Partida Rol por web

Nell aguardo escuchando como se desarrollaban los acontecimientos, hasta que estuvo convencida de que podía subir con seguridad. Solo entonces emprendió el camino.

Los dos grupos de ranas pirata al ver sus números reducidos a menos de la mitad tporan rápido y por tan solo 2 enemigos sienten panico más al ver como su grupo de asalto sorpresa no ha dado resultado y más enemigos aparecen en cubierta, así pues sin pensérselo dos veces saltan de sus monturas voladoras y se ocultan bajo el agua...

-Bueno, esto ya está dice el tifling que retoma su apariencia de anciano -Si querido, pero la próxima vez que creas ver tierra por el Catalejo asegúrate que son gaviotas y no piratas, ya te dije que no llegaremos hasta mañana al amanecer, me vuelvo a descansar al camarote responde la contramaeste antes de bajar por las escaleras...

Nell sonrió al ver huir a los batracios. No es que hubiesen logrado ponerlos realmente en jaque, pero a enemigo que huye, puente de plata. Guardo el estoque mientras examinaba los cadáveres de la cubierta realizando un catalogo mental de las posesiones de los caídos. No parecía que hubiese nada realmente valioso, pero una nunca puede estar segura.

Luego se volvió hacia sus compañeros, extraño grupo aquel en el que había acabado, pero también muy eficaz. Saludo al Tifling con una inclinación de cabeza cuando se volvió hacia las escaleras, y aguardo mientras se alejaba sin decidirse a decir nada.

Ana mira al capitán y con tono neutro dice: El barco se mueve demasiado. Girandose sigue a Nelinna a los camarotes. Si la necesitaban ya dirían algo.
 

Trece, el monje, no era de un material tan duro como sus compañeros, así que cuando todo terminó se apoyó en una de las paredes junto a los cañones, aún bamboleante, aunque no sabía muy bien si el barco o él.

-Puffffff...

Levantó la cabeza un poco más despejado.

-¿Alguien ha sido herido?

Pero ya se estaban yendo. Ya se habían ido.

-...oh.

Decidió comprobar arriba que la tripulación, o incluso alguno que otro de los pasajeros (que no fueran ellos) no hubiera sido herida, y echar una mano a quienes pudieran. Después del ataque que había habido quizá pudiera venir bien...

-Tranquilo Trece responde el tifling -Solo es un arañazo, cuando lleguemos al puerto de Nueva Taunta lo curaré a base de buen ron comenta mostrando un rasguño que dirias segundos antes no estaba ahí..
 

Yo estoy bien, capitan ¿necesitara ayuda? lo digo porque creo que hemos bajado el numero de personal de cubierta.- digo mientras me pongo a ver cuantos han quedado de la tripulacion y si es factible para que llegemos sanos y salvos a nuestro destino.

-Tranquilo muchacho, esta ncoche la mar de las almas esta tranquila y dejé el feo vicio de dormir hace tiempo así que podré controlar la nave sin percances, iros a descansar, mañana será un día duro. Responde el tifling muy metido en su papel

OK capitan si no se me necesita ire a descansar-no estaba tranquilo asi que decidi bajar y revisar la bodega antes de irme a mi camarote, aunque puede que no encontrara nada dormi el resto de la noche con mi arma y armadura al lado.

El monje cruzó los brazos, mirando al capitán (se supone).

-Hmmmmm.

Asintió y se acercó a los heridos, inspeccionando la gravedad. Dos no tendrían demasiados problemas salvo dolores y bastantes picores por unos cuantos días, y los otros... bueno... se acercó hasta ellos, pidiendo a los heridos leves que se acercaran.

-Capitán, por favor. Si puede venir un segundo...

Lo hiciera o no, una vez confirmado entonó las plegarias en su mente a aquel-que-cura, recorriendo de memoria el camino sagrado, sujetando un relicario colgante en su mano, enredada con él dentro del los pliegues de la túnica. Posó la naginata en el suelo y dio dos toques rápidos con ella.

La oleada de vida fue tan invisible como palpable para todos los presentes.

Tras el combate el grupo poco a poco se fué a descansar y el resto de la noche transcurrió sin problemas...