Partida Rol por web

-Mandaré a mi sirvienta para que intente enterarse de algo, pero esw cierto que tal vez Konrad o incluso Grisel podrían también tener éxito.Desvió una tierna mirada hacia su hermana, era tan inocente... Estaba claro que no podían dejar que siguiese pensando en la recuperación de la pequeña Eilene o el batacazo sería terrible, pero había que decírselo con tacto y cariño.
-Grisel cariño, dijo ya en voz baja y alejándose del lugar en el que su hermana pretendía reposar, -descansa un ratito, luego hablaremos tu y yo un rato, ¿quieres?después continuó hablando en voz baja mirando hacia el resto,-Por supuesto que asistiré a la reunión, y por supuesto que no tenemos favoritos en esto. Nuestro único deber es para con el rey, la unión entre estas familias debe llevarse a cabo.

No puedo dejar de estar de acuerdo de que Grisel es la idónea para hacer que confíen en ella los sirvientes, pero seguramente sería un blanco más fácil para quién mato a Elaine.

– Si Grisel siempre ha conseguido que todos confíen en ella. – Mirando fijamente a Konrad para que sea consciente de que no es una mera sugerencia. – Konrad deberías acompañarla, sería muy trágico que también tropezara mi sobrina.

Y en ese punto se acabaría cualquier mediación.

Asiento ante sus palabras respecto a los Manning. – Es evidente que Lord Gerard Harte no tiene ningunas ganas de verme, iré a hablar con los Manning.

-Esperadme, espero que no os incomode.Pero no quiero dar la imagen de estar más cerca de una familia que de la otra.Sobre todo porque no es cierto, debemos ser neutrales.Se dirigió con cauttela a su tío, esperaba que no se sintiera ofendido porque ella quisiera también hacercarse a los Manning, era importante conocer a ambas familias ya que se habían posicionado como mediadores entre ambos.

Me parece muy acertada la propuesta de la hija mayor de mi hermano. – Desde luego Lylian, sabes que nunca me ha molestado vuestra presencia. Si quieres hablar unos minutos a solas con tu hermana aguardaremos fuera. – Mirando a Konrad fijamente. – Aparte de con su hermana no dejéis en ningún momento a solas a mi sobrina Grisel.

-Grisel, cariño.dijo una vez que el resto había abandonado la estancia.-¿Que tal estás?¿Como te sientes despues del accidente de Elyene?

-Nosotros no hemos tenido vasallos, y ellos tampoco. Al menos hasta donde alcanza mi conocimiento de la Historia. Tal vez un maestre os pueda ilustrar mejor en estos temas. -Dijo encogiéndose de hombros. -Lo que está claro es que los Manning son como una plaga: no traen nada bueno.

Mientras el anciano caballero respondía a las cuestiones de Ser Yoren, vieron llegar a la criada personal de Lady Lylian. Ser Iden se despojaba de su armadura mientras conversaban y uno de los escuderos le echaba una mano para desabrochar los amarres y liberarse del equipo protector.

-No os preocupéis, mis señores. Nadie osará ponerle un pelo a mi pequeña favorita. -Dijo guiñándole un ojo a Grisel. -Me encargaré de indagar con los sirvientes junto a mi ayudante y cuidaré de ella como de mi vida.

-Lo cierto es que me duele la cabecita... -Se quejó la pequeña. -Creo que tengo sueño porque veo algo borroso, como cuando me levanto por las mañanas. -Aquel era uno de los síntomas del comienzo de los berrinches y las crisis de Grisel.

Anselminus hizo un gesto de aprobación con la cabeza al escuchar los planes que tenían a continuación, pero se detuvo al pensar cual sería su próximo movimiento. Creía haber averiguado todo lo posible alrededor de la propia lady Eilene y el maestre de los Harte, y no veía cómo proceder.

- El maestre Hamdan casi ha terminado con la joven, no hay mucho más que pueda hacer yo, y dudo en realidad que Hamdan oculte algo. - Se dirigía a todos, pero en especial se dirigía a Lord Normand, de quien esperaba su aprobación. - Tal vez pueda acompañar a Lady Lilian con los Manning, si me ofrecen para ayudar a adecentar el cuerpo de Lord Artur, suponiendo que no hayan traído al maestre de su casa consigo, creo que lo verán como un gesto de buena fe y nos daría la oportunidad de acercarnos y hacer algunas preguntas sin parecer que sospechamos de ellos. -

-Descansa cariño,le dijo con ternura antes de darle un tierno beso en la frente._si te duele lo mejor es que duermas un rato.Yo tengo que marcharme un momento para hacer algunas de esas cosas tan aburridas que debo hacer.Así seguramente cuando despiertes podremos pasar un rato juntas,¿te apetece?

-Le agradezco el haberme compartido su saber, ser Iden. +dijo Yoren con una leve reverencia, tras ver al sirviente. + Al parecer tengo que marcharme, pero espero se recupere pronto.  Volvamos a practicar en otra ocasión. Con la espada soy bueno, pero mi lanza es mucho mejor jaja… +sonrió, y le tendió la mano con firmeza para despedirse del rudo caballero, e ir luego en busca de sus señoras.

Aprobó la idea con un cabeceo, mirando al maestre.

-Es verdad, sería un buen gesto, pero tambien el que pudieras observar de cerca la herida fatal de lord Manning podría corroborar algo Anselminus. He conversado esta tarde con el instructor de ser Etan y por sus palabras, no confiaba mucho en la destreza de su discípulo para asestar un disparo letal. Tal vez solo fue una desgracia, claro, un simple tiro cargado de mala fortuna… pero no podemos descartar la posibilidad que fuera una desgracia “ayudada” por alguien cercano al herido...

Se humedeció el labio inferior suavemente; tenía algo más que decir. Alterno la mirada hacia la mayor de las Serf y luego al castellano.

-También, debo informarles que lord Harte me pidió tomar el lugar de Normand en las negociaciones, o al menos asistirles como consejero. Decline la invitación, por supuesto; soy un guerrero, no un cortesano, pero más que nada fue porque concuerdo con la idea de que no podemos mostrar favoritismos hacia ninguna de las dos familias.  Sin embargo, si le sugerí invitar a lady Lillian para mitigar los ánimos del nuevo lord Manning y al parecer hizo caso a ese consejo. No estoy seguro de lo que significa ese gesto, pero... téngalo presente.

– Como recordareis Lord Harte interrumpió el juicio, que el mismo exigió que se realizada inmediatamente, después pidió hablar conmigo a solas.

Me aseguro de que los demás estén escuchándome antes de continuar. – Me exigió que le comunicara inmediatamente a él cual sería mi decisión. Me reiteraba que el defendía a Ser Etan, que lo conocía desde pequeño… Le explique la que ya había expresado. Yo no había estado presente cuando sucedió y debían ser ellos dos los que lo juzgaran y que solamente sino llegaban a un acuerdo sugeriría que vistiera el negro como sentencia intermedia. Lo que le propuse, si tan desesperado estaba porque Ser Etan siguiera con vida y a su servicio que fuera su hija la que se lo solicitada a su prometido. – Hago una pausa señalando a Ser Yoren. – Cuando llegamos lo oísteis en lugar de dar su opinión, o solicitar juzgarlo aquí para poder hacer que su hija pudiera mediar, dijo que yo había ya dictaminado que vistiera el negro.

Negando con la cabeza. – Habría podido ser aceptado por Lord Kevan Manning como única opción para no romper una boda impuesta por el mismo Rey al no ponerse de acuerdo ellos dos, pero al anunciarlo así hacía imposible que lo aceptara. – Bajo la voz añadiendo. – Por la actitud de Lord Gerard Harte creía que había manipulado a Ser Etan para que asesinada a Kevan Manning y así evitar entregar a su hija, por orden del Rey, a los enemigos de su casa de toda la vida. Pero si realmente es tan mal arquero puede que la flecha que disparo Ser Etan se perdiera entre los árboles, y fuera otra la que erro el tiro y en lugar de matar al novio matara al padre. La clave sin duda es Ser Etan, y creo que si estuviera convencido de que lo ejecutarían acabaría contando lo que sepa.

Apoyando mi mano en el hombro de Ser Yoren. – No pasa nada nada, mantener la relación con Lord Gerard Harte. Necesitamos reunir toda la información posible.

-Vale. Me parece bien. -Dijo la pequeña con la mano en la frente, como si de esa manera pudiera contener el dolor y lograr que desapareciera.

-Dejemos a Grisel que duerma, dijo Lylian después de haber mantenido unas palabras con su hermana, -Konrad , espera a que se levante y después podéis ir a las cocinas a ver que averiguáis y tal vez a comer algo.Comentó con una pequeña sonrisa recordando lo que le gustaba a su hermana coger comida a escondidas cada vez que pisaba las cocinas.
-Yo iré a ver a los Manning, me gustaría que ellos me contasen su versión antes de la reunión de esta noche donde las provocaciones y la tensión pueden alterar los pensamientos.

-Por supuesto, milady. - Asintió con una sonrisa. -Esperaré a que despierte y después investigaremos juntos en las cocinas. Y no os preocupéis por ella, velaré que su sueño sea tranquilo. - Dijo mientras llevaba una mano al pomo de la espada que descansaba en su cintura haciendo referencia a que si alguien se atrevía a ir a por la pequeña de las Serf con malas intenciones se encargaría del susodicho. 

Aguardo al lado de la puerta a que Lylian acabe de dar todas las instrucciones que crea necesarias para cuidar de su hermana Grisel, es quién mejor la conoce.

Una vez finalice iremos a ver a los Manning.

-Los acompañare, si no es molestia. +indico a Normand y lady Lylian+ Grisel estará bien aquí, y creo que necesito formarme una impresión más clara del nuevo lord Manning.

Todavía no había cruzado una palabra siquiera con el caballero que vieran al llegar justando.  Iba siendo hora de comprobar de primera mano la hostilidad de ser Iden y los fundamentos de aquel antiguo malestar entre las casas… así como la sospecha no pronunciada.

- En ese caso, salvo por Konrad y Grisel, creo que estamos de acuerdo en ir los demás a ver a los Manning. - confirmó el maestre una vez todos hubieron compartido sus ideas. Tal vez incluso fuese bueno dejarles un poco de espacio a los Harte para que recobrasen de la impresión y llorasen la pérdida de su hija más joven. Ahora quedaba averiguar cómo estaba sobrellevando la otra casa la muerte del cabeza de familia.

Una pequeña comitiva de los Serf, encabezada por lady Lylian se dirigió a las estancias de los Manning para mediar con ellos y rescatar sus impresiones al respecto de como se estaban desarrollando los acontecimientos en aquel evento que parecía estar destinado al fracaso. Junto a la heredera de la familia Serf, encargada de velar por el orden y garantizar que la boda se llevase a cabo, se encontraban su tío Normand, el maestre Anselminus y Ser Yoren. Grisel quedaba al cuidado de Konrad, y el pobre Ártur, casi olvidado tras la accidentada jornada, permanecía en el mismo estado.

Los aposentos que los Harte habían cedido a los Manning se encontraban en el edificio contiguo al que ellos ocupaban, cerca de los jardines de Cimera donde había tenido lugar el fatal desenlace de la pequeña Eilene Harte. Ambos edificios estaban unidos por un pasillo que, a través de una especie de puente cubierto, conectaba las dos estructuras a la altura del tercer piso. Los propios Serf se alojaban en aquel mismo edificio, por lo que no les costó mucho encontrar los aposentos de los Manning. El pasillo al que daban las puertas de todas las habitaciones que ocupaba la familia enemiga de los Harte estaba vigilado por la guardia personal de Kevan, y la puerta de sus aposentos custodiada por dos guardias armados y ataviados con armadura, yelmo e incluso brazales. Dieron el alto a los Serf en cuanto estos accedieron al pasillo.

-¿Qué queréis?- Inquirió uno de los guardias que patrullaban por el pasillo.