Partida Rol por web

Para sorpresa de todos, Sílfide cayó al suelo golpeándose la espalda contra el suelo. No sabían de dónde había salido, ni lo que había ocurrido, pero la mujer cuyo cuerpo ahora el de una mujer sin más se había estampado contra el suelo. La mujer se miró así misma, miró sus brazos y su cuerpo, y luego miró al resto. ¿Qué... qué me pasa? Dijo asustada. ¿Qué me habéis hecho? Dijo mirando a todos. Entonces, y a pesar de lo hablado hasta el momento, las armas apuntaron a la nueva aparición. Uno de los hombres armados disparó sin querer, y el arma por muy poco casi hiere a la ya-no-etérea mujer. Sílfide lanzó una mirada de odio hacia todos ellos. No podía creerse lo que le estaba sucediendo.

Joshua escuchó las palabras de Tetis, ¿aprender? No entendía qué tenía que ver esa respuesta con lo que estaba sucediendo, pero lo cierto es que la aparición de Sílfide le había llamado suficientemente la atención para olvidarse de tan absurda respuesta. Tras escuchar el resto de sus palabras, decidió hablar. Si no sois peligrosos. ¿Qué hacéis junto a alguien como ella? Está en busca y captura desde el encuentro de hace unas semanas, precisamente el mismo encuentro que protagonizasteis los Next-Gen como os hacéis llamar. ¿Qué explicación tenéis a su presencia? Luego su mirada se perdió por una ventana y allí vio, entre unos árboles al hombre verde. Igual que él. Dijo mientras otros soldados estaban apuntando al compañero de Sílfide que estaba fuera. Él también es un terrorista y está perseguido por la ley. 

Y además, ¿para qué queréis hablar con un supervillano, y con quién exactamente? Preguntó a Sonic que parecía más que dispuesto a soltar información, aunque la realidad es que tampoco estaban en posición de discutir nada.

Lemar apretó los dientes al notar cómo todo se salía de madre. Activó su campo de fuerza para acercarse un poco a Sílfide y poder cubrirla con su cuerpo.

- Diles a tus hombres que no disparen. ¿Has hecho tú algo para que aparezca? ¿o alguien más aquí?

Era muy extraño lo que sucedía. Trató de controlar un poco todos aquellos nervios, porque ahora mismo estaba perdiendo la paciencia.

- Mire, amigo, necesitamos ayuda contra ese supervillano que nos amenaza. Le aseguro que es un villano mucho más peligroso que Sílfide o el hombre planta. Nos va a matar a todos, si no nos ayuda.

No quiso decir más de momento. Recordó que Jaime quería hablar y prefirió no decir él demasiado.

Fran se puso tensa al ver que sus poderes mentales fallaban, aquello no le gustaba aunque era esperable que unas instalaciones asi tuvieran algun tipo de sistema para anular metahumanos. Sus sospechas se vieron confirmada cuando Silfide aparecio de repente.

 Señor, esto es un male...- La joven se quedo a media frase cuando uno de los agentes disparo. Inmediatamente su entrenamiento como artista marcial entro en accion, de forma practicamente instintiva, y lanzo una patada con la que desarmar al hombre que habia disparado. No fue consciente de lo que habia hecho hasta un segundo despues, cuando ya era tarde, pero no pudo evitarlo. El miedo a que hirieran a alguno de sus amigos habia sido mas fuerte que su sentido comund.- M-mierda, lo siento!

En pocas ocasiones Ikari se había sentido incapaz de hacer algo que realmente podía hacer. Pues bien, uno de esos momentos era el presente, en el que por un motivo u otro, los poderes de cada uno habían dejado de ser viables, ¿la razón?, aún era pronto para averiguarlo.

En cualquier caso, no le hizo ni pizca de gracia que uno de los guardias de aquel tipo hubiese disparado, al parecer sin querer, cosa que no tenía cabida en su cabeza. Una excusa barata, de eso no tenía dudas. por otro lado el ver a Sílfide y al ser arbóreo, le sorprendió, pero intuía que no estarían lejos, así pues tampoco se escandalizó.

Al estar tan alterada, siguió sin intervenir ya que dijese lo que dijese, entorpecería la misión.

Breves segundos después, Francesca hizo algo que podría acabar muy mal para el grupo, pero fue instinto, puro instinto, tal vez lo que hubiese hecho ella misma sino tuviese un poquito de sentido común. De inmediato se acercó a ella y le agarró el brazo, como queriéndola decir que se calmase.

La aparición de Sílfide y su caída contra el suelo hizo que Jaime tensara su cuerpo y se enfadara. No dijo mientras se acercaba a la mujer de los vientos y se interponía entre ella y los guardias de la prisión. Su mente sólo trabajaba para dos cosas en esos momentos: Defender a Sílfide para que pudiera escapar de allí y concentrar su poder en aquel hombre que tan pronto había decidido atacarles.

Si no se ha sorprendido de la llegada de Sílfide, es porque tiene poderes. ¿Algún aparato que los inhabilite? Por eso esa carcel estaba allí tan alejada de todos, para no evitar que los poderes de nadie más se perdieran? ¿Y dónde estaban esos aparatos cuando los Next-Gen tuvieron que detener a varios atracadores en el banco? ¿O al grupo criminal al cuál había pertenecido Sílfide?

Tenía qué intentarlo. No iba a dejar que se saliese con la suya. Si no podía entrar en su mente, tarde o temprano lo haría, y sería lo peor para él.

Joshua negó con la cabeza mirando a Sonic. No te equivoques, jovencito, aquí las preguntas las hago yo, y las respuestas las dais vosotros. Dijo mientras volvía a negar esperando a que le respondieran. Luego miró a Nereida que trataba de ayudar a Sílfide a ponerse en pie y le dio un poderoso grito al tiempo que muchas de las armas le apuntaban ahora directamente a ella. ¡Será mejor que no te muevas y te quedes quietecita! Aquí nadie va a hacer, ni decir nada, hasta que no empecéis a contestar y a explicarnos todo lo que está pasando. Gritó algo enfurecido.

Escuchó las palabras de la mujer de agua, hablando sobre las segundas oportunidades, sí, en esta ciudad creemos en las segundas oportunidades, pero no en las terceras. Las segundas suelen venir cuando llegáis a Freedom City, pero aquellos que se enfrentan a sus iguales, o que tratan de hacerles daño deben acabar aquí, en mi prisión. Y ella ha hecho mucho daño, al igual que el Pr. Fathom y el resto de sus aliados. Al igual que él, dijo volviendo a señalar al Hombre Verde, cuyas intenciones muchos podrían decir que son nobles, pero cuyos actos dejan mucho que desear como persona... dijo tratando de convencer a la heredera de la gran Sirena. 

Sus últimos argumentos le hicieron pensar. Lo que decía tenía sentido. Aunque podría ser demasiado peligroso. Pero seguís sin decirme quién es ese supervillano y a quién habéis venido a ver.

Ahora de repente pasaban a ser prisioneros. Los poderes del grupo no parecían funcionar bien. Este hombre era mucho más poderoso de lo que habían pensando al principio. Quizá él mismo mantenía la seguridad del lugar.

- Escuche, ya se lo había empezado a explicar.

Se adelantó un poco. Estaban en desventaja y tenían que hablar y esperar que ese hombre les echara una mano.

- Es un señor del crimen llamado Xin. Es uno de los grandes señores del crimen de oriente, o el mayor. Ha contratado a varios metahumanos, aunque sólo hemos visto a Gamma. Echó a la liga de la libertad del planeta, derrotó a los Atom, atacó a la agente Montoya y ahora viene a por nosotros. Veníamos para pedir que nos dejárais hablar con Phatom, porque quizá él sepa algo, como la localización de Xin o de sus aliados, para poder atacarles. Sílfide nos acompañaba para tratar de convencerlo para hablar. Vuelvo a insistirle, señor, que nuestra vida corre peligro, por eso queríamos entrar como fuera, y sinceramente, yo pensaba que Xin ya había atacado este lugar y por eso no nos abrían, de ahí que forzáramos la puerta, pero fue un error y lo lamento.

Le estaba diciendo casi toda la verdad y quizá con tanta información no preguntaría nada más.

Cuando las armas le apuntaron Nereida se detuvo, pero no pudo evitar que un suspiro de desánimo saliera de entre sus labios -Estos hombres siempre queriendo ser quien la tiene más grande-, se encogió de hombros y le echó una fugaz mirada a la mujer. Le parecía que esa no era una postura en la que Sílfide debiese esperar a que acabasen de hablar, pero no estaba en posición de hacer más -De momento ganas- fue su pensamiento.

Escuchó las palabras del hombre en respuesta a sus argumentos y ladeó la cabeza ligeramente mientras las sopesaba. 

-A lo mejor siente que si no lo hace así sus ideas no serán tenidas en cuenta, igual no ha tenido la oportunidad de sentarse a dialogar con las personas adecuadas. -dijo la chica en referencia al hombre verde -Y ya sé que las malas compañías no eximen de la culpa por tus actos pero también debería pesar el arrepentimiento y querer hacer actos para ayudar a otros.

Sonic se cansó y se adelantó, interviniendo para dar los nombres. Tanto de a quién querían ver, cosa que ella ya había hecho pues dijo que venían a ver a 'sus' detenidos, como del padre de Francesca. La joven se cruzó de brazos y negó con la cabeza al tiempo que hablaba.

-Espero que las comunicaciones con el exterior sean nulas, o que pueda poner la mano en el fuego por todos y cada uno de sus hombres, -su mirada hizo un barrido por los laterales de Joshua y los hombres armados -en estos asuntos cuanta menos gente sabe del tema menos posibilidades de filtración hay.

¿Y aún sigue sin disculparse por ese "error" cometido de uno de sus soldados? - pensó.

En vez de seguir insistiendo por algo que le habíamos explicado ya, con menos puntualizaciones, podría haberse dignado a pedir perdón por ese disparo a Sílfide. Ahí demostraba que clase de tipo era ese tal Joshua y ella ya se había percatado de aquello. 

No seré yo quien te de tantas explicaciones, eso me niego - seguía diciéndose a sí misma.

Menos mal que estaban otro para hablar con tal personaje, porque era exactamente eso, un personaje.

Lo sabía Jaime comprobó sin lugar a duda que había algo que negaba sus poderes. ¿Máquina o poder? Miró a su alrededor. Estaba convencido de que aquellos soldados no tenían ese poder. Era demasiado para tener ese puesta tan bajo. Observó entonces a Joshua fijamente. ¿Sería él el mutante? Si así fuera, o bien replicaban su poder de alguna manera, o bien nunca abandonaba el lugar. Que sitio tan frío y tan injusto. Sabía que había delincuentes que luchaban con malas intenciones; otros lo hacían con desconocimiento real de la causa, como era el caso de Sífide; otros era por una lucha justa que, al estar contra las normas, se consideraban ilegales... La vena justiciera palpitó en el corazón de Jaime.

No podía hacer nada en esos momentos. Pero lo haría, claro que sí. Buscaría la manera, lucharía hasta la muerte si fuera necesario. Si apresaban a Sílfide o al Hombre Verde, volvería a por ellos, a liberarlos.

Fran suspiro aliviada al ver que su oportuna intervencion habia evitado una desgracia, pero estaba claro que la situacion era muy tensa. Sin poderes y rodeados de soldados de gatillo facil, aquello podia salir muy mal. Por suerte el jefe aun parecia dispuesto a un minimo de dialogo antes de mandar encerrarlos a todos, por lo que la joven, aunque se mantenia en tension lista para atacar, prefirio intentar apoyar a sus compañeros.- Tiene que escuchar a Sonic, señor, todo este asunto de Xin es una amenaza muy seria...-

Fran sabia que se iba a arrepentir de lo que iba a decir, pero podia ser la clave para que los creyeran. Cruzando los dedos, añadio con todo el aplomo que pudo- Yo trabaje para el. Yo era Shànghǎi chénmò sǐwáng, la Muerte Silenciosa de Shangai. Si sus bases de datos son minimamente completas, tendran informacion sobre mi.
 

El señor Drumer entendió las palabras de todos ellos. Entendido, habéis venido a ver a Phatom, dudo que pretenda ayudaros, pero si es lo que queréis, os concederé una audiencia con él. Les dijo. Después hizo un gesto a sus soldados, y varios de ellos sacaron las esposas y se echaron sobre Sílfide que estaba aún algo abrumada por lo que estaba pasando. Sobre el Hombre Verde que intentó defenderse como pudo, pero rápidamente lo esposaron y... sobre Francesca, pues parecían que al escuchar su nombre, también pretendían detenerla.

Me temo que ellos tres serán detenidos. Sílfide y el Hombre Verde por delitos cometidos en Freedom City, llevábamos tiempo buscándoles y éste es el momento perfecto para atraparlo. Tú, Shànghǎi chénmò sǐwáng, aún tendrás que hablar con nosotros y explicarnos más cosas sobre tu antiguo trabajo y para comprobar si efectivamente ya no trabajas para él.

El resto, pueden acompañarme para hablar con Fathom. Dijo mientras los iban esposando a todos ellos.

¿Pero qué demonios estaba pasando?

Ikari, durante un instante, quedó estupefacta. Cuando vio que esposaban a Sílfide y al Hombre Verde, estuvo tentada de pararles, pero cuando detuvieron a Francesca no se reprimió. La agarró por el brazo deteniendo su avance.

No le importaba nada lo que le fuesen a hacer, ella era su compañera y no le gustaba el modo en que les estaban tratando.

Este tipo era bastante maleducado. Lo cierto es que el plan había desembocado en la captura de aquellos dos incomprendidos. Últimamente no daban pie con bola.

- Estaremos de vuestro lado.

Dijo sabedor de que sus aliados podían hacer mucho, pero a ellos dos no les iba a importar. Posiblemente ya los habrían tachado de traidores.

Ahora debían dejarse esposar. Se encontraban indefensos ante este tipo de mal carácter. Miró al resto, imaginando que tampoco les iba a agradar nada aquello.

Resistiendo la imperiosa necesidad de pegarle una paliza a todos aquellos tipos y salir huyendo, Fran se dejo esposar sin resistirse mas alla de una protesta ante la brusquedad de los agentes. No le gustaba aquella situacion lo mas minimo, pero si servia para conseguir mas ayuda podia considerar que habia merecido la pena. Aunque odiaba ser prisionera de nadie.

Respondere con sinceridad a lo que necesite saber, si eso sirve para que confie en nosotros y comprenda la gravedad del peligro que corre la ciudad.- Resplico al jefe. Esperaba que sus ultimos meses ayudando a los Next Gen sirvieran para darle credibilidad, aunque no eran ninguna garantia.

Nereida comenzó a negar con la cabeza mientras escuchaba al hombre, ni siquiera había pestañeado cuando le había dicho que podía haber filtraciones, vale que casi todos eran bastante jóvenes pero en la ciudad se sabía que ellos 'eran de los buenos' y que colaboraban con la Liga de la Libertad y con la policía. Miró alrededor y vio como comenzaban a esposarlos, primero a los dos proscritos y luego a Francesca, que no se resistió, estaba por intervenir en aquella locura, ¿no temían que les tendieran alguna emboscada? ¿no era esa una situación muy extraña? Todavía no había podido reaccionar cuando se acercaron a ella con las mismas intenciones.

Sin saber de dónde provenía la anulación de los poderes de todos levantó las manos, tanto para que no la esposaran como para demostrar que no iba a atacar, y dio un paso atras, alejándose. -¿Y si es él?- se preguntó pues no había visto ningún objeto que le llamase la atención, aunque tampoco sabía qué estaba buscando. No entendía la medida de maniatarlos si ya estaban sin poderes y rodeados de armas, así que se dispuso a llevar a cabo un último intento para hacer entrar en razón a ese hombre.

-¿Y quién nos confirma a nosotros para quién trabaja usted? -en contra del significado de las palabras su tono fue correcto, a pesar de las dudas que tenía en realidad no pretendía acusarlo, necesitaban aliados, ella solo quería que recapacitase y viese la situación desde su perspectiva -Veamos, ya que quiere detalles ahí van, si algo confidencial es oído por quien no tiene rango para ello yo no me hago responsable. -claramente su mirada volvió a dirigirse a los soldados y demás gente que estaban cerca, dando una última oportunidad para la privacidad -El capitán Thunder nos reunió esta mañana a raíz de una grabación que les había llegado, en ella Xin dice que va a vengarse de Francesca, el cómo lo deja a la imaginación aunque con los antecedentes que tiene no hay margen de error. En la misma reunión nos informaron que la Liga de la Libertad tenia una misión muy importante e ineludible, por lo que dejaban el asunto en nuestras manos hasta que volviesen, como contactos teníamos a la agente Montoya y a la esposa del capitán. Nosotros nos quedamos con la señora Gardener viendo como abordábamos el asunto mientras el capitán marchaba con La Liga, pero Gamma, supongo que sabe quién es y lo que puede hacer, bajo las órdenes de Xin atacó la Academia. Lo detuvimos pero se nos escapó, fue cuando nos dimos cuenta que solo había sido un señuelo para tenernos ocupados mientras hackeaban el sistema informático, la señora Gardener desconectó todo pero fue tarde. Xin tiene en su poder la base de datos con la información de todos los metahumanos conocidos y sus poderes, eso de por sí es muy grave pues pueden elegir a quién quieren en sus filas sabiendo todo de esa persona, incluso podrían amenazar a gente que no quiera ayudarlos pues sabrán cosas personales. Además, por si no fuera poco, como ya le dijo Sonic se ha aliado con la Liga del Crimen, nada bueno puede salir de esa unión. Si se puede poner en contacto con el Capitán Thunder o con alguien de la Liga se lo confirmarán, pues como le hemos dicho ambas mujeres han desaparecido, de ahí nuestro pensamiento de que también habían atacado este lugar y... ¡es posible que ustedes tengan archivos con los criminales buscados! -se le acababa de ocurrir tal pensamiento y su tono de sorpresa así lo indicaba, decían que las rubias eran tontas y no era verdad, solo que sus ideas tardaban un poco en encontrar el camino -si encontramos a quien puede saltarse las defensas de seguridad del sistema informático de la academia, Nancy dijo que serían muy pocos puede que uno o dos, ¡tendremos una pista desde la que tirar!

Toda la última frase fue dicha con renovadas energías, no tenían tiempo que perder, debían ponerse manos a la obra de inmediato y dejarse de suspicacias.