Partida Rol por web

Max sentía que tenían que moverse y rápido para descubrir qué estaban haciendo los Slytherin en la Biblioteca... pero por otra parte, John tenía razón. ¿Qué habían ido a hacer ahí en primer lugar? Podía ser importante saberlo.

- Gary -dijo el chico de Ravenclaw-, despiértalos.

Se refería a los dos chicos de Slyhterin que estaban entre ellos. Iban a necesitar toda la ayuda posible, y estaba claro que la pandilla de Tom les había dejado atrás deliberadamente. Quizá supieran algo.

- ¿Qué hacemos, nos separamos...?

Tom no perdió en ningún instante su sonrisa, ni tampoco avisó a sus seguidores, pero estaba bastante claro que aquella respuesta no le convencía.

- Vaya, vaya... una hora curiosa para venir a conocer la Sección Prohibida de la Biblioteca -dijo en voz baja-. Y aún más curioso es que sea justo la noche en que hemos venido nosotros. ¿No nos estarías... siguiendo, por casualidad?

En ese momento, y antes de que pudiera contestar, Moira sintió algo extraño. Notó cómo algo se introducía torpemente en su mente, como si tratase de desnudarla y descubrir sus secretos. Le aterró pensarlo, pero quizá Tom tuviera algo que ver. ¿Acaso podía leer la mente de las personas...?

Eso esta hecho.

Gary se dispone a recuperar a sus hechizados compañeros. Sabe que lo que les espera es peligroso pero no tiene miedo, mas miedo le da perder es el colegio y sus nuevos amigos.

Siente una sensación desagradable en su mente. ¿Qué clase de magia es esa? Si hubiese sabido que pasaría eso, no estaría ahí... Cierra los ojos intentando deshacerse de esa sensación, pero seguramente Tom sea más fuerte y consiga lo que quiere, pero también es seguro que descubrirá que ella no les estaba siguiendo.

-No sabía que estabais aquí...

Moira trató de resistirse a la sensación, pero de algún modo, supo que no lo había logrado. La sonrisa de Tom se esfumó de pronto, y miró alrededor mientras la niña pelirroja notaba que seguía sin poder moverse.

- Bueno, ¿qué tal si me dices dónde están tus compañeros? Tengo bastante prisa y no me interesaría nada que nos pillaran ahora... ¡Avery! -llamó a uno de sus esbirros para terminar la frase.

El niño se acercó, sorprendido de ver allí a Moira, para ver qué quería Tom.

- Estad alerta, creo que vamos a tener compañía -le indicó-. Bueno, creo que estabas a punto de contarme qué estabas haciendo aquí -dijo, volviendo a dirigirse a Moira.

-Sólo he venido a ver la sección prohibida... no sé donde están los otros ahora...

No está diciendo ninguna mentira... no sabe que están haciendo ahora los demás y tampoco es mentira que haya ido a la sección prohibida a ver como era... bueno, está lo del pensadero, pero como no lo ha encontrado, tampoco es que tenga que decirlo. 

Tom no recuperó su sonrisa cuando escrutó los ojos azules de Moira. Algo bullía en la mente de aquél muchacho, y Moira estaba cada vez más asustada.

- Bueno... sea como sea, estoy seguro de que no has salido de la cama simplemente para venir a ver la Sección Prohibida -siseó-. Y además, está claro que tampoco has salido sola. ¿Dónde están el resto de tus compañeros?

Moira notaba que Tom se estaba poniendo nervioso. De vez en cuando lanzaba miradas furtivas por detrás de ella, como si en cualquier momento fuese a entrar el mismísimo director Dippet. Sabía que se le estaba acabando el tiempo para encontrar lo que había ido a buscar, y de algún modo, lo consideraba terriblemente importante si estaba tan preocupado. No quería irse del lugar, incluso si eso implicaba arriesgarse a que los profesores les descubriesen.

- Tienes tres segundos para responderme... -dijo al fin, más amenazador que nunca-. Uno... dos...

-¡Hace rato que no estoy con ellos! La última vez iban a la Torre de Astronomía... no saben que he venido.

Y esa es la verdad. No sabe donde están los demás ahora, quizá no han conseguido entrar en la torre porque les han pillado y ahora ya están en sus respectivas salas comunes. Está comenzando a sentir un poco de miedo, porque no puede moverse y Tom es muy poderoso, incluso para alguien de segundo.

Gary se acercó a los alumnos de Slytherin y los despertó con eficacia. Estaba claro que si seguía por aquél camino, algún día sería un buen sanador.

Una vez que estuvieron en pie, todos se miraron y supieron que tenían que moverse. Peeves no tardaría en avisar a alguien y si les encontraban allí, tendrían muchos más problemas que el simple hecho de ser castigados. John quería dirigirse al lugar que tenían detrás, para averiguar qué había estado haciendo Tom allí. Pero estaba claro que este se encontraba ya en la biblioteca, y no sabían muy bien qué podía estar haciendo allí. Además, Moira seguía desaparecida...

Tenían que decidirse antes de que fuera tarde.

Tom dio un par de pasos hacia Moira, con intenciones nada agradables, sin duda... Sin embargo, cuando estaba a solo unos centímetros de ella, algo captó su atención. Volvió la vista hacia su izquiera, donde había un estante oscuro, mientras seguía apuntando con su varita a la niña pelirroja.

En ese momento, frunció un poco el ceño, pero luego abrió los ojos desmesuradamente y se quedó sin aliento. Una trémula sonrisa asomó a sus labios.

- Está... está aquí... -musitó.

Alargó la mano libre hacia el estante y cogió un libro pequeño y oscuro, con las tapas ajadas y las páginas amarillentas y gastadas. La cubierta era sencilla, y no tenía título. Lo único que lo distinguía del resto era un círculo formado por seis calaveras blancas. Tom lo cogió con reverencia y rió entre dientes.

- Después de tanto buscar... estaba a la entrada de la Sección Prohibida -dijo con una carcajada-. Ese estúpido Dippet... Debería tener más cuidado con lo que deja a la vista...

Volvió a mirar a Moira y su sonrisa esta vez fue aterradora.

- Bien, creo que hemos terminado aquí. Es una pena que no puedas acompañarnos... Reconozco que tienes agallas. Pero se acabó, espero que disfrutes tu castigo. Obliviate!

No salió nada de la varita de Tom. Ni rayo, ni luz... nada. Sin embargo, Moira de pronto sintió cómo su mente se vaciaba por completo, hasta el punto de olvidarse de qué estaba haciendo allí. Sus rodillas temblaron y cayó al frío suelo. Alzó la vista con dificultad y vio a Tom sobre ella.

- No te preocupes -dijo este sonriendo-. He tenido cuidado con lo que te he quitado. Será muy divertido cuando los profesores te encuentren de noche en la Sección Prohibida. Pero no puedo dejar que sepan que me he llevado esto, así que...

Floreó la varita y de pronto apareció un duplicado exacto del libro que habia cogido. Lo dejó en el mismo lugar que había ocupado el verdadero hacía sólo un minuto.

- Por fuera da el pego de sobra. Pasarán meses hasta que descubran que no es el auténtico. Bien... es hora de que me vaya. ¡Dulces sueños!

Tom volvió a apuntar a Moira con la varita y en ese momento, todo se volvió negro para ella y cayó en un sueño profundo.

Parpadee aun con la varita apretada de rabia, estaba claro que me había lanzado un hechizo aturdidor el chico de slytherin..Le mire mal, evidentemente no me iba a fiar ni de él ni de ella nunca.

Entonces peeves apareció y nos delato , ya no teniamos tiempo en breve aparecerian aqui todos los profesores y director, y dadas las circunstancias, nos castigarian y nos devolverian a nuestros cuartos del que no sadriamos mas

-No hay tiempo john, tenemos que salir de aquí o ya no podremos hacer nada..no tenemos pruebas, y si hay tantos chicos en la biblioteca por algo malo será..vamos a la biblioteca!-

Mire a mis compañeros con prisa. Y encima habiamos metido en un lio a la dama gris, el fantasma de nuestra casa...

-Lo siento señora..-

Musite triste

Gary decidido acompaña a Mathilda. Tiene claro que pase lo que pase el desenlace de este dia negro para la escuela esta proximo a su fin y el lugar donde hay que ir es a la biblioteca.
Estaria bien poder seguir a la chica de Slytherin si decide seguir con lo de irse a la habitacion. Pero si siguen separandose...

-Pero Mathilda, tenemos que saber que pasa en esta torre...¿porqué Tom vino aqui y todo lo demás?- comento a mis compañeros.-No sé si es bueno separarnos pero yo antes de ir a la Biblioteca quiero saber que pasa aqui y porque estos dos- digo refiriéndome a Godric y Amy- estaban aqui escondidos.

Ashley estaba despuesta a ir ella, aunque fuera sola, a comprobar que era eso tan importante que había en la torre.

Junto a ellos, la Dama Gris hacía gestos nerviosos. La llegada de Peeves la había puesto muy alerta, y estaba claro que pensaba que los chiquillos iban a meterse en problemas. Escuchó las palabras de Mathilda y trató de sonreír.

- No te preocupes, pequeña -dijo con voz trémula. Luego se volvió hacia Ashley-. Pero tenéis que marcharos de aquí rápido. Mi consejo sería que os fuérais directamente a la cama... pero no creo que me hagáis caso, así que haced lo que creáis que tenéis que hacer. Pero marchaos, si os quedáis aquí, os atraparán. Peeves nunca miente cuando se trata de amenazas...

Miró hacia la parte de atrás de la sala, donde había estado Tom antes.

- Si queréis, yo iré allí y trataré de averiguar lo que pueda -dijo dubitativa-. Luego puedo encontrarme con vosotros en la Biblioteca, o donde sea que vayáis...

Quedaba muy claro que todo aquello no le gustaba nada, pero por lo pronto parecía decidida a subirse al carro de los chicos si con ello podía echarles una mano. Y estaba claro que no les iba a venir nada mal seguir contando con la ayuda de un fantasma.

Ash miró aquella mujer fantasma y pese a la gravedad de la situación, consiguió que una sonrisa se dibujara en su rostro.

Bien-dijo asintiendo-entonces lo haremos así pero por favor, descubra que ocurre aqui...yo se lo debo a él...a Morgan y sino...nuestro futuro...bueno, no tendremos futuro.-añade apesadumbrada.

Levanta la cabeza y ve a Godric delante de ella.

Godric, tu también lo viste y oiste sus palabras. Ayúdame por favor.-le digo al niño intentando que deje su actitud frívola y muestre algo del corazón que me pareció ver que tenía en el bosque.

Godric despierta y se levanta tocandose la sien y la frente como si le doliese la cabeza,debio de ser del golpe,entonces escucha lo que dice el resto y por ultimo las palabras de la chica de Hufflepuff.

-Yo,yo no me escondo .Soy valiente y leal ,yo era el que primero me mantuve firme al llegar el tipo de la niebla,yo me enfrente al tal Tom y en su mirada vi locura y terror, no soy un cobarde soy leal pues cuando tambien en la niebla ...,si,.... yo ...me puse el primero a defender al resto ,yo defendi a mi compañera cuando ,cuando la atacasteis.-repite las palabras como si estuviera algo aturdido ,
Como el lo era ,..yo...en eso se para como si hubiera dicho algo extraño .
Pero tambien soy astuto y ese chico es un obstaculo para mi tambien ,te ayudare -
¿Que paso con Amy?-pregunta extrañado

John no quería abandonar la torre sin saber qué estaba pasando, pero la sugerencia de la Dama Gris tenía su sentido. Se enterarían de que había sucedido sin tanto riesgo a que les pillaran.

Muchísimas gracias Dama Gris, en cuanto sepas algo encuéntrate con nosotros en la biblioteca.

Se levanta del suelo con el cuerpo dolorido de haberse caído de cara al echarle el hechizo, se gira, frunce el ceño y entrecierra los ojos. Encima que no iba a hacer nada, la tratan de esa forma.

-No encontraréis nada... al otro lado de la puerta. Les ha hecho algo que... ha trastocado sus mentes... Por cierto ¿quién ha sido el listo? - refiriéndose a la persona que le ha lanzado el conjuro.

Mientras los dos chicos rubios de Slytherin aún recelaban de los demás, la Dama Gris flotó hasta la parte de atrás de la sala, mientras todos los niños echaban a correr escaleras abajo. Tenían que llegar rápidamente a la Biblioteca, para averiguar qué estaba pasando allí y qué había ido a buscar Tom Riddle.

Bajaron la escalera de caracol en tropel, escuchando sus propios pasos sobre los peldaños de piedra a la vez que notaban los latidos de sus corazones. La mayoría de ellos sabía lo que se jugaban, y sabían que tenían que detener a Tom fuera cual fuera el precio... aunque también eran conscientes de que no sería fácil, y por eso todos llevaban preparadas sus varitas y se esforzaban por recordar sus hechizos.

Cuando salieron de la Torre de Astronomía, comprobaron que los pasillos de Hogwarts seguían silenciosos y oscuros. Esta vez no se perderían, pues todos sabían bien cómo ir a la Biblioteca. Sin apenas detenerse un instante para recobrar el aliento, enfilaron un pasillo que les hizo bajar por otras escaleras. Tardaron unos diez minutos en encontrarse delante de la puerta de la gran Biblioteca de Hogwarts... que curiosamente estaba entreabierta, y a través de la cual podían oírse ruidos apagados y conversaciones en voz queda.

¿Serían Tom y su banda?