veo a Steve discutiéndose con un tipo largirucho y esquelético que no para de llevarle la contra. Me quedaría a ver el espectáculo si no estuvieran en juego unas piezas de fruta fresca... No veo a Ivy. Miro extrañado alrededor. Me acerco a Kratos.

- K donde está mi hermana?- le pregunto a éste -Voy a coger la mula, el doctorcito necesita ayuda para llevar sus vestidos de volantes rosas. Si me acompañas nos dará una manzana fresca a cada uno. Hace? -Le propongo a éste, que tiene cara de estar bastante aburrido. Mientras espero que responda, entro dentro de la Orpheus y bajo con sumo cuidado la mula hasta el suelo planetario.

Cargando editor
30/10/2010, 16:54
Kratos Syn

[Puerto de Persephone, junto a la Orpheus]

Estaba dando vueltas alrededor de la nave en busca de pasajeros porque ya estaba harto de estar sentado, ya que nadie se atrevia a acercarse a él con la pinta tan rara que tenia. Pasó un buen rato dando vueltas y aburrido cuando Dariel le dijo lo de ayudar al médico. Le pareció genial, por fín podría moverse de allí y ganar encima una manzana gratis.

-Bueno, si hay que ayudar iré, pero que sepas que sólo lo hago por la pieza de fruta y porque estoy aburrido de estar aquí- responde éste.
 

Cargando editor
30/10/2010, 16:55
Dariel M. Lefay

[Puerto de Persephone, junto a la Orpheus]

Salgo montado en la mula, con las gafas de pilotaje apoyadas sobre mi cabeza como si fueran gafas de sol. Tampoco es que fuera a necesitarlas exactamente, pero es que no sé salir con la mula sin ponerme aquellas gafas para pilotarla.

-Vale, hombretón, tampoco es que te lo estuviera ordenando...- bromeo -Te llevo "rubia"?- le digo a Kratos, como broma final.

Vale que el disfraz era algo raro, pero joder, intentad disfrazar a un tipacarraco cuadrado como un armario, como lo es Syn, es una tarea extremedamente ardua, incluso para el mejor estafador del universo!

Cargando editor
30/10/2010, 19:05
James Hong

James sonríe ante el comentario de su hija Natalie acerca del té. Tal vez aquel lugar fuera una Casa de Apuestas de mala reputación pero el té, oh el té, era uno de los mejores que se podían encontrar en Persephone y planetas adyacentes, un detalle que muy poca gente sabía. Tenía en plantilla a uno de los mejores artesanos preparadores de té del universo. Y era suyo. Sólo suyo. James bebe otro sorbo de su taza.

-No, cariño, no queda nada más que discutir- responde éste. Bebe otro sorbo con calma, deleitándose en su sabor -Por supuesto, ve, ve, no queremos que se asuste y crea que su familia ha muerto en un accidente de coche...- ironiza "sutilmente"- Dale un beso de mi parte, dile que llegaré a tiempo de despediros, en casa- y con una sonrisa, despide a Natalie, que puede marcharse del local.

En una mesa a pocos metros, un hombre escuchimizado grita de alegría porque ha ganado a los dados 3 veces seguidas, frente a los abucheos y los insultos y gritos del resto de jugadores que han perdido todo su dinero del día. El aire se va cargando del humo de tabaco y de los vapores etilicos y opiacios de algunos clientes. Es hora de salir a respirar aire limpio, Natalie...