Partida Rol por web

- hum. Esto se pone mas interesante a cada momento que pasa... -

Mi mente se pierde en pensamientos meditabundos sobre la informacion recibida en los ultimos minutos

- Me pregunto que papel jugamos para Koldolak en este juego... es mas, me pregunto si realmente jugamos para el. Aquellos tipos a los que hasta el sacerdote temia... hmmmmm... -

Al recordar al Tzimisce rememoro nuestras pasadas conversaciones y acepto dejar a un lado el sarcasmo y el cinismo para intentar promover el movimiento de esta manada como un bloque solido... aun sabedor de la ardua tarea que eso ha de suponer.

- Mas aun si el movimiento comienza sin uno de nuestros miembros -

Alzo de nuevo la cabeza y miro de soslayo a Koldolak como pidiendole permiso para hablar esta vez. No obstante, mis palabras brotan de mi boca antes de su asentimiento.

- Dudo mucho que debamos dejar a "la niña" perdida en la intemperie. La ciudad no es segura. Y creo que menos aun para nosotros. - Miro a todos uno a uno - Si queremos prosperar bajo el amparo de este nuevo feudo de la Espada, hemos de mantenernos unidos, pues nuestros enemigos ya lo estan. - al menos de momento. Mi mirada se posa finalmente en los ojos del cazador, recalcando las palabras de unidad al mirarle - Tenemos que encontrar a Cagalli.

Me giro hacia Koldolak y Steff

- Sacerdote, Ductus, puedo fundirme en las sombras e ir a buscarla - ofrezco

Os encontráis en medio de la toma de decisiones, conscientes de que tampoco falta demasiado tiempo para el amanecer, cuando la puerta principal del hangar se abre de nuevo y deja ver a una chiquilla de apariencia adolescente que os mira risueña. Sus ropas están estropeadas y algo rotas, y presenta pequeñas manchas de sangre, pero la vampiresa parece estar bien a pesar de ello.

Cagalli entra caminando al lugar donde estan todos reunidos, entonces se da cuenta de algo, parece que Koldolack puede ver, la vampiresa bastante sorpredida por el hecho dice:

- Vaya os veo bastante bien en especial al señor Koldolack que no se porque pero me da la sensacion de que ha ganado un sentido desde que me fui.

Seguidamente se acerca al grupo para decir:

- Bueno y que es lo que me he perdido de esta reunion chicos?

Hunter atenaza con firmeza el brazo de Steff; obligandola a mirarle a los ojos. El ceñudo rostro del cazador expresa mejor que sus palabras lo que pretende con ese gesto. Un ligero movimiento negativo de la cabeza, completa el mudo dialogo. La presa del antitribu se mantiene unos segundos más de lo necesario, mientras este sostiene la fria mirada de la vampiresa estoicamente. Lentamente, aleja la mano del antebrazo de Stef y toma la palabra, sin dejar de mirar a la lider de la Cofradía...

"Poca cosa Cagalli."

Con un parpadeo rompe el contacto visual con Steff y se encara con los recien llegados, adoptando una postura mas firme y directa..."Te doy las gracias, Albret. Nuestro sacerdote esta aqui y con él, podemos completar los ritos que nos hermanaran como Cofradía. Falta poco para el amanecer y hay muchas tareas que completar... Historias que compartir y planes que llevar a cabo."

Hunter se esfuerza en sonreir, a pesar de las pocas ganas que siente de hacerlo en ese momento. Su cuerpo responde a los estimulos de la situación y el antitribu Gangrel siente como sus instintos afloran con rapidez y fuerza... "No lo comprenden... Todavia no lo comprenden... Steff desea orden y control... Albret cree que puede hacerlo mejor y desea probar su valia... Cagalli no cree en esta unión... Y Danny se siente perdido... Maldita sea la sangre que corretea por sus venas... Ahora no es el momento de echarlo todo por tierra interviniendo... Si Steff cree que debe dar ejemplo, tendra que hacerlo, como yo debo hacerlo con ese pobre diablo de  Albret."

Los nudillos de Hunter se tornan aun más palidos, resaltando bajo la mugre que cubre sus antebrazos. Con deliberada lentitud se aleja de la improvisada mesa de reuniones y se acerca al lugar donde esta el sacerdote de la manada, pasando junto a Danny y colocandose a su izquierda. Mantiene una actitud hosca, sumido en sus propios pensamientos y con todo su cuerpo en tensión, haciendo que la musculatura del tronco destaque bajo su camiseta de tirantes. Sus fuertes manos estan cerradas conformando unos puños capaces de asestar los golpes de un martillo.

"Señor Koldolak, ¿podemos empezar?"

Miro a los recien llegados, la discusión con Steff y Hunter había sido bastante fructifera y había aclarado algunas cosas. Ahora era tiempo de los ritos de la manada aunque había ciertos asuntos que tenía que atender no era algo de lo que me pudiera escapar todo era cuestión de esperar los negocios tedrían que esperar.

Si, todo esta preparado para esta primera noche, hagamos los ritos cuanto antes. Digo reafirmando lo dicho por Hunter.

Observo la situación con la cabeza ladeada, como un perro intrigado ante un sonido que desconoce. El gesto de Hunter no me pasa inadvertido, aunque me intrigan sus motivos para evitar una reacción tan evidente que yo mismo la esperaba con expectación. Steffanie es visceral, un ser pasional, y será una buena líder. Es curioso que su ardiente pasión deba ser refrenada por una bestia salvaje. Quizás el aspecto de ese Gangrel contraste con su verdadera naturaleza, y la oculte...

• Sí, sí, por supuesto ¿sí?

Me apresuro a tomar la iniciativa, antes incluso de que nuestra recién proclamada Ductus reaccione. Una disputa interna ahora no nos es favorable, nonono, más bien todo lo contrario. Es el momento de aunar fuerzas, de estrechar lazos, no de crear enemigos entre nuestros hermanos. Es el momento de la lealtad.

Y no hay mayor lealtad que la que otorga la sangre.

• Lamentablemente, no creo que encontremos por aquí un recipiente adecuado... -Miro a nuestro alrededor, recordando los cálices metálicos que abandonamos en el teatro, y que tan convenientes nos serían ahora- Sin embargo... -Junto mis manos, entrelazando los dedos entre sí, mientras una sucesión de chasquidos advierte del modo en que se van luxando las articulaciones de dedos y muñecas. Es doloroso, pero un tipo de dolor al que me he habituado con los años. Es el dolor sensual del cuerpo doblegándose a la sangre y a mi decisión, el de los huesos amoldándose y la carne fundiéndose, el de mis manos convirtiéndose en... otra cosa- ...creo que puedo ofrecer algo de mi propia creación.

Mis manos configuran ya un cuenco de huesos y carne.

Un cáliz de carne para contener sangre ¿sí? muy adecuado...

• No me andaré con demasiados rodeos, hermanos, la noche decae y no tenemos tiempo para discursos extenuantes ¿sí? Además, no creo que estéis de humor en estos momentos. Solo quiero recordaros por qué estamos aquí, y para qué. -Elevo la voz, solemnemente- Estamos aquí porque lo hemos decidido. Como vampiros libres que somos, tomamos nuestras propias decisiones, sin que nadie pueda obligarnos ni forzarnos. La Espada de Caín garantiza nuestra libertad con las escasas limitaciones que el mundo nos impone, y nos pone en la senda de obtenerla de la forma absoluta que merecemos. -Detengo mis palabras un instante, mientras un fino y afilado hueso perfora la carne del interior de mis manos-cuenco y deja brotar un chorro de sangre a su interior, antes de cerrarse- Y estamos aquí porque los enemigos de esa libertad son muchos, y solo unidos triunfaremos donde ellos, siervos de los dioses-demonio que pretenden exterminar a nuestra superior raza, fracasarán. Porque mi sangre no es mi sangre, sino que es nuestra sangre. Porque vuestra sangre es tan mía como vuestra. Porque a partir de esta noche, somos hermanos.

Mi discurso ha terminado siendo más largo de lo esperado ¿sí? Pero ya he terminado, y solo resta que los demás aporten su grano de arena... su sangre.

 Asi que le ha despistado, esa niña, necesita disciplina y no la va a gustar como la va a conseguir. No somos su puto patio de recreo y no somos sus muñecas para conseguir su diversion.

Gracias Albert pero no hara falta, creo que no dejo un telefono para contactar con ella.  Ademas creo que dista mucho de ser una niña y mucho menos que este perdida.  

¿nuestros enemigos? le miro a los ojos inquisitivamente antes de continuar. No deberias preocuparte por ellos mas que por otras cosas ¿no es cierto?.

Me giro al sonido de la puerta y la veo entrar, asi que va de niña buena, no espere ninguna concesion.

La mano de Hunter me hace volver a la realidad, pero tambien... no me incomoda, es extraño.  Vale un segundo solo la dare eso, no creo que la niña pueda hacer nada.

Mientras Hunter contesta simplemente me acerco a Cagalli, la miro a los ojos y mantengo mi aspecto de frialdad, estoy a punto de decir algo cuando habla nuestro sacerdote. Esta noche estas de suerte niñata

La sonrio mientras me giro pero antes de nada. Tenemos que hablar, me gustaria hablar con cada uno de vosotros en privado si fuera posible, la noche se acorta...pero despues de los ritos, hermanos.

Saco mi navaja y me acerto mirando la copa, Un trabajo excelente hermano, pronto tendremos una copa que sea digna de esta manada. Me hago un corte en la palma, que baje hasta la muñeca en el que hago una cruz, aprieto la mano y dejo que caiga la sangre en el recipiente. 

Me giro y me lamo la herida como si fuera lo mas normal, solo con la punta de la lengua y miro al resto, esperando su siguiente respuesta y que sigan el camino marcado. Luego llegara el momento de descansar en alguno de esos contenedores antes de preparar nuestro siguiente paso...

Cagalli observa lo que sucede, cuando Steff le mira friamente ella emite una leve sonrisa mientras piensa:

- Si, hazte la dura y la respetable que al final me lo agradeceras...aficionada

Entonces escucha lo que dice Koldolack y como comienza a deformar sus propias manos para formas una especie de cuenco, Cagalli no puede evitar mirar con cierto desagrado ya que no era precisamente un espectaculo agradable lo que estaba haciendo el vampiro con sus manos, cuando este termino de hablar y vertio su sangre Cagalli se acerca caminando mientras piensa:

- Estos Tzismices nunca entendere como pueden hacer esas cosas tan asquerosas, bueno alla ellos

Es entonces cuando Cagalli se da cuenta de que es Steff la que hecha su sangre formando una especie de cruz en su mano de la que brota la herida, mientras hace esto Cagalli le observa y piensa:

- Menuda tonteria hacer una herida asi, mira que son feas esas heridas, bueno, cada cual con sus placeres

Seguidamente se acerca ella a la "copa" y saca la navaja que habia conseguido esa noche, la vampiresa limpia la hoja con su camisa para seguidamente hacer un corte en la palma y dejar que brote sangre de esta, segundos despues se lame la herida de forma algo lasciva mientras exclama:

- Umm estoy buena no solo por fuera sino tambien por dentro

Se aparta un poco y ras limpiar la hoja de la navaja se la guarda y se sienta en algun lugar cercano a observar las reacciones de los demas y como vierten su sangre

- ¿Un recipiente adecuado? ¿En serio nadie pone pegas al "recipiente adecuado de Koldolak? ¡Joder con el "ciego"! ¡Qué repelús! - Pese a su cara de asombro, Danny tampoco dice nada. 

Simplemente se acerca, tras Cagalli, sonriendo al escuchar su comentario, a depositar parte de su vitae en el recipiente elegido.

Cuando llega a la altura de Koldolak, y mientras le mira a los ojos, no como desafío, ni queja, sino curioso, al fin y al cabo hasta hace poco no tenía pupilas, se abre una herida en el dorso de la mano con sus propios colmillos, ayudando, con la otra, a que el sangrado sea más rápido, y poder dejar al resto de la manada hacer lo mismo, sin estorbarles.

Una vez acaba, se retira hacia donde antes estaba, lamiendo en silencio su herida, para poder fijarse en los demás. En sus miradas, sus gestos. Intenta no pasar nada por alto. No la tensión entre Steff y Cagalli, está claro. Ni la de Hunter al tener que escuchar a Albret.

- Aunque no le escuchará mucho más.

Se remueve inquieto, impaciente. 

- No queda mucho para la salida del Sol. Esperemos que no tome mucho tiempo el ritual. O bueno, mejor que lo tome el ritual a charlas individuales con Steff. ¿Individuales? Tendríamos que hablar en grupo. De nuestras igualdades y desigualdades. ¿Sino cómo vamos a solucionar los posibles problemas que surjan? No como Luca y yo lo haríamos. Eso seguro. 

No es que echara de menos a su mentor, sino a las torturas que ambos llevaban a cabo. 

Koldolak habla sobre nuestra manada y el por que estamos aquí antes de sacar su extraño recipiente. Veo el recipiente con algo de indiferencia, algo de esperar en un Tsimize. Stefany abre la veda al echar su propia sangre en el recipiente y la siguen la "niña" con un comentario jocos y Danny bastante más serio.

Es la primera vez que hago un ritual de estas caracteristicas y me pregunto cuanta sangre beberé de cada uno y cuanta de mi sangre beberan... y que efecto tendra sobre nosotros.

Si crees que tu sangre esta deliciosa deberías esperar a probar la mia... Digo con una sonrisa tras abrir una herida con mis colmillos para derramarla en el recipiente.

Una situacion interesante, fruto de la ambicion y la avaricia se presenta de nuevo ante mi por segunda vez esta noche. No obstante, y siguiendo los consejos del sacerdote, guardo absoluto silencio durante los acontecimientos que se suceden al ritmo constante del tacometro de nuestro muerto corazon.

Tras la irrupcion en la sala de "la niña" supuestamente perdida, doy un paso atras y me apoyo en la pared del cubiculo que hemos "elegido" como refugio.

Mi mente permanece serena, tranquila, en el lugar en el que me encuentro. Por primera vez en esta noche decido dejar a un lado cavilaciones y planes retorcidas para, simplemente, disfrutar de las horas que preceden al alba y del espectaculo en si mismo que es la Valdurie.

Y como no podia ser de otra manera, el espectaculo es bien merecido.

En primer lugar la "performance" de nuestro sacerdote es, cuando menos, altamente original. Hacer de su cuerpo el recipiente para nuestra sangre...

- Me pregunto si pretende que eso sea algun tipo de metafora... -

Como manda la tradicion, su propia sangre es la primera en tildar de carmesi las paredes de sus manos. Le sigue la sangre de nuestra Ductus que, acorde con su marcado temperamento, no tarda en hacer calro ostento de su posicion y nos requiere a cada uno en privado para una "charla".

- Sus razones tendra, y mas de una puedo imaginarmelas. Si desea que esta manada funcione como un todo, no me extraña su decision. Es mas, es ciertamente adecuada. Ahora depende de ella que el fruto de esas reuniones surta el efecto deseado pues, por propia experiencia, reconozco que aun siendo altamente eficientes, en alguna ocasion, resultan un arma de doble filo...-

El orden que sigue a nuestros dirigentes a la hora de derramar la sangre sobre las manos de Koldolak hace que "la niña" proceda tras nuestra Ductus... aderezando el gesto con un comentario efimero que por suerte Danny ignora, pero al que desafortunadamente Luigi contesta con unas palabras de la misma indole.

- Y luego diran que soy yo el que profana las sagradas tradiciones de la espada con el veneno de mi lengua...-

Conocedor de que Hunter sera el ultimo en derramar su sangre, pues ha de demostrar su puesto como brazo armado de nuestra Ductus, no me demoro tras el turno de Luigi, y me encamino al Tzimisce mientras me desabrocho el boton marfileo de la manga izquierda de mi camisa.

Estiro el brazo y supino la mano exponiendo la zona ventral de mi muñeca.

Un rapido movimiento de mi mano derecha abre una fina herida en la radial, por la que brota un hilo de sangre que se vierte al cuenco.

- Por la Manada, por La Espada, por Cain -

Tras mis escuetas elegidas palabras me retiro de nuevo a mi posicion contra la pared, a la espera de mi turno para sorber la sangre de mis "hermanos"...

Hunter, en completo silencio, al desarrollo del ceremonial, esperando pacientemente su turno...

"Espero que Albret no se haga de rogar... El señor Koldolak ha elegido muy bien sus palabras. Me gustaria saber que ha ocurrido entre él y Albret...Diria que esta distinto... ¿La perspectiva de un enfrentamiento a muerte? No lo creo... Ha tenido que ser algo más... personal. Quizas la demostración de sus particulares capacidades no sea una sorpresa para Albret... Si puede hacer eso con sus manos, no me gustaria saber que puede hacer sobre las mias..." El antitribu se permite una ligera sonrisa, cuando Steff se adelanta a Cagalli, y ocupa su lugar como la primera de ellas en derramar su vitae en el "caliz" de carne. "Supongo que tendran que aclara las cosas entre ellas... Cagalli, fiel a su estilo ,demuestra que no piensa permitir que se la menosprecie por ser mujer o aparentar ser más joven que los demas... Danny es más estoico, más discreto... Diria quen no le ha gustado demasiado lo que ha pasado, pero no se queja... como buen soldado. Luigi no se hace esperar, como es lógico... Me pregunto cuanto habrá de cierto en su bravata... Y por último, el hijo pródigo..."

Los musculos del cazador se tensan, cuando el Lasombra da los pasos necesarios para acercarse al sacerdote, apenas a concluido el sacrificio por parte de su calvo camarada. Cuando procede a desabrocharse la manga izquierda, Hunter se relaja, asintiendo ante la escenificación de su hermano. Con cierta gravedad, se acerca al sacerdote, dispuesto a completar el ritual que les unira formalmente como Cofradia y como hermanos en la sangre...

"Mi turno..." Las botas de motero resuenan en el sucio suelo del almacen, mientras cada paso le acerca más y más a la copa de carne creada por el Tzimisce "Somos diferentes, distintos... Pero estamos aqui, porque asi lo hemos querido. Nuestros caminos nos han llevado hasta aqui... Y desde aqui, seguiremos jumtos..."

Sin demasiada ceremonia, Hunter hinca sus colmillos en ambas manos, rasgandolas profundamente. Deja caer su vitae en el recipiente y observa como ahora es indistinguible de la sangre vertida con anterioridad por sus hermanos. Dos sonoros lamentones cierran las heridas auto-inflingidas en las manos y velva a su sitio, manteniendose equidistante a Steff y Albret.

"Hecho"

La ceremonia discurre con la normalidad que permiten los inconvenientes ¿sí? La no convencionalidad del ritual hace que me resulte escasamente familiar, al menos respecto a las instrucciones que en su noche recibiera por parte del Maestro Sastre. La vitae no ha sido vertida en un contenedor consagrado por la manada, ni se ha utilizado para derramar nuestra sangre conjunta una herramienta ritual de importancia grupal ¿sí? Sin embargo, esta ceremonia apresurada es la primera de una manada recién conformada, aún sin una Capilla adecuadamente acondicionada, con un territorio aún por hegemonizar, y con escaso material a nuestra disposición. Además, la cercanía del astro verdugo apremia demasiado y reduce nuestro tiempo disponible de preparación ¿sí?

En cualquier caso, aunque en próximas Vaulderies estoy decidido a devolver el ritual a su forma convencional, la disposición actual no me resulta discordante con el espíritu del rito en sí. La sangre compartida permanece contenida en el propio Sacerdote oficiante, y cada cual la ha vertido a su particular manera como reflejo de su misma libertad e identidad.

Acometemos esta Vaulderie como individuos, y la terminaremos como grupo.

Elevo el cáliz, mis manos, en señal de santificación de esta sangre compartida, de nuestro poder de unión. Evito palabras que adornen innecesariamente el momento, y me limito a tomar un buen sorbo del sabroso manjar. Ni tan poco que su poder no llegue a afectarme adecuadamente, ni tanto que prive de ello a alguno de mis hermanos.

En cuanto termino, aún con liquido escarlata en mis labios y calor en mi garganta, aún sintiendo el poder de mis hermanos penetrando en mi cuerpo y en mi alma, extiendo los brazos y el cáliz a mi Ductus.

 Veamos

1. Albret>>>5
2. Cagalli Al-Hashif >> 9 
3. Danny Trempton >> 1
4. Hunter >>1
5. Koldolak >>> 10
6. Luigi Albanese >> 7