Partida Rol por web

Henri sonrió al escuchar el comentario de Alex, parecía que, por fin, el velatorio había terminado y empezaban las bromas.

Lo sé Lissy.- Contesta sin dejar de sonreir. Alex y él son amigos desde primero, desde el día en que ambos salieron a defender a otra compañera de unos abusones de segundo y acabaron castigados fregando los pasillos de las mazmorras.- Te mantendré informada de mis objetivos.

Y a tí también -surrura a Katie, que solía preocuparse mucho, pero que casi siempre acaba apuntándose a cualquier plan por descabellado que fuese.

Yo no me preocuparía por tu vergüenza Alex. Es tan pequeña que se recupera en segundos.- le da una pequeña colleja al moreno gryffindor para que sepa que va en broma y sale corriendo hacia la tienda de chucherías.

-¿Qué? No, así que te tendrás que conformar conmigo, Salero.

Coge la jarra con una mano y bebe de su contenido, haciendo que la espuma se quede alrededor de su boca. Vamos, que no es muy fina que digamos... una chica como ella nunca bebería con delicadeza y si lo hiciese sería raro.

-Ah, que buena - se pasa la lengua por los labios, relamiéndose -. ¿Y como va todo? No te he visto últimamente convertido en sal... a ver si vas a perder la costumbre.

Alana respondió al tirpon con otro algo mas suave, y se acercó al oído de Madelain para decir muy tenuement:.

-Deberíamos hacer que nos equivocamos de sitio y salir. Mira la gente aqui, es demasiado escandaloso que estemos aqui voluntariame.

Alana observó rápido el entorno. Si iban a estar ahí lo mejor era venir con capas, podían salir y volver encapuchadas, ya que ambas conocían ahora como cambiarse de ropa.

Luego comentó con normalidad, fingindo despiste.

-Creo que nos jugaron una broma, este no es el sitio.

Perfectamente creíble. Un par de amigos cabrones envian a dos chicas a un bar de mala muerte como una broma, tipico de adolescentes tontos.

_¿Estás segura?

Madelain no quería irse de allí, pero tampoco podía quedarse si Alana iba a estar comportándose así todo el tiempo. Se disculpó con el hombre de la taberna y salieron a la calle. Una vez allí se la quedó mirándola como si esperara una explicación.

Si no hay más remedió, creo que podré conformarme contigo, pelirroja.-  contesta levantando los hombros, para a continuación darle un trago a la cerveza.

La verdad es que, desde que el Basilisco ha dejado de querer darnos clases, mi vida se ha vuelto muy monótona. Ahora me dedico sobre todo a tatuarme cosas en las manos y a limpiar armaduras, y claro, mi tiempo para autoconvertirme en estatua se ha visto muy reducido.- En la sala común de Hufflepuf todo el mundo había escuchado rumores de que Fiore había castigado dos noches a los de quinto.

Saca del bolsillo una caja de ranas de chocolate y la deja sobre la mesa abriéndola, era la parte que faltaba del trato que habían hecho en la enfermería. Henri coge una y se la come - Deliciosa.

¿Y como vas tú? ¿Aún te autolesionas para ir a la enfermería a visitar a apuestos deportistas?

-Es una lástima... con lo que te gusta convertirte en sal - dice despreocupadamente, como quien dice que va a llover cuando está tapado y tronando.

Coge una de las ranas de chocolate y se prepara para cogerla antes de que salte y se escape. Abre la cajita y atrapa la rana en el momento en el que salta para llevársela a la boca. Cierra los ojos con satisfacción.

-¿Sabes? Mis padres no dejan que coma dulces, así que cuando vengo a Hogwarts me atiborro y les desobedezco. Y no, no he ido últimamente a la enfermería... mis contactos me informan que no hay ningún apuesto deportista en apuros.

Sip, es uno de mis mayores hobbies.- Mientras mueve la cabeza arriba y abajo afirmativamente y sonríe.

¡Oh! Una lástima lo de los dulces, pero veo que te las apañas bien para conseguir desobedecerles.- le dice pensando en por qué sus padres no le dejan comer dulces, ¿Serán acaso dentistas muggles? No, recuerda segundos después, pues en la enfermería le había hablado asombrada de una videocámara que compró este verano.

Tus contactos te mantienen bien informada, pues por mucho que lo intente, Ashton no es tan apuesto como yo.- responde continuando la broma entre ranas de chocolate y tragos de cerveza de mantequilla.

Por cierto, ¿Has conseguido que funcione ya tu cámara en el colegio?- Henri sabía que no, Spencer le había explicado el por qué como unas cien veces, aunque él solo se había quedado con que era imposible que funcionasen.

-No... pero quizá mejor así. No quiero que me la confisque alguno de los profesores, sobre todo Fiore. No me gustan los tatuajes, ya me entiendes.

Le da otro trago a la cerveza y se acaba la rana de chocolate para coger otra nada más acabarla. Sí, se nota que le gustan los dulces. Busca en su bolsillo y saca algunos caramelos, a todas vistas muggles.

-También he traído esto. No es caramelo mágico, pero están buenos, sobre todo las piruletas, pero me las he acabado. ¿Ashton está en la enfermería? ¿Se ha perdido la salida solo para ver a la Sra Pomfrey? Lo suyo es amor - y da un suspiro bastante teatral.

Lissy se animó ante las palabras de Henri se acercó a él con una sonrisa dibujada en los labios y le dijo.

- Por supuesto que me tendrás informada... pero primero vayamos yá a por los pastelillos, he oido hablar mucho de "El gnomo goloso" una tienda nueva que han abierto cerca de aquí... Oh vaya si la tenemos enfrente, venga vamos- cogió de la mano a Henri y tiró de él hacia la tienda- me han dicho que hacen unos caramelos de 7 sabores muy buenos, y además han inventado un nuevo dulce, las lechuzas de turrón... son más difíciles de cazar que las ranas..porque vuelan, pero te las dan con jaula... Venga chicos no os quedéis atras...-les dijo al resto mientras abría la puerta del Gnomo goloso arrastrando a Henri con ella a su interior.

Henri entró en el gnomo goloso de la mano de Lissy. La tienda era enorme y totalmente nueva, tenía prácticamente de todo, grajeas de todos los sabores, píldoras ácidas, ranas de chocolate....

La Gryffindor y sus informadores estaban en lo cierto, pues en el centro de la tienda había una gran sección de novedades, donde se apilaban y apilaban jaulas de lechuzas de turrón.- Con los dulces soy un clásico, cogeré un par de cajas de ranas de chocolate.- le cuenta a la chica- .Aunque si esos caramelos de siete sabores están tan buenos como dices creo que tendré que comprar unos cuantos.

¿Y vosotros?- pregunta al resto conforme van entrando- ¿Vais a comprar algo?

Alexander entró en la tienda sonriendo y negando un poco con la cabeza. Le divertía la actitud danzarina de sus dos compañeros, a todas luces disfrutando de aquella pequeña excursión. Él hacía lo propio, aunque él gozaba sólo viendo hacerlo a sus amigos. No necesitaba más que eso.

- Mi poca vergüenza te informa de que tienes buen gusto para los dulces- apuntó el chico mientras cogía una caja de ranas de chocolate-. Así que, aunque hay conjuros para esto, hagámosle caso. El chocolate siempre es una opción adecuada.

Sonrió abiertamente de una forma un tanto pícara. Tomó una segunda caja.

- Bueno, segundas partes siempre fueron buenas- mintió.

Se dirigió a la caja y pagó.

- Cerveza- fue lo que dijo al volver-. Necesito ahogar mis penas en mantequilla.

Por si no había quedado claro que estaba pasándose la seriedad por las ranas de chocolate, ahora sí. Alex sólo estaba cogiendo dichos populares y frases hechas y trasformándolas en algo irreverente que tenía tanto sentido como comicidad.

Scarlet siguió a sus compañeros sin apartar la vista de los libros que había visto en la otra tienda, hasta que tuvo que volver a poner la cabeza del derecho para ver por donde iba.  Le pareció buena idea ir a la tienda que Lissy decía, sabía que habría una cantidad ingente de chocolatinas y de las ranas de chocolate que tanto le gustaban a la chica. 

Al entrar, su boca comenzó a hacerse agua. Fue directamente donde las ranas de chocolate, cogiendo cuatro que sin dudas, acabaría comiéndose antes de que terminase la excursión en el pueblo. También cogió una caja de grajeas de todos los sabores, cuando iba a pagar, cogió una rana de chocolate más. 

Satisfecha con su pequeño botín, lo metió todo en la mochila y salió de la tienda para abrir el último paquete que había comprado, sonriendo al atrapar a la pequeña rana que intentaba huir de sus feroces manos. Se la llevó a la boca y mordió, saboreando el dulce sabor del chocolate. Esperó a sus compañeros mientras se comía la rana con toda la lentitud que podía al anfibio chocolateado. 

Si se trata de ranas de chocolate... cualquier parte es buena...-piensa refiriéndose a la frase de Alex.

Entra tras la parejita y se pone a observar los mostradores donde exponen las golosinas, tanto nuevas como antiguas. Como los demás coge ranas de chocolate, cuatro cajitas, además de una caja de grageas y decide coger una bolsa de los caramelos esos de 7 sabores.

-Creo que las lechuzas de turrón las dejaré donde están... no me gusta demasiado el sabor turrón - dice acercándose a los que ya están pagando.

Coge también una caja de 6 pastelitos en forma de calabaza que tienen pinta de estar ricos y además están de oferta. Seguramente dentro de poco vayan a sacar unos parecidos pero mejorados y se quieren quitar el stock de encima para tener los otros en la tienda.

-Clare no ha podido venir hoy, así que me ha pedido que te compre algunos dulces de la tienda.

Veo que estás bien servida de dulces. - coge un caramelo de menta de la mesa y se lo come- ¿De donde los has sacado?- Henri no conocía ninguna tienda en Hogsmeade donde los vendieran y vista la enorme capacidad para la ingesta de dulces de la que hacía gala la guardiana, dudaba que le hubiesen durado la semana que habían pasado ya en el colegio.

Debe ser amor, porque le dije que su mano podía esperar a la noche, pero se empeño en ir esta mañana.- Continua con la broma.

La cámara de video, no funcinará nunca dentro del colegio. No sé por qué, pero es así....He traído una cosa que sé que te gustará.- Rebusca entre sus bolsillos, cuando la encuentra saca su cámara de fotos muggle- Sonríe- Le hace una foto a su acompañante y luego se la deja para que la vea y pueda hacer algunas fotos.

-Demasiado cantoso -dijo alejandose- Si vamos a entrar ahí, entremos con capas como el resto de la gente.

Madelain hizo señas a Alana para que la siguiera. Caminó unos metros hacia un sector en el cual no había gente y sí varios árboles. Era difícil que alguien allí pudiera verlas. Sacó la varita y apuntó a Alana y luego a sí misma.

_Induere Vestem.

Ambas entonces se vieron cubiertas con capas muy del estilo de las que usaban los habitués de Cabeza de Puerco. Nada llamativo, ni muy nuevas ni muy andrajosas, algo intermedio.

_¿Está bien ahora?

Alana ocultó bien el cabello dentro de la capucha, meticulosamente para que ningún hilo de ceniza quedara a la vista. Su linaje era bastante evidente gracias a su cabellera, la cual si bien era un orgullo usualmente, jugaba en contra a la hora de pasar desapercibido.

-Se que parece una precaución innecesaria, pero tengo el presentimiento de que es mejor asi.

-Los consigo de contrabando. Tengo contactos en el mundo exterior. Y por lo que dices, si que debe de ser amor del bueno... ¡imagínate que aparecen los dos en el baile juntos! Que bombazo.

Abre mucho los ojos cuando ve la cámara de fotos muggle y se queda un poco tocada, sorprendida por ese artefacto. Esas cosas le gustan mucho porque son algo parecido a la magia y muchas veces se pregunta como los muggles, sin conocerla, pueden hacer cosas así de sorprendentes. La coge cuando se la deja, se levanta y se sienta a su lado para que le explique como funciona.

-¿Qué hay que hacer para hacer una foto?