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Fortunas perdidas

[ACTO 1 - Capítulo 2 - Escena 1] Actores en el Templo de la Montaña de nieve

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23/08/2021, 23:47
- Fortunas -

ACTO 1
Capítulo 2 - Escena 1: 
Actores en el Templo de la Montaña de nieve

 

 

"A la montaña subes
        despacio, pero subes,
                                    tortuga anciana."

 

Tras una noche de descanso reparador, los investigadores se asearon y vistieron con ropas limpias que los escorpión les habían preparado. Tras un desayuno tranquilo en un ala secundaria del castillo, cada uno preparó sus cosas para partir. Algunos practicaron sus katas matinales, desde el frío de la montaña; otros rezaron a las fortunas o a sus antepasados para que su camino fuese fructífero.

En la puerta del castillo, una comitiva formada por la magistrada Shosuro Norie y su hombre de confianza Bayushi Hoji os despedían detrás de la cortesana Soshi Isane, quien había permanecido pendiente de que las comodidades de los investigadores fuesen las mejores.
 

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24/08/2021, 00:12
Soshi Isane

- Espero que hayan descansado en nuestro humilde hogar.
Soy consciente que tienen muchos lugares que visitar y muchas personas a las que interrogar, así que no queremos demorar mucho su investigación, pero mi señora Soshi Shinobu desea insistirles en que si lo desean, pueden descansar en nuestro hogar todo lo que precisen. Si se acerca tormenta o nieva, pueden refugiarse en nuestra casa.

Nuestro hogar es también su hogar.

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24/08/2021, 00:32
Shosuro Norie

Sois una mujer desconcertante y a la vez refrescante, Mirumoto-sama. Tenéis hombres muy curiosos como consejeros, os servirán bien - dijo mirando a Kazuo y Satoru.

Supongo que nos veremos de nuevo cuando las investigaciones hayan finalizado y se acerque su resolución, en la aldea donde está Akodo Kenjiro. Que las fortunas guíen vuestro camino.
 

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24/08/2021, 00:37
Soshi Isane

Unos hombres de nuestro ejército les acompañarán hasta salir de nuestras tierras para que los posibles bandidos y saqueadores no supongan una amenaza para ustedes. Hemos alimentado y arreglado sus monturas y he encargado a mis criados que les preparen unas deliciosos pasteles para degustar en el viaje. Las tienen su sirviente.

No tengan la más mínima duda en regresar a nosotros si necesitan algo de ayuda en cualquier menester. Siempre tendréis las puertas de nuestro hogar abiertas para vos y vuestros amables consejeros.

Que los Kami bendigan su senda... y sus decisiones.

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24/08/2021, 00:38
Chitao

Chitao se acercó a la magistrada y a Ikoma Kazuo, con quienes más confianza tenían.

- Un lugar muy retorcido mis señores. Estuve visitando algunas partes del palacio, pero se me prohibió terminantemente visitar las biblioteca y el Dojo de la escuela Soshi.

Chitao mira hacia los guardias escorpión, asegurándose que estaban lo suficientemente lejos para no escucharle.

- No he podido averiguar mucho, solo que casi todo el servicio odia al señor Soshi Bantaro, es un hombre que nadie soporta. Y todos tiene lástima de su señora, la dama Shinobu. Aunque ambos son maestros de la escuela Soshi.

Siento no haber sido de más ayuda. Los escorpión no son gente de fácil acceso.

Chitao se frota los brazos al sentir la brisa de las montañas. - Pronto nevará.

Notas de juego

En susurros

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24/08/2021, 00:44
• Director de Juego •

La honorable magistrada Mirumoto Megumi, el pragmático cortesano Ikoma Kazuo, la grácil duelista Kakita Mirai, el sociable shugenja Isawa Satoru y el misterioso bushi Akodo Isshin, abandonaron Shiro no Soshi con una sensación de tristeza.

El castillo vivía en una decadencia completamente de espaldas al sufrimiento de los campesinos, no tanto por crueldad, como por incapacidad para asimilar la enorme pérdida que la guerra había supuesto para su pueblo y para el control de sus propias tierras.

Los soldados cuchicheaban en bajito sobre la suerte que tenían de no haber sufrido el destino de aquellos pobres hombres, mientras que el eta llamado Chitao canturreaba una pegadiza canción popular como quien va al trabajo rutinario.

Cuatro soldados Escorpión y un Shugenja Soshi les custodiaron hasta salir del valle y encontrar el camino del Norte.

Tras veinte minutos de paso lento, descendiendo de las montañas, los investigadores observaron la aldea Hafuna, una pequeña pero antiguamente fértil tierra que recibe varios arroyos de las montañas, y cuyos campos están abandonados hoy en día.
Cuando pasaron por allí el día anterior, siguieron el paso rápido hasta el castillo, pero ahora podían detenerse un poco para apreciar el territorio. Cuando se detuvieron, los samurai escorpión les miraron resignados. No deseaban detenerse, pero no les impedirían investigar un poco a la luz del día.

No había demasiadas pistas allí, solamente el drama humano de los campesinos que saben que morirán sin comida para el invierno. Varios campesinos que se resistían a dejar sus hogares se miraban con rostros lánguidos, reflejo puro de la resignación, como si intentasen dilucidar el motivo por el que los Kami les habían abandonado.

La tierra desprendía un hedor fétido y pantanoso, los campos estaban pisoteados y maltrechos, muchas plantas permanecían amarillentas, partidas y resecas a pesar de las lluvias...

Notas de juego

Si queréis preguntar a los poco heimin de la aldea es vuestra oportunidad.

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25/08/2021, 01:16
Ikoma Kazuo

Kazuo, impoluto de no ser por unas largas orejas, decidió mantener un perfil bajo durante la despedida en el castillo, y ni siquiera reaccionó cuando Shosuro Norie les mentó a Satoru y a él. Cuando Chitao le informó de sus tejemanejes —que no añadían nada nuevo a lo que ya sabía— también se mantuvo en silencio, y por unas cosas y las otras el bardo se manifestó ante todos aquella mañana inusualmente callado y desvaído. Lo único que pareció alegrarle fue el reencontrarse con su querido Daitan, y como prueba de que no se había olvidado de él, el Ikoma enseguida le premió con una manzana que a saber de donde había sacado.

Cuando, al pasar por la aldea de Hafuna, se reencontraron con el germen de la desolación que ya habían contemplado la tarde anterior, volvieron su mente las reflexiones que ya había hecho entonces. También sintió la necesidad de taparse la narizota con un pañuelo, pero decidió aguantar el tipo.

—Esto es Hafuna —dijo, al sentir la necesidad de introducir el paraje para los demás—, la aldea cuyas tierras salaron las huestes del Unicornio. La mayoría de los campesinos que vivían de estos campos se encuentran ahora a los pies de las murallas de Shiro no Soshi…

«…esperando a que el hambre se los lleve», sentenció, para sus adentros. Volvió la vista atrás, al camino que habían recorrido.

—Los Iuchi hacen honor a su reputación, y verdaderamente encarnan la velocidad del viento. Atacar una aldea tan cerca del castillo es, cuanto menos, temerario —observó—, pero sigo sin entender por qué salaron los campos. Se me antoja tan… tan bárbaro. De verdad que no lo entiendo.

Entonces miró a uno de los campesinos y le chilló para que se acercara:  

—¡Oi! ¡Tú! ¡Sí, tú! ¡Ven aquí! —y, cuando por fin llegó hasta ellos, Kazuo empezó a interrogarle— ¿Tú viste el ataque? ¿Quién ha hecho esto?

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25/08/2021, 12:12
Isawa Satoru

Finalmente, la larga noche pasó, y un nuevo amanecer llegó para el Imperio y sus habitantes. Y poco después, los miembros de la comitiva de la magistrada esmeralda estaban de nuevo a las puertas del castillo, despidiéndose de quienes habían sido sus anfitriones en esa extraña noche.

-Os agradecemos vuestras palabras tanto como vuestra compañía en el viaje de ayer, Norie-sama. -Respondió Satoru a la magistrada Escorpión, dedicándole una media sonrisa. En el fondo, había disfrutado con su juego de apariencias y el afilado ingenio de sus compañeros. -Que las Fortunas os sean propicias también a vosotros hasta que volvamos a vernos.

Mientras Isane hablaba, reiterando la hospitalidad que Shinobu les ofrecía en caso de que quisieran hacer uso de ella, Satoru guardaba silencio, con sus pensamientos lejos de la conversación. Perdido en sus recuerdos lejanos y cercanos, apenas se dio cuenta de que la joven cortesana ya había terminado de hablar.

-El hogar está en el lugar donde el corazón pertenece. -Intervino de forma repentinamente enigmática. -Y el deber nos hace a todos viajeros.

-Vuestra hospitalidad y la de vuestra señora ha sido magnífica, Isane-san. -Añadió, centrándose de nuevo en la conversación y obviando sus anteriores palabras. -Regresaremos si nos es necesario. Y… si vosotras llegárais a necesitarnos, tened por seguro que recordaremos el trato que hemos recibido aquí.

 

---

Continuaron el viaje en silencio, sin dar mucho pie a las conversaciones. Tal vez la culpa de que los samuráis de la comitiva no hablaran la tuviera el tiempo, con el viento frío que descendía de las altas cumbres arrastrando consigo la promesa de nevadas tempranas y congelaba el espíritu. Tal vez, fuese simplemente que el eco de lo sucedido en el castillo de los Soshi aún perdurara en sus mentes. O, tal vez, tuviese algo que ver con los soldados Escorpión que caminaban a su lado y que actuarían a partes iguales como guardianes… y como espías.

Pero el joven Isawa no fue capaz de guardar silencio cuando alcanzaron la aldea de Hafuna. El horror de los campos arrasados y las casas casi completamente abandonados hizo una profunda mella en el ánimo del shugenja. Pero no era sólo lo que veía… el propio ambiente estaba cargado de oscuros presagios que se reflejaban en el rostro de los escasos heimin que habían escogido permanecer en sus tierras en lugar de rodear el castillo en busca de comida.

Estaba a punto de decir algo, pero el Ikoma se le adelantó, y no pudo mantenerse en silencio durante más tiempo.

-No hay ningún motivo sensato para hacer algo como esto. -Los ojos oscuros de Satoru paseaban por el desolado paisaje, entrecerrados bajo su ceño fruncido. Todo lo que veía era miseria, y semillas de una miseria aún mayor germinarían en los campos salados.-Condenar de hambre a los heimin, arruinar las tierras del Emperador… no es un acto de conquista. Sólo de destrucción.

-Quienquiera que lo haya ordenado… -Continuó, sin dar por sentado si los atacantes pertenecían a uno u otro clan. -No pretendía ganar la guerra. Su objetivo era únicamente causar sufrimiento.

-¿Podría tratarse simplemente de Venganza? -Preguntó, lanzando una significativa mirada a sus compañeros. -¿O de verdad alguien busca esta guerra sin sentido?

Mientras aguardaba alguna respuesta, de nuevo fue su compañero el que tomó la iniciativa.

-Lo ideal sería encontrar a varios que hubieran sido testigos… -Musitó cuando el león llamó a un heimin, antes de sacar un pergamino de su estuche y sonreír al Ikoma sin ocultar la tristeza que ensombrecía sus suaves rasgos. -Haz las preguntas adecuadas, Kazuo-san… y luego veremos qué es lo que los kami pueden hacer para aclarar esto.

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27/08/2021, 16:54
Kakita Mirai

Mirai, siempre cerca y pendiente de la Magistrada, permanecía tan callada como acostumbraba, casi pasando inadvertida dentro de aquella pequeña y extraña comitiva. Una noche de descanso y aseo no parecía haber sido suficiente para deshacerse del mal regusto que la cena le había dejado. Su pulcra y cuidada apariencia no dejaba traslucir nada de aquello, pero pesaba en su mente y había formado parte de su falta de sueño. Las palabras de Shinobu resonaban todavía en su mente, lamentablemente ni la mitad de sonoras que el espectáculo que Soshi Bantaro había dado. El Daymio era una desgracia y las palabras que reportó Chitao casaban perfectamente con lo que habían visto con sus propios ojos. Casi se le antojaba que las desgracias que asolaban sus tierras eran una consecuencia directa de su comportamiento.

La visión de aquella tierras bajo la clara luz de la mañana, acompañada del fétido olor de lo podrido, tan solo lograron que se reafirmara en su suposición de que cada uno recibía lo que sembraba. Descabalgó con soltura paseando la mirada sobre aquel infortunio mientras Kazuo explicaba brevemente lo ocurrido allí, refrescando su memoria.

Bárbaro no alcanza —musitó más para sí que para el resto, avanzando unos pasos en lo que Saturo reflexionaba en alto, la mano descansando sabiamente sobre el pomo. Algo de lo que dijo hizo que la joven Grulla se volviese hacia el shugenja, posando su mirada largamente en él. —Con la cantidad de cosas sin sentido que ambos lados proclaman, de ataques, calamidades, y actos deshonrosos por igual, la palabra venganza no parece tan lejana.

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31/08/2021, 00:16
Mirumoto Megumi

Sin duda la hospitalidad en Shiro no-Soshi había sido realmente agradable, exceptuando la cena que nos había ofrecido el daimyo Soshi. Las circunstancias casi obligaban a los Soshi a una amabilidad inaudita, por supuesto interesada y para nada sincera si nos atenemos a la realidad en sí. Aún con todo, el trato había sido más que aceptable.

Agradecí las formas que Soshi Isane nos ofrecía si tuviéramos algún altercado, así como la pequeña compañía que recorrería con nosotros hasta las aldeas y templos que teníamos que visitar para la investigación - muy amable, Isane-sana - del mismo modo agradecí las palabras de Shosuro Norie.

Aproveché el acompañamiento de los guardias para preguntarles si tal escolta también la habían predispuesto con la magistrada Norie. Bueno era saber qué tipo de relación mantenía el daimyo Soshi con respecto a las demás familias del clan Escorpión.

Nos acercamos a la aldea Hafuna y tal como mis acompañantes valoraron, el lugar no hacía otra cosa que señalar el oscuro final al que no sólo los campos pretendían presagiar - quizás, entre los lugareños que se han quedado atrás, podamos extraer algo de información de lo sucedido aquí.

El destrozo era tan evidente que hasta resultaba irónico preguntar por lo sucedido, aún así, había una investigación que llevar a a cabo - a veces en las guerras no sólo se busca hacer daño sino también mandar un mensaje - esperaba obtener mayor información que la extraída en la cena anterior, aquellas gentes lo habían perdido todo y probablemente describirían mejor lo sucedido.

- Satoru-san ¿Podrían los kami ayudarnos a identificar a los culpables? Las monturas unicornio se distinguen fácilmente de las demás - aparte los campesinos no deberían de tener problema alguno en haber visto caballos, salvo que todo hubiera transcurrido de noche y sin testigos.

Habría que buscar los heimin que nos interesaban, no tanto aquellos que los Soshi habían dejado atrás sino otros que, movidos por la desesperación no tuvieran problema en relatarnos lo que hubieran visto sus ojos.

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01/09/2021, 22:20
Akodo Isshin

Abandonar Shiro-no Soshi había resultado mucho más agradable para el joven bushi León de lo que cabría esperar, la cena con el señor de ese castillo había dejado un regusto amargo que solo abandonar ese lúgubre lugar podría remediar.

 Volver a los embarrados caminos suponía una gran mejora por lo que al León respectaba. Dudaba mucho que encontrarán a un ser con menos sentido del honor y despreciable que Soshi Bantaro, aunque suponía que el Daymo Unicornio le disputaría ese puesto con fiereza.

La situación de estas tierras era tan lamentable como era de esperar. La procesión de campesinos en los caminos con las pocas pertenencias que poseían a sus espaldas con las miradas clavadas en el suelo, vacías y sin vida,  hambrientos, asustados, abandonados por las fortunas sin ningún tipo de esperanza. La mayoría no sobrevivirían al invierno. La guerra era así Isshin lo había visto antes, no era lo peor, distaba mucho de ser lo peor que había visto.

Al llegar a Hafuna paró y observo la desastrosa la aldea, eso era algo que nunca antes había visto. 

- Salar los campos de arroz, no es un acto de guerra-  

Guardo silencio unos segundos mientras seguía observando los campos de arroz. 

Es un robo al mismísimo emperador, si los Iuchi son los responsables, suerte tendrán si las minas es lo único que pierden.-  

Se giró a sus compañeros y respiro hondo, antes de sumarse a ellos, para interrogar a los campesinos.

 

 

 

 

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15/09/2021, 23:48
Touji

Chitao gruño perezoso como siempre que se le acercaban pordioseros, sin embargo se alejó del grupo y se introdujo en la aldea comenzando a hablar con algunos aldeanos.

Los samurai pudieron ver que las cosechas estaban literalmente destrozadas por las pisadas de caballos al galope. Las lluvias habían embarrado toda la zona convirtiéndola en un cenagal, pero la poca vegetación que aun permanecía mostraba signos de haber sido maltratada físicamente.

Kazuo se aproximó a un Heimin joven y fuerte que no había abandonado a su padre en la granja.
El campesino le miró extrañado, no había miedo en su mirada, solo el vacío de la desesperación, normalmente un heimin se hubiese atemorizado de ser llamado por un Magistrado, obviamente esa gente ya no tenía mucho que perder.

- Mi señor... nosotros somos un pueblo alejado del frente de batalla... no merecíamos esto.
Ellos... ellos aparecieron al ocaso, cuando la luz del sol ya se escondía detrás de las montañas. A esas horas los heimin terminamos nuestras tareas y recogemos el ganado. La noche estaba próxima cuando los oímos llegar.
Eran hombres armados, violentos y montados a caballo.

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16/09/2021, 15:25
Isawa Satoru

Satoru apartó la mirada del pergamino cubierto por los caracteres de los shugenjas que estaba sosteniendo, y se acercó al hombre que acababa de hablar sin prisa, observándolo.

-Por lo que dices, entiendo que estabas aquí cuando sucedió. -Dijo con una voz más tranquila de lo habitual. Aunque la noche anterior había parecido más un cortesano, ahora la voz de Satoru era más humilde y sosegada, la voz de un sacerdote.  -¿Los vistes tú mismo?

-Armados, violento y a caballo… -Repitió las palabras del hemin lentamente, como si creyese que podría descubrir algo si lo hacía. Sólo cuando acabó dejó que su mirada acudiese de nuevo al campesino.

-Olvida por un momento los caballos. Cuéntanos lo que recuerdas de esos hombres. Cómo eran, qué hicieron, cómo atacaron. ¿Los viste luchar contra los samuráis Soshi? ¿Cómo fue?

Mientras aguardaba la respuesta del heimin, sus ojos regresaron al conjuro que lanzaría en apenas unos minutos, cuando la conversación hubiera concluido. No era una plegaria fácil, pero cuando estuvo seguro de recordarla correctamente, se giró.

-Akodo-san… de entre nosotros, probablemente nadie conozca mejor los campos de batalla. -Añadió mientras miraba alternativamente el campo arrasado y al bushi León. -¿Creéis poder sacar algo de éste? ¿Cómo llegaron, a dónde se fueron, y cómo lucharon, tal vez?

-Mirumoto-sama, vuestros hermanos de clan son famosos por la agudeza de sus sentidos. -No podía ordenarle nada a la magistrada, por supuesto, pero suponía que todos sería más eficaces si cada uno se concentraba en su especialidad. Especialmente cuando el tiempo apremiaba. -Tal vez Akodo-san necesite vuestra ayuda.

 

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18/09/2021, 01:50
• Director de Juego •

Notas de juego

Una tirada de Consciencia + corte para persuadirle. NO 120 para monjes y Shugenja, 25 para bushi o armados.

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18/09/2021, 07:19
Isawa Satoru
- Tiradas (1)

Motivo: Corte+Consciencia

Dificultad: 0

Tirada (10): 5, 7, 1, 1, 9, 2, 5, 6, 7, 4

Guardados (5): 9, 7, 7, 6, 5

Total: 34, Éxito

Notas de juego

Espero que de verdad no sea 120

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18/09/2021, 12:28
• Director de Juego •

Notas de juego

Era NO 20, pero recordad que si no hacéis aumentos (se debe indicar en el motivo tanto aumentos como gasto de vacío), obtenéis un éxito raso. A más aumentos, más jugosa la información obtenida.

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18/09/2021, 12:30
Touji

El hombre primero duda, pero finalmente asiente ante la pregunta de Satoru.

- Todos los vimos, señor... Cabalgaban con gran destreza, llevaban restos de armaduras y una bandera Unicornio, arcos y lanzas...

Entraron en nuestros campos pisándolo todo, los campesinos huimos al poblado... pero muchos vieron... llevaban fardos y sacos a los lados de sus caballos llenos de sal, los perforaron con sus armas y cabalgaron como locos por los campos. Los cascos de sus poderosos caballos destrozando nuestro cultivos, la sal derramándose sobre la tierra y las aguas estancadas...

El viejo Hiroichi reunió valor y les gritó. El pobre no tiene nada más que el trabajo dejado a su joven nieto... no recuerdo muy bien que les dijo, les increpó y les dijo que porque estaban haciendo aquello... nosotros solo somos campesinos...no tenemos nada que ver con su guerra.

Uno de los samurai parecía un bárbaro, acercó su caballo hasta tirar al pobre Hiroichi al suelo, todos pensábamos que lo iba a aplastar con los cascos de su caballo por su impertinencia...pero le gritó con desprecio que los Soshi merecían la muerte y matarlos de hambre era una de las maneras de hacerlo. Y también dijo que nosotros nos merecíamos su misma suerte por trabajar para su familia.

Después de aquello, salieron cabalgando como demonios... riendo y aullando.

No nos mataron, nos dejaron para que el hambre, el infortunio y el tiempo acaben con nosotros lentamente.

Las Fortunas nos han abandonado.

 

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19/09/2021, 19:38
Ikoma Kazuo

Kazuo observó desde los lomos de su corcel al campesino narrar lo sucedido. Lo que había dicho encajaba con la narración de los hechos que habían oído ni se sabe cuantas veces ya. De todos modos, merecía la pena insistir, así que le inquirió: 

—¿Estás seguro de que no viste nada más? 

- Tiradas (1)

Motivo: Corte/Conciencia (+2 Aumentos)

Dificultad: 35

Tirada (9): 8, 1, 2, 7, 6, 7, 1, 9, 2

Guardados (4): 9, 8, 7, 7 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)

Total: 31, Fracaso

Notas de juego

Cachis, fallo

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19/09/2021, 19:42
Ikoma Kazuo

Notas de juego

Uno de los Aumentos es el de mi Desventaja "Dubitativo"

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19/09/2021, 22:10
• Director de Juego •

El hombre niega con la cabeza. Estaba claro que aquellas personas solo eran agricultores, sus sentidos no estaban entrenados para poder recopilar muchos más detalles.

Notas de juego

Preguntar a otros campesinos produce respuestas similares.
Cualquiera con Investigación a 3 rangos puede detectar que sus palabras son sinceras sin necesidad de tiradas, estos heimin no tienen el entrenamiento ni la habilidad suficiente para engañar a los magistrados.

Si estudiáis los campos y cultivos podéis hacer una de estas 2 tiradas:
- 1. Conocimiento (Naturaleza) contra NO 20
- 2. Investigación contra NO 25