Partida Rol por web

El ser se coloca en posición relajada, dejando así a un lado la posición defensiva que tenía antes. y comienza a caminar despacio hacia vosotros, sonriendo maliciosamente.

Parece que vuestro padre os vé, en la penumbra aunque forzando un poco la vista, os reconoce casi al instante.

- ¡¡Rachel, los niños!!

Ante el grito de vuestro padre el ser se lanza sobre vosotros, saltando y impulsandose con sus propias piernas alcanzando una velocidad que casi escapa a los ojos humanos, coloca la mano en posición de ataque. Parece que no piensa tener contemplaciones.

Solo podeis esperar la embestida del mismo... de repente una sombra se cruza en vuestro camino y un grito llena la sala en la que os encontrais.

- ¡¡NO!!

La voz de la mujer se apaga mientras levemente ergida impone su mano ante el ser que golpea contra algo, saltando chispas y sale despedido hacia atrás como si hubiera sido repelido. Después se deja caer de rodilla exhausta por el esfuerzo.

El ser, agita un poco la cabeza antes de levantarse y volver a sonreir, cuando va a iniciar el camino de nuevo hasta vosotros una bala surca el aire impactando en el brazo del hombre llameante, esto hace que vuelva a estar ligeramente aturdido... y enfadado.

La voz de mi padre me llega a mis oidos pero el miedo me puede mas cuando el ser corre hacia nosotros a una velocidad increible casi imperceptible, cuando salta lo unico que puedo hacer es cerrar los ojos con fuerza agarrandome a Dean.

El grito de la mujer hace que abra los ojos, no nos ha tocado, no ha llegado hasta nosotros esta mucho mas atras pero se sigue acercando, miro a Dean, a la extraña mujer mientras tiro de el para salir de alli, estamos en peligro, tenemos que irnos ya. Una bala y el ser se para, tengo mucho miedo demasiado miedo.

Creo deducir que el engendro hijo de puta se lanza sobre nosotros con ganas tras el grito de papá, sabiendo que somos sus hijos debe querer acabar con nosotros en vez de con él. Un método de tortura mucho peor que la propia muerte, o al menos lo sería para mí...
No puedo hacer nada excepto disponerme a recibir la embestida de fuego, situando a Sam justo detrás de mí para que las llamas no le alcancen aunque no sé si servirá de mucho pero... No puedo hacer mucho más en una situación de este calibre, se me escapa de las manos.

-¿Qué mierda....?- digo perplejo al apreciar que la mujer acaba de ejercer algún tipo de magia extraña deteniendo al hombre de fuego. Es tan surrelista que no me extrañaría ver pasar a Batman por aquí dentro de poco. Estaría bien, nos sacaría de esta fijo pero... Me parece que mi padre tendrá que hacer de Batman, no sé yo si será lo mismo.

-Papá, ¡dispara otra vez!- grito alarmado mientras me acerco a la mujer, ayudándola a levantarse y pasando su brazo por mis hombros para que se apoye en mí, tengo que ponerles a salvo, esconderlos... ¿Pero y mi padre? Tengo que ayudarle también, maldita sea.
Resoplo sonoramente ante lo frustrante de la situación, llevando a mi hermano pequeño y a la tal Rachel por el pasillo, acercándolos a la puerta por la que entré con Sammy.
-¿Tienes alguna arma?- pregunto a la señora en tono apremiante.

La mujer apenas balbucea, el dolor ocupa casi todos sus sentidos, está bastante malherida en un brazo y por la cara también le cae un hilillo de sangre que muere goteando a traves de tú mano. Levemente te indica una escopeta que llevaba en la mano pero que ha caido con el movimiento anterior.

Mientras tanto el ser camina ciegamente hasta vuestro padre que porta un alma en alto, lanza un disparo y falla. Poco después otra bala surca el aire que impacta esta vez haciendo que el ser suelte un gemido dolor. Le duele, si. Pero no deja de caminar.

Un chasquido resuena levemente en la estancia, parece que la pistola de vuestro padre se ha encasquillado, este la golpea y intenta de nuevo disparar sin exito.

Con ira la lanza hacia un lado mientras vuelve a centrar su mirada en el ser y su mano empieza a chisporrotear rojizamente.

El ser lo observa un momento antes de cambiar su rostro, eso no parece que le guste tanto con un sonido de rabia salta de nuevo hacia delante cargando de nuevo con su brazos, lo lanza pero vuestro padre lo esquiva con habilidad mientras sigue chisporroteando su mano.

La mujer reune fuerzas para hablar, viendoos allí y sabiendo lo que vuestros ojos están recogiendo en este momento.

- Si... po...podeis verl...o... sois co...mo... no...sotr...os...

La incosciencia por la falta de sangre la vence, dejando caer su cabeza hacia atras, aun respira forzosamente pero respira.

Me quedo tan perplejo ante lo que veo hacer a mi padre que por un momento no hago apenas caso a la pobre Rachel, todavía apoyada encima mía.
Cuando habla vuelvo a mirarla aturdido ante todo lo que está pasando.
-El qué, ¿magos...?- pregunto sin saber si reírme o ponerme serio, pero la verdad es que han hecho uso de unos... poderes casi igual de llamativos que el tipo en llamas.
Siento la poderosa necesidad de recoger al escopeta e ir a ayudar a mi padre de inmediato, pero parece que se está apañando bien y ella no tanto...

-Eh, Rachel, despierta vamos, no es hora de ponerse a dormir...- le doy un par de golpes en la cara no demasiado fuertes e inmediatamente me quito el cinturón y se lo ato todo lo fuerte que puedo por encima de la herida del brazo que parece la única más grave... Intento observarla con más detenimiento para discernir si es una quemadura y otra cosa.
-Espero que la ambulancia haya decidido venir después de todo- intento cogerla en brazos pero aunque pueda dudo que sea capaz de andar muchos metros con ella a cuestas, me conformaré si consigo sacarla del almacén...

La mujer esta mal, pero señala su arma en el suelo, la recogo con cuidado de no dispararla. La escucho que dice algo ¿Que le...que somos como ellos? no lo entiendo, pero si cualquiera podria verle esta cubierto de llamas

El sonido de la detonacion hace que ignore a la mujer inconsciente mientras Dean intenta hacer que reaccione, papa esta en peligro. Me acerco y miro a Dean con el arma en las manos mientras una fugaz mirada se dirige hacia el combate que se realiza cerca de nosotros, nuestra unica familia contra ese monstruo. Va a sacarla del almacen, pero papa esta en peligro, me giro con el arma en las manos, no se como funciona esto realmente.

Dean, tienes que ayudar a papa. Esta en serios apuros, por favoruna mirada casi suplicante para que haga algo yo me quedo con ella, ve...

Mi hermano mi increpa que debería ayudar a papá, cómo si no tuviera suficientes dudas ya... Noto el sudor recorriendo mi espalda de forma incómoda, debido tanto a la calor cómo a la tensión.
Miro la escopeta... Yo tampoco eh usado nunca ninguna pero prefiero ser yo el que al empuñe a mi hermano pequeño así que se la cojo de las manos y asiento.
-Intenta que sangre lo menos posible y sácala de aquí aunque sea arrastrándola, nosotros iremos enseguida... ¡ve!- le espeto esto último para que reaccione y cuando me aseguro de que empieza a moverse me dirijo nuevamente al lugar donde se está llevando a cabo esa pelea.

Intento ser silencioso aunque no sé si lo conseguiré, levanto el arma y me doy cuenta de que mi pulso tiembla... De acuerdo, quizá me conforme con despistarle.

Con algo de dificultad conseguis mover a la mujer hasta un lugar apartado de la zona de la pelea, Sam continúa arrastrandola hacia afuera mientras Dean coge el arma y busca volver al lugar donde se estaba desarrollando el combate.

Al faltarte la fuerza de Dean, la carga comienza a pesarte más en los brazos, pero aún así con esfuerzo y paciencia llegas hasta un rincón en el que ya no se oyen los ruidos.

La apoyas contra el suelo y ves que está respirando más tranquilamente aunque no está lejos del peligro de desangramiento, el vendaje que le ha hecho tú hermano está bien, pero las heridas son multiples y pierde sangre por otras partes de su cuerpo.

También te sorprendes que aunque agudices mucho el oido no te llega más sonido que el jadeo debil de la mujer y tú propia respiración.

MIro a la mujer que esta ahi quieta respirando debilmente mientras Dean vuelve dentro para ayudar a papa. No se mucho de medicina, pero tengo que hacer algo, para que no siga sangrando. Busco las heridas sin moverla mucho mientras intento curarla, uso mi camisa rompiendola para usarla como improvisadas vendas. Intento ver si escucho las ambulancias, pero no, solo nos escucho a ambos, nuestras respiraciones.

Por favor señora no se muera, tiene que ponerse bien

Tomas el arma y caminas sigilosamente hasta una posición que te de cobertura de tiro, los sonidos cesaron mientras arrastrabais a la mujer fuera de peligro, pero ni siquiera habias podido percatarte de ello.

Es raro que de repente todo se haya calmado.

Eres lo suficientemente sigiloso para pasar desapercibido y asomas la cabeza levemente por una de las esquinas hasta que ves al ser.

Sorprendentemente ya no es lo que era, ahora parece un hombre normal, herido y jadeante, alguna llama aún se desprende de su piel y de sus ropas pero ya no tiene el aspecto fiero que tenía hace unos instantes.

Levanto el arma y apunto directamente al ser, pero al distinguir que ha cesado su aspecto fiero y monstruoso dudo... bajo la escopeta observándole con cierta piedad, aunque tampoco voy a ir ayudarle, lo que me interesa en estos momentos es mi padre y viendo el estado del que ahora parece un "simple" humano me confío lo suficiente para asomar más la cabeza y contemplar la sala inquisitivamente.
No puede estar demasiado lejos pero no quiero llamar excesivamente la atención si puedo evitarlo... Espero que no esté herido o algo peor, quizá entonces no respondería e mis propios actos.

Me pongo nervioso ante estos pensamientos y sujeto el arma con más fuerza, sintiendo un nudo en el estómago presa de la preocupación.

Sacas un poco más la cabeza evitando hacer ningún ruido delatador.

Efectivamente estabas en lo cierto poniendote en el peor de los pensamientos, tú padre yace delante del hombre jadeante, apoyado en la pared. Tiene la mirada perdida y la garganta abierta de la cual fluye un hilillo amplio de sangre, no hay movimiento en él solo muerte y desolación.

La conmocción te ataca directamente ante la visión tan tetrica de la situación, cuando aún no te has sobrepuesto el ser se coloca más relajadamente, piensa que ha ganado.

-No...- musito con apenas un hilo de voz al distinguir a papá sangrando por el cuello. Otro lugar sería menos relevante pero así... Noto cómo los ojos me escuecen y un nudo se forma en mi garganta pero me reprimo todo lo que puedo antes de disparar a la criatura que ha hecho eso a mi padre. Me siento furioso... pero mucho más preocupado.

Bajo el arma y para mi sorpresa descubro que he acertado aunque no sé cuan doloroso o no habrá resultado... Me muevo con lentitud, arrastrando un poco los pies mientras me acerco a ambos aún apuntando al monstruo de las llamas, sintiendo dolor en el hombro donde he apoyado la escopeta a causa de su retroceso pero haciendo caso omiso por el momento.

El silencio se rompe en un instante, un sonido de una arma disparando irrumpe entre la oscuridad del lugar.

La mujer que está a tu lado se sobresalta inevitablemente, después el silencio vuelve a reinar en el lugar, quedando vuestra respiración al unisono de nuevo.

Tú arma dispara una bala certera al ser, impacta directamente en su costado haciendo que en primera instancia este se mueva hacia un lado y después ponga una rodilla en el suelo mientras se lleva la mano directamente a la abertura que se ha abierto en su lateral.

Caminas despacio por su lado, este ya te estaba buscando y aunque no se levanta mientras te acercas su mirada te sigue desafiante aunque algo dolorida.

Consigo llegar junto a mi padre pero de momento no puedo bajar la guardia y ayudarle que es lo que realmente estoy deseando.
Sigo apuntando al ser, ya herido de gravedad. Esta vez está más cerca y debería de resultarme algo más fácil apretar el gatillo y acertar, pero no me interesa matarle, al menos no ahora.
No puedo perder más tiempo en un enfrentamiento que para mí no tiene demasiado sentido, cada segundo que pasa la vida de papá peligra y es lo único que me importa en estos momentos, pero si le dejo escapar... Quizá dañaría a Sam o a esa tal Rachel por el camino, ¿puedo correr el riesgo?

Recargo la escopeta con ese característico chasquido que produce el arma y vuelvo a apuntarle tragando saliva. No esperaba tener que hacer esto jamás pero... No es humano, y si pudiera nos habría matado, no debería dudar.
Disparo antes de que no me sienta capaz de ello, acierto nuevamente y me sorprendo de mi pericia a pesar de no haber usado nunca armas.
Ahora estoy lo suficientemente seguro de que no podrá atacarnos para centrarme en mi padre.
-Papá...Tenemos que salir de aquí enseguida, ¿me oyes? Resiste...- le pido de forma suplicante.

El disparo me sobresalta tambien a mi, pero al final todo vuelve a quedar en silencio, miro a la mujer que sigue respirando. Miro a la puerta mientras intento no pensar que puede que mi padre y mi hermano no regresen junto a mi, cierro los ojos y niego mientras rezo en silencio por que aparezcan delante mio.

Cierras los ojos esperando que todo pase, es normal, a tú edad esas cosas no son algo usual en ninguna persona, pero no tienes tanta suerte como deseas.

En vez de sentir que tu hermano y tu padre vuelven otro disparo suena de nuevo en la oscuridad para volver a quedarse de nuevo en vacio después.

A lo lejos escuchas algo como una voz pero no distingues bien de quien es.

El disparo se repite en la zona, esta vez aún más certero y por la distancia casi a bocajarro.

La bala esparcida impacta directamente en su rostro haciendo que parte de el salga despedido en trozos repartiendose por la estancia y la sangre indirectamente salpique tú rostro y tú ropa.

Después de eso cae inerte frente a tí, sin mostrar ningún signo más de vida.

Te diriges a tú padre con angustia, instandole a iros. Pero este ya no contesta, el hilo de sangre ha acabado con su vida o quizás el golpe que lo ha provocado, pero su mirada vaga por algún punto que no alcanzas a ver.