Partida Rol por web

-Sólo es un rasguño, no te preocupes- Le susurro cariñosamente dándole un disimulado beso el los labios.

En un momento me pongo de espaldas al grupo, y me agacho hacia Jackie además de susurrarle algo, aunque no queda muy claro nada.

-No os preocupéis, parece que vosotros también tenéis lo vuestro, deberíamos irnos de esta playa, creo saber a que club ir.

Jackie sonríe pero niega con la cabeza.

-Anda, vamos a algún sitio donde poder limpiarte la herida y curarte.-dice levantándose.

-Tíos, ¿qué ocurre?-les murmura.

Bueno, al menos parecen estar enteros

- Apartemonos de miradas indiscretas primero, no os vais a creer con quien nos hemos encontrado, las cosas cada vez pintan peor.

-Si os habéis encontrado a Apolo me lo creo, si no hemos visto cosas más raras- Digo arrastrando inconscientemente a Jackie de la mano fuera de la playa.

-De acuerdo, vámonos.

Jackie retira la mano de la de Eneas.

-Tal vez deberíamos ir a comprar vendas y demás, para tener un pequeño botiquín, por si acaso. ¿Hay alguna farmacia cerca?

Para de correr al ver que no hay peligro inmediato, suspirando

Genial, una carrera para nada...al menos nos hemos apartado de ese tipo...

- ¿Vendas? Claro, espera, que saco mi maletín de cirujano. ¿Qué os ha pasado a vosotros? - Dice mirando a un lado y a otro, bajando la voz, viendo quien hay por las cercanias

Cuando dice la segunda propuesta de ir a comprarlas le tiende el mapa de la ciudad a Jackie, para que busque el hospital más cercano o lo que le de la gana

Al notar que Jackie me retira la mano me pongo rojo.

Mierda... no me di cuenta

-¿Nadie trajo Néctar o Ambrosía?- Pregunto para distraerlos del hecho y para saberlo.

Ante la mencion de apolo no puede más que emitir una breve carcajada.

- Ojalá, si tan solo hubiera sido Apolo no me preocuparía tanto, nos hemos encontrado nada menos que con Deimos & Fobos

Jackie acepta el mapa de Damian y busca una farmacia cerca de ahí. Se para en seco cuando escucha a Alcander.

-¿En serio?-dice atónita-¿Y qué querían? ¿Qué os han dicho? ¿Qué han hecho?-pregunta con curiosidad. Nada bueno podía ser si se trataba de ellos.

- Presentarnos a dos amigas de lengua afilada, a un idiota y llevarme con Prometeo para no sé que cosa. Naturalmente declinamos la oferta, los idiotas gigantescos no nos caen bien y para aguantar a alguien con la lengua afilada tenemos bastante contigo - Se encoge de hombros, aunque solo recordar la visión del dios le pone los pelos de punta y la cara un poco pálida

- Sea como sea, parece que tiene algo que ver en todo esto, así que seguro que lo volvemos a ver...por desgracia - masculla lo último

-Yo tengo varios cursos de primeros auxilios... mi padre es médico y nunca me deja salir de casa sin... - llevo la mano a uno de los bolsillos de la mochila y extraigo un par de vendas y gasas, agua oxigenada y desinfectante. Cojo unas tijeras también y veo que no voy a necesitar tiritas, dejo el hilo y la aguja de cirujano en su sitio de nuevo con el resto.

Me acerco a Eneas y a Jackie y de buen humor, bromeo, mientras empiezo a atender al chico:

-¿Qué tal la mañana de playa, tortolitos? Jackie, como me digas que elegiste al cojo...

Observo las heridas de Eneas y digo:

-¿Cuáles son las que más te duelen?

-Que te den, Flynn-dice riendo.-Nosotros nos encontramos con Apolo...que nos dijo donde se encontraba Prometeo. Y después...nos encontramos a esas zorras.

Finalmente, encuentra en el mapa una farmacia no muy lejos de ahí. Decide ir para allá, asegurándose antes de que el grupo la sigue.

Entonces su hermano aparece con un buen equipo de emergencias. Suspira aliviada. Por fin alguien con algo de cabeza...Obviamente, tenía que ser su hermano.

-Nada, hermanito, lo típico, besos ardientes en la arena y baños en el frío océano buscando nuestros cuerpos para darnos calor-dijo sarcástica mientras reía.

Bueno, Johan es discreto...

Pienso al escuchar a Lukas aunque algo colorado, se lo agradecia a Johan.

-Sólo tengo una cegato...- Respondo sin maldad poniendole los ojos en blanco mientras señalo el corte en el hombro -Ya le he dicho a Jackie que solo es un rasguño pero insiste...

-Más te gustaría, hermanita, más te gustaría... - digo sonriendo y arrodillándome sobre el herido para tratar la herida Eneas - puede que te escueza un poco - digo, cuando limpio la herida con agua oxigenada para ver exactamente como es el corte.

-Ahora en serio... ¿qué hicisteis por la mañana? - digo, ignorando la respuesta de mi hermana y mirando a los otros dos.

Mis espadas reposan desenvainadas sobre la arena al lado de mi bolsa y pienso que debería limpiarlas, pero lo primero es lo primero.

-¿Apolo? Seguro que estaba radiante - digo prestando la atención a la parte menos importante de la conversación. Mientras lo digo limpio mis hojas.

Ante la pregunta de Lukas me pongo rojo ya que yo no sé mentir y paso de contar la verdad así que cuento parte de ella -Ver a mi madre- Digo esperando a que eso les llamara suficientemente la atención.

-Más bien cabreado...- Respondo a Holden

- Bueno, si sabeis donde está ¿Qué hacemos que no vamos a buscarlo? - Dice poniendose al pie de las armas de Lukas, para que no se vean demasiado, nunca se sabe quien puede estar mirando - ¿Qué os dijo, por qué que estaba cabreado? sed un poco comprensivo con quienes no tenemos mucha idea de dioses, historia y esas cosas...y no lleveis las armas a la vista, que al final tenemos lios de los que no podemos salir a base de puñaladas

Habla en todo momento sin levantar demasiado la voz, algo intranquilo aún

-Vaya Jackie... no sabía que fueras tan ardiente- Digo señalando la herida de Eneas-. Espera... dos amigas? Eneas si te ibas a montar una bacanal, me podrías haber avisado ¿sabes?

Vale sabemos donde está Prometeo y sabemos que necesita al menos a un mestizo... ¿pero para qué?

-Volvamos al hotel. organizamos las cosas, preparamos lo de esta noche y ponemos orden ¿os parece?- Pregunto mirandoles

Me pongo algo nervioso ante el comentario de Johan sin embargo intento contestar a Damian con tranquilidad, me había olvidado que ahí había muchos nuevos y contra antes se les explicaran las "reglas" de ese mundo mejor.

Comienzo a hablar en susurros -Estaba cabreado, por mi culpa, nada serio... la rabieta mestiza de siempre y que me he enfrentado a él- Cierro los ojos por el agua oxigenada y continúo -Simplemente quería- Me pongo rojo -Darnos un momento libre de monstruos para que pasáramos un buen día con los amigos, aunque al final sólo estuvimos Jackie y yo porque los demás os fuisteis.

-Vamos a ver, respecto a las armas, no tenéis porqué temer que los mortales nos vean con ellas. La niebla se encarga de ocultarlas- Suspiro, esto iba para largo -¿Alguna vez antes de saber que existía esto has visto algún monstruo? La niebla oculta a los mortales lo que no quieren ver, verán a un cíclope comoun humano grande y feo, pero como un humano, las armas, no sé lo que verán pero no una espada, ya que nadie quiere ver a alguien con una espada. Hace un tiempo hubo noticias de un gran huracán que destrozó medio Estados Unidos y se quedó a las puertas de Manhattan, no era un huracán era el monstruo Tifón, sin embargo la niebla engañó a los mortales. Pese a todo hay extremos y cosas que pueden levantar sospechas... al parecer ese es el caso de un combate...

-Respecto a qué nos han dicho los dioses, a parte de que nos ha dicho donde está Prometeo...- Miro a Johan de reojo -Veréis las búsquedas comenzadas por Hades, no suelen acabar bien, apenas consiguen sobrevivir uno o dos mestizos y los muertos, en el inframundo se convierten en sus sirvientes, con todo su poder intacto, pero sin la voluntad de su alma. Supongo que Hades busca que le hagamos el trabajo y a la vez engrosar sus filas, al parecer su última búsqueda acabó con la segunda guerra mundial en marha, lo contó Johan a Alcander y a mí diciendo que era un rumor. Pero tanto Apolo como mi madre dejaron en el aire que esto era cierto y no un simple rumor. Ahora, mi madre me ha advertido frente a Prometeo, no escuchéis sus palabras cuando diga que defiende a la humanidad, no le guardéis cariño ni le creáis, pero no le llevéis la contraria.

-Ahora hay una pequeña regla, si alguien tiene un teléfono móvil haría bien en romperlo porque los monstruos nos pueden localizar con él, y más si hacemos una llamada. En caso de tener uno apagadlo y usadlo sólo cuando tengáis que decidir entre él o la muerte. Otra gran putada, nosotros no somos capaces de ver a los monstruos pero ellos a nosotros nos distinguen con mucha facilidad, no bajéis la guardia, no llaméis la atención más de lo que tenemos que llamarla...- Esta vez miro a Damian -Si consideras todo esto un juego, juégalo, pero no lo hagas más peligroso de lo que es de por sí.