Partida Rol por web

A pesar de la distancia, la conversación entre Eve y Carrie llegaba hasta mis oídos sin ningún problema. Parecía que Carrie Lewis por fin había sacado a relucir su verdadera naturaleza. El ataque de la Slytherin hacia Kyle hizo que Oliver se echara a reír.

- ¿Dudar, Lewis? En absoluto. ¿Pero... para qué  me voy a manchar yo las manos de sangre cuando ya lo has hecho tú primero?

Y así era. Porque este ataque iba a tener grandes represalias, y Oliver no pensaba cargar con más responsabilidades de las necesarias. Mucho menos teniendo en cuenta la traición que había sufrido menos de 24 horas atrás. Él no había tenido nada que ver con el ataque a Leonard, y estaba dispuesto a demostrarlo. Si alguien tenía que pudrirse en Azkaban, esos serían Carrie y Zac. El tenía demasiados planes como para truncar su futuro de esa manera.

Echó un vistazo hacia Katherine y Deidre. Dejó a la primera como estaba y se acercó hacia la segunda, que estaba comenzando a despertar. Se acuclilló junto a ella y le puso una mano en la espalda con cuidado.

- ¿Puedes continuar?

El lugar estaba casi a oscuras ya. Katherine y Kaitlin inconscientes, Eve a merced de Carrie y Kyle... Kyle acababa de recibir un avada kedravra directo. Jack paseaba por la zona, vigilando con los brazos cruzados pero varita sujeta cerca de Lestrange, observándola y probablemente pensando cuándo le darían la orden de acabar con ella, porque el plan era ese: acabar con todos menos con O'Hare. Aún así, no había prisa pues todo estaba bajo control.

Deirdre salió del entumecimiento, parpadeando un par de veces pero con los pensamientos aún dando vueltas a un hecho: Kaitlin estaba embarazada. Sin embargo no estaba preocupada por ello, pues sabía que aquel niño se criaría en un mundo más adecuado y que gracias a ella sería bien considerado por los magos. No. No era eso. El hecho de haberse enterado de eso le llevó a pensar en ella misma. Hacía dos semanas que no tenía el periodo. Tras lo sucedido con Oliver hacía prácticamente un mes. Permaneció con la mirada baja. ¿Y si...?

Y entonces abrió los ojos aún más, su expresión demostró asombro y tensión a partes iguales. Cuando sus ojos chocaron directamente con los de Oliver allí agachado y preocupándose por ella, cierto miedo la inhundó.

¿Qué he hecho?

Justo cuando Deirdre pensaba aquello, Oliver pudo notar cómo algo no iba bien en su organismo. ¿Qué ocurría? Era una sensación conocida. Era como si... como si estuviera de nuevo en la fiesta de Halloween, cuando se envenenó. ¿Pero cómo podría haber ocurrido? Había desayunado lo mismo que el resto y no había vuelto a salir de la sala común en casi un día... ¿quién? ¿cómo? Y lo más importante, ¿por qué?

Justo en el momento en el que sus rodillas se doblaron por completo notó el primer cosquilleo. Todo su cuerpo se puso en alerta al instante y la noche de la fiesta de Halloween volvió a su cabeza. ¿Cómo podía haber ocurrido? ¿En qué momento había perdido el control? Desde la muerte de Leonard había sido especialmente cuidadoso, asegurándose de no dejar ni un solo cabo suelto que pudiese dejarles a tiro un cierre tan esperado que exculparía a Carrie de lo ocurrido.

Con esfuerzo se giró hacia la Slytherin. En su cara se entremezclaba la ira, el desconcierto y el dolor, acompañado de una pizca de reconocimiento. Había sabido jugar muy bien sus cartas. Ni siquiera Oliver sabía cómo lo había echo. A no ser qué...

Deidre. Sus ojos cambiaron de objetivo a la velocidad del rayo, para encontrarse con su compungida expresión. ¿Cómo había podido ser tan estúpido? Ese beso no podía augurar nada bueno. Debería haberlo sabido. Deidre nunca habría dejado tirada a Carrie, al igual que Jack nunca lo había dejado a él.

La presión en el pecho se hacía cada vez más intensa. Los escalofríos de su cuerpo dejaban paso al paulatino enfriamiento de sus extremidades. Le quedaba poco tiempo. Esta vez habían asegurado las dosis, no había margen de error. Sus ojos comenzaron a cerrarse mientras su corazón y respiración se ralentizaban. La fuerza de sus piernas comenzó a falla. Estaba a punto de caer. Tenía tantas cosas que decir y tan poco tiempo para verbalizarlas que optó por el silencio. Su última mirada quedó destinada hacia Jack. Su fiel amigo. Su único amigo.

En cierto modo la expresión de Deirdre equivalió a una traición, a un engaño. Sabía que de repente ya no le parecía tan buena idea y había olvidado de forma conveniente todo lo demás. Sin embargo su rostro no delató aquel sentimiento mientras se acuclillaba al lado de un moribundo Carrow. Sin embargo apenas le dirigió una mirada somera, pues su varita apuntaba a Jack.

- Nos portaremos bien, ¿verdad? - dijo con frialdad pero sin rastro de indiferencia. Había en sus ojos un brillo de satisfacción junto a cierto aire de peligrosidad que hacían desaconsejable interferir en aquel momento -. Tu amigo va a morir, es tu decisión unirte a él en este momento o aplazar tu ingreso al reino de los cielos - dudaba mucho que fuera tan estúpido como para arriesgarse a morir por alguien que de todos modos ya era un cadáver -. Carrow... - a pesar de que sus ojos no miraban al slytherin estaba claro que tenía casi el cien por cien de su atención puesta en él -. ¿De verdad pensabas que iba a quedarme de brazos cruzados cuando te has pasado el curso mangoneándome? Pensaba que me tenías calada, ¿eh? O quizás tu estupidez te hizo confundirte conmigo. Tantos meses planeando esto... desde que nos propusieron. Recuerdo tus palabras a la perfección, "no muerdas la mano que te da de comer". Incluso tú deberías reconocer lo imbécil que fuiste. El poder no sólo está en el dinero Carrow, y creo que he demostrado que mi influencia es mucho mayor que la tuya -guardó un instante de meditativo silencio antes de seguir -. ¿No te has dado cuenta? Hace meses que hice un juramento inquebrantable con Deirdre para que me ayudara a matarte y accedió voluntariamente porque fuiste tan estúpido como para liarte con Lestrange. Kaitlin apoyándote a ti en vez de a ella tampoco ayudó - soltó una suave carcajada -. ¿Pensabas que eras de valor para alguien? Piénsalo otra vez. ¿Quién organizó todo lo de Halloween? Yo, a pesar de que era tu tarea. Perdiste un duelo contra Zac y te quedaste sin prometida. Lo único para lo que me serviste fue para hacerles creer que eras el que estaba detrás de todo. Ver la mirada de odio que me lanzó Leonard creyendo que eras tú quien le mataba no tuvo precio, algo que sin duda hubieras hecho de todos modos sin demasiados problemas. Pero de un modo mucho más indirecto, ¿eh? Sin ensuciarte las manos - vio como empezaba a asfixiarse sin sentir ningún tipo de pena o congoja, sólo la turbia satisfacción de quien por fin realiza una venganza largo tiempo obviada -. ¿Te ha sabido dulce su último beso, Carrow? - le interpeló de pronto con voz suave y casi melosa -. Muy ingenioso, ¿no te parece? Pintalabios con veneno. Una muerte lenta y agónica. Mucho menos de lo que te mereces pero no voy a perder el tiempo con esto, Carrow. Hace ya demasiado tiempo que me aburres y he esperado mucho para esto. Pero ha valido la pena - sus labios se curvaron levemente hacia arriba, insinuando una sonrisa llena de odio -. Ah Carrow, lo que hubiera podido cambiar con unas palabras amables. No me hubieras caído mejor pero posiblemente hubiera prescindido de matarte. Una pena que ya no puedas aprender la lección, aunque te dejé muchas pistas por el camino. Adiós estúpido e insignificante Carrow - susurró en voz baja al ver que la muerte estaba demasiado cerca como para que comprendiera cualquier otra cosa que le fuera a decir.

No se quedó a su lado viéndole morir. Y sin embargo, en un último acto de desprecio le echó la capa por encima de la cara, impidiendo que continuara con su contacto visual con Jack, sin querer permitirle si quiera aquel último favor.

Observé desde mi posición todo lo que ocurría. Era cómo una muñeca de trapo, colgada, sin que nadie me prestase atención, pero siendo testigo de todo. Y mis ojos no podían creerse lo que veían, y lo que oían.

Oliver estaba cayendo, claramente algo le afectaba en el interior, y por la cara de Deirdre ella sabía que era o era la culpable. Carrie no tardó en acercarse mientras yo pensaba que era por ayudarle... Pero cuándo llegó a su lado, apuntó con la varita a Jack y le amenazó. ¿Qué demonios ocurría? ¿De qué lado estaba Carrie? ¿No estaban juntos?

Mientras Carrie hablaba cada vez era más claro que la única lealtad de Carrie era hacia sí misma. Y lo que más triste me parecía es que eso quería decir que no tenía amigos. Los usaba a todos como quería hasta que le dejaban de ser útiles. ¿Cómo se podía vivir así? ¿Sin nadie que te quiera y sin nadie a quien querer?

Y además me reveló parte de las piezas del puzzle que no me encajaban en todo lo ocurrido. Lo que más me debería haber sorprendido era saber que ella mató a Leonard (así que suponía que una Deirdre camuflada era la Carrie que entró en el bosque), pero no fue así. Tras ver cómo mataba a sangre fría a Kyle y decir que todo lo ocurrido en el bosque había sido apra matar a Leo, no era sorprendente que hubiese sido ella. Lo que más me sorprendió fue algo ocurrido meses atrás, algo que hacia nada había cruzado mi mente y que me hacía sentir mal. El veneno fue ella. No simplemente sabía del tema, sino que fue ella. Y casi se había matado a sí misma para evitar sospechas. Y yo le había ayudado. Era idiota.

Vi como Oliver no iba a contarlo tampoco, y aunque no debería, sentí pena. Era una persona horrible, manipuladora, mentirosa, arrogante, cruel... Cualquiera diría que se lo merecía. Pero a mis ojos nadie se merecía morir así. 

La sangre que me bombeaba en la cabeza empezaba a ser realmente molesta. Sacando fuerza de a saber dónde, trepé mis propias piernas para intentar que al menos la sangre circulase momentáneamente en el sentido que debía. No iba a desmayarme, no ahí ni así. Tenía que aguantar, tenía que saber y necesitaba pensar.

Oliver también había caído y Deirdre continuaba algo ida, observando el cuerpo del chico yacer a su lado. Jack apretó con fuerza la varita llegando a tener los nudillos blancos por la fuerza con que la sujetaba. Le dolía terriblemente ver a su amigo ahí, tendido, sin poder hacer nada por ayudarlo. Era la impotencia la que le estaba destrozando en su interior.

Si Jack alguna vez hubiera mostrado sus sentimientos, en aquella ocasión habría derramado lágrimas de tristeza y rabia. Miraba a Carrie, como queriendo fulminarla con la mirada en aquel momento. ¡Ojalá pudiera!

Sin embargo, en escena aparecieron cuatro figuras más al fondo, casi imperceptibles en un momento. Zac lideraba al grupo y dos chicos de séptimo de Slytherin cerraban la marcha. Cuando el chico llegó hasta Carrie y Deirdre, quien se levantó del suelo finalmente y apartó la mirada de Oliver, se presentaba con bastante heridas en la mejilla y en los brazos, pero con varita en mano y con un brillo de victoria en su mirada. Sonrió a Carrie sin hacer afán por mirar a Oliver, ni a Kyle, ni a Katherine, ni tampoco a Kaitlin, como si ellos no estuvieran ahí tirados en el suelo, dos inconscientes y dos muertos.

Zac:- No esperaba menos, Carrie. - justo cuando los otros tres llegaron hasta ellos, el tercero en discordia salió corriendo en dirección a Eve.

Duncan:- ¡¡EVE!! - tenía sangre saliendo de su nariz, brechas en la cabeza y contusiones, pero ahí estaba, vivo.- ¡¡Bájala Carrie!!- miró entonces a Zac, rabioso, enfadado y con miedo. Duncan no tenía la varita y todo el coraje que había tenido durante la lucha que estaba teniendo lugar en Hogwarts en aquellos momentos se desvanecía. Solo quería sacar a Eve viva de allí. Para eso había ido.- ¡Tenemos un trato Bolton!

Zac se explicó tranquilamente, como si las prisas que tenía Duncan le instasen a actuar con aún más parsimonia.

Zac:- Le dije que le llevaría hasta Colleman si abandonaba la lucha. Hemos tenido que pegarnos a lo muggle. Bastante sucio y rastrero, pero se me tiró encima cuando perdió la varita. Me estaba haciendo perder el tiempo y el grupo al que lideraba yo podía perder la zona si les llegaban refuerzos. Así que me lo traje. Pensé que estaría muerta, aunque mejor así. Libérala y que se vayan. Puede que en el futuro nos sean útiles.

Tras ello se acercó a Kaitlin, agachándose a su lado y al momento levantándola en brazos. Mientras, los otros dos se colocaban al lado de Jack con el fin de que no hiciera algo inadecuado.

Zac:- No tenemos tiempo que perder. En cuanto les mostremos nuestra rehén el ministerio será nuestro. Son demasiado débiles al pensar tanto en los aliados. Es nuestra ventaja.

De repente escuché pasos, demasiados para ser de las dos únicas personas que quedaban en pie, y una voz. Cono cía esa voz. Era Zac Bolton.

Me dejé caer con cuidado para poder ver lo que ocurría y aprecié unas cuantas siluetas. Habría jurado que eran 4 pero la palpitación constante de sangre en mi cabeza empezaba a nublarme la mirada. Entonces alguien gritó mi nombre y antes de ser consciente de a quién pertenecía esa voz, mi subconsciente envió un mensaje a mi cuerpo, el cual le llamaba con un grito desgarrador.

- ¡DUNCAN!

Estaba vivo. Estaba aquí. Gracias a los dioses, al destino, al karma o a lo que fuese, estaba vivo, a mi lado. Alargué los brazos en su dirección mientras el corría en mi dirección, queriendo tocarle para asegurarme de que no era una alucionación. Él y Zac intercambiaban palabras, algo de un trato, una lucha... no importaba. Nada me importaba más en ese momento que asegurarme que estaba bien. Hasta que que vi que se acercaba a Kait. 

"No, ella también no..."

- Zac... Zac por favor espera, escúchame... - tenía que intentar protegerla, ya no me importaba que ocurría, simplemente que ella estuviese a salvo. Empezaba a estar demasiado mareada...-  Duncan... - acabé susurrando  al chico a mi lado.

- Antes de que se vayan, por favor, dile a Zac que no le haga daño... hay un conjuro, duerme a la persona profundamente, como si estuviese muerta... dile que por favor lo use con Kaitlin, tiene que conocerlo, vais a séptimo... Dile que no deje a Carrie que la mate, a ella y su bebé, por favor corre...

En lugar de apresurarse a obedecer a Duncan simplemente le dirigió una mirada de cejas arqueadas ante su orden, sin al parecer percatarse de que no estaba en situación de pedir y menos exigir nada. Se acercó con calma al lugar mientras Eve balbuceaba el principio de una súplica que no necesitó terminar para que Carrie supiera cómo seguía. No hizo ademán alguno de bajarla.

- Está en vuestras manos tomar la decisión - comentó entonces al encararse tanto a Eve como a Duncan, con la cabeza medio ladeada y expresión cercana al aburrimiento -. Podéis intentar salvar a Kaitlin, sea insistiendo o mediante acciones físicas, en cuyo caso moriréis - aquella era una obviedad, puesto que estaban en desventaja numérica y sin varita. Además, como bien había dicho Zac, debían apresurarse y no podían entretenerse en una discusión sin futuro - o salvar la vida y marcharos ahora. No os voy a prometer que ella no morirá, ni lo sé ni me importa, pero sí que puedo decir que por ahora es demasiado valiosa como para que pierda la vida y - le dirigió una mirada fugaz a Deirdre antes de devolver la mirada a sus dos interlocutores - Deirdre intentará impedir por todos los medios que le pase algo a cualquier miembro de su familia, sea éste quién sea.

El cansancio, la rabia y la derrota me tenían completamente consumida. Y Carrie venía con su discurso de que teníamos una elección. Claro, sin varita y colgando de un pie, al borde de desmayarme con tanta sangre en mi cabeza, tenía muchas opciones, por supuesto. Menuda hija de puta.

Me quedaba la esperanza de que Deirdre no dejase que matasen a su hermana, pero... Pero si se oponía y Carrie de verdad quería matarla, ¿mataría simplemente también a Deirdre? Por mucho que dijese que era su amiga estababastante segura de que sólo lo era mientras la necesitase, que si se oponía a sus deseos simplemente la despacharía.

Miré a la pelirroja por encima del hombro de Carrie. Ella no lo sabía pero yo le había defendido en varias ocasiones, peleándome con Kaitlin por ello. Pero yo había estado tan equivocada con todos que no podía confiar en que mi instinto sobre Deirdre feura real. Seguro que ella me había mentido también. Todos lo habían hecho.

- Bájame... - le dije simplememte a Carrie. Manchas negras empezaban a enturbiar mi vista y no quería caer inconsciente. - Sé aceptar una derrota...

Casi le daba pena haber traicionado a Eve aunque la realidad era que lamentaba más el hecho de que la chica no estuviera de su lado, sino contra ella. Sin embargo eran problemas de la ética o de no entender que "el fin justifica los medios" era para los slytherins un segundo lema. Carrie comulgaba de verdad con las ideas de los mortífagos sobre que el mundo debería estar bajo el yugo de los magos. Tal vez fuera anticuada por sus ideales o quizás aquello se pudiera lograr de otro modo. No lo sabía.

Con un gesto en horizontal de la varita el hechizo finalizó, dejando que Colleman cayera al suelo o, en su defecto, entre los brazos de Duncan, que parecía más que deseoso de estrecharla entre sus brazos. Miró a Zac, por el rabillo del ojo, sin entender por qué lo había dejado con vida pero sin desear oponerse.

- Salid de Inglaterra o evitad las zonas concurridas y ser vistos en público.

Fue su última frase de despedida antes de alejarse de ambos en dirección nuevamente a Zac, que sujetaba a Kaitlin entre los brazos.

- Ah, una cosa más. Llevaros a Lestrange si queréis. Es un incordio que no sirve para nada. Si se queda no tardará demasiado en morir por traidora a la sangre.

Se encogió de hombros con indiferencia. Poco le importaba lo que fuera de la chica.

Antes de que Duncan pudiera hablar con Eve, Zac ya le había respondido y Carrie aportó más opiniones. No podían quedarse ni intentar salvar a Kaitlin porque ella era la valiosa. No dudarían en deshacerse de los Ravenclaw y de Katherine, pero Kaitlin les interesaba por algún motivo. No. No podían arriesgarse más.

En cuanto Eve fue liberada Duncan la sujetó con firmeza. Sus manos temblaban ligeramente ante el miedo, la tensión y la rabia, pero intentaba disimular como podía. Debía proteger a Eve y demostrarle que él podía encargarse de su seguridad.

- Tenemos que irnos. Es lo mejor que podemos hacer.

Mientras ello sucedía Deirdre se terminó de acercar con paso tranquilo hasta el resto de sus compañeros. Había recuperado la fachada dura e inexpresiva que la caracterizaba. No iba a admitir que protegería a cualquier miembro de su familia. Que, al fin y al cabo ella había colaborado en todo aquello por venganza. Venganza hacia los que abandonaron a su padre y le enviaron a una muerte segura. Era cierto que creía en la idea de que los magos debían dominar el mundo por encima de los muggles, sabía que era necesaria una reestructuración del sistema y, por supuesto, tenía la firme convicción de que estaba haciendo lo mejor para los suyos. No obstante, aquel no era el momento para mostrar sus ideales y sus intenciones, pues lo último que quería era tranquilizar a aquellos Ravenclaws.

Lo que más le disgustó fue que Carrie perdonase la vida a Lestrange. ¡Era una traidora y se había burlado de ella! Sin embargo, tampoco puso objección verbal alguna. Carrie era la que mandaba. Era la que les había llevado a aquella aplastante victoria y, por tanto, una líder digna de la más fiel lealtad. No la cuestionaría por aquel asunto aún habiéndose roto finalmente el juramento inquebrantable tras haberse cumplido la misión.

Duncan sujetó a Eve de la mano y tiró de ella hasta la aún desmayada Lestrange. No tenía tiempo que peder. Quería perderse de aquellos asesinos cuanto antes. La prioridad estaba en sacar a Eve viva de allí, lo demás era secundario. Sujetó la mano de Katherine también, fijó su mirada en Bolton y Carrie, atento a cualquier posible movimiento, y los tres se desvanecieron en el aire.

Con la desaparición de Eve, Duncan y Katherine, poco más había que hacer en aquel lugar. El tiempo apremiaba y debían regresar a Hogwarts.

Jack sujetó a Oliver, decidido a no dejarlo abandonado en aquel inhóspito y desagradable terreno. Deirdre ni miró hacia allí, concentrada en su hermana, seria y francamente decidida a enfrentarse a Larry si era necesario. Los otros dos chicos de séptimo se encargaron de O'Brien, pensando que darían un gran golpe de efecto al llevarlo.

Zac:- Todo listo.

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A la señal de Zac, todos se desaparecieron a la vez, para aparecer bajo una nube de humo creada sin duda por Bolton, en el centro justo del Gran Comedor. Las voces, los gritos, el sonido de movimiento y de hechizos que abarrotaban la gran sala se esfumaron ante la aparición de ellos. Todos estaban pendientes de aquella nube negra y espesa, atentos a qué podía tratarse. Mortífagos y aurores se alejaban despacio de la zona, varita en mano y sin dar la espalda.

Cuando se hubo disuelto, Carrie pudo comprobar que allí de nuevo había una gran batalla. Signos de duelos, gente herida, gente tirada en el suelo, personas que intentaban mantenerse en pie y ganar los distintos duelos a muerte. Cuando se percataron de su presencia y de la presencia de Kaitlin y Deirdre O'Hare, el jefe auror Larry O'Hare mandó parar de inmediato la lucha. Dio dos pasos pequeños hacia adelante, con claro gesto preocupado.

Larry:-¡¿Qué significa esto?!- Algunos finalmente se percataron de que los chicos de séptimo, Jack e incluso Deirdre, apuntaban con su varita a una inconsciente Kaitlin aún en brazos de Zac- ¡Deirdre! ¿A qué estás jugando? ¡Estás amenazando a tu propia familia!

Deirdre:- No le ocurrirá nada, Larry. A no ser que tú lo provoques.

Larry:- ¿Qué quier...?

Zac:- Es así de sencillo. Depositáis las varitas y tú, jefe auror, ordenas detener la lucha que hay también en el ministerio. De ese modo tu hermanita y tu sobrino seguirán con vida.

Larry:- ¿Pretendes que os conceda llegar al poder para matar a más personas por una vida?

Zac:- No es solo una vida. Es la vida de tu hermana. ¿Querrás ser el culpable de esto?

En ese momento, en uno de los laterales, Laura Van Dijck, con heridas, cortes pero en pie al fin y al cabo, identificó a Kyle.

Laura:- ¿K-Kyle...? - su cara se transformó en seguida. Pasó de la duda, a la sorpresa, luego al miedo y finalmente a la desesperación.- ¡KYLE! ¡NO! ¡NO!- gritó con todas sus fuerzas e intentó llegar hasta él, pero varias manos se lo impidieron.

Zac la miró de reojo antes de volver a dirigirse con tranquilidad a Larry.

Zac:- ¿De verdad es eso lo que quieres? ¿Quieres ver esa misma respuesta en el resto de tus hermanas y hermanos? ¿Podrías mirarles a la cara sabiendo que tuviste la oportunidad de salvarla?

La sala quedó en silencio con los gritos y forcejeos aún de Laura, que no podía creerse que Kyle hubiera caído. El primer chico con el que estuvo, su gran amigo, su mejor compañero de quidditch y el chico al que se iba a volver a declarar pasado aquel examen. El chico del que había estado y del que continuaba enamorada. Necesitaba su sonrisa, sus animos y su buen humor. Quería sus abrazos y que le mirase desde el fondo de la sala común, casi pillándola haciendo lo mismo.

Larry tardó unos minutos en hablar y cuando lo hizo fue con severidad.

Larry:- Negociemos. Es todo lo que puedo hacer de momento.

Zac asintió. El plan estaba yendo según lo previsto.

Zac:- Atadla a una silla en la sala de trofeos y vigílala bien, Carrie. Nadie debería entrar y si notas el más mínimo movimiento de salvamento, mátala. - todo ello lo dijo sin apartar la mirada de O'Hare. Dándole a entender que como lo intentase alguien, se acabaría.

Así pues Carrie se quedó a solas en la sala de trofeos con Kaitlin atada fuertemente a una silla, aún inconsciente.

Cuando Kaitlin despertó se encontró sentada en una silla, atada fuertemente, sin poder zafarse. Se encontraba en un lugar conocido. La sala de trofeos de detrás del Gran Comedor. ¿Cómo había llegado allí? ¿Qué había pasado? ¿Cuántos minutos llevaba inconsciente?

Para Carrie, colocada frente a Kaitlin, solo habían pasado diez minutos. Nada había ocurrido desde que le ordenaron quedarse allí con O'Hare.

Cuando los tres reaparecieron lo hicieron en el interior de una casa abandonada en medio de una montaña. Duncan se levantó rápidamente, quitándose el polvo y llevando a Katherine, aún inconsciente, hasta un desvencijado sofá.

Duncan:- Puedes relajarte. Aquí estamos a salvo.- aunque él no parecía para nada relajado. Cuando dejó a la Gryffindor echada anduvo con paso acelerado hasta la repisa de la chimenea apagada.- Me enseñaron este escondite hace algún tiempo. Mi abuelo creía que algún día podría necesitarlo. Y qué razón tenía.- no podía quitarse de la cabeza todo lo ocurrido. Duncan sudaba y aunque intentaba aparentar tranquilidad era bastante difícil.- Ya pensaremos más adelante qué hacer. Todo depende...- cogió una vieja radio y la encendió, buscando algún tipo de emisora.- Sabremos lo que pasa con esta batalla gracias a la radio. Esto es tan inmenso que seguro que, pase lo que pase, lo anunciarán en la radio mágica.- estaba concentrado en la tarea, pero también se preocupaba por Eve.- Lamento no haber podido ser tan fuerte como para protegeros, Eve. Me pillaron desprevenido, como al resto. Espero que me perdones.

Lo ultimo que recordaba era el rostro de Oliver frente al mio, aquella frialdad, aquella indiferencia mientras me apuntaba. Y entonces, se hizo la oscuridad.

Solo tuve un segundo, un instante en el que senti el mas profundo miedo. No por mi, sino por mi hijo, aquella criatura que llevaba en mi interior. Mientras me sumia en aquella profunda inconsciencia, lo unico que pedia con todas mis fueras era que no le sucediera nada, que fuera yo quien se llevara todo aquel daño.

Y entonces desperté. Lo primero que noté fue que me dolian todos los musculos de mi cuerpo, y que mis extremidades estaban ligeramente adormiladas por la posicion y la falta de circulacion. Me dolian los pies, las muñecas y todas aquellas partes de mi cuerpo por donde pasaban aquellas ataduras que no tarde en percibir, ante el primer intento de moverme.

Abri los ojos de par en par, dejando escapar una expresion mezcla de sorpresa y confusion. ¿Donde estaba? ¿Que estaba haciendo alli?

Tarde algunos segundos en identificar dos cosas: que estabamos en la sala de trofeos, y que era Carrie quien estaba conmigo, a solas. ¿Donde estaban los demas? ¿Que habia pasado? ¿Por que estaba amordazada dentro del colegio?

-¡Carrie! - exclame, en un grito desesperado. Volvi a sentir aquel miedo, que hizo que un nudo cerrara mi garganta, haciendo que mi voz se quebrara ligeramente- ¡Carrie, que es esto! ¡¿Que ha pasado?! Sueltame... - dije, intentando moverme en aquella silla, en un gesto a la desesperada por liberarme de aquellas atadoras que quemaban mis muñecas.

Me desplomé en cuanto Carrie deshizo el hechizo. Estaba mareada y desorientada y si alguien me preguntase alguna vez si había aterrizado en el suelo o en brazos de Duncan, no podría respondorlo. Simplemente no tenía la más mínima idea. Ara cuando me di cuenta de lo que ocurría quise detener a Duncan, pero era muy tarde. Antes de poder pedirle que esperase ya estábamos en otro lugar, una cabaña habría dicho, y mientras yo recuperaba la visió y se me pasba el mareo Duncan daba vueltas mientras se excusaba.

- Shht, no seas absurdo. - le dije levantándome para ir a cogerle la mano, haciendo que me mirase. - No tenías modo de saber que ocurría, y me has salvado de todos modos. No tienes que disculparte por nada... Es mi culpa. Yo insistí en confiar en Carrie, y en Zac, y en todos... Yo os he fallado a todos. Kyle insistía en que no confiásemos en ella y tenía razón, y ahora... - se me hizo un nuedo en la garganta y no pude terminar la frase, pero no era necesario. - ¿Qué pasó en Hogwarts después de que nos desapareciésemos? Laura, Ian y el resto nunca vinieron... - necesitaba oír la verdad, pero no estaba segura de poder asimilar más muertes...

Esperé paciente a la respuesta de Duncanm intentando mantenerme firme fuera la que fuera la respuesta. Teníamos que ser fuertes ahora.

- Tenemos que volver al campo, no puedo dejsr el cuerpo de Kyle ahí abandonado... además, Carri rompió mi varita, pero ni siquiera se molestó en recoger las de los caídos. Podemos coger las varitas de Oliver y Kyle, yylas de Kait y Katherine... No podemos simplemente escondernos aquí, desarmados... ¿verdad?

Llevaba alrededor de media hora en la penumbra en la que estaba sumida la sala de trofeos, sentada del revés en una silla, con los brazos apoyados sobre el respaldo y la barbilla en éstos, la mirada fija en su prisionera sin mostrar nada. Las palabras de Kaitlin al despertar no provocaron en Carrie el más mínimo movimiento ni una chispa de reconocimiento en sus ojos y sino fuera porque los tenía abiertos hubiera sido imposible discernir si estaba despierta o dormía. 

Tardó alrededor de dos minutos en dar señales de vida, inclinando la cabeza hacia ambos lados pretendiendo desentumecer su cuello y hombros. Un sonoro crujido y su posterior expresión de satisfacción dieron cuenta de su éxito.

- Kaitlin - murmuró saboreando el nombre. En aquel momento se parecía mucho a su hermana y se le hacía raro. Quizás por eso experimentaba cierta simpatía hacia la pelirroja -. No voy a soltarte. Estoy aquí para vigilarte mientras se hacen las negociaciones con el jefe de los aurores, tu hermano, para que depongan las varitas. En caso de que alguien intente rescatarte, te mataré - explicó servicial, moviendo un poco la varita para que la gryffindor la viera. La miró con curiosidad unos segundos antes de soltar a bocajarro -. Así que estás embarazada, ¿no? No has escogido el mejor momento. Sin Leonard y con el mundo mágico en guerra... tu sentido de la oportunidad no es demasiado oportuno - las comisuras de sus labios se alzaron imerceptiblemente ante su broma sin gracia.

Las palabras de Carrie supusieron un enorme mazazo para mi. ¿Deponer las varitas? ¿Mi hermano estaba alli intentando salvarme? ¿Que estaba pasando?

-Carrie... ¿De qué estas hablando? -dije entonces, con un nudo en la garganta, y los ojos rasados en lagrimas, tironeando de nuevo, en un intento por liberarme de aquellas ataduras que, a aquellas alturas me estaban provocando un agudo dolor en los hombros, debido a la posicion.- ¿Como que deponer las varitas? ¿Quien te ha ordenado vigilarme? Carrie, por favor, cuentame de qué va esto... -dije, descolocada, sin saber de qué estaba hablando. Una cosa era un Oliver intentando resucitar a Lord Voldermort por su cuenta, y otra cosa muy diferente era un ataque a aquella escala.

Entonces Carrie habló de mi embarazo. Deirdre. Estaba segura de que ella seria quien se lo habria contado. O me habria oido gritarselo en medio de la batalla. El estomago me dio un vuelco, y dos enormes lagrimas cayeron por mis mejillas.

-Si, Carrie, estoy embarazada... - dije, asintiendo, con una enorme angustia-Por favor, no le hagas daño... Es lo unico que te pido... -- añadi, a la desesperada- Dejame ir, por favor... Este niño no tiene culpa de nada... Dejame criar a mi hijo, te lo suplico... - a aquellas alturas, incluso notaba la humedad de mis lagrimas al caer sobre mis piernas, calando incluso la tela de mi ropa. La mera idea de pensar que alguien podia hacerle daño a aquel niño me causaba un terrible escalofrio que me dejaba sin respiracion.

Tenia que haber un atisbo de humanidad en Carrie. Me negaba a pensar que no lo habria.

De nuevo aquella expresión insondable. Tal vez reír hubiera sido una opción pero no le iba eso de regodearse en el sufrimiento ajeno. Tampoco es que le preocupara en lo absoluto, simplemente no era parte de su compleja personalidad. La silla crujió ante un movimiento de Carrie, rompiendo el silencio tras el llanto de Kaitlin.

- No sería demasiado buena vigilante si te dejara libre, ¿no crees? De todos modos Kaitlin, no me interesa el bienestar de la criatura que llevas dentro. No voy a hacer nada para dañarlo pero si llegáramos a la situación, tu hijo no-nato ni siquiera me haría dudar - no presumía de su falta de escrúpulos, simplemente dejaba claro un punto con aquella calma que siempre la había caracterizado -. En cuanto a de qué va todo esto creo que es bastante obvio, ¿no? Los mortífagos se alzan de nuevo para tomar el control del mundo, mágico y muggle. Ah bueno, tengo que admitirlo, el Señor Tenebroso no entra en la ecuación. Todo aquello fue un montaje ideado por mí para manteneros distraídos. Y liquidar a Leonard, era un incordio para nuestros planes - reconoció.