Partida Rol por web

Como habrás leído en el ultimo mensaje de Byako, te marchaste con Miuki y Balasch después de encontrarlos para evitar a los humanos que habías detectado que venían hacia el lugar. Tras realizar un par de maniobras para confundir vuestro rastro, les has llevado a un sitio que conoces, un hueco detrás de una cascada, no muy amplio pero suficiente para que estéis cómodos. Entra luz a traves de un pequeño agujero del tamaño de un puño. Allí estáis a salvo de momento.

Lo primero, deberías explicarle a Miuki un poco sobre Gaia, que a todo furry le tiene que sonar raro que no sepa nada, pues hasta los humanos pueden decir al menos una frase sobre ella. Y luego ya puedes decidir libremente que hacer con el grupo xD.

Durante el tiempo que había estado de aquí para allá, había descubierto varios lugares donde pasar la noche, alejado de cualquier guarda con aspiraciones a volver a ponerle un collar y devolverlo a su dueño. - Por aquí... - Dijo varias veces por el camino, indicando con la mano que lo siguieran hasta que pasado un buen rato, los condujo a una cascada, la cual bordeó para intentar no mojarse demasiado al pasar por el torrente... Pero era imposible pasar sin mojarte al menos un mínimo. Su interior no es que fuera demasiado espacioso, pero tampoco tan pequeño como para que el aire se viciara con la respiración de los tres. También estaba ligeramente iluminado gracias a un agujero en la roca, del tamaño de un puño, a través del cual se filtraba un poco de luz.

Al entrar, sacude su larguísima cola para quitarse el agua de encima y mira a los dos, o al menos a aquellos que lo hubieran seguido. - Creo que aquí no nos encontrarán... - Murmuró a ambos para luego mirar a la chica semi-humana. - ¿Y cómo puede ser posible que no sepas nada de Gaia, La Diosa Madre? - Le pregunta algo atónito, pues tenía entendido que incluso los humanos, o mejor dicho, incluso él, en cautividad desde pequeño, sabía algo de Gaia... Y ahora más que antes.

Me siento un poco incomoda en el lugar, me moje un poco la cola al entrar y eso no me agradaba mucho, tampoco me siento muy bien al no saber acerca de esa tal Gaia.

-B-bueno... yo he dedicado mi vida a estudiar otras cosas - Digo en mi defensa, mientras un dejo amargo resuena en mi mente - Nunca tuve tiempo para la religión, ni el amor, ni el ocio... 

Una sonrisa triste se forma en mis labios. 

-Gaia es el nombre que le dan a la Diosa los labios y corazones de los niños. Es nuestra madre... aunque no me extraña que Miuki no sepa nada, los humanos prefieren no hablar de ello o acallar a aquellos que se atrevan a hablar - me apoyo en una de las paredes mientras me cruzo de brazos - ¿y se puede saber qué vamos a hacer ahora? No tengo pensado perder mi tiempo, y que me llegue un proyecto de enano hablando de la Diosa Madre... así que espero que nos des alguna respuesta más

Lo de "proyecto de enano" lo había calado hondo. Pero no hizo más que reirse. Entonces se acercó a la chica, habiendose percatado de la triste sonrisa que se mostraba en su faz... Y con toda la picardía y el descaro del mundo, se acercó a ella y le acarició el hombro.

- Hey, no te preocupes. Solo me había parecido extraño que no supieras nada, pues hasta los humanos saben un mínimo de ella. - Suspiró y la tomó del mentón para mirarla bien. - Así que alegra esa cara ¿vale? No me gusta ver a una señorita tan apuesta con ese semblante. - Rie suave, antes de devolverle la mirada a Balasch por unos segundos y se levantó para poder mirarlos a los dos.

- Y bueno... Como dice el chucho...  No deberiamos perder demasiado el tiempo aquí... Según Gaia sus elegidos eran 5, y solo sois 2... Deberiamos intentar dar con los 3 que faltan... - Dijo, acercandose a la catarata, para intentar escuchar si el sonido de los humanos se fue.

-¿3 más? Me estás diciendo que tenemos que dejarlo todo para coger 5 y lanzarnos a la aventura cual grupito feliz de héroes...  No es que me importe - empecé ante las palabras de Mikhail  - aunque realmente lo hace. Además...  cada uno tendrá su vida y sus cosas, dudo que esta chica por ejemplo tenga pensado largarse dejando todo para irse con unos furries...  y menos siendo semihumana. 

Empiezo a rondar por el escondite, aunque sin irme a ningún sitio en concreto, mientras me cruzo de brazos y sigo hablando

- Sinceramente, no tengo pensado cargar con nadie, igual que tampoco quiero inmiscuir a nadie en mis asuntos.

- AAARRG!! - Exclama revolviéndose la cabellera. No le gustaba para nada tener que "obligar" a nadie. Entonces cuando el otro terminó de hablar, lo miró. - Mira, ya me da igual lo que hagas... - Resopla un poco, pues tenía la ligera opinión de que si se peleaba con el chucho acabaría perdiendo.

- Yo no te estoy obligando a cargar con nadie ¿Crees que no me puedo cuidar solita? ¿O que esta linda señorita tampoco puede valerse por sí misma?. Si quieres irte, te vas... ¿De verdad quieres seguir viviendo hasta ahora ahora? Aunque yo hubiera alucinado... ¿No te gustaría cambiar nada en el mundo? ¿Ni intentarlo al menos? - Entonces mira a Miuki y suspira. - ¿Y que sea una semi-humana... cambia algo? Si Gaia la escogió, será por algo...

Tras un rato de pausa, se acerca a la cascada y trata de afinar el oído... Por si aún se escuchaban los pasos de los humanos.

Cambiar el mundo... - ¿Por qué cojones se me estaba clavando tanto esa frase? ¿Sería todo eso cierto y quizás... fuera un modo de redimir mis pecados anteriores ante Gaia? - Balasch... debes estar volviéndote loco... Espero que esta nutria sepa lo que hace.

-Esta bien... iré a donde quiera que me mandes por Gaia - sentencio al final tras exhalar un suspiro - era lo que querías, ¿no? 

Tras esto, quedo en silencio. No había más que decir, no me gusta hablar más de la cuenta, y además Mikhail parecía andar a otra cosa antes que a prestarme demasiada atención...  - Maldito chaval... ya me tienes donde querías

-¿Como voy a salvar al mundo si no puedo salvarme ni a mi misma? - Estoy a punto de hablar pero las palabras mueren en mi boca, quiero buscar una escusa para escapar de esta situación, en estos momentos lo único que deseo es volver a casa, volver a ver - ...a mi padre... pero eso no sera posible, el esta muerto, y los muertos no regresan - Doy un suspiro y balbuceo algunas palabras, pero siento como me enredo en mi propia trampa, provocando que desista - Esta bien... - Digo finalmente, sin mucho animo y sin convicción, pero bueno, de esta no escapo, y por mas que en mi interior quiera llorar, se que no es posible, y que no conviene mucho mostrar debilidad - Iré con ustedes... - Aunque esta ultima parte sale casi como un murmullo, doy a suponer que de igual manera soy escuchada.

A pesar de tener una oreja puesta en el exterior, Mik también se enteraba de lo que ocurría en el interior de aquella formación rocosa. Al parecer, o al menos a Mik le dio aquella impresión,  Balasch era bastante religioso... Pero por las expresiones del rostro de Miuki, o mas bien por cómo se la escuchaba... Diría que ella no estaba tan segura. Por ello mismo (Y por su afán de ayudar a "doncellas en apuros") se le acercó a la chica.

- Hey... ¿Qué dije de caras largas? - La toma entonces del rostro, sin aviso ninguno y con un descaro propio solamente de un bribón como él, y presiona con suavidad y cierta dulzura las mejillas de la semi-humana, para alzarlas y se pudiera ver en su rostro una sonrisa. - ¿Ves? ¿Qué piensas, Balasch? ¿No está así mucho más guapa? - Le preguntó con una sonrisa picaresca, solo quería animar un poco a la chavala... Y tal vez mostrarle que los furries no eran los monstruos que seguramente le habían contado.

Entonces se dirigió directamente al lobo. - Y bueno... Con respecto a qué hacer... No lo tengo muy claro ahora mismo... Pero lo que estoy seguro es que no nos podemos quedar aquí. Yo ya no oigo pasos afuera... Y estoy seguro de que la Diosa Madre pondrá a sus elegidos en nuestro camino... Y cuando los veamos, sabremos que son ellos... Mi sugerencia es ir a algún lugar mas poblado... Allí tendremos más probabilidades, creo yo. - Dijo, esperando las respuestas de sus compañeros.

Un lugar más poblado... sería lo más sensato... lo más sensato si no fueran con alguien como yo... - me digo para mí mismo - pero... tampoco pienso esconderme más de esos perros de los Dracul. Quizá sea conveniente esperar un día, así no es seguro que quede mucha guarnición en el próximo pueblo de esos que me perseguían, y todo sería más fácil.

Mmmm no sé cómo lo veréis vosotros... yo creo que habiendo huido hoy, es posible que quien nos persiguiera acabase en el poblado más cercano. Quizás lo suyo sea pasar aquí la noche - digo secamente - además... será estúpido, pero deberíamos conocernos mejor si de veras tenemos pensado cumplir con esta misión. Por cierto, no os ofendáis, pero se os ve algo jóvenes y no parecéis muy diestros en combate.

Tengo mis dudas con respecto a ir a lugares poblados, siempre los evito, no me gusta mucho el contacto con otra gente. Doy un suspiro guardando mis opiniones para mi misma. 

-Estoy cansada... ¿no podríamos pasar la noche aquí? - Pregunto en voz baja, luego dirijo mi atención a Balasch - Por supuesto que no soy tan buena luchando... - Digo con algo de indiferencia - Soy curandera y herborista - Me encojo de hombros - con eso  me gano la vida. 

Mikhail suspiró resignado, ambos tenían razón. Esto no iba a ser un abrir y cerrar de ojos y, tal y como había dicho Balasch, aquel que los buscaba seguramente habría pensado en ir al pueblo o poblado más cercano. - No... No soy demasiado diestro en el combate, pero sinceramente creo que es mejor adelantarse a los pasos de esa gente... Y actuar en consecuencia, que ponerse a repartir palos gratuitamente... - Arrugó un poco el hocico. La última vez que se peleó con alguien le hicieron una herida bastante fea.

- Y bueno... - Continuó. - Si vamos a dormir aquí... habría que poner un fuego fuera, para que no ataquen los bichos salvajes, y pillar algo para comer... Y no se por qué me da que tú, lobito, eres el más diestro de los presentes en cazar. - Rió suave. - Yo me podría poner a buscar algo de leña y encender el fuego. -

Lobito... tengo 19 años, tampoco soy un crío... ¿realmente se me ve así? 

Pues será lo suyo que vea si encuentro por ahí algo de comer o para encender un fuego... aprendí algo de supervivencia, pero no sé si me habré oxidado - comento secamente mientras pienso para mí (Si bueno... aprendí a cazar... y también a cazar a mi raza y a gente inocente... ) - en fin, será mejor que me ponga a ello... 

- Bueno, yo tuve que aprender supervivencia por las malas, pero dudo que pueda mostrar el tipo de supervivencia que aprendí en medio de ninguna parte. - Rió bajo y se dirigió al saliente rocoso por donde habían entrado a la cavidad tras la cascada. - Bueno, yo me pondré a buscar madera antes de que se oscurezca demasiado... - Rie suave, sale, y cuando lo hace, sacude su larguísima cola para sacudir el agua que pudiera haberse prendido a ella.

Bueno... en ese caso yo buscaré algo que cazar y comer. Será mejor que no nos alejemos tampoco demasiado de aquí - comento antes de irme

En fin... otra vez más, el cazador sale a buscar a su presa...  por suerte estas no son tan listas como el furrie medio o un humano... - pienso para mis adentros mientras salgo y comienzo a seguir un rastro que me informa de una posible cena no muy lejana

No te cuesta mucho encontrar ramitas finas y secas, ideales para iniciar un fuego con facilidad. En tu camino coges un par de leños mas grandes y húmedos, que tardarán en secar y harán que el fuego dure bastante mas tiempo. Cuando vuelves Balasch no ha regresado aún de su cacería.

El buen tiempo de los últimos días y el deshielo de la primavera hacen que muchas criaturas empiezan a despertar de su letargo invernal y que se aventuren en los bosques en busca de alimento nuevo. No tienes que alejarte mucho cuando captas el rastro de un sarrio*, a jugar por las pisadas y las ramitas rotas parece estar cerca.

Tras unos minutos hallas a tu presa ocupada en devorar algunos brotes frescos de hierba que crecen entre las rocas, pero sin dejar de mirar constantemente a los alrededores. Con cautela te colocas en contra del viento y esperas el momento oportuno. La lucha dura apenas un instante. Parece que Gaia ha decidido bendecir tu primer día en libertad con una cacería exitosa. Aunque el júbilo te dura poco cuando te das cuenta del esfuerzo** que te va a costar llevar tu pieza.

Vuelve al cabo de un buen rato a la cascada, y deja la leña fuera... Lo suficientemente alejada para que el agua no mojara las finas ramas. Entonces entra, esperando tal vez que Balasch ya hubiera vuelto, pero solo encontró a Miuki. - Vaya... ¿Aún no volvió el chucho? -Le pregunta ladeando la cabeza... Aunque luego lo piensa mejor, y tal vez el cazar algo de comer llevaría más tiempo que encontrar ramas inmóviles.

- Bueno, voy a ir encendiendo el fuego afuera mientras Balasch viene... ¿Me acompañas, lindura? -Le dice a la semi-humana, justo antes de salir de la cueva y arrodillarse frente a los palos, tratando de frotarlos para conseguir fuego.

Me siento extraña por como me tratan estos furrys, la verdad es que había planeado en huir apenas tuviese el escape libre, pero el miedo me supero y decidí quedarme sentada en donde estaba, pero entonces el regresa y me trata así, siendo que nadie jamás me ha tratado de tal manera, abro la boca para contestar pero el ya se había marchado al exterior de la caverna. Doy un suspiro y camino resignada a la entrada en donde estaban intentando prender el fuego. 

-Me pregunto si sera buena idea prender el fuego... - Digo en voz baja - Podría atraer a los que los persiguen... o también a esas cosas que nos atacaron hace unas horas. 

Me siento cerca de Mikhail.