Partida Rol por web

Había pasado un mes desde la batalla de Paleto, y el pueblo mostraba signos de recuperación. No hay mal que por bien no venga, y los destrozos habían conseguido el milagro del pleno empleo. El oro de Wu Zi había sido puesto a buen recaudo en los bancos suizos, y el dinero comenzaba a fluir para acometer todas aquellas reparaciones.

Había sido un mes intenso. Un mes de visitas a amigos, indemnizaciones, funerales y muestras de apoyo por parte de antiguos conocidos. No todo salió perfecto, claro. Había familias que seguían dolidas, y el dolor muchas veces lleva a la frustración y el rencor. El dinero no podía arreglar el hecho de que alguna gente inocente, buena gente, había muerto en el pueblo y en parte debido a su culpa. Aunque Cletus y otros vecinos habían convencido a la mayoría de que la culpa era del finado Avery Miller, los familiares de algunas víctimas contestaban a eso con rabia, señalándola a ella como culpable. Sin embargo, sabían que los ánimos estaban candentes, y que los detractores de Queen tendían a "desaparecer" del pueblo tras ser "amablemente escoltados por agentes federales", como había pasado en el caso de la patrulla ciudadana que se levantó en el infausto día de la batalla.

Con la muerte de Yong, los inversores fantasma y topos dentro de la empresa supieron que ya no tenía ningún sentido oponerse a la directiva. Algunos se marcharon sin hacer ruido, temiendo represalias de manos de la mafia coreana, mientras que otros, simples peones en aquel juego, se hicieron los locos y siguieron haciendo su trabajo de todos los días.

Estaban gastando mucho dinero, pero bastante menos del que iba a sacar con el oro. Se aseguró que cada uno tuviera la mejor atención médica, reparara los daños en los edificios particulares, las estructuras públicas e incluso pagando coches que habían sido siniestro total y con los que el seguro se lavaba las manos. Los seguros, no contó con ello. Muchos pagaron los daños, o al menos la cuantía mayor. Sin embargo, se estaba levantando ya lo que sería la nueva oficina del sheriff, oficina que iba a ampliar en número de agentes y equipo, como parte de sus "promesas electorales". Ya sonaba octubre de aquel mismo año como fecha para las elecciones, así que los candidatos se presentarían en junio para hacer campaña durante el verano. En todo aquello había también preparativos. Se tuvieron que constituir como partido político, con el papeleo y reparto de cargos que eso conlleva, y crear un fondo para recibir aportaciones a la campaña electoral. "Liberty Party", se llamaba la plataforma, con las cabezas de cartel siendo Queen como alcaldesa y Cletus como teniente de alcalde. El lema de la campaña era: "Paleto: Small town, big future".

Aquel día de principios de mayo era especial. Y no por que hiciera más o menos calor, si no por que era de las fechas que más solían gustar a Queen: su cumpleaños. 48 velas para soplar, y un montón de amigos que llenaban la casa de vida. Los niños habían vuelto a la escuela, aunque hoy no iban a clase, y el curso escolar estaba próximo a terminar. Jon afrontaba el tema de la universidad, y había recibido cartas de Stanford y Oxford aceptando su solicitud como estudiante, así que ahora se debatía entre aquellos dos centros de reconocido y mundial prestigio. Queen se debatía también, pues uno estaba cerca de casa, en el mismo estado de Californio, mientras que el otro estaba a un océano de distancia, pero le haría ver mundo, que era algo que también necesitaba.

En cuanto a Faisal, estaban considerando que apenas terminara el instituto se dejara tutelar por Toreno. Él sabía que estudios y academias debía ir completando para convertirse en el nuevo 007, versión americana. Laila todavía no había decidido su futuro, pero posiblemente tirara a lo seguro e hiciera algo relacionado con la empresa o sus filiales. ¿Para qué molestarse cuando tenía la vida asegurada? A diferencia de sus hermanos, no tenía unas aspiraciones de altos vuelos.

Pero aquel no era un día para pensar en todas aquellas cosas. Aquella mañana se levantó, le pegó a Golan el polvo de su vida, canturreó bajo la ducha y se preparó para ir recibiendo a todos sus amigos y conocidos. No faltaron los de siempre, aunque Queen se aseguró de que Tom estuviera allí. Su pierna iba bien, aunque todavía tendría que usar la muleta un mes más, sin contar con la rehabilitación. Los médicos eran optimistas y decían que iba a recuperar la completa movilidad de la pierna, y que sólo había que dejar que el tejido muscular se regenerara. Vino un montón de gente, incluso se presentaron Lester y su mujer acompañados por Michael y Franklin. Por supuesto, los chicos del taller, la familia Vialpando-Choi al completo y gente del pueblo, como Jed, Cletus, el dueño del Rex con sus hijas y un largo etcétera.

Una fiesta multitudinaria donde la orgía de comida y alcohol alcanzó las cotas habituales, ahora también acompañada por el buen tiempo, disfrutar del jardín, la barbacoa y la piscina. Jon y Ximena muy acaramelados, Faisal charlando con Nari, que era "su mejor amiga", y Laila disfrutando de la compañía de otras amigas que, había insistido, fueran invitadas al evento para "no morirse de asco". Eran una gran familia feliz, que era también el nombre de un plato que ella solía servir en sus restaurantes (y que por cierto, estaba muy rico).

Pasaron un día cojonudo, comieron, se rieron, quedaron montañas de sobras para la noche y despidieron tarde a los últimos invitados. Aquel era el tipo de cosas que a ella le llenaban el corazón, las cosas que le daban la vida, la auténtica razón por la que se embarcaba en aquellas cruzadas de sangre y venganza.

Golan se había quedado dormido en la cama, esperándola, mientras ella se quitaba el maquillaje y pensaba en qué habría de ser lo siguiente. Había hablado algo con Toreno, pero el asunto de Corea del Norte no tenía fecha: estaba pendiente de la aprobación del siempre hermético gobierno norcoreano. Ella había pensado que podría preparar el terreno antes de las elecciones, con una visita de negocios a Corea del Sur y reuniéndose con algunos empresarios del norte para "crear un clima de entendimiento". Habían quedado en que se iban a reunir periódicamente para ir preparando "el viaje". Ella tendría que pasar por Washington para que los federales le explicaran su megaplan y se calibraran las consecuencias militares y políticas con gente del Pentágono y la secretaría de Asuntos Exteriores.

Se metió en la cama, apagando la luz. Había sido un día largo y Golan dormía profundamente, por lo que no le quería despertar. Cerró los ojos, se hizo un ovillo en la cama y trató de quedarse dormida. Al cabo de un tiempo que no supo precisar, salió de su sopor, todavía medio dormida. La habitación, posiblemente la casa, estaba llena de una luz blanca muy intensa, acompañada de un zumbido casi imperceptible pero muy molesto. Sentía que no podía moverse, nisiquiera hablar. No podía avisar a Golan, pero él seguía dormido como si nada pasara. ¿Una pesadilla, quizá? Parecía muy real, aterradoramente real. La luz aumentó de intensidad, y vió unas siluetas tras la puerta. ¿Que demonios? Y de repente, su consciencia se desvaneció.

Abrió los ojos, y estaba sola, sentada en una especie de trozo cuadrado de metal. Un metal que al tacto era esponjoso, como si fuera plástico. Algo muy raro. Miró alrededor, y no vió a nadie. Solo silencio, y una sala que no le pareció del todo alienígena. La palabra "alienígena" le bailaba en la mente, pues no tenía otra explicación para lo que acababa de suceder, más allá de estar viviendo una especie de pesadilla super compleja, lo que en su caso tampoco era de extrañar.

Se levantó y se encaminó hacia uno de los "armarios", en cuya base fluía una especie de energía de color púrpura. Lo que vió dentro de uno de ellos la dejó impresionada. Era como asomarse en una ventana al pasado, a un trozo del océano primitivo de la Tierra.

Tocó la pantalla, y se dió cuenta de que no era una pantalla. Era como una membrana. Podía meter la mano al otro lado y se mojaba en aquel agua prehistórica. Sabía que era prehistórica, por que había reconocido al anomalocaris que pasó por allí, por que cuando Jon era pequeño le compraron un peluche de aquel animal y le dió por interesarse en aquel tema. Ella se veía los documentales de la tele no solo para echarse la siesta, si no que también los disfrutaba y aprendía cosas.

Lo estaba pillando, o eso creía, aunque el concepto era... impresionante. Una ventana interactiva a través del tiempo y el espacio. Como una niña, se acercó al siguiente tanque, y ahí dentro estaba el skyline de Liberty City, antes del atentado de las torres, por que podía verlas. Ey... espera... ¿Eso era un dirigible? No era un crack en historia pero... las torres gemelas las construyeron en los 80, y lo del Hindenburg era antes de la Segunda Guerra Mundial. Se iba a asomar a otra más, donde había un paisaje natural, parecía que en África o algo así, cuando escuchó unos pasos entrar en la sala. Se giró y vio lo imposible. Dos seres más altos que ella, dos... ¡Dos malditos extraterrestres! Lo eran, definitivamente, y eran la hostia de reales. No se movían como un humano, ni miraban como él, ni tenían el mismo lenguaje corporal. Eran generalmente inexpresivos, fríos, y su piel parecía más fina que la humana, y estaba algo "grasienta", por así decirlo. A pesar de su altura, no eran corpulentos, más bien delgados, con un poco desarrollo muscular casi testimonial.

Se fijó en que uno de ellos tenía un cubo. De hecho, era el cubo de Toreno, SU cubo, por que lo había metido en una bonita caja de esas tan caras. Ella se fijó en eso, y los alienígenas se miraron entre si. Era curioso, por que casi hacían los mismos gestos... como si fueran robots, o algo parecido. Pero no parecían robots. Uno de ellos, un poco más alto que su compañero, se acercó unos pasos y ella retrocedió casi instintivamente, aunque no tenía lugar alguno donde huir, ni parecía que ellos fueran armados o tuvieran una actitud demasiado hostil. Pero fiate tu de un extraterrestre...

El ser parpadeó lentamente como lo hace un gato. Su compañero mantenía la caja entre las manos, y ella les miraba a ambos sin saber muy bien si ahora es cuando le introducían la famosa sonda anal.

-Tu mente está llena de tonterías -dijo en un coreano perfecto- ¿Una sonda anal?

Ella parpadeó. ¿Cómo sabía lo que estaba pensando?

-Permíteme hablarte en tu idioma natal. Es más sofisticado que el inglés, y podremos entendernos mejor.

Era gracioso ver como movía aquella boquita tan pequeña para hablar. Aunque, pensó en que quizá lo hacía para complacerla, por que no le cabía duda de que la voz estaba más en su cabeza que en el aire. Pero la voz también estaba en el aire.

-Pretendes usar la caja dimensional, ¿No es así?

Se refería a la caja con un concepto que ella pudiera entender.

-La caja pertenece a nuestro pueblo. Fue robada por los humanos tras un accidente con una de nuestras naves, hace algunas décadas...

Parpadeó, señalando la caja, y luego a ella.

-Los humanos solo pensáis en la guerra y en vosotros mismos. Para eso quieres la caja, ¿Verdad? Para iniciar la... ¿Cómo la llamáis? Tercera Guerra Mundial.

Movió la cabeza, imitando un gesto de "no". Había estudiado bien a los humanos y su lenguaje corporal, que difería en función de la cultura.

-Eres muy importante en el futuro de tu planeta, Sheon-Deok. Muy importante. Pero las cosas podrían ser diferentes, podrían cambiar, dependiendo de tus actos... en un futuro cercano. He venido a advertirte. Yo... me he vuelto un traidor para mi propio pueblo. Dicen que soy "demasiado humano". Pero creo que tenéis potencial, más allá de vuestro carácter violento. Puedo ayudar a tu que tu especie no se autodestruya. Tú y yo, podemos llegar a un acuerdo. Pero como parte de éste acuerdo, nos devolverás lo que es nuestro.

Obviamente, se refería a la caja.

Irse de una batalla era tan lento como hacerlo de una fiesta. Mil y un gestos diplomáticos con los que cumplir. Ya que han ido cientos de personas a partirse la cara por ti… que menos que un poco de consideración. Queen sufría por Tom pero cumplió sobradamente con su deber para con su ejército. Hwo y ella se abrazaron emocionados por haber culminado aquel calvario familiar. Había mucho sentimiento latiendo bajo la piel en esos momentos, mucha gente en el recuerdo, pero debían mantenerse firmes, así que pospusieron la terapia familiar para otro día. Viktor estaba exultante, de la nada sacó una botella de vodka y empezó a celebrarlo ofreciéndoles beber a morro. Proximamente volverían a almorzar para repartirse, otra vez, el pastel.  Maaaaadre mía, le venía por delante otra larga temporada de reuniones, almuerzos y cafés. Es de bien nacidos ser agradecido. (No se marchó sin antes hacer la bromita de Hwo  con una de las manos de Yong).
A Mary e Irina les debía un buen puñado de juergas loquissimas, se habían portado de la ostia, especialmente Mary que la había mareado más que a un tonto.
Avisó por teléfono de que volvían a Paleto y una vez allí se negó a abandonar el hospital mientras Tom estuviera ingresado. Eso implicaba dormir en un sofá ya que lo tendrían en observación hasta 24 horas(por precaución). Golan, que sabía que su mujer era terca como una mula y nada la iba hacer cambiar de parecer,… montó a la familia en el coche y los llevó al centro médico. Tom también era de la familia, y esa familia hacía tiempo que parecía un clan gitano. Juntos a todas partes. Además eso sirvió para que Queen consintiera en hacerse una radiografía y le recetaran algo para el dolor.
La gente de Paleto enloqueció con el gesto. En lugar de encerrarse en su fortaleza de la colina los Choi se quedaban con el pueblo solidarizándose con su dolor (o así lo entendieron). Luego durmieron como angelitos pese a no estar en sus camas y el polvazo pendiente tuvo que esperar al día siguiente.
Desde ese momento la vida volvió a su cauce anterior, bueno no, anterior no. Ya no había discordia en casa. Iniciar la carrera política a la alcaldía fue probablemente una de las mejores decisiones que tomó en la vida, estaba feliz, excitada y se sentía útil, era un reto constante que además le permitía estar en su amado pueblo.
Le ofreció a Amanda la posibilidad de trabajar con ella en el consistorio, y no en la empresa, sí ganaba los comicios. Esperaba con eso darle otro empujoncito de ayuda con los Gupta. Podía ver el reproche en los ojos de Shabad, aunque no decía nada sabía que no le agradaba el lado mafioso de Queen (no en vano los últimos sucesos le habían dado la razón) y Amanda, a su entender, compartía la misma lacra. Pero Udai la miraba de una manera… esos dos acabarían juntos de una u otra manera, estaba segura.
En esos días hubo una escena graciosa. Cumplió con la promesa de hacer un tour a sus hijos por la armería explicándoles todas las fotos y “trofeos” (incluido el poster, adornado por el relato del romance con Golan) y añadió varias cosas a la colección, como el artículo enmarcado sobra la casa de Yong (El mudra con las manos del chino aún tendrían que esperar un tiempo).  El momento álgido vino cuando les ofreció un martillo de obra e invitó a que aporrearan el muro, fliparon al ver que bajo el enlucido los ladrillos eran lingotes de oro. Cientos…

A los 15 días de la batalla Mary, Irina y Queen se fueron de finde de chicas a Las Venturas. Laila se enfurruñó porque no la dejaran ir. Desparramaron como universitarias a todo tren y la cosa acabó como una road movie a ostia limpia con unos capullos que se pasaron de la raya con Mary. Inconscientes… no tenían ni idea de a quien le habían tocado las narices.

Obviamente después de la batalla hubo de poner al tanto a la familia en Corea. Una lacrimógena video llamada (los coreanos es que son así, muy dados a la emotividad). Un día después Kwan llamó de motu propio, seguía sintiéndose culpable, por eso hubo ratos en los que lloraba y moqueaba más que hablaba. Le relató pormenorizadamente todo cuanto había estado haciendo desde que se marchó de América. Su último “logro” era haber pasado el casting para “Real Men”, un reality de la tele coreana en la que los famosos hacen la instrucción militar. Él no había realizado el servicio obligatorio dado que nació en los Estados Unidos, pero decía estar entrenando duramente y haber cambiado sus hábitos de forma radical. El escepticismo de Queen era palpable aunque se esforzaba por ser cariñosa, lo del reality le pareció interesante y le estuvo preguntando acerca de ello, de hecho se ofreció a ir al plató de invitados si el show lo requería (para generar espectáculo y tal) en algún momento. Quien sabe, quizás el método “boot camp” terminara de enderezarlo.
Corea… ¿Qué sería de ella en breve? Temía por su futuro de su tierra natal y el de su familia, obviamente.

El día del cumpleaños empezó maravillosamente con un mensaje de Toreno disculpándose por no poder ir a la fiesta. A cambio le hacía un regalo, algo que se había preocupado personalmente de que sucediera ese día: “La actriz Pipa Perabo detenida por sus lazos con la mafia china... blablablá” decía el titular de la noticia que acompañaba al mensaje. Fregaban literalmente el suelo con su nombre, y las fotos… no tenían precio… se lo enseñó a Golan e hicieron el amor apasionadamente. Otra deuda saldada.
Fue un día guay, Audrey y el recién nacido por fin hicieron acto de presencia (a Queen se le caía la baba con el bebé), Pamela trajo a Lester (ella era la invitada y él el acompañante) y así Michael no se aburría, la señora de Jed trajo sus famosos macarrones con queso de los que Jon y Laila no paraban de hablar (lo que picaba a Golan, tanta fiesta por un plato tan burdo, con lo que él se desvivía por cocinarles cosas ricas), como no los Vialpando acudieron al completo, los Gupta también, y Amanda, y Tom… en fin, que fue uno de los cumpleaños más multitudinarios de su vida y ella encantada. El mejor de los regalos.

Por las noches, el matrimonio, tomó el hábito de dedicarse a lo que se convirtió en su hobbie común: los archivos de Jay. Escuchaban los programas, los digitalizaban, los comentaban y se decidieron a abrir una web donde subirlos todos. De paso caía algún que otro porrete. Prometía ser un entretenimiento de largo recorrido dado todo lo que había en el cobertizo de Jethro. Así que todos los días se acostaban con ufos en la cabeza, por eso cuando comenzó aquella extraña visión le costó entender que no se trataba de un sueño. Por eso exploró el lugar curiosa, sin precaución ni sospecha alguna, parecía irreal. Eso de las “ventanas” en el tiempo era muy peliculero. Pero sintió frío en los pies y eso la hizo tomar conciencia de la realidad “¿Qué coño es esto?”. Hoy no habían fumado, no podía estar alucinando ¿Se le estaría yendo la olla como a Jay? ¿Sería algún tipo de intrusión mental? Entonces aparecieron esos dos, lo supo antes de verlos, y eso fue lo más raro, como si la atravesaran con el pensamiento. Una sensación muy incómoda, como si estuviera desnuda.
 “Y yo con estos pelos... ”. Joder, con la horas que tenía el día y van y la llaman cuando está en pijama, despelijada y sin maquillar. Parpadeó cruzando los brazos cohibida (se le habían endurecido los pezones, le pasaba mucho, eran muy reactivos y en ese momento tenía un poco de frío).
Le recordaban a reptiles pero con piel humana, muy feos a su parecer, claro que ella les debía parecer un mono calvo a roales (si tenían monos en su planeta claro). Ver que tenían el cubo le erizó los pelos de la nuca ¿Habían entrado en su casa? Pensó en los niños, en Golan en sus guardaespaldas ¿Estarían bien? Poco a poco asumía la veracidad de la escena y se sentía cada vez más inquieta. Era su instinto natural, desconfiar…
-Tu mente está llena de tonterías- “Gracias…” pensaba irónica “te cuelas en mi casa, me sacas de la cama y dices que pienso tonterías? Curioso sentido de la educación… estarán contentos tus padres…” ¿Tendrían padres? “¡UN MOMENTO! Me… está leyendo la mente????? WTF!!!??? ¡Mierda! ¿Me habrán implantado un chip en el cerebro?” Se palpó la nuca disimuladamente.
Parpadeó al preguntarle por el cubo, sus labios titubearon. “Yo no lo llamaría robar. El chisme se estrelló…” Agggg no podía evitarlo, su mente era un lugar en constante ebullición ¿Cómo se puede pensar sin pensar? “ Buda, no se te ocurrio eso eh?” –Los humanos solo pensáis en la guerra y en vosotros mismos- “¡Eeeeh! Eso no es verdad!” Ella no era así, ni su familia, le molestó que metiera a toda su especie en el mismo saco que a Trevor.
-Eres muy importante en el futuro de tu planeta- arqueó una ceja. Eso podía significar dos cosas, o que lo iba a petar con la misión de Corea o que le estaban dando coba para algo “Uyuyuyuyuy…” se decantaba por lo segundo –Las cosas podrían ser diferentes…- abrió los ojos como platos. De pronto el eco de sus últimas palabras frente al cadáver de Yong, esas mismas ¿Lo habría dicho intencionadamente? ¿Habrían buceado en sus recuerdos? “Eso es un golpe bajo” De puta madre…  ahora le tocaba lidiar con Toreno versión espacial . Sus mejillas se incendiaron en una mezcla de emociones, aquello parecía un cuento moral de Budista. Tenía ante sí la oportunidad de romper el ciclo de venganza… pero … se pinzó el puente de la nariz. Algo en su cerebro reptiliano la prevenía ¿Por qué negociaban con ella? Ya tenían el cubo ¿Qué querían realmente? Frunció el entrecejo mirando la ventana submarina “Teneis potencial dice… ¡Que paternalista!” parecía que a sus ojos nada diferenciaba a los humanos de esos bichos precámbricos ¿Qué era lo que no estaba viendo? Se peinó una patilla hacia atrás recalculando su posición. Apoyó un brazo en la cadera ¿Traidor? Vete tu a saber si no era otra estrategia para congraciarse con ella.
-Ya tienes el cubo- lo señaló con la palma -¿Por qué no me dices lo que realmente quieres?-

La humana reflexionaba, quizá demasiado. Intentaba comprenderlo todo de la manera más sencilla posible, lo que era un método apropiado, pero al faltarle información se sentía presa de una suerte de sueño que no podía controlar. Él conocía bien a los humanos, llevaba décadas con ellos, estudiándolos física, mental y socialmente. Cualquier otro rigeliano hubiera tenido ganas de vaporizarla con un láser, o la habría dejado tirada en el campo "por que no merecía la pena". Pero él creía que los humanos si merecían la pena.

Les había dicho que podían quedarse con la caja y era todo lo que él necesitaba. El pacto con el presidente Truman no fungía en su caso, por que él no pertenecía a la facción lealista de El Dominio. De cualquier forma, la Guerra de Dulce había invalidado el pacto, así que ahora estaba firmando uno nuevo. Un pacto nuevo con alguien que sería muy importante en el futuro humano. Una líder.

-Se acerca una guerra, y esa guerra vendrá pronto. No he podido convencer a vuestros gobiernos, por que ellos no quieren pactar con mi raza. No después de lo que pasó en los años 70...

Parpadeó nuevamente.

-Hay dos posibilidades en el horizonte. La primera, que es la que el Domino desea, es una guerra nuclear entre los humanos. Vuestra autodestrucción. Tal y como estaba perfilándose el futuro, esa opción parecía la ganadora.

Levantó un dedo, imitando el gesto humano de prestar atención. En uno de los paneles se vió ahora no el pasado, si no el futuro. Corea del Norte bombardeaba Seul con un arma nuclear, y Estados Unidos tomaba represalias. Pero China y otras potencias atacaban a los americanos desde varios frentes, aniquilando gran parte de sus ciudades y provocando que los submarinos nucleares que estaban de patrulla desde el DEFCON 1 se tomaran la revancha dejando el planeta convertido en una zona tóxica donde el invierno nuclear mataba a la mayoría de los pocos supervivientes a las bombas.

En ese futuro, ella era la presidenta de lo que quedaba de los Estados Unidos en la costa este, y sus esfuerzos por reconstruir el mundo eran baldíos. El caos y las guerras entre señores locales convertían el postapocalipsis en un infierno sobre la Tierra.

-Éstos acontecimientos se producirán debido a tu viaje a Corea del Norte y la desaparición del líder Kim. El sistema automático de represalia de Pyongyang iniciará una escalada bélica que terminará con el lanzamiento de esa bomba.

Parpadeó. Ella iba comenzando a entender.

-Sin embargo, hay un acontecimiento tras esa fecha. Poco después de la guerra nuclear, un mes más tarde, una llamarada solar produce un apagón de la tecnología humana y vuestras redes. Éste es el Plan B de El Dominio, la alianza encabezada por mi raza que ha jurado venganza sobre la humanidad. Cuando esa tecnología falle, si no os habéis destruido entre vosotros habrá una invasión del planeta, a gran escala.

La señaló con un dedo.

-Tenéis una posibilidad, y solo una posibilidad. Vuestros preparativos para la guerra pueden redundar en vuestro beneficio. Pero tienes que posponer tu viaje un mes. El día en que la bomba vaya a ser lanzada, debe ser el día en la que llamarada se produzca. De ese modo, tu mundo estará en pie de guerra, pero dejará de combatirse entre si para combatir la invasión.

Giró el rostro, mirando a la pantalla.

-Puedes lograr que te escuchen. Tu formas parte del auténtico poder detrás de la política. Debes hablar de ésto a algunas personas clave, empresarios, como tú, de otros países y gobiernos. Yo te daré información para convencerlos, pruebas. Debes prepararte para liderar en el mundo del mañana. Toda tu familia debe. La supervivencia de vuestra raza, de vuestro planeta, depende enteramente de la Reina Choi y sus hijos.

Lo consiguió, dejó de pensar, se convirtió en una esponja que absorbía cada detalle de cuanto se le mostraba ¿Es que no se acababa nunca? El ciclo del odio ¡¿Por que le perseguía?! Hiciera lo que hiciera volvía y con más fuerza cada vez. Primero su familia, luego su ciudad y ahora el planeta?
Esas imágenes…
No era un “what if”, eso ya había pasado, había desencadenado la extinción humana… ¿Cómo intentar hacer las cosas bien podía salir tan mal? Era como si su simple existencia fuera causa del caos. Apretó uno de sus puños hasta el punto de clavarse las uñas por no llorar. Temblaba de estupefacción, de rabia, de pura desesperación ¿Qué tenía que hacer para acabar con esa escalada de locura? ¡¿Morirse?!
Se hizo el silencio.
“No después de lo que pasó en los años 70… mi raza que ha jurado venganza sobre la humanidad…”
“La Reina Choi…” quien desea el poder no tiene ni idea de lo que pide… por primera vez en la vida detestó ese título, su propio nombre… “mis hijos…” ahí la había tocado. Todo lo demás podía filtrarlo con estoicismo pero no… sus hijos no… eso ni se mentaba.
Tragó saliva y giró la cara hacia su interlocutor –Dices… que tu raza quiere venganza? ¿Qué pasó? Y… ¿Por qué eres un traidor?- parpadeó contrarrestando las ganas de llorar con majestad –Si voy a jugar a todo o nada tengo que saberlo absolutamente todo-

Su mente bullía con preguntas y él podía sentirlo. Preguntas, sentido de culpabilidad. Sin embargo, los grandes culpables son a menudo las mismas personas que con pequeños gestos son capaces de hacer avanzar una raza entera hacia la dirección correcta. La humanidad necesitaba una cosa, y solo una cosa para encarar el futuro con una perspectiva diferente, para dejar de degradar el planeta y pelear a muerte entre si: un desafío exterior.

La carrera espacial había sido un primer aviso. Pero el ser humano forma una red, una malla compuesta por los sueños y aspiraciones de millones de personas. Si unas pocas soñaban con las estrellas, mientras el resto solo veía un trozo de tierra y tenía hambre, los grandes problemas nunca iban a dejar de serlo.

-No estés triste. Los acontecimientos que has vivido no son enteramente culpa tuya. Es algo muy complejo, pero imagino que podrás entenderlo. Todos somos... fichas, en una partida. En la partida de los caminos posibles, las decisiones, los pequeños avances, los grandes retrocesos. Todos jugamos un papel, por pequeño que sea.

Parpadeó.

-Disculpa. Me cuesta ceñirme a vuestras expresiones, vuestra capacidad de racionalizar. Es difícil conocer la mente humana, ya que vosotros mismos no la conocéis todavía en profundidad. Sin embargo, hay en vosotros la chispa del conocimiento, de la capacidad de abstracción, que os convierte en seres superiores.

La invitó a acercarse y mirar a la pantalla.

-Vuestro desarrollo nuclear atrajo la atención de mi raza. El Dominio es una entidad... supraplanetaria, a cuya cabeza está la mente colmena dominada por los rigelianos, mi pueblo. En realidad, nosotros nos llamamos "los iguales", por que abandonamos hace mucho tiempo la condición mortal. Somos clones, aunque nuestros cuerpos no sean todos iguales, y compartimos una misma consciencia. Sin embargo, cada organismo tiene el derecho de procesar esa información y extraer de ella conclusiones diferentes. Por eso soy un traidor. Mi interpretación de vosotros, de éste planeta, no es la misma que la de la mayoría de la mente colmena.

En la pantalla se vieron escenas de la bomba de Hiroshima y las pruebas nucleares en el desierto de Nevada y Nuevo México. Fue ahí cuando una nave de El Dominio se estrelló por un fallo electromagnético provocado por un rayo. Tras eso, se vieron escenas del desastre en Chernóbil.

-Los altos jerarcas de El Dominio, que interpretan la voluntad de la mente columna a través de metacuerpos, clasificaron a la humanidad como una raza en desarrollo problemático. Habéis tenido acceso a una tecnología cuyas consecuencias os superan, y cuyos fundamentos todavía no entendéis por completo. Además, vuestro continuo afán de expansión, vuestras tensiones internas y las guerras entre vuestros pueblos os hacen potencialmente peligrosos. Podríais llegar a ser una raza conquistadora de mundos. Y eso es lo que El Dominio hace, aunque con un toque... paternalista. Conquista aquellos mundos que según ellos van a ser "infrautilizados" por especies autóctonas con un desarrollo poco prometedor o que pueda interferir en sus áreas de influencia. Después de todo, los recursos en el Universo son finitos, pues hasta los átomos más pequeños se degradan liberando energía, pero requieren de mucha más energía para volver a restaurar su forma original. La trasferencia de energía es siempre deficitaria. Explosiva, y no implosiva.

Compuso algo parecido a una sonrisa, que sabía que era un gesto humano de confianza. Se vieron más imágenes. Por ejemplo, el presidente Truman reunido en una isla del Pacífico con unos jerarcas rigelianos.

-Al principio hubo un pacto, pero era un engaño. Las naciones llamadas Unión Soviética y Estados Unidos firmaron pactos separados con El Dominio. A cambio de tecnología avanzada, les sumistraban todo aquello que ellos solicitaran. Por ejemplo, oro, que como sabrás es un material raro en el universo pero abundante en la Tierra. También se acordó que podía experimentarse con humanos. Esos experimentos son normales en El Dominio, que siempre busca crear razas servidoras o potenciar las características de nuestros cuerpos clonados para hacerlos más eficaces. A diferencia de vosotros, que descendéis de los mamíferos, nuestros antepasados primitivos eran criaturas oceánicas parecidas a vuestros pulpos. Vosotros tenéis características interesantes, como una mayor variabilidad genética en vuestras secuencias de ADN cuando éstas se cruzan. Una mayor capacidad para mutaciones a corto y medio plazo, de las que nosotros carecemos y suplimos con ingeniería genética. Sin embargo, la falta de variabilidad en nuestro ADN hace que a la larga tendamos a degenerar. Por eso perdimos la reproducción sexual, la circulación gástrica y otras características de las que vosotros gozáis.

En la pantalla se veía gente abducida que era internada en bases subterráneas vigiladas por personal militar, en cuyos niveles más profundos los aliens llevaban a cabo experimentos genéticos. Esos experimentos, algunos de ellos, eran francamente horribles.

-No poseemos la misma variedad de sentimientos que vosotros. Pero hay algo que debes entender. El concepto "amor" del que gozáis los humanos es generalmente desconocido en mi raza. Por el contrario, el concepto "orgullo" o "supremacía" tiene para nosotros muchos más matices. Por eso, a los humanos os parecía que El Dominio actuaba de mala fe, que buscaba vuestra destrucción. En realidad, el ensañarse en el dolor de razas inferiores durante los experimentos es para nosotros... ellos, un motivo de orgullo.

Más imágenes. Ahora eran otros soldados, asaltando uno de esos complejos. Disparaban contra los aliens, pero también contra los humanos traidores. Ponían explosivos, se sacrificaban en la retirada para que sus compañeros salieran de aquel infierno antes de detonar las cargas de napalm.

-Todo eso cambió en la Guerra de Dulce, como la llamaba tu buen amigo Jay. Una facción renegada de vuestros militares convenció al entonces presidente Carter para atacar varias de esas instalaciones. El Dominio tomó represalias en varios lugares del mundo, en lo que se conoció como "la oleada OVNI del 78". Te sonará, sin duda. La Unión Soviética y Estados Unidos se vieron forzados a cooperar, pues sabían que los pequeños ataques eran el preludio de una invasión. Por eso, ambas potencias pactaron el "desarme nuclear", cuya cláusula secreta consistía en cooperar para la creación de plataformas de defensa orbital y un sistema conjunto de respuesta nuclear en caso de invasión. En Estados Unidos se conoció como "La Guerra de las Galaxias".

Prosiguió.

-Como resultado de ésta defensa conjunta, los planes de El Dominio cambiaron. Si no podían tener el planeta, harían que éste se destruyera a si mismo. Fomentaron la inestabilidad a través de sus agentes. La caída de la URSS, la aparición del terrorismo internacional, las nuevas tensiones con China...

Levantó un dedo.

-Jay creía que los agentes de El Dominio estaban detrás de todo eso. Sin embargo, no es tan siniestro. Basta con unos pequeños empujones en uno u otro sentido. Jugar con las líneas temporales, tal y como yo estoy haciendo ahora. Por eso, todo está preparado en torno a la fecha de la gran llamarada solar. Al final del apocalipsis nuclear, miles de años más tarde, el Dominio se hace con el planeta y termina de descontaminarlo, quedándose con él sin apenas resistencia. Su plan B es la flota de invasión, la misma que lleva teóricamente esperando un fallo catastrófico en el sistema de misiles nucleares de la Tierra para tomar el planeta. Los humanos les desafiaron hace décadas, y la mente colmena nunca olvida un desafío... especialmente uno de una raza con tanto potencial como la vuestra.

Permanecía rígida y aunque trataba de poner cara de póker sus sentimientos eran los que eran: Repugnancia y rechazo.
Había oído sobre ello en documentales y artículos, estudios en torno a las medusas y los orígenes de la vida. Teorías de como los primeros “seres” de la tierra sacrificaron la inmortalidad para inventar la reproducción y así volverse diversos y crecer. A Queen (que en el fondo es una romántica) ese sacrificio la emocionaba, le parecía un acto de amor de proporciones inconmensurables. Y ahora aparecía esta especie, el Dominio, que había decidido voluntariamente desnaturalizarse. Extirparse todo cuanto ella consideraba hermoso o sagrado, lo que hacía que existir mereciera la pena.
Pensar que el amor, la que consideraba la energía más poderosa del universo, era tan raro como el oro la estremeció de un modo indescriptible. De pronto el espacio le pareció más oscuro y frío de lo que podía soportar. Lloró. Resultaba que el horror cósmico no era un género de ficción… ¿Qué clase de persona lo sacrifica todo por la inmortalidad? ¿Quién elige una eternidad carente de toda variedad, emoción o placer? Si la Naturaleza poseía algún tipo de conciencia Queen creía que debía sentir algo muy similar a lo que ella misma sentía en ese momento. Además estaba convencida de que la razón estaba de su lado, la deriva degenerativa del adn del Dominio era, a su entender, la prueba irrefutable. Esa especie era un cáncer que, no contento con desnaturalizarse a si mismo, busca cortar a su gusto y medida el universo.
Pensandolo… era asombrosa la similitud del Dominio y los chinos (en la cabeza de Queen, claro) ¿Serían  alguna especie de mutación? Su mente divagaba con absurdeces para defenderse del shock.
“Fomentaron la inestabilidad a través de sus agentes…” aquel dato hizo saltar cierta sospecha. Todo era posible ya que sus propios líderes los habían vendido. Consentir esos experimentos a cambio de que? ¿Por votos? ¿Por orgullo? ¿Patriotismo mal entendido? ¿Supremacismo? Inspiró para evitar las arcadas, la vergüenza y la indignación se la comían por dentro. Por suerte aparecieron esos “renegados” (curioso que empleara ese término), aún había esperanza en la humanidad.
Reflexionó un momento, nada era lo que parecía, tenía que ser exhaustiva en el análisis de la situación –Hmmm… osea que no hay tal venganza... es una excusa en la que escudarse ¿Mala conciencia? Interesante- miró al extraterrestre, tal vez era el Pepito Grillo de su especie ¿Qué le habría hecho cambiar? Ahí había una historia, una voz contra toda una civilización. No obstante ¿Sería consciente de lo que planteaba? ¿De las consecuencias para su propia especie? –Sereis extraterrestres pero esta peli ya me la conozco. Es una historia muy vieja en la tierra- Hitler y Darwin se mezclaban en su pensamiento de un modo extraño pero lógico –Hablas de otros mundos, otras especies… ¿Queda algo de ellos? ¿Alguien ha plantado cara al Dominio antes que nosotros?- una romántica melancolía asomó a sus ojos. Tal vez esos nazis alienígenas habían colmado la copa del karma y había llegado la hora del pago. Suspiró. Con karma o sin él el enfrentamiento era ineludible pero Queen necesitaba dotar a la lucha de un trasfondo filosófico. Se frotó el cuello “De Guatemala a Guatepeor”, iban a conseguir que añorara los 20 años de aburrimiento profesional anteriores a Yong. Otra vez un enorme dossier que estudiar, otra vez diplomacia y reuniones sin fin, otra vez su familia acorralada (junto al resto del planeta, pero acorralada al fin y al cabo) ¿Por qué no podía retirarse en paz y dedicarse a lo que ella quería? Aunque esto hacía plantearse mucho más que la jubilación, cuestionaba el sentido de todo. Por un segundo tuvo ganas de hacerse una pelota bajo las sábanas abrazada a Golan y no salir de allí hasta que todo pasara. Pasar… el que? ¿La extinción? Este bulto no había Dios que lo escurriera. Dios… hubiera sido un buen momento para manifestarse y no dejarla a ella con la patata caliente. Visto por el lado positivo… mejor que le pillara ahora que aún era joven y estaba en forma a más vieja o aburguesada como años atrás.
Se frotó los brazos, tenía la piel de gallina, estaba descalza y el ambiente era fresco.
Hizo una pausa solo para respirar en silencio.
Tenía tantas preguntas bulléndole en la cabeza… estúpidas muchas de ellas como “¿Por qué yo?”, otras paranoicas, irrelevantes y obvias, entreveradas con cuestiones de peso del estilo “¿Y después que?” o “¿Cómo se os mata?”. Demasiados datos desconocidos para ella, demasiadas variables, detestaba jugar en un mapa que no dominaba. Necesitaba información a raudales ¿Podrían hacerle como en Matrix? Eso de descargarte datos a saco en la cabeza como si fueras un ordenador, molaria. Se pinzó el puente de la nariz poniendo a raya su locura mental, no era plan de ponerle la cabeza como un bombo al extraterrestre, bien podía abrir la escotilla y mandarla a paseo por el espacio exterior sin escafandra.
-Así que conocías a Jay…- sonrió para luego entrecerrar los ojos con sospecha -¿Y a Toreno? Si tengo que lidiar con él necesito saber de que parte está. Lo que me lleva a otra cosa… ¿Puedes explicarme que es el cubo?- parpadeó como una niña curiosa.

Preguntas, inquietudes. Tendría muchas, sin duda alguna, pero estaba preparado para aquello. De hecho, tenían un as en la manga, pero de momento no lo reveló. Era importante hablar las cosas personalmente, que supiera que él existiera y confiara, de algún modo, en el bando que él representaba.

-La mayoría de los mundos no contienen vida inteligente capaz de desarrollar una civilización de tipo 2. Animales, bacterias y ese tipo de vida, es abundante en el planeta. De hecho, existe en otros lugares de vuestro sistema solar, como Venus... solo que todavía no lo sabéis.

Parpadeó, mostrando unas imágenes en la pantalla.

-Hubo otras civilizaciones, aunque terminaron asimiladas por El Dominio. Solo existe, a día de hoy, un pueblo que no pertenece a ésta civilización en nuestra galaxia, y son los pleyaditas. Jay y otros como él les llamaban "nórdicos", y proceden de la misma variación génetica de la que viene la humanidad. Esas semillas de vida fueron plantadas por primera vez en las Pléyades, y luego colonizaron Marte, que fue el primer experimento de vida en vuestro sistema solar. De ahí venís vosotros, cuyo desarrollo ha sido independiente.

Los "nórdicos" parecían humanos. Eran un poco más andróginos, pero en general compartían sus mismas características fisiológicas. Eso le dió que pensar. ¿Estarían viviendo entre ellos?

-Antes de la Guerra de las Galaxias los pleyaditas también os visitaban. Pero ellos no intervinieron en vuestro desarrollo, por que por así decirlo, forman una potencia neutral en la Vía Lactea. Dejan que las civilizaciones se desarrollen sin más. Sin embargo, al ser vuestros parientes más cercanos, siempre han sentido afecto por la humanidad. De ahí proceden algunos de vuestros más antiguos mitos, sobre dioses del espacio que visitaban la Tierra.

Señaló con el dedo.

-Algunos decidieron vivir entre vosotros. Son como exploradores, que mantienen un contacto muy tenue con sus parientes. Han tenido hijos con vosotros, aunque como te digo las diferencias son tan sutiles que vuestra medicina las interpreta simplemente en clave de genes heredados y enfermedades muy raras, como la de los huesos de cristal, proceden de éstos cruces. Éstos colonos, en algunos casos, forman parte de segundas y terceras generaciones, y apenas saben lo que son o de donde proceden. En muchos casos, la decisión de los primeros progenitores fue consciente, ya que se supone que las leyes internacionales de éste planeta impiden la presencia de razas extraterrestres desde los años 90. Por eso nosotros nos hemos escondido en lugares remotos o bajo tierra. Allí donde no puedan detectarnos.

La miró. Subió un poco "la calefacción" de la sala, al comprobar que su cuerpo mostraba señales de enfriamiento. Para ellos no era un problema, por que podían tolear temperaturas bastante frías antes de congelarse. Tampoco tenían "resfriados" ni ese tipo de dolencias relacionadas con las bajas temperaturas, aunque las altas si les afectaban a las capacidades cognitivas y al sistema circulatorio.

-Nuestra misión era permanecer aquí y documentar las acciones que se llevaban a cabo por agentes del El Dominio. Tomamos parte, pero ya no lo hacemos. Hemos visto lo que podría ser el futuro, y preferimos que exista la humanidad como una tercera potencia en la galaxia, a que el planeta caiga en manos de El Dominio. Nuestra homogeneidad... es un rasgo que puede resultar nocivo. Por el contrario, vuestra diversidad es una gran promesa de futuro.

Pensaba en la mejor forma de matar a los rigelianos. Aquel era un instinto muy humano, propio de una raza de simios convertidos en cazadores de la sabana. Cuando algo les asustaba, pensaban inmediatamente en la mejor forma de acabar con ello. La última pregunta le hizo señalar la pantalla. Allí, se vieron varias reuniones entre ellos y Jay, incluso en aquel mismo lugar, y como ellos contestaban a algunas de sus preguntas más filosóficas.

-Él nos enseñó grandes cosas. Lo que realmente significa el ser humano, lo mejor y lo peor, y el potencial en su desarrollo histórico y genético. Debatíamos mucho, pero también aprendimos el uno del otro. Por eso siempre le estaré agradecido.

Parpadeó.

-Conocemos a Toreno, pero no he hablado tanto con él, y solo una vez en persona. Él representa al gobierno, aunque sea un potencial disidente, y siempre he procurado esquivarle. No deseo que Estados Unidos sepa donde estamos, por que Majestic-12, el cuerpo que se encarga de mantener los asuntos extraterrestres fuera del planeta, nos daría caza por violación del armisticio.

Preguntó por el cubo, así que trató de explicarlo de una forma que entendiera.

-Éste artefacto está nuestras naves de exploración. Es generador de fisuras espacio-temporales, que utilizamos para crear ventanas temporales, así como para desplazar éstas naves en el tiempo y en el espacio con facilidad. Es una tecnología con muchas aplicaciones, pero es inestable. Por eso un fenómeno electromagnético imprevisto, como un rayo, puede generar un fallo catastrófico en el cubo. Es lo que ocurrió en 1947, y la razón por la que solo las naves de exploración son equipadas con ésta tecnología. Se intentó crear fisuras mayores para mover grandes naves de guerra, pero en caso de fallo podían crear agujeros negros que engullían a toda una flota.

Señaló a su acompañante, y él se marchó con el cubo. Unos largos minutos de silencio, y muchas preguntas por su parte, sin respuesta, hasta que el otro alien regresó con algo entre las manos. Era un disco duro portátil de varios teras de información.

-Vuestra tecnología ha avanzado mucho gracias a la retroingeniería de nuestras naves y vuestros propios diseños. El transistor de coltán ha sido un gran avance. Antes... debía explicarle todo a Jay y él lo grababa o anotaba. Luego vinieron los primeros cds, pero la cantidad y calidad de información que podíamos darle era muy pobre. Además, no queríamos que cayera en malas manos.

El ser se acercó y le dejó a ella el disco duro entre las manos.

-No es toda la información de nuestra "nube" de metadatos, pero he hecho un resumen de lo que podréis considerar más relevante. Cuida de esa información, pues los gobiernos de tu mundo matarían sin dudar por cualquiera de los avances que ahí se contienen, así por la información sobre el resto del Universo que conocemos. 

¿En serio que los chinos no eran los hijos de extraterrestres? Encantada de la vida los metía en un ovni y los mandaba a hacer pinball de planeta en planeta por el espacio. Hombre… la verdad que los nórdicos de la tierra… tenían su punto rarito, de esos que les pinchas y no sangran, y ella siempre se había preguntado como esos ogros que fueron los vikingos se habían convertido en lechuguinos desteñidos ¿Serían los Pleyaditas unos sosainas? De alguna manera habrían sorteado al Dominio… quizás sería interesante contactar con ellos a ver que tenían que contarle, aunar esfuerzos.
Tal y como hablaba del origen de la vida parecía que hubiera alguien o algo detrás “civilizaciones perdidas…” paralelamente al horror que le producía el Dominio, pensar en esos otros mundos despertaba en ella algo romántico y aventurero. La curiosidad humana, insaciable e incontrolable, como la de los gatos… había tanto por descubrir… le brillaron los ojos al ver a Truth, sonrió. El hecho de que un hippie porreta, al que recordaba con sus bragas en la cabeza, hubiera sido el embajador de la tierra todos esos años era una de esas cosas que le hacían pensar que Dios, Gaia, el Universo, o como coño se llamara, era un bromista de su cuerda ¿Cómo si no se explicaba que el testigo hubiera pasado de Jay a ella? “De macarrilla de barrio a diplomática interplanetaria, a eso lo llamo yo una carrera meteórica” ¿Podría usarlo de slogan para las elecciones a la alcaldía?

Hizo un leve puchero cuando se llevaron el cubo. Era su cubo, suyo y de Golan, para ella era una especie de token de amor. Lo quería más por el recuerdo de aquel día de aventura que porque realmente fuera un  generador metapollético de no se cuantas leches que molaba un huevo ¿No se lo podía quedar? ¿Ni aunque prometiera no usarlo? “Golan se va a llevar un chasco… y a ver como se lo explico a Toreno” Toreno… tenía sentido la prevención para con él, el agente era más enigmático si cabe que los extraterrestres, iba a estar complicado capearlo hasta que llegara la fecha.
Cuando le dieron el disco portátil se quedó pillada, esperaba alguna especie de cacharro futurístico, claro que si tenía que enchufarlo a su ordenador… tenía sentido. De pronto una pregunta, chorra, pero irremediable que surgiera cuando le dijo eso de la influencia tecnológica: ¿Tendrían algo que ver con las pirámides?
Observó el disco, era un objeto muy simple en comparación con el cubo. Pero como dijo Gutenberg (aunque él se refería a la imprenta) el alfabeto es un ejército de 26 soldados con el que puede conquistarse el mundo. En ese caso eran solo 2 caracteres, una revolución escrita con unos y ceros, el futuro en sus manos. Parpadeó, ese disco era su Excálibur.
¿Se le pasaría la estupefacción leyendo? ¿O iría en aumento como con el necronomicón?
-¿Hay… alguna manera de que estemos en contacto?- se rendía ante el papel que el destino le había reservado ¿Qué otra cosa podía hacer? Ahora entendía todo eso que contaban de cuando eligen un papa nuevo, la sala de las lágrimas y eso… al magisterio por el ministerio decían… (una frase guay, por eso la recordaba), servir a algo más grande que tú por encima de ti mismo. Era madre y esposa, tal vez por eso lo entendía tan bien y lo aceptaba.

Ya tenía lo que necesitaba. De hecho, mucho más de lo que necesitaba. Ese disco duro de 50 teras contenía tanta información y tan variada que podría poner a trabajar a cientos de personas en cada una de las áreas y ésta haría avanzar a la humanidad a un estadío superior de tecnología y conocimiento.

Tenía muchas preguntas, pero no podía responderlas todas en aquel momento. Había preguntas que involucabran conceptos, y esos conceptos solo podían entenderse si uno conocía la cultura rigeliana. Un show. A la humanidad le quedaban todavía varias décadas hasta convertirse en algo tecnológicamente desafiante, pero a pesar de sus limitaciones ya suponían cierto desafío en determinadas condiciones. Con un poco de ayuda...

-Si, lo tenía previsto. Los gobiernos de vuestro mundo rastrean las llamadas y las comunicaciones por satélite. Así que mándame un correo encriptado, y yo lo revisaré de forma que sea indetectable para vuestros rastreadores

Mandó a su acompañante a por un trozo de papel, bastante mundano, y escribió en él con un bolígrafo todavía más mundano. Ella se lo guardó en el bolsillo del pantalón del pijama tras leerlo. Era una dirección de correo e incluía su nombre en carácteres latinos: M'Tsar.

Tenía el correo electrónico de un alien. Vivir para ver. Él alzó una mano, en la forma que hacían los humanos para despedirse.

-Salud y suerte. Grandes retos se perfilan en el horizonte, pero también grandes recompensas. Por primera vez en vuestra historia, podréis ser auténticamente libres y sabios. Loada seas, reina Choi.

De nuevo, la intensa luz y sentir que el cuerpo le hormigueaba. La intensidad aumentó, y con ella el zumbido. ¿Sería algún tipo de teletransporte? El caso es que cuando la luz se disipó estaba en otro sitio, muy muy lejos de su casa.

Sintió frío. Más que frio, era un aire fresco que soplaba con cierta insistencia. En aquel lugar, los tonos de la tierra eran verdes y oscuros, y no parecía haber ningún tipo de civilización. Caminó hacia lo que veía que era un lago de aguas muy tranquilas, pero estaba descalza y las rocas eran angulosas. Finalmente, y tras no poco esfuerzo, llegó a la orilla del lago y se dió cuenta de que allí si había una carretera.

Madre mía. ¡Que frío! Debía ser algún sitio del norte. ¿Canadá, Groenlandia, Noruega? No había árboles así que no debía ser Canadá. Pero lo que era seguro es que estaba muy al norte, por que era primavera y allí hacía bastante rasca, aunque no había nieve por ningún lado.

Caminó un rato por el asfalto, que raspaba los pies, atraída por el ruido de algo que rompía el impenetrable silencio y el viento. Eran tres ovejitas lanudas muy simpáticas al pie de unos carteles de carretera, pero no parecía haber un pastor, ni nadie respondía a sus llamadas. El idioma en el que estaba escrito aquello denotaba que el lugar era nórdico. Posiblemente fuera Islandia o Noruega, se inclinaba a pensar que la primera. Genial... la habían dejado donde Cristo perdió el zapato, sola, en pijama, con un disco duro portátil bajo el brazo, descalza, sin tarjetas de crédito ni un móvil. Estaba bastante jodida.

Los letreros indicaban que el pueblo más cercano estaba a "8", imaginaba que eran kilómetros o millas, en la salida 931. No tenía muchas ganas de andar descalzar por el asfalto, pero se entretuvo un rato con las ovejas. Eran cariñosas y su pelaje era calentito, así que frotó con ellas como una niña pequeña para entrar en calor. Por un momento consideró matar a una de ellas de una pedrada y quedarse con su abrigo de pieles. Luego su niña interior rechazó la idea por varios motivos, y el primero y principal no era que ella no era una cazadora ni sabía como sacarle la piel a una oveja sin un cuchillo, no. Es que eran unas ovejas super simpáticas y cuquis y matarlas por su pelo le parecía una puta crueldad intolerable.

Finalmente, escuchó un zumbido de un motor. ¡Un coche! Así que se dispuso a hacer el dedo más absurdo de su vida. Aún más absurdo que cuando se emborrachó con Wook en un bar de pueblo cerca de Pusan y descubrieron que el coche donde habían venido se había marchado (robado) y que no había autobuses hasta casi las diez de la mañana.

El coche apareció, un todoterreno. Tenía unos vinilos en el lateral, que indicaban en inglés "Car rental" y luego en ese idioma raro, posiblemente islandés. Agitó los brazos, dispuesta a pararla poniéndose en el centro de la calzada si era menester. Pero no hizo falta por que el coche paró en el arcén a unos metros de ella. Del asiento del conductor bajó una persona, una persona increíble. Una persona imposible. Era su hijo Faisal, pero parecía mayor, musculoso, con barba y el pelo teñido.

Llevaba una manta entre las manos. Una manta gruesa, de tela polar, que dejó sobre el capó del coche. Se le veía... no se, emocionado, a punto de llorar. La miraba como si ella fuera un espejismo de otro mundo, y cabía decir que ella hacía otro tanto.

Durante unos largos instantes, ella no supo que demonios decir y él tampoco. Y es que de tal palo, tal astilla. Finalmente, él habló y su voz sonaba bastante más madura, menos juvenil que la de su hijo.

-Hola, mamá -dijo, al borde del llanto.

Parpadeó al coger el papelito. No le daban uno de esos desde… desde que andaba cerrando bares en Corea ¿Desde cuando los extraterrestres tienen e-mail? ¿Estaría soñando? Empezaba a dudar. Luego le soltó esa despedida tan peliculera y sin darle tiempo de decir “esta boca es mía” le dio pasaporte. Entonces apareció en aquel bucólico paisaje, al principió creyó que definitivamente estaba alucinando, pero en cuanto sintió el frío se le quitaron las dudas. Miró alrededor, eso no era su pueblo… ni su país… ni su puto continente! –ME CAGO EN TU PADRE!!!!!!!!!- esperaba que pudiera oírla desde su nave –¡La próxima vez que te vea te voy a hacer tempura! ¡Maldito pulpo espacial!- rezongaba -¿Tan difícil era dejarme en mi cama? Calentíiita, con mi marido, con mis gatos… No era suficiente amenazarme con la extinción y tambalear todas mis creencias, nooooo también había que dejarme en el culo del mundo!! Se estará meando de la risa el muy cabrón- era muy gracioso verla andar a saltitos en pijama (una camisetita de satén y tirantes de encaje y unos pantalones de punto) hablando sola –¡¿Y qué coño de idioma es este?! ¿Esto es por pensar que los nórdicos son unos lechuguinos? Tocate las narices… 8… 8 que?- Miró a las ovejas como si estas pudieran responderle. La brisa la traspasó, como no se abrigara pronto iba a pillar una hipotermia. Se agachó intentando resguardarse del aire, no podía ni pensar. Entonces sintió el calor de las ovejas y se acercó para acurrucarse entre ellas. Los animales debieron intuir su situación porque no salieron huyendo si no que una que estaba un poco separada se juntó con las otras –Pffffff ¿Y ahora que hago?- hinchó los carrillos como una cría mientras amasaba sus lanudos lomos –sin móvil, sin dinero, sin documentación…- se le saltaron las lágrimas –yo solo… quiero volver a casa…- una de las ovejas la acarició con la frente haciéndola sonreir. Que monas… verse así, sin nada, rodeada de esos animalitos le hizo ver las cosas con una nueva perspectiva –Entre mamíferos nos entendemos verdad?- El instinto primitivo le decía que podía cubrirse con sus pieles pero… Uno: ¿Con que lo hacía?, dos: cubierta de sangre y pellejos nadie iba a recogerla y tres: ¿Cómo iba a hacerle daño a tres cositas tan adorables? Le hacían gracia sus culetes esponjosos, sus orejillas caídas y esas pupilas tan curiosas. Ay que ver, lo que los humanos habían ganado de listos lo habían perdido en supervivencia. Otra interesante reflexión… -Para que luego no os tomen en serio, sois unos bichitos muy interesantes- otra való como si le respondiera orgullosa.
Se frotó los pies, se le estaban quedando como polos. Tenía que moverse, quedarse quieta nunca servía de nada y en ese lugar… podía significar la muerte. Por lo menos era de día, de noche seguro que hacía un frío de la ostia.
Abrió los ojos como platos al oír el rumor del motor, se puso en pie de un brinco y saltó a la calzada sin pensar.
Le pareció raro que el coche aparcara a cierta distancia, claro que si estaba donde creía… cabía la posibilidad de que el conductor simplemente fuera un tío educado. En esos países son así. Pero lo que salió del coche estaba más allá de su imaginación, la dejó estupefacta, era… imposible, más aún que una nave espacial ¿Qué… que coño estaba pasando? ¿También había viajado en el tiempo? ¿Es que ese maldito alien no hacía nada bien? Miró hacia atrás dudando si salir corriendo, miró al cielo, a los lados completamente desconcertada. No daba crédito a sus ojos. Cualquiera que viera la escena… vaya dos con cara de gilipollas. Parecía el encuentro de dos homínidos recien salidos de la caverna, entre asustados y a la defensiva. Solo faltaba que uno de los dos dijera “unga bulunga” o lo que fuera que dijeran los prehistóricos pero en su lugar uno dijo –Hola, mamá- y la estremeció haciéndole olvidar el frío. Podía haber caído fulminada en ese preciso instante ¿Cómo era posible? Esa misma noche había acostado a un niño de 15 años… ¿Cómo ahora tenía delante a un tiaco veinteañero? No entendía nada pero ese era Faisal, lo sabía, reconocería a su hijo entre millones –Monito…- extendió el brazo dando un primer paso y de todas las preguntas que bullían en su cabeza eligió la más maternal de todas -¿Qué te pasa?- le tocó la cara y se la sostuvo mirandole profundamente a los ojos. No le cabía duda de que era su Fai, esa forma de mirar, ese puchero con los labios, el parecido con Golan... todo estaba ahí, era él.Parpadeó y lo abrazó como al niño que siempre sería para ella.

Lloró y la abrazó fuerte. Una oleada de emociones le recorrió. Él, que el tío más duro de los duros. El nuevo superagente XXX, endurecido al fuego de una larga guerra interplanetaria y nuclear. Pero era su mamá, y eso ablandaba hasta al marine más duro.

-Hace diez años que te perdí... y ahora estás aquí.

No entendía muy bien que significaba todo eso. Pero allí, en mitad de ninguna parte en concreto, a 8 km del pueblo más cercano, había tiempo más que de sobra para las explicaciones. Se secó las lágrimas y sonrió, mirándola.

-Lo contaste muchas veces, y papá se acordaba bien. Como te dejaron tirada aquí. Lo de las ovejas, el nombre del pueblo... no ha sido fácil, pero tenía que ser así.

Le puso la manta por encima y le abrió la puerta del coche. Había unas cajas en el asiento trasero.

-He comprado ropa para ti, espero que sea de tu talla. La verdad es que aquí se tienen que tomar muchas precauciones. Ruedas de repuesto, gasolina, comida. Ésto es una mierda. Hasta las chicas son un poco así... bfff... que frías.

Efectivamente dentro de una de las cajas había ropa. Era ropa térmica de mujer, aunque le estaba un poco grande por que en esa isla las mujeres eran tamaño nórdico y no asiático. Y eso que la talla era la XS. Unas mallas térmicas, pantalones de esquiar, camiseta térmica, forro polar, chaquetón antiviento, guantes, botas e incluso un gorrito de esos de lana con forro interior. La verdad es que abrigarse tanto en lo que allí era la "primavera" habría hecho reírse a alguien de allí. Pero ella no era de allí y se había pasado media hora en camisón y dándole un viento que tenía una sensación térmica de... no se, cinco o seis grados. Así que no se lo pensó dos veces y se vistió, mientras él no miraba. La mente, mientras tanto, bullía en mil preguntas que quería hacerle.

-Es el mismo día en que desapareces, mayo de 2034. De hecho, una hora y media después. Diferencia horaria, y eso. Lo que pasa es que aquí cuando es "verano" el sol luce casi seis meses. Ya sabes.

Cuando se vistió, sin ropa interior todavía (se dejó lo que llevaba debajo como ropa interior), se metió en el asiento del copiloto del coche y cerró la puerta para entrar en calor. Él se subió entonces, cerrando la suya, y la miró con una sonrisa. Ella esperaba explicaciones y él nunca había sido un chico de muchas palabras.

-Voy a hacerte un resumen. Si no hubiera venido habrías caminado hacia el pueblo, y te hubiera encontrado un vecino, al borde de la hipotermia, y te hubieran llevado al hospital. Muchas preguntas, policía islandesa, indocumentada, llamadas a la embajada, la tía Mary habría venido a recogerte con tu pasaporte, tu ropa y las tarjetas de crédito. Y hubieras vuelto a casa dentro de tres días, con ese disco duro que tan importante va a ser en el futuro. Pero como no tienes el cubo... lo que te contaron los aliens no se produce. Es decir, no ocurrirá la gran guerra nuclear, pero no sabemos por qué, el cubo era la clave de que salieses de Pyongyang con vida. Por que... en el futuro, mi futuro, tu mueres dentro de un mes, en ese horrible lugar.

Hizo una pausa. Sabía que la información era demasiada, y algunas cosas eran... excesivamente chocantes. Cogió algo del asiento de atrás: era un termo grande con chocolate caliente, y se lo pasó mientras escuchaba.

-Hace diez años que no te veo, mamá. Tengo 25 años ya, pero bueno, eso da un poco igual. Ese futuro sin ti, es una mierda. Papá no lo aguanta bien, te quiere mucho, y todo es más difícil sin ti. Al final se lía parda entre algunos países, a pesar del gran apagón, y nos lanzamos algunos nukes... si eso no fuera suficiente a la invasión de El Dominio. Una puta locura. Estábamos perdiendo la guerra, a pesar de los avances que hemos desarrollado gracias a la información del disco duro. Entre ellos está el túnel temporal, que ha diseñado el tío Zero y la prima Nari, y por el que he venido. Soy tu Kyle Reese, por así decirlo, y estoy aquí para asegurarme de que el futuro cambia y tu estás en él.

Parpadeó, sonriendo. Era un gesto muy suyo, y también de Golan.

-Has entrado en una lista negra, por así decirlo. Averiguarán tus tratos con ese alien renegado, y el MJ-12 te vigilará. En mi línea temporal, el tío Hwo murió defendiéndote cuando casi te capturan una semana antes del viaje a Corea. Por eso es importante que consigamos algo, algo muy muy importante para ti, para el futuro y para la cosa mejore. Para tener una oportunidad. Necesitas un cubo, otro cubo, y solo hay un lugar en el mundo a fecha de hoy donde podamos encontrarlo.

Señaló el disco duro portátil.

-No te van a dejar llevarlo en el avión, es material informático. Así que vas a tener que mandárselo al tío Zero por correo certificado. No te preocupes, tengo una tarjeta black... tuneada. Fondos ilimitados -la sacó de su cartera y se la enseñó, venía con un nombre de mujer, un nombre coreano- Ah, si. Va a ser tu identidad hasta que acabemos lo que tenemos que hacer.

En la guantera había pasaporte y documento de identidad de una persona con nacionalidad doble coreana-estadounidense, pero que no era ella. Eso si, habían puesto fotos de carné suyas y la impresión de su huella dactilar. Era una falsificación cojonuda, perfecta.

-Lo hizo el tío Zero, ya sabes que vale lo mismo para un roto que para un descosido...

Arrancó de nuevo el coche, y se acordó de algo, señalándola con el dedo.

-Ah, si. Hasta que acabemos, nada de móvil. Nada de avisar a papá, ni a mi, ni a nadie. Ni siquiera a Toreno. Se van a preocupar por que has desaparecido, pero si todo sale bien, solo estarás desaparecida dos, como mucho tres días. Papá se pondrá muy nervioso, pero creeme, puede aguantar. Ha aguantado mucho más que eso, durante diez años, para que nosotros sobrevivieramos. Las cosas que hizo por nosotros... -negó, despacio- Papá todavía tiene mucha caña que dar.

Sonrió, besándola en la mejilla. Comenzó a conducir en dirección a aquella ciudad que estaba a 34 km, por que tenía aeropuerto y otras cosas que necesitaban.

-Tenemos dos días para nosotros, y nos lo vamos a pasar muy bien. Recuperaremos el tiempo perdido, ¿Vale? Gastaremos un montón de dinero y comeremos un montón de cosas ricas. Dios... en el futuro ya no hay tantas cosas como hoy. ¿Sabes que no tenemos ni café decente? Es un puto horror. Y el paté de krill, madre mía, es como si se metieras una roca marina en la boca y la chuparas. Dios, que asco.

En realidad, todo aquello no tenía mucho sentido. Hablar del futuro. Lo hacía para matar el tiempo. Pero si todo salía bien, el futuro iba a cambiar y él... él posiblemente dejara de existir. Por eso, esos dos días eran tan importantes para él. Cambiaría el mundo y disfrutaría todo lo que pudiera de su mamá, a la que había perdido trágicamente hacía más de una década.

-Hay un jet privado allí, que nos va a llevar a París. Y de ahí iremos a Kiev, a Ucrania. Es allí donde está el otro cubo, aunque el sitio donde está... bueno. No te va a molar mucho. Pero como te digo, es el único lugar del mundo, a día de hoy, donde encontrar otro artefacto como ese.

Su niño lloraba y eso era lo único que importaba –Ya está… ya está… mamá está aquí…- le frotaba la espalda. Siempre supo, incluso en los años más duros de rebeldía, que Fai tenía un corazón tierno. Su mayor temor era que se encalleciera pero parecía que habían dado con la clave para evitarlo.
Sonrió cuando le puso la manta por encima, lo hizo de una forma muy dulce y el gesto de abrirle la puerta… se deshacía en cariños. Era raro… y encantador.
Estaba tan cansada y tenía tanto frío que ni se resistió. En otras condiciones habría recelado, pero iba camino de las 48 horas en pie y su sangre empezaba a parecer granizado. En el asiento se hizo un ovillo (era de esos con calefacción) y asomó los ojillos por encima de las rodillas, se vio en el retrovisor. Estaba despelijada, tenía los ojos hinchados y la nariz mocosa. Sin pensarlo se embutió en la ropa que había comprado su hijo, todo le quedaba largo (porque esos nórdicos son unas espingardas) y le daba un aspecto gracioso un poco infantil. Se rió jugueteando con el sobrante de las mangas, estaba nerviosa por la situación y le daba vergüenza que la vieran sin arreglar.
Entonces Faisal comenzó el bombardeo de desgracias, una detrás de otra, a cada cual más catastrófica, adornado de algunas pinceladas asombrosas “De presidenta a cadáver en una noche. Que bien… cuanto más alto más dura es la caída” hizo ese gesto tan suyo de peinarse la patilla detrás de la oreja intentando disimular lo que fuera que sentía en ese momento. De pronto le pareció que su hijo hablaba cada vez más rápido, sacó la documentación falsa y empezó a hablar de otro cubo, de un jet a no se donde y de comida asquerosa. Eso habría bastado para desbloquear un hambre atroz pero en su lugar los datos se le hicieron una pelota enorme y no pudo más –Para..- balbució –para por favor…-. Fai parpadeó, ella tenía los ojos nublados al borde del llanto. Posó la mano sobre una de las de su hijo, la acarició –Tienes las mismas manos que tu padre… unas manos preciosas- inspiró compungida. Tragó saliva, estaba a punto de llorar, era mucho para una sola noche  –perdona es que…- suspiró -estoy… agotada y esto- hablaba en un tono muy tranquilo que denotaba cansancio –es… un flipe total. Ayer estaba celebrando mi cumpleaños tan tranquila, acababa de dejaros en la cama y de pronto me abducen, nos invaden los extraterrestres, todo el mundo muere, paso de presidenta a caballo de Troya en segundos, aparezco en Islandia, me encuentra mi hijo del futuro y me dice que en un mes la casco y todo se va a la mierda- se llevó las manos a las sienes, unas pocas lágrimas le recorrieron las mejillas. Hwo muerto… Golan solo… suficiente para terminar de ponerse malo. Sin  embargo en lugar de dar rienda suelta a la desesperación pensó en el joven que había cruzado el espacio y el tiempo para salvar a su madre. Lo último que necesitaría era soportar una neura. A saber por lo que había tenido que pasar… lo cubría un halo de tristeza… Su corazón de madre le dijo que hiciera de tripas corazón –No me hagas caso, ya sabes como me pongo cuando me stresso, se me va la olla- medio sonrió y le peinó el pelo con los dedos, emitió una risilla -¿Rubio?- dijo en referencia al tinte –Mola…- le plantó en la mejilla un  besote maternal  –molas un montón- le tocó la punta de la nariz y volvió a sentarse bien, porque no quería distraerle de conducir (en esas carreteras rectas y solitarias es donde la gente más se aostia porque se confían) sin embargo no le perdía ojo, él también iba hecho una cebolla de ropa pero asomaban los tatus, los piercings y los anillos. La corroía la curiosidad por todo. Abrió el termo con el que llevaba un rato calentándose las manos –Mmmmm- lo olió y le dio un tiento –que ico…- hubo un silencio largo un pelín incómodo. Ninguno sabía que decir -¿Tienes fotos?- rompió Queen de repente –Ya se que cuando hagamos esto cambiaran las cosas (lo han hecho 3 o 4 veces en lo que llevo de día) pero… ya que no puedo llamar a nadie ni volver a casa hasta dentro de unos días… podías contarme algunos cotilleos… cosas tontas como… quien se casa con quien… quien tiene niños… ¿Tengo nietos?- parpadeó pizpireta –O si estás con alguien…- señaló el anillo de plata con la barbilla, luego bajó la mirada e hizo una pausa –Como… como está papá?- apretó los ojos, solo de imaginárselo pasando por el calvario que ella tuvo que pasar con sus padres (reconocer los cuerpos, esperar la autopsia, el funeral, etc…)se le ponía un nudo en el estómago. 

Cuando dijo eso de "para" no sabía muy bien si le estaba pidiendo que frenara o que se callara. Pero parecía que se trataba de lo primero. Era obvio, por que de la noche a la mañana se había encontrado con todo aquel pastel. Todavía recordaba aquel cumple, el último cumpleaños de su madre, y lo mucho que se les fue la mano a ella y a la tía Mary con el morapio. Esa clase de cosas que recuerdas normalmente de tu padre, pero en su caso él siempre pensó que tenía una madre-padre y un padre-madre, por así decirlo. Los roles eran intercambiables en la familia Choi.

Sonrió por aquellas caricias que le dió, y escuchó lo que le decía. La verdad es que tenía mucha razón. Todo iba a cambiar y, de hecho, él, su yo del futuro, se esfumaría. O eso creían todos los científicos y cerebritos que le habían mandado allí. ¿Que más daba?

-No te preocupes -dijo, más pausadamente- Te he dado detalles para que entendieras que ésto no era una coña... Pero supongo que es verdad. No hacen falta. Es un futuro que será alternativo, y nada de eso tiene por qué pasar.

Parpadeó, pendiente de la carretera, pero casi se rió cuando dijo lo de "molas".

-Tuve una buena maestra en lo del molar. No se, muchas cosas se fueron al pedo y... mejor afrontar el apocalipsis molando que repeinado con un jersey de lacombe.

Fotos. La pregunta le hizo sonreír, negando con la cabeza. Le pasó un artefacto parecido a una pulsera, que resultó ser una especie de ordenador/teléfono que tenía mucho más de lo primero que de lo segundo. Tenía una pantalla holográfica táctil desplegable.

-Éste es papá con Samantha. Y antes de que pienses nada raro, es una jefa mía de la CIA, que resulta que era muy fan de él y le pidió hacerse una foto. Es del año pasado, en el bosque, cerca de casa.

-Éste es Jason, tu nieto más pequeño. Tiene solo un año y medio. Laila tuvo otra relación antes de ésta pero no tuvo hijos con ese tipo. El de ahora se llama... Sven, creo. Es sueco, muy majo. Se conocieron en un viaje de negocios, por que ella se dedica a ser embajadora de la marca y todo eso. Se le da bien.

-Jon lleva casi siete años con ésta chica. Apuesto a que no la reconocerás casi... Es Stacy, la sobrina de Cletus. Con Ximena no estuvo más de un año. Follaban mucho pero... también se peleaban mucho. Además, él se fue a estudiar lejos y eso sepultó la relación. Él es el presidente de Gozushi ahora. La empresa... bueno... tiene muchísimas ramas, incluso defensa. Somos un pequeño país.

-Ésta es... bueno. Tiene tu nombre. Es tu nieta de seis años y es una monada. Además, come tanto como tú... jejejejeje...

Se quedó callado un momento. Las implicaciones estaban ahí. Iba a cambiar el futuro, por lo que su nieta posiblemente no existiera. Y ella era una chica increíble, un amor, llena de vida y de curiosidad. Y él la iba a sentenciar a muerte. De hecho, haría que nunca existiera. Era triste de cojones, si te parabas a pensarlo.

-Papá está... bueno, va tirando. A veces está mejor. Otras, peor. Lo sobrelleva, por así decirlo. Pero él nunca... bueno. No se ha acostado con otra mujer. Y eso que hubo una que... bueno, se mereció su amor, la verdad, era una persona encantadora. Pero papá siempre nos dijo que tu eras el único amor de su vida, y que ya estaba "muy mayor para esas cosas"...

Cambió de tema radicalmente. Ya que iba a irse por la puerta grande, acompañado de su madre, y cambiarlo todo, por muy doloroso que fuera, callarse las cosas no tenía sentido alguno.

-El anillo es por Nari.

Ella parpadeó y él se explicó.

-Estoy enamorado de ella desde que éramos muy pequeños. He estado... con muchas tías. No se, algunas, la mayoría, eran rollos. Otras han intentado que fuera algo más serio. Pero no ha funcionado. Mi corazón ya tiene dueña. La verdad es que... se lo he dicho un montón de veces pero ella siempre estaba muy centrada en sus cosas, muy ocupada. No tenía tiempo para una relación, y me "ve como a un hermano".

Parpadeó. Se notaba que el asunto le jodía especialmente.

-Se ha tenido que acabar el mundo para que me diera un beso antes de mandarme aquí, y decirme lo que llevo desde los 12 años queriendo escuchar.

Apretó los labios y se quedó callado.

-Ese es mi niño…- le codeó por el piropo –pijos caca- se rieron.
-Que chulo!!!- exclamó al ponerse la pulsera-comunicador, tuvo que remangar como 3 o 4 capas de ropa para poder hacerlo. Las fotos la hicieron llorar como una tonta -La vida sigue…- balbució. Todos lo sabemos, pero una cosa es saberlo y otra… verlo, era como asistir a tu propio funeral y oir las elegías de la gente –Que guapos todos… oiiii que cosita tan rica…- las lágrimas se mezclaban con risitas, morritos y ladeos de cabeza –Sven… ¿Nórdico?- castigo del señor –interesante elección ¡Oh Dios mío Stacy!!!! Mi nombre… ooooh tiene carita de traviesa, me parece que les va a dar guerra- asentía satisfecha viendo que sus hijos se habían convertido en gente de provecho, profesional y personalmente hablando. Que la empresa seguía en pie, que amaban y eran amados y que la recordaban con cariño. “Acarició” la foto de la niñita y el “slideshow” volvió solo al punto de inicio, a la foto de Golan –Papá esta muy delgado y le han salido ojeras… Tiene que… que cuidarse más…- Se llevó la mano a la cara tapándose la boca, había llegado al punto de ruptura definitivo. Apretó los ojos en un intento de cortar el llanto, un esfuerzo estéril, y así estuvo un rato. Estaba tan lejos de casa, tan cansada, tan asustada y esos niños… eran tan… ¡Eran sus nietos! Lloró lo que debieron ser un par de minutos, un llanto intenso que ninguno de sus hijos le había visto nunca. Necesitaba soltar tensión (y dormir, y comer, y una ducha, y volver a casa…) –Perdona hijo, soy una desconsiderada…- inspiró mocosa –es que… - se frotó la frente –Ahmm no se ni que decir…- respiró hondo para sobreponerse y ordenar ideas –No hace ni un mes que acabé con Yong, creí… que por fin había logrado la tranquilidad, que estabais seguros. Y ahora… esto-  inspirando de nuevo –Me siento impotente y culpable, porque… no se que más hacer para protegeros y francamente… no me sorprende que acabe muerta- tragó saliva se le quebraba la voz –lo daría todo, TODO, con tal de evitaros el más mínimo sufrimiento. Lo siento tanto por tu padre… él es quien peor lo pasa. Es… tan buena persona… y la paciencia que me tiene… no se merece sufrir así- Hubo otro silencio, miró el paisaje “Hubo una que se mereció su amor”… difícilmente se le iban a olvidar esas palabras. La curiosidad la reconcomía y a la vez creía tener la respuesta de quien era esa mujer, por su bien y por el de la relación con su marido decidió no preguntar –Ahora mismo debe estar aterrado ¿De verdad que no puedo mandarle ni un mensajito?- puso un gesto muy cute –Desde que nos conocimos no hemos estado ni un solo día sin hablar…- bajó la vista a ninguna parte, pellizcó el pantalón como quitándole una pelusilla invisible. Resopló –Nari eh?- giró la mirada a su hijo llena de ternura –lo sabía…- le sonrió. Mejor centrarse en lo positivo y no atosigarle más –Entiendo su reticencia, aunque aquí aún es una niña de 14 años… ya está harta de los hombres, es preciosa y un imán para penes con patas. Demasiado joven y dulce como para tener que lidiar con tanto baboso y me imagino que en el futuro se llevará unas cuantas decepciones. Querrá huir de todo eso. Además está lo de Jon y Ximena (eso no podía salir bien), Nari te quiere tanto que no quiere arriesgarse a que le pase lo mismo que a su hermana y vuestra relación se estropee. Es una putada, lo se, pero también te digo que no puede ponerse puertas al campo y al amor menos- le frotó el hombro suavemente. Pese a sus palabras de consuelo se le veía angustiado, Queen parpadeó, de haber estado descansada no habría tardado tanto en darse cuenda de la verdadera preocupación de Fai. La autocorrección de la paradoja ¿Debía seguir hablando de banalidades o entrar en materia? Era una de esas situaciones peliagudas ¿Los padres temen hablar con sus hijos de sexo? Eso es porque no saben lo que es tener que enfrentar la extinción cuántica. “Valor y al toro nena, es tu hijo” –Wonsungi…- se lanzó a la piscina empleando un tono suave –¿Crees que todos desapareceréis cuando cumplamos con esta misión verdad?- ¡Toma delicadeza! Queen style –Hijo yo… no soy ninguna eminencia científica pero he pasado mucho tiempo con Jay y además he sido curiosa. Ya sabes lo que digo siempre “En esta vida hay que saber de todo”- hizo una mueca con la boca consciente de que lo que iba a decir era peliagudo –el caso es que… estás aquí, y eso puede significar varias cosas- miraba a Fai y a la calzada de forma alterna. Muy apropiado estar moviéndose por una carretera mientras hablaban de ese tema –la primera es que pese a tu esfuerzo yo muero…- le tembló la voz –y por eso no te has esfumado- inspiró profundo –otra opción es que realmente no vas a cambiar el futuro si no que estas creando una realidad alternativa, por lo tanto, una vez culminemos esta misión… nada habrá cambiado en tu realidad…-  apretó el termo entre las manos y vio el comunicador en su muñeca –O…- arrugó la frente echando mano de sus rudimentarios conocimientos de física cuántica –podemos cerrar la paradoja…- parpadeó como si en ese preciso instante viera los hilos del universo entretejerse “lo contaste muchas veces…” ¿Cuántas veces iba a contar algo que le pasaba a un mes escaso de su muerte? Dibujó una leve sonrisa “un fallo en matrix” –dices que Zero y Nari construyen esa máquina del tiempo gracias a lo que hay en el disco no? Osea que eso va a pasar sí o sí… si me dejas esta pulsera- dijo señalando el comunicador –yo se la daré al pequeño Fai con instrucciones precisas para que venga a recogerme hoy y me la entregue, como tú has hecho…- le miró con curiosidad –de ese modo creamos un… by-pass…- esa idea que tan clara había aparecido en su mente de pronto empezó a desdibujarse. Se dejó caer en el respaldo soltando un soplido, era muy extraño, se sintió un poco mareada. Reconocía los signos, sus energías estaban llegando al límite –yo que se… una paradoja es… una herida en el tiempo y si algo se bien es que todas las heridas, cuando cicatrizan, siempre dejan marca*- se frotaba la muñeca izquierda, la operada –tal vez tu presencia sea esa marca, tal vez nuestros recuerdos lo sean… en cualquier caso lo que sí se es que esto que me has enseñado va a pasar, estos niños van a nacer y Nari te va a besar, porque hoy, este hoy, mi hoy- se llevó la mano al pecho –las bases para que eso suceda ya están puestas- le miró–en mi corazón lo se, y mi corazón es de las pocas cosas en la vida con la que nunca me he equivocado- dio otro tiento al chocolate y cerró los ojos un segundo, tenía la vista cansada. El asiento era muy cómodo, Fai se lo reclinó un poco y ella se arrellano. El gesto le hizo sonreir.
-Cuentame más cosas… no me has dicho nada de Tom, ni de Amanda, de mis hermanos, de tus primos*, de los Gupta…- el cansancio lleva al pesimismo y eso era lo último que necesitaban

Su madre lloró y él se quedó serio. Sabía que estaba forzando la máquina. Que le estaba pidiendo demasiado en un momento clave. Sabía, por que la conocía, que a ella los golpes duros le gustaba acolcharlos con unos cuantos días en casita, con papá, comiendo cosas ricas y durmiendo mucho. A pesar de las guerras callejeras, ella seguía teniendo aquel corazón noble del que ahora iba a depender tanto. Él, por su parte, lo había endurecido en una situación terrible.

Hablaba de ahorrarles sufrimientos, pero no debía obrar así. Él había visto a adolescentes forzados por la guerra, convertirse en soldados, trabajadores o lo que hiciera falta. Costó, pero se logró por que era necesario. Se acercaban tiempos muy oscuros, y tanto él como sus hermanos tendrían que madurar a marchas forzadas.

-Bueno, yo no soy un teórico de la Física, mamá. Creo que solo hay una manera de comprobar como es el Universo y como se cambian las líneas temporales y todo eso. Y es haciéndolo. Si ves que desaparezco cuando cojamos el cubo, ya sabes como funciona. Pero si me quedo aquí la cosa va a estar jodida... La máquina funciona hacia atrás, pero no hacia delante. Tampoco creo que funcione entre universos o líneas temporales. Así que durante una temporada vas a tenerme por duplicado.

La idea le hizo gracia, así que sonrió.

-¿Te imaginas que caos? Dos Faisales. Madre mía. Tendremos que comprar el doble de comida y competir por la misma chica. Que desastre.

Había dicho cosas la hostia de profundas y enrevesadas. Cosas sobre él, sobre Nari, sobre el futuro y las alternativas. Pero él seguía siendo él y quizá por eso le habían mandado en lugar de a su hermano mayor.

-Venga, no te ralles. Luego te pongo al corriente de todo. Ahora te dejo que llames a Papá con el teléfono satélite. Pero no te enrolles mucho, ¿Vale? Quizá tienes razón, y el futuro ya está escrito. Así que... ésto tendría que pasar igualmente. Acuérdate del prefijo de Estados Unidos, jejejeje.

Le observó conducir, hablar, moverse, los gestos que hacía y como modulaba la voz, fascinada por el simple hecho de tenerle allí. Sí… era su Faisal, valiente, resuelto, cool, ingenioso, dulce pero no muy buen orador y poco dado al pensamiento complejo. Perfecto, como todos sus hijos. Amor de madre. El mismo amor que le punzaba el corazón al verse incapaz de darle consuelo ¿Cómo se consuela un hijo que sabe que va a morir, que ha dejado atrás para siempre al amor de su vida y que va a ser el responsable de la desaparición de su universo? Y sin embargo mantenía el ánimo. Reconoció el eco de sí misma en él. Habían criado un buen hijo.
-¿Me dejas?...- preguntó en un tonillo irónico –vaya…- sacó la lengua bromista aunque en seguida cambió a un gesto más amable. Tomó el teléfono entre ambas manos –Gracias- ladeó la cabeza. Resopló mirando el cacharro –A ver que cojones le digo a tu padre “¡Hola cariño!- gesticulaba teatralizando -Saludos desde Islandia! Me han abducido los extraterrestres pero no te preocupes, ha venido Faisal del futuro a recogerme. Llamo para avisar de que estaré unos días fuera, nos vamos a Chernobyl a robar un arma extraterrestre… ” Si le digo eso se cae de culo- hinchó los carrillos –¡Improvisemos!…- marcó, cuando empezó a dar tono se le aceleró el corazón.