Partida Rol por web

Lunes, 5 de Septiembre

Aparco el coche en el garaje de la empresa y salgo con un tranquilo suspiro. El fin de semana había sido bastante tranquilo, cuidé de mis sobrinos el sábado y el domingo estuve leyendo tranquilo en mi apartamento. Hoy era vuelta al trabajo, nunca mejor dicho. Mientras me acerco al ascensor, empiezo a caer en la cuenta de que han pasado varios días desde la entrevista en la que me hice pasar por otro candidato más. 

Supongo que a lo largo de esta semana irían llamando a los aspirantes de verdad con los resultados definitivos. Esperaba que la mayoría hubiesen sido contratados. En mi opinión la mayoría tenían mucho potencial. Supongo que lo iré sabiendo a lo largo de esta semana.

Una vez en el ascensor, pulso el botón que lleva al piso del departamento de contabilidad. Una vez la puerta se abre, salgo del ascensor y marcho hacia mi mesa, listo para seguir con mi trabajo, con calma y toda la atención posible.

Antes de que el ascensor se cierre, una garra de color anaranjado bloquea la puerta. Y la abre un león, con melena anaranjada y corta muy, muy, MUUUY guapo. Lo primero que te viene a la mente es que es un modelo.

- Vaya, casi no pillo el ascensor - su voz es preciosa, te parece que están cantando los ángeles al escuch... - A contabilidad, ¿no? - la mención de tu departamento hace que bajes de tu ensoñación - Yo también trabajo allí. Me han trasladado desde la oficina de Nuevo Hampshire hace poco - una vez dentro, deja que el ascensor suba, dándote la espalda, cargando con una cartera que parece bastante ligera. Pero no puedes evitar mirarle al trasero. ¡DIOS, ERA PRECIOSO! Una vez llegáis al tercer piso, el león sale, no sin antes mirarte, con una sonrisa muy dulce. Aunque en la mirada había algo... Provocativo - Johann Michaels, encantado - y te ofrece la zarpa, una vez estáis fuera.

Antes de que se cierre la puerta del ascensor, logra entrar otro león. Al contrario que yo, este tiene la melena muy corta y e color anaranjado. Era bastante mono y joven, yo le echaba unos veintipocos. Me preguntaba en que departamento trabajaría. Obtengo rápido la información al confirmar que el también trabaja en contabilidad.

Debía de ser nuevo. ¿Hizo la entrevista antes que los otros? El joven león se presenta como Johann y explica que lo han trasladado de New Hampshire. Le estrecho la zarpa cuando me la ofrece y le ofrezco una amable sonrisa. -Calvin Morse. Un placer conocerle, señor Michaels-le digo mientras me presento. 

-Yo llevo en el departamento desde hace más de un mes, si tienes cualquier duda, puedes preguntarme-ofrezco con amabilidad. Yo entendía lo lioso que podía ser adaptarse en una nueva empresa tras un traslado.

Te suelta una dulce sonrisa, aunque su mirada sigue siendo provocadora, como si te estuviese juzgando, analizando... Tasando. Se lame los labios ligeramente.

- Que casualidad. Yo también trabajaba en Contabilidad allí. Aunque debía compaginarlo con otra carrera y tal - esto te lo dice mientras andabais hacia vuestros puestos. Una vez llegas al tuyo, te quedas parado. Pero hay algo en el aire que te tienta a seguirlo. Pero no muy lejos, porque se para junto a ti.

- ¡Anda! ¡Mesas vecinas! Ya no tendré que levantarme mucho para consultarle - se para y con la misma sonrisa y la misma mirada, te susurra casi al oído - señor Morse - entonces es cuando notas que una de sus zarpas pasa por tu entrepierna ligeramente. Te guiña un ojo y se coloca en su mesa, encendiendo el ordenador y colocando su cartera sobre la mesa.

Nos observamos en silencio un par de segundos. Aunque su manera de mirarme...no me hacía sentir muy tranquilo ni cómodo que digamos. Finalmente salimos del ascensor y empezamos a caminar hacia las mesas del departamento. Le escucho durante el camino y asiento. -Yo antes trabajaba en una empresa de Colorado, hace un par de meses que me trasladé aquí-le explico con calma. 

Para mi sorpresa, estaba sentado en una de las mesas a mi lado. Era una curiosa coincidencia. -Sin, aunque no te preocupes, no supondrá ninguna molestia si necesitas hacerme alguna consulta-le digo con sinceridad. Yo siempre estaba dispuesto a ayudar cuando fuese necesario. 

Lo siguiente que hace me sorprende, se acerca a mi y susurra mi apellido y siento como su zarpa pasa por mi entrepierna. Logro contener un grito de sorpresa y mis ojos se abren como platos. No me dice nada más, solo me guiña el ojo y se sienta en su mesa. Carraspeo un poco para recuperarme y me dirijo rápido a mi mesa. ¿Que narices acababa de pasar? Intento olvidarme del incidente y me intento concentrar en el trabajo mientras enciendo mi ordenador. 

Mientras hacías cuentas en tu ordenador, que no eran nada complicadas, solo eran los gastos de luz y agua y algunos suministros del mes, Johann se vuelve en su silla. Pero esta vez su cara era más amable. Más apacible.

- Así que... ¿Qué os contáis por las oficinas centrales? Parece que los grandes almacenes SouthPort no dan para nada más que el aire acondicionado en verano y algunas heladerías. ¿Hay mucho trabajo aquí en contabilidad?

Había cambiado diametralmente. Ahora no era provocador. Ahora era amable, con cara de simpatía, que mueve la cola al ritmo de la conversación.

Me centro en las cuentas que tengo asignadas y voy comprobando todos los gastos. Oigo entonces la voz del señor Michaels y alzo la mirada de la pantalla. Parecía algo más tranquilo que cuando nos conocimos en el ascensor.

Presto atención a su pregunta. -Bueno depende también principalmente de los gastos que realicen en el departamento de compras de nuevos productos o incluso de materiales que hagan falta en otros departamentos, pero por lo normal la cosa es bastante tranquila-respondo con una sonrisa.

-¿Como era el departamento en New Hampshire? ¿Parecido aquí en las oficinas de Nueva York?-le pregunto con interés y para comenzar a hacer una conversación tranquila.

Johann atiende a todo lo que le dices, con una sonrisa tan agradable que parecía la de un niño que quiere aprender. No sabrías decir su edad. Ronda los veintipocos. A esa edad ya tendría que saber algo. Aunque no lo ha preguntado para aprender. Es más bien como tema de conversación a parte. Como para... ¿Solucionar? el entuerto anterior. Dios, había sido muy incómodo.

- ¡Ah bueno, que no te he contado lo que hacía yo en New Hampshire! A ver, sí, hacía algunas cuentas. Pero Googlea "Theo modelo" - lo dice con mucha seguridad. Entonces recuerdas algo. ¿No sería ese Theo? 

La cosa parecía haberse calmado y era un alivio. Lo mejor era dejar atrás lo del incidente, había sido bastante incómodo, había oído historias de casos similares o que habían acabado peor en otros departamentos de mi anterior empresa, pero nunca pensé que me fuese a encontrar en una situación similar. Bueno, por suerte se había quedado en eso y podíamos dejarlo atrás.

Alzo una ceja intrigado cuando me habla sobre lo que hacía en New Hampshire. Theo...no sé la razón pero el nombre era muy familiar...pensé. Decido sacar mi móvil rápidamente y tecleo Theo modelo en el buscador de internet de mi teléfono, ahora tenía curiosidad. Tenía un buen físico, así que si me creía que había trabajado de modelo, espero con calma a que el buscador me muestre los resultados. ¿Podría ser? pensé mientras seguía meditando sobre el nombre de Theo.

En cuanto le das a buscar, te sale la noticia de que el modelo conocido como Theo se había retirado una temporada. Si miras las imágenes, encuentras algunas instantáneas del mencionado Theo:

¡Dios, era él! Al parecer, según dice en Internet, era modelo profesional de trajes y ropa de baño. Aunque esas imágenes están censuradas en un onlyfans.

- ¿Ves? Yo soy Theo. Jeje, quién te iba a decir que trabajarías al lado de un modelo profesional - te comenta el otro león. Se había ido acercando, aunque su postura no era nada amenazante... En el sentido adecuado.

Empiezo a leer la información y observar las fotos realmente sorprendido. Era realmente Johann. La verdad es que estaba con la boca abierta viendo las fotos. Miro al otro león brevemente sorprendido y leo la información otra vez. Retirado temporalmente...

¿Cuáles serían las razones para ello? Por lo que había oído, la carrera de modelo pagaba bastante bien y por lo que dice la información, como "Theo" le iba muy bien como modelo. ¿A lo mejor por motivos personales? Bueno, si ese era el caso mejor no pregunto, acabábamos de conocerlos y podría ser una pregunta incómoda para él.

No me había dado cuenta de que se había acercado hacia mi hasta que alzo la mirada del móvil. -Si, la vida es toda una caja de sorpresas-comento con una pequeña risa. -Estaré atento para que las fans no se lancen hacia tu cubículo-digo medio en broma. 

Cuando dices eso último, tu compañero pone una cara un poco desagradable.

- Sí... las fans - se gira y va de vuelta a su cubículo - Gracias de todas formas - algo había cambiado. Era como si solo mencionar a sus fans le diese como miedo, repelús... Asco.

- Ey. Que no te intimide estar cerca de un famoso, ¿vale? Jeje, es bromi - te dice el joven león, con su tono normal. Pero entonces, se gira en su silla - Oye... Tengo un plan. ¿Por qué no nos dividimos el trabajo? Para así hacerlo más rápido? Ya sabes, tu por ejemplo te encargas de gastos e ingresos y yo del resto. Pasándonos los papeles que necesitemos, por supuesto - sonreía de una manera que conocías. Sonreía igual que Emma. A pesar de ser un adulto pero... Su sonrisa tenía un aire a tu sobrina.

No se me escapa su expresión ante la mención de los fans. Creo que me hago una idea de las razones por las que dejó su carrera de modelo... pero mejor no pregunto para no molestarlo más de lo que estaba ante la mención de los fans. Veo como vuelve a su cubículo y decido que lo mejor es dejarlo tranquilo y que se le pase el disgusto, intentar hablar de ello lo alteraría más.

Pero parece que su enfado se pasa rápidamente cuando me hace una pequeña broma sobre que no me asuste el hecho de trabajar con un famoso. Era bueno ver que habíamos cambiado de asunto rápido. 

Me río un poco con su pequeña broma y niego con la cabeza. -Descuida-le aseguro con una pequeña sonrisa. Entonces oigo su propuesta y observo su pícara sonrisa, que me recordó a mis sobrinos cuando se les ocurría algún nuevo juego. No pude evitar conmoverme un poco ante esa traviesa sonrisa y hago como que me lo pienso, como cuando mis sobrinos me proponen alguna de sus alocadas ideas. -Mmmmm....-digo mientras me meso la barba pensativo. -Podemos intentarlo-respondo al final con un pequeño guiño cómplice. 

A tu guiño, contesta con una dulce sonrisa, a la cual le sigue un chicle, que se mete en la boca y comienza a masticar. 

- Bien, comencemos a trabajar. 

Durante prácticamente toda la mañana lo escuchas teclear. A veces escuchas como su teléfono vibra y como se ríe ligeramente en algunas ocasiones. Pasan un par de horas. Tras las cuales lanza un bostezo profundo. 

- ¡Buah! Estoy agotado. Voy a tomarme un café. ¿Quieres ir a la sala de descanso? 

Estiro los brazos un poco a modo de calentamiento y asiento. -Perfecto, espero seguirte el ritmo de trabajo-digo con una sonrisa mientras me pongo con el trabajo. 

La mañana pasa de manera amena y tranquila mientras tecleamos todo lo necesario en los libros del ordenador. Comprobando facturas y tal. Tenía una risa bastante agradable. Logro contener el bostezo cuando le escucho bostezar. Madre mía, si que era cierto eso de que los bostezos son peligrosamente contagiosos.

Johann se acerca y me pregunta de ir a tomar algo a la sala de descanso. Miro el reloj del ordenador y todo el trabajo restante. Íbamos bien de tiempo, así que podíamos tomarnos un descanso. -Si, será todo un placer Johann-respondo mientras me levanto. Tras haber trabajado con él durante horas ya me sentía algo más cómodo con el otro león como para tutearlo, aunque esperaba que no se molestase ni nada parecido. 

- Genial - entonces vais a la zona de ascensores. Cuando Johann toca el botón pasa un ratito hasta que llega el ascensor. En ese rato se dedica a mirar el móvil y a contestarle a alguien, con cara de pocos amigos. Cuando entráis en el ascensor, Johann toca el botón de la primera planta. Estáis solos en el aparato. Una vez se cierran las puertas, pasa un ratito hasta que vuelve a hablarte. 

- Siento lo de antes. Ya sabes... Tocarte el pene ha estado mal siendo nuestro primer día juntos. Verás... Yo calo muy rápido a las personas - se le cambia de nuevo la cara. Volvía a tener esa mirada, como amenazante y de superioridad, acompañada de una sonrisa - Y he sabido inmediatamente que eres de la acera de enfrente. ¿Verdad? 

Observo por el rabillo del ojo como el ex-modelo mira el móvil con algo de desagrado en su rostro. Posiblemente sea algo que no le haya gustado. Decido no meterme mucho para no poner las cosas incómodas. 

Una vez entramos, el otro león pulsa el botón. Sus disculpas me sorprenden, no las esperaba. -Tranquilo, podemos hacer borrón y cuenta nueva y empezar de cero-le aseguro con una sonrisa. Entonces su otra pregunta con la guardia baja. Lo miro en silencio un par de segundos y finalmente asiento. -Si, soy gay-le respondo manteniendo la calma en todo momento.

No mantenía en secreto mi orientación sexual, aunque normalmente era un tema que la gente no me solía preguntar mucho, así que me sorprendió bastante lo directo que fue el león más joven con el asunto, aunque esa expresión en su cara era bastante preocupante. -¿Y que hay de ti?-le pregunto con curiosidad. -No tienes que responder si no quieres-le digo. Aunque ya que yo le había contestado, era justo que el hiciese lo mismo, ¿cierto?

Tu pregunta le hace reír suavemente. 

- Digamos que no soy una persona que se cierra a solo un plato - te dice mientras se mete la mano en uno de los bolsillos mientras con la otra juguetea con el móvil - Me he follado a todo lo que se mueve y me siento orgulloso. En parte por eso me retiré de mi carrera de modelo. Créeme, soy como Superman. Nadie por la calle parece reconocerme con un peinado distinto al de las fotos - su cara se torna furiosa - Ni siquiera tu has logrado reconocerme hasta que te lo he dicho yo - entonces cierra los ojos y respira profundo. Tras esto, vuelve a abrirlos y parece más relajado - Tengo problemas de temperamento. Eso es otro motivo por el cual me retiré. Mi agente barra psicólogo me recomendó cambiar de vida, hacer algo más relajado. Hacer contabilidad no creo que sea una opción correcta. Pero al menos los y las fans no me persiguen por la calle ni me suplican que les haga el amor. 

Le escucho hablar sobre sus preferencias. Si, no se andaba con rodeos y era bastante directo y sincero. Puedo notar que se enfada cuando menciona que nadie le reconoce. -Bueno, yo hace tiempo que no leo revistas, y he estado algo liado con la mudanza desde Colorado-respondo con sinceridad. Lo cual era verdad, había pasado una eternidad desde la última vez que toqué una revista. Posiblemente mi hermana Liza le habría reconocido en el acto. Pero entre el traslado y adaptarme al entorno de la empresa había estado completamente centrado en eso.

Se disculpa y explica sus problemas de control de ira. -Descuida, no te preocupes. Todos tenemos nuestros problemas-le aseguro al otro león. Debía haber llevado una vida bastante estresante. Tal vez el trabajo de contable no era lo más conveniente para él, pues había veces que podías acabar algo estresado...-Bueno como ya te he dicho antes, si necesitas ayuda en el trabajo, no dudes en venir a pedírmela-le aseguro con una amable sonrisa. Después de todo él era un compañero de trabajo.

Parece que te atiende. Su mirada anda algo perdida en dirección a la puerta del ascensor, esperando a que se abra. Cuando te disculpas, él niega con la cabeza y agita la mano.

- No tiene importancia. Yo no quiero forzar a nadie a leer revistas.

Al decirle lo de los problemas, medio sonríe, mostrando los diente de uno de los lados de la mandíbula.

- Joder, ya ves que sí - cuando estáis a punto de llegar, le ofreces tu ayuda con el trabajo. Gira la cabeza y te mira directamente, mientras sonríe ligeramente de oreja a oreja - Gracias Calvin. Lo mismo para ti. Soy... Bastante inteligente, digámoslo así - una vez llegáis se abren las puertas de la primera planta. Para tu sorpresa ¡Sheila está tras el mostrador de atención al cliente!