Partida Rol por web

Al despertar tanto los inquisidores como Maximiliano habían partido y una muy cabreada Ulrica se aproxima a ustedes con un mapa de la ciudad, en el cual podía apreciarse dos puntos rojos marcados.

Si no los mata el culto, si que lo haré yo. En fin en esos puntos hay actividad del culto, pueden actuar juntos o separados me da igual, sólo no se mueran.

Este punto es un albergue para indigentes y este otro es un comedor popular en donde algunos miembros del culto suelen prestar servicios comunitarios son libres de elegir. - dice la muchacha mientras se cruza de brazos.

Sí se me permite opinar, creo que será más fácil mezclarnos entre los indigentes que entre los miembros del culto.

¿Qué opinas Neo? Unos cuantos trapos viejos, algo de tizne y ya estamos. O, si lo prefieres buscamos una aproximación directa. - propone el elfo mientras observa el mapa.

Valoré las dos opciones y cuando iba a proponer una de ellas, Rofellos se me adelantó proponiendo precisamente la que yo había escogido

Sí. Esa es la opción que iba a proponerte. Si nos ocultamos entre los indigentes, podremos acercarnos a ellos discretamente. En ese comedor social podremos hablar con los demás indigentes y quizás alguno de ellos nos dé información.

El secreto de una buena infiltración era la paciencia. No disponíamos de tiempo infinito, pero una aproximación directa en ese momento era la peor de las ideas.

Ambos se dirigen al asilo en donde logran mezclarse con facilidad entre los residentes.

El lugar se encuentra bastante bien cuidado y el personal parece ser en extremo amable, todos los residentes parecen estar bastante bien atendidos.

Incluso algunos de ellos llevan ropa limpia y otros colaboran con la manutención del lugar a través de la elaboración de artesanías.

No les cuesta mucho notar que existen dos clases de trabajadores en el asilo, por un lado está el personal técnico y por otro los voluntarios.

Me siento en un rincón aparentando ser un recién llegado. Con eso intentaba que alguien se me acercara para ofrecerme algo o, quizás si aparentaba suficiente miseria, podría despertar el interés de alguno de los voluntarios y que me hablaran de ese nuevo culto que estábamos investigando.

Bajé la cabeza hacia la mesa donde estoy para parecer abatido y en necesidad de atención, comiendo un poco de lo que ofrecen los voluntarios y los técnicos.

Desde esa posición, puedo estudiar los movimientos de los voluntarios y técnicos para detectar si entran en algún lugar especial o siguen alguna rutina que indique una organización más avanzada.

Neo logra percatarse que hay dos clases de voluntarios, uno de ellos lleva una banda en el brazo con el emblema de una serpiente alada.

Este grupo de voluntarios parece aún más abnegado que el resto de los presentes y le resulta fácil ganarse la simpatía de los residentes del lugar por lo que fácilmente podrían acercarse a ellos sin llamar la atención.

Por su parte, Rofellos logra descubrir que esos voluntario no sólo se limitan a atender las necesidades de los residentes, sino que también se sientan a conversar con ellos y los animan a mejorar su estilo de vida, llegando incluso a invitarlos a una reunión en otro lugar conocido como la plaza de la luna.

Me levanté de mi sitio, caminando arrastrando un poco los pies por el suelo. Tenía que aparentar que necesitaba ayuda o orientación espiritual. Me acerqué a uno de esos con el brazalete de la serpiente.

Hermano. Disculpa mi insolencia pero, ¿podrías darme otro trozo de pan? Tengo hambre y frío. Esta noche me tocará volver a dormir fuera. Creo que Dios se ha olvidado de mí.

Intentaba no mirarlo directamente a los ojos y mostrar debilidad.

Pobre hermano, a veces el altísimo se olvida de sus fieles, pero créeme que no es el único camino, ven yo te ayudaré y si tienes algunos minutos para escucharme, quizá no tengas que pasar frío esta noche. - dice la persona que te atiende, un joven como de unos veintidós con cabello negro y una mirada amable.

Por su parte Rofellos te observa a la distancia mientras camina con dificultad entre los residentes intentando no llamar la atención de ninguno de los presentes, por desgracia para el joven elfo, un borracho se cruza en su camino y antes de que él pueda hacer algo, el sujeto lo derriba de un golpe.

Dos de los cuidadores no tardan en acercarse al lugar para asistir al elfo que parece estar inconsciente, desde tu posición no logras distinguir si tu compañero realmente necesita asistencia o si todo es sólo una pantomima para mantener ocupado al persona mientras tu haces tu parte del trabajo.

En todo caso, puedes optar por seguir a tu interlocutor o excusarte para ir a ver al elfo.

Había conseguido captar la atención del voluntario así que preferí no perder aquella oportunidad para atender a Rofellios. Confiaba en que mi compañero pudiera tratar aquella situación con profesionalidad. Estábamos entrenados para ello.

Gracias, hermano. Te escucharé si pudiera dormir caliente esta noche. Gracias. Gracias.

Intentaba parecer todo lo sumiso que podía sin que pareciera demasiado teatral. A veces si intentabas aparentar algo, parecía más una pantomima que una realidad y esa línea era difícil no traspasarla. Sólo la experiencia hacía que pudiera actuar de manera creíble.

El joven sonríe y te entrega algo de comer mientras te lleva a un lugar apartado del grupo.

Un hombre sabio dijo una vez, dale un pescado a un hombre hambriento y te crearás un problema, dale una caña y enséñale a pescar y mejorarás el mundo.

Si estás dispuesto a aprender a pescar, yo estoy dispuesto a enseñarte.

Esta noche mi congregación se reunirá en la plaza de la luna, la elección es tuya, pues mi señor ama a todos sus hijos por igual y quiere que progresen. - dice el joven mientras te entrega una pequeña invitación junto a un croquis del complejo arqueológico de Teotihuacan.

Agacho la cabeza sumiso aceptando el papel que me entrega y la comida adicional. Había conseguido mi objetivo y ahora tendría acceso a una de esas reuniones donde podría ver de cerca lo que se cocía allí.

Gracias hermano. Puedo aprender a pescar si me enseñas. Iré a escuchar a tu señor.

Me alejé de él y volví a sentarme en el sitio donde estaba. Comí lo que me había dado con hambre, sabiendo que seguía observándome aunque estuviera de espaldas. No sabía donde se habían llevado a Rofellios, pero no podía levantar sospechas preguntando por él. Miré a mi alrededor para ver si veía donde estaba o se lo habían llevado.

Al cabo de un par de horas Rofellos aparece, el elfo está ligeramente magullado, pero se ve bastante satisfecho, al parecer sus pesquisas habían dado resultado.

¿Y bien? ¿ Cómo te fue? - pregunta el elfo mientras se sienta a tu lado. - Logré descubrir un par de cosas sobre ellos, pero lo mejor será que hablemos fuera. - dice entre susurros mientras te hace una señal para que lo sigas fuera del albergue.

Una vez de vuelta en la calle el elfo te abraza fingiendo estar borracho.

Descubrí tres cosas importantes, la primera el culto se reúne al pie del templo del sol todas las noches, Quetzalcoatl aparece alrededor de las 02:00 y suele dejar la pirámide alrededor de las 05:00 y por último, los guardias de seguridad del complejo responden ante el sacerdote principal del culto. - dice el elfo entre susurros.

Me alegré de ver a Rofellos aparecer en bastante buen estado. No me gustaba la idea de haberme tenido que ir de allí sin él, pero la misión siempre era más importante y lo que prevalecía por encima de lo demás.

Pasé el brazo de Rofellos por encima de los hombros como si le ayudara a caminar y escuché su informe de lo que había descubierto hasta entonces. Buenas noticias.

Bien. Yo tengo una invitación para asistir a una reunión de la congregación que gestiona este lugar. - mientras ayudaba a Rofellos a caminar, miré el trozo de papel que me había dado el tipo allí dentro para ver si coincidía con las indicaciones que me había dado él. - Me han dado un mapa para llegar allí. - se lo enseño a Rofellos.

Tras contrastar la información, notas que ambos se dirigen al mismo lugar, sin embargo hay un detalle que no puedes pasar por alto, tú tienes una invitación y él no.

Ese es un problema que puede complicar mucho su labor o tal vez no. Como sea, pueden descubrirlo sobre la marcha o tal vez deseen hacer algo más antes de dirigirse a aquél lugar.

Si de verdad era un lugar de reunión de una especie de secta, no creía que pusieran impedimentos si Rofellos aparecía sin invitación. Intentaría que le dejaran pasar sin invitación. Cuantas más personas acudieran a aquellas reuniones, más adeptos podrían conseguir así que quizás fuera tarea fácil.

Mejor tenerte dentro conmigo para darme apoyo si pasara algo. Ya verás como te dejan pasar aunque no tengas invitación.

Acompañé a Rofellos hasta estar lejos de la vista de los voluntarios. Esperamos a que fuera la hora de la reunión y nos dirigimos hacia el lugar, esperando que dejaran pasar a Rofellos

Al caer la noche, ambos se presentan en el complejo arqueológico de Teotihuacan cuyas puertas principales se encontraban cerradas al público en general.

Sin embargo, un pequeño grupo de indigentes se acercaba hacia la caseta de vigilancia y tras intercambiar algunas palabras con los guardias, estos los conducen hacia una puerta lateral facilitándoles el acceso.

Vuestras opciones son sencillas esperar a un grupo y colarse junto a ellos o intentar acceder convenciendo a los guardias.

Como yo tenía invitación, esperaba que los guardias fueran comprensivos y dejaran pasar a Rofellos. Me sorprendía que hubieran guardias. Eso hacía que el lugar fuera más siniestro de lo que esperaba encontrarme. Esperaba algo menos protegido como si fuera un búnker militar. Así no daba la impresión de ser una manera de atraer gente a esa causa. Tendríamos que ir con más cuidado del habitual.

Me acerqué en actitud sumisa con Rofellos a mi lado y me acerqué a uno de los guardias.

Buenas noches, hermano - evitaba mirarle directamente a los ojos. Le tendí mi invitación - Mi compañero no tiene un papel de estos, pero le he hablado del lugar y él también necesita alguien que le escuche de verdad. ¿Podrías permitirle pasar conmigo?

Intentaba mostrar pasividad y poca agresividad para hacer que les pareciera isignificante y no pusieran pegas para que entrara.

El guardia te observa de hito a hito, luego mira al elfo, y, tras pensarlo por algunos segundos, niega con la cabeza.

Lo siento chico, sin invitación no puede pasar, tal vez si alguno de los administradores lo permite.

Deja que les llamo, puedes esperar con él mientras les llamo o puedes pasar coomo tu prefieras. - dice el guardia mientras ingresa a la caseta para hacer una llamada.

Tras unos cinco minutos que se hacen eternos, finalmente les permiten a ambos acceder al lugar.

Había sido más fácil de lo que esperaba. Eso seguramente significaba que intentaban captar la mayor cantidad de adeptos posibles a la causa que defendían e intentaban extender. Ahora que estábamos dentro podríamos escuchar de primera voz los sermones de esa gente y evaluar el nivel de peligro que suponía.

Hablaba con Rofellos en voz baja evitando que nos escucharan los que estaban a nuestro lado. Intentamos colocarnos alejados de los guardias que estarían más pendientes de lo que decía la gente.

Tanta seguridad....

Rofellos. Atento más a los voluntarios y gente alrededor del lider o de quien dé el sermón que en el propio líder. Debe haber alguna especie de control de masas y eliminación de disidencia.

El elfo asiente ante tus palabras y empieza a observar a detalle todo lo que lo rodea intentando descubrir algo sobre aquel lugar. - Creo que lo mejor será dividirnos, interrogar a los presentes y buscar cualquier cosa que pudiera resultarnos de interés. - propone el elfo.

Acto seguido ves como el elfo se aleja de tu lado y empieza a recorrer el complejo interactuando con diversas personas de distinta índole quienes reaccionan bastante bien ante su presencia, algunos incluso lo invitan a compartir su comida y otros le muestran algunos trabajos de artesanía que estaban desarrollando.

El ambiente era bastante confortable, y todos parecían estar en un gran picnic en el cual los más afortunados ayudaban a los menos afortunados, casi una hora después el elfo regresó a tu lado para informarte sus hallazgos los cuales no parecieron traer mucha luz a la situación.

Parece que no hay nada fuera de lugar salvo por el hecho del ostracismo del culto. ¿Qué opinas?