Partida Rol por web

El enano sonríe para luego gritar de dolor al momento en el que lo pillas con el teaser justo en el hombro, no sabes decir cuanto tiempo pasa antes de que el enano caiga inconsciente en el suelo.

El golpe del cuerpo al caer es bastante sonoro, pues se trata de un sujeto bastante corpulento.

Mientras tu te recuperas del fuerte golpe que él te dio en el estómago logras ver un pequeño broche con un rubi muy cerca de donde te encontrabas, quizá se trate de el broche que el enano buscaba con tanta vehemencia segundos antes.

Mientras ustedes bajan de la gradería en compañía de la gnoma para buscar a Bourbon, los tres escuchan un grito proveniente del estacionamiento.

Se trata de una voz masculina bastante gruesa, aquel grito acusa rabia y dolor, por lo que resulta evidente que sin importar de quien se trate, era un hecho que lo estaba pasando bastante mal.

Sin perder tiempo la gnoma echa a correr en dirección al lugar intentando averiguar que ha ocurrido.

Martina miró a un lado y otro, buscando gente despierta, como la joven que les acompañaba, aunque perdió el tiempo llamando por teléfono y la perdieron de vista.

De pronto, oyeron un grito desgarrador que parecía de un hombre. Debía estar en apuros a juzgar por la estridencia de su grito y lo mismo era debido a que había más de esos seres enemigos, goblins al parecer, por el lugar.

Viendo que la gnoma se ponía en camino, rauda y veloz, la joven hizo lo mismo.

- ¡Rápido, Roberto! ¡Podría ser alguien más en peligro! - Animó a su compañero, mientras salía corriendo en la dirección de donde procedían los gritos.

-Jodete.-Dice mirandole una vez cae pesadamente, se agacha a recoger el broche y mirarlo, intentando comprender para que lo queria el enano. Seguramente alguna cosa de esas magicas, para dormir a la gente.

-Bien..., y ahora a salir de aquí.- Dice para encaminarse a algun tipo de salida del edificio, aunque fuera una ventana.

Roberto iba a acercarse a la cocina, a ver si alguno de sus ayudantes se encontraba despierto, justo cuando escucha aquel grito.

Prácticamente había olvidado a la tercera persona que había ido con ellos.

"¿Se habrá escabullido tras llamar a la policía?"

Tampoco podía culparla, no todos eran capaces de ponerse en peligro por salvar a otros, incluso el, pensándolo de manera fría, se preguntaba por que el había actuado. Su cuerpo simplemente se movió, como si aquello fuese lo que tenia que hacer, ni siquiera dudo un momento.

Mira a Martina, y puede suponer que ella también lo ha escuchado.

Parecía que alguien estaba en peligro, fuera quien fuese, irían ayudarlo, no sabía muy bien por qué, pero después de aquello se sentía mucho más seguro de sí mismo y sentía que su carácter se había vuelto menos tolerante, con las injusticias.

Afirmo con la cabeza a Martina mientras se dirigían al origen del grito.

-Venga, vamos, tenemos que ayudarlo si es así.

Le dijo a su compañera mientras seguía su paso.

Cuando tomas el rubí entre tus manos, sientes que de él emana una fuerte energía que recorre todo tu ser, es como si un poder dormido despertase de pronto.

Sin saber como, de tus manos empieza a surgir una poderosa corriente eléctrica, tan fuerte que puedes ver el destello de los rayos que se forman en la punta de tus dedos.

El espectáculo es simplemente asombroso, pues sin quererlo, te convertiste en un teaser humano, algo en tu interior te dice que esto es sólo la punta del iceberg.

Echaís a correr hasta el punto de origen de aquel estruendoso sonido, el mismo que provenía del estacionamiento. 

Tan pronto ingresan al recinto, pueden ver a la otra persona que no había caído víctima de el polvo de hadas quien parecía estar sosteniendo un pequeño objeto entre sus manos.

A los pies de la mujer yacía tendido un robusto enano elegantemente vestido, al notar la presencia del enano ella sonríe, pues alguien le había hecho la tarea.

Sin embargo, antes de que pudieran acercarse, los tres notan que un potente destello surge de las manos de Emily.

Al coger aquella cosa que ahora sujetaba entre los dedos de una mano mientras se miraba los chiporroteantes dedos de la otra, Emily dejo escapar un “Joooooder” como si estuviera experimentando algo único, que de hecho poca gente habría experimentado. Podia notar como se le erizaba cada vello del cuerpo y como su melena también reaccionaba a esto.

-¿Esto era lo que buscabas mierdecilla?.- Le dijo al enano al que había dejado fuera de combate momentos antes.-Ahora es mio.- Dijo con una amplia sonrisa de satisfacción.

Tras la carrera, lo siguiente que presencia el grupo es a la otra mujer que les acompañó al principio y que también estaba despierta. A sus pies un enano inmóvil y en sus manos algún artefacto que no podía describir. La situación era extraña y parecía que la mujer había atacado al enano.

Antes de sacar cualquier tipo de conclusión equivocada y viendo que la gnoma no actuaba aún, así que decidió preguntar previamente.

- Monique, ¿Ese enano es Prescot Bourbon? ¿A quién buscas? - Le preguntó a la joven gnoma que les acompañaba desde el enrentamiento anterior.

Pero su pregunta quedó en el aire, cuando aquel artefacto que sostenía la mujer en sus manos comenzó a emitir un destello que hizo que Martina pusiese la mano al frente para taparse de aquello, pues molestaba a sus ojos.

Roberto llego junto a Martina y pudo ver el escenario.

Se puso en guardia al encontrar a la chica que se suponía que había ido a llamar a la policía con el enano a sus pies y aquella cosa en la mano, que empezó a brillar y chisporrotear.

-¿Qué narices…? Monique… ¿qué es esa cosa?

Pregunto a la gnoma que les había seguido mientras se tapaba los ojos por aquel destello.

No sabía si tendría que reducir a Emily también, ni si podría hacerlo, pero esperaba que la gnoma les aclarase algo de la situación que cada vez se estaba volviendo más surrealista.

La gnoma observa lo sucedido con Emily y niega con la cabeza. - Genial otro durmiente.

Bien chicos, traigan a esos dos goblins y colóquenlos junto al enano, nos vamos a ir en breve, les explicaré todo de regreso en la academia.

Y tu niña, quédate donde estás o te tendré que llevar por la fuerza, eso que tienes en la mano es un rubí de mago de guerra y visto lo ocurrido hoy, es evidente que eres uno de los nuestros.

Una vez dicho esto, la gnoma saca una tiza y empieza a grabar runas en el suelo formando un círculo.

Había muchas preguntas, pero la gnoma se había encargado de anunciarles a los tres que tendrían respuestas. Tan pronto como la ayudásen con aquellos dos seres salidos de la fantasía. Dos goblins, unas hadas y un enano. Si no fuera por todo lo que llevaba visto desde que todo empezó, se desmallaría ella misma por la simple visión de aquellas criaturas.

- De acuerdo, te ayudaremos Monique. Pero aún quedan muchas explicaciones por darnos... - Comentó la joven a Monique, a sabiendas de que les debía aún las respuestas a sus preguntas.

Pensando que ayudándola conseguirían encajar las piezas de todo lo que les estaba pasando, accedió a ayudarla sin rechistar y avisó a Roberto y la otra joven para que la ayudasen a ella misma.

- Vayamos a por esos goblins. Roberto tu podrás cargar con uno de ellos y entre nosotras dos podremos traer al otro hasta aquí. ¿Cuál es tu nombre? Yo soy Martina y seguramente estés tan sorprendida como yo de todo este jaleo. - Añadía mientras se movían al otro lado de la sala.

Emily no soltó el rubi, debía valer como millones o algo así, cuando apareció una retaca a contar cosas, solo pudo esconderlo algo mas.

-¿A dónde dices que vamos?-Miró a los demás.- ¿No os habrá hecho algo para esclavizaros o algo asi? No he podido llamar a la policía, pero bueno…¿La retaca es de fiar?

Roberto, al igual que Martina, tenía muchas preguntas, una de las más importantes, ¿Quién era quien le había hablado y por qué sentía que haría lo que fuese por ella?

Pero como ya supondría, más tarde obtendría esas respuestas, ahora había fuego en la cocina y había que actuar contra él.

-Sin problema.

Respondió el hombre a Martina, no sin cierta cara de asco producida por culpa de aquel ser maligno.

Cargo a aquel ser como un saco de patatas y miro a Emily.

-Que va, vamos por voluntad propia, de hecho, tengo muchas ganas de ir, ya que es donde nos podrán responder a todo el asunto de que cojones ha ocurrido aquí.

Miro de nuevo a Monique.

-Por ahora no ha hecho más que ayudarnos, así que sí, me fio bastante de ella.

Dijo mientras volvía su vista a Emily, no parecía que fuese a hacer caso a la gnoma, pero esperaba que acabara haciéndolo.

-Por lo que dice, eso podría ser bastante peligroso, quien sabe si podría explotar y volarte una mano, o el cuerpo entero.

Comento mientras señalaba hacia su espalda.

Cuando regresan con los goblins pueden ver que la pequeña gnoma ha terminado de trazar un círculo de runas en el suelo. - Bien ya estamos listos, por favor arrojen a esos idiotas allí junto a Prescot y tu niña. - señalando a Emily - No te apartes de mi lado, no querrás tener un accidente durante el viaje.

Tan pronto ingresan al círculo runico, la gnoma graba el glifo de activación y sienten que una fuerza irresistible tira de ustedes hacia arriba.

Acto seguido parecen estar viajando en una especie de túnel lleno de luces multicolor, perdiendo así la noción del tiempo y espacio.

Cuando todo se detiene, se encuentran en el linde de un denso bosque y ante ustedes pueden ver una elegante mansión de estilo medieval.

Bien, ya llegamos, síganme y tendrán sus respuestas. Esto va a ser divertido. - dice la gnoma cuando sin ninguna clase de esfuerzo se echa a la espalda al enano para luego echar a andar.

Ey, ustedes mierdecillas, caminen o les patearé el culo tan fuerte que les romperé las putas costillas. - les dice a los goblins que obedecen en el acto, sabiendo que las consecuencias de intentar resistirse serían mucho peores que las que habían pasado hasta ahora.

Luego de dejarlos en el comedor de la mansión Monique lleva a los prisioneros a las mazmorras mientras los demás maestros se presentan ante ustedes, entre ellos había dos elfos, un drow y lo que sólo podía ser descrito como el lagarto más grande que hubieran visto en su vida.

Uno de los elfos tenía expresión seria y vestía casi como un explorador que encajaría a las mil maravillas con el profesor Jones, en tanto que el otro parecía un académico que los miraba con cierto aburrimiento.

El inmenso lagarto junto al drow los veían con curiosidad, sin embargo, la guinda del pastel la puso un excentrico sacerdote de cabello plateado que llevaba una larga túnica negra y una gruesa cadena Naeen el hombro, este último personaje hizo acto de presencia algunos segundos después que el resto.

Si existía la magia de los cuentos que leía de pequeña, aquello debía ser lo más parecido a la misma. Nunca había experimentado una sensación así y su reacción ante la teleportación fue la de quedar con cara de incrédula mirando al resto de sus acompañantes que parecía no creer lo que estaba pasando, al igual que ella misma.

Bien, ya llegamos, síganme y tendrán sus respuestas. Esto va a ser divertido. - dice la gnoma cuando sin ninguna clase de esfuerzo se echa a la espalda al enano para luego echar a andar.

No tardaron en llegar a un edificio, siguiendo los pasos de la gnoma que les hacía las veces de guía, mientras anunciaba lo divertido que le parecía la situación.

Por el camino aprovechaba para insultar y reírse de los goblins que llevaban apresados, como si de una policía mágica se tratase, o eso pensaba Martina en su cabeza.

Una vez en la sala, la joven apreció que en ella se encontraban tres elfos, uno de piel muy oscura, distinto a los otros dos, un humano como ellos con ropas extrañas y una especie de lagarto humanoide, con cara parecida a dragón, que era el que le parecía más inquietante. La mujer no pudo evitar sentirse intimidada en cuanto vio a aquel ser, salido de las historias más enrevesadas. Tan solo, esperaba que tuvieran sus respuestas lo antes posible, mientras se mantenía a la espera, al lado de sus dos acompañantes.

- ¿Veis lo mismo que yo? ¿No estamos soñando? ¿Es un lagarto bípedo? - Comentó en voz baja a Roberto y Emily, que estaban junto a ella.

Aquel “viaje” había revuelto un poco el estómago de Roberto, que no acababa de creerse aun lo que estaba viviendo, aquello parecía cada vez una locura y conforme avanzaba en ella, solo se hundía más y más.

Se encontraban frente a una mansión medieval, Roberto había visto muchas e incluso había trabajado como chef en algunas de ellas, pero aquella daba una sensación diferente, como de algo totalmente estancado en el tiempo.

Y lo que falto fue ver a sus residentes, todos parecían sacados de algún libro de fantasía, pero el más increíble sin duda era aquella especie de lagarto gigante, que era aquello. Su mente de cocinero exótico se hizo algunas otras palabras sobre el que nunca diría en voz alta.

-Estoy tan confuso como tu, si esto es alguna droga creo que es la mas potente que existe…

Le respondió a Martina confirmando de algún modo que ambos veían lo mismo

Emily parecía fastidiada de tener que verse metida en todo esto, aferrando la gema que había cogido como si fuera su pasaporte de vuelta a casa, pero la gnoma parecía insistir en ir a ese lugar.

-MMm…¿Y habla y se mueve?.-Dijo en referencia al hombre lagarto.- Pero todos aquí son raros de cojones.- Dijo sin cortarse un pelo.- Me gustaría obtener algunas explicaciones…Pero no se si quiero escucharlas, la mas lógica seria “ te has metido setas y estas flipando”. Pero no recuerdo haber pagado setas.

Jajaja, he visto muchas reacciones en el pasado pero lo de las setas es nuevo y antes que pregunten, no  están alucinando, yo soy real, al igual que todos mis compañeros, soy el maestre Kravan mi labor es entrenar a los especialistas que siguen el camino de las artes marciales.

Ellos son el Gran maestre Eladamri Lorianm su hermano el maestre Lucian Lorian -  refiriéndose a loes elfos. - Mi compañero drow es el maestre Femeref Valerian y creo que a la maestre reanu ya la conocen, nosotros seremos sus instructores a partir de ahora en lo que dure su año de internado.

Y por último, pero no menos importante les presento al Gran Inquisidor Marcus Black, creo que dos de ustedes deben ir con él para sus tres meses de seminario antes de incorporarse oficialmente a la academia, así que si tienen preguntas este es el momento de hacerlas. - dice el dracónido con tono amable al tiempo que les dedeica una sonrisa amable que no deja de ser algo amenazante debido a sus enormes colmillos.