Partida Rol por web

Hemos encontrado al enemigo

Epílogo: El ritual

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06/10/2016, 22:32
Director

Ya se encontraban todos fuera del agujero donde descansaría Fredderick Short para toda la eternidad. Nadie había hablado acerca de lo que iban a hacer más las instrucciones recordadas por Charles Diehl aún resonaban en las cabezas de todos, como si un sentido racional, oculto en lo más profundo de su ser buscase recordarles el espantoso acto que iba a tener lugar.

Para Destruir el Portal de Kali:
(La ceremonia) Se lleva a cabo al aire libre en el solsticio de verano, purifica el altar (cualquier objeto que haga de mesa servirá), dibuja un círculo alrededor del altar con el cuchillo para proteger a los celebrantes; ata a la víctima al altar; camina dentro del círculo, alrededor del altar, en sentido opuesto a las agujas del reloj durante nueve veces, todo el tiempo cantando:

¡Ia Ia Khali!

...
Después de eso, haz la ofrenda de sangre- según mis estudios, en un principio eran ofrecidos un centenar de sacrificios humanos, pero parece que solamente el primero es crítico. El procedimiento adecuado es estrangular a la víctima hasta que entre en un estado de inconsciencia y luego, usando el cuchillo con el que se ha dibujado el círculo, quitar el corazón pecho de la forma más sangrienta que sea posible. El amuleto es colocado en la boca del celebrante principal, quien luego arranca con los dientes un poco del corazón. Mientras el sacerdote mastica, los demás cantan:
Baka Karda Kali!
Gumas Udar Gatus!
Tupa Karda Kali!
Baka Karda Kali!
Luego el sacerdote escupe el amuleto al suelo y todos abandonan la ceremonia sin mirar hacia atrás.

Lo más parecido a un altar que había en ese lugar era uno de los múltiples cenotafios que había en el cementerio, este era una gran construcción de marmol que asemejaba a un ladrillo de grandes dimensiones, en uno de los extremos se encontraba coronado por un crucifijo y sobre éste un ángel. 

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09/10/2016, 15:06
Sr. Singh

-Sobb...Sobb... -Los balbuceos y lloros persistían, su mirada pareció clavarse en el cenotafio escogido y de alguna manera algo pareció cambiar en él... -Así que piensas hacerlo... -Sus ojos eran sollozantes. -Si vais a enfrentaros a los estranguladores por favor buscad a hijo, buscad a Rashid.

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10/10/2016, 01:39
Richard von Bishmark

Richard no deja de encañonar a la víctima del sacrificio, no le gusta nada ni lo que estña viendo ni de lo que está a punto de ser partícipe, pero aún así no siente ninguna compasión por el llanto de Singh. Ayuda a Charles a preparar el improvisado altar cuando las palabras del hindú le hacen detenerse en seco.

-¿Estranguladores? ¿A qué te refieres?

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10/10/2016, 08:34
Director

Notas de juego

Los estranguladores es como los occidentales llamáis a los thugee. Recordaste eso al leer la publicación de Freddie

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10/10/2016, 11:09
Charles Diehl

Mientras preparaba el altar Charles contestó a Singh

- ¿Que busquemos a tu compañero? ¿Para qué? Ayúdame a entenderte Singh, ¿qué pretendíais hacer con el amuleto si tanto miedo tienes a los Thugg?

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10/10/2016, 13:20
Sr. Singh

-Mi hijo… ¡Le han secuestrado maldita sea! –Gritó, aquel grito distaba de ser un grito varonil, era el grito desesperado de alguien que velaba por su retoño-. Iba a hacer lo que me pidieran… Por él… Aunque eso implicase matar para traer a Khali desde más allá de las estrellas. –Volvió a estallar en llantos.

-Khali ayúdame-. Exclamó sollozantemente al cielo.

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10/10/2016, 13:35
Charles Diehl

Charles se arrepiente inmediatamente de haberle preguntado al escuchar su respuesta. Aunque estaba determinado en completar el ritual, conocer más detalles sobre su vida lo hacía todo mucho más difícil.

Tienes que objetivizarlo Charles. No pienses en él como una persona. Él intentó mataros. Torturó a Fredderick. Puede que esté mintiendo...

- Tiradas (1)
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11/10/2016, 10:13
Robert Howard

Robert está empezando a impacientarse, solo quiere terminar con esta locura de una vez.

- Teniendo en cuenta que hace un momento querías matarnos, no deberías esperar de nosotros algo diferente. Así que cierra el pico de una vez y afróntalo con algo de dignidad. 

- Terminemos con esto de una vez compañeros.  

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11/10/2016, 10:26
Charles Diehl

- Sujetadle ahí, ese sitio ha de servir - señaló Charles al tiempo que comenzaba a dibujar un círculo rodeando el improvisado altar. 

Esto es ridículo.... esto es ridículo - se repetía a sí mismo mientras lanzaba miradas furtivas a las caras de sus amigos. Sentía sus miradas asustadas como pinchazos en el pecho y rápidamente giraba la vista. No soportaba mantener el contacto visual más de un par de segundos sin apartar la mirada. 

Tras completar el círculo repasó mentalmente el ritual: Tocaba atar a Singh al altar. 

Cuerda.... Señores, ¿llevan cinturón? - les preguntó Charles quitándose el suyo. 

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11/10/2016, 13:15
Director

Una vez limpiaron el improvisado altar, arrojaron allí con desprecio a la futura víctima, los hombres extrajeron los cinturones de sus pantalones mientras la señorita Leed buscaba algo con lo que ayudar, un caballeroso gesto de Charles detuvo sus movimientos, con tres cinturones tendrían suficiente.

A continuación con ayuda del cuchillo horadaron la hierba que rodeaba al cenotafio formando un círculo como indicaban las instrucciones dejadas por el Tío Freddy. Hubo unos instantes de torpeza en el que no sabían cómo seguir más no duró mucho más pues pronto los cuatro celebrantes comenzaron a dar vueltas al altar mientras cantaban primero de manera discordante hasta que lograron imponer un ritmo homogéneo:

¡Ia Ia Khali!

¡Ia Ia Khali!

¡Ia Ia Khali!

La misma frase era repetida una y otra vez como si de una salmodia se tratase... Mientras giraban, un sobrecogedor brillo azul apareció a lo largo del camino que seguían en círculo, volviéndose cada vez más brillante y mayor hasta que pareció formar un enorme pilar que se extendía hasta que se perdía en el agujero negro que había cubierto todas las nubes.

Dentro del círculo el aire era tranquilo a la par que bochornoso, no corría ni una brisa… Como si se encontrasen en el interior de una habitación sin ventanas. Las voces que pronunciaban parecían empezar a amplificarse hasta que ganaron en intensidad.

¡Ia Ia Khali!

¡Ia Ia Khali!

¡Ia Ia Khali!

Después de cinco vueltas, el amuleto comenzó a brillar y palpitar. Dos vueltas después Richard primero, más tarde Charles, finalmente los cuatro se percataron de que un débil brillo parecía palpitar en el pecho de la víctima. No dejaron que eso les distrajese de la ceremonia.

¡Ia Ia Khali!

¡Ia Ia Khali!

¡Ia Ia Khali!

El cántico pareció pronto verse acompañado por un profundo golpear de tambores. Este se volvió cada vez más grave mientras los giros y los cánticos continuaban. Después de nueve vueltas, el corazón de la sollozante víctima se encontraba brillando con fuerza y palpitaba al mismo ritmo que el amuleto -este último detalle sólo lo estaba advirtiendo Diehl-.

El corazón era claramente visible dentro del pecho de la víctima. Fue en ese momento cuando los cuatro se percataron de que el sonido que confundieron con el de un tambor era realmente el corazón, el martilleo era estruendosamente grave en esos momentos...

-No... por favor-. Intentó salvar por última vez su vida el indio. -Ayúdame... -Aquellas palabras parecían buscar unos oídos en aquel cielo negro.

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11/10/2016, 13:26
Charles Diehl

¡Ia Ia Khali!¡Ia Ia Khali!¡Ia Ia Khali!

El ritual continuaba. El grupo tardó pocos segundos en pronunciar esas extrañas palabras al unísono mientras giraban en rededor de Singh. Charles se inquietaba al sentir la situación tan natural que podía parecer que hubiese estado ensayándolo antes. Y sin embargo, sentía como si no estuviese allí, como si no fuese él quien blandía la daga. Como si escuchase en tercera persona las palabras que salían de su boca. 

¡Ia Ia Khali!¡Ia Ia Khali!¡Ia Ia Khali!

Seguían repitiendo el mantra como loros, al ritmo de unos lejanos tambores. Visto desde fuera podría parecer hasta cómico si no fuera por el desgraciado atado al altar. 

¡Ia Ia Khali!¡Ia Ia Khali!¡Ia Ia Khali!

Y entonces se percató del pecho iluminado del Singh, de los tambores que no eran sino el palpitar de su corazón, de cómo vibraba el amuleto en su mano sincronizado perfectamente como si todo formase parte de una siniestra orquesta. 

- Ayúdame.... - dijo Singh al cielo

Charles frenó en seco y se llevó el amuleto a la boca, guardó la daga el bolsillo de su chaqueta y comenzó a estrangular al indio tal y como había escrito Freddy. 

 

 

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11/10/2016, 16:03
Richard von Bishmark

¡Ia Ia Khali!¡Ia Ia Khali!¡Ia Ia Khali!

Richard repite la frase, mirando de reojo a sus amigos para comprobar si es el único loco que está repitiendo la salmodia. El tono le sale irregular e inseguro, y los gritos de Singh no lo hacen nada fácil. ¿Cómo es posible que esté sintiendo un escalofrío, con el calor que hace? Entonces ante sus ojos, el horror se manifiesta. Parece que su mente acepta sin problemas la locura que se desarrolla a su alrededor, el cilindro de luz que los conecta con la oscuridad que circumbala por encima de ellos, el corazón delator aporreando sus oídos y el brillo pagano que palpita en el amuleto que sostiene Charles y en las entrañas de Singh.

Todavía estoy a tiempo de interrumpir esta locura, y aprieta el fusil. ¿O no? Ahora sólo puede continuar, planteándose cómo todo en lo que creía se hace añicos.

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12/10/2016, 14:17
Catherine Leed

El sentimiento de inseguridad parece ser compartido por todos en el grupo. Catherine se une a los cánticos, sin mucho entusiasmo. No sabe lo que significan esas palabras que repite; sea lo que sea, no suena bien. De repente, comienza a oir... ¿tambores? ¿Cómo era eso posible? Tras meditarlo unos segundos, Catherine llega a la conclusión de que, realmente, no es importante. Acaba de ver cómo un hombre se transformaba en un ser extraño. Que sonaran tambores no podía ser lo peor de aquella noche. El pecho de Singh, brillando como las ausentes estrellas del cielo nocturno, sí resultaba inquietante. 

La mujer continuaba preguntándose si estaba haciendo lo correcto. Si era posible que, en el mundo que ella conocía, en su ciudad natal, estuvieran a punto de realizar un sacrificio humano a una diosa hindú sanguinaria, para evitar que se abriera un misterioso portal que traería sabe dios qué. Pero Charles ya había lanzado sus manos al cuello de Singh. Ya era demasiado tarde para parar. 

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12/10/2016, 18:29
Director

Incluso habiendo silenciado a la víctima, el corazón seguía palpitando al ritmo de las percusiones del tambor… Sin perder un ápice de fuerza ni brillo. Aunque silenciado... Vivía.

A continuación tomó el cuchillo ceremonial que antes había arrebatado a aquel extraño ser y que posteriormente utilizó para trazar el círculo, lo alzó en lo alto al tiempo que miraba aquel agujero sin color ni brillo…

El cuchillo descendió rápidamente, sin un ápice de duda, los movimientos eran casi mecánicos, como si hubiese hecho aquello toda una vida, nuevos cortes seccionaron las arterias y venas principales que comunicaban el corazón con el resto del cuerpo, tras el último corte, el de la arteria pulmonar… Empezó a rajar el pecho de la víctima.

Los latidos eran débilmente audibles más allá del velo de brillante neblina, los vientos aullantes comenzaron a soplar alrededor del círculo, en sentido contrario de las agujas del reloj, azotando las ramas de los árboles y levantando el polvo a su paso.

A continuación sacó el corazón, el cual continuaba latiendo y brillando, retorciéndose y revolviéndose en su mano como buscando huir de aquella prisión … Entonces Charles, mordió el corazón y lo masticó mientras el resto de los celebrantes cantaban sin cesar.

¡Ia Ia Khali!

¡Ia Ia Khali!

¡Ia Ia Khali!

Apenas unos instantes después escupió el amuleto al suelo y soltó el corazón. El círculo azul brillante murió con una increíble brusquedad, el viento en los árboles cesó simultáneamente, dejando una terrible calma. 

Entonces el viento volvió a soplar de nuevo, esta vez sobre el altar.

Esperando que sucediese algo los cuatro empezaron a alejarse mientras no dejaban de mirar el gran agujero negro que permanecía impasible en el firmamento… El viento empezó a ganar en velocidad al tiempo que paulatinamente adquirió la velocidad de un huracán… 

Notas de juego

Indicad qué hacéis, voy a seguir narrando

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13/10/2016, 20:30
Richard von Bishmark

Todos abandonan la ceremonia sin mirar hacia atrás.

Las palabras resuenan en la cabeza de Richard mientras el viento sigue alzándose, destrozando la calma que parecia dar todo por terminado. Intenta ignorar el cuerpo atado en el altar y el agujero abierto en su pecho.

-Caballeros, señorita, propongo hacer caso de la ultima linea de las instrucciones, antes de que sea lo que sea lo que venga a continuación nos ponga en un brete mayor. Recuerden a la esposa de Lot.

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13/10/2016, 20:42
Charles Diehl

Su pecho estaba completamente cubierto de sangre. Parecería un carnicero si no fuera porque su mandíbula estaba también goteando ese líquido caliente. Pero lo más inquietante era que su rostro no reflejaba el horror que correspondería. 

Con el cuerpo de Singh entre sus piernas, Charles se mostraba serio. Su mirada quizás fuera melancólica, sus ojos vidriosos. Definitivamente no había terror en su cara. Sin embargo, cuando se empezó a levantar el viento de nuevo, miró al cielo y vio el agujero inmutable. Fue entonces cuando frunció el ceño y empezó a mostrarse terriblemente decepcionado y asustado. 

¿No ha funcionado? 

Miró a Singh, miró la tumba de su tío y miró a sus compañeros. Finalmente volvió a mirar al cielo mientras el viento huracanado le despeinaba violentamente. 

¿Qué he hecho? - Richard le sacó de su ensimismamiento.

-Caballeros, señorita, propongo hacer caso de la ultima linea de las instrucciones, antes de que sea lo que sea lo que venga a continuación nos ponga en un brete mayor. Recuerden a la esposa de Lot.

No pronunció palabra mientras se retiraba siguiendo el consejo de su amigo. Se restregó las manos con el pantalón del traje mientras se sentaba sobre una de las lápidas que rodeaban el improvisado altar. Una vez allí, quizá instintivamente, recargó el revolver. 

 

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13/10/2016, 21:07
Catherine Leed

El olor metálico de la sangre que llegaba del pecho abierto de Singh le provocaba arcadas. Por suerte o por desgracia, todo había acabado. O eso pensaba, antes de levantar la cabeza, imitando a sus compañeros, para ver que el cielo no había cambiado. ¿Todo esto para nada? 

Richard fue el primero en reaccionar, con un valiosísimo consejo. -Sí. Sí, tiene razón. Vayámonos de aquí. -Se encontró tentada de mirar a Charles, pero el bibliotecario se había encargado también de recordarles que no debían mirar atrás, por lo que dejó la cabeza quieta. Más valía prevenir que curar. 

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14/10/2016, 19:24
Director

Las palabras de Richard guiaron a sus compañeros reforzando así las palabras del fallecido tío Freddie. Todos se empezaron a alejar del altar, aún con la tentación sobre sus cabezas cual espada de Damocles, ¿habría funcionado?, nada pasaba, otro paso, y otro más, ¿había que girarse? La pregunta resonaba en todas las cabezas al igual que la historia bíblica recordada por el bibliotecario... 

Cuando su voluntad estuvo a punto de flaquear se produjo un asombroso estallido de luz azul, al que le siguió una ensordecedora explosión que derribó a los únicos testigos que había en aquel lugar.

La luz titilaba con intensidad, movimientos de luces y sombras se producían a las espaldas de todos los que se encontraban boca abajo en tierra. Después de unos segundos que se antojaron minutos se produjo un nuevo destello cegador seguido por una espantosa explosión.

Todo había terminado... Al menos eso parecía.

Pasaron muchos minutos, era necesario reunir valor y una persona incauta. Era evidente que había pasado algo más nadie sabía si era lo que esperaban y si era suficiente. Bastaba con que alguien se girase para descubrir la verdad. Sin embargo como ya dijo Platón la búsqueda del conocimiento no es algo que esté al alcance de cualquiera, incluso alcanzar dicha verdad en numerosas ocasiones resultaba contraproducente. La pregunta que flotaba en el ambiente era: ¿es posible girarse? ¿Ha terminado todo? 

Finalmente alguien se dio la vuelta... Nadie alcanzaba a recordar quién de los cuatro fue: Las nubes eran una mezcla de estratos y cirros... No había ni rastro del portal de Khali. Varios pasos más adelante advirtieron un oscuro foso en la tierra y ningún rastro de la víctima, el altar o el amuleto. Los lados del foso eran duros y, a la luz de la luna brillante -la tierra parecía haber sido fundida por una enorme explosión térmica-. La depresión tenía la profundidad de un pie y tenía una forma extraña... Recordaba a una grotesca y gigantesca pezuña. ¿Llegó a poner Khali su pie en este mundo?

Notas de juego

Y se acabó esto.

Dejaré esto abierto para que hagáis un post final a modo de conclusión y terminamos esto. Habéis salido bien parados, me preguntaba si alguien recordaría el último detalle de las instrucciones xD.

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14/10/2016, 20:20
Richard von Bishmark

Richard se asoma al foso y mira a sus compañeros. Con un encogimiento de hombros, parece sugerir que lo mejor para su cordura y su futuro es volver a meter la cabeza en el agujero, e ignorar todo lo que ha pasado. A fin de cuentas, parece que hay fuerzas inconmensurables en el mundo que escapan por completo a su concepción. Quizás lo mejor es tener la esperanza de que, de una forma u otra, siempre saldremos adelante. Pero por mucho que pretenda ignorar el día de hoy, lo cierto es que ha cambiado, no sólo el sino su propia visión del mundo. ¿Qué nos deparará el mañana? Siente un escalofrío al pensar en las últimas palabras de Singh,

por favor buscad a hijo, buscad a Rashid

y siente que esto no ha acabado, ni mucho menos. Pero, de nuevo pateando el suelo, fingiendo indiferencia, piensa que lo mejar será volver al agujero.

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15/10/2016, 12:54
Charles Diehl

Charles mantuvo su mutismo el resto de la noche. 

Al sentir los vientos huracanados azotar el altar empezó a desmoronarse, planteándose que lo que acababa de hacerle al indio y al cuerpo de su tío no hubiera valido para nada. 

Dando la espalda a las tumbas, permaneció sentado sobre una lápida desconocida. Con el arma cargada en la mano, el pulso tembloroso y un sudor frío que le recorría el cuerpo. Ahora era su corazón el que palpitaba como tambores, pero nadie más que él lo escuchaba. 

Qué he hecho, qué he hecho… - retumbaba en su cabeza al ritmo de su flujo sanguíneo.

De poco sirvió que Richard confirmase que todo parecía haber terminado. Animado por sus compañeros se incorporó y abandonaron el cementerio. Ni siquiera para despedirse de ellos cuando se separaron para ir cada uno a su casa les dedicó una palabra. Tal era la vergüenza que sentía por lo que acababa de hacer que no se veía capaz ni de mirarles a la cara.

Tras una ducha y tirar toda su ropa al cubo de la basura, se sentó sólo en su salón sin parar de darle vueltas a todo lo que había ocurrido esa noche. Abrió la puerta oculta del aparador para sacar una de sus botellas de whiskey.
Al apartar el atlas que cubría la falsa puerta se vio reflejado en el espejo del mueble. ¿Era un reflejo? Se miró fijamente y por momentos le parecía que la persona que le miraba desde el cristal le hacía burla. Le miraba con desprecio. ¿Era él? ¿Era su doppelganger? 

Nervioso, volvió a colocar el atlas para evitar su imagen  y se sirvió un vaso bien cargado con poca puntería. Su pulso no mejoraba y derramó sobre la mesa parte de la bebida marrón. 

Sentado de nuevo con el vaso en la mano, intentaba recordar la cara de su tío Freddy pero sólo era capaz de ver su rostro descompuesto en el ataúd. Cerraba los ojos y le venía a la mente la cara de Singh con los ojos completamente abiertos mientras sus manos le estrangulaban y el suplicaba clemencia.

-Así que piensas hacerlo...

Le parecía estar escuchando a Singh ahí en su salón.-  ¿Seré capaz? - se planteó como si el dilema todavía se le plantease a futuro. 
Rápidamente se dio cuenta de que sí que había sido capaz y el sudor frío volvió a aparecer. Un sollozo ahogado salió de su boca. Pensó en el hijo de Singh. - ¿Era verdad? - La barbilla comenzó a temblarle. Luchaba por no llorar y estaba perdiendo la batalla.

-Así que piensas hacerlo...

Estaba sufriendo un ataque de ansiedad. Miró alrededor sin saber por qué. Buscando a alguien que no estaba ahí. Cogió aire repetidas veces como si fuese a acabársele el oxígeno. Se llevó las manos a las sienes de nuevo intentando calmar su nerviosismo. No servía de nada. 

- Sabéis no es fácil, quitar una vida quiero decir.

¡Ia Ia Khali!

-Exhumar el cadáver eso es poco cristiano...

¡Ia Ia Khali!

-Así que piensas hacerlo...

¡Ia Ia Khali!

Todo empezaba a darle vueltas y el corazón le latía acelerado, haciendo que sus sienes palpitasen dolorosamente. Como pudo, apuró el vaso de un trago y lo volvió a colocar sobre la mesa. Junto al vaso vacío, su revolver. Aún cargado. 

-Así que piensas hacerlo...Así que piensas hacerlo...Así que piensas hacerlo...

Cogió el revolver

Eso te marca.