Partida Rol por web

Ya en la enfermería, echaron a Kaitlin en una cama, midiéndole la tensión y poniéndole un paño de agua fría en la frente mientras Roislin le sujetaba la mano. No habían permitido a Morrigan, la madre de las chicas, a ir al colegio ante tal noticia y  se alegraban de ello. Aunque Morrigan había luchado con todas sus fuerzas por ir a apoyar a su hija, las mayores la convencieron como pudieron y se alegraban de ello.

Kaitlin era la clara imagen de Morrigan hacía cinco años. Ninguna había soportado la presión de una despedida así.

Mel:- ¿Estás mejor, cariño?

Albert:- Estás exhausta, Kait. Te prepararé una poción para que descanses.

Roislin:- Si no fuera porque sé que es imposible, te diría que estás como Mel cuando estaba embarazada de un mes, pero más pálida.

Entonces una pequeña pausa hasta que incluso Roislin pensó sus propias palabras. ¿Y si...?

Mel:- Porque no puede ser posible... ¿verdad, Kaitlin?

Zac se llevó a Carrie hasta una zona apartada en el pasillo de las mazmorras. Todo estaba en silencio y volvían a estar a solas. Había llegado el momento de contarle el último y definitivo plan además de pedirle el favor que llevaban mascando desde la noche anterior.

- Verás, la misión final se acerca pero yo no podré estar ahí. Os harán un examen de aparición trucado. Hemos logrado poder hacernos pasar por Granger tras el éxito en una misión contra ella, por lo que el examinador que venga haciéndose pasar por ella, os pedirá que aparezcáis en un lugar determinado. Primero se encargará de que Kaitlin O'Hare lo logre más tres que vayan con ella porque el examen será de cuatro en cuatro. Después iréis, según ha planeado Carrow, él, tú, Deirdre y Jack. Os batiréis en duelo contra ellos y debéis ganar. El destino del mundo mágico está en vuestras manos.- hizo una pequeña pausa para que Carrie asimilase todo.- Yo soy de séptimo y por ello no puedo ir con vosotros, por lo que lo dejamos en vuestras manos; además, para que podamos chantajear al jefe de los aurores, hermano de O'Hare, la necesitamos viva. La condición que han puesto nuestros aliados es que Kaitlin debe vivir. Los demás no es necesario y de hecho sería más impactante que solo estuviera ella de rehén. ¿Entendido? Deberás prepararte bien para el duelo porque no sabemos contra quién te enfrentarás aunque la falta de O'Connor ponga las cosas más fáciles.

Y entonces quedó en pausa. Había llegado el momento de pedirle el favor. Un favor que posiblemente no aceptase y que además le haría quedar mal. ¿Cómo decirle a Carrie que prefería que Eve se mantuviera viva? Sería muy raro y lo cierto es que decir como excusa que se había imaginado en el lugar de Duncan le haría parecer blando. Y él no era blando. Zac era despiadado y peligroso.

No puedo rebajarme a esto por una Ravenclaw.

- En cuanto al favor...- no podía hacerlo. Rebajarse solo le restaría importancia en sucesos posteriores. Necesitaba demostrar que era de total confianza y que quitando a sus aliados, nadie más le importaba. Decidió pues dar un giro a los acontecimientos. La acarició en la mejilla y la miró directamente.- ... mantente con vida.

El camino de Oliver le llevó a las mazmorras. Tenía aún una buena señal del puñetazo de Kyle en la mejilla y le ardía. Resultaba incomprensible que el Ravenclaw hubiera actuado así cuando solo había ido a presentar sus disulpas ante la pelirroja. ¡Si encima no había sido él! Alguien se le había adelantado con un trabajo brillante, pero él se estaba llevando los golpes. ¿Por qué?

- ¡Eh!

Katherine apareció detrás de él, siguiéndole. Parecía seria, preocupada y conmocionada.

- Dime que no has tenido nada que ver. - más que una petición era una súplica.- Me da igual que me hayas podido engañar, me da igual que estés comprometido con Price. Pero necesito saber que no he estado tantos años en contacto con un despreciable asesino.

"Y tú dime que sabes qué cojones está pasando"

No pudo verbalizar sus pensamientos. No necesitaba más que las palabras de Katherine para entender lo que estaba ocurriendo: estaban usándolo como chivo expiatorio. Habían organizado la muerte de Leonard de una forma brillante, y se habían asegurado de que todas las pistas apuntaran hacia Oliver. Y solo había dos personas capaces de hacer algo así: Carrie Lewis y Zac Bolton. Brillante.

- No Katherine, yo no he tenido nada que ver - sus palabras sonaron secas y bordes, cargadas del nerviosismo y la tensión que el slytherin sentía en esos momentos. - Y no sé por qué cojones todo el mundo actúa como si fuese así. - Cerró los ojos un momento y se apretó el puente de la nariz con los índices. Le dolía la cabeza demasiado y necesitaba pensar. Entonces y de improviso acortó distancias con la Gryffindor y la agarró por los hombros. Lo hizo con una delicadeza y cuidado que no se correspondía en absoluto al enfado de su rostro. - Necesito que me cuentes qué sabes. Alguien está intentando inculparme de algo que no he hecho. Y que me hubiese encantado hacer.No pienso ponérselo en bandeja.

Fue como si un gran peso se hubiera escapado de la boca del estómago de la chica. Volvía a tragar con facilidad y su corazón, que palpitaba con gran intensidad, pareció relajarse levemente. Él no había sido. Oliver era inocente.

No se apartó cuando el chico la sujetó con delicadeza de los hombros y respiró profundamente. Katherine nunca había sido de llorar o mostrar debilidad, pero aquel alivio estaba produciendo que las lágrimas se agolpasen en sus ojos, a punto de rebosar.

- Yo... yo no tengo mucha idea. Solo escuché una conversación entre Jackie y Slughorn. Ella le explicaba que se habían internado en el bosque la noche antes y que encontraron tu... tu sangre marcando un camino. Y el puñetazo de Kyle... todo muestra el camino hacia a ti. La suerte es que Slughorn confía en tu inocencia y no dirá nada.

Jackie. Si ella estaba detrás de esto significaba que también lo estaba Carrie... y seguramente Zac. Escuchó las palabras de la chica en silencio y sin pestañear. Estaba tan concentrado en sus palabras que hasta dejó de respirar durante unos segundos. Estaba seguro de que habían estado organizando todo delante de sus narices y él ni siquiera había sido capaz de darse cuenta. La sola posibilidad de que eso fuera cierto le ponía enfermo.

- Es imposible Katherine, yo no estuve en el Bosque Prohibido. No me moví en toda la noche de la Sala Común - evitó dar más explicaciones al respecto. Por desgracia no tenía a ningún testigo que pudiese corroborarlo. O al menos, ningún testigo que pudiese hacer público. - Necesito hablar con Jackie. - Como si una cuerda estirara de él se separó de Katherine y echó a andar hacia la sala común. - Espérame aquí, por favor. - Sus últimas palabras salieron como un susurro. Al darse cuenta de ellas se quedó quieto mirando a Katherine a los ojos, como si acabase de darse cuenta de que era ella la que estaba allí. Sin decir nada más, se adentró en la Sala Común.

En el interior de la sala común, Jackie y Jack discutían de manera bastante acalorada cuando Oliver llegó. Estaban de pie, con el ceño fruncido y bastante cerca. Pero no se tocaban y tampoco había varita en mano por parte de ninguno.

Cuando vieron la llegada del chico se callaron al momento, se echaron una última mirada y cada uno se sentó en un lugar diferente, regresando a las actividades previas. Jackie continuó realizando papeleo de prefecta mientras que Jack escondió la cara detrás de un libro que claramente no tenía intención de leer.

- Por favor, no os cortéis - El tono de voz de Oliver era tan frío y sarcástico que podía helar la sangre - Quizá así consiga enterarme de qué cojones está pasando... y por qué yo soy el centro de todo este asunto en el que no he tenido absolutamente nada que ver.

Su gélida mirada alternaba a los dos slytherins. Todo su odio iba dirigido hacia Jackie, pero no le pasaba desapercibido que su querido y gran amigo Jack sabía más del tema de lo que estaba dispuesto a reconocer.

- ¿Y bien?

Jackie alzó una ceja pero no miró a nadie. Continuaba firmando papeleo mientras Jack no aparecía de detrás del libro.

- Vaya hombre. No me digas que tú también me vas a increpar. ¿Por qué se supone que venís a mí? Estoy demasiado cansada y tengo demasiado trabajo como para aguantar que me molestéis y me ataquéis. 

La chica, aunque claramente molesta por la situación, no parecía nada nerviosa. Sostenía el bolígrafo sin que su mano temblara y actuaba con tal naturalidad que parecía que realmente era inocente.

Jack:- Te he pedido una explicación y has saltado a la defensiva, Jackie. Si metéis a mi mejor amigo en líos es obvio que me meteré en medio. Seas tú, Bolton o quien sea que esté detrás. Yo solo tenía una suposición pero me la has corroborado con tus gritos.

Jackie:- ¡No hables de lo que no tienes ni idea!- exhaltada nuevamente y molesta porque precisamente Jack no supiese dejarla en paz, le miró aunque él continuaba detrás del libro que parecía a punto de romperse ante la fuerza con que lo sujetaba.

Oliver escuchó en silencio las palabras de Jack, sintiéndose orgulloso de haber confiado en él desde el primer día que lo vio aparecer por la puerta del Gran Comedor. Si, era de los que merecían la pena.

- Le dijiste al profesor Slughorn que enconrasteis mi sangre en el Bosque Prohibido y seguisteis su rastro. ¿Cómo puede ser posible, Jackie, si yo no pisé los terrenos? - Le daba igual sus quejas y excusas. Ya no confiaba en sus palabras. Hacía mucho tiempo que había perdido ese derecho antre Oliver.
 

Continuando con los papeles y recuperando su habitual tono tranquilo le respondió al tiempo que impregnaba la pluma en tinta.

- No lo sé, Oliver. Dímelo tú. ¿Por qué debería saberlo yo?

Fue lo que se limitó a decir, esquiva y claramente con pocas ganas de hablar. Firmó un papel más. Lo cierto es que durante aquellos días se le había acumulado el trabajo.

- Porque si no fuera por la existencia de Deidre hace mucho tiempo que tú habrías conquistado el puesto de perrito faldero de Carrie Lewis - sus palabras se sucedieron por un fuerte y seco golpe en la mesa donde trabajaba la Slytherin. El impacto fue tan fuerte que algunas gotas de tinta quedaron derramadas por la superficie. - Basta ya de tonerías Jackie. No te interesa seguir en medio de esto y lo sabes.

La mirada fija en la chica solo quedó rota durante unos instantes cuando se giró hacia Jack. Sería un buen momento para que el joven decidiese hacer acto en escena, aunque comprendía que quisiese mantenerse al margen.

- Ya no es momento de lealtades, Jackie. Las chiquilladas de colegio han quedado atrás. Esto es demasiado grande como para que no acabe saliendo la a relucir la verdad, por mucho que hayan trabajado en dejar los cabos atados. - Se aseguró de no incluirle con un 'hayáis'. Con un poco de suerte la dura y gélida Jackie se ablandaría lo suficiente para empezar a hablar.

Ante la reacción de Oliver, Jackie se asustó un poco, dando un pequeño respingo ante lo inesperado de la reacción del chico que siempre parecía comedido.

Alzó la cabeza y sus miradas se encontraron. Se levantó hasta estar a la altura de Oliver aunque éste le sacase unos cuantos centímetros, le aguantó la mirada y terminó por responder:

- No pienso decir nada. Y te recuerdo que estás en la cuerda floja. Si me haces algo, ya no les quedará duda de que has sido tú.

La sonrisa que el comentario de Jackie provocó en la cara de Oliver era una clara y total señal de triunfo. Había ganado.

- Como te ha dicho Jack antes, te delatas tú sola querida. - Dio un paso hacia atrás incrementando la distancia con la slytherin. - No necesito nada más de ti, por el momento. - Hizo el amago de marchar pero se lo pensó mejor. - Por cierto. No soy tan estúpido para mi propia tumba haciéndote algo aquí y ahora. Soy mucho más sutil que tus amigos.

Tras su amenaza camuflada le dio la espalda y se dirigió a la salida de la Sala Común. Ya tenía por donde empezar a trabajar. Y, por suerte, contaba con la ayuda de Katherine para ello.

Para variar, Carrie había insonorizado el rincón en el que se habían detenido para escuchar lo que fuera que Zac le quería decir. Sin embargo no fue nada de lo que esperaba. Trabajo, pensó, casi mascando la palabra con cierto disgusto que, de hecho, pasó al fastidio al saber que él no podría ayudar en lo que él había denominado la misión final. En realidad será la primera si sale bien, se dijo en un momento de revelación mientras escuchaba lo que quedaba del plan.

Se deslizó hasta el suelo, agotada, sin importarle quién la viera y observando los gestos de Zac al hablar con semblante abstraído. Le parecía demasiado precipitado dar un golpe tan importante en aquel momento en el que, estaba segura, Oliver iba a estar realmente furioso. Se vería comprometido el éxito del plan. Y sin embargo, no podía quejarse cuando las órdenes llegaban desde fuera.

Pero eso cambiará, meditó con semblante sombrío. No iba a callarse para siempre. Había hecho mucho por ese plan, se había implicado más de lo que hubiera hecho nunca y una vez saliera de Hogwarts no iba a permitir que la dejaran de lado o que la pusieran en el papel de peón. Carrie Lewis no aceptaba las sobras.

- Kaitlin viva, yo viva, entendido. Era algo que pensaba hacer de todos modos - respondió escuetamente en referencia a las dos peticiones

Todo fue tan confuso que, sin saber como, de repente me vi en la enfermeria, rodeada por Albert, mis hermanas, Duncan, Eve y Kyle.

Me encontraba fatal. Estaba mareada y tenia unas nauseas espantosas. Sin embargo, cuando Albert me ofrecio algo para relajarme negue de inmediato, incorporandome ligeramente en aquella camilla en la que estaba semirecostada- No, Albert... No quiero dormir. Por favor. - dije, casi suplicante. Aquel no era momento de dormir, ni de quedarme en una camilla. Se lo debia a Leo. No queria ser yo quien no estuviera en aquel momento. No queria ser yo quien no honrara su memoria.- Esta noche descansare, te lo prometo... Dejame un poco mas. Puedo....  puedo hacerlo. - añadi, mirandolo, con los ojos rasados en lagrimas.- Es solo que... - que la vision de Oliver me ha dado arcadas. Fue lo que no dije. Sin embargo, una mirada a Kyle, Eve y Duncan fue suficiente para que ellos comprendieran lo que acababa de suceder, el por qué me habia vencido la impotencia y la frustracion.

Habia escuchado la voz de Kyle, increpando a Oliver, mientras corria hacia la puerta. Pero entonces todo se habia vuelto demasiado confuso y no habia escuchado ni visto nada más, por desgracia. Apenas una imagen difusa de Oliver, con una mano en el rostro, huyendo del comedor poco despues, como la rata cobarde que era.

Y entonces, cuando iba a añadir algo más, mi hermana hablo. ¿Que estoy como Mel? ¿Que quiere decir con que...?

Imposible. Una palabra que estaba muy, muy lejos de la realidad. Hacia bastante tiempo que Leo y yo habiamos pasado ya aquella barrera y, aunque dificil, la posibilidad de que estuviera embarazada era más que plausible.

Me lleve una mano a la boca, que ahora se entreabria, como mis ojos, en una expresion de incredulidad, mientras la otra mano iba, inconscientemente hasta mi vientre. Comencé a temblar ligeramente, mientras mi mirada se clavaba directamente en mi hermano Albert, como si el pudiera confirmar o desmentir lo que mis hermanas suponian.

-No, Mel... No es imposible... - dije, con un hilillo de voz, y un nudo en la garganta, - Albert... ¿podrias...? - le pedi que confirmara aquello sin decir nada mas, aun con aquel ligero temblor en el cuerpo.

Miré a Eve y a Kyle, asustada. Realmente asustada.

Jamas habia agradecido tanto como en aquel momento que estuvieran a mi lado.

Había acompañado a Kaitlin hasta la enfermería, pero mi mente todavía estaba centrada en Oliver. Me había quedado bien a gusto tras darle aquel puñetazo. Era como si todo el odio que me había cargado sobre los hombros se hubiera esfumado dejándome liviano como una pluma. 

Me quedo a una distancia prudencial de Kaitlin, esperando a que se abra un hueco entre la muralla que forman sus hermanas. Su mirada no deja lugar a dudas de que las arcadas y el malestar se los ha provocado Oliver. Le dedico una mirada de comprensión. Luego, aunque no apetezca, tendremos que hablar sobre ello. No podemos dejar que el culpable se salga con la suya.

Desvío la mirada hacia mis nudillos, algo enrojecidos por el golpe contra la mandíbula de Oliver, y me los acaricio con las yemas de los dedos de la mano izquierda, de forma distraída. Permanezco asíunos instantes hasta que una pregunta de la hermana de Kaitlin hacia ella me hace mirarlas boquiabierto. ¿Podría ser...?Pues claro que podría...

- ¿Kait...?- pregunto absorto, pero a continuación le dedico una amplia sonrisa, al notar su nerviosismo. Sería un bonito homenaje a Leo, tener un Leonardito correteando por ahí.

Todo había ocurrido tan rápido que no había tenido tiempo a decir nada, aunque si hubiese tenido tiempo, tampoco lo habría hecho. En esos momentos no quería acercarme a oliver y menos en un lugar público, ya que tenía que mantener la compostura, por Kait, por Leo. Además, el comedor estaba lleno de profesores, ellos tendrían que haber hecho algo.

Quería consolar a Kait pero temía abrumarle, sin emabrgo cuándo me vi arrastrada por Duncan no opuse resistencia. Una vez en la enfermería escuché el intercambio de palabras, gestos y emociones. No podía ser. ¿Kait embarazada? Vi la sonrisa de Kyle y no pude compartirla. Sí, sabía qué pensaba, qué eso era un regalo de Leo para siempre mucho más valioso que cualquier otra cosa, pero yo no lo veía así. Yo veía eso cómo una condena. No sólo condenaba la adolescencia de Kaitlin, sino también su futuro. Estaba segura de que Leo querría que fuese feliz y rehiciese su vida. Que le recordase, sí, pero no que manteniese el luto para siempre. Tener un niño ahora, en un momento tan frágil, iba a hacer que Kait recordase a Leo cada vez que mirase al bebé y que no fuese capaz de abrir nuevas puertas. Y el niño iba a nacer en un lugar dónde le recordarían a su padre constantemente, lo admirarían (y bien que hacían) pero él nunca podría conocerle, y eso dejaría un agujero en su corazón aunque nunca hubiese conocido a Leo.

Kait pidió a Albert que se asegurase, eso era claro aunque sus palabras no dijesen nada. Miré al susodicho esperando a que hiciese algo, y esperando a que no estuviese embarazada. Ahora parecería algo bonito, romántico y nostálgico, pero a la larga no iba a serlo...

Cuando Oliver regresó nuevamente al pasillo de la sala común, Katherine continuaba allí, esperándole con los brazos cruzados y una cara de preocupación plausible. Parecía la primera vez en que la chica no se sentía cómoda y segura en algún lugar de Hogwarts, y menos aún en aquel pasillo.

Pareció alegrarse mucho por ver que Oliver regresaba ya. Avanzó unos pasos en su dirección, mirando hacia atrás algo a menudo.

- ¿Y bien?

Albert apretó la mandíbula, claramente molesto por la nueva posible noticia que traía aquello. Estaba preocupado y no creía que si Kaitlin estuviera embarazada fuera realmente bueno. Cuando su padre murió, su madre ya había tenido a los hijos y era bastante adulta. Claramente tenía toda la vida por delante pero había decidido apartar sus necesidades y centrarse en las de sus hijos. Simplemente Albert no quería que aquello le ocurriese a Kaitlin. ¿Y si, a tan corta edad, dejaba de pensar aunque fuera un poco en ella? ¿Y si dejaba su vida por el posible niño? Definitivamente no sería una buena noticia para ella.

Aún así asintió y sujetó la varita con firmeza. Dejó al descubierto el vientre de la pelirroja y apuntó con la varita la zona:

- No te dolerá ni nada. pero si la varita ilumina de blanco, entonces es que estás encinta.

Terminó de explicar y regresó la mirada para centrarse en el vientre. ¿Y si lo estaba? ¿Y si su hermana pequeña se veía obligada a madurar? ¡Aún tenía 16 años! ¡Era muy joven y tenía edad de hacer locuras!

Cerró lo ojos, acallando la voz preocupada de su conciencia y realizó el hechizo.

Luz blanca.

Roislin y Mel se llevaron las manos a la boca, tapándoselas ante la sorpresa y Albert no pudo evitar cerrar los ojos con pesar.