Partida Rol por web

Estaba hablando por telefono sin prestar atención al chico que parecia estar durmiendo, nada mas entrar pense que estaria drogado asique no puse empeño en despertarle, pero cuando escucho su voz de golpe doy un pequeño salto de sorpresa y el telefono se me escurre de las manos y cae al suelo haciendose pedazos.

- MIERDA- grito sin querer - Digo... perdona yo... pensaba que estabas drogado- ahora necesitaba un telefono con urgencia, maldita sea

La respuesta de la mujer me sorprende, incluso me parece ridícula. Me acuerdo de ella, es la chica que se sintió mal luego de la escenita del músico de Emily. Es muy bella, pero también recuerdo que no era muy conversadora. Me relajo al verla pero no del todo, sigo sin entender que hace aquí.

_¿Y qué te hizo pensar que estaba drogado? ¿Y mejor aún, qué haces en mi habitación?

Me sorprendo a mí mismo hablándole así a una chica tan bonita. Todo lo ocurrido este día quizás me haya afectado más de lo que pensaba.

Y como demonios queria que le explicase que hacia en su habitación sin sonar como una lunatica desquiciada, el habia estado en la misma fiesta que yo deberia tener claro que hay cosas muy extrañas.

- Pues... veras... algo entro en el hotel o pusieron algo o yo que se el caso es que me quede durante un rato como si estuviera muerta y cuando desperte sali corriendo y llegue a este cuarto te habia visto en la fiesta y recordaba que eras... que no eras normal y pense que te abrian drogado cuando te vi tirado durmiendo -

_Ajá... -respondo secamente, como si su historia no terminara de convencerme. Señalo el teléfono que había caído-. Imagino que entonces estabas llamando a un médico para mí, ¿no es así?

- No yo...- Maldita sea por que sera tan dificil explicar todo aquello el tambien era uno de esos chicos con poderes de la fiesta - Yo solo estaba pidiendo que vinieran a recogerme, solo queria salir de aqui nada mas- Maldita sea y ahora seguro que llegaba el y me atacaba o algo por el estilo, por que narices habia terminado en esa maldita habitación.

Hacía un rato yo había arriesgado mi vida por una chica que apenas conocía. Eso no me convertía en un ejemplo moral, pero supongo que contribuyó a que sienta lo sentí en ese momento.

_De modo que te drogan, me ves a mi aquí tirado, pensando que también he sido drogado, y ni siquiera te interesa. Lo único que te interesa es un taxi. Demonios, ¿qué ocurre hoy con la gente? En la avenida seguro tienes todos los taxis que quieras, ahora vete de aquí.

- TIENES LA MENOR IDEA DE LO QUE PASA ALLI FUERA- señale la puerta de la habitación, estaba molesta decia que no me preocupaba por el, era imposible habia intento hablar con ambulancias y ninguna respondia, la policia decia que me dejara de bromas y la gente por los pasillos se movian como si no fueran mas que simples zombies, parecia como si ninguno tuviera vida, no era un momento para preocuparme por nadie mas.

_¡HEY, BAJA LA VOZ, TÚ FUISTE LA QUE ENTRÓ AQUÍ! -respondió enojado. ¿De qué diablos hablaba?-. Claro que no sé qué ocurre allá afuera, por si no lo notaste dormía hasta que me despertaste. Y antes de echarme a dormir no pasaba nada extraño afuera, no sé de qué diablos hablas.

Ya hablaba en voz más baja y esperaba que la conversación siguiera así. Miró su reloj para ver cuánto hacía que se había echado a dormir.

Aquel chico realmente tendria que estar drogado o abria sido un poder extraño algo habia ocurrido en aquel hotel y le habia afectado no podia decirme que no sabia lo que estaba ocurriendo ese lugar era como estar rodeada de cadaveres que caminaban.

- Alli fuera es todo como un ataque de zombies, todos parecen fuera de si -

La sorpresa venció incluso mi molestia con la chica. Mi cara denotó que dudaba de lo que decía, pero aún así me acerqué caminando a la puerta. Seguía reacio a creer ciertas cosas, pero al menos la duda tenía en mi un lugar que antes no.

_¿Y dime, qué hacen estos zombies? ¿Son agresivos? ¿Y qué poder tienes tú?

Abrí la puerta y asomé la cabeza para mirar a ambos lados del pasillo, para ver qué diablos ocurría realmente.

- No hacen nada- digo ofuscada- Solo estan hay caminan algunos otros solo estan parados y no hacen nada de nada, solo estan quietos da igual que les hables que los mires que les digas cualquier cosa incluso si les tocas o los golpeas no se mueven, no reaccionan es como si estuvieran muertos-

En el pasillo solo hay una mujer completamente quieta mirando a una pared, pero algo de eso te suena, te recuerda al poder de la chica o puede que del chico negro que viste antes.

_¿Pero entonces qué es lo que te da tanto miedo? -pregunto confuso-. Aquí solo hay una mujer mirando una pared, y eso es algo que ya he visto antes.

Cierro la puerta, sin darle demasiada importancia al asunto. Está claro que mi capacidad de sorpresa ha disminuído. A esta altura, ver a un zombie ya me resulta casi normal.

_Aún no me has dicho. ¿Cuál es tu poder?

Y aun era capaz de preguntarme que era lo que me sorprendia, seguramente para el ver que todo el mundo se quedaba completamente tonto sin poder reaccionar ni hablar ni hacer absolutamente nada era normal, pero a mi eso me daba miedo, si alguien era capaz de hacer que un hotel entero se quedara asi, quien sabia si podia hacerlo tambien con el mundo entero, un mundo entero lleno de gente que no eran mas que zombies.

- Y a ti te parece normal ver a una mujer asi, que no reacciona ante nada - volvi a ignorar por completo su pregunta sobre mi poder no pensaba decirselo.

Me encojo de hombros.

_No dije que me parezca normal, solo que no me asusta. No después de todo lo que he visto hoy. Mientras esté así, me parece inofensiva, me asustaría si intentara hacer daños a otros o a sí misma.

Sí, en realidad soy una persona práctia.

_En todo caso, por algún motivo eso no nos afecta a nosotros, y como no tengo la menor idea de cómo despertar a esa gente, pues descansaré hasta que se me ocurra algo.

Además supuestamente venía gente de la Compañía. Si dentro de un rato todo sigue igual, volveré a llamar a Bishop. No es que yo pueda hacer demasiado en estos momentos.

_En fin, en cualquier caso ésta sigue siendo mi habitación. Fuera de aquí.

Toma, por no responderme.

- No te preocupes ya me marchaba eres tu el que me ha interrumpido con sus constantes preguntas- el chico tenia que estar loco, le daba absolutamente lo mismo, ni le asustaban ni nada y a mi me tenian completamente aterrada, aquello no podia parecerle realmente normal ni podia parecerle bien, la gente asi eran como estatuas el mundo asi se terminria y el estaba hay tan tramquilo.

Empeze a caminar hacia la puerta pero en lugar de abrirla cuando llegue sencillamente la atravese.

Vaya, el poder de Candice era genial, pero el de esta chica no se queda atrás. Bueno, igual yo no puedo quejarme.

Me acuesto en la cama y con un leve movimiento de mi mano echo traba a la puerta. Me entristesco un poco al recordar a Candice y su muerte. Estoy extrañamente tranquilo, sin miedo, solo triste. Quizás sea la sensación de que las cosas no pueden empeorar demasiado y de que ya estaría muerto si Sylar lo hubiese querido.

Tomo mi móvil para distraerme y sacarme el mal recuerdo de Candice de la cabeza, pero solo consigo entristecerme más, al recordar a Loren. Guardo nuevamente mi móvil para no tenerme a llamarla, y tomo el de Candice. Por curiosidad comienzo a mirar sus contactos, pensando que quizás aparezcan nombres como "el hombre antorcha" o "la chica invisible" o cosas así. Sonrío con mi ocurrencia, veo poco probable que usen esos nombres ridículos de superhéroes. Al llegar al teléfono de Bishop me detengo y lo paso a mi propio móvil. Sigo revisando los contactos de Candice, buscando alguno que me llame la atención o que algún nombre me resulte conocido. Vuelvo a mirar la hora. Cuando se cumpla la hora del primer llamado, volveré a llamar a Bishop para preguntarle qué ocurre con ese equipo que estaba en camino y para contarle lo de los zombies.