Partida Rol por web

Harvaka 1, Tierra de Piratas.

Capítulo 112. Zanjando Viejas Disputas.

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12/03/2018, 20:52
Director

Bill avanzó entre los contendientes tratando de pasar desapercibido. El Cojo no destacaba por su valor y mucho menos por su gran capacidad combativa. No obstante, de lo que si podía presumir era de su puntería. Aquel pirata que acababa de estrenar el cargo de condestable del Yacaré, de nuevo en posición de Parick Huesomuerto, apuntó con su trabuco en dirección a la pelirroja capitana.

Sabía que si hacía blanco en ella sería recompensado, o al menos eso quería creer. Por otra parte, le interesaba la muerte de la capitana. No es que tuviera nada personal contra ella, pero lo cierto era que durante el motín se decantó del bando de Huesomuerto y había sido él el encargado de llevar a Nadja a morir a la isla desierta. La pelirroja había jurado venganza también contra él y sabía muy bien cómo se las gastaba aquella mujer endemoniada.

Cerró el ojo hizo puntería y cuando la cabeza de Nadja se alineó con el punto de mira y el alza de su trabuco, accionó el disparador. La bala salió recta y decidida hacia su objetivo y se incrustó en la cabeza de la pelirroja entrando por la sien derecha y saliendo del otro lado abriendo un túnel a través de su materia gris, el fin de la pirata, el fin de la capitana. O eso sería lo que hubiera pasado de no haberse interpuesto entre la bala y su objetivo el gigante cuerpo del gran trasgo que luchaba al lado de Nadja.

El disparo se clavó en el omóplato derecho de Gorbagog. El dolor que sintió aquella bestia fue muy intenso y le hizo perder la sujeción de su arma. Desarmado y dolorido se vio rodeado por hasta tres piratas. Tuvo que desenfundar una daga para tratar de hacerles frente, pero lo cierto era que ahora las cosas se ponían bastante feas para el gran trasgo.

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12/03/2018, 20:52
Patrick "Huesomuerto"

De nada de aquello se percató Nadja, como tampoco lo hizo Isidore. Ambos combatían espalda contra espalda contra los rufianes que se interponían en su camino. Las carencias en la esgrima de Is, la suplía con experiencia Nadja y la mermada agilidad de la pelirroja para detener algunos golpes era contrarrestada con la velocidad del chiquillo y su portentoso instinto de protección hacia la que consideraba su madre. Fue así como Nadja se plantó frente a Patrick Lefebre, alias Huesomuerto, su antiguo contramaestre y peor enemigo.

- Buenas tardes, mí querida capitana. – Dijo el pirata casi escupiendo aquellas palabras y mientras lanzaba una estocada que fue detenida con habilidad por el sable de la pelirroja. - ¡Lo serán una vez mueras, arpía!

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12/03/2018, 20:53
Director

Mientras sucedía todo aquello ajeno a ojos de Daito, llegó el momento en que el capitán del norte debía rendir cuentas al último de los piratas que asoló su aldea. El hermano del capitán pirata de sangre trasga que asaltó Kornvaskr matando a la mayor parte de la población y haciendo esclavos al resto se encontraba a pocos metros de distancia de él. Se trataba del mismo ser rastrero que había tratado de violar a Nadja en puerto Duartala y que hizo arder su sumaca con Nadja abordo.

Ediberto rasgó el cuello de un trasgo y pateó el trasero de otro para acotar aún más las distancias entre ellos dos y Garzajgar. Aquel engendro de piel grisácea, nariz puntiaguda y amarillos ojos, se encontraba rodeado de su séquito, tres de los mejores y más diestros trasgos de su tripulación le guardaban bien las espaldas. Su apariencia no era la de un grupo de trasgos cualquiera. Se notaba que eran mejores con la espada que la mayoría de los de su raza. Era algo que se evidenciaba hasta por la forma en que miraban con desprecio a los rivales que tenían frente a ellos.

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12/03/2018, 20:53
Garzajgar

¡Nanjraw, el rubio tuerto ez mío! – Ordenó Garzajgar. - ¡Haré que zangre hazta la muerte!

- ¡Le zacaré loz inteztinoz al viejo! – Habló aquel trasgo gordo como un tonel y carente de nariz.

Garzajgar se lanzó hacia Daito empuñando con la zurda su espada. Junto a él otro trasgo que blandía con destreza una hachuela, también con la izquierda, como casi todos los de su raza. Nanjraw y un trasgo de color amarillento y disperso pelaje marrón se emparejaron con Ediberto Dolfini, quien no rechazó la invitación a ese baile.

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12/03/2018, 20:53
Daithoborgh "Daito", hijo de Theodo

En aquel momento Daito ya se encontraba apretando los dientes con fuerza como tratándo de contener dentro de sí aquel cúmulo de emociones que se arremolinaban en su interior.

Sin demasiados problemas desvió la arremetida del trasgo de la hachuela, pero aquello no le dejó tiempo para evadirse del primer tajo que le propinó Garzajgar aunque, por suerte para él, se trató de un corte superficial en el brtazo izquierdo, lo que no evitó que el trasgo excretase una abominable carcajada por su boca.

Un certero codazo del norteño se estampó contra la nariz del subordionado, obligándolo a retroceder varios metro a trompicones mientras trataba de comprender que era aquello que le había golpeado como si de una bola de cañón se tratase.

Por su parte, Ediberto Dolfini estaba aguantando bastante bien su parte de la contienda. El trasgo horondo poseía en su brazo una fuerza fuera de lo común, pero su tamaño iba en detrimento de su velocidad, por lo que el aristócrata lograba apartarse a tiempo de cada uno de sus tajos, llegado a encontrar tiempo para ejercer algunas heridas al trasgo amarillento, que trataba en vano de devolver la ofensa una y otra vez con los ojos cada vez ma´s inyectados en sangre.

Garzagar lamió el filo de su espada, manchado de sangre norteña y volvió a carcajearse.
¡Creí haber olvidado este dulce sabor! se regodeó mostrando la lengua.¡Sabe igual que aquella vez! ¡Igualita que la de vuestros niños!
Soltando un grito cargado de rabia Daito se lanzó en una estocada ampliamente prevista por el trasgo, que la esquivó con facilidad, volviéndo a marcar al antiguo ballenero con su filo pero esta vez en la espalda.

Sin tiempo para sobreponerse Daito tuvo que desviar con su filo una nueva acometida del trasgo de la hachuela, que había vuelto al combate emitiendo un desagradable alarido de batalla.

En aquel momento el capitán trasgo dió un paso atrás y se limitó a observar con una mueca semejante a una sonrisa en el rostro.¡Vamos, Ratagjak! ¡Desmiémbralo!

Lo cierto era que aquello fué un respiro para el norteño. Empezaba a verse superado por el combate cuando la estupidez inerente de la raza trasga le ofreció aquel regalo.

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12/03/2018, 20:54
Nadja la Roja

Estando ya frente a frente con su enemigo, no pudo más que poner cara de repugnancia cuando lo escucho hablar -vaya ¡esperaba que en este tiempo te hubieses quedado mudo o hubieses perdido la lengua tanto me da!- mientras detenía una estocada de este -tengo un amiguito que tiene muchas ganas de verte, al parecer tiene alguna cuenta contigo pendiente, se te acumulan las cuentas igual deberías empezar a pagar- dijo hablando de Isi, sabía que el chico tenia que pelear con Huesomuerto al menos durante un rato para calmar su sed de venganza, sin duda ella estaría a su lado nada le pasaría al pequeño, mientras ella estuviese allí.

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12/03/2018, 20:55
Gorbagog, alias "Scipio Luciusis"

Isi fue presa de un ataque de furor al entrar en combate cuerpo a cuerpo contra el maldito capitán Huesomuerto por todo lo sucedido contra Aswand y Nadja. El capitán empezó parando bien los golpes y hasta disfrutando de lo que creía una batalla ganada hasta que Isi empezó a acertar algún golpe y su intensidad de lucha no disminuía la cara del capitán pirata empezó a transformarse, de cínica a algo sobrecogida y finalmente espantada.

Gorbagog tenía mucho trabajo porqué un montón de piratas hacían cola para proteger a Huesomuerto e intentar acabar con Nadja. Se tuvo que poner serio y atacar mortalmente con su diestro sable a más de uno. El corazón era la parte más vital y más fulminante y los trasgos y piratas no iban muy bien protegidos. Se podría decir que eran una panda de temerarios.

Gorbagog tampoco iba muy bien protegido pero era muy grande e imponente y llevaba años entrendando cómo soldado. Así que a pesar del dolor del trabuco incrustado en el omóplato siguió luchando. Aquel día se saldarían las cuentas, de un lado o del otro.

- ¡Isi! ¡Muy bien, sigue así! - espoleó Gorbagog a Isi.

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12/03/2018, 20:55
Director

Gorbagog sintió una dolorosa punción en la espalda y acto seguido sintió como un peso muerto saltaba sobre él y unos brazos se abrazaban a su cuello haciéndole perder el equilibrio cayendo al suelo. Un pirata de raza negra se situó sobre él y con un cuchillo curvado trató de cercenarle el cuello. El gran trasgo, dolorido como estaba al haber recibido dos heridas de cierta consideración hizo un esfuerzo por su vida.

Agarró con fuerza la muñeca que portaba el cuchillo impidiendo así que su afilada hoja le cortara el cuello. El rufián que tenía sobre él le miraba con odio y luchaba con todas sus fuerzas por ganar aquel pulso. Pese al dolor que sentía, Gorbagog estaba logrando evitar el letal desenlace al cual el pirata quería llegar.

Fue en ese entonces cuando observó como Jaranike caía a su lado ensartada a la altura del estómago, por una de las características espadas melladas de los piratas trasgos. La mujer mostraba una expresión de dolor inaguantable. Para cuando la mirada de la athelloi y la del gran trasgo se cruzaron, Gorbagog supo que la norteña le pedía auxilio aún sin articular palabra.

Fue entonces cuando el trasgo saltó sobre ella apuñalándola de nuevo a la altura de la axila y luego en el pecho otras dos veces. Gorbagog vio en la expresión de Jaranike el horror hecho imagen. La sangre había salpicado su rostro y manaba a borbotones desde las heridas producidas por el asesino de piel verde que había ejecutado la sentencia de muerte de la antigua esclava del señor de Peregasto.

No obstante y pese a la muda petición de Jaranike por su propia vida, Gorbagog en esos momentos poco más podía hacer que luchar por la suya. El pirata empezaba a ganar el pulso, pues desde su posición tenía ganada toda ventaja contra el gran trasgo y Gorbagog veía con inminencia su propio final.

Huesomuerto era un buen espadachín. Nadja lo sabía, pues le había visto en acción en numerosas ocasiones y ella misma había llegado a combatir contra él. Se movía rápido con la espada y era un ser instintivo. De no ser por su innata cobardía, sin duda se hubiera convertido en uno de los mejores hombres con la espada sobre toda Gea.

Lo cierto era que en esa ocasión la pelirroja veía algo distinto en el pirata. Se le notaba más confiado que de costumbre en sus propias posibilidades de victoria. De hecho, por primera vez desde que le conocía, le había visto luchar al frente de los hombres que comandaba y no amparado tras ellos. Su único ojo miraba a la pirata con una sed de sangre insaciable y en ese momento Nadja supo finalmente, que sus distendidas diferencias deberían saldarse de una vez por todas en ese preciso instante.

Las espadas de Patrick y Nadja se cruzaron en varias ocasiones haciendo saltar chispas. El pirata peleaba con su sable curvo y una pequeña espada corta que más parecía una daga que una espada. Sin embargo, se defendía bien de los ataques de Isidore y de su madre adoptiva. El niño cargado de ira como estaba, se estaba exponiendo demasiado y aunque su coraje era digno de alabanza, su actitud acabaría costándole muy caro de seguir por los mismos derroteros.

Nadja vio que el arrojo de Is le ponía en peligro. Tener que interceptar las certeras estocadas del pirata dirigidas contra el niño, provocaban que el combate empezara a decantarse hacia el lado del rintoriano. En aquellos momentos Isidore empezaba a ser más una molestia que una ayuda y la pelirroja se debatía entre pedirle que se apartara o no hacerlo, pues aquello podría minar su honor.

Tuvo tomada la decisión ya demasiado tarde. Isidore se abalanzó sobre Patrick, el pirata se hizo a un lado de forma grácil, casi parecía que bailaba y aprovechó para lanzar un golpe hacia el corazón del pequeño compañero de la capitana. Nadja lo vio y no dudó en interponer su espada con la del pirata y fue en ese momento cuando la diestra de Huesomuerto golpeó sobre la muñeca de Isidore.

El niño perdió la daga que portaba en la mano derecha y cayó al suelo entre aparentes gestos de dolor y gritos de horror. Su mano había sido brutalmente dañada a la altura de la muñeca. El espadazo del actual capitán del Yacaré había seccionado carne, ligamentos y hueso y la mano del niño pendía como un escorzo solo sujeto por algo de carne y piel. La sangre manaba a borbotones y el niño, en estado de shock comenzó a gritar mientras se sujetaba el muñón de su diestra.

Ratagjak arremetió contra Datio de forma violenta. Aquel trasgo luchaba descuidando su guardia, no obstante la velocidad con la que lo hacía y la imprevisibilidad de sus ataques, hacía complicada una defensa eficaz. El norteño desvió varios ataques sin demasiadas complicaciones, pero tuvo que retroceder unos pasos dejando a Ediberto Dolfini frente a Garzajgar, Nanjraw y un tercer trasgo.

El noble no perdía terreno pese a tener tres oponentes considerables frente a él. Se notaba que su formación marcial había sido mucho más exhaustiva que la del propio Daithoborg y le situaba a la altura de Nadja o el propio Huesomuerto a lo que respectaba al manejo de un filo. Quizás su habilidad innata sumada a su gran experiencia en el combate cuerpo a cuerpo le llevó a no perder los nervios y a aprovechar la menor oportunidad para atravesar el corazón de uno de los trasgos en el primer despiste que tuvo.

Garzajgar y Nanjraw se miraron un instante. Era evidente que en ese momento se habían dicho el uno al otro que las cosas se ponían ciertamente serias y que iban a necesitar lo mejor de ellos y ayuda divina para deshacerse de aquel inesperado y notable espadachín.

Notas de juego

Gorbagog, creo que quedaría muy dramático que en este momento te acuerdes de Elsabeth pensando que ya no volverás a verla o algo por el estilo.

Nadja, narra algo del combate con Huesomuerto, pero no le des la estocada final.

Daito, deshazte de Ratagjak y vuelve con Ediberto.

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19/03/2018, 14:50
Nadja la Roja

No esperaba que el chio luchase con tanta rabia, aunque realmente pensándolo fríamente era normal, había "matado" a su amigo y su protector cuando ella no estuvo, por lo tanto, era normal que le tuviese ganas, pero esa rabia lo traiciono, no era nunca buena consejera y eso le dio una oportunidad a Huesomuerto que aprovecho con creces, sabía que Huesomuerto era muy peligroso pero no esperaba que fuese tan duro con Isi, después de todo era un niño, estaba claro que tenia pocos o mas bien ningún miramiento.

Se encaro esta vez ella con el pirata, aprovechando que Isi estaba en el suelo, ella ocupo su lugar, sabia que el pequeño sangraba mucho, pero si se ponía a atenderlo, morirían los dos, no podía perder ni un ápice de atención en atender al niño, ahora que Huesomuerto estaba ahí -¡¡Metete con alguien de tu tamaño sabandija!!- dijo dándole una estocada, solo esperaba que Scipio pudiese llegar al pequeño y socorrerlo, aunque no sabia donde estaba, enfrascada con Huesomuerto había perdido consciencia de lo que acontecía del resto del combate. 

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19/03/2018, 18:00
Gorbagog, alias "Scipio Luciusis"

Gorbagog estaba debatiendo por su vida con un pirata negro que le atrapó por la espalda y tenía su cuchillo a diez centímetros de su cuello. En aquel momento pensó que aquella pelea acabaría con todo, con todo el trabajo hecho hasta ahora contra la esclavitud, con todos los sacrificios hechos para rescatar y encontrar a Elsabeth.

Pero no, en su fuero interno algo se negaba a aceptar esa situación... no podía dejarse vencer ahora. Y de pronto la idea brillante en el momento más oscuro. Gorabagog se agachó impulsando el pirata por encima de su espalda y deshaciéndose de aquel cerco con un inusual gesto de agilidad en alguien tan grande.

En aquel preciso instante vio a Isi con la mano casi partida por un estoque seguramente de Patrick Lefevre, revolcándose de dolor por el suelo y Nadja haciendo lo que podía contra Huesomuerto. En ese instante supo que tenía que actuar. Tanto Nadja como Isi ya se habían desahogado contra el capitán tuerto.

Gorbagog decidió que la mejor defensa era un buen ataque, corrió entre la muchedumbre y los bastantes cadáveres que ya hacían por el suelo y arremetió él mismo contra Huesomuerto intentando llegar a su yugular con un movimiento en diagonal de su sable. 

- ¡Asqueroso hijo de puta! - gritó Scipio a Huesomuerto a modo de intimidación y a la vez de ánimo a si mismo mientras blandía la espada en el aire por encima de su cabeza.

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21/03/2018, 07:05
Daithoborgh "Daito", hijo de Theodo

Centrando la atención en el oponente al que se estaba enfrentando, al norteño le tomó por surpresa cuando una espada ensangrentada se inmiscuyó en su combate en su favor.

En cuanto dió un vistazo hacia atrás pudo ver como dos de los tres trasgos que se habían estado enfrentando a Ediberto se encontraban desangrándose en el suelo mientras que el que los capitaneaba bufaba de rabia a una distancia prudencial.

-Mi buen Daito, tengo entendido que lo tuyo con aquel piel verde es algo personal, por lo que no es mi intención la de inmiscuirme... si os parece bien, dejad que yo me encargue de esta rata mientras que tú pasas cuentas con el otro.dijo con una sonrisa en la boca el señor de Peregasto.

Daito respondió al que ya consideraba su amigo símplemente lanzándose impetuosamente contra Garzajgar, con una acometida salvaje donde descuidaba por completo su defensa en pos de primar por completo su capacidad ofensiva.

Tras desviar los cortes y estocadas con algo de dificultad, el trasgo volvió a tomar algunos pasos de distancia para recomponerse.

-Vaya, vaya...¿ Azi que el gigantón quiere pazar cuentaz pendientez? dijo el trasgoide entre jadeos.
-¿Zabez? ze dize por ahí que ahora te fornicaz a la roja... que la tienez zometida como la perra que ez... se carcajeó
Puez eza perra gozó como una loca cuando la puze a cuatro pataz... llegó a zuplicarme máz y máz de mi verde verga... no como ezaz rameraz del norte que no hacína otra coza que llorar y llorar
Una nueva carcajada, más exajerada que la anterior surgió de su colmilluda boca.

Sin duda toda aquella verborrea era un intento desesperado por ganar tiempo o encontrar alguna salida a aquella desfavorable situación en la que se había metido el capitán trasgo, pero lo cierto era que en el norteño surtió un efecto del todo inesperado por parte del pielverde.

El gesto de Daito se torció en una mueca que era la personificación de la ira,; apretaba los dientes con tal fuerza que parecía que podrían saltarle en cualquier momento y sus pupilas parecieron desdibujarse en el interior de sus ojos.

El trasgo no había acabado de hablar cuando Daito se lanzó como un toro desbocado contra Garzajgar, dejando caer su ropera como si para él no fuese más que un estorbo.

Aquella reacción pillo de improvisto a su contendiente, que apenas alcanzó a lanzar al aire un tajo poco preciso que apenas hirió la piel del brazo izquierdo del norteño, que en un abrir y cerrar de ojos le había ganado la distancia.

Un primer puñetazo ascendente se clavó en el estómago de Garzagar, levantándolo varios metros del suelo como si fuese una muñeca de trapo, pero si el trasgo había sobrevivido tanto en el mundo de la piratería no era porque aquello fuese a incapacitarle. Muy al contrario, nada más caer al suelo se incorporó rodando por el suelo justo a tiempo para evitrar un segundo puñetazo demoledor que le habría hecho a ñicos la cabeza de haber impactado.
dos nuevos cortes, esta vez más profundos, surcaron hombro y pecho de Daito, si bien no hizo el más mínimo ademan de sentirlo, puesto que, sin vacilar, se volvió a lanzar a la carga, ganándole la distancia una vez más.

El agil trasgoide esquivó otros dos salvajes puñetazos, con el tiempo justo para desenvainar con la siniestra una daga que se encontraba en su cinto para luego hundirla en el muslo izquierdo dos veces, dejándola allí alojada.

Lo que iba a se una mueca de satisfacción mudó rápidamente hacia una que más podría describirse como de desesperación cuando el pielverde fué consciente de que el norteño no parecía acusar las heridas que estaba recibiendo una y otra vez.

Y fué en ese atisbo de duda en el que la rápida mano derecha de Daito acabó aterrizando en el rostro verde, pero fué la palma abierta y no el puño cerrado la que lo hizo.

Aquella enorme palma cubría por completo la cara de su contendiente, que empezó a bracear tratando de desembarazarse sin demasiada fortuna. Aquellos braceos al aire se empezaron a volver más desesperados en cuanto Garzajgar empezó a notar más y más presión.

A medida que la mano iba ejerciendo más fuerza, también empezó a elevar al trasgo a peso en el aire, que empezó a acompañar los movimientos de brazos con pataleos que tampoco le sirvieron de mucho cuando el pulgar de Daito logró dar con la cuenca del ojo, hundiendo el globo ocular hacia dentro a medida que se habría paso hacia el interior del cráneo. La mano izquierda, por su parte buscó la mandíbula de Garzagar para, con un brutal tirón, separar el cráneo del resto del cuerpo en una suerte de fuente de sangre oscura y pestilente que bañó por completo al norteño, que dejó caer con desdén el cuerpo descabezado que, empezó a combulsiuonar en el suelo.

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21/03/2018, 20:56
Patrick "Huesomuerto"

Patrick detuvo el ataque de Gorbagog con bastante facilidad. No había duda de que su esgrima era refinada y combinada con ciertas técnicas poco honorables, le convertían en un adversario letal. El gran trasgo volvió a intentar un nuevo golpe, esta vez una estocada baja, pero Lefrebre la esquivó grácilmente dando un salto a un lado mientras bloqueaba un nuevo impacto del sable de la pelirroja.

- ¡Esto es entre ella y yo, escoria! – Le gritó a Gorbagog. - ¡Apartate de mi camino!

Huesomuerto escupía saliva a la vez que hablaba. Su expresión de ira e indignación era conocida por la capitana. Sabía a ciencia cierta que cuanto más exaltado estuviera Patrick, más peligroso se iba a volver, por el contrario más errores cometería y era en entonces cuando debía aprovechar para darle su estocada final.

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21/03/2018, 20:58
Director

La pelirroja luchaba con coraje, mas empezaba a sentirse cansada. El embarazo la estaba dejando agotada y el aumento de peso y sobre todo de volumen entorpecían su técnica de lucha. Sin embargo, dos nuevos golpes al pecho hicieron retroceder al capitán que quedó arrinconado contra un local comercial cuya fachada era de madera.

Gorbagog aprovechó para ganarle la guardia y arremeter de nuevo contra la yugular. Patrick se dejó caer evitando el envite y en su descenso hacia el suelo rajó de arriba abajo el torso del gran trasgo. La espada de Gorbagog quedó clavada en la pared y mientras Patrick rodaba hacia un lateral seguido por Nadja, el gran trasgo casi se derrumbó debido al shock de aquella portentosa herida.

Gobagog desclavó su espada y trató de seguir en el combate. Sin embargo las fuerzas le flaquearon. La sangre manaba a borbotones de su torso y comenzó a marearse. Pronto llegó ayuda, pues Kronan había dado buena cuenta de todos los enemigos que le habían rodeado hasta el momento y decidió atender al herido.

Hizo lo propio Ediberto con Isidore. El joven gritaba de dolor, pero principalmente por el horror que le causaba el haber perdido prácticamente la mano. El señor Dolfini se apresuró a colocar la mano del niño donde debía estar y arrancando un trozo de tela de su propia ropa realizó rápidamente un vendaje compresivo.

Para aquel entonces el combate ya estaba totalmente decantado. Los últimos rufianes de Huesomuerto hacían pared con la lucha  que estaba teniendo lugar entre la pelirroja y Patrick, impidiendo a los aliados de Nadja acudir en su ayuda. Con la muerte de Garzajgar, los últimos pieles verdes se batieron en retirada y aunque Daito intentó acumular fuerzas para ir en ayuda de su amada, lo cierto fue que sus heridas se lo impidieron cayendo derrumbado junto a Sid, quien protegió el cuerpo del norteño de dos piratas humanos que le acechaban.

Flajnagar se encontraba recostado junto al cadáver de Jaranike y con los ojos vidriosos. Kronan trataba de taponar la terrible hemorragia que manaba del toros de Gorbagog y lo propio hacía Ediberto con el muñón de Isidore. Mientras que Tulius, Grudvik, Ragnar y el propio Sid todavía alzaban las espadas contra los últimos rufianes que quedaban entorno a su líder Huesomuerto.

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21/03/2018, 20:58
Zlenador NaGradh

Fue entonces cuando a la espalda de Patrick surgió un segundo enemigo. Otra antigua rencilla volvía ahora para enfrentarse al capitán rintoriano. Una amenaza en forma de elfo, pues Zelandor había ganado la posición para enfrentarse a su verdadero objetivo de venganza y flanquearlo junto a Nadja.

- Sólo uno de los dos alcanzará la venganza de su propia mano. – Le dijo el elfo a la pelirroja.

Zelandor también se la tenía jurada al capitán. De hecho llevaba esperando una revancha desde hacía muchos años, mucho antes incluso del desafortunado día en que Nadja fue a toparse con aquel desagradable rintoriano de apestoso aliento.

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21/03/2018, 20:58
Patrick "Huesomuerto"

- ¡Me gusta! – Exclamó Patrik esbozando una sonrisa. - ¡Acabaré con los dos en un mismo día! ¡Debí matarte hace muchos años, Zelandor!

El intercambio de golpes se hizo más intenso. Nadja cruzaba su sable con el de Patrick, Zleandor su estoque con la espada corta del pirata y en ocasiones el intercambio de golpes se producía al revés. Patrick seguía retrocediendo y valiéndose de los elementos del terreno para combatir. Más en eso instante en que se enfrentaba a dos tan avezados contrincantes.

Al pasar junto a una taberna el pirata se ocultó tras un barril esquivando así una estocada de Zelandor. Se dejó ver al asomar por el lado derecho de la barrica lanzando un golpe al brazo izquierdo del elfo. El corte fue de consideración y el elfo se apartó un instante del combate. Aprovechó el momento Patrick para dejar caer su espada corta y agarrar la empuñadura de uno de sus trabucos.

Tras un golpe al barril que hizo rodar a Nadja por los suelos, desenfundó el arma apuntó hacia la pelirroja. Zelandor se acercaba de nuevo hacia Patrick con su estoque por delante, abrió la boca para decir algo y fue en ese momento cuando Huesomuerto realizó una mueca de disgusto y cambió el objetivo del disparo; al estar rodando cuesta abajo, no era un blanco fácil.

La bala se alojó en la garganta del elfo que se llevó las manos al cuello tratando así de taponar la inevitable salida de sangre. Cayó de rodillas girando sobre sí mismo sus ojos se centraron en el mar que había sido su vida durante toda su vida. Conmocionado como estaba no vio como Patrick se colocaba a su espalda y en ese momento Nadja se puso en pie torpemente debido a su estado con tiempo suficiente únicamente para observar como Zelandor era atravesado desde la espalda hacia el pecho. El elfo no tardó demasiado en perder el tono muscular y caer derrotado y agonizando contra el frío y duro suelo.

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21/03/2018, 20:59
Director

Notas de juego

Nadja, eres tú contra Parick. Debes acabar con él. Haz que su muerte sea épica! Y recuerda que es un gran espadachín y así como estás, sólo un despiste puede hacer que ganes el combate.

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27/03/2018, 14:06
Nadja la Roja

Estaba cansada, realmente agotada, tanto física, por su embarazo, como metal por sus amigos, Isi estaba tullido, Gorbagog fuera de combate, y el elfo.... ya se había llevado demasiadas muertes aquel indeseable, demasiada muertes de buenas personas, amigos, camaradas.... no merecía vivir, aunque la balanza no estaba del lado de la pirata, su estado la hacia más lenta de  lo normal, y Patrick lo había aprovechado, era inútil negar su estado, aun con ropas anchas se seguía notando y le entorpecía.

-Aswand, Isi, Zelandor, no merecían morir, aun menos por tu mano- la rabia se reflejaba en su mirada y su habla -ya es hora de que te hundas en el mar al que perteneces y que lleva tiempo esperándote- dijo poniéndose nuevamente en guardia.

Notas de juego

Ha decir verdad estoy algo bloqueada en cuanto a la muerte del pirata, creo que tu la narraras mejor ;) conoces más al pirata.

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27/03/2018, 15:35
Daithoborgh "Daito", hijo de Theodo

Notas de juego

Master, déjame a mi! ¡¡¡Daito sigue teniendo cuentas pendientes!!!

Si quieres narro un mano a mano de los dos contra el pirata

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27/03/2018, 15:38
Director

Las espadas volvieron a chocar. Patrick dio un paso al frente acercándose a la pelirroja y alzando su mano zurda trató de acuchillarla. Nadja detuvo el ataque de forma diestra quedando ambos abrazados en un caos de brazos y hierros. Los ojos verdes de la capitana miraron bien de cerca a aquel tan odiado hombre y fue en ese momento cuando su antiguo contramaestre aprovechó para lanzar veneno por la boca.

- ¡Atravesaré a ese bastardo que llevas dentro! – Le amenazó el pirata destilando su pérfido aliento en dirección a Nadja. - ¿Te has dejado follar por ese norteño? ¡Lo que necesitas es una buena verga rintoriana!

Un ataque de rabia inusitado en la pelirroja provocó que con un severo empujón aquella presa en la que ambos contendientes estaban entrelazados, se disipase entre chispas de los metales al resbalar los unos sobre los otros. La sonrisa mellada de Huesomuerto al ver la furia de la capitana salió a relucir desafiante mientras colocaba de nuevo su sable en posición de ataque.

- ¡Hablas demasiado y peleas más bien poco! – Gritó la Roja embistiendo con su famoso sable curvo de negra empuñadura.

- ¡Te ensartaré con mi miembro una vez te mate, pues aún estarás caliente! – Patrick desvió la carga de Nadja con maestría.

De nuevo el coque de espadas resonó con fuerza. Patrick retrocedía mientras la capitana le ganaba terreno. La táctica defensiva del capitán Lefebre les había llevado a alejarse bastante del resto de contendientes, dejando aquel combate por el honor y la venganza en una cosa de dos.

La furia de Nadja consiguió arrinconar a Patrick contra el muro de una casa de dos alturas. Las contraventanas de la misma se cerraron de golpe al percatarse la dueña de la batalla que estaba teniendo lugar a sus puertas. Huesomuerto optó por subir varios escalones que conducían a la entrada principal elevada varios metros del suelo. Desde aquella posición ventajosa lanzo varios diestros golpes con su diestra hacia Nadja.

La pelirroja tuvo que retroceder para esquivarlos perdiendo la iniciativa y fue en ese momento cuando Patrick, de un salto regresó al mismo nivel que su oponente. Una patada en el bajo vientre tomó por desprevenida a la mujer, que más dolorida de lo que debiera en condiciones normales, cayó de espaldas soltando su sable, el cual resbaló calle abajo hasta quedar lejos de su alcance.

Nadja agarró su fiel trabuco y apuntó en dirección a Patrick, pero justo antes de detonar su arma sintió un agudo dolor en la mano que provocó que perdiera también aquella arma. La espada de Patrick le había golpeado en la mano amputando parte del índice a la altura de la falange media.

La bota de Patrick Lefebre pisó la muñeca diestra de Nadja aprisionándola contra el suelo y apuntó con la punta de su sable al cuello de la capitana. Enfundó entonces la daga mientras se recreaba ante la escena de su enemigo caído. Una risotada ahogada surgió de su garganta mientras una repugnante cara de satisfacción se dibujaba en su rostro.

- Me temo, mi muy querida amiga… - Exclamó el pirata. - …que muy a mi pesar, mi falo no probará tus miles. Creo que me he quedado solo en esta disputa y tendré que salir por patas, pero no sin antes acabar de una vez por todas con nuestra dilatada controversia.

Un disparo se escuchó de pronto. La bala no impactó en su objetivo, que no era otro que el vil pirata. Sin embargo, la mirada tuerta de Patrick se desvió un instante de su objetivo prioritario dejando ver como a unos pocos metros de distancia y corriendo hacia su posición se hallaba Grudvik, quien dejó caer una pistola para desenfundar su espada.

Nadja agarró con la zurda la hoja de Patrick. Sintió un extremo dolor cuando su filo se incrustó en la palma de su mano, pero hizo la fuerza suficiente como para apartar el sable de su preciado cuello. Con una fuerza sobre humana que tan solo una madre en pos de la protección de sus crías podría llegar a alcanzar, logró liberar su mano y golpeó con el puño cerrado en la entrepierna del pirata.

Huesomuerto perdió un momento la respiración llevando las manos a sus partes nobles, por llamarlas de alguna forma. Fue el momento en el que Nadja se incorporó desenfundó su curiosa y especial daga y la clavó en el vientre de Patrick Lefebre, enseñándose con él y retorciendo su curvado filo en el interior de su cuerpo.

Fue en ese momento cuando Patrick cayó de rodillas y soltó su sable. Nadja sacó su daga del interior de las entrañas de Patrick y lo apuñaló de nuevo en el pecho.

- ¡Esta es por Aswand! – Volvió a clavar la daga, esta vez en la espalda. – ¡Esta por Zelandor! – Un nueva puñalada atravesó el cuello del pirata. - ¡Y esta por Isidore!

El agonizante pirata quedó tendido en el suelo sobre un charco de sangre. Su última mirada fue dirigida hacia su asesina mientras trataba de alejarse a rastras de la escena. Sus fuerzas menguaban y su vida se escapaba y sin embargo no se rendía a la muerte tratando de huir de ella, pues esa tarde se había vestido de pirata y su cabello era rojo.

- Te dije Patrick, que hablabas demasiado. – Sentenció la pirata. – Al final no he sido yo la ensartada. – Declaró Nadja antes de seguir el camino de sangre que Patrick había ido olvidando a su paso y situándose sobre el a horcajadas le agarró del cabello y finalmente rasgó su cuello aguantando su cabeza hasta que finalmente el corazón de Patrick Lefebre, alias Huesomuerto dejó de latir para siempre.

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27/03/2018, 15:40
Director

Notas de juego

Ups... tarde Daito...

Pero tu ya te has resarcido con Garzajgar, no puedes quejarte!!!

Y piensa que estás hecho una boñiga!!!