Partida Rol por web

Como no podía estar ahí para él, mantenerme al margen de todo y demostrar alegría al verlos juntos era una tortura constante que se contraponía con mis buenos deseos a ambos, sin duda era difícil estar enamorada del novio de tu mejor amiga y mantenerte distante, pero había sabido llevar la situación.

Pero ahora, estaba libre y podía decirle con libertad mis sentimientos...pero, ¿que tanta libertad poseía?, debía respetar el "luto" por Susy, respetar el dolor de Pablo.

Abrazarlo era lo único que quisiera ahora, pero tampoco me era posible, aun la herida estaba fresca y debía respetarles.

Continuamos ordenando los víveres, Pablo cambiaba de tema y parecía sonreír mas, eso provocaba que yo también lo hiciera.

La próxima semana tengo agendado visitar algunas universidades, cuatro en particular, quiero ver las carreras que me interesan y ver si puedo definirme por algo, pero si tu estas dispuesto...pongo voz de locutor de radio...a aventurarte en esta hazaña conmigo...rió por el tono y retorno al mio mas cordial...seguro terminamos estudiando ingeniería juntos y siendo compañeros.

Esa idea me ilusionaba mucho, al menos no perdería contacto con él...Te imaginas estudiando álgebra juntos, sufriendo por las notas o disfrutando de las fiesta universitarias...reí mucho...¡correteando a tus futuras admiradoras!, que horror, seras la distracción de muchas.

Una gaseosa se resbala de mis manos, cayendo golpeándome el pie, no fue muy doloroso, pero me distrajo de mi fantasía...¡demonios!, disimulo la molestia pero sin duda Pablo la nota.

Asentí con ilusión y me carcajeé cuando dijo que iba a ser el centro de las miradas de las chicas. Para nada me creía tal cosa y me sonrojé un poco, pues no sabía hasta que punto pensaba realmente eso o si simplemente era una broma que no había pillado.

- Unversitarios... - Dije, como nombrando una palabra mágica. - Seremos universitarios... ¡Caray! - Mostré una sonrisa de oreja a oreja. - Sí. Sea como sea, tenemos que conseguir ir a la misma facultad, será apoteósico... ¡Cuidado!

Entonces la botella de gaseosa impactó en el pié de Julia. Eso debió doler bastante, y el gesto de Julia no decía lo contrario.

- ¿Estás bien? Deja que lo vea. - Me agaché y traté de que me mostrara el pié, sacando el zapato, de ser necesario.

No, tranquilo...dije antes de que me cogiera el pie, pero ya era tarde, cual enfermero estaba revisándome el pie...estoy bien, no ha sido nada grave, se pasará.

Agachándome para quedar a su misma altura, lo observe un momento para después ponerme el zapato, solo sonreía, pues la idea de compartir facultad rondaba demasiado mi cabeza...Entonces si te decides por Ingeniera, seremos compañeros...le tendí la mano para cerrar el trato.

Al menos me llevare un pedacito de mis amigos conmigo...mi rostro estaba demasiado radiante y sonriera cual niña con regalo nuevo.

Ambos nos reincorporamos y terminamos de ordenar los víveres y las bolsas, para mantener el orden en la cocina, cada uno había dejado sus cosas en sus habitaciones y solo quedaba disfrutar de la naturaleza.

¿Te animas a echarle un vistazo a los alrededores?, me pareció haber visto un rió cerca de aquí y quería ir a verlo.

Estreché la mano con Julia, sonriendo. - Tenemos un trato.

Acabamos de colocar todo en su sitio.

- Buena idea. Vamos a ver qué nos depara la montaña. - Le dije, con energías renovadas. - Cerca del río se estará fresco, que ya comienza a apretar el calor.

Y me dispuse a salir con Julia en busca de ese río.

Los dos habíais decidido partir a explorar un poco el lugar.

El aire era puro, el único ruido que había era el de vuestras propias pisadas y el cantar de los pájaros.

Sin lugar a dudas aquello era un paisaje exótico y a la vez salvaje. El verde brillaba con tanta fuerza que hasta dolían los ojos; ya solo por haber visto este lugar el viaje había merecido la pena.

-!Wow!- más que sorprendida estaba por el paisaje, de un verde intenso al igual que el aroma a hierba, madera, tierra y humedad, aire puro que entraba en mis pulmones limpiándolas de toda esa basura contaminada de la ciudad.

-De fabula...seria feliz viviendo en un sitio así, ¿te imaginas?...- mire a Pablo con una cara mas que radiante... -Construiría una casa de troncos, un pequeño invernadero para cultivar mis propias hortalizas y verduras, plantaría arboles frutales e iría a la ciudad solo cuando fuera estrictamente necesario-

Me adelanto un par de pasos en el sendero y comienzo a caminar de espaldas mirando a Pablo, sonreía demasiado, me sentía tan feliz en ese sitio.

Continuaba demasiado extasiada, Pablo se sentía cómodo a mi lado y yo no podía pedir mas, sonreí y eso me alegraba, solo quería que borrara a Susana de su cabeza...y su corazón.

Mira, estoy aquí, siempre lo he estado...ojala pudieras verme como te ven mis ojos.

Sin duda haría lo que fuera por ir a la universidad con él, estaba decidido, seriamos compañeros y no me daría por vencida, se que en algún momento podre encontrar el minuto exacto para conferirle lo que siento, solo debo ser paciente.

Hago caso omiso a los comentarios de mis compañeros, tratando de que cambien de tema ellos solos. Ya bastante he hecho el ridículo delante de ellos con mi comentario. Aunque a Susana parece haberle gustado y ahora que está libre, bueno, no está nada mal la chica y un polvo nunca viene mal...

Perdido en mis pensamientos lujuriosos casi me pierdo el escuchar como Mario me da la razón, algo poco habitual en él -Si, vamos, dejad que yo os guíe -les pido o, más bien, ordeno abriendo la marcha. Mis pasos me conducen hasta un gran lago de aguas claras, con grandes árboles que sumergen sus raíces en la tierra de alrededor.

Vaya, parece que el sitio no está nada mal. Aquí podremos bucear y nadar tranquilos, siempre que no nos topemos con una serpiente o algo parecido -bromeo mirando directamente a Susana, esperando la típica reacción de las mujeres ante la mención de reptiles.

Asentí a las palabras de Julia con una sonrisa algo boba al contemplar la belleza que nos rodeaba. - Sí. Aunque si le pudieras sumar la fibra óptica a tu cabaña, sería perfecto. - Me reí de buena gana con mi propia tontería.

- Veamos dónde nos lleva esto. - Le propuse, aceptando el camino que había comenzado a caminar ella misma, de espealdas. Pasear por un lugar como aquel debía resultar una buena experiencia. Mi cara transmitía una alegría similar a la que proponía Julia. Aquel lugar "chutaba" felicidad, sin lugar a dudas.

- Oye, la ingeniería que pretendes estudiar no será la agrónoma, ¿verdad? Que te veo muy puesta. - Le dije sin dejar de sonreír.

Al alcanzar mis pasos Pablo, volteo y continuo caminando de frente junto a él. - Pues no lo se, hay varias áreas que me causan interés, la electrónica, automatización, industrial...también podría ser la agrónoma, por eso quiero visitar las universidades, tengo algunas expectativas que seguro se aclararan hablando con un especialista de cada área...¿y tu? ¿por que ingeniería iras?-

El sonido del viento acariciando el follaje era relajante, como también el de nuestros pasos sobre las hojas y tierra húmeda, sin duda los olores me despertaban muchos recuerdos de infancia, era una lastima que Bruno no viniera, se habría vuelto un experto cazador en el bosque, ya comenzaba a extrañar a mi cachorro.

Dirigí la vista hacia el frente por si divisaba a los demás, no los vi cerca de la cabaña y era posible que también siguieran el mismo sendero.

Susana estaba disfrutando realmente de aquel paseo, las vistas eran realmente bonitas e incitaba a la paz interior... esa de la que tantas veces andaba escasa por unas cosas o por otras. Además la compañía también le resultaba grata... pero entonces Ric expresó en voz alta uno de los principales miedos que la rubia tenía... las serpientes, sus ojos miraron alternativamente al follaje, el agua y sus pies hasta que su tez adquirió la blancura de la cal.

- ¿Serpientes?- dijo poniéndose en alerta preparada para saltarm salir corriendo o arrollar al que se le pusiera por delante en el más minimo atisbo de presencia reptilinea- Bah...- dijo al fin tratando de recuperar la compostura- no hay serientes aquí... como mucho bichas y no creo que sean de agua- se trató de convencer así misma con una sonrisa forzada y los pelos como escarpias de pensar que un ejército de alimañas los rodeara y salieran por todos lados al más puro estilo Indiana Jones y el arca de la alianza- No me he traido bañador... mejor vamos a otro lado- añadió aferrándose de manera inconsciente al brazo de Ric controlando el suelo

Asentí.

- Sí. Yo tampoco lo tengo muy claro. Me gustan las ingenierías, pues no es más que ciencia aplicada, lo cual es la parte más divertida de la ciencia, pero hay tantas especialidades que no lo tengo claro aún.

Me pasé la mano por el pelo, pensativo. Luego reaccioné de golpe.

- Bueno, ¡es igual! Ahora hay que distraerse, que ya nos ocuparemos de rompernos la cabeza cuando estemos visitando esas facultades.

Dicho esto, vi una roca alta, de fácil escalada, al margen del camino. Animado por el oxígeno, dí dos zancadas rápidas y de un último salto me subí sobre ella. Un último paso, algo más cauteloso, me situó en lo más alto.

- ¡Como mola! - Exclamé mirando en derredor. - Me dan ganas de salir volando entre los árboles como un pájaro. - Aspiré aire profundamente y salté. - ¡Ieeeepaaa! - Caí al suelo con fuerza, pero amortigüé el golpe dejándome rodar hacia adelante y quedándome estirado en el suelo, mirando al techo de hojas. Reí con fuerza.

Continuamos andando y llegamos hasta un precioso lago. La atmósfera a su alrededor resulta bastante apacible. Ric comenta sobre la posibilidad de volver por aquí para darnos un baño. No sé que le pasa esta tarde, pero no puedo hacer más que estar de acuerdo con él, una vez más:

-Pues sí, parece que hice bien en meter un bañador y toalla en la bolsa de viaje. ¡Habrá que comentarles nuestros descubrimientos a Julia y Pablo cuando volvamos, a ver si se animan a lo del baño!

Susana se pone un poco nerviosa con la bromita de Ric, y parece que prefiere proseguir la marcha antes de empezar a ver (o imaginarse) serpientes por cualquier rincón. Además nos informa de que no ha traído bañador.

-Esta bien, vamos a avanzar un poco más, a ver que otras sorpresas nos esperan en este bosque- Digo animado, la verdad es que con lo bonito del entorno en el que esta la casa, se me está empezando a olvidar el enfado por el tema de los dormitorios de la casa.

Comenzasteis a andar de nuevo por el sendero tras haber dejado atrás el pequeño lago. El paisaje no perdía ni un ápice de su esplendor, sin embargo notabais que la vegetación era cada vez más espesa, como si vuestro trayecto estuviese siendo encauzado hacia lo salvaje en vez de hacia la civilización.

Todo parecía normal y placentero hasta que hubo algo que os hizo deteneros de manera repentina: algo se había movido.

No sabíais que era exactamente, fue algo rápido, relampagueante. Todavía los arbustos se mecían levemente como consecuencia de aquel rápido movimiento. A partir de ese instante os sentisteis observados, ¿allí había alguien más?¿o era un animal salvaje?

Ahora tan solo había tres alternativas posibles, ir a investigar, quedarse allí a ver que pasaba o dar marcha atrás. Todavía el corazón os latía a gran velocidad por el sobresalto del ruido del movimiento...

Mientras camináis por el sendero del bosque dais por casualidad con un hermoso lago. Tan solo contemplarlo ya relaja tanto cuerpo como mente.

Tras hacer el simio por entre los árboles, se abre ante nosotros un espectáculo al que estamos poco acostumbrados, como urbanitas redomados que somos.

- ¡Uala! ¿Habías visto alguna vez algo así? - Mi sonrisa mostraba la felicidad más sincera. - Dan ganas de darse un baño. - Dije sin pensar. Con el calor que habíamos soportado durante el día, la refrescante vista del agua cristalina no podía evocar otra cosa.