Partida Rol por web

Adelantándose, el príncipe espera a que entre Katarina para cerrar la puerta.

-  Bien vamos por partes.

Una vez en el despacho, Ryne rodea un escritorio lleno de periódicos, revistas de cultura, hojas impresas en otros idiomas e impresiones con dibujos.

- Primero, ¿Quién es exactamente Baltreck? Y ¿Qué idioma es ese que hablas?

Hablando mientras toma un espadón que descansaba contra la pared junto al escritorio. No distingues bien la cara por los movimientos que hace, pero el tono de voz no da lugar a dudas, algo le ha hecho enfadar.

En el lugar junto a Baltreck el cuerpo de Raphael se mueve pasados un minuto de silencio después de que Katarina entro a su audiencia. Abriendo los ojos examina rápidamente donde se encuentra.

Con un gesto de dolor intenta incorporarse rápidamente al ver a Baltreck, resbalando hacia un lado.

- ¿Qué?, ¿Dónde estamos?

Alejándose rápidamente de Baltreck sostiene su cabeza con una mano preguntando al aire con un tono entre el pavor y la desesperación. Algo muy humillante en el comportamiento de un sangre azul.

Observo al príncipe, estremeciéndome cuando toma aquella espada. No tenia buena pinta todo aquello. Me quedo en la puerta, con las manos hacia adelante y la mirada en alto.

-Baltreck es un vampiro, Majestad... Le dicen Baltreck el Valaco... y el idioma que hablamos es Rumano....-

Hablo de manera tranquila. Sin inmutar el rostro tampoco para no insultar al príncipe si estaba enfadado.

Acomodando la espada sobre el escritorio, lanza una mirada descontenta  apurándose a decir.

- Extraño, en todos mis siglos viajando nunca había escuchado ese idioma, y mas extraño aún, Eu romaneste perfectiune .

Aun sosteniendo la espada pro la empuñadura, habla todavía con el tono molesto en su voz, pero sin mostrar emoción alguna en el rostro. Hablando inmediatamente después de su pregunta, la contesta y prosigue.

- Y sobretodo otra cosa, tu “padre”, sabia del rapto con anterioridad, él fue quien me alerto hace una noche. Asi que deja de mentirme de una vez. Espero de todo corazón que tengas razones… buenas razones para mentirme y traer una extranjero sin mi permiso a la ciudad.

Lo observo extrañada. Bien hablaba rumano, y yo no había dicho nada que no debiera ser escuchado. Pero dijo que ¿mi padre sabia del rapto mucho antes? ¿Como era eso posible?. Frunzo el ceño para mirarlo fijamente.

-Perdone...creo que delire cuando me hablo... ¿Dijo que mi padre sabia de antes del rapto...? -

Le digo respirando algo agitada, para intentar contener el enojo que peleaba por explotar de mi pecho. Lo miro fijamente, inexpresiva y algo molesta por su acusación.

-Perdóneme Majestad...pero en ningún momento le mentí... ¿Quiere que le cuente todo lo que ocurrió desde que salí de mi casa? Lo que quiera saber de lo que paso con mi padre y por que esta desmayado, debería preguntárselo a el...Yo no puedo contar cosas de su vida sin su permiso...no es mi vida... Solo puedo decirle que tuvimos unas visitas extrañas y el quedo inconsciente... Y con respecto a Baltreck yo tampoco se que hace en la ciudad... Cuando volví a mi casa el salio de mi habitación... Dijo que quería hablar con el príncipe... Con respecto a lo de mentirle, no soy tan idiota como para cometer algo como eso, pero por mas Majestad que sea yo no puedo contarle cosas que no me pertenecen...estoy aquí por que necesitaba traer a mi padre a un lugar seguro para ir a buscar a mi madre...-

Le hablo de manera fría y cortante. Bastante molesta por aquella acusación sin sentido. Yo respetaba la intimidad de las cosas de mi padre por sobre todas las cosas y no iba a decírselas sea quien sea.

-Yo me hago responsable por lo que Baltreck haga, pero sepa que hasta ahora el me ayudo y jamas nos lastimo inclusive cuando tuvo la oportunidad...confío en lo que puede hacer y el confía en mi... Como ya le dije, me haré responsable por sus acciones...-

Concluyo respirando profundo para calmar mi enojo.

Soltando el mango del mandoble, se cruza de brazos con los pulgares hacia arriba modificando su expresión levantando las cejas.

- Teniendo en cuenta que el tal Baltreck, si es su verdadero nombre, habla una lengua extraña para mi; Raphael no esta disponible y Volgo no tiene ni puta idea de lo que le paso, eres la única que me puede informar.

Sin poder evitar volver a endurecer el rostro, continúa.

- Y por otro lado, me has mentido en cuanto al padecimiento de Raphael, el me pidió ayuda en cuanto la noticia de la desaparición le llego por uno de sus parientes, según me ha dicho. ¿Y quieres que me trague que una crisis de nervios ha dejado inconsciente a un cainita con décadas, siglos, de antigüedad?

Suspirando sin dejar de mirarte a cada palabra, evitando el contacto directo con los ojos, prosigue cambiando su tono.

- El hecho de que no te hayas enterado de que yo tenga conocimiento del suceso, confíes y presentes a un extranjero en la ciudad en medio de esta ola de caos, solo me deja una cosa en claro. Así que por la confianza que tengo en Raphael, dame razones para no convocar una caza de sangre en este momento.

MAster: coonste, te estoy dando la oportunidad de una salida, que en otro rol ya estarias con al espada en la garganta, sobre todo por haberle levantado la voz al principe sin ocupar un cargo importante o tener alguien que te apoye ahora. OTra, si lo tomas de su punto de vista... si tienes toda la pinta de la mala de la historia, asi que ¡convencelo de lo contrario!

Suspiro. Respirando de manera profunda pensando bien en todo lo que había ocurrido. Había sido todo tan rápido que inclusive a mi me costaba asimilarlo. Seguramente me llevaría una gran reprimenda ahora por contar todo esto y lo peor era que iba a contar cosas de mi padre.

-Majestad... Creo que exagera con lo de la caza de sangra, en definitiva ninguno de nosotros ha cometido un delito tan grave como para hacer una barbaridad de ese estilo... Voy a contarle todo lo que paso, inclusive aunque vaya contra mis principios, pero quisiera decirle algo y espero que no se ofenda. El que Usted sea el Príncipe de este lugar, no significa que todos y cada uno de los vampiros que viven aquí tienen que contarles su vida privada y las cosas que hacen... Es el pueblo quien hace al rey y no al revés...- Le digo de manera tranquila antes de empezar – Mi madre me mando a hacer un encargo donde conocí a Volgo y a otro vampiro. Ambos estaban con el Sheriff que nos llevo por las alcantarillas, teóricamente para venir a verlo pero fuimos atacados por cocodrilos gigantes, y de la nada apareció otra persona que le disparo al sheriff hundiéndolo en las aguas putrefactas. Robert, el otro vampiro, se fue con el que había disparado, Volgo estaba herido y yo casi estaba fuera de la alcantarilla por una riña que tuve con el sheriff, pero al ver que mi compañero estaba herido volví en su ayuda. Salimos de la alcantarilla con algo de esfuerzo y el se fue a buscar comida mientras yo lo esperaba. Por cuestión de tiempo nos desencontramos... Cuando volví a mi hogar me encontré con Baltreck saliendo de mi habitación... Se que es extranjero y habla otro idioma que inclusive hasta para mi era desconocido, pero aprendí a comprenderle y como puede ver no es ofensivo... Simplemente quería venir a verlo, ese chico esta perdido y me pidió ayuda... Y yo sigo los pasos de mi padre así que voy a ayudar a todo aquel que lo necesite...- Corto un momento antes de continuar – Baltreck y yo nos quedamos dormidos al amanecer y cuando desperté y baje mi padre estaba con visitas... Ahí me entere de lo de mi madre... los hombres hablaron de usarme como cebo...no se para que y mi padre se opuso... según ellos le levanto la voz y uno lo dejo inconsciente... Y luego vinimos aquí...esa es la historia...-

Me moría por preguntarle de manera irónica si estaba satisfecho. Pero no era buena idea, necesitaba relajarme. Cada momento que perdía con el Príncipe era otro preciado segundo que se escapaba de la vida de mi madre. Estaba nerviosa pero no por estar allí siendo interrogada. Tenia un problema que me urgía mas que toda la corte vampirica y el príncipe en si. Esperaba que con lo que le había dicho se conformara.

Volgo sonríe mientras observa la repentina convulsión del tipo.

- Tranquilo amigo - dice revelando en su boca una hilera de dientes semiafilados y brillantes - estás en un sitio... "seguro" - sonó como si el Nosferatu no estuviera realmente cerciorado de ello.

Volgo se acerca al tipo y le mira de arriba a abajo mientras una nueva bocanada de humo surge de sus pútridos pulmones.

- Antes de que te pongas nervioso, te diré que ella está ahí dentro. Está bien, solo mantiene una charla en privado...

 Escuchando pacientemente el relato, asiente a medida que avanzas en la historia, alentándote a llegar a seguir. Sin hacer una mueca o un movimiento facial c completo el rostro solo refleja medias reacciones a ciertas palabras, como si esperara algo mas en cada caso.

- Quiero que me describas a todas las personas que has encontrado en estas dos noches. Alguien que haya logrado vencer al sheriff usando sus mascotas y después aparece me huele a traición. Mas que todo, las personas que dejaron inconsciente a Raphael.

Mirando largamente tus reacciones, no te es posible predecir sus movimientos, gestos o palabras.

el valaco se levanta del asiento mirando la escena, le parecia patetico el comportamiento de raphael, en otros tiempos no habria dudado, pero no estaba en su epoca, reaccionó como el hombre del sombrero, se quedó mirando, no sabia que hacer, de esa sala dudaba que alguien entendiera lo que iba a decir, pero aun asi, intento comunicarse

-aceste sigure ... dar nu se astepta ca reaccionases asi ... patetico ... katarina prezenta bine, am venit aici in cautare de raspunsuri, atat pentru ea si pentru a-mi...Trebuie sa asteptam sa plece.

se quedó esprando la reaccion de aquel hombre al oir su idioma, esperaba, que por lo menos, entendiera algo

Lo observo algo confundida. No recordaba bien todas las caras. En especial la de aquel desconocido en las alcantarillas.

-Ehh...los cocodrilos eran del Sheriff...- Le aclaro – Y no recuerdo bien todas las caras...las alcantarillas estaban oscuras...pero el hombre era alto y fornido...llevaba el cabello corto y un arma...la que voló al sheriff y también hirió a Volgo...y los que estaban en mi casa eran un hombre muy grande, parecía un oso... y cabello oscuro...y el otro era rubio, mas pequeño de tamaño pero iba muy bien vestido.... Todavía estoy algo confundida por la situación... No recuerdo mucho mas...-

Le digo mirándolo fijamente.

Suavizando un poco la expresión de su rostro, el cainita continua con la mueca de espanto en este.

- ¿Qué?… ¿donde?…el principado…

Deteniéndose para poder entender sus propias palabras se pone en pie dándoles la espalda mientras examina otra vez el cuarto donde se encuentra.

Volgo se sienta a esperar pacientemente sin perder de vista al tipo que acababa de despertar. Parece desconcertado, demasiado para tratarse de alguien que quizá debería reconocer aquel sitio.

- ¿Qué te pasó para que te quedaras como estabas hasta hace un minuto? - pregunta con un tono tranquilo y sosegado.

Esperando unos segundos mientras intenta analizar toda la información de esta noche, el príncipe desvía la mirada paseándola por el cuarto en un silencio que se vuelve incomodo.

- Si, los caimanes son las mascotas de Ulrich y guardianes del territorio nosferatu.

Sin poder saber si esta en medio de un monologo o el comentario era dirigido a ti, el cainita continua.

- ¿Dónde exactamente esta el cuerpo de Ulrich?

Alisando su traje por la parte delantera, asiente con la cabeza para dedicar una sonrisa a continuación.

- Tuve un encuentro nada agradable.

Hablando cortésmente mientras se peina te mira de arriba abajo sin dejar de sonreír.

- Creo que hablabas de mi Katarina verdad. Por cierto, mi nombre es Raphael.

Ofreciéndole la mano a Volgo en un acto casi automático el rostro cambia drásticamente hasta parecer sincero en verdad.

Lo observo frunciendo el ceño. ¿Donde estaba su cuerpo? Hasta donde había visto se había hundido pero nunca nos preocupamos en buscarlo. Se merecía ahogarse por imbécil.

-Cayo en las aguas...pero no nos fijamos de sacarlo...-

Le digo tranquila, aunque sin ocultar la nota de desprecio al hablar de aquel hombre.

Masajeándose las cejas lentamente durante unos segundos se decide por  hablar de nuevo mirándote.

- Bien… creo que por esta noche es todo. En cuanto Raphael despierte dile que quiero verle por favor.

Haciendo una señal con la mano, te pide cortésmente que te retires desviando la mirada a su espada inclinando la cabeza hacia un lado.

- Y esperen un momento fuera, por favor.

el valaco, inmovil en su sirtio, con el espadon entre sus lagas y fornidas piernas, su mirada volaba por la habitacion cual ave buscando una presa, miró a los hombres que por loq ue a el le parecia, estaban entablando una conversacion, la cual el no entendia, y al parecer, tampoco le entendian a el. miraba una y otra vez en la direccion por donde salio kataria con el otro hombre, esperando que en una de esas veces que mirase, saliera la unica persona con la que podia comunicarse...