Partida Rol por web

Desde la colina era posible ver toda la región, incluyendo la cercana bahía donde el imponente Birreme de Gill se encontraba estacionado. Desde allí arriba veían cómo un grupo de hombres mantenía a punto la embarcación mientras que un poco más lejos los pescadores hacían lo suyo.

Desde hacía dos días que no pasaba ningún comerciante por la zona, lo cual podía ser algo bueno ya que cada vez que llegaba alguno el sitio era un caos. De seguro no se aparecería otro grupo hasta dentro de una semana.

Enilas, Gill, Lucius y Thefarie se encontraban en el punto más alto de la colina observando la región, unas cuantas ovejas pastaban no muy lejos de allí y en el valle se podían ver las plantaciones de trigo y maíz.

La zona prometía mucho pero aún había mucho trabajo por hacer, no había pasado mucho tiempo desde que Lucius regresara luego de terminar de cazar lo que quedaba de Harua, la pequeña ciudad que se daba demasiadas ínfulas y que había terminado siendo arrasada por sus vecinos más cercanos.

Miraba desde la colina toda el área que abarcaba su región, apreciando aquella exquisita briza que recorría la misma, la cual hacia revolver el largo pelo Enilas, con ropas ligeras y armado con su lanza y escudo, se encontraba junto a Gill, Lucius y Thefarie, apreciando el esfuerzo que todos y cada uno han puesto para que su región crezca.

-Compañeros- dijo llamando la atención de los demás, con su usual tono profundo -Creo que la caída de aquel estorbo nos deja un obstáculo menos en el camino, ahora debemos concentrarnos en organizarnos mejor y hacernos reconocer por las ciudades cercanas- avanzo unos pasos en dirección opuesta al mar -nuestro crecimiento solo severa mermado por nuestra voluntad, por lo que hay que hacer de este lugar, una ciudad que todos anhelen venir ya que encontraran prosperidad en ella... un lugar donde vivir en paz y con seguridad- termino diciendo ya de cara a sus compañeros que le escuchaban.

-¿y bien, cual sera el próximo paso a dar?- dijo abriendo los brazos, con la intención de participar.

Mire el terreno tras las palabras de Enilas.
Para mi que deberíamos concretar el mejor sitio para nuestra ciudad, construir un agora/foro en el centro donde sería nuestro centro de reunión y desde allí en forma ortogonal situar dos calles que para la ciudad. Desde allí será más fácil crecer. También sería importante situar un zoco de negocio cerca de la bahía y de la saluda terrestre a la región. Esto haría que los comerciantes situar nuestra ciudad como una parada importante

-Yo creo que deberiamos tirar la parte central de la ciudad abajo y construir ahí el foro.- Dije en respuesta a Thefarie. -Pero no podriamos hacer lo de las calles, sin tener que tirar casi toda la ciudad abajo. Luego de que nos organicemos bien, podriamos ver lo de traer más personas a la ciudad.

-¿y que haremos con aquellos que desplazaremos?- pregunto a los que comentaban, los parpados casi cerraban sus ojos por el pasar de la briza.

- Habrá que construir casas en otros sitios y mudarlos. Aunque no se si caerá bien forzar a la gente a que se mude.

-No si no se les incentiva- dijo de forma algo divertida, pero manteniendo su toque de profundidad.

-No sabría que proponer en estos momentos a esas personas, tal vez que gozaran de una temporada sin pago de interés, o que ocuparan labores importantes en la expansión del pueblo- sugirió, no estando seguro de si serian las mejores condiciones.

Podemos hacer primero el zoco a las afueras. Bien comunicado con el puerto y la meseta. Ahí se mudaran sin reparo los comerciantes intentaba localizar la mejor posición para el zoco

- Es posible, además no somos tantos. Seguramente sea poca gente la que debamos mover y eso nos daría un lugar donde poder hablar con todo el pueblo. Deberíamos hablar con quienes haya que mudar no? Quizás sea hora de levantar una empalizada, sin enemigos cerca no tendremos una mejor oportunidad. Podemos trabajar en paz.

-Bien, ya todo se ha dicho, manos a la obra entonces- dijo algo divertido, ya que no veía como convencer a la gente de su movilización, sin que la misma protestase, pero al finar se hará la voluntad de los cuatro.

-Yo me encargo de la empalizada, si no les molesta.- Dije a Gill, respondiendo su propuesta. -Soy mejor en cosas militares que en organización, por lo que estoy más cualificado para esta tarea que para hablar con los vecinos.-

-Yo hablare con los pobladores para hacer que salgan del área que Thefarie va a diseñar- dijo dando un paso al frente.

Sin que nadie tuviera nada más que agregar la reunión se dió por terminada. Lucius comenzó los preparativos para la empalizada, habría que reunir mucha más madera de la que tenían y eso significaba mucho trabajo. En las cercanías no hay más que pequeños montes pero serían suficientes para la empalizada. Mientras tanto un grupo podría ir levantando un terraplén para hacer más alta la empalizada. Aquello requeriría de muchos hombres y trabajo.

Enilas por su parte fue a hablar con aquellos que vivían en el centro de la ciudad, para tener un buen foro deberían tirar abajo unas 8 casas de las más antiguas de la zona. Además necesitarían primero preparar el sitio a donde estos se mudarían.

-Con todas estas obras vamos a necesitar muchos constructores.- Pensé en voz alta. Luego llamé a un mensajero. Cuando este llegó le dije. -Dile a Enilas que si le sobra gente y no le puede encontrar una vivienda o trabajo temporal, que me los traiga y armaré unas tiendas de campaña cerca de la construcción de la empalizada para que tengan donde trabajar.

La búsqueda de constructores resultó terriblemente deprimente. Apenas habías logrado encontrar 5 mujeres, 2 hombres y 16 esclavos, un pobre total de 23 obreros para una construcción que si debía hacerse en un tiempo razonable debería de tener al menos 200 brazos. La mayoría de la gente había puesta como excusa que no podían dejar sus campos, que las redes de pesca no se levantaban solas y que las ovejas no podían ser descuidadas. Por más que lo intentaste no fuiste capaz de convencerles más que para que unos pocos te prestaran algunos esclavos y que los más preocupados por la defensa se te unieran, al menos los dos hombres sabían algo sobre construcción ya que eran un carpintero y un albañil.

Con esta pobre fuerza de trabajo comenzaron las obras para levantar el terraplén, un trabajo duro que les llevaría mucho tiempo.

Enilas va al poblado con la intención de hablar y negociar con los aldeanos, tratando de hacer que entiendan la razón por lo que se llevara acabo tal actuación. Al llegar, al centro, el astuto Enilas, solicita a sus allegados de reunir a todos los que vivían en esa zona.

Pasados unos minutos, se aglomeraron todos los interesados y este comenzó su trabajo realizando un saludo de respeto a todos los presentes, para luego comenzar a hablar.

-Saludos a todos, como saben, soy Enilas y he venido a comunicarles que necesitamos este espacio para crear un área donde todos podamos informarnos de sus necesidades, así como un punto de encuentro y defensa ante ataques- alego tratando de que todos entendieran el valor -Como ya han sufrido en hechos recientes, hemos sido testigos de atroces ataques que hemos podido vencer, pero tenemos muchos enemigos y por eso necesitamos de un espacio centralizado para que todos y cada uno de ustedes puedan acudir fácilmente y en donde se discuta de las necesidades y urgencias que todos tenemos- dijo mientras camino entre la gente que allí presenciaban el discurso y al final toco el hombro de uno de los allí presentes y le miro intensamente.

-Para hacer este importante y esencial lugar... (pauso para mirar nuevamente a la multitud) Necesitaremos mover los a otros terrenos, pero todo esto sera por el bien de todos en este pueblo-

Tras esto, miro a Thefarie, indicándole que participara.

- Construyan en otro sitio! - escuchan que alguien grita pero sin llegar a identificarlo - Hay mucho lugar, no tiene sentido desplazarnos!

El murmullo comienza a aumentar llegando a transformarse en un griterío ininteligible. Al parecer la propuesta de Enilas no es bien recibida. No son todos los que parecen negarse rotundamente pero nadie parece estar del lado de Enilas, al menos nadie intenta convencer a los demás de que aquello es una buena idea.

Se que mi fama me precede y alguno me mira con desden pero no e importa.

A ver señores esto es el malditgo cengro de la ciudad ¿quieren progresar? pues dejen que contruyamos una ciudad de la que estemos orgullosos.

- Un centro que ya está ocupado! Busquen otro sitio! - son varios los gritos que escuchan pero todos llevan el mismo tinte.