Partida Rol por web

Emilio Rage se incorpora desde el capó del automóvil blindado donde estaba recargado ante la llegada del lupino emisario y luego de Agatha Amary, mueve la cabeza negando las palabras de Renzo mientras que escucha las palabras de la arconte y le dirige una mirada fúrica mientras le quita el seguro a la pistola y apunta al suelo listo para si es necesario usarla.

-¿Desde cuando los lobos invitan a las ovejas a su guarida?... -exclama a Renzo- Mis sombras capturaron a este corderito perdido en el bosque y al parecer sabe hablar ya que se ha apegado a la quinta y sexta de las tradiciones, quiere presentarse ante la príncipe madre y no me ha dado tiempo a reventarle la cabeza pues ha solicitado el derecho de no destrucción.-

Emilio levanta el arma hasta la altura de sus ojos mientras gira el tambor donde se encuentran alojadas las balas expansivas, luego se dirige a Agatha Amary. 

-Me guste o no tu tienes la última palabra...- con media sonrisa en el rostro baja el arma apuntando a aquella extraña máscara.

-Yo creo que ya tenemos suficientes problemas como para cargar con uno más, el dominus de Regina es muy sabio no pasará a mayores si este... esto...- señala al enmascarado -lo que sea, desaparece sin dejar rastro.-Sin dejar de apuntar amartilla el arma frente a la nariz del gigante. -Dígame como procedo señora arconte.-

-Juegas con fuego Rage... sabes que no tienen derecho a cazar en nuestro territorio.- Renzo se pone tenso y su voz comienza a sonar impaciente.

El Sheriff se encoge de hombros y luego le dirige una sonrisa socarrona a la arconte. -Le tomas mucha importancia a esta cosa Renzo, a final de cuentas tu Alfa ordenará su destrucción una vez que lo hayan exprimido y eso a nosotros nos afecta, por eso nada para nadie, a veces es mejor así...-

Le dirige una sonrisa burlona a Agatha Amary. -Si me permites volarle la cabeza nos evitaremos muchos problemas...- Luego con el mentón señala a Renzo Mictli. -Tus perros destrozaron a nuestro sirviente...- chistea con los dientes moviendo la cabeza en señal de desaprobación y con la mirada señala los restos de Pedro Quintanar desparramados a sus pies, después el sheriff se dirige a Agatha Amary. -Debería exigir una retribución por este sirviente mi señora.- 

Miro todo lo que sucede rápidamente escuchando atentamente lo que se decía mientras niego con la cabeza para después decir: -Con todo el respeto que se merece de mi parte la Arconte,aún estando ella presente no puede ordenar mi destrucción si en la ciudad existe una Príncipe,es ella y solo ella quien puede ordenar mi destrucción,mediante un juicio donde se demuestre que haya roto las leyes de la Camarilla,¿tienen pruebas de que hice eso?,como dije acabo de llegar a este bosque por lo que soy nuevo en la ciudad,¿acaso la Arconte tiene la autoridad para ir por encima de las leyes que se establecieron luego del medioevo?-No estaba faltando-le el respeto a la Arconte solo contaba los hechos por los cuales no podían acabar conmigo y luego mirando con mi mascara al hombre lobo-El Sheriff tiene razón,quiero hablar con la Príncipe pero ambos tenemos intereses en común señor Renzo,pero no iré a ningún lado para que me asesinen,y si bien ingrese a su territorio sin permiso no cometí ningún acto que les haya afectado a ustedes,así que ni un lado ni el otro pueden decidir sobre mi vida si no cometí crimen alguno,ademas hasta el momento demostré ser inofensivo para ambos lados así que si bien su trato estaba llegando a su fin cuando yo llegue de improviso,esta situación lo cambia todo y deberían ser los lideres de ambos lados del trato quienes se presenten aquí y resolvamos de manera pacifica esta situación,dado que quiero pro ponerles a ellos y solo a ellos un tratado que será tripartito donde todos ganan. Seguía hablando de manera respetuosa y sin burlarme ni demostrar superioridad alguna,al contrario solo quería demostrar sensatez y que podía ofrecerles a ambos lados algo con lo cual ganar. Seguí perdiendo tiempo,y necesitaba donde alimentarme y descansar para la siguiente noche.

Tanto discurso de normas que ya conocía y contra las que no se había manifestado la hizo alzar las cejas, cruza sus brazos y se encara a la figura enmascarada.

-El caso es que ha llegado usted a Regina en un momento de lo más delicado. No tengo ninguna intención de destruirte ni aquí ni ahora pero tampoco tengo obligación ninguna de llevarte con la Príncipe antes de asegurarme de que no comportas ninguna amenaza. Ahora abandonaremos este sagrado lugar y hablaremos en otro sitio si es que aún tienes interés en parlamentar.- su tono estaba sobrecargado de autoridad, sus maneras apuntaban a que acostumbraba a ser obedecida y por ello se dio la vuelta no prestando mayor atención al tipo misterioso.

-Es suficiente, Emilio.- le acalla con un gesto cortante de la mano- El sirviente solo era una bolsa de zumo indigna que mucho ha tenido que ver con la situación en que estamos ahora. Si la guerra es inevitable, no tengo ninguna intención de adelantarla aquí y ahora. -dirige un asentimiento a Renzo.- Nos vamos. Y usted también.- mira de nuevo al enmascarado por si se le ocurría no darse por aludido.- A los coches.

Asentí a lo que decía la Arconte,al parecer la reunión no se llevaría a cabo y las cosas que deje ocultas en el bosque a menos que los hombres lobos buscaran mas acerca de mi persona no las encontrarían,me asegure de ello que no sea fácilmente encontrables para nadie.

Mentalmente suspire,dado que había salvado mi no-vida de momento y además en la ciudad aunque muy peligrosa era mas segura que estar con los hombres lobos los cuales no podía estar seguro en un 100% que no acabarían conmigo.

Definitivamente debía de aprender también la disciplina de los gangrels que les permite comunicarse con los hombres lobos y andar entre ellos.

Seguí a la Arconte con la seguridad de que con su palabra el Sheriff no se atrevería a dispararme sin razón alguna,además las kunoichis se notaban que no atacarían sin la orden del Sheriff.

Me subí a uno de los autos,algo incomodo por mi gran estatura,por suerte que esta noche me había cambiado de ropa pero para la siguiente noche,si sobrevivía a esta necesitaría un nuevo cambio de la misma.

Había tantas cosas que hacer y tan poco tiempo.

Si me llevaban frente a la Príncipe mejor que mejor pero sino debería de exponer mi caso frente a la Arconte.

A pesar de la apresurada y ríspida presentación entre la arconte y el sheriff este último había aprendido a respetar la jerarquía que imponía Agatha Amary, no solamente por su nombramiento, si no por los hechos que con su personalidad demostraba, por lo que ante el mandato de la Ventrue, Emilio Rage finge dispararle a la cabeza del enmascarado para luego de manera burlona soplar el cañón de la magnum phyton y darle un par de hábiles giros como si de un cowboy pistolero se tratar para ocultar la pistola bajo su axila entre su chaqueta de cuero.

-Esta vez no Renzo... la presa es nuestra.- El sheriff se dirige a Renzo Mictli y se pasa la lengua por sus afilados dientes arrugando la nariz, luego se da media vuelta indicando a los choferes con un dedo que abran la puerta para que el gigante ingresara como pudiese al vehículo blindado.

Emilio mueve la cabeza en tono de desaprobación ante el casi cómico hecho de ver como se contorsiona el enmascarado tratando de ingresar en la parte de atrás del coche, se adelanta hacia el otro vehículo y le abre la puerta a la arconte para que viaje ella sola.

Emilio se inclina un poco para hablar con Amary. antes de cerrar la puerta. -Yo acompañaré a esa cosa, nos reuniremos en un refugio seguro cerca de Hill of the dead para que lo puedas interrogar y decidas qué hacer.- cierra la portezuela y le da una palmada al techo del vehículo indicando al chofer que los siga dejando al emisario lupino con una mueca de disgusto, como la de un niño al que le acaban de estafar quitándole sus caramelos.

El viaje es relativamente corto, los vehículos avanzan serpenteando en la oscura carretera que se interna entre unas colinas dejando atrás el bosque de Trinidad pasando a territorio seguro, el coche del sheriff donde llevan al extravagante enmascarado se desvía hacia un camino oculto entre una fila de enormes fresnos, los cuales resguardan la entrada a una aislada construcción en la cima de una colina.

Cuando los autos se detienen el sheriff es el primero en descender con el puño cerrado golpea el vidrio del asiento de atrás para despabilar al gigante y que también descienda, luego con el mentón le indica a los choferes que se adelanten para revisar el perímetro ambos armados con poderosos fusiles de asalto. El segundo ghoul con traje negro y auricular de comunicación en una oreja antes de cumplir con la orden de Emilio abre la portezuela de la arconte para que esta también descienda.

Una vez que los sirvientes indican que el lugar es seguro toman posiciones en ambos coches para servir de vigías guardianes mientras los tres vástagos ingresan al lugar.

El estilo minimalista del lugar lo mantiene sobrio pero inmaculadamente limpio a pesar de que se nota que aquella casa ha permanecido vacía por mucho tiempo.

Un amplio comedor los recibe.

No dejaba de sorprenderme como la Camarilla gastaba dinero innecesariamente pero ¿quien era yo para cuestionar sobre gustos?,baje del auto y me estire demostrando mis 2.20 cms en su esplendor y ahora era yo quien veía desde arriba al Sheriff pero no con la intención de burlarme de el para nada sino para demostrarle que si no hubiera sido por la kunoichi que me clavo la punta de su katana en mi hombro el tendría que alzar la vista para hablar conmigo.

Ingrese a la casa como se había indicado y espere a que sea la Arconte la primera en hablar,si esto era un interrogatorio yo lo convertiría en un juicio donde probaría mi inocencia de recién llegado a la ciudad y que la Camarilla aun con una situación tensa con el Sabbat debería permitirme vivir mi no-vida a gusto.

Agatha se pasea por la habitación principal, esa especie de salón comedor de estilo minimalista en blanco y negro parecía haberla sorprendido gratamente.

-No esperaba tanto derroche de gusto y calidad en un refugio suyo, Emilio. Le felicito, no soy fácil de sorprender.- comenta pasando su dedos por aquí y por allá, disfrutando de las texturas y la limpieza de esta estancia.-Luego hablaremos de ello.- había un par de detalles que eran dignos de mención pero no delante de el sospechoso, a quien se dirige por último y le indica que tome asiento en una de las blancas sillas de la mesa de cristal.

Luego ella se sitúa en frente, apoyados sus codos en el vidrio y las manos entrelazadas en actitud calma y cálida. 

-Me llamo Agatha Amary, de la estipe de Mithras, arconte del círculo interior y primogénita de Regina. -se presenta con educada cordialidad- Para demostrar tu buena fe y tu deseo de no dañar a la torre de marfil responderás a mis preguntas con sinceridad y respeto, el mismo que yo te estoy demostrando. Si tengo la menor duda de tus intenciones, serás ejecutado. Pero tal posibilidad no debería preocuparte ¿no? Si vienes con buena intención o deseas parlamentar, nada malo te ha de pasar.- añade pronto con una sonrisa tranquilizadora y amable.

Escucho con atención todo lo que dice la Arconte Agatha,en especial sobre la decoración y el buen gusto del Sheriff por lo que hacía preguntarme mentalmente ¨¿será del clan Ventrue o Toreador tal vez?¨ no podía estar completamente de acuerdo en cual de las dos posiciones de clan sería,pero si pertenece a la Primogenitura definitivamente debía de ser de uno de los clanes que mas representación tiene.

Por lo que tomo asiento,corriendo la silla y tomando asiento a continuación donde se podía apreciar mi elevada estatura pero aún menor que el techo por lo que luego de escuchar la presentación de la Arconte dije:

-Me llamo Jorge Lara,de la estirpe de Marcos,antiguo dentro de mi clan,sin posición,llegue esta noche a Regina,y como ya dije deseo parlamentar dado que como conozco las leyes de la torre y las respeto es por eso que deseo de presentarme con la Príncipe como es debido.

Al fin y al cabo no estaba mintiendo,solo quería que terminase esta parte para ir a descansar lo mas pronto posible.

En cuanto escuchas hablar a la arconte  te embelesa el sonido de su voz, sus gesticulaciones son de lo más sutil y elegante que provoca una gran confianza en ella, casi que apruebas todo o que ella dice o hace, muy en el fondo sabes que esta haciendo uso de alguna de sus habilidades y es muy buena en ello por lo que no te provoca ningún temor o preocupación de que lo que ella pudiera hacer en caso de que quisiera dañarte.

-No importa el sitio, su señoría, esto pertenecía a uno de los capos que trabajaban para nosotros en Trinidad, simplemente lo tomé como casa segura.- El Sherif se encoge de hombros sin tomarle mas importancia al asunto. Emilio permanece recargado en uno de los muros de entrada con los brazos cruzados escuchando la breve introducción de la agente hacia aquel extravagante personaje.

Luego de escuchar ambas partes sonríe divertido negando con la cabeza. -La príncipe no te dará audiencia, tendrás que responder ante la primogenitura.- señala con el mentón a la arconte Agatha Amary. 

Dentro de mi mascara sonreí, sin darse cuenta el Sheriff me había dado el arma perfecta para negarme a responder y si bien sentía que estaba aplicando sobre mi alguna disciplina para sentir mas afinidad para con la Primogénita Agatha los mire a ambos para decir:

-Usted tiene razón Sheriff, al no poder presentarme con la Príncipe debo de presentarme ante la Primogenitura toda y no solo con una de sus cabezas...pero en señal y respeto a la Primogénita Agatha responderé a sus preguntas aun así supongo que antes de continuar con el interrogatorio ¿no tendra problemas Primogénita a que se llame ante su presencia a los Primogénitos Brujah y Nosferatu?, después de todo me gustaría....testigos imparciales que no respondan directamente a usted o a la Príncipe...o ¿el Sheriff me garantiza que será tan neutral como Suiza que se mantendrá al margen durante el interrogatorio sin tomar bandos?

Con esto demostraba mi buena voluntad de cooperar respondiendo preguntas pero de manera indirecta le daba a entender a la Primogénita que me había dado cuenta que estaba usando alguna disciplina sobre mí, y que justamente sin decirle eso pedía que otros Primogénitos estuvieran presentes para que de esa manera ellos detectarían el uso de dicha disciplina, algo que no podría hacer delante de ellos y como para seguir demostrando mi punto sin echarle en cara a la Primogénita que me di cuenta redireccione mi ataque al Sheriff haciéndole sospechoso a el en lugar de ella, de esa manera no podría acusarme abiertamente que me estaba acusando de algo sin prueba alguna.

-Se cree usted un tipo listo, señor Lara.- no lo pregunta lo afirma pero mantiene su sempiterna sonrisa- Puede que lo sea, y eso está muy bien. Cuando se juega con las mismas reglas, el más listo gana.- suspira y sus dedos tamborilean en la mesa- Pero me temo que no estamos en Kansas, señor Lara. Usted ha entrado en una ciudad en guerra...se lo explicaré con términos que nos hagan llegar a un mutuo entendimiento. -chasquea la lengua un momento y hace un gesto a Emilio para que se mantenga al margen- La única valedora de su existencia y la única garante de lo que ocurra aquí en las próximas horas soy yo. Ningún otro primogénito pues mi cargo de Arconte del círculo interior y la autoridad que la excelente Príncipe de Regina ha puesto sobre mis hombros me otorgan la potestad en estos momentos de guerra. Yo hago y deshago a mi voluntad por el bien de la torre de Marfil. ¿Lo ha entendido al fin? - culmina extendiendo una mano sobre la mesa y posando las puntas de los dedos en ella.- No voy a debatir con usted ni una sola más de las leyes de la Camarilla.

-¿Podemos proseguir? Dígame su clan y a cuántos pasos está de Caín, si es tan amable. Y descúbrase la cara, me molesta no ver los ojos de aquel con quien hablo.

El sheriff bufa ante el gesto de la arconte indicándole mantenerse al margen de la conversación. Moviendo la cabeza se cruza de brazos y masculla entre dientes. -Pérdida de tiempo... deshagámonos de esta cosa y asunto zanjado, hay situaciones más importantes que informar...- le recuerda Emilio a Agatha mientras mira con desdén a aquel gigante sentado frente a la arconte.

Asiento a lo que dice la Arconte por lo que lo primero que hago a continuación para demostrar mi buena voluntad es contestar antes de proceder a sacarme la mascara: -Pertenezco al clan de los Kyasid, por eso cuando el Sheriff me pregunto acerca de mi clan conteste que soy un extraño dado que asi es como se nos conoce. En cuanto a que tan cerca estamos del padre fundador de todos los clanes...bueno...nuestra situación es "extraña" dado que si bien somos vástagos no lo somos de manera convencial, pero si estamos cerca del padre fundador mi generación es 9 asi que soy un antiguo entre los míos.-

Después de responder eso agregue: -Debe de entender que si me cubro el rostro no es por falta de etiqueta ni al decoro correspondiente sino para preservar la mascarada.- Y mientras decía eso me quite la mascara dejando a ambos que observaran mi rostro con mis ojos que eran tan profundos como un gran abismo oscuro y aleje un poco mi largo largo cabello para dejar ver mis orejas en punta. Mientras observaba sus reacciones continué: -Es verdad que me menciono que están ante una gran crisis dos veces. Pero yo también le recuerdo que soy un recién llegado a la ciudad y nada tengo que ver con la situación actual...en todo caso podríamos decir que estoy en el lugar equivocado además de las circunstancias equivocadas, si conoce algo de la historia de mi clan, sabrá que no solemos ser molestia para la torre de marfil y que somos ciudadanos respetuosos de la ley que ella impone.- No estaba mintiendo para nada, al contrario decía la verdad los Kyasid por regla general no somos combatientes en su mayoría y mi caso no era la excepción. Hice como si suspirara para continuar: -Solo pido permiso para vivir mi no-vida tranquilo en la ciudad no les ocasionare problemas, ¿le parece bien? Al terminar de decir esto, mire a la Arconte Agatha ya que en primer lugar no tenia nada contra mi,no habia intentado nada contra la Camarilla y mucho menos roto la mascarada,y se que los Kyasids somos odiados pero no habia motivos para acabar conmigo...nada que ameritara la muerte definitiva.