Partida Rol por web

Fuga

9. Todo tiene su fin

Cargando editor
27/04/2011, 08:11
Director

Sin pensarlo dos veces, David sale corriendo de aquella casa de locos. Pocos segundos después Donna hace lo mismo.

La fuerte tormenta había desaparecido, dando paso a una fuerte lluvia, pero nada que ver con el granizo y temporal de hacía tan solo unas horas. Al alejaros de la casa podéis ver más de cerca el viejo cobertizo. Es un cobertizo bastante grande, con una puerta corredera al frente, la cual está abierta.

 

Una ténue luz naranja ilumina el interior del cobertizo. No es más que un tubo fluorescente, cubierto con una vieja carcasa de plástico naranja. A pesar de su poca intensidad, es suficiente para poder ver la mayor parte del interior del cobertizo. En el lateral derecho, podéis ver una vieja mesa de madera unida a un gran panel sobre la pared, del que cuelgan todo tipo de herramientas, casi tantas como las mismas que podéis ver sobre ella.

En el centro de cobertizo veis dos automóviles, un viejo De Soto verde, sin ruedas, y un destartalado Dodge Dart.

 

 


De Soto
Cargando editor
27/04/2011, 10:36
David “Picahielos” Leyner

La lluvia le empapaba de arriba abajo mientras corría y el barro hacía que se hundieran sus pies al menos un par de dedos, pero no importaba ahora. Se dio cuenta que Donna le seguía, otra persona con sentido común.

No había tiempo para forzar un vehículo, aunque por si las moscas mientras se acercaba a los vehículos buscaba si alguno tenia las llaves puestas, y el de Donna no debía estar muy lejos, era con él que habían llegado a esta granja del demonio pero ahora solo era un montón de chatarra con ruedas a estas alturas.

Notas de juego

Cosas de no estar desde el principio, cambio el post >-<

Cargando editor
27/04/2011, 11:57
Director

Notas de juego

David, tienes más del 15% en conducir, con ésto sabes que el Dart no os llevaría muy lejos ni de coña si quisiérais intentarlo. El coche de Donna os dejó tirados aproximadamente a 1km de aquí, se quedó sin combustible.

Cargando editor
27/04/2011, 14:36
Director

Notas de juego

No te preocupes, en la intro de la partida aparece el cómo habéis llegado a la granja, puedes echarle un ojo si tienes dudas.

El coche de Donna estaba en perfectas condiciones, solo eso, que se quedó sin gasolina.

Los coches que tienes aquí no tienes las llaves puestas, pero están abiertos. El De Soto no sirve de gran cosa, ni siquiera tiene ruedas, está para el arrastre. El Dodge si le echas un ojo ves que es una carraca, pero quién sabe, quizás para 1km puede servir, o incluso su gasolina puede servir para el coche de Donna. Lo que está claro es que el Dodge no os servirá como vehículo para huir.

Cargando editor
04/05/2011, 18:18
Director

Notas de juego

Nota mental: Dentro de la casa oís un disparo.

Cargando editor
04/05/2011, 18:33
Director

Poco después de haber escuchado el disparo dentro de la casa, véis como algunos de vuestros compañeros salen de ésta. El primero en hacerlo es Jack, que corre como si le fuera la vida en ello.

Tras él Juárez salió también de la casa, arrastrando con él a Ella, una Ella que gritaba, lloraba y golpeaba con sus puños a Juárez tratando de resistirse y volver dentro de la casa.

Cargando editor
05/05/2011, 10:58
David “Picahielos” Leyner
Sólo para el director

Con la escena parece claro para Picahielos que el viejo está muerto y este no activará los explosivos que había escondido en la granja. Sin embargo con Jack y Juarez sueltos seguramente buscarían ponerle otra vez entre rejas. Así que lo que hizo es esconderse yendo detrás del cobertizo, esperando alejarse del edificio escondido entre la maleza.

Cargando editor
05/05/2011, 13:30
Director

Notas de juego

Ok!

Cargando editor
11/05/2011, 14:42
Director

Notas de juego

añado a uder, aunque lo veáis de destinatario no es su fantasma que venga a vengarse, es pa que el pato pueda leer xD

Cargando editor
25/05/2011, 22:08
Director

Poco después salió Updike arrastrando tras de sí a Morton. Los demás se encontraban a una distancia prudencial de la casa, todos excepto Donna y Picahielos.

La fuerte tormenta había cesado, ahora caía una fuerte lluvia. Juárez seguía sujetando a la mujer, que a toda costa quería volver a entrar en la casa con su marido. Pasaron unos incómodos e interminables minutos, todos espectantes pendientes de la granja, pero sin embargo no escucháis ninguna explosión.

 

Cargando editor
08/06/2011, 21:30
Director
- Tiradas (3)

Notas de juego

He hecho 3 tiradas de atención para los que "escapan" para así determinar si finalmente, en su fuga, son o no capturados. Parece que sólo se libra Picahielos. Ahora paso a narrar el final.

Cargando editor
08/06/2011, 22:10
Director

Los minutos transcurrían más lentos que nunca, parecía como si todo pasase a cámara lenta. Tras unos minutos ante la casa, esperando que ésta explotase, no sucedió nada.

Ella seguía gritando y tratando de soltarse del grandullón. Donna se acercó desde el cobertizo alertada por los gritos de Ella. Se acercó a la mujer, tratando de calmarla con suaves palabras, abrazos, caricias... pero nada parecía funcionar, la mujer estaba notablemente afectada por la muerte de su marido, sin embargo poco a poco pareció tranquilizarse, demasiado, pensó Juárez a su lado, tanto como si paulatinamente se fuese consumiendo, poco a poco la mujer dejó de gritar, dejó de forcejear, dejó de respirar... Simplemente se desplomó, sin llegar a caer al suelo, pues Juárez aún la sostenía. Jack se acercó a tomarle el pulso, no tenía, pero ¿lo tenía antes? La dejaron caer despacio sobre el suelo.

 

Updike, volviendo a ejercer una vez más de macho alfa en el grupo, se encaminó hacia la casa sin mediar palabra, aún sabiendo que Jack todavía tenía el arma. Sin embargo, no sabe si por la confusión o incertidumbre del momento, el funcionario en ese momento no hizo uso de ella dejando que Updike continuase su camino. Morton no tardó en seguirle, ¿desconfianza? ¿curiosidad? o quizás una mezcla de ambas, el caso es que decidió no perderle de vista.

Cuando ambos entraron en la casa, encontraron el cadáver de Uder en el mismo lugar y estado en que lo dejaron, tan solo unos pequeños cercos oscuros en la ropa del viejo constataban que el explosivo sí había estallado, pero no con la magnitud que hubiesen esperado. Quizás un error de cálculo del viejo, o quizás sólo era un farol, respuesta que nunca tendrían.

 

Fuera Jack volvió a tomar el control, no podían perder el tiempo, debían aprovechar aquel momento en el que Updike y Morton no estaban, pero ¿dónde estaba Picahielos? Donna lo había visto en el cobertizo, pero en cuanto salió a ver qué sucedía fuera lo perdió de vista. Volvieron al cobertizo pero allí no estaba. Jack echó un rápido vistazo a los dos coches que los Krazmersky tenían allí, el viejo De Soto verde sin ruedas, que pronto descartó, y el Dodge Dart, bastante destartalado pero que aún parecía arrancar. Sin embargo arrancó y aún tenía gasolina, no les llevaría demasiado lejos, pero sí lo suficiente como para alcanzar el coche de Donna. Allí podrían pasar la gasolina de uno a otro y huír de aquel lugar. Debían actuar rápido, antes de que Updike y Morton salieran.

 

¿Y Picahielos? Estando el cobertizo aprovechó el momento en el que Donna corrió hacia aquel revuelo y salió de allí, escondiéndose entre la maleza, y alejándose poco a poco de la granja. Nadie le echó en falta, hasta que ya fue tarde.

 

El ruido del viejo Dodge alertó a Updike y Morton que salieron corriendo de la casa maldiciendo al verles huír de aquella granja. Se habían quedado solos, y sin el único vehículo que podía sacarles de allí. Ninguno de los dos medió palabra, aunque ambos sabían lo que cada uno pensaba. Entraron nuevamente en la casa, y tras coger algo de ropa, provisiones y algún cuchillo, abandonaron la granja. No hubo despedidas, simplemente cada uno se fue por su lado, como si sus vidas jamás se hubieran cruzado.

Cargando editor
08/06/2011, 22:11
Director

David “Picahielos” Leyner

¿Sabes cuál es el problema de la gente? Sus suposiciones, eso es. La gente supone que, porque tu mote sea “Picahielos”, eres un tipo duro (cuando en realidad, es porque eres alto y delgado). Igualmente, unos policías encuentran maría en tu coche y suponen que es tu maldita maría, cuando en realidad era de Rally, tu mejor chica. Bueno, al menos lo iba a ser cuando se la hubieses vendido. 

¿Qué se le va a hacer? La gente no quiere escuchar. Así que debes continuar con el programa. Borrar las huellas y coger el tren. Aguantar los golpes. Unirte, si no puedes con él. 

Después de todo, la tenencia de marihuana es un delito menor comprado con la tenencia destinada al tráfico. Y Surrey no era la clase de lugar donde los tipos duros están peleando todo el tiempo para ser el más duro. Demonios, la mitad del tiempo te desenvuelves bien dejándote llevar por la corriente y permitiendo que la gente piense lo que quiera; animándoles, incluso. Después de todo, nadie ha tenido problemas nunca diciéndole a la gente lo que quiere oír. 

Tu agudo sendo de las expectativas personales de la gente te ha hecho moverte bastante bien por la vida. En general,  eres un tipo afable, pero la gente quiere creer lo peor; vale, tienes en la barriga una cicatriz (causada por la caída de un árbol) que parece un navajazo, y tu numerito de tipo malo ha hecho apartarse a un par de tipos duros de verdad. Has sido vendedor de maría, televendedor, corredor de apuestas, vendedor de coches usados. Básicamente, puedes desempeñar perfectamente cualquier trabajo donde te relaciones con la gente.

 

Tras la noche en la granja:

Picahielos logró salir de aquella pesadilla. Escabulléndose entre la maleza, poco a poco se alejó del lugar. Supuso que las ciudades más próximas estarían en alerta por la fuga de ayer, así que optó por seguir huyendo por los alrededores hasta alcanzar alguna ciudad más alejada. Nunca más se supo de él, sigue en busca y captura.

 

Cargando editor
08/06/2011, 22:16
Director

Morton Willis

Nunca deberías haber ido a parar a un lugar como Surrey; deberías estar en un sitio mucho peor. Fuiste condenado por allanamiento de morada porque no tuviste tiempo de rajarle el cuello al mafioso ruso que se estaba internando en el territorio de tu jefe. Has matado a seis tipos hasta ahora y dos de ellos ni se resistieron. Pero no importa; todos eran malos. 

No haces daño ni matas a la gente buena. Es chapucero, poco profesional, y además, no te gusta. Al menos, eso es lo que te dices a ti mismo; pero en lo más profundo, sospechas que es porque te gusta matar, te gusta mucho. Nunca has tenido una relación amorosa prolongada; de hecho, la relación más intensa que has tenido ha sido con seis hombres muertos… 

La gente te menosprecia. No hablas mucho y, cuando lo haces, lo pasas mal tratando de exponer tu punto de vista. Eso hace que piensen que eres bobo, cosa que, sin duda, no eres. Tampoco eres muy grande, y estás calvo desde que cumpliste los treinta y cinco; por tanto, la gente no piensa que seas un problema en una pelea. 

La mayoría de la gente de la prisión no sabe que tuviste que matar a Don Braddock. Fue en defensa propia, pero un debate candente en Surrey sobre quién pudo dejar al peor matón y depredador sexual de la prisión en un armario de la limpieza, con una cuchara afilada en el ojo. 

No culpas a los guardias por vigilarte ni al juzgado por encarcelarte. Has aceptado que eres un hombre malo; algún día, probablemente mueras como los hombres malos que tú has matado. Pero hay diferentes tipos de gente mala. 

Sabes que estás en el lado oscuro, pero eso no significa que disfrutes viendo cómo la gente abandona la luz.

 

Tras la noche en la granja:

Morton huyó de aquel lugar. Consiguió llevar una vida normal durante casi 10 meses, encontró un trabajo y una pequeña casa en la que vivir en un pueblo a unos 500km de Surrey, sin embargo, el destino es traicionero. Morton se vio metido en una pequeña trifulca en el bar del pueblo y fue arrestado. Allí terminó todo, no tardaron en identificarle como Morton Willis, uno de los presos fugados de Surrey. Como si aquel fuese su destino, volvió a a quella prisión.

 

Cargando editor
08/06/2011, 22:23
Director

Steve Updike

No te consideras una mala persona; no del todo. Eres un hombre razonable al que una mujer irracional llevó hasta el límite. Si sólo hubiese atendido a razones… Pero ya es agua pasada. Consiguió el divorcio, la orden de alejamiento y la mitad del dinero por el que trabajaste como un esclavo mientras ella se sentaba en casa sobre su gordo culo, sin hacer nada más que cuidar de tus tres niños (que ahora seguramente pensarán que eres alguna clase de monstruo). Pequeños ingratos…

De verdad, esto sólo demuestra cuanta chorrada había en ese rollo de la liberación femenina. Si un tío golpe a otro, probablemente ambos sean acusados de lesiones. Un tío golpea a una mujer y es un delito de malos tratos. ¿Cómo iba a saber que tenía una mandíbula tan débil? Debería tenerla entrenada de tanto gritarte. Y luego está su denuncia por romperle el brazo con la tostadora y todas esas cosas; ya ni te acuerdas. Claro, muchos de los sucesos de esa noche están borrosos. Estabas cansadísimo, después de un duro día de trabajo ganando dinero para ella y esos tres mofletudos. Así que no recuerdas todos los golpes, pero estás seguro de que lo del cuello lo fingía.

Por el contrario, descubriste que los tíos de la prisión son igual que los de todas partes, y siempre has sabido entenderte con los tíos. En realidad, siempre has sabido cómo hablar con la gente en general, pero con los tíos en especial.

Además, tu jefe te despidió sin darte la oportunidad de darle tu versión. Y una temporada en la cárcel no queda bien en el expediente de un trabajador. Así que, cuando viste el camión atravesando el muro, ni te lo pensaste antes de decirles a los otros presos que cogieran al guardia y saliesen por el boquete. Además, nadie les obligó a seguirte.

Pero ahora te lo estás pensando. El secuestro es un delito federal. Si hubiese alguna buena manera de acabar con los rehenes… quizás podrías salir ganando…

 

Tras la noche en la granja:

Al igual que Morton, Updike logró escapar de aquel lugar, sin embargo éste tuvo peor suerte que él, pues le arrestaron apenas unos días después en un sucio club de carretera. Había pasado demasiado tiempo en Surrey, y tenía necesidades. Tras aquella noche en la granja de los Krazmersky parecía estar obsesionado con Ella, aquella mujer tan sumisa y siempre preocupada por su marido... ¿por qué no todas podían ser así ? Pensaba en ella mientras la puta más barata que pudo pagar en aquel club saciaba sus deseos, sin embargo aquella puta no era como Ella, le pareció impertinente, grosera, una víbora, sí... como todas... todas menos Ella. Updike no tardó en darle a aquella zorra su merecido, como tampoco tardó en presentarse la policía en aquel lugar y arrestarle.

 

Cargando editor
08/06/2011, 22:35
Director

Jack Spundie

Estabas vigilando el patio de ejercicios. Entonces hubo un gran estruendo, humo, fuego… presos corriendo por todas partes. Viste un agujero en el muro con un camión metido en él, los presos corriendo hacia allí. Les gritaste que se detuviesen, empuñaste tu arma, volviste a gritar; dudas que te oyesen con el ruido de las sirenas. Tus propios oídos te pitaban por la explosión. Disparaste dos veces, probablemente matases a alguien…. y entonces, algo te golpeó por detrás. Caíste, y cuando miraste hacia arriba, vista a Steve Updike, apuntándote con tu propia arma.

Es la peor pesadilla de los guardias: ser rehén de los presos. Enseguida te colocaron tus propias esposas, y te empujaron a través del agujero del muro. Ni siquiera estás seguro de que alguien te viese. Había demasiado humo y confusión.

Siempre has intentado ser un buen guardia; duro, pero nunca cruel. Ahora, tú eres el prisionero. Una parte de ti quiere seguir, hacer lo que te digan, esperando volver a casa con tu mujer e hijos. La otra parte sabe que tu deber es detenerles, antes de que dañen a la esposa e hijos de otro.

 

Tras la noche en la granja:

Jack, Juárez y Donna consiguieron llegar con aquel viejo Dodge hasta el coche de Donna. Pasaron la gasolina de uno a otro, no era demasiada, pero fue lo suficiente para que pudiesen regresar a Surrey e informar de todo lo sucedido. Jack salió en defensa de Juárez desde un primer momento, dejando claro que él no participó en la fuga, y que colaboró con el funcionario en todo momento, entregándose ahora voluntariamente como acto de buena fe. El caso de Jack fue estudiado meticulosamente, algunos creían que se merecía un ascenso, pero el haber matado a aquel viejo se lo puso complicado. Aceptaron que en ese momento pudo no haber tenido otra salida que dispararle, sin embargo no consideraron oportuno premiarle con un ascenso, pues los hechos no estaban del todo claros. 

Cargando editor
08/06/2011, 22:41
Director

Juan José Juárez

Fuiste condenado por CSH: Conducir Siendo Hispano. Como encajaba con la descripción de un sospechoso de agresión sexual (“Hombre hispano de treinta años, estatura media, tatuaje en la mano”) fuiste detenido e identificado en una rueda de reconocimiento, a pesar que no habías visto al a mujer en toda tu vida.

Tuviste un abogado de oficio incompetente que ponía los ojos en blanco cada vez que decías que no querías solicitar ningún acuerdo porque tú no lo habías hecho. Ni siquiera tu pasado en el ejército como marine americano en la Guerra del Golfo sirvió para salvar tu honor. Así que fuiste a la cárcel por un delito que no habías cometido.

Antes de caer en la madriguera del sistema judicial americano, trabajabas como guardia de seguridad de los que conducen camiones blindados de los bancos, y tenías una novia con la que pensabas casarte, pero ésta se evaporó tras un par de visitas. Ella creía que tú no lo habías hecho… al menos, lo creyó durante un tiempo. Sus padres (a los que nunca les gustaste) acabaron convenciéndola. Pues que se joda. Y una mierda que vas a volver a pasar una temporada en la cárcel por culpa de algún otro gilipollas. Cuando el camión atravesó la pared, pensaste que era la Dama Fortuna recompensándote por pelarte el culo aquí durante año y medio.

Pero lo sientes por el guardia de prisiones. Jake siempre te pareció un tío decente; nunca te trató mal, de ninguna manera. Steve parece saber lo que hace, aunque sea un mandón. Pero en el caso de ese tal Morton Willis, no lo tienes tan claro; su mirada es la mirada de un asesino.

 

Tras la noche en la granja:

Regresó a Surrey junto a Jack y Donna. Sabía que volver allí, significaba volver a acabar encerrado por algo de lo que ni siquiera era culpable. Aún así, sintió que era lo correcto, y confió en Jack para que al menos, su condena fuese rebajada por colaborar con él. Y así fue, apenas 8 meses después, Juárez estaba nuevamente libre.

Cargando editor
08/06/2011, 22:45
Director

¿Qué sucedía en aquella granja?

Uder Krazmersky:

Eres un relojero; por lo que sabes, el último de ellos. Empezaste a aprender el oficio con tu padre, al que mató una turba de campesinos supersticiosos. Entonces, tu hermano te recogió y te enseñó todo lo que sabía.

La relojería es una clase de magia; tienes el poder de dar la apariencia de vida a un montón de engranajes, ruedas dentadas y ejes inanimados. Pero eso tiene un precio, claro; para dar vida a un objeto, debes perder algo de lo que te hace estar vivo. En concreto, debes perder recuerdos.

Eres un hombre anciano, así que tal vez tu memoria se debilita por sí sola… pero sabes que debes haber hecho cosas poderosas en el pasado, ya que no puedes recordar a tu padre siendo quemado vivo (aunque sabes que estabas allí). Sabes que, al menos una vez, has convertido a un hombre en una criatura mecánica; aún lo tienes bajo llave en el desván.

Se llamaba Bors Slavandrow, y descubrió lo que eras capaz de hacer. Era un policía de fronteras, en un país que mucha gente quería abandonar, pero en el que sólo se lo permitían a unos pocos. Bors aprovechó de su posición de una forma que no quieres ni recordar, y te obligó a construirle autómatas que le ayudasen. Ojalá pudieras olvidarlos, pero no has perdido esos recuerdos; recuerdos de cosas escalofriantes que mataban a sus enemigos, metal deslizante que inmovilizaba a la gente, ganchos, filos puntiagudos y un deseo primitivo de hacer daño…

Pero todo eso quedo en el pasado. Puede que esas creaciones continúen en el viejo país, pero ahora estas en América, y Bors Slavandrow (o lo que queda de él) permanece encerrado bajo llave allá arriba, en un baúl (a veces, molesta con sus ruidos).

Intentó hacerte…algo…a Ella. Y Ella lo significaba todo para ti. Había que detenerle, y entre ambos lo lograsteis. Ella fue tan valiente… pero entonces te encontraste con un moribundo entre las manos, y Bors tenía amigos o, al menos, aliados; hombres tan brutales como él, que empezarían a hacer preguntas. No podías permitir que Bors muriese, o tu destino y el de Ella serían el mismo. Y con esos hombres, la hermosa Ella no tendría una muerte rápida.

Así que transformaste a Bors en un autómata. Obediente, en general. Capaz de conseguir que pasases las fronteras, sin duda. Capaz de conseguirte documentación para ir a América. Has vivido aislado desde entonces. Conseguiste encontrar algunos parientes lejanos, que te consiguieron trabajo construyendo juguetes para los hijos de la clase dirigente. No te atreves a impregnarlos de magia; no son más que cosas inútiles, hechas de muelles y hojalata, pero pagan lo suficiente para cubrir tus exiguas necesidades. Tienes un taller, tienes a Ella y nadie te molesta. Así es como te gustan las cosas.

 

 

Ella Krazmersky:

Cuando eras una joven, nunca te faltaron pretendientes allá en el Viejo País. Tu padre era un hombre acomodado (aunque excéntrico y distante), y tú eras toda una belleza. Lo que sucedió, sin embargo, fue que tu padre arregló lo de tu matrimonio con Uder Krazmersky, un extraño artesano de dudosa reputación. Tu padre era un ávido coleccionista de juguetes mecánicos, y Uder era reconocido en los círculos más selectos como todo un maestro en ese arte. Sospechaste que tu padre te incluyó en una transacción comercial con Uder a cambio de cuatro autómatas a escala humana (dos soldados y dos damas) que podían ejecutar cinco bailes diferentes (de acuerdo, tu padre era muy excéntrico y muy distante).

Uder te trató bien; era evidente que estaba locamente enamorado de ti, y acabaste convenciéndote de que eras feliz y de que tú también le querías. Después de todo, eran malos tiempos en el Viejo País, y Uder tenía amigos poderosos.

Un amigo poderoso, en concreto. Bueno, en realidad no era un amigo; Bors Slavandrow, un influyente oficial encargado de la vigilancia de fronteras. Ni siquiera hoy tienes claro qué sucedía entre Bors y Uder, pero tu marido insistía en que te escondieses siempre que Bors os visitaba. Sabes que a Uder no le gustaba lo que Bors le obligaba a hacer; algo acerca de sus creaciones.

Pero un día Bors, hizo una visita inesperada cuando Uder no estaba en casa… y no fue muy caballeroso. Conseguiste desembarazarte de él y corriste hacia tu dormitorio, donde estaba una de las viejas pistolas de duelo de tu padre.

Uder llegó a casa a tiempo de ver a Bors agonizando sobre la alfombra, maldiciendo y jurando venganza. Fue entonces cuando aprendiste el verdadero alcance de las habilidades de Uder.

De algún modo, mantuvo a Bors con vida; o medio vivo. Convirtió a Bors en una criatura mecánica; un autómata con la apariencia externa de Bors, que tenía los recuerdos de Bors y hablaba con la voz de Bors, pero que, por dentro, era sólo engranajes y tornillos. Debía obedecer a Uder, aunque al nuevo Bors no le gustaba eso, y trataba de rebelarse… pero el control de Uder bastó para llevaros a los tres más allá de la frontera de América.

Desde la llegada a América, han pasado años y años de tranquilidad. Uder construye juguetes. Tu trabajas en el jardín. Los domingos vas a la iglesia, pero no tienes demasiadas visitas. Ni siquiera tienes televisión; Uder no está cómodo rodeado de máquinas que no comprende.

Uder te ha explicado algo de su arte. Sabes que tiene algo que ver con la memoria; a veces se pierden recuerdos. Te preguntas si la magia de Uder no te habrá afectado un poco. Tantas cosas parecen borrosas y confusas… sabes que tienes recuerdos, pero más bien parecen sueños…

 

La verdad sobre lo sucedido hace 10 años:

Brumoso recuerdo... dolor, dolor horrible, Ella suplicó a Uder que la llevase a un médico, se había caído por las escaleras y se rompió el cuello. Sufría una terrible agonía, paralizada, rogando a Uder que llamase a un médico, pero él no lo hizo. "Esto será lo mejor, ¿no ves? ¡Vivirás para siempre, cariño! ¡Nunca envejecerás, tu belleza permanecerá fresca durante mil años! Tendrás la salud perfecta que tanto te mereces, la perfección infalible de un cuerpo sin edad... No, no necesitas que uno de esos médicos yanquis te ponga la mano encima, porque yo puedo darte todo lo que necesitas..."

Pero para llevar a cabo la transformación, Uder debía renunciar a un recuerdo esencial. Bueno, ¿qué mejor que algo que preferiría olvidar? En concreto, decidió olvidar que la había transformado. Le hizo falta engañarse mucho a sí mismo, pero lo consiguió.

La agonía. Ella agonizaba mientras Uder la destripaba, poniendo engranajes en lugar de tejidos y huesos. Todo el tiempo hablándole de su amor, un amor que le daría vida eterna. Y cuando terminó, lo olvidó todo. Lo olvidó porque la construyó para que lo olvidase. Dejo de comer, de soñar y nunca reparó en ello, porque la construyó para que lo ignorase. La alteró, la hizo según su ideal y, desde entonces, había sido más que su esposa. Había sido su criatura. Había sido su obra maestra. Pero en el momento en que Uder murió, todas sus creaciones se desvanecieron...