Partida Rol por web

Tras rascarse la cabeza innumerables veces y permanecer pensativa, dando pequeños pasos de arriba a abajo, se dirigió a una de las estatuas y le dio un puntapié con la bota que se había chamuscado al intentar continuar por el pasillo.

¡Nada, no se me ocurre nada! - dijo visiblemente nerviosa - ¡Quiero salir ya de aquí! Sentir de nuevo el viento en mi cara. Llevamos mucho rato aquí encerrados. ¡Haced algo chicos! Nos os quedeís ahí como pasmarotes. - Dijo apretando los puños, ante su impotencia. 

Libis parecía muy enfadada con la estatua. Así no conseguiríamos nada. Además, por ahora no había prisa para marcharse de allí. Sabíamos que esas estatuas significaban algo, no teníamos el sol sobre nosotros, ni hacía ya mucho calor. Había agua de sobra, y el cadáver de un cangrejo gigante para hacer a la barbacoa si teníamos hambre. No había nada de lo que preocuparse.

- Tranquilízate Libis. Enfadándonos no conseguiremos nada. - miro las estatuas con curiosidad. Quizás si les pegábamos...- A mí tampoco se me ha ocurrido nada. Si tanto odio les tienes, siempre podemos romperlas a ver si el medallón está en su interior. Aunque si son una especie de puzle o algo por estilo, puede que nos fastidiemos la salida si lo hacemos... Lo mejor será pensarlo con más calma. ¿Tú qué dices Attem, se te ocurre algo?

Pongo los ojos en blanco ignorando los comentarios de mis compañeros, tras un rato en silencio  me acerco a una de las estatuas.

---Veamos....- digo mientras comienzo a empujar la estatua  en dirección a la salida, la cara  se me pone roja por el esfuerzo dejandome con un aspecto bastante comico

Observáis como Attem comienza a desplazar la estatua a través de la arena, le cuesta bastante porque es demasiado pesada para una sola persona pero los metros que ha ido avanzando los ha hecho sin quemarse, o si lo está haciendo desde luego lo disimula realmente bien...

Libis miró con cara sorprendida a Attem cuando este se puso a empujar las estatuas y andar por el camino, apoyando los pies en el suelo sin inmutarse, parecía no quemarse.

¿Que haces Attem? ¿No te quemas? ¡Explícate! ¡Siempre tan callado! - dijo con los brazos en jarra.

Miro con asombro, al igual que Libis, cómo Attem empuja la estatua por la zona ardiendo sin quemarse. O al menos no parecía que lo hiciera.

- ¿Para eso sirven las estatuas? - digo sorprendido. - Yo pensaba que iban a ser parte de algo más grande. Qué decepción. Aunque bueno, por lo menos así podremos salir de aquí.

Por mi parte imito a mi compañero y comienzo a empujar una estatua en su dirección.

Cuando acabo me dejo caer, literalmente,  en el suelo, mi cara esta completamente roja del esfuerzo y   saco la lengua cual perro cansado; Acre pensando que es un juego, baja del lugar y comienza a imitarme  pero con la diferencia de que comienza a lamerme la  cara, pero no hago el menos  gesto para moverme ni apartarlo  debido al cansancio que tengo.

¿Pero que...? - espetó mirando como sus compañeros se alejaban empujando una estatua. Con cara de incredulidad se dirigía a la última que quedaba y empezó a empujarla en la misma dirección. Primero despacio, ya había sentido el calor del suelo en los pies, pero luego más rápido, empujando con todas su fuerzas, al ver que no se quemaba.

Llegó al final donde ya esperaban sus compañeros sudorosa y cansada. Dejó de tocar la estatua ligeramente para asegurarse de que no se quemaba, y se sentó en el suelo a recuperar el aliento.

¿Que clase de magia es esta? ¿Habíais oído hablar de algo así? En las enseñanzas del maestro no recuerdo haber hablado de algo parecido. Este lugar es extraño, algo oculta. No me gusta un pelo. - dijo mientras ponía los brazos en jarra.

Al igual que Libis empujo primero con cuidado, pero al ver que no quema aumento la velocidad todo lo posible hasta llegar al final. ¡Sabía que había algo con las estatuas! Quizás incluso para delante no hubiera una salida, sino que nos adentraríamos más adentro. Que suerte habíamos tenido con el bicho.

- ¿Qué dices? Seguro que esto es psinergía. Es genial. Cada vez estamos más cerca de conseguir el medallón. - le sonrío a mi compañera. - Vamos, nuestra misión nos espera. No seas vago Attem, no hay tiempo que perder.

Digo antes de comenzar a caminar hacia delante.

Aunque tardo más que mi compañero en empujar la estatua cuando llego al final él está tirado en el suelo, por lo que comienzo a caminar yo delante. Además, sería lo suyo ya que yo llevaba una armadura pesada y ellos no. 

- ¡Venga! No hay tiempo que perder. Lo que buscamos puede estar al final del túnel. - digo animándoles a seguirme, según comienzo a caminar hacia dentro.

Se sacudió el polvo de los pantalones y la posaderas, y se levantó repuesta del esfuerzo de empujar la estatua. - Claro que vas a ir delante - dijo a Hao - Para algo eres el más fuerte. Pero también eres el más despistado, así que ten cuidado donde pones los pies y no te pongas a mirar las musarañas.

Luego miró a Attem, quien estaba en el suelo jugado con Acre. - Venga, levantad del suelo ambos. Tu irás con Acre en medio. Yo vigilaré la espalda, y tratad de no hacer mucho ruido. No quiero volver a ver un cangrejo de esos.

No cabía duda de que Libis era una mandona.

Me levanto algo mareado y me limpio la cara con la manga de mi tunica.

--- Como mande....capitana- digo entre jadeos todavia y comienzo a avanzar tras Hao con Acre en la cabeza.