Partida Rol por web

Pudisteis dormir alli sin incidentes. Acomodados en los sillones o el suelo, como pudisteis.

Con la primera luz de la mañana comenzasteis a despertar, incomodos y algunos con dolor de espalda. Era momento de decidir que hacer.

Will había tardado en coger sueño esa noche. Su cabeza daba vueltas pensando en los problemas que tenían y en los que podían llamar a su puerta en cualquier momento.Para colmo alguien roncaba tan fuerte que no ayudaba demasiado con la labor. Se habia quedado a dormir en un sillón del salón ya que había cedido la cama de su habitación a las chicas o a cualquier otro que estuviera realmente cansado. El estaba acostumbrado del hospital a dormir en cualquier parte y pocas horas.

Finalmente y sin saber aun como perdió la conciencia entrando así en el onírico mundo de los sueños. Como era habitual en el estos se tornaron en pesadilla cercano ya el amanecer. Se removía inquieto arropado bajo su manta, sudoroso y con el ceño fruncido. De vez en cuando negaba con la cabeza mientras susurraba muy bajo el nombre de una mujer. “ Emma” Fue lo último que dijo antes de despertar sobresaltado.

Recuperando la calma y el aliento, Will se levantó tratando de no hacer demasiado ruido para acercarse hasta la cocina. Se secó el sudor de su frente y buscó algo fuerte que llevarse a los labios. Por un momento había olvidado el follón en el que estaba metido y en el que de una forma u otra ligaba su destino al de un grupo de desconocidos.

" Joder, la realidad no es mucho mejor...¿ Que cojones vamos ha hacer?"

Bañada y con ropa nueva, había dejado atrás su vestido y su abrigo, y había dormido en la cama cedida por Will, pero unos ruidos la despertaron, la joven se levantó sin hacer ruido, había aprendido a ser muy silenciosa, y aunque no viera, podía moverse con facilidad, tocando antes  la muralla y avanzando lento, hasta dar con la puerta de la cocina en donde habían comido ando de dormir.

-¿no puedes dormir?-preguntó, aunque no sabía quien podía ser, y avanzó hacia él,  había visto una mesa y buscó a tientas la silla que estaba de frente a la puerta, y al tocarla, la movió para poder sentarse.

La voz de Leonor le sorprendió por un momento. Se escuchó el ruido del cristal de la botella de wisky al entrechocar con otras guardadas mientras la ocultaba apresuradamente tras haberse echado un trago. Se alegró de que fuera la ciega la que hubiera irrumpido así en silenció en la cocina pues aunque le importaba un carajo lo que pensaran de el por norma general tampoco quería dar que hablar.

- ¿No sabes llamar? Casi me das un infarto apareciendo así entre las sombras. Tras su reproche inicial suavizó su tono mientras buscaba entre los armarios algo decente que ofrecer de desayuno. He dormido ya suficiente. Pocas horas pero reparadoras. Mintió respondiendo a su pregunta mientras sacaba cereales, tostadas y algunas galletas, dejándolas sobre la mesa.

- Voy ha hacer algo de café para todos…también hay zumos en la nevera….El celador no estaba demasiado acostumbrado a ejercer de anfitrión. Y con todo el asunto tampoco ponia mucho entusiasmo en ello. Lo cierto es que tenia la nevera bastante vacia, al igual que la despensa. Lo justo para llevarse algo a la boca pero sin demasiada variedad.

Will la observó mas detenidamente ahora que estaban a solas sentados frente a frente en la cocina. Era joven y bastante guapa, y no presentaba ningún tipo de cicatriz ni marca de quemadura en el rostro. Es por ello que le dio a pensar que su ceguera fuera provocada por alguna enfermedad, o incluso de nacimiento. Sintó por un momento lástima de que la vida fuera a veces tan cruel. El se sabía bien esa lección. Carraspeó ligeramente y trató algo contrario en el, darle ánimos .

- No.. te preocupes por tu abuelo. Se le veia una persona fuerte. Créeme, por mi trabajo se intuir eso en las personas. Donde esté fijo que se encuentra perfectamente. El celador aun tenía la imagen del hombre que había atendido sobre el suelo de la autopista tras el accidente.

Era de esas personas que podía dormirse de pie en caso de hacer falta. Me había dormido tantas veces encima de unos planos o un libro, que ya debía de tener la columna tan torcida que seguro que si llegaba a vieja tendría que andar mirándome los pies porque sería incapaz de caminar poniéndome recta.

Eso sí, cuando me levanté no me dolía demasiado nada, quizás, la fuerza de la costumbre.

Lo que sí que me costó un poco fue ubicarme, como suele pasar cuando alguien se despierta en un sitio que no conoce, pero me acordé de todo al ver que había por ahí más gente tirada que aún no había abierto ni los ojos.

Me puse en pie y me espiré, conteniendo el bostezo para no despertar a nadie pareciendo un elefante y tras frotarme los ojos salí en dirección a donde sabía que estaba el baño. Antes de llegar escuché voces por alguna parte y aún sin haber abierto del todo los ojos me asomé para ver a Will y Leonor, que habían sido los primeros en levantarse.

- Buenos días...

No dije nada más y me di la vuelta para ir al baño.

John desperto.

No recordaba cuando se habia quedado dormido despues de dar mil vueltas pensando en sus hijas y en su mujer. Sin duda debia haber roncado con mas fuerza que el motor de su camion por lo reseca que tenia la garganta. Le dolia el cuello y la espalda por la mala postura.

Se puso en pie y se crujio cada hueso.

Escucho hablar en la cocina y se acerco alli arrastrando los pies. Nunca despertaba de buen humor.

- Me gustaria saber que tienen de buenos...- murmuro.- ¿Hoy vamos a hacer algo o seguiremos aqui pensando en si hacemos algo o no?

Se quedó sentada en la silla a un lado de él, con sus dedos acariciando la superficie helada de la mesa,  puede escucharlo moverse y las variaciones de su respiración, pero lo que más le llamó la atención fue el aroma a alcohol que se sentía en el aire, así como la vibración del vidrio que hace al chocar contra una superficie más fuerte. Ladeo un poco su cabeza, ¿tan temprano y bebiendo?, Debía ser un alma demasiado perturbada como para tener que comenzar el día con algo de alcohol en el cuerpo.

- ejejem, es curioso que me digas eso- se encoge de hombros y pone sus ojos en el, como si lo estuviera mirando - dado que nunca salgo de las sombras - se ríe, pero escucha unos pasos acercándose, por lo que se quedó callada, intentando adivinar quién se acercaba, pero aún no podía hacerlo, no los conocía tanto como para diferenciarlos, pero por sus pasos más delicados debía ser Brenda.

- hola!- la saluda antes de que se vaya hacia el baño, y luego viene otro, el camionero, y con su voz puede ver la cara de hombre que ya estaba de pie para hacer algo de desayuna para todos, eran bastantes, el camionero, haciendo uso de su peculiar forma de ser, demostró que no había despertado de buenos ánimos ¿acaso en algún momento lo estaba? ella creía que no, porque no parecía  ser de ese tipo de personas.

- eh...- levantó las cejas y buscó a Will, que respondiera algo, pero no lo hizo - es obvio que haremos algo,el qué, ni idea -  se estiró y cogió lo que pilló a tientas, las galletas y la llevó a sus labios - Will, sé que está bien, mi abuelo, a pesar de ser un hombre mayor es uno de los mejores maestros de karate, es un hueso duro de roer - sonrió, estaba autoconvenciéndose, pero confiaba que fuese así, y le dio un mordisco a su galleta.

Tras las palabras de Brenda, levantó un poco su mano diestra sin demasiado entusiasmo a modo de saludo mientras permanecía de espaldas, frente a los altos armarios de cocina donde aún rebuscaba murmurando palabras inconexas. El café comenzó a subir justo cuando irrumpió el camionero con un humor peor que el del celador. Le miró de reojo sin contestar a su pregunta, escurriendo el bulto y dejando que Leonor fuera la que respondiera lo que todos pensaban realmente.

- De momento tomar café. Dijo finalmente mientras acercaba la cafetera a la mesa, donde el aroma inundó el ambiente embotando los sentidos. Sacó bastantes tazas y el azucarero para que se fueran sirviendo aquellos que quisieran. La única excepción la hizo con Leo.

- Tienes una taza un palmo frente ti, junto a las galletas. Aunque no dijera nada se alegraba al verla mas animada respecto a lo de la situación de su abuelo.

Will sabía que tenían que decidir que hacer. Estaba claro, pero lo harían cuando estuvieran todos juntos, y a ser posible con algo en el estomago, tras el desayuno.

Jack se despertó y se rascó la cabeza. Había dormido con la ropa puesta, acurrucado en un sillón. Bostezó y se desperezó ruidosamente. Con un ojo abierto y el otro cerrado repasó la habitación, varios se habían levantado ya y estaban hablando. Llegó a entender algo de ponerse en acción y hacer algo, pero semi dormido como estaba no podía pensar correctamente. De cualquier forma, los pensamientos de sus compañeros no paraban, y por eso parecía que el ambiente estaba mucho mas "ruidoso" de lo que parecía.

- ¿Saben de lo que me acabo de dar cuenta? Tengo una característica indispensable de todo superhéroe: Mi nombre y mi apellido empiezan con la misma letra. Genial, ¿Eh?

Si, no era muy serio, pero era guay. 

- Hablando de serio, mi padre no contestó la llamada que le hice ayer, intentaré de nuevo. 

Jack marca el número de móvil de su padre.

Me acercaba a la cocina de nuevo cuando escuché eso de la característica indispensable y me hizo sonreír porque eso se daba en muchos casos, pero no en todos.

- Hombre... no es por fastidiarte, pero indispensable tampoco es... pero venga, puedes ser spiderman.

Me había levantado de buen humor, aunque ahora mi mirada iba hacia el café recién hecho.

- Adoro el café recién hecho... - Dije acercándome a la cafetera, buscando con la mirada dónde podía haber una taza, vaso o similar en el que poder echarme un poco.

Después de tanto tiempo estudiando hasta altas horas y trabajando en proyectos de esos que te exprimían todas y cada una de las neuronas, el café y sus más de ochocientos compuestos químicos formaban parte de mi alimentación diaria.

El resto de la conversación me la había perdido pero era capaz de intuir que la pregunta del millón era qué haríamos a partir de aquí. No pude evitar recordar una película en la que decían que la respuesta a todas las dudas sobre el universo y demás era " 42 ", pero si hacía ese chiste corría el riesgo de que me dieran una colleja por venir y ponerme a jorobar.

Aun estoy adormilado cuando escucho hablar al resto, ¿esta gente no sabe lo que es descansar? finalmente oigo algo que me pone en alerta y me hace levantar.

Siendo tu padre uno de los militares que pueden estar buscandonos yo no lo haría... le digo al chico. Me acerco al cafe que estan sirviendo con ganas de tomarme yo tambien una taza. El cafe recien hecho es indispensable para la civilización. Digo con una sonrisa.

Will tras servir el café había dejado su lugar en la mesa, estaba apoyado sobre la encimera de mármol, junto a la pica de la cocina. Saboreaba su primer sorbo de café mientras observaba de forma tranquila como se arremolinaban junto a la cafetera. Le pareció que la gente esa mañana estaba de mejor humor. Todos menos John que seguía pareciendo un saco de nervios, dispuesto a saltar en cualquier momento. Como deseoso de un poco de acción.

“ Seguramente estará repateándole por dentro la tranquilidad de todos pareciendo mas interesados en el café que en pensar que hacer…impaciente….” Sonrió con la idea pareciendo solo un acto reflejo, como si siguiera la conversación de “superhéroes” que tenia frente a el.

- Ey spiderman, Denise puede que tenga razón. Habría que evitar los móviles…podemos usar cabinas públicas. Le dijo al chico mientras dejaba su taza vacia en el fregadero. Después se alejó en dirección al baño. El celador hacia mala cara, un tanto ojeroso y con los pelos algo revueltos, como si hubiera dormido mal.

Había pasado una noche fatal, como era normal en mi, ni si quiera había intentado enserio dormirme, me había sentado donde había pillado y me había quedado dándole vueltas al coco, sabía que no iba a poder dormirme, pero tampoco quería que nadie se preocupara, así que lo fingí.
Cuando la gente se puso en marcha me levanté, había dado alguna cabezada de escasos 30 minutos y estaba bastante cansado, pero era incapaz de dormir, así que me dirigí al servició cuando lo desocuparon y me lavé la cara.

Lo gracioso es que mis pensamientos no los había dedicado al problema que nos ocupaba, lo que nos podían hacer, o lo que íbamos hacer. Solo una pregunta me rondaba la cabeza... "Lilly, ahora tengo poderes, ¿aun así no me vas a querer?". Era un pensamiento absurdo, pero me había pasando la noche imaginando escenas, en unas ella corría a los brazos del gran héroe, en otras huía del monstruo en que me había convertido.

En fin, era hora de aparcar el tema, la gente estaba despierta, me reuniría con ellos. Andé como un zombi hasta la cocina y no dije palabra. Había café, pero no me apetecía algo caliente, estaba acostumbrado a desayunar un refresco, así que eso busqué en la nevera, imaginé que no le importaría que le cogiera uno, así que lo hice. Después me limité a escuchar de lo que hablaban algo apartado...

Ante las objeciones de sus compañeros, Jack desiste de llamar a su padre.

- Ok, ok, no lo llamo desde aquí, pero si voy a una cabina telefónica que nadie se sorprenda si salgo con calzas de colores brillantes. Bueno, hablando en serio, si el ejercito está monitoreando nuestros movimientos o nos está buscando, llamar desde una cabina cercana a la casa de Will sería casi lo mismo que llamar desde su casa, pero bueno, no tengo problemas en hacerlo. 

Jack comienza a caminar hacia la puerta.

- Voy a intentar hacer ese y algún llamado más. Volveré en cuanto pueda. ¿Alguien me da su número así les aviso como va la cosa?

El grandote tenía razón, era hora de moverse, no podían quedarse quietos.

Dennis sintio un cosquilleo en las sienes. Ya no era el dolor de las primeras visiones pero sintio que le llegaba una.

Varios vehiculos militares estaban de camino, un vecino habia oido ruido en el piso precintado y habia avisado a las autoridades...posiblemente los ronquidos del camionero.

La vision te daba una imagen nitida, teniais unos diez minutos para desaparecer antes de que acordonaran la zona. Venian helicopteros y camiones repletos de soldados armados. Curiosamente el padre de Jack estaba al mando de todos ellos. Vista la cara de ese general. Le reconociste pero sentiste como si ya no fuera el.... de algun modo estaba cambiado y diferente, inexpresivo, frio...queria mataros.

La voz del camionero te daba una imagen de la cocina, cada vez que habria la boca eran como ondas que te permitia tener una imagen perfecta y sublime, tan rica de detalles que no parecia ser posible.

Mientras John rumiaba sus palabras notaste el gesto de Dennis cambiar, algo pasaba y era algo malo...

Voy contigo.- dijo John, se sentia como un pollo encerrado.- Necesito estirar las piernas y de paso intentare llamar a mi mujer de nuevo.

- ¿Vamos chico?.- pregunto nervioso por salir.

Todos hablan a su alrededor, dando ideas y cosas que harían o que desean hacer, Will le ofrece una taza de café y ella acepta, alargando sus manos para alcanzarla, mientras se permiten risas  con los comentarios de Jack y su nombre con dos JJ, lo que era divertido, Leonore sólo sonrió de medio lado, tomando la taza entre sus dos manos  y calentándose los dedos.

Y el camionero habla,puede volver a ver, rayos, pensó, debe conseguir algo que le permita ver constantemente, así podría dejar de depender de otros, torció el gesto y vio la cara de Denis, su gesto se puso sombrío.

- esperen - detiene a todos en su marcha, Denis parecía poder ver el futuro, y ese gesto que hizo la hizo dudar sobre los pasos a seguir, Denis podía ser la única ventaja que tuviera contra el enemigo - Denis... ¿que sucede? - preguntó, clavando sus ojos en el hombre que estaba cerca, que aunque no podían ver, había descubierto donde se había posicionado en esa cocina.

Siento un ligero hormiguero, al menos parece que el dolor que precede a mis visiones va rimitiendo. Es curioso que la ciega sea la única que se de cuenta de mis visiones cuando termino veo hacia ella y urjo a todos.

Tenemos que irnos de aquí... ya, los tenemos encima. En unos diez minutos entraran por la puerta cojer lo imprescindible y todos fuera se acabo el recreo. Me giro al chico. Olvidate de llamar a tu padre es el que esta al frente de esto. Dudo un segundo pero no había tiempo para más explicaciones me pongo en marcha

Estaba claro que había quien se levantaba aún más zombi que yo, pues sólo había que ver a Charles, que pasó con una cara que hacía dudar que hubiera dormido demasiado o quizás, era de ese tipo de personas que hasta media mañana era mejor no hablar porque durmieran como durmieran se despertaban de mal talante.

Sólo estaba suponiendo cosas mientras me tomaba aquel café.

Al decir Jack que iba a salir a llamar por teléfono, iba a proponerle ir con él, pero Jack se me adelantó así que simplemente guardé silencio. Tampoco sería una buena idea salir una multitud junta y ponerse a rondar una cabina, así que me quedaría donde estaba.

Leonore nos hizo mirar a todos a donde estaba Denis, pues sus palabras sonaban a que algo estaba viendo y eso nunca era agradable, imaginaba que para él menos que para nadie.

- Oye igual puedo dejar que me cojan a mí y cuando vean que yo no puedo hacer nada raro igual desisten con vosotros... - Increíblemente, iba a terminar resultando la más normal de alguna parte. Seguro que si hubiera tenido a alguien que me conociera desde hacía tiempo, cosa que no era así y se lo decía, se reiría durante un mes.