Partida Rol por web

Alex estaba perdiendo la paciencia, lo que comenzó siendo un juego para él terminó por convertirse en una pérdida de tiempo, comprobó que tan solo dos de los cuatro chicos habían sucumbido, ¿por qué se dignaban tanto el resto por resistir?.

Los que quedabais conscientes pudisteis notar como se mordió el labio en claro signo de rabia, de modo que alzó otra vez el brazo y el aura resplandeciente dorada volvió a canalizarse alrededor de su cuerpo, aquello tenía mala pinta, ¿iba a rematar el trabajo? de ser así no tendríais ya ninguna escapatoria, apenas sin oxígeno y con las fuerzas al mínimo...

- Y esta, jóvenes míos, es la nota final a esta melod... - un fuerte temblor comenzó a resquebrajar vuestros cristales. Poco después una voz comenzó a resonar en vuestras mentes.

Mientras que el poder de los seres vivos no puede ser controlado y debe dejar que el libre albedrío se encargue, el poder de la alquimia debe permanecer controlado, no desatado, el Sol Dorado es una manifestación universal, global, no un tesoro para una única persona.

Mi mirada se tornó fría y enfadada. Si las miradas matasen, esperaba que la mía le estuviese lanzando cuchillos a aquel ser horrible. Pero algo mejor pasó, el cristal empezó a resquebrajarse mientras unas palabras inundaban nuestras mentes. Con más fuerza y lleno mi espíritu de esperanza, empecé a moverme, para liberarme de allí lo más rápido posible.

Eidan, para él perdida ya toda esperanza, veía a su captor través del borroso cristal de hielo dispuesto a acabar con todo. Sin fuerzas para moverse cerró los ojos esperando que fuese rápido, pero no esperaba que su prisión comenzara a agrietarse ni aquella voz que resonó en su cabeza. ¿Era una alucinación? ¿deliraba por el frío y la desesperanza? No lo sabía, y aunque continuaba incapaz de utilizar ninguna fuerza para resistirse o escapar una pequeña parte de él comenzó a pensar que tal vez por algún milagro no fuera su final.

Alex de Ímil, sobreviviste a la exposición de la psinergía desatada, sobreviviste al poder del Sol Dorado y lo has usado para acabar con vidas inocentes. Yo, el Gran Sabio, Protector de la Alquimia, velaré por la integridad de dicho poder.

El gran orbe que daba escalofríos descendió de los cielos, ¿era aquella cosa la que os hablaba a través de la mente? podías notar como la psinergía fluía de manera más fuerte que incluso en vuestro enemigo.

Alex cambió por completo la expresividad de su cara.

- ¡Maldito ojo!¡Este poder es mío!¡Me lo gané yo solo!¡Encendí los 4 faros elementales y restauré la alquimia en el mundo, debería ser un DIOS entre los mortales, y ni tú, ni nadie, va a pararme ahora, ¡¡¡NADIE!!! -

En aquel momento comprobasteis como Alex dejó de preocuparse por ustedes y no tardó en comenzar de nuevo a canalizar su psinergía dorada, apuntó con su brazo al Gran Sabio y expulsó una ráfaga de agua con gran potencia, una ráfaga que se deshizo completamente antes de impactar en la siniestra orbe que representaba al guardián de la alquimia.

- ¡¡No puede ser, mi poder es ILIMITADO!! - dijo intentando repetir la misma maniobra una y otra vez, para cuando aquello sucedió los cristales de hielo se habían acabado de romper por completo, dejándoos libres.

De repente, el cuerpo de Alex comenzó a sufrir lo mismo que vosotros, sus pies comenzaron a congelarse, inmovilizándolo en el proceso.

- No, no, no, noooo, esto no puede estar pasando - dejó de centrarse en el Gran Sabio para intentar frenar el proceso de congelación. Actualmente solo estaba congelado de piés a rodillas.

Y a cambio, recibirás aquello que habías dado sin el permiso del Gran Sabio.

Dijo por última vez la voz en vuestras mentes.

Caímos al suelo y, respirando con dificultad, grité.

¡Guirnalda, prestanos tu poder y sana nuestros cuerpos!

Con el hielo desmoronándose, Eidan estaba a punto de caer contra el suelo. Sin embargo, escuchó a Erik gritar algo y al poco tiempo una sensación cálida comenzó a recorrer todo su cuerpo, restaurando sus fuerzas y eliminando su aturdimiento.

Con aquellas nuevas fuerzas pudo caer de rodillas en lugar de estrellarse contra el suelo. La escena que tenía ante él parecía increíble, no tenía ni idea de lo que pudiera ser ese orbe, pero fuera lo que fuese le estaba devolviendo al desconocido su propia medicina. No se paró a pensarlo demasiado, aquél tipo había intentado matarlos y lo haría de nuevo si tenía oportunidad, liberado del hielo volvió a concentrarse y lanzó su psinergía contra él.

Alex observó impotente como estaba totalmente desprotegido ante cualquier ataque, por desgracia para él, dos de los jóvenes adeptos estaban a salvo y con fuerzas suficiente para sacar a la luz sus poderes.

Eidan se recuperó por completo de la asfixia y el debilitamiento de su cuerpo gracias a Erik y su Djinn, y el efecto somnífero que fue lanzado por el adepto de júpiter hizo mella en el cuerpo de vuestro enemigo, quedándose dormido por completo a la vez que su cuerpo seguía congelándose.

El orbe, que había demostrado tener un gran poder, se quedó flotando y observó a ustedes.

La alquimia no tiene dueño, la alquimia fluirá libre y serán sus propios usuarios los que acepten las consecuencias de su buen o su mal uso, ya sucedió en el pasado y volverá a suceder en el futuro, pero todo aquel que considere que la psinergía solo debe pertenecerle a una única persona sufrirá las consecuencias de la avaricia y la codicia radical.

Mi papel aquí ha concluido. El poder del Sol Dorado ya no recaerá en una sola persona, si no que estará presente en cada ser vivo.

Tras aquello, aquel orbe que se hizo llamar El Gran Sabio, ascendió de nuevo hasta desaparecer por completo, ya no podíais sentir su rastro de alquimia, ahora tan solo teníais que tomar una decisión, porque ese era el papel de los humanos en este mundo. ¿Dejaríais vivir a Alex, ya sea de manera libre o como prisionero?¿o acabaríais con su vida?.

Me acerqué al cuerpo de Attem, que había caído inconsciente.

Guirnalda, usa tu poder en él también le dije a mi Djinn.

¿Qué hacemos con él, Eidan?

Abro lentamente los ojos y suelto un bostezo.

---¿Eh? Que ha pasado...?me siento como nuevo...- digo levantandome y miro hacia todos lados para observar la situación, al ver el cuerpo de Alex congelado abro mucho los ojos- ¿ Que ha pasado? ¿ Como es que está en ese estado?

Eidan se había quedado embobado mirando al cielo allí donde aquello había desaparecido, pero la recuperación de Attem le devolvió al mundo real.

- Tardaríamos mucho en convencerte de lo que nos ha ocurrido. Pero Erik tiene razón ¿qué hacemos con él? - 

Dijo refiriendose al extraño que ya era casi una estatua helada. Había intentado matarlos, pero ahora que se encontraba tan indefenso le inspiraba pena.

- Es demasiado cruel dejarlo morir así - 

Cruel sería dejarle sin el poder de la psinergía. ¿No hay ninguna manera para hacerlo? pregunté más para mí que para los demás.