Me refiero a si me contestan. Que cuando te pregunté me dijiste que llamara y que ya me dirías tu si me contestaban o no :P
Llamas a tus padres y es tu madre la que atiende al teléfono:
- ¿Dígame, quién es?
Ahh lo siento, es que estaba liada con otras cosas, jeje...
- Hola mamá, soy Rachel - le digo con la voz algo apagada. - Verás, lo siento, no debí de irme así, pero estoy bien. Sólo necesito pasar por ahí a recoger algo de ropa, si no te importa.
Cuando mi hermano entró, yo estaba sacando un colchón de debajo de la cama de Phoebe para Rachel. Asumí que al ser mi amiga, preferiría compartir habitación conmigo, ya que no conoce aún bien a Phoebe e imaginé que sentiría mas cómoda en mi cuarto.
- Hola, Ross - saludé saliendo y arrastrando el colchón - ¿Qué tal si me echas una mano? Le estoy preparando la cama a Rach - le expliqué - Y respecto al trabajo... ¿Qué tal si preparas unos curriculums y mañana vas a echarlos? - propuse - Puedo acompañarte después del trabajo si quieres.
- Rachel ¿eres tú? Dios mio, menos mal que has llamado, ¿tú sabes cómo está Barrry? ¡Está destrozado! No nos esperábamos que hiciéses eso, la verdad. ¿Y dónde estás ahora? ¿Por qué no vienes y hablas con él? Seguro que todo se arregla, te perdona y todo queda en un suceso aislado.
Tu madre aun te habla con voz esperanzadora, pensándose que tal vez puedas volver para que todo vuelva a la normalidad.
- Mamá, no puedo, no quiero casarme con él. No le amo. Por favor, no insistas. - sé que les he defraudado y eso se nota en mi voz, pero es el momento de que coja las riendas de mi vida.
- Te mandaré la ropa, pero dime dónde estás o sino no te la podré mandar.
- De acuerdo - es lo que le digo tras darle la dirección.- Mamá, lo siento.
Tu madre cuelga el teléfono realmente enfadada tras haberse apuntado la dirección donde te mandará la ropa pero te ha dicho que no va a mandarte ni un solo dólar, solamente la ropa.
- Hola Ross - dije tras colgar el teléfono.
- Mónica, creo recordar que he visto un anuncio en el bar, así que preguntaré allí y he hablado con mi madre y me ha dicho que me mandará ropa. - al decir esto último se me saltan un par de lágrimas al recordar que mi madre está profundamente enfadada conmigo.
Ross ayuda a su hermana a sacar el colchón aunque sin demasiado interés ya que todo su foco de atención está concentrado en Rachel.
-¿Vas a poner currículums? ¿Cuál es tu experiencia laboral, Rachel?
Hice una mueca cuando vi las lágrimas de Rachel y solté el colchón a medio camino, dejando a mi hermano solo con él.
- Oh, nena... - le dije acercándome a ella para abrazarla, con una mano en su pelo - No llores. Todo saldrá bien ¿vale? - añadí intentando consolarla.
- Pues la verdad es que nunca he trabajado - contesté a la pregunta de Ross aún con lágrimas en los ojos - pero en algún momento debo empezar.
Ross deja el colchón en el suelo, un tanto incómodo ante la tristeza de Rachel.
-Sí, Monica tiene razón. Todo saldrá bien. Además estamos todos por aquí cerca para ayudarte. Yo también. He conseguido un piso aquí frente al vuestro.
- Pues me iré al bar a ver si aún puedo conseguir ese trabajo. - les digo al tiempo que voy saliendo por la puerta en dirección al Central Perk
Master, cuando me digas me cambio de escena
Te presentas en el apartamento de Mónica y entras sin llamar,como de costumbre. Allí puedes ver a Mónica, a Phoebe y a Ross.
Rachel no está.
Joey entró en el apartamento con confianza y saludó con la mano antes de tirarse en uno de los sillones resoplando.
- ¿Cómo va eso Ross? ¿Cómo lo llevas? -le preguntó interesado.
-Bien, le estaba diciendo a las chicas que he conseguido piso ahí enfrente ¿Y tú, como va todo?
- ¡Genial! -exclamó Joey entusiasmado ante la idea de que Ross viviera justo enfrente de Mónica -Yo acabo de volver del despacho de Estelle. He conseguido un papel en un anuncio -comentó sin mucho entusiasmo.
Joey olisqueó disimuladamente el ambiente en busca de olor a comida.
Llegas al apartamento de Mónica, abres con la llave que te dió puesto que ya eres una inquilina más del piso.
Te encuentras allí con todos menos con Chandler que sigue en el trabajo.
Ves a tus amigos charlando tranquilamente y contándose las cosas que les había pasado durante el día.