Partida Rol por web

Una hora despues de la reunion con el general, unos hombres llegan hasta vuestras habitaciones y os escoltan hasta un hangar donde recivis el equipo que habias solicitado, os vestis y os equipais correctamente.

Despues de equiparos correctamente os llevan hasta un helicoptero negro a las afueras del cuartel, es de noche, una noche despejada en la que la luna brilla en lo alto del cielo.

Despues de aproximadamente una hora de vuelo el helicoptero comienza a descender y veis muy a lo lejos lo que parece ser el almacen completamente iluminado; tal y como os dijo el general, un grueso muro de hormigon se extiende alrededor del almacen y delimita el area de luz.

El helicoptero desciende y se posa en el terreno, una vez en el suelo, el piloto apaga el motor.

Bueno chavales, os toca, suerte y duro procurad venir pronto.  Dice el piloto guiñandoos un ojo.

Tras una buena paseata conseguis llegar hasta el muro de ormigo de aproximadamente un metro y medio de altura y permaneceis gachados detras de el en el borde del final del muro que permite tener acceso al recinto del almacen.

Desde vuestra posicion podeis ver dos vigias que se encuentran en la entrada del almacen a unos aproximadamente doscientos metros de vuestra posicion, no os han visto y permanecen de pie con lo que parece ser un fusil AK 47 en sus manos.

 Desde que el general nos despide de su despacho hasta que nos pasan a recoger por nuestras habitaciones paso el tiempo limpiando las armas que me han dado y pintándolas de negro para evitar brillos en la noche. 

Cuando los hombres del general vienen a buscarnos les sigo sin hacer preguntas y lo más rápido posible, monto en el helicóptero y procuro relajarme en lo que dura el vuelo. Nunca es fácil entrar en combate y tras años de entrenamiento aún tengo que hacer ejercicios mentales para conseguir limpiar mi mente y no pensar en que voy a matar a otras personas.

Conseguimos llegar hasta el muro exterior del almacén sin ser vistos y vemos a dos vigías en la entrada. Me giro hacia el OAM del grupo y le pregunto:

- ¿cuál es el plan de acción jefe? puedo eliminar a uno de los dos vigías sin ningún problema con el rifle de francotirador y otro de nosotros puede encargarse del segundo vigía.¿O tiene alguna idea mejor?

Por si acaso y para ganar tiempo voy apuntando al vigía de la izquierda con la mira telescópica de mi rifle. 

Estoy en mi habitación, pensando sobre la misión, pensando lo que voy a hacer ahí. Ya he camuflado mis armas. Escucho que tocan la puerta, al abrirla veo a 2 soldados.
Deben ser los escoltas.
Los sigo y me conducen a un helicóptero negro que está en las afueras de la base, cada vez siento más anciedad.
Creo que todos sienten lo mismo que yo, es comprensible...
Empezamos a desender, creo que el viaje a durado más o menos una hora pero pareció eterno. Tocamos tierra y bajamos del helicóptero.
Gente, vamos a hacerlo.
Después de caminar un tiempo, llegamos a la pared de hormigón del complejo, me ubico contra la pared.
A la espera de órdenes.

Des tiene que ser rápido dando las órdenes pertinentes, sabe que un combate abierto puede acabar mal, que el éxito se define aquí como un entrar rápido, salir enteros, asi que escucha las opiniones de sus hombres mientras repasa el plan mentalmente.

- Mick, apunta a uno de los dos guardias y espera mi señal. Necesito a otro tirador con fusil de asalto que apunte al otro tango, para que abra fuego a mi señal. Los otros esperad a mi señal para rematar si hiciese falta o proporcionar fuego de cobertura.

- Vale jefe, le tengo en el punto de miro, espero tu señal.

Después de el informe de misión, dos hombres me escoltan hacia un helicóptero que se encuentra en el exterior de la base. Ya equipado, me encuentro con mis camaradas dentro. Durante el viaje observo a todos y me centro en el paisaje nocturno, trato de no pensar. Cuando me doy cuenta ya estamos en tierra.

Después de recibir el apoyo del piloto marchamos hacia la base y, en un tiempo, llegamos al muro de hormigón del complejo y me ubico al lado de Borís.

Escucho las indicaciones de Miles. 

Señor, yo tengo un fusil de asalto, tal vez podría darle. - digo con un tono de nerviosismo y trato de apuntar cuidadosamente el segundo tango.

Miles asintió:

- Relajate chico, sois más que capaces para esta misión... Si dudas, la gente muere. Apunten al blanco seleccionado, el resto prepárense por si es necesario fuego de cobertura... A mi señal, fuego limpio y a discrección. Fuego... Fuego... Fuego. - Era en el tercer fuego, cuando debían abrir fuego los dos tiradores, que Dios les guiase. Se preparaba por su tenía que abrir fuego, necesitaba dos disparos limpios que no hiciesen que esos tipejos alarmasen a toda la base.

 Apunto cuidadosamente al guardia de la izquierda, tengo su cabeza justo en el punto de mira. Cuando Desmond dice fuego por tercera vez aprieto el gatillo. 

Yo no contaba con que justo en el momento en el que apretaba el gatillo el compañero suyo le llamaba para pedirle fuego y el centinela giró la cabeza lo suficiente para que la bala le pasara rozando la cabeza pero no le impactara.

Mierda, que poco ha faltado

Vuelvo a apuntar al objetivo sabiendo que esta vez no voy a tener tiempo para asegurar el disparo