Partida Rol por web

From Mordavia with Blood

Prólogo: Opio y Blackjack, mala combinación

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05/09/2021, 15:23
Director

Lord Coates parece percibir tus dudas y decide explicarte el motivo de todo aquello.

- Sí, queremos que se una a la sociedad. ¿Que a qué nos dedicamos? Pues es muy sencillo, a la aventura y defender la Corona británica de todos los peligros que la acechen. - hace una pausa y bebe un poco de una copa - Supimos de su participación en la aventura con cierta momia en Egipto, y vimos la oportunidad de reclutarle. Últimamente no hay muchos lores británicos que participen en algo destacable, y usted Carnahan ha sido el único que cumple con dichos requisitos en los últimos diez años. Y no podíamos dejar pasar esta oportunidad.

Hace una pausa para encenderse un habano, que por el olor viene de la antigua colonia española de Cuba sin lugar a dudas. Te ofrece uno si quieres fumar un poco.

- Noto que está un poco desilusionado por no encontrar un tesoro, pero no se preocupe. No se irá con las manos vacías, sus deudas de juego han sido saldadas y la Sociedad le abrirá una pequeña línea de crédito para sus estipendios y aventuras. Además tendrá acceso a todo club de nuestra sociedad, y créame tenemos clubes abiertos en todas las colonias británicas. - da un buen par de caladas del habano y añade - Además tendrá acceso tanto usted como las personas que lo acompañen a nuestra biblioteca y sala de mapas para poder planificar todas sus aventuras. La única condición es que cuando vaya una aventura traiga un recuerdo de la misma que pueda adornar las paredes de nuestra sociedad. Verá que es un leve gesto lo que pedimos a nuestros miembros, ¿tiene alguna pregunta?

Notas de juego

En reglas del juego, sería tener Dinero 1, Miembro SICE 1 (con las ventajas ya descritas).

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05/09/2021, 19:33
Jonathan Carnahan

Mientras Coates me explicaba para lo que servía aquella... Sociedad de Ingleses... y lo que fuera, me parecía que era como si un grupo de niños se hubiesen reunido en la cabaña de un árbol para inventarse aventuras y divertirse antes de la hora de cenar. Aunque se mostraba serio y convincente, resultaba todo tan... inesperado, que no acababa de creérmelo.

Claro que cuando dijo que nadie más había cumplido con los requisitos durante los últimos 10 años, mi cara debía ser un poema de incredulidad. ¡Debían estar muy mal para aceptarme a mí!

Si que era cierto que nuestras... digamos peripecias con la momia parecían ahora toda una aventura, pero en aquellos momentos, todo fue realmente complicado. Pero de no haber sido por mí, mi hermanita aún estaría en aquella biblioteca.

-Bueno, la verdad es que no fue fácil, pero qué aventura lo es, ¿verdad? -les dije, riéndome nerviosamente.

El hombre parecía muy tranquilo y su habano, porque eso era lo que parecía, así lo demostraba. El olor de un puro era demasiado penetrante para mí gusto, así que cuando me ofreció uno, me negué rápidamente.

-Eh... no, no, gracias. No es... lo mío.

Después, el hombre continuó hablando y la verdad era que tenía todo bastante sentido. Si mi único compromiso era traer algún memento... ¿qué había de malo en ello?

-Pues... en ese caso, acepto encantado -dije, hinchando mi pecho, lleno de orgullo en donde hasta hacía poco no había más que decepción. Quizás no hubiese encontrado un tesoro, pero todavía había tiempo para eso y entonces... yo no sería cualquiera, sino alguien importante.

-Pueden contar conmigo. Allá donde vaya, el nombre de la Sociedad Inglesa de los Caballeros Expertos llegará a lo más alto -les aseguré, haciendo gala de mi gran ánimo -, aunque... me temo que por el momento, no tengo nada a la vista. Este... tesoro ha sido lo más cerca que he estado de volver a encontrarme con una aventura.

Y Lo más cerca que había estado de demostrar mi valía.