Partida Rol por web

Zac asintió, orgulloso por que Carrie hubiera tenido la misma idea. Salvó la distancia entre ellos y la besó durante unos segundos, hasta que se separó, achinando los ojos ligeramente a causa de su sonrisa. La miró unos segundos más, apartando su cabello de la cara.

- Aún no sé cómo llegamos a esto- estaba claro que se refería a ellos dos.- Pero creo que es lo mejor que me ha podido pasar jamás. Me alegro de haberme ido de excursión contigo a la sala común de Ravenclaw a principios de curso.

No quería dejarla sola en medio de aquella futura lluvia de hechizos, pero no podía hacer nada.

- Esto es cosa de Carrie Lewis y Zac Bolton - ni siquiera se molestó en bajar el tono de voz. Estaba más que cabreado, y en esos momentos lo único que pensaba era en la manera de hacérselo pagar con la misma moneda. Sigió andando hasta pasar a la Gryffindor y no fue hasta ese momento que se dio la vuelta para mirarle directamente a los ojos.

- Todavía no sé cómo lo han hecho, pero me he convertido en el chivo expiatorio de sus planes. Ni sé por qué querían matar a Leonard ni cómo se las han ingeniado para que todas las culpas recayeran sobre mí. Pero lo han hecho. - Su mandíbula estaba en completa tensión y mirada podía lanzar fuego. Entonces, durante un instante, pareció relajarse. - ¿Cuento contigo? - Allí estaba, la parte más humana de Oliver. La que le recordaba lo solo que se había quedado en los últimos meses.

¿Meterse en aquellos problemas que sobrepasaban las chiquilladas? ¿Arriesgarse a ser aseinada por una panda de asesinos locos? ¿Era Oliver consciente de en dónde quería meterla? Aquello no sería como tirar escregutos de cola explosiva en la casa de Hagrid.

- ¿Acaso lo dudas?- accedió finalmente, acercándose a él mientras lo miraba con determinación.- ¿Qué tengo que hacer?

No esperaba otra respuesta de Katherine pero, aun así, mostró una sonrisa de agradecimiento. En un movimiento casi imperceptible acortó distancias con ella y elevó el brazo hasta que su dedo índice entró en contacto con su suave mejilla.

- Necesito que recabes más información. Jackie es inalcanzable pero alguien más tiene que estar metido en el ajo. De los slytherins me encargaré yo. - confirmó finalmente con aspecto dubitativo. - Tú intenta sacar algo de información a los gryffindor y ravenclaw. Si todos ellos están tan seguros de que yo estoy detrás del asesinato será por un buen motivo. - De nuevo su mandibula se tensó. - Quizá puedas aprovechar al inestabilidad de Kaitlin y provocarle, o hacerlo con Kyle. - Terminó por encogerse de hombros. - Estoy seguro de que sabrás perfectamente lo que hay que hacer.

Me tensé impercentiblemente. Nadie se habría dado cuenta, ni aunque me tocase, ya que era una tensión en mi mente. Luz blanca. Estaba embarazada. No sabía lo que era eso, no lo sabía. Ante las reacciones de todos yo me mantuve seria, sin decir o hacer nada. Estaba realmente cansada dado todo lo ocurrido y era incapaz de dejar que ningun tipo de emoción saliese a la superficie, lo quisiera o no.

- Deberías descansar, Kait. Volveré en un rato. - le dije a mi amiga con una leve sonrisa, apretando su hombro, auqnue no creía que en ese momento fuese siquiera consciente de lo que ocurría a su alrededor. 

Embarazada. 16 años y embarazada. Y para redondear, Leo, el padre, acababa de morir. Cómo para si quiera prestar atención a una persona cómo yo.

Me alejé del corrillo antes de que empezasen a comentar nada, bueno o malo, ya que teniendo en cuenta las reacciones de los distintos presentes no todos pensaban lo mismo sobre el bebé que estaba en camino. Fui directa a la puerta de la enfermería y salí de la sala. Necesitaba algo de aire.

Casi podia palpar la tensión de todos los presentes a mi alrededor, mientras Albert realizaba aquella prueba. Durante un momento, me di cuenta de que incluso yo acababa de dejar de respirar, de que estaba conteniendo inconscientemente mi aliento. No, claro que no era consciente de lo que estaba sucediendo a mi alrededor. Podia ver aquella sonrisa de apoyo de Kyle, intentando tranquilizarme aunque, por contra, estaban tambien los rostros de Eve y Albert, mucho mas severos. Conocia a Eve lo suficiente como para saber que, como Albert, pensaria que, de ser cierto, aquello seria una locura.

La cuestion era... ¿lo era realmente? Si, tenia 16 años, un novio que acababa de morir y toda una vida por delante. Cualquiera habria pensado que estaba loca, que era el dolor por la muerte de Leonard lo que me estaba haciendo pensar de aquella forma, que tenia toda la vida por delante y que, de estar embarazada, tener aquel hijo sería el mayor error de mi vida.

Cualquier persona en su sano juicio, intentaria hacerme entrar en razon, intentar hacerme ver que quizas, con el tiempo, Leo no fuera más que un recuerdo y que, teniendo aquel hijo, las posibilidades de conocer a otra persona, de rehacer mi vida, de seguir adelante sin el fantasma de Leo, disminuian drásticamente.

Cualquiera me habria intentando hacer ver que quizas, con el tiempo, aquel amor desmedido que ahora sentia por Leonard acabaria por desaparecer, y que entonces ya sería tarde, muy tarde, para decidir no querer tener nada mas que ver con el.

Cualquiera habria dicho todo aquello y mucho mas y, posiblemente, habria estado en lo cierto.

Luz blanca. La luz es blanca. Kaitlin, está embarazada.

Cerré los ojos un instante, mientras me llevaba ambas manos hasta el vientre y una mueca compungida se dibujo en mi rostro. Y lloré, como jamás habia llorado.

Sin embargo, no eran lágrimas por lo que acababa de saber. No, no era estar embarazada lo que me provocaba aquel llanto. Lloraba por Leo, porque no estaba alli en aquel momento,  ni estaría en ningun otro momento despues de aquello. Lloré por la confusion de la noticia, inesperada e impactante, no habia duda. Y lloré de pura dicha, mientras poco a poco, una sonrisa aparecia en mis labios, entremezclándose con aquel llanto que me estaba vaciando por dentro.

Cualquiera diria que estaba loca. Pero, si una cosa tenia clara, es que mi vida había acabado hacía exactamente siete horas, cuando di aquel ultimo beso al cadáver que sujetaba entre mis labios. Mi vida habia terminado con la muerte de Leo y ahora, aquella pequeña vida que se gestana en mi interior, se presentaba como la unica posiblidad de resucitarla.

No esperaban que me entendieran, claro que no. Tampoco que compartieran mi decision. Eso tampoco. Sin embargo, sabía que habria una persona, una sola persona como poco en este mundo, que sería capaz de respetar y de compartir mi decision.

Estaba segura que, a pesar de todo, mi madre entenderia mejor que nadie lo que estaba a punto de hacer. Muchas veces habia hablado con mis hermanos sobre la actitud de mi madre tras la muerte de mi padre. Muchas veces les habia oido quejarse de como se encerraba en nosotros, y como se volcaba para intentar olvidarle. Y entonces, solo entonces, en aquel preciso instante, me di cuenta de que, en realidad, no era muerte lo que estabamos dando a mi madre, sino vida.

Mi madre no necesitaba rehacer su vida, porque ya la tenia hecha. Y yo, a pesar de mi corta edad, no necesitaba ni necesitaria un sustituto para Leonard. Daba igual que tuviera 16 años, o 53. Lo sabia, mi corazon y yo lo sabiamos. No volveria a amar a nadie en este mundo. Y aquel hijo, en mi caso, se presentaba como el mejor homenaje a su padre, a un padre al que, en contra de lo que muchos pensaran, sí que conoceria. Yo me encargaria de hablarle cada día sobre él, Sobre Leonard O´Connor, su padre, aquella persona a la que su madre amaba y amaria el resto de su vida.

Y es que aquel hijo, aunque quizás mucho mas pronto de lo previsto, era, sin duda, el mayor regalo, la mayor demostracion de amor que, aun despues de muerto, Leo me podia hacer.

Miré a mis hermanos entonces, sin saber cuanto tiempo habia permanecido sumida en mis pensamientos, y despues miré a Kyle, despues de que Eve se retirara. Seguia llorando y sonriendo al mismo tiempo, incapaz de controlar todas aquellas emociones.

-Voy a tenerlo. Voy a tener a nuestro hijo. - dije, en medio de un sollozo, aunque cargada de determinacion, totalmente segura de lo que estaba diciendo- Por Leo. Y por mi. Por nosotros.

Se había acuclillado ante ella para darle un beso que si bien no le permitió borrar de su mente los pensamientos más lúgubres sí que la relajó un tanto, a pesar de la sensación de irrealidad que le provocaba la falta de sueño al cerrar los ojos. Suspiró, casi agradecida por el gesto y apreciando el leve contacto de las yemas de sus dedos contra su oreja al apartarle un mechón de pelo, a pesar de que ella misma acostumbraba a preferir que se arremolinaran entorno a su rostro.

- Mmmm creo que fuiste tú quien me besó primero, así llegamos a esto - musitó haciendo que una sonrisa socarrona apareciera en su rostro -. Creo que me calaste desde el principio. Una chica atractiva, sin demasiado interés en el sexo opuesto ni ningún atisbo de moral ni ético. Estaba claro que la manera de llegar a mí iba a ser animándome a planificar una revuelta contra el mundo mágico, ¿quién no iba a caer en eso? - bromeó, como siempre que estaba cansada mucho más desinhibida que de costumbre, pues difícilmente hubiera hecho un comentario así en plenas facultades.

Katherine asintió con la cabeza varias veces, según iba comprendiendo cual era su misión en todo aquello. Quería ayudarle realmente y si Zac Bolton y Lewis estaban metidos en aquello debían pagar. No sabía aún cómo se acercaría al resto de personas, aunque supuso que sería mejor actuar en las sombras que crear un enfrentamiento. No quería meterse en líos tampoco.

- Te informaré en cuanto averigüe algo importante. Hasta entonces no te metas en líos. - resultaba raro que aquellas palabras salieran de la boca de Katherine. Irónico. Aún así tenía razón. Oliver no debía llamar más la atención.- Quédate en la sala común.

Zac alzó una ceja mientras inclinaba hacia abajo un poco la cabeza. ¿Él besarla primero? ¡Pero si ella lo había buscado! Y de no ser así... probablemente se hubiera tratado de un accidente; no obstante, no sería algo que admitiese. Le gustaba el lugar en el que lo estaba colocando. Como un águila inteligente que la había captado desde el principio y que tenía las cosas claras. ¿Para qué cambiar aquello?

Sonrió, conforme Carrie continuaba con su teoría. Hasta que finalmente no pudo más que reír.

- Completamente cierto. Fui muy inteligente. Aunque parece que me tú también me calaste desde el principio. Anda, vámonos a dormir un poco. Será mejor que descansemos.

Había llegado un punto en el que hasta Roislin había perdido el color de la cara. Pero no sería ella quien diese una opinión temprana. Kaitlin había decidido y nada importaba lo que pudiera opinar el resto. Apoyaría a su hermana y estaría con ellla siempre.

Sujetó la mano de Kaitlin y le sonrió con dulzura. Ser dulce y sensible era la mejor cualidad con que contaba la chica.

- Está bien, Kaitlin. No te preocupes por nada, ¿vale? Ahora deberías dormir un poco. Tú y el resto de tus amigos.

Duncan salió afuera, siguiendo a Eve. Estaba peocupado por ella. Muchas noticias importantes estaban sucediéndose e Eve era de las personas que se preocupaban excesivamente por el resto. No quería que fuera así.

La abrazó por detrás, colocando su barbilla en el hombro de la chica y tras unos segundos le preguntó:

- ¿Estás bien?- sabía que no estaba bien. La prefecta estaba preocupada, angustiada, triste, ansiosa y agotada. Pero aún así creyó que era el mejor modo de comenzar. Si bien no tardó en intentar animarla.- Todo saldrá bien.

- Perfecto - escuchar las palabras de Katherine le permitieron relajarse durante unos segundos. Hasta que escuchó la última parte. Ni le gustaba que le dijeran lo que tenía que hacer ni sentirse encerrado. Por desgracia, esta vez no tenía opción. - Está bien - lentamente se inclinó sobre ella y posó un beso en su mejilla. - Avísame cuando sepas algo.

Sin decir nada más fue camino de la sala común, esperando encontrarse a Jack solo. Necesitaba hablar con él.

Ahogó un suspiro a la par que le tenía las manos para que la ayudara a levantarse, sin considerar siquiera hacer el esfuerzo por sí misma. Una vez en pie le pasó un brazo alrededor de la cintura, algo que nunca antes había hecho y apoyó la cabeza en su hombro como en el Gran Comedor.

- Ha sido un día horrible - murmuró por fin, lacónicamente, con un deje de melancolía en la voz - y dormir será una buena recompensa por ahora. Vamos.

- Lo sé.- comentó depositando un beso en la coronilla de Carrie mientras caminaban juntos, él pasándola el brazo por los hombros.- Y por eso te mereces todas caricias que quieras. Que sé que te relajan.

No pensaba separarse de ella en todo el tiempo. ¿Y si a alguien le daba por investigar y estaban en peligro? Mejor dos buenos magos que uno solo. Además, después de pasar al lado de Katherine en esos momentos decidió que Oliver podía estar tramando alguna. No le pemitiría hacer nada.

Cuando Oliver acababa de llegar a la sala común, encontrándose con que Jack continuaba sentado en el sillón de antes pero sin leer nada, tan solo con la mirada absorta en la pared, segundos más tarde aparecieron Carrie y Zac.

Los cuatro estaban solos en la sala común. Un lugar en que la se respiraba tensión más que paz. ¿Siempre había sido así? ¿O era parte del cansancio y las nuevas trágicas noticas que había traído la mañana de aquel día de febrero?

Sonrei a Roislin. Lo cierto es que sabia tranquilizar al resto como nadie y era unica mostrando apoyo incondicional a los suyos.

Devolvi el apretón de su mano, en un gesto de silencioso agradecimiento, mientras mi otra mano continuaba sobre mi vientre. Aun esta asimilando lo sucedido. Estaba embarazada. Embarazada. Una pequeña parte de Leo estaba creciendo dentro de mi. Iba a tener un hijo.

Aquella idea me ilusionaba, me preocupaba y me aterrorizaba a partes iguales. Sin embargo, habia tomado una decision y la llevaria adelante, con todas sus consecuencias.

-Gracias, Ros... - dije a mi hermana, con la voz ligeramente quebrada. Sin embargo, cuando me insto a descansar, negue inmediatamente, incorporandome ligeramente- No, no, no... No puedo descansar ahora Ros... El asesino de Leo está por aqui, en alguna parte... No podemos darle mas tiempo a que se esconda... Tenemos que ir a por el. Hay que buscarle...

Miré a Kyle, pidiendole ayuda con aquel gesto. No sabia si debiamos contar a mis hermanos lo que nos traiamos entre manos. No sabia si Oliver habria conseguido la planta o no, ni quien habia sido el responsable de la muerte de Leo. Ni siquiera sabia si Oliver habia estado alli o no pero, fuera como fuera, teniamos que detenerlo, antes de que fuera demasiado tarde y resucitara a...

... Resucitar. A Leo. Si nos hicieramos con los ingredientes, podria devolver la vida a Leo.

Aquella idea, terrorifica y esperanzadora a partes iguales, me paso por la cabeza.

Devolver la vida a los muertos. Algo terrible, sin duda, pero la idea de ver crecer a nuestro hijo junto a el, de volver a verlo sonreir, de poder estar de nuevo a su lado.

Hice el gesto de levantarme entonces, dispuesta a salir de la enfermeria, intentando ponerme en pie para salir de alli cuanto antes.

No tenia tiempo que perder. Quizas aun estuviera a tiempo...

No puse resistencia alguna cuando Duncan me rodeó con sus brazos y me detuve al instanet. Dejé caer mi cabeza mientras cerraba los ojos y uní mis brazos a los de Duncan, agradeciéndole el gesto.

- Nadie está bien. Nada está bien. - le conseguí decir con un hilillo de voz. No iba a llorar, no podía ni quería, ya había llorado demasiado. - Nos hemos metido en algo que nos va muy grande. Hemos pecado de arrogantes y por eso ahora Leonard no está. Y ahora encima Kaitlin está embarazada. Y pos mucho que piensen que eso es una bendición o un homenaje, no lo es. Es una condena para Kait.

Me deshice de su abrazo con delicadeza sólo para poder darme la vuelta y mirarle a la cara mientras hablaba.

- Tiene dieciséis años...es una niña. Somos todos unos niños. Y cómo tal cree que su amor por Leo es lo más puro del mundo y que nunca podrá amar a nadie más, pero eso es mentira. ¡No ha vivido ni un cuarto de su vida! Pero ahora, con ese niño, ya no va a poder tener un nuevo futuro. Me temo qu ni siquiera va a poder acabar la escuela, ya que al fin y al cabo esto es un internado y entre pasar un año aquí o con su hijo, creo que todos sabemos que escogerá. Pero todos parecen tan felices...

¿Es que no veían la estupidez del asunto? ¿Y cómo podían estar tan tranquilos con lo que acababa de pasar? ¡El culpable seguía ahí fuera, o peor, aquí dentro! Había un jodido asesino en Hogwarts y querían devolver a la vida a Voldemort, pero sí, en lugar de hacer algo al respecto pensemos todo en lo bonito que es que Kaitlin esté preñada.

- Y encima ese niño no va a tener nunca un padre y se culpará de que su madre no rehaga su vida. - y de eso, yo sabía un rato - Y Dios no lo quiera - aunque yo de religiosa tenía lo mismo que de carnicera, era una frase que expresaba a la perfección lo que quería decir - tal vez Kaitlin le culpará también en algún momento.

Suspiré largo y tendido. Ahora que lo había soltado me sentía mejor, pero esperaba que Duncan no me juzgase o no se enfadase conmigo. Ellos ahí dentro se tomaban esto como algo positivo, como algo que iluminaba el día, pero yo no veía la luz por ninguna parte. Yo sabía lo que era crecer sin un padre, con una madre que me tuvo demasiado pronto y cuando no podía conmigo, una madre que no tenía estudios y por tanto una posibilidad de una vida mejor. Sí, Kaitlin tenía a su familia que nunca la abandonaría, de eso estaba segura, y marcaría una gran diferencia... Pero seguía sin ser algo que debiese hacer. Estaba de un mes. Debería abortar antes de que fuese tarde.

- Lo siento Duncan, perdón por el monólogo...

- Jack, nec... - el ruido de pasos hizo que se callara al instante. Se giró para observar de quien se trataba. Cuando Carrie y Zac hicieron acto de presencia él ya se encontraba a la altura de su amigo. Durante unos segundos se mantuvo en silencio. Se le pasó por la cabeza sentarse junto al slytherin y comenzar una conversación banal o, simplemente, imitarle y quedarse en silencio enfocando aquella grisacea pared. Hubiese sido la mejor opción. Pero no fue la elegida.

- Veo que ya estás mejor - no le había pasado por alto la actitud de Carrie había reflejado durante toda su estancia en el Gran Comedor. - Ha debido ser un gran palo para ti la muerte de Leonard - la última frase fue tan inexpresiva que ni siquiera pudo detectarse si contenía o no algo de sarcasmo e ironía.

Me quedo mirando a Kaitlin, pues entiendo perfectamente su mirada y lo que me quiere decir. Por supuesto que no podemos dejar que el asesino escape. Lo malo es que no sabemos con certeza de quien se trata...si fue Oliver o no. Cuando veo que Kaitlin hace amago de levantarse me acerco a ella y me siento a su lado en la camilla y le paso una mano por detrás de la espalda para retenerla allí por unos instantes, sintiéndome raro al estar no solo cerca de ella, sino del ser que crece en su interior y que representará un recuerdo constante de Leo y de lo que fue. Estando en esa posició, le pregunto en un susurro, con la mirada clavada en el suelo evitando las de sus hermanas.

- ¿Qué te dijo?¿Qué te dijo Oliver?- Mi intención es encontrarle y hablar con él cara a cara. Se acabaron las sutilezas, el querer ser amigos de. Pero si voya enfrentarme a él, necesito saber qué le dijo en el comedor...cualquier pista o desliz que nos confirme que es el culpable de todo lo que ha pasado.

Mire a Kyle en cuanto me impidio levantarme de la cama, seria. Y entonces, escuche lo que susurraba en mi odio, inaudible para el resto- Que encontraria al asesino de Leo y se lo haria pagar. Hijo de put.... - no termine aquella frase, apretando los dientes, indignada.

-Ayudame, Kyle. No voy a quedarme aqui. Y no voy a dejar que vayas solo a por el. Sacame de aqui y quitemosle la mascara. Por Leo.

Mis ojos se clavaron en los del chico, y mi mano se cerro en torno a la suya, apretandola ligeramente, mientras mi rostro destilaba seguridad y decision.

Ahora en aquel momento, necesitaba la ayuda de Kyle mas que nunca.