Partida Rol por web

Recobré una respiración lenta cuando el dolor desapareció. Vi como Damyna se iba en busca de algo poder liberarnos a todos.

Bien dije al tiempo que empezaba a mirar a mi alrededor, por si podía encontrar algo que sirviera.

-Cuanto antes salgamos de aquí mejor.-Digo asintiendo a las palabras de Enok.-Date prisa. 

Damyna logra huir de allí mientras sus compañeros siguen entre rejas. Ahora que había encontrado más gárgolas no estaba dispuesta a dejarlas atrás, así que sin más dilación salió corriendo para ver que podía encontrar.

No tuvo que andar mucho más para darse cuenta que allí había unos cuantos aparatos mecánicos, de esos que había visto usar a los humanos en otras ocasiones. Quizá alguno de ellos fuese lo que necesitabas encontrar para liberar a tus compañeros.

Damyna consiguió encontrar algo, aunque no tenía ni idea de cómo usarlo, pensó que tal vez alguno de sus hermanos supiera para qué servía, así que cogió varios, realmente todos los que pudo cargar y volvió sobre sus pasos tratando de ser rápida y silenciosa.

Damyna se dio cuenta de lo que podría ayudar a salvar a sus compañeros, pero al cogerlos entre sus brazos y tratar de llevárselos, se dio cuenta que había tirado demasiado fuerte de ellos. Estaban enganchados a la pared y de pronto un cortocircuito hizo que la luz del recino empezase a parpadear. Segundos después se escuchó un chasquido y todo comenzó a arder.

Damyna había estropeado el mecanismo que electrificaba las jaulas, ahora el momento de salir corriendo de allí. Pero el fuego comenzaba a estar por todas partes. Debían tener cuidado o el fuego quemaría sus pétreas pieles.

-Tenemos que salir de aqui.-Digo haciendo fuerza por abrir los barrotes.-Demonos prisa.

Sin embargo, mi esfuerzo parece inutil al no ser capaz de abrir la jaula.

La situación apremiaba, si no salíamos de allí acabaríamos asados en nuestras jaulas, vaya un final para unas leyendas como nosotros… Agarre los barrotes que me aprisionaban y tire de ellos con violencia.

Viendo que todo empieza a arder, la joven dejó caer todo lo que había cogido y salió corriendo de esa estancia en busca de sus hermanos, no podía dejar que se quemasen dentro de las jaulas sin hacer nada.

- Lo siento, creo que lo estropee, hay que salir de aquí, hay fuego en la otra estancia, dijo sin más y trató de abrir la primera jaula que encontró para sacar a su hermano.

- Madre mía. - susurro al ver como Damyna se carga todo y provoca un fuego que amenaza con quemarnos vivos. Con amigos así quién necesita enemigos.

Luego intento imitar a mis compañeros agarrando los barrotes e intentando forzarlos.

Entre unos y otros logran reventar los barrotes de todas las jaulas. Estaban completamente libres, ¡por fin! Ahora debían salir corriendo de allí, la otra sala estaba ardiendo y se seguían así terminarías quemándose y achicharrándose vivos.

Lo mejor sería volver al castillo, o tal vez encontrar al desgraciado que les había encarcelado. ¿Dónde se podría encontrar?

-Enok.-Llamo al salir de la jaula.-¿Qué hacemos ahora? ¿Volvemos o seguimos aqui?

La situacion es bastante tensa y no se muy bien que es lo que deberia hacer ahora mismo, asi que será mejor que el lider decida.

El fuego purifica, a lo mejor les lleva al Infierno en el que se merecen estar dije pensando en el hombre que nos había encerrado.

Al igual que nosotros huimos del fuego, él también lo hará. Será el momento para cogerlo, no aquí. ¡Vamos, gárgolas!
 

Damyna no te tenía muy claro hacia dónde correr, sin duda era la que más desorientada estaba, pero el tener a hermanos suyos junto a ella le daba fuerzas y no le importaba ya si volvía a donde había vivido los últimos meses o no. Al escuchar a su líder, sonrió, era agradable tener de nuevo a alguien en quien confiar y que pudiera indicarte el camino correcto.

Se situó junto a él y comentó: No vi nada cuando me trajeron, ¿vosotros sí? ¿Por dónde es la salida?

Me temo que no vimos nada, pero aquí no podemos quedarnos. Empecemos a movernos y encontraremos la salida. Sea puerta o ventana, debemos salir de aquí. En marcha.

Mis ojos se iluminaron por la rabia y comencé a buscar un lugar por el cual salir del lugar de vuelta a nuestro castillo.

- Tienes razón salgamos de aquí cuanto antes… chille a mis hermanos para apremiarles.

-Contad conmigo.-Digo corriendo tras ellos.-No pensaba quedarme alli solo.

Esperando que mi tono de broma en un momento asi no haya sido malinterpretado, no le doy más vueltas al asunto y miro a mi alrededor en busca de puertas o ventanas.

¡Un momento! ¿Dónde os creéis que vais? Dijo el hombre que os había derrotado antes.

Ahora las llamas os rodeaban, incluído a él. Quizá empujarle al fuego terminase con su vida y así os dejase en paz. Pero si le matabais, ¿no os estaríais convirtiendo en unos criminales igual que ellos?

Fuera lo que fuera, aquel hombre llevaba consigo un arma mucho más grande que las que ya habíais visto. Seguro que era capaz de lanzar rayos más anchos y peligrosos.

- Donde nos venga en gana. - digo lanzándome hacia un flanco. Dividios.

Al pasar a su lado lanzo un ataque en un intento de distraerle.

Bien dicho, Slink dije ante la idea de mi compañero. No podría atacarnos a todos si estábamos separados.

Moviéndome veloz, intenté golpearle igual que él lo había intentado.