Partida Rol por web

Miro a Scarlet. Si hubiera estado Kira allí le habría respondido algo como "¿Y si todos os hubierais tirado por un puente yo también tendría que hacerlo?" Pero ella no estaba. Y ni Scarlet lo había dicho con mala intención ni había ido más allá el tema, y yo no lo iba a resucitar.

Me acerco a Alex y miro el mapa. Es genial. Te indica donde está todo el mundo. Profesores incluidos. Con esto podrías irte de pellas o salir de noche y estar seguro de no cruzarte con nadie. Aunque seguramente Alex no los estuviera enseñando porque pensaba darle usos más responsables al mapa.

- Es increíble. Es casi mejor que esta sala. Con esto podemos ir a donde sea. - digo mientras miro cada una de las otras habitaciones. Se podían ver dos huellas con un cartel que indicaban el nombre de todos los del colegio. Joder, claro que con eso tus intenciones no podían ser buenas.

- Ah, hola. - digo cuando me doy cuenta de la chica que había entrado. Me había estado fijando en la entrada y los pasillos a ver a quién reconocía y no me había parado a mirar a mi alrededor. - La verdad es que sí. Gracias por enseñárnosla.

No conocía mucho a esa chica. No parecía mala gente y las veces que había hablado con ella había sido simpática, pero simplemente nunca me había llevado con ella.

- Tanto como dudas... decía que si el hechizo se activa al escribir en el papel, entonces valdrá con escribir cualquier cosa como firma supongo.

Gracias Christine. Como ya le dije a Alex tiene pinta de ser muy útil para echar una siesta.- y otras cosas -

Después de que Ashton hablara añadió para confirmar las palabras de su amigo*.-Lo que nos preguntabamos si es totalmente imprescidible escribir nuestros nombres reales en una lista, que si cae en malas manos, puede llevarnos directamente a Azkaban o si serviría una X o un nombre falso como Aitor Menta.

Alex palmeó el hombro de Ashton, leyéndole las emociones en el rostro y las palabras. Ese era su chico, sin duda alguna.

- O Lord Condemor- añadió el chico a la intervención de Henri, proponiendo un segundo nombre falso con una sonrisa divertida, mirando de reojo a Chris para guarecerse de la posible colleja por su actitud quinceañera-. La verdad es que sí, yo casi sufro un ataque cardíaco al tener en las manos el mapa. Ese chisme- señaló el mapa en si- está hecho para brillar como las estrellas, sin duda.

Y con esas esperó la respuesta de La Jefa.

En cuanto Alex dejó el mapa en sus manos, la mente de Scarlet voló de aquella habitación. Estaba absorta recorriendo mentalmente todos los caminos del castillo, las personas que se movían en él... Desde  la torre más alta, hasta las mazmorras. Recorrió con un dedo algunos de los pasillos, de vez en cuando sonreía al descubrir caminos que desconocía.

No escuchaba que estaban diciendo, solo algunas palabras sueltas. Toda su atención se centraba en aquel maravilloso mapa, siempre que algún objeto nuevo de gran interés para ella caía en sus manos, sucedía eso, lo examinaba de arriba a abajo, intentando empaparse de cada detalle.

Atajos... Pasadizos secretos... ¡Qué ganas tengo de explorarlos!

Alex soltó aire, golpeando el cabello de Scarlet. Llamando su atención dispersa de la forma más sigilosa y precavida posible. La miró un instante. Un mísero instante. Con un par de ojos que destilaban emoción y un rictus labial tenso.

El chico sentía algo. Algo que callaba como sólo él sabía fingir. Alex quería algo de Scarlet. Cuatro años lo daban a entender. Alex escupía por el rostro mudo "Quédate". Alex expelía necesidad de atención. Y a juzgar por el método, la quería a solas.

Y es que en el fondo, Blair sólo era pura fachada. Pese a todo lo que hiciese y demostrase. Pese a lo que él mismo pensase de si mismo. Sólo era un guardián disfrazado de arlequín. Y necesitaba seguir teniendo a una Scarlet alimentando sus venas para no marchitarse como una rosa fuera del jardín. Era la sangre de su cuerpo. El motor de su corazón.

Scarlet se sobresaltó un poco al notar que algo agitaba ligeramente su cabello. Se giró hacia donde lo había sentido, parpadeando rápidamente un par de veces, llevándose una mano al mechón de pelo agitado. Comprobó que había sido Alex y no pudo evitar sonreírle mientras se recolocaba el pelo delicadamente detrás de la oreja.

No sabía por qué, pero le notaba extraño, demasiado serio para ser él. Le miró a los ojos, intentando averiguar qué se escondía detrás de sus ojos azules, el Peter Pan que había visto antes contando todo eso con emoción parecía haberse dormido. Frunció ligeramente el ceño y torció la cabeza hacia la izquierda ligeramente, sin apartar la mirada de la suya. Sí, algo sucedía.

"Después hablamos" gesticuló con los labios, oculta a los demás por la cascada de cabellos negros que caían a su lado. Le dedicó una sonrisa dulce y tranquilizadora, intentando transmitirle seguridad y calidez... como si con esa sonrisa quisiera decirle que todo iba bien y que volviera a sonreír.

-Comprendo vuestros miedos, pero nunca os dejaría expuestos. Al igual que el pergamino está hechizado para revelar a un traidor, también está hechizado para que se destruya cuando alguien que no debe lo lea. Los nombres son necesarios para que esa parte del hechizo funcione. Y necesito a gente comprometida... el primer paso para eso es poner el nombre real... sino podría tomarme vuestro interés como una forma de diversión

Aunque Chris es siempre una chica seria, se nota perfectamente que en esa ocasión está aun más seria y eso contrasta con la actitud juerguista de Alex, que parece más entretenido en Scarlet que en lo que les reúne en ese lugar en sí. Tras eso señala el mapa.

-El mapa perteneció a los Merodeadores, un grupo de cuatro alumnos de este colegio que pertenecían a la casa de Gryffindor y que eran conocidos por los bromistas del colegio y como un grupillo de macarras que se dedicaban a hacer bromas pesas y travesuras. Tras eso perteneció, aunque no se sabe como llego a sus manos, a los gemelos weasley y después de ellos al niño que sobrevivió.

Christine estaba sería, más que habitualmente.- Lo entiendo, como ya le hemos dicho a Alex estamos interesados, y no solo como distracción, si me aseguras que nuestro nombre no saldrá de esa lista no tengo ningún problema en firmarlo. Entiendo que firmando no me comprometo a hacer nada que no quiera, solo a guardar silencio.¿Correcto?- dijo Henri acercándose a la hoja de firmas para firmarla mientras pensaba que un juramento inquebrantable era mejor solución,- si te chivabas la palmabas y punto.

Tampoco hacía falta enfadarse tanto. Paso de la chica. No merecía la pena discutir. Si la hoja era sólo para demostrar compromiso, entonces les valdría con mi palabra. Si en cambio era por la maldición y mantenernos callados, les valdría con que escribiese lo que fuera. Porque si sólo funcionase con los nombres verdaderos lo mismo ella era una agente doble con nombre falso y gracias a ese vacío legal podía pillarnos con la tontería de las firmas.

Pero no era como si tuviera algo que perder. Si nos pillaban a las malas iría a Azkaban, y de esa manera mi hermana no estaría sola.

- ¿Y qué es lo primero que piensas hacer con el mapa Alex? - le digo, al ver que disfrutaba viéndonos animados viéndolo. Yo lo que haría lo primero es coger uno de esos pasadizos a Hogsmeade, pero puede que él tuviera un plan mejor.

Alex se había embobado mirando a Scarlet por unos momentos, con expresión ausente, pero se le pasó rápido. Aquel tipo de cosas le eran muy propias. No hacía falta ser muy listo para darse cuenta de que su atención se dispersaba bastante a veces con cualquier cosa. Como un niño ante las luces de colores.

- No vamos a hacerte saltar por un puente sólo porque nosotros lo hagamos, Henri- dijo Alex, ligeramente serio-. Tampoco es que yo vaya a hacer cualquier cosa si no lo considero apropiado. Pero las diferencias y discrepancias ya se darán, si te tienen que dar, cuando sean. Mejor no ponerse negativos con eso ahora.

Cruzó los brazos sobre el pecho palomo, dejando de mirar a Henri para dirigirse a Ashton.

- No lo sé. Tenemos a elfos libres de nuestro lado, y esto- señaló el mapa, tomándolo de vuelta y dejándolo al borde de una cama- será casi necesario para moverse por el castillo de noche, pero, francamente, no sé por donde empezar. Tenemos un lugar seguro y acceso a lo que necesitemos. Tenemos información sobre el castillo y su gente. Tenemos gente, aunque vendría bien más.

Volvió a señalar el mapa.

- Alguien tiene que estudiar eso con cuidado. Caminos secretos aparte, que también, seguro que hay más de una persona haciendo lo que no debe. Si lo cotilleamos podemos averiguar algo interesante- dijo con voz queda y rotunda, como si adquiriese un cáliz de líder que rara vez dejaba ver-. Me interesa Alana, y en menor medida, Gabriel. Spencer también.

Sabía que lo tercero podía ofender más a Scarlet, pero no iba a frenarse por ello. Dejando de lado la relación que tuviese Alex con la chica, lo primero era lo primero. Spencer hablaba más de la cuenta. Estaba claramente en contra del régimen, pero era un tipo peligroso e impredecible, y por suerte, bocazas. Tenía demasiada confianza con el guardabosques y su teoría sobre Lord Voldemort era algo a estudiar.

Alana y sus Horrocruxes inexistentes había que tenerlos a raya, y Gabriel... eso era una mera deferencia a Chris. No le consideraba con neuronas suficientes para hacer algo de verdadero provecho.

- El Basilisco, Fiore, Shine- sólo había leído el tercer nombre en el Mapa del Merodeador, pero tanta vista gorda al pillarle en su huída tras la visita a los elfos era algo para marcarla como objetivo a estudio. Y los dos primeros, por supuesto-... y el guardabosques.

Sólo por Spencer, como relación indirecta. Si Spencer tenía confianza con él, conociendo al profesor, algo tendría de barro en los zapatos al respecto.

- Ese es mi plan para con el mapa. Espiar- sentenció-. Antes de actuar necesito saber a qué me enfrento.

Y ahora Alex lo larga todo sin tener las firmas de todos los presentes... ¿pero es que es tonto? No se puede contar un plan tan a la ligera. Resopla cuando Alex acaba de explicarlo todo y se pone en pie mirándole mal.

-Spencer no pisará este sitio, no mientras trate a mi prima de la forma que lo ha hecho y sin dar pie a ello... solo porque se cree superior a cualquiera de los que estamos aquí. Y tú - señala a Alex - deja de contar todos y cada uno de los detalles del lo que podríamos hacer a gente que no ha firmado en la hoja.

Coge la hoja y hace amago de firmarla.

-Si no piensas poner tu nombre aquí, como ha hecho todo el mundo, me veré obligada a pedirte que te vayas de aquí y tendré que usar el hechizo obliviate. Si tu no te fías de mí, yo no tengo por qué fiarme de ti. Soy yo la que tiene mucho más que perder en esta historia.

Henri firmó aquella hoja aún sospechando que lo que en realidad estaba firmando era su propia sentencia de muerte o siendo benévolos una cadena perpetua en Azkaban mientras le decía a la pelirroja - Ahora los dos tenemos lo mismo que perder. Christine.

No se si quieres expiar a futuros colaboradores o enemigos potenciales, Alex. Espero que sea a colaboradores, - aunque más de la mitad de los que acababa de nombrar no parecían los candidatos más razonables- porque si son enemigos los que buscas no hace falta el mapa para verlos. Cualquiera que no esté con nosotros nos delatará a la mínima ocasión o sospecha. Casi todo el mundo está contento con el régimen o por lo menos no en contra.

Cojo la hoja y la firmo, ya estaba resuelto a no discutir más con aquella chica. Yo asumía el riesgo aunque no me fiara de ella y me pareciera una estupidez lo de lo de firmar. Si hacía falta ponerse una pistola en la cabeza para poder apuntarse, bueno, pues seguía siendo poco precio por recuperar a mi hermana.

- No estoy de acuerdo. La comunidad mágica se ha basado durante años en matrimonios con muggles, hijos de muggles, vida entre muggles y un montón más de cosas que ahora están mal vistas. Si todos parecen estar de acuerdo con el régimen es porque no quieren que salgan a la luz todos sus trapos sucios. Pero eso sí, tengamos razón cualquiera, está claro que todos nos delatarán a la más mínima sospecha.

Pero para eso teníamos el mapa. 

- Me gustan tus objetivos Alex. - Spencer lleva tramando algo durante todo el curso seguro, pero yo no lo diría delante de Henri. - Aunque si tenemos a los elfos de nuestro lado yo les enviaría a ellos a espiar. Nadie sospecha de un elfo. Bueno, de hecho, nadie se fija en los elfos.

Alex, tumbado en la cama, ni se molestó en sacar la varita. Era un espacio cerrado y él demasiado fuerte. No le preocupaba la situación. Se puso en pie con calma, poniéndose entre Chris y los chicos.

- Calma- sentenció con voz grave y seria, mirándoles alternativamente como un padre enfadado con sus hijos-. Tenemos un objetivo común aquí- señaló la sala-. Y nos ponemos a la defensiva y nos cuidamos especialmente por ello, es normal- añadió, concesivo, alzando las cejas-. Pero os conozco. Os puede, como a mi, la confianza en uno mismo y no en los demás. Es normal- repitió-. Todos aquí tenemos algo por lo que luchar, estoy seguro. Mi tía murió en Azkaban, y culpo al régimen y a su líder por ello.

Alzó la voz, cual pregonero frente a su ejército.

- No descansaré hasta morir o ver la cabeza de Lord Voldemort- dijo su nombre con aplomo, sin muestra de miedo o duda- en una pira. Y me importan cuatro gaitas de estómago de colacuerno que desconfiéis los unos de los otros. Yo no duermo sin escribir mis penurias desde hace meses, y no podré dormir tranquilo hasta que, con casi toda seguridad, fracase- bufó-. Pero me importa una mierda. No quiero vivir así, y no lo haré. Si a vosotros os puede el miedo a caer antes que la posible victoria- señaló la puerta-, largaros. No quiero a cobardes que prefieran agachar la cabeza a morir luchando.

Miró a Chris.

- Nadie aquí dirá nada sobre todo esto, te lo garantizo- dijo el chico, borrando las dudas sobre su comportamiento despreocupado-. Te lo garantizo, Chris. Parece que no me conozcas.

Se giró hacia Henri.

- Gracias- dijo mirando las firmas, incluyendo a Ashton-. Con el mapa quiero descubrir ambas cosas, y en algunos casos, dilucidar de cual se trata. Y no basaré las decisiones en creencias o corazonadas, sino en pruebas- miró el mapa, señalándolo como algo fiable-. Y ahora, decidid. O estáis dentro o estáis fuera, pero no esperéis que os deje vivir entre ambas decisiones. No te voy a obligar- miró a Henri- a hacer algo que no quieras, pero tú sabrás qué estás dispuesto a hacer por tu causa, hermano.

Levantó la hoja de firmas en el aire.

- Esto no demuestra una mierda- dijo el chico-. Y me importa lo mismo. No es más que un salvoconducto y un puente. Sois vosotros quienes estáis aquí por algo. Cuando os deis la mano- y lo decía en serio, señalando a las tres personas- y podamos trabajad en equipo, seguiremos hablando del mapa, de los elfos, y de todo lo demás. No antes.

Abemus deux ex.

Alguien tenía que hacer eso. Alex no podía estar en un grupo con conflictos internos. Necesitaba gente unida por la causa, no disgregada por ella.

Mientras Alex les arenga, Henri no puede evitar preguntarse quien está realmente al mando, si la pelirroja o él.

¡Y una vez firmado nos dices que importa una mierda! - intentó decir con una sonrisa para relajar el ambiente.- No he dicho que no esté dispuesto a ayudar, pero hay cosas que no pienso hacer Alex, cosas que si hiciera me convertirían en uno de ellos y sé que no podría vivir con eso.

No sabía lo de la tía de Alex, ni que pensara en serio en acabar con el señor tenebroso. Mi causa es tu causa, Alex.- En el fondo sabía que la única forma de acabar con aquello era la que había dicho Alex, aunque sus aspiraciones iniciales consistieran solo en rescatar a su primo de Azkaban.

Le tendió la mano a Christine. El año pasado no se había mostrado así con él, las veces que hablaron se mostró amigable y Henri pensó que hasta podrían ser amigos. Quiso pensar que debía ser por el estrés del grupo clandestino y esas cosas.

Mientras esperaba contó a los presentes su secreto- Casi todos sabéis que soy mestizo. Mi madre era una muggle me dejo al nacer al cuidado de mis tíos Claire y John. Que me han cuidado desde que nací como si fuera su hijo, pues mi padre mago nunca quiso hacerse cargo de mi. A algunos os he hablado alguna vez de mi primo Hugo, al que quiero como si fuera mi hermano. Hugo demostró talento mágico este verano y ese misma noche los hombres del régimen llegaron y se lo llevaron cual vulgares secuestradores, pensé en ir a buscarlo pero ¿qué iba hacer yo solo?, no se si sigue vivo o ya lo habrán asesinado- las lágrimas resbalaban por sus ojos- pero yo tampoco puedo descansar hasta que lo encuentre o encuentre a sus asesinos.

Ahora ella parece la mala y el señor Blair es el mejor y el más guay de todos? Y encima después tiene la cara de ir diciendo por ahí que ella es la jefa de y todas esas chorradas cuando parece que no es más que alguien a las órdenes de él... como si ahora todo tenemos que estar danzando al ritmo que el quiera...

-Recuerda quien te dio el mapa y quien te ha llevado hacia los elfos... y quien te enseñó este sitio - murmura.

Si a él le importa una mierda todos los demás mientras consiga su objetivo, a ella también le comenzará a importar una mierda todos los demás. Con esas palabras lo único que ha conseguido es que se sienta que es bastante prescindible en todo esto y que poco le importan los motivos de los demás. Deja ir el papel y se acerca a la salida.

-Haced lo que queráis con el papel. No voy a quedarme en un lugar en el que ninguno de vosotros confía en mí o solo se me tiene como una parte prescindible con la que llegar a la meta. Que vaya bien con el "ejército de Alex".

Y ahora Henri quiere hacer como que confía en ella cuando solo lo hace porque Alex se lo ha pedido, sin tener ninguna motivación real para hacer aquello. Estrechar la mano así tendría el mismo significado que hacer una promesa con los dedos cruzados o firmar un tratado de paz con letra muy pequeña e invisible.

Alex fue a poner una mano sobre el hombro de Henri, pero, atónito, se giró hacia Chris.

- ¡Venga ya!- gritó, incrédulo-. Tú has levantado esto. No esperaba te abrieses y me contases cuál es tu historia, Chris, pero sí sé que tienes algo más de fortaleza que esto- espetó, criticando su actitud actual.

Se separó de Henri, avanzando hacia la puerta, y por tanto, hacia Chris.

- ¿Eso es todo? Me has enseñado todo esto- señaló la sala con el dedo, en abanico, abarcándola- y me has llamado a las armas para ahora decirme que te vas a alejar... ¿sólo porte hay quien no confía en ti?, ¿porque crees que te vemos prescindible? ¿Porque crees que intento robarte protagonismo?

 Alex ladeó la cabeza, exhalando aire por la nariz, cansado.

- Pues arréglalo. Yo no tengo la paciencia para comandar a nadie a lo largo del tiempo, y menos en una empresa de este calibre. Chris, por Dios Santo- alzó las manos, alejándose un paso-, ¡tú me has enseñado todo esto por algo! Pensaba que querías que colaborase, y eso hago- se volvió a acercar, bajando el tono a lo normal-. Si sientes que algo no funciona, lo arreglas, no huyes, Chris. Necesito que seamos uno, no cinco. Henri tiene su objetivo. Yo tengo mi objetivo. Todos tenemos algo por lo que estar aquí, pero todo se relaciona.

Señaló a Scarlet.

- ¿Crees que no voy a ayudarla sólo porque yo tengo cosas propias que solucionar? Llevo al lado de esta chica cuatro años- por no decir algo más emocional-. Pues lo mismo pasa contigo, y con Ashton, y Henri. Quédate y cumple con tu papel. Antepón lo que debe hacerse a tus emociones.

Alex señaló la puerta con una mano y al grupo con la otra. Era decisión suya, y sólo suya, el trabajar en grupo o no. El adolescente no agradecería quedarse al mando de la nave para siempre. Agradecía poder subirse al pedestal a intervenir cuando se sacudían los cimientos de la estructura, pero se hundiría si tenía que soportar siempre el peso de todos. No era tan fuerte.

- Te necesito- reconoció-. Te necesitamos. Y tu moral no puede flaquear al segundo día. El orgullo no mata magos, Chris.

Henri aguanto con la mano hacia Christine hasta que se hizo evidente que no serviría para nada y que lo único que hacía manteniendola era hacer el ridículo.

Estaba cansado de gente agresiva y malhumorada, aunque intentara disculparlos por el estrés y las malas experiencias que parecían haber sufrido este verano, cada vez le era más difícil hacerlo. Acababa de llorar contandoles lo su primo y lo de Christine fué la gota que colmó el vaso.

Tranquila Christine, puedes quedarte. Tenéis mi firma y mi palabra de que no contaré nada a nadie de lo que hoy he visto y oído. Tampoco es que os haga mucha falta, todos sabéis lo poco hábil que soy.- Miró el mapa para comprobar que no había nadie en el pasillo que pudiera verlo salir y se fue hasta la puerta pasando al lado de la pelirroja sin mirarla. Estaba triste y enfadado, no lo había estado tanto desde lo de su primo. Se había hecho ilusiones con aquello y sentía que le acababan de tratar como a una mierda. Él solito podía llevarse a Azkaban sin necesidad de tanto secretismo.-Si quereis algo me mí. Ya sabeis donde encontrarme. - Abrió la puerta y salió al pasillo de la séptima planta donde ando hasta la escalera más próxima, se dejó caer sobre los escalones y comenzó a llorar desconsoladamente.

-No se puede construir nada si el primer día 2 de los pilares no confían en los demás y tampoco si a uno de los pilares le importa una mierda todo lo que hace el otro... o si se puede? Te importa una mierda lo que ponga en el papel? Pues a mí no...

Y ahora es Henri el que sale de la sala de los menesteres y sabe que es por su culpa. El ha contado su historia y ha confiado ese secreto a los que están ahí como lo ha hecho Alex, aunque ese secreto era para ella un secreto a voces pues ya lo sabía desde hacía tiempo.

-No soy yo la que ha perdido de vista el objetivo... sois vosotros los que os tenéis que preguntar si hacéis esto porque debe hacerse o por las emociones que sentís con respecto a todo lo que ha pasado. No se puede perder de vista cuando llevas desde la más tierna infancia sabiendo que es lo que se tiene que hacer...

Sale tras Henri. Sabe que le ha hecho sentirse mal y seguramente también se siente avergonzado por las lágrimas derramadas frente a todos. 

Chris se acerca a Henri, pero se apoya en la pared, para que sepa que no le está viendo llorar aunque sepa que lo está haciendo.

-Perdóname... sé que te he hecho sentir incómodo...

Se sienta en el suelo mientras mantiene la espalda apoyada en la pared y mira hacia el techo, como mirando más allá del castillo. Se aparta el pelo de la cara y se lo coloca tras la oreja en un ademán nervioso.

-Siento lo de tu primo... aunque no debería hablar de esto aquí...

Levanta la varita y realiza el hechizo muffliato para que nadie pueda oírles.

-Espero que me haya salido bien... en realidad... en realidad soy muggle... mis padres fueron muggles... y toda mi familia, que yo sepa, lo era... desde muy pequeña mostré que tenía habilidades mágicas y la familia para la que trabajaba mi madre se dio cuenta y les explicaron que era bruja y que tenían que esconderme antes de que el Ministerio me descubriese... así que la familia Woods me acogió... mis verdaderos padres murieron en un "accidente" de coche... y los Woods... bueno... ellos ahora seguramente estarán muertos... consiguieron esconderme y enviarme con Clare... aunque todo esto a penas lo recuerdo... era muy pequeña...

Habla muy bajito... como si temiese ser escuchada a pesar del hechizo.

-Esto no lo sabe nadie... ni si quiera Alex... no lo cuentes, vale?