Partida Rol por web

Sarvus conectó los motores de la nave, junto a los mandos del piloto había una taza de recafeinado, ya fría, y un termo mediado: habían sorprendido al piloto. Se instalaron en el interior de la nave y cerraron la compuerta. La nave vibró al alzarse y rotar en el aire. Tirando de la palanca de mando, ascendieron.

Se elevaron por encima de la tormenta de polvo, atravesaron la atmósfera en diez minutos y se situaron en la órbita del planeta. Sarvus apagó el localizador.

- En tránsito hacia la Umbra Tigris, Capitán. Localizador apagado.

Llevanos a casa y vayamonos de aquí, aprovechemos la ventaja que poseemos

Entregados los códigos de seguridad la nueva nave de la Casa von Schawrz penetró en las entrañas de la Umbra Tigris. Los operarios de hangar, junto con un grupo de militares, funcionarios y oficiales de intendencia y navegación salieron a recibirles. Se hicieron cargo de la logística de la misión y esperaban las nuevas instrucciones del comerciante independiente.

¿Dónde está la nave que desembarcó en el planeta? -preguntó alguien.

¡Localicen su transponedor! ¡DEPRISA!  - les apremió asomado por la portilla de desembarco del transporte, pero temiendose lo peor prefirió empezar a impartir ordenes... - Sarvus, despega de inmediato, vamos a localizar el pájaro que falta - cambió el canal de su comunicador - Aquí el capitán, que los dos transportes artillados y sus marinos embarquen, sigan a Sarvus, Tigre Alfa, líder escuadrón, sígannos Tigres I y II - ordenó, más tiempo que perder, pero Karl no iba a abandonar una nave, el equipo y más tripulación - Kungel, estás fuera, ve a preparar el rumbo, date prisa

Sarvus se vuelve a sentar en el asiento del piloto y mientras prepara la nave para despegar activa el comunicador con el puente: Oficial Severus, localice el transpondedor de ese pájaro y haga un barrido con el auspex de la Umbra para ver si hay tangos cerca.

Una vez más, el estado de guerra. El comerciante independiente ordenó a varias naves despegar, aunque sin rumbo establecido. Sarvus, con el oficial de augurios, no logró encontrar la nave perdida, aunque tampoco tuvo actividad de naves enemigas en las inmediaciones de la Umbra (80 UA).

Se masajeo las sienes completamente hastiado - Por favor Sarvus, ve al planeta...

El señor del vacío puso rumbo al lugar donde habían aterrizado la primera vez.

El navegante asintió -Si mi capitán -y sin mas se marcho raudo hacia el punte de mando, donde estaba alojada la cámara del navegante

Justo cuando Sarvus encendía los motores de la nave, escoltado por un grupo de marinos a bordo apareció en el augurio de la Umbra Tigris una nave que coincidía con el transporte extraviado.

Sarvus abre el canal de comunicaciones propio de la familia y dice: Nave en rumbo de aproximación a la Umbra Tigris, identifíquese.

Karl se puso cerca de Sarvus esperando a oír noticia alguna...

No había ninguna respuesta de la nave, aunque esta disminuyó su velocidad.

Sarvus, despega pero no te acerques demasiado, mantén las armas calientes, alerta al escuadrón - rápidamente comunicó con Kungel por la radio - Kungel, te necesitamos, por favor, ¿Detectas algo en la nave? La que se aproxima

Sarvus comienza a levantar el pájaro del suelo y abre el canal excluyendo a las nave que se acerca: Atención, preparen armas pero no disparen a no ser que el objetivo lo hago primero o yo lo ordene.

El navegante se quedo un poco asombrado que es lo que quería el capitán exactamente, así que rápido salio de la cámara de navegación y con una orden directa al operario del aupex -¿Que detectas en esa nave? luego miro la nave desde el puente de mando

Mientras Sarvus despegaba en su nave, escoltada por algunos marinos de Tanya (¿ya los consideraban así? ¿Tan personalistas se habían vuelto las tropas?). La aproximación fue cautelosa, con una navegación preparada para una rápida huida, la destrucción o un sangriento abordaje espacial. Todas las posibilidades quedaban contempladas. Cuando se acercaron lo bastante, demasiado, observaron leves daños en el exterior de la nave, y tripulantes en su interior que intentaban comunicarse por signos. Todo quedó aclarado.

Veinte minutos después la nave extraviada estaba en los talleres, se estaba reparando sus comunicaciones, destruida cunado sus tripulantes sufrieron un masivo ataque de un gran número de orkos. Su oficial ordenó al retirada pero algunos proyectiles alcanzaron la nave espacial, inutilizando las comunicaciones, podían recibir señales, pero no emitirlas.

También informaron del avistamiento de "una estela anaranjada similar a las de las naves entrando en órbita" pero no pudieron concretar si era una nave o un asteroide.

Quedó aclarado todo el incidente, la tripulación (así como los mandos) estaban nerviosos (histéricos dirían algunos de los médicos loqueros, o médicos locos, como otros los llamaban). Todo el asunto del Camino de la Rectitud, la exploración del sistema, la extraña naturaleza de Footfall, las historias sobre los orkos de Magoros Secundus, rumores sobre kroot en Footfall, herejes a bordo de la nave, tecnosacerdotes traidores, sectas imperiales...era demasiado. La tripulación necesitaba dar por acabado con todo aquello.

Tras hacer una concienzuda revisión de las zonas más cercanas con los augurios determinaron que no había ninguna nave enemiga en las inmediaciones. También, por petición de un oficial de inteligencia, se revisó la nave capturada por si hubiera algún dispositivo de rastreo u explosivo. Desmantelaron la nave, no había nada, pero había sido una medida prudente.

La Umbra Tigris inició la navegación hacia el halo que rodeaba el sistema, dejando atrás los cuerpos planetarios. La extensión del halo era de enormes proporciones, pero guiados por Kungel se aproximaron a una zona concreta del mismo...