Partida Rol por web

[Sala Común de Slytherin]

He dormido bien, pero ese es precisamente el problema; no siento que lo merezca. Tengo la sensación básicamente desde que April y Dariel me odian, y el resultado del partido no ayudó en absoluto porque todo el mundo decía que había sido la estrella del equipo en desempeño... y después de perder dolorosamente ante Hufflepuff, mi cuerpo me abandonó y colapsé nada más bajarme de la escoba.

No sé cómo he estado aguantando. Sobreviviendo. Pero he entrado en un estado en que ni siquiera la voluntad de comer es capaz de contrarrestar mi ya instinto de purgarme en el baño. El mareo que siento al levantarme de la cama por las mañanas se pelea con la voz que me dice que no es para tanto, pues incluso en mi peor momento he sido capaz de brillar en un partido de quidditch. Que mi futuro puede ser espectacular.

Lo he soñado esta noche: un partido perfecto, mi cara en todas las revistas posibles y también perfecta. Rodeada de mis amigos, que en realidad pasan de mí. Ese sueño no es mío, no lo merezco.

— The dizziness just compliments this failure of a girl... —sale de mis labios con un canturreo leve, silencioso, mientras el mareo matutino me da la bienvenida. Debe ser muy temprano: Ivy e April siguen en la cama. Bien, tengo el baño para mí...

La culpa del sueño me dirige al retrete lo primero. De rodillas, abrazada con un brazo a la taza en una postura ya establecida como la más cómoda, fuerzo con mi dedo corazón una arcada que apenas produce nada; sólo el resquemor de mi propio ácido humano me da los buenos días y me prepara para pretender que desayuno. Duele muchísimo, y aunque lo paso después con un trago de agua del grifo siento la garganta muy áspera.

Help, I have done it again
I have been here many times before.
Hurt myself again today
And the worst part is there's no one else to blame.

De alguna parte un piano acompaña mi grito de ayuda, que es un murmullo cantado en voz rota dentro de una boca reseca. Me lavo la cara y regreso a mi cuarto para al menos cambiarme y maquillarme los ojos, intentando mantener un volumen bajo. 

Be my friend
Hold me
Wrap me up
Unfold me.

I am small 
And needy
Warm me up
And breathe me.

El piano me acompaña incluso mientras bajo las escaleras hacia la Sala Común. Sigue siendo muy temprano para mí para ser jueves: como soy de las pocas que no toma Pociones los de mi curso han desaparecido ya cuando suelo salir de la cama, pero no hoy. No pasa nada; no quiero dormir más si ese es el plan. Pero supongo que prefería que Dar y Stevie se hubieran marchado, pues su presencia en la Sala Común significa que Julian tampoco ha bajado todavía. Llevan haciéndole de seguratas más de una semana, y por lo tanto alejándome de él la mayor parte del tiempo. Duele muchísimo. En mi garganta herida se atasca un conato de sollozo.

Me apoyo en el arco que conduce a las escaleras de las habitaciones, mirándoles. 

Ouch
I have lost myself again
Lost myself and I am nowhere to be found.

Yeah,
I think that I might break
Lost myself again and I feel unsafe.

Be my friend
Hold me
Wrap me up
Unfold me.

I am small 
And needy
Warm me up
And breathe me...

Me encuentro fatal. Es el piano, ¡¡es el puto piano!! ¡¿De dónde coño sale?! Me quedo con los ojos cerrados, sin apartarme de la pared. No puedo.

[Habitación de Hufflepuff]

Lo cierto era que siempre había sido una persona de las que duermen a pierna suelta, que ni siquiera un terremoto puede despertarme y por lo general, solía descansar bastante bien. Tampoco solía tener pesadillas y mis sueños, aunque bastante raros, siempre solían ser bastante guays. Pero ay después del partido. Era como si estuviese viendo un DVD del mismo reproducirse una y otra vez en mi cabeza, mientras dormía (y cuando no también). Qué partidazo, qué pasada. Cassandra que puta ama, menuda faraona. La madre que la parió. Fan. FAAAAAAAAAAN.

Me desperté con una sonrisa de oreja a oreja, super motivada, super contenta y con muchas ganas de comerme el mundo. Además tenía energía de sobra para ello. Bendito sueño reparador.

- ¡AAAAAARRIBAAAA! -Grité. Pero fue un grito bien, un grito cargado de energía positiva. Un grito motivador, esperanzador... Que seguramente hará que Sigma y Nissa se caguen igualmente en mi, pero que me daba igual. Tenía que pegarles la energía y entonces las tres juntas nos comeríamos el mundo.

[SALA COMÚN SLYTHERIN]

ft Dariel y Cassia

Cuando escuché cómo alguien bajaba las escaleras esperé que fuera Julian; pero no, era Cassia. Cantando. Cantando algo mega intenso. ¿Qué le pasaba a todo el mundo? Qué coñazo de gente; que se apuntaran al coro y dejaran de regalarle al mundo su voz, que no le importaba a nadie. 

- Hola Cassia, mi nombre es atención y me han dicho que me estás buscando -le dije cuando se apoyó en el marco, mirándonos, como si eso fuera un videoclip triste de los Backstreet Boys-. ¿Hay algún concurso de talentos o algo y estáis practicando, o habéis vuelto a fumar mandrágora y no habéis considerado oportuno invitarme a la fiesta? -les pregunté a ella y a Dariel. Lo de la mandrágora iba enserio. 

Me quedo mirando a Stevie cuando llega. Julian está tardando mucho. Me pongo en pie para arreglarle la corbata a mi amiga. Mientras continúo canturreando la misma melodía de hace un momento, le hago el nudo de la corbata a Stevie.

-Tienes que aprender a hacerte el nudo, Enana.

Miro mi trabajo y le doy un aprobado amplio a mi trabajo.

Entonces, oigo la voz de Cassia cantando una canción lamentable de esas de cortarse las venas. Lanzo una mirada hacia ella.

-Nos hemos levantado hoy bien, ¿no?- le digo, en tono cínico.

Demasiado autoconsciente de lo que acaba de pasar para mi gusto, empiezo a sonrojarme con la poquita presión sanguínea que tengo a estas horas. O bueno, a lo mejor ni siquiera me alcanza para eso; sólo sé que ahora estoy súper cortada y más deprimida todavía porque mis "amigos" toman mi grito de auxilio como una llamada de atención. Tampoco es que pueda culparles, pero estoy extra-sensible después de esto que acaba de pasar.

Carraspeo y trato de tragar saliva, dispuesta a pasar de largo, pero vuelvo a oír música de ninguna parte. Como si me siguiera, o como si saliera incluso de mí.

— Por favor decidme que oís esta mierda...

[Habitación]

El haber perdido el primer partido de quidditch contra los Huffies era sólo otro mal presagio, al menos a mi parecer. Aunque realmente no estaba sorprendido: no estamos finos (yo el que menos) y lo que más habla de ello es que la mejor de nuestro equipo fuera Cassia, dadas sus circunstancias...

Por otra parte, odio profundamente el tema de las correas que Dariel me pone para dormir; sé que son necesarias y que seguramente estén siendo la razón de no despertarme en sitios extraños pero también son tremendamente incómodas y me impiden ponerme según qué posiciones. Y yo soy de dar muchas vueltas, con lo que me cuesta dormir casi siempre, como aquella noche. Así que cuando Dariel me suelta las correas, como a un perro, y se larga, tras una noche de pocas horas de sueño, me siento jodido y rayado.

Cojo el uniforme y entro en el baño de la habitación para asearme, con una canción que asalta mi cabeza y empiezo a tararear primero en voz baja.

The lunatic is on the grass
The lunatic is on the grass
Remembering games and daisy chains and laughs

La verdad, no sé de dónde sale esta canción. Creo que es de alguno de esos grupos que le gustan a Dariel, pero ni siquiera sabía que podía recordar la letra y...la melodía.

Got to keep the loonies on the path
The lunatic is in the hall
The lunatics are in my hall

Me lavo la cara con agua y jabón antes de mirarme al espejo. Debería afeitarme la barba pero me da mucha pereza. Me quedo mirando a los ojos a mi propio reflejo, y me sorprendo buscando dentro de ellos como si realmente pudiera encontrar algo.

And if your head explodes with dark forebodings too
I'll see you on the dark side of the moon
The lunatic is in my head

- The lunatic is in my head... - murmuro, sacudiendo después la cabeza para salir de ese trance y terminar de lavarme para empezar a vestirme. Pero es como si no pudiera pararlo: la melodía de la canción sigue resonando alrededor y yo ya no sé si es dentro de mi cabeza o realmente la estoy escuchando.

Una vez estoy listo, salgo del cuarto de baño y cojo mis cosas para las primeras clases. Supongo que Dariel y Stevie ya estarán esperándome en la Sala Común pero lo cierto es que me apetece pegarles por no dejarme un rato en paz. Lo hacen por mi bien, vale, lo entiendo, pero tengo cero intimidad y no me gusta dejar a Cassia mucho sola tal y como está su situación.

You raise the blade, you make the change
You re-arrange me 'til I'm sane
You lock the door
And throw away the key
There's someone in my head but it's not me
And if the cloud bursts, thunder in your ear
You shout and no one seems to hear
And if the band you're in starts playing different tunes
I'll see you on the dark side of the moon

Abandono por fin la habitación, y enseguida me topo con Dariel, Stevie y Cassia. Esta última no parece tener buen aspecto pero ¿acaso debería hablar yo de "buenos aspectos" con mi barba de...ya ni sé los días? Lo dudo.

- No pensabáis iros hasta que bajara, ¿eh? - murmuro para esos dos espías que no me dejan vivir. No es que esté enfadado con ellos, sé que lo hacen por mi, pero estoy agobiado. Para hablarle a Cassia, claro, uso otro tono diferente - Eh, C., ¿qué tal si desayunamos juntos? - paso un brazo por su cintura, porque últimamente me da la sensación de que va a irse al suelo en cualquier momento con esa debilidad que arrastra - Bueno, si papá y mamá me dejan, claro... - eso lo digo en un tono un poco bromista, que tampoco quiero parecer un borde. Bueno, "demasiado" borde.

Mack estaba insoportable desde el partido de Quidditch. La madre que la parió. Tiene suerte de que la adore porque si no ya le habría pegado más de un capón, pero lo cierto es que verla así de feliz por un simple partido me da algo de envidia sana y al tiempo, me alegra mucho por ella.

- Ay, no jodas, Mack... - bufo, cubriéndome la cabeza con la almohada al escucharla gritarnos con esa energía que ahora mismo me da mucha pereza - Voy a pedir el cambio de habitación como sigas así, ¿eh? Avisada quedas - suspiro y aparto la ropa de cama para sentarme en la misma, frotándome la cara. Otro día más. Y lo cierto es que últimamente tengo la sensación de que es un día menos para que el mundo se vaya a la puta sin que pueda hacer nada. Un día más sin visiones, un día menos de oportunidades.

Me levanto por fin para molestar un poco a Nissa, por animarme, acercándome a su cama para buscarle las cosquillas. Siempre es a la que más le cuesta levantarse y a la que menos le cuesta quedarse dormida y perderse el desayuno asi que puede considerar un favor que me preocupe por eso. Aunque sólo sea porque no pienso dar el callo mientras ella se queda felizmente durmiendo.
Tras las cosquillas, la empujo con mi cuerpo para tirarla de la cama, riendo, y antes de que pueda replicar, cojo mis cosas y salgo corriendo al baño. Dejo la puerta abierta porque total, ellas ya me han visto desnuda muchas veces con el rollo de la bañera para tratar de invocar alguna visión así que ya me importa más bien poco lo que puedan o no ver.

Frente al espejo, determino que debería cortarme el pelo. No sé por qué lo llevo tan largo con lo incómodo que me es a veces. Termino haciéndome un moño alto, bastante precario, la verdad, antes incluso de ponerme a asearme y vestirme.

-¿Alguna de las dos podría cortarme el pelo sin armarme un estropicio? - les pregunto, aunque realmente creo que me voy a fiar poco de su respuesta. Quizás acabaría antes rapándomelo y ya - No ahora, que vamos con el tiempo justo, pero en algún momento libre...

Desde que Bakshi le vetó el acceso a las cocinas para hacerse su propia comida, porque por lo visto es más importante el bienestar de los elfos que el de los alumnos, Lance ha tomado la decisión de dejar de comer y vivir de infusiones de hierbas preparadas por él mismo y guardadas en la petaca de donde bebe siempre, y ahora más que nunca, y que ha suscitado miradas en sus compañeros de casa. Si bien ha aguantado toda la semana con cierta dignidad, la falta de comida ha decidido pasarle factura en el peor momento: el partido del domingo. ¿Inesperado? Para nada, pero Lance tenía ese sentimiento irracional de que la adrenalina haría que la falta de alimento consistente fuese menos acusada, y si bien no acabó de colapsar, sí es cierto que los estragos a su forma física fueron evidentes, y cada vez lo son más. Aunque ganaron el partido, nadie parecía por la labor de querer jugar, y aunque Lance sí quería, no podía darlo todo de sí. O simplemente no tenía nada que dar. ¿Que debería haber comido al menos antes del partido? Quizás. ¿Que no se fía de la comida del comedor sin al menos haber visto antes cómo se preparaba? Eso también. Y su vida ahora mismo es más importante que el Quidditch. 

Hablando del partido en sí, ganaron y eso es lo que importa, pero entre la lluvia y la baja moral en general auguraba lo visto sobre el campo: hablando del propio Lance, la decente actuación cuajada en este partido se debe más más a un desacierto poco propio -según ha advertido Mendoza por activa y por pasiva durante semanas antes del partido, sometiendo a los cazadores a entrenamientos intensivos con tal de mejorar la técnica- del guardián rival que a su propio buen hacer. Otra cosa que le ha quedado claro es que Cassia O'Bhrendel es una bestia con la que le gustaría competir en condiciones normales, pero para eso primero tendrán que solucionar lo que está pasando.

Tal como estaba escrito, en cuanto Lance ha dejado de ser envenenado para dormir como es debido, el insomnio y las noches en vela o de dormir poco han vuelto, y si a esto le añades el estrés de ser objetivo de quién sabe qué oscuras tramas que aparte de ir a por él van a por su familia, pues se acentúa. Quizá debería pedirle al enfermero esas pociones que te dejan dormido, o aprender a prepararlas por sí mismo.

Todavía en sueños, una música bien característica empieza a sonar en su cabeza.

I'm breaking the wall inside my heart
I just wanna let my emotions get out
Nobody can stop
I'm running to freedom

La letra de la canción empieza a fluir de su boca como si él fuera quien la ha escrito, sin poder evitarlo. El chico intenta bajar el tono, porque aun estando dentro de su propia habitación. No le parece propio molestar a los demás con eso. Aunque no es raro escuchar cantar a compañeros de habitación, también es poco propio de Lance verlo cantar.

No matter how you try to hold me in your world
Like a doll carried by the flow of time
I sacrificed the present moment for the future
I was in chains of memory half-blinded
Losing my heart, walking in the sea of dreams

No entiende a qué viene todo esto, ¿es que se está volviendo loco del todo? El chico, tratando de actuar con normalidad, hace lo que todos los días: prepara su infusión para llenar la petaca y así beber algo más que agua, se acicala para las clases y sale de su habitación con la mochila a la espalda, yendo directamente al Gran Comedor ya con la escolta de rigor compuesta por Sullivan, que parece tocar una guitarra inexistente al son de su canción... y lo peor es que suena. Esto debe ser una especie de sueño raro. Mientras tanto, la canción sigue fluyendo por su boca, y Lance tratando de bajar el tono al máximo para no molestar a nadie, aunque parece que no es el único que ha caído en esto de no poder evitar cantar. Algunos ni se molestan en bajar la voz y están armando un escándalo brutal. Esto, si no se trata de un sueño, definitivamente es sospechoso.

Finalmente, llegan al comedor. Totalmente agotado pese a ser primerísima hora de la mañana, el chico se sienta, sin servirse absolutamente nada en su plato porque para qué, si tampoco se lo va a comer. Simplemente sorbe de su petaca con infusión de hierbas entre pausa y pausa de esa canción que no puede evitar cantar.

Art of life
An Eternal Bleeding heart
You never wanna breathe your last
Wanna live
Can't let my heart kill myself
Still I'm feeling for
A Rose is breathing love
in my life...

Cuando acaba esa última estrofa, el cansancio de noches sin apenas dormir y la falta de energía por no ingerir suficiente alimento hacen su trabajo, provocando que Lance colapse, cayendo de frente contra la mesa y dándose un cabezazo contra el plato que tiene delante, partiéndolo en el proceso y, aparte del escándalo, abriéndose una hermosa brecha en la frente.

Pues no era un sueño.

[GRAN COMEDOR]

Hacía ya varias semanas desde que había puesto un pie por primera vez en Hogwarts, y el carácter isleño de los británicos no dejaba de sorprenderme. Nissa tenía razón cuando dijo que eran uniques, aunque sin duda podía aplicarse al resto de casas. Por ejemplo: al parecer habían secuestrado a uno de los alumnos, Lance, y lo habían encerrado en una mazmorra. Unos alumnos habían tenido que encontrarlo. Sin embargo, lo que realmente había afectado y tenido repercusión en la vida de mis compañeros era que Slytherin había perdido el partido. 

Cuando pregunté, alguien me dijo que era porque Hufflepuff siempre perdía. Que desde que Mack había llegado al equipo, la cosa había mejorado. ¿Y el alumno al que habían secuestrado? ¿No tienes miedo de que le pueda pasar a alguien más?, pregunté. ¿Qué alumno?, me contestó. 

No sabía qué clase de medidas estaba tomando la dirección al respecto, pero sin duda aquello me hubiera mantenido en vilo si no hubiera sido porque era un hombre con una misión. 

Me levanté pronto, como siempre, para darme el baño caliente (ardiendo, mejor dicho. Lava o un círculo del infierno adicional según Pierce) mientras leía algo antes de que mis compañeros se despertaran. También como siempre, mi ritual matutino se vio interrumpido por Justin, que entró con cara de dormido y se quedó en el marco de la puerta. Le sonreí, bajando levemente el libro.

- ¿De verdad, tío? -preguntó, con voz ronca- ¿Otra vez? 

- Justin, mon ami, hay pocas tradiciones que no deberían romperse, y esta es una de ellas -contesté. 

- Niko, mon ami -me imitó-, ni siquiera cabes en la bañera -se quejó, señalando cómo había tenido que apoyar los pies sobre la pared embaldosada para poder acomodarme-. Quiérete un poquito. Y sal rápido, que tengo que cagar. 

En cuanto lo dijo, me levanté veloz y salí del baño sin siquiera vaciar la bañera. 

Cuando bajé ya vestido a la Sala Común todavía no había nadie, así que fui directo al Gran Comedor para ver si Pierce y Nana ya estaban por ahí. Al parecer el club de teatro había montado algún tipo de performance no anunciada, viendo cómo varios alumnos se ponían a cantar. Muy bien, pensé. Expresarse de una forma tan creativa en muy importante para un desarrollo emocional sano. 

[SALA COMÚN SLYTHERIN - COMEDOR]

Le di un chupito en la frente a Dariel en cuanto me dijo que tenía que aprenderme a hacerme el nudo de la corbata. 

- Mejor no, que cuando me tengas enseñada me voy con otro.

Cassia parecía seguir escuchando mierdas raras que nadie más oía. ¿Esquizofrenia paranoide con alucionaciones auditivas o ganas de que la cuidaran y la consolaran y le dijeran que todo iba a ir bien? Mucha hostia le faltaba a Cassia a veces. Como amiga se la hubiera dado porque la quería, pero tenía que comportarme. 

- Tía, espabila -me limité a decirle. 

Empezaba a rugirme el estómago cuando el Capi entró en escena. Yo sabía que lo teníamos hasta los cojones con el servicio de vigilancia 24 horas, pero a veces había sacrificios que hacer, y ese era no poder pajearse por las noches. Lo siento, Capi. XOXO. 

- Reunión de emergencia -dije en cuanto le preguntó a Cassia si iban a desayunar juntos. Enganché a Dariel del brazo y, sin moverme de la misma baldosa, nos giramos para darles la espalda a nuestros amigos-. Si me haces los deberes de Transformaciones, yo te chivo los ingredientes para el examen de Pociones de la semana que viene -le murmuré. En realidad aquello era solamente por joder. Dariel y yo cerramos el trato en un apretón de manos, y volvimos a girarnos hacia Julian y Cassia-. Permiso concedido, Cap -informé solemnemente, llevándome dos dedos a la frente en una suerte de saludo militar-. Todo en orden. 

Obviamente íbamos a estar observando, pero entendí que Jules necesitara un poco de tiempo libre de nosotros. No sólo lo teníamos vigilados, sino que también tenía que aguantar nuestras mierdas. Hubo una de las noches en la que nos pusimos a pegarnos tortas en la cara como dos niñatas mientras él estaba medio atado: a parte de no poder separarnos, tuvo que ver lo triste que era el "llegar a las manos" entre nosotros desde el incidente en los jardines. Vaya puta desgracia; con lo que habíamos sido.

- Venga, vamos a dejar a estos dos solos -le guiñé un ojo a Dariel mientras iba hacia la salida, empezando a hacerme dos trenzas de boxeadora. Después de las clases quería irme a entrenar de nuevo y no podía perder el tiempo si también quería pasarme por la biblioteca para investigar más sobre la "dolencia" del Capi-. Y como alguien más me cante en la cara te juro que no respondo -amenacé.

Pero Dariel dijo que me adelantara yo, que él iría en un rato. Me quedé mirándolo desde las escaleras mientras me acababa de atar las trenzas, con cara de gilipollas. Últimamente la ponía mucho. Y, como si de una broma cósmica se tratara, el sonido de una guitarra empezó a sonar en la distancia. 

- Vale, nos vemos luego -me despedí. 

Salí a los pasillos de las Mazmorras medio a zancadas, medio a saltos, como si aquello fuera el principio de una coreografía.

I know there's nothing to say
Someone has taken my place
When times go bad
When times go rough
Won't you lay me down in tall grass
And let me do my stuff

Empecé a subir las escaleras hacia la planta baja de dos en dos. Había gente que se me había quedado mirando, pero no se había reído por miedo a que tomara represalias aka les diera una patada tan gorda en el culo que la punta de mi pie les saliera por la boca. 

I know I got nothin' on you
I know there's nothing to do
When times go bad
And you can't get enough
Won't you lay me down in the tall grass
And let me do my stuff

En el Hall un par de Slytherins se me unieron al baile. Un paso a un lado, al otro, una vuelta, movimientos con las manos. Bam bam bam bam bababam bam bam bam. ¿Qué les pasaba? ¿Y qué me pasaba a mí? ¿Y desde cuándo había aprendido a bailar? Ah, sí, horas y horas viendo la MTV fumada con Dariel algún verano. Algo debía de haberse quedado en mi embotado y acalorado cerebro. 

One thing I think you should know
I ain't gonna miss you when you go
Been down so long
I've been tossed around enough
Awh couldn't you just
Let me go down and do my stuff

Corrí hacia la puerta del Gran Comedor y subí de un salto a la mesa de Slytherin, tirando un par de copas mientras me tomaba la mesa como si fuera la barra de un bar en la que bailar borracha. Pero no estaba borracha: ese era el problema. Lo que estaba era cabreada con que tuviera que desayunar sola porque la peña tenía sus planes y ninguno me incluía. ¿Tan difícil era tener amigos y estar soltera a la vez? Al final iba a tener que acudir a hacer el último test del Corazón de Bruja de Nana. 

I know you're hopin' to find
Someone who's gonna give you piece of mind
When times go bad
When times go rough
Won't you lay me down in tall grass
And let me do my stuff

I'm just second hand news
I'm just second hand news yeah
I'm just second hand news
I'm just second hand news yeah
I'm just second hand news
I'm just second hand news yeah
I'm just second hand news
I'm just second hand news yeah, yeah
Yeah

Di vueltas y palmadas y bandazos mientras repetía lo mismo una y otra vez. Había alumnos que aplaudían, otros me miraban como si me hubieran implantado un ente alienígena y aficionado a programas de bailes de famosos. Cuando acabé me quedé ahí de pie, jadeando, y miré hacia abajó por primera vez desde que había empezado el numerito. Alvin me tendía la mano como si fuera mi salvador. 

La cogí y bajé de un salto. 

-Alvin, tú y yo vamos a volver a ser buenos amigos -sonreí, y me senté con él a desayunar. 

[Sala Común de Slytherin]

En otra ocasión, con más fuerzas en el cuerpo, me reiría de mí misma por estar literamente alucinando con música, y por pensar al ver también a Julian que Nana ahora dibujará muy pocos de esos cómics sexis que hace sobre nosotros: los tres estamos en nuestro peor momento físico.

Mi cuerpo prácticamente se dobla por la cintura cuando J me abraza por ahí, más como si me hubiera enganchado una de esas máquinas de pescar peluches en los arcades. Y sé que no ha hecho fuerza para ello, pero entre que literalmente necesito que alguien me sujete y que echo de menos su compañía...

"Papá" y "mamá" se apartan para debatir si seré una niñera adecuada (sorpresa: no lo soy), y mientras tanto subo los dedos a rascarle la barbita que sé que no se está afeitando; normalmente no tarda ni dos días en rasurársela. Creo que dijo algo como que le ataban a la cama de noche para que no se escapara. Pese a pasar unas noches que deben ser de pura mierda, aquí está bromeando y mirándome con el cariño de siempre.

Oh no...

I love all the ways that you show me
You'll never leave
And the way that your kisses,
They always convince me,
Your feelings run so deep.

Dejo de rascarle para ahora acariciarle sobre el vello duro que le brota en el rostro, mirándole. Es incontenible: debo estar volviéndome loca de verdad. O he entrado en coma en la cama. Por lo menos no lo canto muy alto.

I love the things you say
And I love the love your touch conveys.

Menos mal: interrumpen "papá" y "mamá" para darnos el visto bueno. Ruedo los ojos y me muerdo el labio, mirando hacia otro lado. Si me creo que no estoy consciente será más sencillo de llevar, pero no lo hace fácil en sí.

Me quedo básicamente embobado cuando Cassia me rasca la barba, sonriéndole un poco. No entiendo qué es lo que pasa pero mínimo estamos todos volviéndonos un poco locos. Tampoco me extrañaría, vamos: no es para menos. 

Aunque lo dice bajito, escucho perfectamente lo que Cassia ¿canta?  Y pese a que Dariel y Stevie “dan su permiso” y se alejan para dejarnos irnos a desayunar tranquilos, lo cierto es que me he quedado clavado con Cassia sujeta por la cintura y buscando sus ojos. Sé que hemos hablado mil veces de esto y que yo mismo acordé que no volviera a pasar nada entre nosotros pero...

Aún recuerdo tu disparo de calor
La atracción que se genera en un instante
Juegas fácil y no soy tu ganador
Reconozco que me siento un perdedor
Que mi cuerpo ya no puede controlarse
Yo vivía en una especie de ficción
Y la cruda realidad en otra parte

Antes de besarla, recuerdo la conversación en la fiesta Swann pero ahora mismo me da igual, más necesito esto para tratar de mantener la cordura pues siento que la pierdo a pasos agigantados. 

Si tus labios me provocan adicción
Y tu movimiento puede dominarme
Tú querías ser mi centro de atención
Yo caía en tu forma de mirarme
Hubiera jurado, que no caería en tus manos
Sé que no debí quedarme a negociar
Y hacerme vulnerable a tus disparos al aire
Pero nunca me gustó quedarme atrás
Y me declaro culpable
De no evitar lo inevitable

Sólo la beso, sin más, y es un beso suave y breve antes de dejarle una caricia en el mentón y hablarle. 

— Vamos al Gran Comedor, anda — susurro, como si eso no hubiera pasado.

[Sala Común de Slytherin a.k.a. La Pecera]

Enarco una ceja al oír el comentario de Cassia de estar “escuchando” voces.

-No sé a qué te refieres….

No sé, yo escucho canciones en mi cabeza constantemente, no es para tanto. No veo donde está el problema. Lanzo una mirada a Stevie con lo de “me voy con otro”. Pero me callo. Y entonces baja la novia. Julian Crautchin. Justo a tiempo.

-Sabemos lo mucho que te gusta hacerte de rogar- me encojo de hombros ante su protesta de acompañarle a todas partes. A ver si se aclara, primero que no le dejemos solo y ahora que le dejemos en paz. Nunca está contento.

Le sigo el juego a Stevie, como hago siempre. Es algo muy nuestro.

-Trato hecho.

Cuando ésta dice de adelantarnos para ir a desayunar, niego con la cabeza.

-Sorry, enana. Adelántate y ahora nos vemos. Tengo que ir a despertar a otra bella durmiente. No me pagáis lo suficiente, que lo sepáis. Que cojones, ¡ni siquiera me pagáis! ¡Voy a empezar a cobraros los servicios de despertador! ¡Que lo sepáis!

Empiezo a subir las escaleras que dirigen a los dormitorios masculinos para ir a despertar a Levi. Tras enfadarse tanto hacías unas semanas con lo de no despertarle a tiempo, estaba tomando como costumbre sacarle de su sueño reparador. Quizás la culpa, quizás mi intento de ser mejor persona, me empujaba a portarme bien con él. A saber. Escucho de fondo la voz femenina de Cassia y luego la de Julian, como si estuvieran haciendo uno de esos duetos de los musicales muggles que le gustan a Madre. Y como un gusanillo en el interior, pugnando por salir, a cada escalón que subo, algo brota y sale al exterior.

-There'll be times
When my crimes
Will seem almost unforgivable
I give in to sin
Because you have to make this life livable

Alcanzo el segundo piso.

-But when you think I've had enough
From your sea of love
I'll take more than another river full
Yes, and I'll make it all worthwhile
I'll make your heart smile

Me dejo llevar por la letra. Al contrario que Cassia, a mí no me parece mal escuchar esos instrumentos de sonido metálico y esa voz que me empuja a cantar un clásico muggle. Lo único de lo que puedo quejarme, es que no es mucho mi estilo, pero es una gran canción y me hace sentir tan sucio y bien a la vez…

-Strangelove
Will you give it to me?

Will you take the pain
I will give to you?
Again and again
And will you return it?

Me apoyo contra la pared de piedra de las escaleras, como si estuviera en un videoclip muggle y continúo volcando mi vacío emocional, palabra por palabra, al mundo. Algunas puertas de dormitorio se abren y algunos rostros se me quedan mirando mientras yo sigo desgranando la canción. Otros, bajan por las escaleras, pegándose a la otra pared, por si tengo algo contagioso.

-I may appear to be
Constantly out of reach
I give in to sin
Because I like to practice what I preach

Mi ascenso por la torre es como esa canción, Stairway to heaven. Acordarme de otra canción no detiene la que está en proceso. Para nada. de hecho, creo que lo he pensado mejor, me gusta esta jodida canción. Me paro ante la puerta donde está el canadiense. Entro con descaro, sin importarme el resto de habitantes y le doy una sacudida con el pie a Levi.

-Again and again
I give in
That's how my love goes
I give in
I'll say it again
I give in
I give in

Cuando abre los ojos o al menos parece que vuelve al mundo de los vivos o termina mi canción, lo que primero llegue, acabo soltando una de las mías.

-Despierta Little Princess. Tenemos clase.

Esbozo una sonrisa malévola mientras recupero el aliento perdido por estar subiendo siete pisos de escaleras, cantando y haciendo poses dramáticas por el camino. Para que luego digan que no hago ejercicio.

Alvin estaba desayunando cuando todo empezó. Sí, él es ese tipo de tío que madruga porque si los Dioses no ayudan, ya lo hará él mismo. Y hay mucho negocio que hacer a primera hora. Más de lo que muchos podrían creer. Había conseguido esquivar a los primeros cantantes espontaneos de los baños y al trio de divas en la entrada (por los pelos). E incluso había conseguido alcanzar la mesa y sentarse sin abrir la boca. No pensaba caer en semejante despropósito y locura absurda. Él es un hombre de negocios, no un saltimbanqui. Pero entonces, su primer cliente de la mañana, Randolph vino canturreando una vieja canción de blanquitos.

-Hey! Mr. Tambourine man, play a song for me
I'm not sleepy and there is no place I'm going to

Alvin le lanzó una mirada perforante y le soltó la bolsita disimuladamente en la mano a la vez que se guardaba las monedas en el bolsillo oculto de su túnica. Se sirvió algo de café y atrapó algo de fruta y un bollo para comer, pero la melodía de la canción ya se le había metido en la cabeza. Entonces vio entrar a Stevie, cantando y contoneándose como una stripper de bar encima de la mesa del comedor de las Serpientes.

-Tú no… dime que tú no has caído también…

“Left me blindly here to stand but still not sleeping
My weariness amazes me, I'm branded on my feet
I have no one to meet
And the ancient empty street's too dead for dreaming”

Molesto por el sonido mental en su cabeza, se levantó e intentó concentrarse en detener a Carson. Pero al final acabó, no sabía cómo, tendiéndole la mano a la hija menor de los Carson, una de sus mejores clientes, para ayudarla a bajar de la mesa.

-Por supuesto, porque soy tu…- iba a decir su mejor amigo y vecino, cuando al final vomitó la canción que no paraba dentro de su cabeza y que por más que había intentado retener, ya era irrefrenable.

-Mr. Tambourine man, play a song for me
I'm not sleepy and there is no place I'm going to
 

Alvin empezó a cantar, aunque su voz era más grave y menos nasal que la del cantante muggle, no tenía mala voz. Cogió la mano de Stevie y se la colgó del brazo mientras cantaba para ella como si le estuviera contando la historia de su vida. Y en cierto modo era así.

-I'm ready to go anywhere, I'm ready for to fade
Into my own parade
Cast your dancing spell my way, I promise to go under it

Y así hasta que la jodida canción, larga de cojones, acabó y Alvin pudo descansar. Y desayunar. En paz. Por fin.

Aquí se le daba muchísima importancia al quidditch. A mí me gustaba solo porque los jugadores (y las jugadoras) suelen ponerme burra, pero luego de que les ganásemos a los de Slytherin, toda la casa anduvo con un estado de ánimo bastante elevado durante toda la semana. Y yo aproveché para ponerme ufana y reírme de las serpientes, aunque el quidditch no me importase demasiado.

En fin, que el jueves dormí especialmente mal. De nuevo las jodidas pesadillas, aunque esta vez mi madre era la Guardían de Hufflepuff y ella explotaba luego de que yo le metiese un gol con una Quaffle explosiva. Di vueltas en la cama desde las tres de la mañana pensando seriamente en ir a dar una vuelta alrededor del lago pero dándome paja de levantarme. A eso de las seis me quedé dormida y a los cinco minutos, Mackie me despertaba cantando a los gritos.

Reprimí el impulso asesino y me sorprendí riendo cuando Sigma me atacó a los cosquillazos. La verdad era que estaba acostumbrada a dormir poco y mal: ya me daría un saque de polvo de Doxy cuando estuviese sola. - Yo suelo cortarme el pelo, así que cuando te apetezca... - le ofrezco encogiéndome de hombros y vistiéndome a la vez mientras bostezo. Se me hacía que el de hoy sería un día bastante largo.

Al final, Levi acabó guardándose la noticia de su inminente boda con la menor de las Blackwood. No parecía que Eve supiera el secreto, puesto que la chica parecía de veras preocupada por la actitud hosca de su hermano mayor, pero él aseguraba una y otra vez que estaba bien. Quizá fuera por eso que su actuación en el partido de quidditch hubiese sido desastrosa y que se plantease seriamente el renunciar al equipo, pero se sentía en verdad apático. En ese momento todo pasaba a un segundo plano: el supuesto peligro que acechaba Hogwarts; su proyecto comercial con Brandon; su sexualidad; incluso Dariel y lo que pudiera traerse con Steve.

Y soñaba que cantaba. ¿Dónde habría oído esa canción?

One thing, I don't know why

It doesn't even matter how hard you try

Keep that in mind I designed this rhyme

To remind myself how (I tried so hard)

Y veía  su padre, sobre una enorme pirámide hecha en su mayor parte de piedras preciosas y lingotes de oro, portando una hermosa y enorme corona y lo miraba con una mueca burlona en su rostro.

In spite of the way you were mocking me

Acting like I was part of your property

Remembering all the times you fought with me

I'm surprised it (got so far)

Things aren't the way they were before

You wouldn't even recognize me anymore

Not that you knew me back then

But it all comes back to me (in the end)

You kept everything inside

And even though I tried, it all fell apart

What it meant to me will eventually

Be a memory of a time when

Y cuando va a responder a su padre, un lobo (uno a quien le había parecido ver antes) le da patadas en el tobillo, para que se callase. Aún así, Levi canta desafiante aunque desanimado, desahogando parte de su rabia y frustración:

I've put my trust in you

Pushed as far as I can go

For all this

There's only one thing you should've known

I tried so hard and got so far

But in the end, it doesn't even matter

I had to fall to lose it all

But in the end, it doesn't even matter

No se dio cuenta de que esas últimas estrofas las había entonado estando despierto. Entonces se da cuenta de que se encuentra en su dormitorio. - ¿Dariel? ¿Qué haces aquí? - pregunta, adormilado.