Partida Rol por web

No le hacía ninguna ilusión encerrarse en un cuarto, a sabiendas que venían esqueletos y vete tu a saber que más... Quizás los demonios ya consiguieron abrir la puerta. Pero no había mas opciones estaban casi exhaustos, excepto Zarlene que por primera vez desde que se adentraron es esas malditas catacumbas, estaba motivada incluso excitada. Tunka no entendía como había personas que podían estar horas mirando esos objetos, sin dibujos.

Lo principal era atrancar la puerta, así que ni corto ni perezoso, miró a su alrededor y fue a la estantería más cercana a la puerta. Puso su hombro contra un lateral y ... De nuevo el dolor de espalda, y algo más, un calambrazo recorrió todos sus músculos estaba casi al límite. Él lo sabía pues en la tribu los entrenaban y hacía trabajar hasta desfallecer y perder el conocimiento. Era la única manera de saber que ocurre justo antes, y así conocer hasta donde puedes llegar físicamente.

_ Rápido Sophitia échame una mano, una vez la tumbemos podemos ir colocando otros objetos!! Y Groz, que pasen de largo.

Cuando terminaron de reunir muebles y objetos pesados en torno a la puerta, el hijo de Gora se desplomó en el centro de la sala. Abatido, no había consumido alimento alguno en horas, tal vez incluso días, por no hablar de dormir.

- ¿Y dejar la puerta descubierta?

Sophitia confía en que el bárbaro pudiera traer el objeto pesado para trancar la puerta, mientras ella se ponía contra resistencia en caso que los esqueletos intentaran abrir la puerta.

Cierran la puerta tras de si. Cuando mueven un cofre suena el primer golpe contra ella. Al empujar una estanteria, suenan tres mas en rapida sucesion. La puerta empieza a temblar como si la estuvieran aporreando con furia. Una astilla salta. No aguantara mucho. Lo mas inquietante es que, aparte de los golpes, no se oye nada mas: ni resuellos, ni gritos, ni maldiciones ni nada.

La biblioteca es una amplia sala circular con dos pisos, el segundo de los cuales es un pasillo con una escalera por cada lado. Esta iluminada por una luz fantasmal azulada que proviene del techo de cristal. Las paredes estan llenas de viejos tomos polvorientos. El centro de la biblioteca esta ocupado por un complejo aparato esferico lleno de engranajes y que parece estar conectado al suelo mediante una serie de enormes discos llenos de extraños simbolos.

Sophitia se limpia el sudor de la frente con el dorso de la mano. La amenaza mas evidente esta contenida por el momento. Ahora deben reorganizarse. Se dirige hacia Tunka intentando disimular su cansancio (un lider nunca debe mostrar debilidad), le señala con el dedo pero nadie oye lo que quiere decir porque, de repente, desaparece sin una palabra:

-¿Que ha ocurrido?-pregunta Zarlene alarmada.

-iY yo que se!-resopla Tunka, dolorido e igual de confuso-iEstaba ahi y de repente… ya no esta!

-¿Esta muerta? iOh, dioses, dime que no esta muerta!

-¿A mi que me cuentas? iSe tanto como tu!

-Estoy… bien-gruñe Sophitia. Su voz suena lejana.

Un examen mas atento de su ultima posicion revela una trampa de pozo astutamente camuflada (NdM: ¿pensabais que me habia olvidado?) junto a la escalera derecha. Por algun extraño milagro, Sophitia ha caido cuatro metros sobre un lecho de estacas y ha resultado casi idemne. Su armadura le ha salvado de la peor parte y solo esta algo magullada. Traga saliva recordando su cuerda caer al rio subterraneo junto a la escolopendra cavernicola.

La puerta tiembla de nuevo hacienda caer una silla que habia puesto Zarlene en la barricada.

¿Que vais a hacer?

Las escamas metálicas y el guiño de su Diosa impidieron que se llevara heridas graves, pero aún así, el golpe contra el suelo hizo que sus músculos se golpearan y no puede evitar hacer una mueca de dolor y sobarse las posaderas y el costado.

Se incorpora rápidamente y estudia las paredes del pozo, buscando agujeros o malformaciones para poder agarrar con sus manos y apoyar sus pies, en un intento por trepar y salir de allí.

Tunka fue con cuidado, fijándose bien donde pisaba, hasta su petate extrajo un rollo de cuerda y se la envolvió en parte al rededor de su cuerpo, dejando caer el resto por el hueco donde residía la valkiria.

_ Sophitiaaa!! estás bien? Puedes subir sola o necesitas que te suba como a una inútil maga??_ Solto con sorna mientras lanzaba una sonrisa cómplice a Zarlene.

Quería, deseaba quitar hierro a la situación actual aunque fuera por un segundo, la moral era algo muy importante. Y la suya propia pendía de un hilo desde que entraron en esas cuevas.

_ Por las barbas de un trol!! quién pondría trampas a una habitación llena de libros??_ En su cabeza no cabía razonamiento alguno para requerir algo así. _ Si los cofres hubieran estado llenos de oro o joyas, lo podría entender, pero libros... pergaminos..._

El bárbaro espero con impaciencia a que subiera la servidora de Avesta, sin quitar ojo a la cada vez mas mellada puerta. Y en parte, porque sus cansados músculos estaban muy cerca de sufrir tetania debido al sobre esfuerzo.   

_ Lamecalderos!! busca una salida, aprovecha el poco tiempo que nos queda. Si hay trampas, tiene que haber algo que valga la pena. Echa un ojo a ese cachivache de en medio de la sala, antes de que seamos pasto de los esqueletos... Espera, pasto... JAJAJAJAAJJAJA_ Casi se le escapa la cuerda de sus manos al pensar en ser devorados por esqueletos. Engordaran? se harán mas grande los huecos de las costillas o aumentaría el grosor de los huesos? Qué sucedería con sus carnes, desaparecerían? quedarían en suspensión en el lugar donde debiera estar sus estómagos? o simplemente se caen al suelo?

Estas divagaciones en la mente del nómada, provocaron la estúpida carcajada en la peor de las situaciones.

El mecanismo estaba dejando absorta a Zarlene -Mira Tunka una máquina... Una ma-qui-na. Seguro que gestiona los libros. Si lo utilizo bien podremos encontrar lo que queramos en esta biblioteca-
Su imaginación ya estaba echando a volar pensando como en la antigüedad los sabios trabajaban en aquella sala. Como eran capaces de consultar la ingente cantidad de información que sus miles de hojas contenían. A ella le hubiese gustado compartir esos momentos.
Los golpes en la puerta le incomodaban mientras trataba de averiguar cómo funcionba aquel aparato esférico - Creo que lo tengo.... NOOOO, Sophitia!!!!- La cada de terror aparecía nuevamente en su rostro. Verla caer era repetir la visión de Dunriq. Sus pies corrían a toda velocidad. Al principio no se atrevía a mirar, no quería ver su cadaver.
Sin Tunka ella no hubiese recuperado la sensatez -Salvala Tunka, por favor no quiero una nueva perdía, hoy no. Yo... Yo no sé qué hacer- La maga se arrodilló para extender uno de sus brazos para intentar alcanzar a la Valkiria -No me abandones, tú no- Realmete dudaba de poder izar a la guerrera y su armadura. Estaba cansada y herida pero eran un equipo eran los compañeros de la ciénaga

Trepar sin cuerda imponía una tarea casi imposible, una pared casi lisa.

Pero sus compañeros estaban ahí, con las caras asomadas tratando de animar la subida, no podían hacer mucho más. La Valkiria coge el mayor impulso posible y salta contra una de las paredes, aprovecha para volverse a impulsar desde esa pared hasta la pared opuesta, donde logra insertar sus dedos de la mano derecha en un orificio.
Con un último esfuerzo, hala su brazo derecho y el siniestro lo manda por encima de su cabeza, justo lo necesario para que Tunka logre agarrarlo.

No entiende de qué se ríe el bárbaro, pero a pesar de su distensión en la espalda, logra halarla con todas sus fuerzas y subirla.

El esfuerzo la deja postrada en el suelo, boca arriba, contemplando la bóveda de luz azulada. -Necesitamos un descanso! -Se limitó a decir. Al ver la puerta que poco a poco empezaba a astillarse, comprendió que el descanso no estaba a disposición en ese instante.

- Busquemos algo de utilidad en este sitio -Dice mientras se levanta, claramente extenuada. La incursión a estas cavernas ya les había salido muy cara con la pérdida del Elfo y los peligros no daban tregua. 

La Valkiria por primera vez empieza a temer por su vida y la de sus compañeros, un oscuro pensamiento de desesperanza atraviesa su mente, pero se lo queda para si misma.

Gracias, Gracias por no morir, por no dejarme sola- Zarlene se aferraba con fuerza al cuello de la Valkiria. Le reconfortaba sentirla cerca notar como su pecho se movía por el aire de sus pulmones.
Como siempre la guerrera se mantenía impasible como si nada hubiese ocurrido -Tienes toda la razón del mundo. Estamos agotados y heridos. Estaba mirando ese artilugio que creo que nos puede ser de gran ayuda. Míralo tú también vamos- Sin soltar la mano de Sophitia la arrastra hacia el centro de la sala para que la Valkiria pueda ver los engranajes. Ahora que Zarlene ha recuperado a la que ya considera su amiga, no se aleja de ella.
¿Ves? Podemos mover estas ruedas, buscar libros con la información que necesitemos, es una verdadera obra de arte

Cual gato la valkyria rebotó en las paredes, haciendo caso omiso a la cuerda que le había dado Tunka. A lo que éste no se pudo callar una vez estuvieron los tres reunidos.

_ ¡¡¿¿Estás loca??!!! Pasas demasiado tiempo con La Hierbas, podías haber resbalado y haber quedado empalada en esas estacas. En qué cojones estabas pensando??!!_ El cabreo del bárbaro era más que evidente.

_ ¿O tienes un problema con la gente y los utensilios de los nómadas? Si es así puedes decírmelo a la cara. ¿Qué es porque era una cuerda hecha por mi tribu? Es eso, no te fías de como elaboramos las cosas, por no estar hechas dentro de unos muros...

Tunka no esperó respuesta, les dio la espalda mientras enrollaba la cuerda de nuevo y la guardaba en su petate.

La maga insistía en buscar objetos con palabras escritas, el miembro de los Jabalíes sólo quería encontrar la forma de salir de allí, pues estaba claro que aquella puerta no aguantaría mucho. Así que, después de guardar sus cosas y reforzar la puerta con más muebles, inspeccionó la habitación en busca de otras puertas o salidas.

Los Compañeros de la Ciénaga (ahora ,los "Exhaustos Compañeros de la Ciénaga") se dispersan por la biblioteca en busca de información. 

En el piso de arribar, Zarlene examina la biblioteca con ojo experto. Los libros ,incluso los corrientes, siempre le han parecido un pequeño prodigio: la voz de alguien que ya no está transmitida a quien quiera que lo lea. A pesar de su formación académica, nunca ha visto tantos juntos y se siente entre maravillada y abrumada. Pasa el dedo por encima de los lomos de piel deteniéndose brevemente para leer los títulos:

-...Códice Arklaniano... Apócrifo de Skaros... Magicae Formulae... Necroteuco... Las Hordas de la Oscuridad... Fantasmagorías... Volumen de Jalendaeh… Señores de los Dragones... ¡menuda colección! 

También hay pilas de documentos polvorientos con anotaciones incomprensibles y misteriosos esquemas. Zarlene los examina: parece una escritura cifrada pero pronto se da cuenta de que es simplemente mala letra. Parece un diario pero las fechas son series de numeros incoherentes. Sin duda, quien quiera que lo escribiese gustaba de mantener sus asuntos en privado. El diario menciona a menudo "la Fuente de Poder", "La Horda Armada" y "El Especimen". Tambien hay un extenso diario de campaña relative al asedio del Templo de Avesta. Entre todo el legajo de papeles, un pergamino enrollado con el sello roto llama la atencion de Zarlene pues el sello es el de la Orden de Varia a la que pertenecian los magos de Khorden.

Zarlene, te he pasado la carta. Puedes leerla y contarsela a tus compañeros con tus palabras pero no puedes copiarla y pegarla...

Tunka examina cuidadosamente cada pared y cada baldosa. Olisquea cada rincón en busca de corrientes de aire. Golpea con los nudillos en el fondo de las librerias. Encuentra una segunda trampilla cerca del muro Oeste similar a la que ha engullido a Sophitia. Es igualmente profunda y en su fondo puede atisbar las consabidas estacas afiladas. Los cristales del techo, aunque parecen ventanas debido al fulgor azul, solo cubren un techo de piedra. No hay mas salidas.

Sophitia da vueltas en torno al enorme artefacto. Puede distinguir dibujos de constelaciones en la esfera principal lo que, unido a los circulos del suelo, le hace sospechar que es algun tipo de calendario extraordinariamente complejo. Los discos del suelo se mueven pero lo hacen tan lento que parecen inmoviles a simple vista. Nota que la aguja principal, la que probablemente indica la fecha actual, esta muy cerca de un simbolo rojo de aspecto inquietante: Thanatos.

Un hacha oxidada abre un agujero en la Puerta y hace temblar la barricada. Va a caer en cualquier momento.

¿Que vais a hacer?

CARTA CON EL SELLO ROTO Y MANCHADA DE SANGRE 

A la atención del Supremo Desdefómenes, Supremo ArchiMago de la Orden:

La situación escapa completamente a nuestro control. La apertura interdimensional abierta a raíz del Experimento actuó como desencadenante de un cataclismo inimaginable. No podemos predecir las consecuencias que tendrá abrir una conexión entre nuestro Plano Material Primario y el (FALTA UN FRAGMENTO) ni cuándo tendrá lugar pero es de la máxima prioridad que la Orden actúe para prevenir tal desgracia.

(FALTA UN FRAGMENTO) no pensaron en las consecuencias, sólo en si podía hacerse. El éxito preliminar nos hizo desdeñar los riesgos, creímos tenerlo bajo control. Es cierto, el Espécimen es sintiente y se le puede controlar pero su procedencia es nefaria, todo contacto con ese lugar debería haber sido proscrito desde un principio.

(FALTA UN FRAGMENTO)tigaciones han revelado que existe la posibilidad de cerrar el portal. Para ello será necesario un ritual que requerirá del uso de una reliquia de grado Omega. Mi sugerencia al respecto es el Talismán de Kauldros aunque su localización es ignota, nuestros augurios apuntan a las Mazmorras de Hackar, en la Corona del Mundo. No hay evidencias de que esto sea cierto pero las reliquias clasificadas de grado Omega son muy escasas. El talismán puede ser nuestra última esperanza. 

En cuanto al Espécimen (FIN DEL FRAGMENTO)

A propósito, lo hicieron a propósito- Zarlene no podía creerse lo que estaba leyendo -Fueron ellos los que abrieron la brecha y despertaron al espécimen- Sus piernas le temblaban tanto que casi no podían sostenerla -El talismán de Kauldros puede volver a sellarla, según parece podremos localizarlo en las mazmorras de Hackar- Las lagrimas estaban próximas a caer por sus ojos y rozar sus mejillas -Sembranon el mal, atrajeron al dolor y ¿Para que?¿Porque tuvieron que hacerlo? El golpe en la puerta hizo que volviese a la realidad. La hechicera se guardó el manuscrito mientras se alzaba -Debemos buscar una salida, tenemos que localizar las mazmorras, el talismán y acabar con todo esto

La valkyria se agacha junto al artefacto con gesto pensativo.

-He visto maquinas parecidas antes: esto es una especie de reloj celeste. Mide el tiempo en relacion con la posicion de las estrellas. En el Templo de Avesta tenian uno mas sencillo que se empleaba para calcular las fechas de las festividades.

Señala un simbolo:

-Esto debe ser el Cataclismo, por lo tanto, todo esto es el periodo que ha transcurrido desde entonces. La rueda externa predice la posicion de la Cruz del Sur... esta otra parece... el Dragon Celeste... y si todo esto sigue moviendose hay un punto en el que todas estas constelaciones estan alineadas. La cuestion es ¿que ocurrira...?

Tunka no entendió el significado de las palabras de la maga, pero no era el momento de ponerse a charlar. A Sophitia la comprendió a grandes rasgos y se dirigió a ellas así: _ Por lo que dices, algo terrible va a ocurrir. Pero a mi parecer da igual que suceda dentro de una hora, un día o un mes, porque si no hacemos algo contra lo que está derribando la puerta, no llegaremos a verlo._ Soltó mientras señalaba la única entrada y salida de la habitación.

_ Si nos damos prisa y tumbamos suficientes estanterías podríamos hacer una especie de corredor, que les dirija hacia la trampa en la que caíste. Si me pongo detrás, seguro que vienen directos. Por lo que hemos visto, nada les desvía de su objetivo cuando lo tienen a la vista._ Se quedó dubitativo un segundo, y prosiguió. _ Si eso fallara, podrías poneros en los flancos cada una sujetando un cabo de la cuerda, así cuando tiraseis de ella con fuerza, podrían tropezar y en el suelo serán pan comido. Y al menos, le daremos tiempo a la Deboralibros para que realice el ensalmo de nuevo... Y si nada funciona, por lo menos moriremos peleando con la espada en la mano_

El bárbaro no desaba la muerte pero no la temía, aunque en el fondo de su corazón ansiaba ver a su bella Lhidya una vez más.

Así pues, se puso manos a la obra, dejando caer las estanterías que flanqueban la puerta, dejando únicamente un pasillo que llevaba hasta el pozo. 

Con un crujido, la puerta cede finalmente. 

Los muebles de la barricada se apartan en todas direcciones mientras un grupo de esqueletos armados y cubiertos con armas oxidadas irrumpen en la biblioteca. Tunka, que estaba moviendo muebles, se ve obligado a dar un salto atrás para esquivar una vieja cimitarra.

Tunka, me temo que ya habéis empleado todo lo que teníais a mano para bloquear la puerta...

El bárbaro esquiva es acosado por dos esqueletos. Aunque los movimientos de los cadáveres son lentos, Tunka no está en su mejor momento y nota un pinchazo por toda la espina dorsal cada vez que da un paso. 

Tres esqueletos más avanzan hacia Sophitia. La valkyria se incorpora pero sus movimientos no son tan felinos como habitualmente. El cansancio hace mella en la mujer guerrera.

En el piso supuerior, Zarlene observa hipnotizada el avance de los no muertos. Está muy lejos para intentar el exorcismo de la última vez pero está segura de que conoce algún sortilegio (NdM: consulta la lista de efectos) que puede resultar de ayuda.

Otro esqueleto asoma por la puerta. Sin duda, el ruido que han estado armando ha atraído a más. Quién sabe cuántos más vagan por el laberinto...

¿Qué vais a hacer?

No quería volver a sentir el maná contaminado, no tenía tiempo para realizar el ritual de exorcismo pero debla hacer algo. Tunka y Sophitia estaban en peligro y ella, en el piso superior, tenía unos pequeños momentos antes de que los esqueletos llegasen a atacarla.
Su cabeza daba mil vueltas pensaba en tácticas, todas erróneas. No era una guerrera una combatiente ¿Que debía hacer?
Tunka había comentado un plan, una forma en apariencia sencilla para eludir el combate pero ¿Como realizarlo?
La joven hechicera intenta ganar algo de tiempo para sus amigos -Moveré esa estantería para que no puedan avanzar- Una ligera vibración en la madera del mueble al alcanzarle la Magia.
Zarlene tuvo la primera arcada al volver a percibir en su cuerpo la ponzoña del maná, repugnante, sucia y vil -Es asqueroso, está todo corrompido- Zarlene separó con fuerza todos los dedos de su mano derecha, su brazo extendido intentando mover la estantería, una mole de madera maciza repleta de libros.
Todos estaban heridos, cansados y astiados, la biblioteca podía ser su mausoleo. Tenían que superar a los esqueletos, ver el reloj y encontrar las mazmorras.

Una enorme libreria del otro extremo de la biblioteca sale volando y bloquea la puerta con estruendo de libros cayendo. Un esqueleto con una maza astillada levanta la vista hacia Zarlene...