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Fortunas perdidas

ACTO 1 Capítulo 1 - Escena 3: Llegada a Shiro no Soshi

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14/03/2021, 23:31
• Director de Juego •

ACTO 1
Capítulo 1 - Escena 3: Llegada a Shiro no Soshi

 

 

" En el sendero
        infinidad de flores
                 una amapola
"

 

El grupo de investigadores viajan hacia el este acompañando a Bayushi Norie y sus hombres, cogen la carretera hacia el norte y se desvían por el desfiladero que lleva hasta el recóndito valle de la familia Soshi.

Pronto banderas ajadas y con mástiles repletos de flechas anuncian a los viajeros que están entrando en tierras escorpión.
El camino por el valle es solitario, el aire es frío y no parece haber un alma en el trayecto, aun así, no podéis dejar de tener la extraña sensación de ser observados.

Dejáis a un lado la aldea Hafuna que precede al Castillo. Podéis notar como el suelo está pisoteado por centenares de personas, hundiendo en el fango todo atisbo de hierba.

Continuáis el camino.

Es un día lúgubre. El sol está oculto por las nubes y los amplios caminos son tiras vacías de barro. Después de llegar a la cima de una colina despejada de hierba a causa del paso constante de tropas y refugiados, finalmente veis los muros grises de un castillo que se alza sobre un mar de gente.
 

[ACTO 1 - Capítulo 2 - Escena 1] Shiro no Soshi Refugiados_zps730ec281

Los refugiados se arremolinan rápidamente alrededor de los caballos de los nobles, como una legión de andrajosos despojos, pidiendo a los samurai comida, agua o algo de limosna, ofreciendo a sus hijos, afirmando ser miembros de la casta samurái y con derecho a protección, pidiendo que les hagan siervos de la magistrada o gritando que es deber de los nobles salvar a los heimin. Los  recién llegados os veis completamente inundados de ruegos, hasta casi temer por vuestra integridad.

Los dos guardaespaldas de Norie apartan a los heimin, Bayushi Junro incluso llega a pegar una patada a un miserable campesino que se atreve a tocar sus botas, y en cuanto el duelista saca su espada, la muchedumbre se aparta asustada.

La escena resulta muy incómoda. Muchos miraban con unos ojos de desesperación y temían que fueran capaces de saltarse las normas más básicas de estratos sociales para asaltarles y robarles todo cuanto llevaban...

Sin embargo, nadie osa tocarles... parece ser que ya vieron que los nobles no se andaban con medias tintas y algún samurai debió matar a todo aquel heimin que se haya atrevido a tocar su caballo... pronto lo entendieron, esa gente no era mala: la mayoría ni siquiera sabían el motivo de la guerra, sólo que estaban sufriendo sus consecuencias.

Pronto Satoru y Kazuo se percataron de una triste verdad, eran los únicos que podían conseguir que esa tierra volviera a su estado correcto en el Orden Celestial.

Avanzaron entre las tiendas improvisadas, los desprotegidos y los necesitados. Pudieron ver como había heridos, alojados en improvisadas tiendas donde se les intentaba sanar las heridas. También vieron muertos, cubiertos por esterillas, sábanas sucias y moscas, en la periferia del campo de refugiados...

La guardia de la casa Soshi mantenía una zona despejada alrededor del castillo de un par de centenares de metros de anchura, en la que los plebeyos temían adentrarse, al estar penado con la muerte. La guardia extendió el puente levadizo para los magistrados, levantó el rastrillo, y al otro lado les esperaba una mujer Escorpión elegantemente vestida, acompañada con algunos bushi.

[ACTO 1 - Capítulo 2 - Escena 1] Shiro no Soshi Refugiados2_zpsd7b708f4

Notas de juego

Nota del director:

Para describir bien la escena, me gustaría poner al pie de la letra una comparación que viene en el mismo módulo original y que me parece simplemente sublime. Es una buena manera de hacer que la gente entienda como está el escenario:

Imagina tu estadio de fútbol favorito, o un anfiteatro de conciertos, abarrotado por alrededor de diez mil personas felices, alborotadoras y bien alimentadas cuya mayor queja es el humo y el hecho de que un botellín de cerveza vale tres euros y medio. Ahora, sella las salidas y las ventanas con cemento para que nadie pueda marcharse. Masacra al equipo de fútbol o al grupo de música que iban a ver delante de ellos. Mírales correr. Mira qué pasa cuando se dan cuenta de que no hay salida. Vuelve dentro de diez días. Llegados a este punto, la comida se habrá agotado y todos los baños estarán colapsados. Lo que verás será un montón de gente perturbadoramente enfadada, desquiciada e intranquila. Y niños, hambrientos y llorando. Y padres desesperados que harán cualquier cosa por darles de comer. Y una turba dispuesta a despedazar a la primera persona que parezca que está acaparando o que venga de fuera. Como por ejemplo, alguien que venga con alimento. ¿eres capaz de imaginarlo? bien, pues esto es igual, solo que esta gente lleva ahí más de un mes, no diez días... Bienvenidos al campo de refugiados de Shiro no Soshi.

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16/03/2021, 21:17
Ikoma Kazuo

Ikoma Kazuo observó el escalofriante recibimiento que les aguardaba a su llegada a Shiro no Soshi desde los lomos de Daitan. Las crónicas no solían prestar mucha atención al devenir de las castas inferiores, y las que tenían el detalle de dedicarles unas palabras, se dio cuenta entonces, no hacían justicia a la estampa terrible de la que estaba siendo testigo en ese instante. La visión de aquel tumulto le producía una incómoda mezcla de sobrecogimiento y miedo, tanto por ellos como por él mismo, pero sabía que este último era muy probablemente infundado. Los perros, razonó, no atacan a sus amos. Aunque delante de él podía contar más almas de las que integraban muchos ejércitos, los refugiados no tenían un líder y su única fuerza nacía de la desesperación, una desesperación por suerte incompleta. Pero sobre todo, más que por eso, sabía que se encontraba a salvo por tratarse de quienes se trataba. Los campesinos habían sido derrotados antes de plantar batalla y por eso no eran samurái, o bien no habían presentado batalla porque no eran samurái. No era ningún teólogo erudito y los entresijos y pormenores más básicos acerca del Orden Celestial se le escapaban, pero no tenía importancia respecto a la cuestión de fondo: era su deber arreglar aquel desaguisado y haría todo lo que estuviera en su mano por cumplir con él. Rápido, además, o el perro enfermaría de rabia o enloquecería por el hambre, y llegados a ese punto, lo sabía de sobra, el Orden Celestial sería reemplazado por el que impone el acero. 

—Qué tragedia se limitó a decir, mientras avanzaba entre los heimin. El bardo no esquivaba sus miradas, sino que escudriñaba sus rostros como quien lee un pergamino, pero sin despegar de sus propios morros un pañuelo con el que buscaba no respirar los miasmas que corrompían aquel lugar. 

Y qué fastidio, añadió internamente. El paisaje había quedado arruinado, las cosechas abandonadas se podían suponer perdidas y el equilibrio en aquella región había sido, en definitiva, roto. El Campeón había hecho bien en enviarlos. 

Notas de juego

Post corto hasta que aclares si podemos rolear en paralelo en la escena previa o tenemos que hacerlo por aquí. Porque si tenemos que "ponernos al día" en esta, igual deformamos el espacio-tiempo no llegamos nunca hasta la señora XD

PD: ¿me ha quedado muy facha la postura de Kazuo? 

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17/03/2021, 14:57
Isawa Satoru

Se habían separado de sus apenas nombrados compañeros para emprender la marcha junto a la magistrada Norie y su séquito hacia el castillo de la familia Soshi, donde esperaban al menos ser capaces de conseguir algo de sus habitantes, y especialmente de su daimio.

Los primeros compases del viaje transcurrieron para Satoru acompañados de un agradable sentimiento de libertad, que lo llevó a cabalgar ligeramente por delante del resto de la comitiva, observando la silenciosa y tranquila naturaleza de los valles Ojatara. El joven Isawa se sentía satisfecho. Por fin podía compartir de nuevo camino con Kazuo, hablar de los tiempos pasados, y escapar de las constantes miradas de reproche del Akodo o del autoritarismo de Megumi.

Sin embargo, esa sensación agradable no duró mucho. Al principio ni siquiera se percató de ello, pero a medida que se adentraban en los solitarios caminos la tranquilidad fue transformándose en inquietud, y el silencio en una etérea sensación de amenaza, de estar siendo observados. Pronto Satoru se encontró cabalgando de nuevo con el resto, e incluso, en un receso, llegó a alejarse de los demás para tratar de contrarrestar con sus plegarias esa sensación y encontrar la fuente de su inquietud.

Pero incluso esa inquietud quedó eclipsada por el escenario que se abrió ante él al fin cuando dejaron atrás la aldea Hafuna y pudieron contemplar la lejana silueta de Shiro no Soshi.

No por el castillo, cuyos muros se alzaban grises e imponentes sobre la tierra. Ni por la creciente sensación de inquietud que parecía emanar de aquel lugar, sino por algo mucho más mundano.

Heimins. Refugiados. Miles de ellos. Hambrientos. Desesperados. Enfermos. Era como si un mar de miseria y sufrimiento tratase de hundir el castillo, pero fuese repelido por una fuerza invisible. Una fuerza que tenía un nombre muy claro, y que fue evidente cuando Junro desenvainó su acero, provocando que el gentío que ya se había acercado a ellos retrocediera inmediatamente.

Esa fuerza era el miedo.

El miedo a una muerte inmediata y rápida, en lugar de la vaga esperanza de sobrevivir a aquel infierno.

-Tanta miseria… Incluso después de una guerra, deberían estar ya ayudándolos. -Musitó, mirando con frustración hacia los muros del castillo. -Si tan sólo pudiera…

Pero no podía, y era consciente de ello. Podría sanar a unos pocos, pero si lo intentara, todos tratarían de ser los siguientes. Podría ser la chispa que encendiera esa hoguera. Y algo similar ocurriría si trataba de compartir con ellos su escasa comida. No, la mejor ayuda que él podía ofrecer era acabar con esa guerra.

Suspirando, dejó que su vista pasara por la multitud, empapándose de lo que veía, grabándolo en su memoria para recordarse más adelante la necesidad de tener éxito en su misión. Y entonces, en mitad de todos aquellos rostros desesperados, de pronto creyó ver entre ellos dos ojos que le devolvían la mirada sin un ápice de miedo.

Fue entonces cuando, por un momento, la expresión de Satoru cambió mientras un recuerdo invadía su mente, y todo el cuerpo del joven Isawa se estremeció. Por un instante, casi fue capaz de escuchar el combate rugir a su alrededor, pero logró contener su propio miedo y volver a observar la multitud, sin encontrar esa mirada. Tal vez fuesen sólo sus propios fantasmas.

-Temen a la ira de sus señores. -Murmuró entre dientes, colocando su montura junto a la de Kazuo, mientras observaba toda la miseria que los rodeaba. Las manos del joven estaban pálidas por la fuerza con la que aferraba las riendas. -Pero cuando todo empeore… cuando sus amos no puedan amenazarles con una tortura peor que la que ya sufren… el miedo desaparecerá. Y correrá la sangre. ¿Cómo han podido dejar que esto suceda?

Notas de juego

Nada, Kazuo Díaz Ayuso a tope

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17/03/2021, 23:48
Ikoma Kazuo

Kazuo escuchó las palabras de Satoru sin volverse hacia él. Si el shugenja susurraba, era porque no quería que los Escorpiones escucharan a sus palabras. 

No lo sé, Satoru —reconoció, pero hemos de cerrar la herida que se ha abierto en estas montañas lo antes posible. Has escuchado parte de las acusaciones, y has recibido unas órdenes. Ahora has visto los estragos que ha causado esta guerra. Sé que es pronto pero, en confidencia, ¿quién crees que es el causante? ¿Sobre quien repercutirías el usufructo de las tierras en disputa? 

Notas de juego

SOSHIALISMO O BUSHIDO

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18/03/2021, 18:01
Isawa Satoru

-Sólo hemos visto aún una parte de todo, Kazuo… -Respondió a la prematura pregunta del Ikoma, manteniendo el mismo tono bajo mientras se acercaban lentamente al puente levadizo del fuerte Soshi. -No quiero sacar conclusiones apresuradas. Sólo hemos visto esta parte… y la zona al cargo de los Iuchi podría ser igual o peor. No creo que haya un único causante… ambos clanes son responsables de estos.

-Ambos, y… -Su frase enmudeció, sin llegar a completarse, a medida que el shugenja  se perdía entre sus propios pensamientos. Tras unos largos segundos de silencio, de pronto cambió de tema para contestar a la anterior pregunta de su compañero. -Si por mí fuera, entregaría estas tierras a unos señores que pudieran entender que su ambición no justifica el sufrimiento de aquellos bajo su cuidado.

Avanzó un poco más, entrecerrando los ojos. Pero incluso así, el sonido de los cientos de vidas que pugnaban por no extinguirse a su alrededor parecía estar hablándole.

-¿Alguna vez has tenido que matarlos, Kazuo? –Preguntó mientras miraba a la desesperada multitud, con una expresión extraña en su rostro. Era evidente que contenía alguna intensa emoción, pero no resultaba sencillo saber de cuál se trataba. -¿Alguna vez han intentado matarte?

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18/03/2021, 20:49
Ikoma Kazuo

La contestación que su amigo le dio le pareció a Kazuo muy inocente. Aunque no lo reconocería en voz alta —era un bardo, al fin y al cabo—, en su opinión la época de los santos, los kami y las Fortunas se había acabado antes de que ninguno de ellos dos naciera. Las nobles aspiraciones que sus antepasados pudieran haber tenido ya daban igual. Iuchi o Soshi, León o Grulla... todos estaban en el fango, donde todo valía y todo era posible. Los únicos que tenían el lujo de poder mirar al enemigo a la cara eran los del Clan del Cangrejo, y él mismo era escéptico y se preguntaba si no se pasarían los días holgazaneando en las murallas e inventando historias como él mismo hacía. Sin embargo, ninguna de esas meditaciones le impidió percatarse de la expresión del shugenja, al que miró directamente, rompiendo momentáneamente la mascarada que representaban. Escuchó las preguntas que le hizo y reflexionó acerca de ellas, pero también sobre por qué las hacía. No había que ser un lince para deducir que en su caso, la respuesta a ambas cuestiones era un "sí". 

—Sí, por supuesto —contestó, sin ningún reparo ni remordimiento—. No te atormentes, Satoru. Una cosa es ser compasivo, y otra ser sensiblero. 

La distancia que les separaba de su recibimiento era cada vez menor, mientras que su conversación en susurros estaba empezando a alargarse. El Ikoma optó por la prudencia.

—Deberíamos dejar de cuchichear, o nuestros nuevos amigos van a pensar que tramamos algo. Hablaremos de esto más tarde, ¿vale? 

Y echó la mano a su cantimplora, de la que bebió un largo trago. 

Notas de juego

No es por cortarte el rollo, pero como empecemos a tratar temas personales en las dos escenas, nos vamos a acabar liando y pisando. Ahora posteo en la escena 1 y roleamos por ahí. El tema que ibas a sacar 

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19/03/2021, 01:03
Bayushi Hoji

- ¿Habéis visto hasta dónde han llegado las acciones de los Unicornio? - dice el escorpión negando con la cabeza al ver la miseria a su alrededor.

Luego señaló hacia la aldea que habían dejado más atrás - Toda esta gente viene de la aldea Hafuna y de sus granjas. Ahora que sus tierras han sido saladas por los Unicornio no tienen donde labrar ni vivir.  Los Soshi deberán reubicar a toda esta gente, pero hasta que el conflicto con los Unicornio no termine... no pueden más que darles las reservas de arroz y grano que era para el pago de los impuestos al Emperador.

En la aldea aún quedan algunos campesinos que se niegan a abandonar las tierras y casas de sus antepasados. Podréis recoger sus testimonios sobre cómo los Unicornio les atacaron y masacraron mientras salaban los campos. No encontrareis testimonios de samurai, pues mataron a todas los nobles y las patrullas de esa zona.

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19/03/2021, 22:08
Isawa Satoru

Kazuo sugirió interrumpir la conversación temporalmente para evitar crear suspicacias entre sus acompañantes, y luego dio un nuevo trago a su cantimplora, haciendo que Satoru lo observara con una sonrisa torcida. Sin embargo, la intuición del bardo no se había equivocado, pues unos instantes después el cortesano Bayushi se acercó a ellos para realizar un primer intento de guiar su opinión.

-Por el momento, Hoji-san, sólo he visto las condiciones en las que se encuentran los siervos de los Soshi alrededor de sus murallas. –Contestó con tranquila amabilidad Satoru, reflexionando sobre lo que acababa de escuchar. A primera vista, se trataba de un intento bastante burdo de culpabilizar a los Unicornio, pero el shugenja había tratado ya con suficientes Escorpiones para saber que las cosas nunca eran tan sencillas como parecían.

-Aunque es evidente que no es algo que resulte agradable para nadie. –Añadió, para evitar que su respuesta resultara demasiado cortante, y dedicándole un leve asentimiento, añadió. -Descuidad, encontraremos al responsable de salar esos campos para que se enfrente a la justicia del Emperador.

-Sí, suponía que no encontraríamos a ningún samurái allí. –Se lamentó cuando el tema se desvió hacia las trágicas supuestas muertes de la aldea Hafuna. Lo cierto era que Satoru estaba deseando acercarse a ella, pero era consciente de que sus deberes para con el daimio eran más importantes en ese momento. -Al fin y al cabo, ningún guardián dejaría que salasen sus campos sin presentar batalla… y alguien capaz de salarlos no dejaría vivo a un samurái que pueda testificar.

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19/03/2021, 23:07
Shosuro Norie

- Usaron caballos unicornio... - dijo la Magistrada mientras cabalgaba con gracia pero gesto serio, sin perder de vista las murallas - llevaban sacos de sal y los perforaron mientras corrían por los cultivos. Las pisadas de sus otros caballos hicieron el trabajo y con la tierra húmeda de las últimas lluvias.... es un desastre para la zona. Estos campesinos han perdido todo lo que tenían.

Los Soshi se debaten entre pagar el impuesto imperial o repartir dicho tributo entre sus aldeanos.

El Bushido nos ordena ayudar a los débiles. Pero este horror no es temporal, los campesinos no podrán volver a trabajar cuando la guerra termine. No es fácil tomar decisiones sin dejar de honrar con los impuestos del Emperador.

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20/03/2021, 14:27
Ikoma Kazuo

Cabía la posibilidad de que el ataque hubiera sido de falsa bandera —y, tratándose del Escorpión, apostaría por que al menos una de las acusaciones vertidas hacia los Iuchi no había sido tal—, pero el método que la magistrada Shosuro describió le resultó bastante plausible. Si realmente había sido cosa del Unicornio, entonces eran autores de una magnífica calamidad. Como las tierras en disputa eran aquellas de las que ellos eran tenedores, los Soshi no podían darse el lujo de salarlas. 

Lo que dijo acerca de repartir el tributo entre los aldeanos le pareció una tontería. Esa decisión no le correspondía a ninguno de ellos, sino al Emperador, y tomarla en su nombre bien podría hacer que este favoreciera a sus rivales en el futuro. Sin embargo, no dijo nada. Se habían adelantado para ganarse las simpatías del daimio, y dudaba que hablar con tanta claridad fuera a lograr tal cosa. 

—Con el tiempo que ha transcurrido y el evidente trasiego de gentes que ha habido resultará imposible rastrear a quienes perpetraron el ataque —meditó, en voz alta—. Honorable magistrada: ¿he de suponer que los malhechores se llevaron a sus muertos? 

Intentaba arrojar algo de luz acerca de lo ocurrido y, la verdad, lamentó no tener a su lado a Mirumoto Megumi. Se suponía que se había instruido en el dojo de los Kitsuki, y que era una experta en menesteres tales como el que les ocupaba. 

Notas de juego

Edit: errata 

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21/03/2021, 23:04
Shosuro Norie

La mujer observó a Kazuo un poco confusa y se acarició el mentón con sus delicados dedos.

- ¿Os referís al ataque a la aldea Hafuna? 
No hubo ningún enemigo derribado, alguno herido... pero los Unicornio aparecieron de la nada y atacaron con la velocidad del viento.

Tienen cientos de testigos entre los pobres aldeanos, ellos les darán descripciones perfectamente detalladas de aquellos que arruinaron sus vidas para siempre. Aunque su testimonio no es tan válido como el de un noble, no puede ignorarse el testimonio idéntico de tantos heimin, no pueden ponerse de acuerdo tanta gente.

Pero si eso no le es suficiente (y no debería serlo), podrán investigar las pisadas de los caballos. Por suerte el día del ataque había llovido y las marcas aún perduran. Si estudian con detenimiento las pisadas de los caballos (y yo lo hice con un reconocido criador de caballos) podrán encontrar que la distancia entre las pezuñas y la profundidad de sus pisadas es notablemente mayor que las de los caballos tradicionales de Rokugan.

Solo unos admirables y gigantescos caballos unicornio tienen el peso necesario para hacer unas pisadas como esas.

Norie esbozó una sonrisa. Estaba claro que no tenían por que creerla, no esperaba menos - Pueden comprobarlo ustedes mismos, por supuesto. Los Soshi pueden ser retorcidos, pero no son tan estúpidos como para destruir así sus propias tierras.

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21/03/2021, 23:33
Ikoma Kazuo

Kazuo entrecerró los ojos y, con gran teatralidad, hizo como si las palabras de Norie le hubieran ofendido gravemente. Sin embargo, decidió no decir nada al respecto, sino que se esforzó por explicar su punto de vista y el porqué de sus preguntas. 

—No pongo en duda la autoría de los crímenes, Shosuro-sama. Pero donde hay un muerto, hay un nombre y una historia mucho más fácil de leer que la que encierra una huella en el barro —relajó la pose, dejó de mirarla y encaró el camino que recorrían—. Me sorprende que tache de retorcidos a los Soshi. Estoy seguro de que exagera. 

Notas de juego

Edit: corregida una errata, me pudo el toc 

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22/03/2021, 11:06
Isawa Satoru

La conversación entre Kazuo y Norie había captado la atención del joven Isawa, hasta el punto de llegar a distraerle parcialmente de la incomodidad que le causaba la multitud de refugiados. Tuvo incluso que hacer algún esfuerzo al ver cómo su compañero parecía estar dispuesto a lanzarse a una sutil competición verbal con la magistrada Escorpión.

Tal vez, en otras circunstancias, él mismo se hubiera unido. Al fin y al cabo, los Escorpión erna dignos rivales en el sadane. Pero su instinto y su razón le decían que no era el momento.

-Nadie en su sano juicio salaría sus propias tierras, estoy de acuerdo. -Intervino entonces Satoru tranquilamente, evitando otra posible respuesta que podría agriar la conversación. Estaba seguro de que tras los muros del castillo encontrarían ya suficientes problemas, así que una Norie que los considerase útiles era la mejor baza que podían jugar. -Y quien quiera que haya perpetrado el ataque, se está asegurando de crear un rencor que durará más aún que la cicatriz abierta en la tierra.

-En cualquier caso, Norie-sama, al menos en una cosa debo dar la razón a la magistrada Mirumoto. -Para que la Escorpión los considerase útiles, debían mostrarse algo receptivos a sus mentiras… y mostrar una cierta distancia, no del todo fingida, con Megumi, completaría el efecto. -Las mejores conclusiones son a las que uno llega por su propio convencimiento. Sin embargo, vuestra información nos va a facilitar mucho el trabajo.

-Por otro lado… ¿Cómo están las cosas en el castillo? -Preguntó, adelantándose al inminente recibimiento, y dejó la pregunta en el aire, para que fuese la magistrada la que decidiera qué cartas mostrarles. -Nos advertisteis de que el clima sería hostil, pero…

 

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23/03/2021, 10:04
Bayushi Hoji

- ¿Las cosas en el castillo? Como bien dice usted mismo, Isawa-sama, "las mejores conclusiones son a las que uno llega por su propio convencimiento".

No querríamos estropearles la sorpresa.

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23/03/2021, 10:08
Soshi Isane

El grupo se acercó a la puerta donde una dama escorpión de la casa Soshi les esperaba con una agradable sonrisa rodeada de soldados bien armados.

Era una mujer joven y hermosa, portaba un precioso kimono escarlata de seda bastante ceñido con flores blancas en la falda izquierda. Sin duda no era un kimono capaz de abrigar mucho, pero realzaba con delicadeza una figura esbelta. La dama se inclina y se levantó muy lentamente para estudiar a los recién llegados. Sus ojos repasaron a cada uno de los recién llegados, se quedó unos segundos en silencio, como si algo no estuviese en su sitio.

- Bienvenida de nuevo a nuestro hogar, Shosuro Norie-sama. Estábamos esperando a la magistrada Dragón, pero veo que en su lugar sólo venís vos... con nuevos ayudantes. ¿A qué se debe este contratiempo? ¿Ha habido algún altercado en el camino? - dijo intentando evitar preguntar directamente por si los Unicornio les habían atacado.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Sinceridad

Dificultad: 15

Tirada (7): 7, 15 (10, 5), 8, 5, 1, 3, 1

Guardados (4): 15, 8, 7, 5

Total: 35, Éxito

Notas de juego

Podéis dejar una tirada oculta de Percepción + Sinceridad en oculto para percibir ciertas reacciones enfrentada a su tirada (35 de dificultad). Si la pasáis ya os daré información extra, sino pues nada.

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23/03/2021, 10:18
- Fortunas -

Obviamente, los ojos de Isane se detuvieron unos segundos en el rostro de Satoru al encontrárselo. La antigua amante del shugenja le reconoció de inmediato, pero disimuló con educación.

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23/03/2021, 20:07
Isawa Satoru
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Percepcion + Sinceridad

Dificultad: 5

Tirada (2): 1, 7

Guardados (1): 7

Total: 7, Éxito

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26/03/2021, 16:36
Isawa Satoru

Satoru escuchó la réplica del Bayushi, ligeramente sorprendido por la forma en la que había vuelto sus propias palabras contra él. Lo cierto era que esa actitud encajaba mucho mejor con lo que él había esperado de un cortesano experimentado que el torpe intento de influenciarlos de hacía apenas unos minutos.

-Me halaga que estéis tan de acuerdo conmigo, Hoshi-san. -Contestó, sin molestarse en ocultar su sonrisa. Una buena conversación era, al fin y al cabo, uno de los pasatiempos favoritos del joven, y acababa de descubrir que el Bayushi podía estar a la altura. -Sin embargo, recordad que hay una gran diferencia entre una conclusión y una información.

Tal vez hubiera añadido algo más, pero para ese momento la comitiva ya había llegado a la altura de la entrada del castillo, y todos se giraron para poner su atención en la dama que estaba preparada para recibirlos. Una dama de singular hermosura, que los observaba hasta que su mirada se cruzó con la del shugenja.

 

El mundo de Satoru se paró por un instante, atrapado en esos ojos negros.

 

Y después, tras un instante tan largo como la memoria y tan corto como un latido de corazón, el mundo se puso de nuevo en marcha. La mujer saludó con educación a Norie, dejando en el aire una muda pregunta acerca de los dos samuráis que se habían unido a ella.

-La honorable magistrada Mirumoto Megumi, bajo cuyas órdenes servimos, tenía indicaciones de viajar en primer lugar al campamento del ejército Dragón. -Anunció Satoru como respuesta. Las palabras surgieron de los labios del shugenja con facilidad, y sólo un ligero temblor en su voz reveló su bien disimulada turbación. -Sin embargo, queriendo honrar a la familia Soshi, decidió enviar a la mitad de su comitiva directamente a Shiro no Soshi para presentar sus respetos al daimio, y Norie-sama fue tan amable como para ofrecernos unirnos a ella en su viaje.

-Megumi-sama se unirá a nosotros tan pronto como las órdenes de Doji Satsume lo hagan posible. -Añadió, añadiendo el nombre del Campeón Esmeralda para cubrir cualquier posible duda acerca de la decisión de Megumi. -Hasta entonces, seremos sus enviados en el castillo. Ikoma Kazuo… e Isawa Satoru.

-Es un placer ser recibidos aquí, Soshi-san. -Terminó, dejando que su mirada se mantuviera también unos momentos sobre los ojos de Isane, sintiendo cómo los sentimientos se arremolinaban caóticamente en su interior.

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28/03/2021, 22:04
Ikoma Kazuo

Kazuo reprimió una sonrisa ante la ingeniosa réplica de Hoji, mientras dejaba que Daitan le condujera al encuentro de quienes salían a recibirles. La enviada era una samurai-ko que al bardo le resultó tremendamente hermosa tanto en rasgos como en curvas. Lo ceñido que llevaba el kimono le turbaba, pues parecía que estuviera oprimiendo su belleza, y hacía que uno deseara desenvainar la propia katana para liberarla. Realmente no importaba: su encanto rebasaba la seda y la máscara que vestía, y el enviado del León supo de inmediato que aquel efecto, aquella representación, era completamente deliberada. «Pero, ay si no resulta una visión placentera», pensó, mientras ella les daba la bienvenida. No fue hasta que escuchó la voz de su amigo que la recordó como la causa de sus muchas dichas y desdichas, y muy brevemente se preguntó si aquello no supondría un estorbo en sus investigaciones. 

—Lloro por la decisión del kami Bayushi de siempre portar una máscara—dijo, con gran pomposidad, cuando su amigo calló—, pues nos ha privado hoy a todos de poder admirar su belleza. Sabed, Soshi-sama, que ni siquiera vuestra gran hermosura me distraerá de los horrores que he presenciado a las puertas de la ciudad. Mi determinación es férrea, y la de Mirumoto-sama es cien veces la mía. Tenéis mi palabra de que la magistrada hará justicia. 

Notas de juego

Ya no estáis juntos, ¿no? êê

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01/04/2021, 23:04
Shosuro Norie

Bayushi Norie se acercó con su comitiva y saludó con educación a la emisaria Sohsi. Era obvio que ya se conocían. Sus hombres comenzaron a bajar de los caballos y sacar sus pertenencias mientras varios criados se hacían cargo de todo.

- Hemos intentado convencer a Mirumoto-sama de venir en primera instancia con nosotros, pero me temo que la magistrada es bastante obcecada en sus objetivos. Pero como podréis ver, la oratoria de Ikoma Kazuo y de Isawa Satoru son más que notable... - Norie inspira y mira con gesto triste al castillo - a lo mejor incluso es mejor que la magistrada no venga hasta el castillo. Me gustaría hablar con Soshi Bantaro-sama.