Partida Rol por web

¿¡Y a quién le interesa el sueldo!?, pienso para mis adentros, aunque sé que no estaría de más poderme comprar algún conjunto nuevo, ¡lo importante está en la aventura!

Aunque todavía tenía que ir al mercado, me di rápidamente la vuelta para llegar lo mas pronto posible a casa. De camino, choqué con una señora mayor y apenas me detuve el tiempo suficiente para musitar una disculpa. Entré en casa, descolgué el teléfono y con toda la seguridad del mundo:

- Operadora, pongame con el número...

El teléfono se descuelga a los pocos tonos, aunque hay un momento antes de contestar, su voz suena claramente masculina y bastante dulce o agradable:

- Buenos días. Digame?

- Hola, buenos días, acabo de ver un anuncio en el periódico y me gustaría informarme un poco más sobre el asunto- musito mientra intento mantener la compostura, ¡que emocionante!

- Oh, si claro... El anuncio.- La voz parece entusiasmada - Pues... si quiere puedo darle los detalles en persona esta misma tarde, en Davenham, he quedado con un par de caballeros que han mostrado su interés en un bar llamado "Grey Pilgrim", espero que no tenga problema en trabajar en equipo...

- Sí, sí, claro...

Intento mantener la voz calmada, me parece increíble que quiera entrevistarme, ¡a mí! Y encima con unos caballeros... Durante toda la mañana estoy distraída, pensando en qué podría decirles para que me escogieran. ¡Seguro que sería la aventura de mi vida!

Me visto de manera rápida y elegante, pero intentando no parecer una señorona, casi una hora antes, y espero al lado de la entrada de mi casa con paciencia. Salgo antes de lo necesario.

Puedes ir en coche o en tren, aunque en coche tendrás que pedir un chófer, lo que no saldrá excesivamente barato. Devenham está a unos 20 Km de Boston, y el pasaje de tren cuesta 2$ y sale a las 14:00, llegando una media hora más tarde. 

Aunque me gustaría disfrutar de toda clase de lujos, como cuando vivía con mi padre o mi marido, mi economía no es tan buena. Voy pronto, para asegurarme de que haya un billete para mí.

Hoy te levantas tarde, acabas de tener el turno de noche y estás más que agotado... Te despiertas a eso de las 12:00 con el ruido infernal de un teléfono, aún frotándote los ojos te levantas y contestas. 

Se trata de un viejo amigo de la facultad, llamado Jones con el que aun mantienes cierto tipo de relación, es un psiquiatra simpático que trabaja en la zona de Davenham. 

- Hola, Ryan, ¿Qué haces esta tarde? Veras... Es que... le estoy haciendo un favor a alguien, y estoy intentando encontrar a un par de personas para que investiguen una cosa para un paciente... Lo cierto es que no tengo pensado decirles mi nombre, de hecho, les he dado un nombre en falso, porque ya he ido a alguna agencia de detectives... y, en cuanto saben que soy psiquiatra no toman el caso en serio. - Hay una pausa un momento - Bueno, el caso... es que puse un anuncio en el periódico y parece que algunas personas estarían interesadas en trabajar en el asunto, pero la verdad es que no sé si tendrán alguna cualificación, y temo que estafen a mi paciente. ¿Podrías trabajar con ellos un par de días, para ver si parecen gente de fiar? 

Esta semana tu universidad te pidió que dieras una ponencia en la universidad de Arkham. Todo lo relacionado con hablar sobre tu fe suele llamarte la atención, además que en la universidad de Arkham pagan mucho dinero. Meditaste un segundo, y aceptaste dar la ponencia. Parece que todo salió bien. 

Cogiste el tren de vuelta desde Arkham, pero tenías realizar un trasbordo, faltan cerca de 2h para que salga el siguiente tren hacia Boston. Son las 18:00 de la tarde. 

Echas a andar para dar una vuelta por el pueblo, y te chocas con un hombre bajito y fornido, con sombrero, barba y gabardina... Busca a tientas sus gafas, mientras se disculpa rápidamente:

- Disculpe, iba un poco distraído...  ¿Se encuentra bien? - Se levanta y te mirá por encima de sus gafas con un atisbo de curiosidad- ¿Es usted de por aquí?

- Discúlpeme usted buen hombre - Contesto sorprendido ante el inesperado encuentro. Mirandole a los ojos me parece un hombre entrañable, seguramente le gusta conversar y tiene la curiosidad típica de las personas de pueblo. Con una leve sonrisa de amabilidad en mi rostro añado: - A decir verdad, soy forastero. Me dirijo a Boston pero mi tren no sale hasta dentro de 2 horas, así que ando un poco perdido.

El hombre pone una mueca de tristeza solidaria... 

- Pues siento lo de su tren... Pero así tiene tiempo para admirar el pueblo Davengam... ¿Puedo preguntarle si es usted pastor? Porque quizá pueda ayudarme en cierto asunto. - Muestra un gesto interesado. 

- Si, soy el Padre Garibay Kintana - Contesto afirmativamente - ¿Y usted es...? - Me presento al hombre estrechando su mano. Estaba ya acostumbrado a ser requerido por alumnos y parroquianos así que accedí con naturalidad a la petición de aquel hombre, deseando que el tiempo de espera en el pueblo de Davengam se pasase de forma amena. - Digame, ¿En que puedo servirle de ayuda?

Te estrecha la mano con fuerza mientras dice: 

- Mi nombre es Simon Ulrich. Verás, el asunto del que trata... Es un asunto un poco delicado. He quedado con unos interesados en el "Grey Pilgrim", es un bar de por aquí. Vamos si quieres y allí os doy los detalles a todos juntos, está aquí mismo. - Dice el señor haciendo una señal hacia el fondo de la calle donde se intuye un cartel de color verde en el que pone Grey Pilgrim al estilo irlandés. 

- Entiendo. - contesto al señor Ulrich mientras miro hacia la calle buscando el bar del que me habla. No me gustaban los bares, y mucho menos una reunión inesperada de individuos en el interior de un bar... Dudo unos instantes en preguntar algo más, pero tampoco quiero parecer descortes o desconfiado y el hombre parece tener un problema. Finalmente accedo: Si, eh, bueno, supongo que me acercaré un momento aunque como ya sabe, no dispongo de mucho tiempo. 

Correcto?

El viaje en tren es un poco más largo de lo esperado, con algunos parones que interrumpen la paz del viaje, aunque no deja de ser un buen tren y os sirven bebidas y refrigerios que hacen el viaje más ameno. 

Cuando bajas del tren, descubres que el pueblo es un lugar bastante entrañable, y típico, no es demasiado grande pero tiene un aspecto agradable a los ojos. Es pleno invierno, y moverte por la nieve te dificultad un poco el camino, pero aun así, te das unas cuantas vueltas por sus calles para ir situándote y conociendo los sitios.

Paras en algún restaurante a comer a eso de las 15:00. Luego, a medida que va atardeciendo te acercas al lugar de la cita, un cartel verde en la entrada con un claro aspecto de Irish Pub, indica el nombre del lugar "Grey Pilgrim". Llegas entorno a las 17:00, con mucho tiempo de antelación. 

Una vez cruzas la puerta de entrada, encuentras un local un poco distinto de como lo imaginabas, no había ningún borracho por ahí, aunque si algunas personas en unas mesas. El bar era casi al completo de madera, las luces eran más bien tenues, y nada más entrar podías ver a la derecha una Harley puesta en exposición junto con alguna guitarra y algún instrumento que ya debían de ser considerados antigüedades y valer una fortuna.

Todo el bar esta decorado con este tipo detalles, los cuadros en su mayoría son fotos de principios de siglo o carteles publicitarios de hace tiempo, algunos de la primera guerra mundial o de algunos sucesos importantes en la historia de América. Junto a la barra (que se extiende a lo largo junto a ti a la derecha) hay un reloj similar al de las estaciones de tren, y varios discos de vinilo junto a un tocador. También hay algunas piezas de cerámica, y un hombre fuerte con un espeso bigote color negro, que parece ser el camarero, limpia una jarra de cerveza con entusiasmo, en cuanto te mira alza una sonrisa, deja la jarra en la barra, y deja el paño con ligereza sobre su hombro.

- Hola, pequeña, ¿En qué puedo ayudarte? - Parece sorprendente que un hombre tan grande pueda hablar con tal dulzura. 

Mientras duermo plácidamente, un ruido ensordecedor interrumpe mi sueño, me incorporo en la cama sobresaltado y me quedo quieto un segundo intentando saber de dónde viene ese ruido. -El teléfono!. Salto de la cama y corro hacia el salón. Joder quien será ahora... Descuelgo el teléfono y respondo. 

-¿Si, quién es?... hombre Jones eres tú, me pillas durmiendo... ¿Qué sucede?.. Ajam.. Ya... Ajam... Vale entonces, ¿quieres que nos veamos y me lo cuentas con detalle en persona? te advierto que estoy muy liado últimamente, pero sabes que siempre he tenido un hueco para ti.

-Mmm... - La voz te suena ligeramente vergonzosa - Es que ya he quedado con ellos... Esta tarde a las 18:00. ¿Podrías venir a Devenham? Finge que no me conoces... Me presentaré como Simon Ulrich. Allí les contaré de qué va, puedes venir y asi echas un ojo a los sujetos... Si aceptas ayudarme dices que te uniras a la investigación y sino, pues dices que no es lo que esperabas y ya hablamos tu y yo más tarde de todo. ¿Cómo lo ves?

-Mmm ¿a las 18:00?, está bien, allí estaré, no sé qué estas tramando, pero me tienes intrigado.. Bueno allí nos veremos, hasta luego Jones.

- Vale, pero acuerdate de fingir que no me conoces!!! - Te parece ligeramente preocupado - Solo si te interesa unete a la investigación e informame sutilmente ¿De acuerdo?