Partida Rol por web

Hacia el Nuevo Mundo

Un viaje al Nuevo Mundo

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25/11/2020, 22:45
Marineros

Los dos tipos se giraron entonces, sobresaltados, más por la algarabía de tus palabras que por haber lanzado el martillo al agua y por el sonido posterior al cochar con el agua. En teoría, toda la tripulación se había apeado del barco, y uno de ellos dejó caer una sierra que portaba sobre la cubierta, al girarse y verte. Después se apresuró a recogerla y meterla de nuevo entre sus prendas. El otro miró barandilla abajo. Entonces ambos se quedaron petrificados, sin saber qué decir (pero a la vez furiosos de verte ahí...).

¿Qué diantres haces ahí, niño? -te preguntaron-. Seguían mirando barandilla abajo... ¿Los habrías convencido de tu treta?

Notas de juego

Haz una tirada de Elocuencia (en tu caso, al no tener tal competencia, tira por COM) con el d100. -Además, si tratas de mentirlos tienes un malus del -25%, por tu vergüenza "Honrado" (lo cual no te permite mentir). Por ello, directamente lanza el d100 y necesitas sacar crítico para convencer a los tipos de lo que los quieras convencer, jeje.

Como narré, toda la tripulación excepto el almirante bajó del barco, y ahora los tipos, al verte allí, desconfían de tí (pues se creían sólos en cubierta).

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25/11/2020, 22:59
Diego Royo

No pareciaque hubiese surtido efecto su treta, pero no le quedaba otra que seguir adelante con la misma hasta que ellos mismos se delataran.

- Tiradas (1)
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26/11/2020, 14:16
Marineros

¡Cállate, niño! -dijo entonces el gordo, notando que habías lanzado algo al algua, sin saber muy bien qué-. Entonces el otro se fue para tí, como con la intención de darte una reprimenda...

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26/11/2020, 14:16
Cristóbal Colón

¡Alto ahi! ¿Se puede saber qué os proponéis, caballeros? -la voz cálida del almirante, apareciendo en cubierta en plena noche fue un alivio para tí. Entonces el gordo le dió un codazo al otro, para que atendiera a las palabras de don Cristóbal. Ya sabía yo que la avería del timón no podía ser casual -continuó el almirante, emergiendo del todo desde las sombras, sin perder la calma.

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26/11/2020, 14:16
Marineros

¡Oh! No... no es lo que estáis pensando, señor almirante -tartamudeó el de la cicatriz-. Nosotros sólo pretendíamos...

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26/11/2020, 14:17
Cristóbal Colón

Vais a decirme que pretendíais reparar la avería, ¿no es eso? -preguntó Colón-. Los otros dos asintieron, como creyendo que éste no se había dado cuenta de lo que pasaba... ¡¡SILENCIO!! -gritó entonces tu jefe, alzando la voz por primera vez desde que lo conocías-. Os he cogido con las manos en la masa, y a punto de golpear a mi ordenanza... Lo menos que podéis hacer ahora es ahorraros las mentiras. Es evidente que no deseáis proseguir el viaje hacia las Indias...

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26/11/2020, 14:17
Marineros

¡De eso nada, almirante! -exclamó el de la cicatriz-. ¡Es que tenemos miedo! -confesó-.

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26/11/2020, 14:18
Cristóbal Colón

¿Miedo? -respondió sorprendido Colón-. Vosotros, que habéis surcado el Mediterráneo sin temer a los corsarios ni a las tempestades, ¿tenéis miedo de llegar un poco más lejos? Escuchad: he calculado cada paso de esta expedición. Nada malo puede ocurrirnos. Por el contrario, os aseguro que si seguís conmigo os cubriréis de gloria o riqueza.

Los pillos guardaban silencio, y el almirante luego te miró a tí.

¿Qué hacemos con ellos, Diego? ¿Lo dejamos estar, o los lanzamos a los tiburones en alta mar? -te preguntó, guiñándote un ojo en la distancia y sonriendo un poco-.

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30/11/2020, 17:13
Diego Royo

-quizá los tiburones darían buena cuenta de ellos y sería buen escarmiento.- dijo Diego siguiendo la broma del almirante. -sin embargo quizá  si muestran arrepentimiento y trabajan duro podría dárseles una segunda oportunidad. Quizá no sean tan malos y sólo un par de cobardes.-

-¿que opináis?- preguntó a ambos marineros.  -¿prometiste fidelidad al almirante?

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30/11/2020, 23:52
Marineros

-Si sí sí... -asintió uno de ellos, y el otro le seguía con la cabeza-. Fidelidad y Salve a don Cristóbal...

-¡Lo juramos! -dijo el otro-. Aceptad nuestras disculpas, ha sido un error por nuestra parte. ¡Permitidnos, por favor, continuar! -decía rogando-.

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30/11/2020, 23:52
Cristóbal Colón

Bien... -concluyó el almirante y, antes de alejarse en dirección a su compartimento, agregó algo-: Arrojad por la borda esa sierra. Si os vuelvo a sorprender con ella, me encargaré de haceros yo mismo trizas antes de que cualquier bestia del mar lo haga.

Entonces desapareció. Y la sierra fue lanzada al agua junto al muelle...

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30/11/2020, 23:53
Director

* * *

Días después...

Algo te decía que el Almirante había cometido un error. No confiabas en el arrepentimiento de los pillos, pues seguían mirándote de mala manera mientras coincidían contigo en cubierta o camarotes. Tal vez por eso (y porque no había mucho que hacer en alta mar cuando una vez cumplidos los designios de don Cristóbal) que decidiste volver a seguir su pista en la Santa María.

Al cabo de varios días avistásteis Gran Canaria. El Almirante te informó que os deteníais ahí para reaprovisionarios de agua y alimentos, y así para revisar las posibles averías del timón. Por la expresión de Colón, comprendiste que él también parecía sospechar de los dos granujas supuestamente arrepentidos.

Al arribar a Gran Canaria, la mayor parte de la tripulación bajó a tierra para divertirse unas horas. Sólo permanecieron a bordo unos pocos hombres y el alguacil (que era el encargado de mantener el orden en la embarcación), mientras que Colón se retiraba a descansar en su camarote.

Al anochecer te dispusiste también a bajar a tierra, con el alguacil, cuando viste pasar junto a ambos al de la cicatriz y su cómplice. Entonces le contaste que ambos dos no hicieron sino tratar de sabotear el timón hace unos días, y fueron reprendidos por el Almirante. El alguacil no podía creerlo, puesto que la historia de ambos no había trascendido en cubierta para no causar malestar al resto de la tripulación (pues qué mejor viaje en barco que con los marineros con buena moral).

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30/11/2020, 23:53
Alguacil del Santa María

Pues parece que ambos se dirigen a la popa -decía el alguacil-, cobrando interés por los sospechosos-. No bajes del barco, Diego: ve tú tras ellos. Yo iré en busca de mi mosquetón, por si llegara a necesitarlo. ¡No les pierdas de vista! -el alguacil se alejó-. La luna brillaba en lo alto.

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02/12/2020, 20:51
Diego Royo

Parecia que aquellos dos marineros no eran más que bribón de poca palabra y cobardes. Gente a la que no merecía la pena dar una segunda oportunidad. Asintiendo a las palabras del alguacil, Diego se aprovisionó de un cuchillo ue guardó en el cinto y volvió a cubierta tan sigiloso como pudo y siguió a los dos hombres a cierta distancia. Esperando que la oscuridad de la noche le diese cobertura y cogiendo lo primero que encontró que le permitiese usarse a distancia en caso de necesidad, siguió a la peculiar pareja.

- Tiradas (1)
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02/12/2020, 22:45
Director

Segundos después te deslizaste en busca de los dos hombres, y tras ese tiempo comprobaste que los dos sujetos de poca monta habían aturdido a Peralonso, el piloto de la Santa María, y ahora procedían a maniatarlo sobre cubierta. Ninguno de ellos podía verte, pues te camuflaste entre las sombras y cabos del barco. Después, rezando para que el alguacil regresara armado cuanto antes, los viste murmurar entre sí con ademanes impetuosos y luego se marcharon hacia los toneles donde se guardaban los alimentos, ya en los camarotes.

Les seguiste escaleras abajo, y tras unos segundos de incertidumbre los viste manipular los barriles de la carne en la sala de almacenaje. Mientras uno levantaba las tapas de los mismos otro se disponía a echar una bolsita de un polvillo negro...

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02/12/2020, 22:45
Alguacil del Santa María

¡Alto ahí, canallas! -gritó el alguacil, mosquetón en el brazo- ¡Ya os enseñaré yo a arruinarnos la comida, hideputas!

Sin darle tiempo a reaccionar, el alguacil apuntó hacia ellos y disparó a uno de ellos, logrando alcanzar al gorde en un hombre, para después caer.

¡Yo os enseñaré! -repitió el alguacil mientras trataba de recargar la pólvora del mosquete-. Entonces viste que el de la cicatriz se marchó escaleras arriba hacia cubierta delante de tus narices.

Notas de juego

Si intentas alcanzarlo tú mismo, pasa a la página 78.
Si gritas a los demás para que intenten atraparlo, pasa a la 84.

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06/12/2020, 23:49
Diego Royo

Diego corrió escaleras arriba y lanzó el cuchillo que había tenido a bien guardar al volver a subir al barco. Esperaba alcanzarle en un brazo o pierna para que no pudiese seguir avanzando. -¡malnacido!- el almirante les había dado una segunda oportunidades y los muy cobardes habían intentado burlarse de ellos.

- Tiradas (1)
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09/12/2020, 22:16
Director

Una vez arriba, estando ya sobre cubierta, viste que el tipo estaba ya junto a la barandilla. Sin dudarlo un instante, trepaste por las escaleras que conducían a la gavia y alcanzaste una de las cuerdas que mantenían fijas las velas. Ágilmente te deslizaste por ella hasta encontrarte a algunos metros del fugitivo, sobre su cabeza. ¡Ahora es el momento de saltar!

Dándote un último impulso con los brazos, te soltaste en el aire y caíste de lleno sobre su espalda... Rodásteis ambos por la cubierta, pero él había recibido de tu cuerpo un buen golpe y tardó unos segundos más que tú en levantarse, momento en que aprovechaste para lanzarle un estocazo con el cuchillo, haciéndolo volar en el aire. El cuchillo se clavó en su muslo diestro, y tal que así que cayó en la madera, rendido.

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09/12/2020, 22:16
Alguacil del Santa María

¡Bien hecho, Diego! -te gritó el alguacil, apareciendo en cubierta-. ¡Ya los tenemos! ¡Que venga el Almirante...! ¡Que alguien busque al almirante! -gritaba el alguacil-. El ruido anterior del disparo y las voces ahora de su autor llamó la atención de los escasos tripulantes que aún permanecían a bordo. En el puente de mando apareció entonces la silueta de Colón, con expresión claramente somnolienta.

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09/12/2020, 22:16
Cristóbal Colón

¿Qué demonios pasa aquí, alguacil? -preguntó entonces mirando al tipo herido-. Entonces le explicaron lo que había pasado, y tú relataste la reincidencia de ambos tripulantes infames, y de cómo los habías seguido. El alguacil acabó tu historia elevándote, sin duda, a la categoría de héroe-