Partida Rol por web

* La función de carnada y distracción está cumplida. Dudo que haga algo sobre los rehenes, al menos no antes de obtener lo que busca. Sabe que es lo que nos está manteniendo afuera, pero es mejor no arriesgarse* pensaba Johnathan, mientras calulaba la distancia que había entre su ubicación él (Johnathan) y primer grupo de rehenes. No sabría de robos a bancos, pero mientras la atención de los delicuentes estuviera fija en ellos, no podía estar en otro lado, podría facilitarle la tarea a aquellos que habían optado por la sutileza.

* Habrá que conseguir que se mantengan atentos a nosotros entonces.*

Impulso consiguió entrar completamente a los conductos de ventilación, notaba que estaba bajando y cada vez más cerca de la sala dónde estaban los rehenes pero tras unos cuantos giros, se dio cuenta de que se había desorientado y no tenía ni idea de en qué zona iba a aparecer. Intentó buscar alguna rejilla por la que poder ver lo que estaba pasando y orientarse de nuevo.

Usando sus poderes para generar una ilusion a su alrededor que impidiera que los demas la vieran, Francesca entro rapidamente dentro del banco, situandose en una esquina para analizar mejor la situacion. Muchos enemigos y muchos inocentes en peligro inmediato si alguien intentaba algo. Y ademas 4 de los ladrones era claramente metahumanos, no habia lugar a la duda. Aun confiando en que los otros tipos que estaban interviniendo fueran buena gente, no estaba muy segura de que todo fuese a salir bien.

Era bastante evidente que el tipo acuatico era el lider, solo habia que verlo actuar, por lo que habia que sacarlo de la ecuacion. Si hubiese sido un tipo normal, podria haberlo matado de 100 maneras diferentes, pero dudaba que con su fisonomia fueran posibles la inmensa mayoria. Sus compañeros parecian tener tambien cuerpos y poderes relacionados con elementos, pero no podia hacerse una idea de lo listos y/o poderosos que eran. Los sicarios humanos no debian ser mucho problema, aunque quizas eran demasiado numerosos.

suspirando resignada, Francesca llego a la conclusion evidente: no podia hacerlo sola. Concentrandose, Fran proyecto su mente sobre los otros tipos que habian intevenido en el atraco, y comenzo a hablar telepaticamente, en el mejor ingles posible (aunque parte del acento chino siempre se le colaba).

"Señores, por favor actuad con naturalidad y no busquen quien habla, ya que esto es una conversacion telepatica. No intenten buscarme, no pueden verme, pero estoy aqui presente y mi intencion, como la de ustedes imagino, es evitar que se produzca una tragedia. Si colaboramos podemos eliminar a estos ladrones sin que ni un solo inocente sufra algun daño"

Tras meditar durante un largo rato, Aiswa vuelve poco a poco a recobrar la consciencia. Comenzó a notar de nuevo el silbido de los pájaros, el reflejo del sol en el agua del lago. Sintió su propio cuerpo, sus manos. Sonriendo, abrió los ojos.

El monje vio una joven sentada en la orilla, quizá algo ausente del mundo que la rodeaba. Lentamente, Aiswa flotó sobre el agua acercándose hacia la orilla. Al llegar junto a ella, se paró, con una enorme sonrisa de niño en su cara.

Hola.

Tras ese momento de duda en el que Ikari no supo si era mejor irse o quedarse, aquel muchacho le saludó.

Ella le devolvió el saludo levantando la mano y asintiendo con la cabeza, no era una mujer de muchas palabras, pero aún así le dijo:

Perdona si he interrumpido lo que estabas haciendo, a mí también me gusta evadirme de tanto ruido y tanta gente.

A pesar de que nadie veía a Francesca, ni tampoco era oída, los que estabais en la entrada principal notasteis su presencia pues tuvo que pasar bien cerca de vosotros para adentrarse en el banco. Por suerte su información telepática fue suficiente para entender lo que estaba pasando. Y lentamente se fue acercando hacia el guardia malherido, pronto se podría hacer con su arma si era eso lo que pretendía.

Mientras tanto los secuaces seguían tomando todo lo que estaba en la cámara mientras el resto de miembros del equipo vigilaba a los rehenes con gesto amenazador. Cualquier intervención por vuestra parte podría terminar con la muerte de algún civil, y eso era algo que no debía pasar.

De pronto una puerta en el lado norte del banco se abrió sola. Tras ella no salió nadie, quizá hubiese sido una corriente de aire, pero lo normal es que hubiese abierto las demás. Sin duda aquello no había sucedido de casualidad.

Ulrich se mantenía estoico ante las intenciones de Granito, el cuál se mantenía firme también en su posición a pesar de las órdenes de su líder. Con el brazo de férrea piedra colocado en el hombro del Pr. Fathom y a la espera de que el resto de secuaces terminasen con su trabajo.

Y entonces un hombre apareció tras ellos, justo al otro lado del banco, saliendo mientras se arrastraba através de uno de los conductos de ventilación. Otro metahumano había llegado al banco, lo que provocó que Pira y Sílfide dejasen de vigilar a los rehenes para vigilarle a él.

Además el profesor Fathom estaba empezando a ponerse nervioso, no por la situación que parecía tenerla controlada, sino más bien, porque Granito no parecía obedecerle. Pero mientras vosotros no hiciérais nada, ellos seguirían con su plan de saquear la cámara.

" Una telepata, interesante. No tengo muy en claro tu ubicación pero si, mi intención es que estos se lo piensen dos veces antes de volver a hacer algo así y también evitar que la gente salga lastimada. Saben que los rehenes son lo único que nos están manteniendo al margen, no creo que los dañen por el momento; si lo hacen, el panorama va a cambiar 'levemente'. Parece que el único que está concentrado en los rehenes es Charco, puedo tratar de que su atención se dirija hacia acá para darte una oportunidad de actuar. Es arriesgado, lo sé, pero está comenzando a ponerse nervioso, y eso no es bueno " respondió John a la voz que sonaba en su cabeza.

A pesar de lo extraño de la conversación, no se mostraba sorprendido, ya que, por fortuna o por desgracia, no era la primera vez que esto le pasaba.

* Que ironía ahora estar involucrado en un robo * pensaba John para sí mismo, mientras mantenía la atención en el grupo de delincuentes, en particular en el que parecía ser su líder, y aguardaba la "respuesta" de la telepata.

Impulso dio por fin a la sala del banco, tras abrir un agujero bajó por la abertura. Salió y observó que dos ladrones se le quedaban mirando. Era el momento de actuar.
Lo primero era cubrirse así que activó su campo de fuerza electromagnética.
Y miró a los secuaces, tenía que parar a Pira y a Sílfide a la vez así que se planteó lanzarles mobiliario metálico a los dos a la vez. Buscó con la mirada un par de sillas. Además, podría intentar reblandecerlas para que al golpearles les envolvieran e intentar endurecerlas después, pero nunca había hecho algo así y no sabía si sería capaz

Ejecutor estaba dentro, al fin. Con cuidado se acercó un poco para ver la disposición de todo, y observar lo que ocurría. Tenía a tiro a una mole inmensa y a otro tipo. El primero parecía duro, y sabía que era más que probable que sus armas no fueran suficientes para hacerle daño, así pues se fijó en el otro.

Todo el equipo mostraba análisis de distancia y datos posibles sobre sus reacciones. No sabía si sería rápido o si tendría algún poder, pero si no era muy allá le volaría la cabeza de un tiro.

Alzó su arma y apuntó, cuando estuvo seguro disparo... click

¿Como que click? -pensaba mientras revisaba su arma, solo daba gracias a que no podían verlo, si no sería lo más humillante del mundo.

Jaime entrecerró los ojos al ver que el jefazo no respondía a sus expectativas. Bueno, las cosas no siempre salen bien... Negó con la cabeza. O bien podía reducir al jefe de un buen apretón o tirarle contra la pared. Decidió hacer lo primero, que el dolor era mucho más convincente.

Orden al grandullón:

Aprieta con fuerza y sin miramientos el hombro de su jefe al tiempo que le dice: Deja el banco y su dinero, vayámonos de aquí ahora mismo.

Impulso no estaba seguro de si iba a ser capaz de lograr lo que tenía en mente así que decidió atajar por lo sano y enfrentarse a ellos de forma directa. Así que miró a Pira y se concentró para lanzarla un impacto electromagnético.

Los secuaces continuaban saqueando la cámara de seguridad, mientras que el grupo de metahumanos mantenían a raya a los rehenes y demás individuos.

Desde su completa invisibilidad, Ejecutor trató de disparar su arma, con tan mala suerte que ni siquiera logró apretar el gatillo, y al ponerse tan nervioso por lo sucedido, terminó eliminando su estado de invisibilidad, mostrándose a todo el mundo que estaba en el banco.

El Pr. Fathom llevó directamente su mirada hacia él, se notaba que no le había gustado, nada en absoluto, aquella sorpresa recibida.

Impulso apareció al otro lado del banco, habiendo descendido previamente desde la parte superior  y sobrevolando la zona lanzó un rayo electromagnético sobre Sílfide. La mujer de cuerpo vaporoso no se había dado cuenta de la presencia del mutante, por lo que no fue capaz de esquivarlo, pero la energía magnética que Impulso proyectaba desde sus manos, atravesó su cuerpo vaporoso, aparentemente parecía que iba a ser inmune, pero finalmente la mujer quedó aturdida y algo magullada. Al final parecía que su rayo había tenido el efecto deseado, un poco menos quizás, pero le había logrado dañar.

Entonces Granito hizo un gesto agresivo sobre el Pr. Fathom, pero sin mucho éxito. Fue entonces cuando Granito habló por primera vez:

Deja el banco y su dinero, vayámonos de aquí ahora mismo.

¿En serio, que bicho te ha picado? ¡Alguien tiene que estar controlándote! ¿A qué viene este intento de hacerme daño y este absurdo arrepentimiento de lo que estamos haciendo? Dice el Pr. Fathom mientras mira a su alrededor tratando de detectar quien es el que está haciendo eso a su amigo. Después dio un paso hacia atrás para alejarse de su supuesto aliado.

¡Decidle que se esté quieto a él también o juro que empezarán a caer inocentes! Gritó señalando a Granito y mirando a los rehenes a la par que estos gritaban ante la preocupación de la amenaza. Luego se giró hacia Impulso y le gritó a él también. ¡Y estate quieta y déjala en paz! ¡O te juro que el primero en ser escaldado serás tú!

¡Por él no te preocupes, de eso me encargo yo! Dijo hablando el metahumano que tenía alrededor llamas danzantes. ¡Ha llegado la hora de entrar en acción! Enfréntate a mi y déjala a ella. ¡Lucha como un hombre! Dice mientras comienza a elevar su cuerpo, flotando a la misma altura que él y abriendo su gran boca para que un chorro de fuego saliera disparado contra Impulso.

El rayo de fuego se impactó de pleno en el cuerpo de Impulso, pero el escudo electromagnético que tenía alrededor de él, evitó que lo atravesase, protegiéndolo así de las llamas lanzadas.